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UNIVERSIDAD MÉXICO AMERICANA DEL NORTE

NOMBRE DEL ALUMNO: PERLA RAMIREZ SOSA

MATERIA: MEDICINA LEGAL

CATEDRATICO: LIC. IGNACIO RODRIGUEZ MATA

TEMA: EL CUERPO HUMANO Y LOS SISTEMAS QUE LO COMPONEN


SISTEMA NERVIOSO

El sistema nervioso está compuesto por una red de neuronas cuya característica
principal es generar, modular y transmitir información entre las diferentes partes del
cuerpo humano. Esta propiedad habilita muchas funciones importantes del sistema
nervioso, como la regulación de funciones vitales del cuerpo (latidos del corazón,
respiración, digestión), sensación y movimientos corporales. En definitiva, las
estructuras del sistema nervioso presiden todo lo que nos hace humanos; nuestra
conciencia, cognición, comportamiento y recuerdos.

El sistema nervioso consta de dos divisiones:

El sistema nervioso central (SNC) es el centro de integración y control del cuerpo.

El sistema nervioso periférico (SNP) representa las vías de comunicación entre el SNC
y el cuerpo.

Se subdivide además en el sistema nervioso somático (SNS) y el sistema nervioso


autónomo (SNA).
Sistema nervioso central

El sistema nervioso central (SNC) está formado por el encéfalo y la médula espinal.
Estos se encuentran alojados dentro del cráneo y la columna vertebral
respectivamente.

El encéfalo está formado por cuatro partes; cerebro, diencéfalo, cerebelo y tronco
encefálico. Juntas, estas partes procesan la información que llega desde los tejidos
periféricos y generan comandos que le indican a los diferentes tejidos del cuerpo cómo
responder y funcionar. Estos comandos abordan las funciones voluntarias e
involuntarias más complejas del cuerpo humano, desde la respiración hasta el
pensamiento.

La médula espinal es la continuación del tronco encefálico. También tiene la capacidad


de generar comandos, pero solo para procesos involuntarios, es decir, reflejos. Sin
embargo, su función principal es pasar información entre el SNC y la periferia.
SISTEMA OSEO
Funciones del sistema esquelético
1: sostén: los huesos son el soporte de los tejidos blandos, y el punto de
apoyo de la mayoría de los músculos esqueléticos.
2: protección: los huesos protegen a los órganos internos, por ejemplo, el
cráneo protege al encéfalo, la caja torácica al corazón y pulmones.
3: movimientos: en conjunto con los músculos.
4: homeostasis de minerales: el tejido óseo almacena calcio y fósforo para
dar resistencia a los huesos, y también los libera a la sangre para
mantener en equilibrio su concentración.
5: producción de células sanguíneas: en la médula ósea roja (tejido
conectivo especializado) se produce la hemopoyesis para producir
glóbulos rojos, blancos y plaquetas.
6: almacenamiento de triglicéridos: la médula ósea roja es reemplazada
paulatinamente en los adultos por médula ósea amarilla, que contiene
adipocitos.
Estructura de los huesos.
Los huesos se clasifican en diversos tipos según su forma. Un hueso largo
(como el fémur o el húmero) consta de las siguientes partes:
1- Diáfisis: es el cuerpo o porción cilíndrica principal del hueso.
2- Epífisis: son los extremos proximal y distal del hueso.
3- Metáfisis: es el sitio de unión de la diáfisis con la epífisis; su espesor va
disminuyendo con la edad.
4- Cartílago articular: es una capa delgada de cartílago hialino que cubre la
parte de la epífisis de un hueso que se articula con otro hueso.
5- Periostio: es una capa resistente de tejido conectivo denso que rodea la
superficie ósea que no tiene cartílago articular. Protege al hueso, participa
en la reparación de fracturas, colabora en la nutrición del hueso, y sirve
como punto de inserción de tendones y ligamentos.
6- Cavidad medular: es el espacio interno de la diáfisis que contiene a la
médula ósea amarilla grasa.
7- Endostio: es la capa que recubre la cavidad medular, y contiene células
formadoras de hueso.
División del sistema esquelético
El esqueleto humano consta de 206 huesos. Se agrupan en: • esqueleto
axial: formado por 80 huesos.
De la cabeza, cuello y tronco. • esqueleto apendicular formado por 126
huesos. De los miembros, incluidas las cinturas escapular y pelviana.
SISTEMA MUSCULAR

¿Qué es el sistema muscular?

El sistema muscular es el conjunto de fibras y tejidos musculares que constituyen la red


necesaria para movilizar y mantener firme al esqueleto de los animales vertebrados,
como en el ser humano, y que dan forma definida a su cuerpo.
Este sistema permite que el cuerpo realice un sinfín de posturas y movimientos
determinados y, en el caso del humano, constituye el 40% de la masa corporal total y
tiene más de 600 músculos diferentes.

Los músculos en su mayor parte están controlados a voluntad por el sistema nervioso
central del individuo, aunque muchos otros responden a reflejos, como el caso de los
músculos cardíacos que no cesan de latir mientras viva el organismo.

Esto significa que son una parte vital del cuerpo, que le brindan soporte, agilidad y
protección, además de tomar parte en el circuito metabólico de la energía.

Clasificación celular de los músculos

Las células que componen los distintos músculos del cuerpo se llaman miocitos, un
tipo de célula multinucleada, larga y delgada, provista de una gran capacidad
elástica.

Mediante contracciones y elongaciones, estas células integran fibras del tamaño que
se necesiten y movilizan las distintas partes del cuerpo.

Elementos del sistema muscular

Los músculos están formados por fibras musculares rodeadas de tejido.

El sistema muscular del ser humano y la mayoría de los mamíferos superiores se


compone de músculos y tendones. Los primeros tienen la tarea de contraerse y
propiciar el movimiento, algunos a voluntad y otros de manera refleja.

Los segundos, en cambio, son bandas fuertes de colágeno que juntan la musculatura a
los huesos y soportan la tensión generada entre las partes y las aproxima para evitar
desgarraduras.

Tipos de músculos

Los músculos estriados responder al control voluntario del individuo.

Existen tres tipos de músculo en nuestro cuerpo:


 Músculos lisos. Llamados también “viscerales” o “involuntarios” debido a que
no están controlados conscientemente por el sistema nervioso central, sino que
responden al sistema nervioso vegetativo, como en los casos del sistema
excretor y reproductor.

 Músculos estriados. Su nombre deriva de su textura con estrías que solo se


percibe en la vista de un microscopio. Estos músculos están unidos a los huesos
y responden al control voluntario del individuo, como es el caso de los músculos
del globo ocular, de la boca y de las extremidades.

 Músculos cardíacos. Son los músculos que componen el corazón y cuya


contracción y distensión es involuntaria y continua. Este ejercicio se realiza unas
100.000 veces por día, por eso son algunas de las fibras musculares más
fuertes del cuerpo.

Funciones de los músculos

Las principales funciones del sistema muscular son:

 Locomoción. Permite mover al individuo, desplazarlo en alguna superficie,


permitirle caminar, correr, trepar, etc.

 Postura. Mantiene la forma del cuerpo estable, incluso en reposo, y cada parte
del cuerpo en su lugar correspondiente.

 Movimiento de los órganos internos. Maneja los órganos internos como el


intestino o el corazón, permitiendo que desempeñen su función.

 Estabilidad. Los músculos mantienen el cuerpo equilibrado y en su sitio.

 Información. La contracción de la musculatura puede revelar dolencias de algún


tipo en el cuerpo, también nos permite adoptar expresiones que transmiten
información a quienes nos rodean.

 Protección. La musculatura, junto al esqueleto, defiende los órganos internos


de posibles agresiones y los mantiene a resguardo en nuestro interior.

 Calor. Al operar, nuestros músculos generan energía calórica.


Forma de los músculos

Los músculos poseen distintas formas, adaptadas a las funciones que deben llevar a
cabo. Entre ellas encontramos:

 Fusiformes. Músculos con forma de huso, grandes en el centro y delgados en


los extremos.

 Planos y anchos. Como los abdominales y los de la caja torácica que permiten
la respiración.

 Abanicoides. Con forma de abanico, como los pectorales.

 Circulares. Con forma de aro, se encargan de abrir y cerrar conductos, tal y


como el orificio del ano.

 Orbiculares. Parecidos a los fusiformes, pero con un orificio en el centro, por lo


que permiten abrir y cerrar partes como los ojos o la boca.

Funcionamiento de los músculos

Los latidos del corazón son movimientos autónomos.

Los músculos, como se ha visto, tienen distintas formas de operar. Podemos identificar
tres tipos de movimiento:

 Voluntarios. Los que llevamos a cabo con plena conciencia, como mover
nuestras extremidades.

 Involuntarios. Aquellos ajenos a nuestro deseo pero que de alguna manera se


hacen notar, como los viscerales.

 Autónomos. Aquellos que no dependen de nuestra voluntad y operan de


acuerdo a un programa totalmente independiente, como los cardíacos.

Energía muscular

Como tantas otras partes del cuerpo, los músculos obtienen la energía necesaria
para operar de la glucosa que consumimos al alimentarnos.
Este proceso puede darse en presencia de oxígeno (oxidación de los azúcares) o en
su ausencia (por fermentación del ácido láctico). El primer modo es el correspondiente
a los ejercicios aeróbicos, el segundo a los anaeróbicos.

Cuidado de los músculos

El ejercicio frecuente mantiene las fibras musculares tonificadas y firmes.

El cuidado de los músculos implica, en líneas generales, la ingesta suficiente de


glucosa, vitaminas y magnesio, así como el ejercicio frecuente que mantiene las
fibras musculares en su tono correcto y su fortaleza justa.

Una vida físicamente activa permite mantener las proporciones musculares y


fortalecer su capacidad de trabajo, mientras que la pasividad y el sobrepeso los
debilitan y permiten su falla o lastimadura de cara a un esfuerzo repentino.

Existe la posibilidad de que los músculos se vean sobrexigidos por un excesivo


esfuerzo o de intensidad durante la actividad física edad, generando una lesión que,
entre las más comunes se destacan:

 Desgarres. Ocurren cuando se rompe la fibra del tejido muscular.

 Calambres. Contracciones espasmódicas e involuntarias de los músculos


superficiales, a menudo dolorosas.

 Esguinces. Daño moderado a grave de las fibras musculares, forzadas a operar


más allá de sus límites.

 Distrofia. Reducción del tejido muscular por debajo de sus necesidades.

 Atrofia. Imposibilidad del tejido muscular para operar.


SISTEMA RESPIRATORIO

El aparato respiratorio está formado por las vías aéreas y por los pulmones. A través de
las vías aéreas el aire circula en dirección a los pulmones y es en estos órganos donde
se realiza el intercambio de gases.

En las vías aéreas diferenciamos la vía aérea superior, que va desde la nariz y la boca
hasta las cuerdas vocales, e incluye la faringe y la laringe, y la vía aérea inferior,
formada por la tráquea, los bronquios y sus ramificaciones en el interior de los
pulmones, los bronquiolos.

La tráquea es el tubo que va desde la laringe a los bronquios principales. Éstos, a su


vez, penetran en el interior de cada pulmón y se van dividiendo en ramas más
pequeñas (bronquiolos). Finalmente, a medida que se introducen en los pulmones
terminan en unas bolsas o sacos denominados alveolos.

En las paredes de la tráquea y los bronquios más gruesos hay varias capas que de
fuera adentro son el cartílago, que le da estructura y consistencia, una capa muscular y
una cubierta más interna, que es la mucosa.
La función básica del aparato respiratorio es la respiración. Consiste en llevar el
oxígeno del aire a la sangre y eliminar el anhídrido carbónico (CO2) al aire. Este
intercambio de gases se produce en el interior de los pulmones.

El aire entra por la nariz y/o la boca y es conducido a través de las vías respiratorias
hasta los alvéolos, donde se produce el intercambio de gases. Así, el oxígeno pasa a la
sangre y es transportado a todas las células. A su vez, el anhídrido carbónico (CO2)
que se produce en las células es transportado hasta los pulmones para su eliminación.
SISTEMA ENDOCRINO

¿Qué es el sistema endocrino?

El sistema endocrino está formado por glándulas que fabrican hormonas. Las
hormonas son los mensajeros químicos del organismo. Trasportan información e
instrucciones de un conjunto de células a otro.

El sistema endocrino influye en casi todas las células, órganos y funciones del cuerpo.

¿Qué hace el sistema endocrino?

 Las glándulas endocrinas liberan hormonas en el torrente sanguíneo. Este


permite que las hormonas lleguen a células de otras partes del cuerpo.

 Las hormonas del sistema endocrino ayudan a controlar el estado de ánimo, el


crecimiento y el desarrollo, la forma en que funcionan los órganos, el
metabolismo y la reproducción.

 El sistema endocrino regula qué cantidad se libera de cada una de las


hormonas. Esto depende de la concentración de hormonas que ya haya en la
sangre, o de la concentración de otras sustancias, como el calcio, en sangre.
Hay muchas cosas que afectan a las concentraciones hormonales, como el
estrés, las infecciones y los cambios en el equilibrio de líquidos y minerales que
hay en la sangre.

Una cantidad excesiva o demasiado reducida de cualquier hormona puede ser


perjudicial para el cuerpo. Los medicamentos pueden tratar muchos de estos
problemas.

¿De qué partes consta el sistema endocrino?

Aunque hay muchas partes del cuerpo que fabrican hormonas, las principales
glándulas que componen el sistema endocrino son las siguientes:

 el hipotálamo

 la hipófisis
 la glándula tiroidea

 las glándulas paratiroideas

 las glándulas suprarrenales

 la glándula pineal

 los ovarios

 los testículos

El páncreas forma parte del sistema endocrino y también pertenece al sistema


digestivo. Esto se debe a que fabrica y segrega hormonas en el torrente sanguíneo y
también fabrica y segrega enzimas en el sistema digestivo.

El hipotálamo: se encuentra en la parte central inferior del cerebro. Une el sistema


endocrino con el sistema nervioso. Las células nerviosas del hipotálamo fabrican
sustancias químicas que controlan la liberación de hormonas por parte de la hipófisis.
El hipotálamo recoge la información que recibe el cerebro (como la temperatura que
nos rodea, la exposición a la luz y los sentimientos) y la envía a la hipófisis. Esta
información afecta a las hormonas que fabrica y que libera la hipófisis.

La hipófisis: la hipófisis se encuentra en la base del cráneo, y no es más grande que


un guisante. A pesar de su pequeño tamaño, la hipófisis se suele llamar la "glándula
maestra". Las hormonas que fabrica la hipófisis controlan muchas otras glándulas
endocrinas.

Entre las hormonas que fabrica, se encuentran las siguientes:

 la hormona del crecimiento, que estimula el crecimiento de los huesos y de otros


tejidos del cuerpo y desempeña un papel en cómo el cuerpo gestiona los
nutrientes y los minerales

 la prolactina, que activa la fabricación de leche en las mujeres que están


amamantando a sus bebés

 la tirotropina, que estimula la glándula tiroidea para que fabrique hormonas


tiroideas
 la corticotropina, que estimula la glándula suprarrenal para que fabrique
determinadas hormonas

 la hormona antidiurética, que ayuda a controlar el equilibrio hídrico (de agua) del
cuerpo a través de su efecto en los riñones

 la oxitocina, que desencadena las contracciones del útero durante en parto

La hipófisis también segrega endorfinas, unas sustancias químicas que actúan sobre el
sistema nervioso y que reducen la sensibilidad al dolor. La hipófisis también segrega
hormonas que indican a los órganos reproductores que fabriquen hormonas sexuales.
La hipófisis controla también la ovulación y el ciclo menstrual en las mujeres.

La glándula tiroidea: se encuentra en la parte baja y anterior del cuello. Tiene una
forma de moño o de mariposa. Fabrica las hormonas tiroideas tiroxina y triiodotironina.
Estas hormonas controlan la velocidad con que las células queman el combustible que
procede de los alimentos para generar energía. Cuantas más hormonas tiroideas haya
en el torrente sanguíneo, más deprisa ocurrirán las reacciones químicas en el cuerpo.

Las hormonas tiroideas son importantes porque ayudan a que los huesos de niños y
adolescentes crezcan y se desarrollen, y también tienen su papel en el desarrollo del
cerebro y del sistema nervioso.

Las glándulas paratiroideas: son cuatro glándulas diminutas unidas a la glándula


tiroidea, que funcionan conjuntamente: segregan la hormona paratiroidea, que regula la
concentración de calcio en sangre con la ayuda de la calcitonina, fabricada por la
glándula tiroidea.

Las glándulas suprarrenales: estas dos glándulas de forma triangular se encuentran


encima de cada riñón. Las glándulas suprarrenales constan de dos partes, cada una de
las cuales fabrica una serie de hormonas que tienen diferentes funciones:

1. La parte externa es la corteza suprarrenal. Fabrica unas hormonas llamadas


corticoesteroides que regulan el equilibrio entre el agua y las sales en el cuerpo,
la respuesta del cuerpo al estrés, el metabolismo, sistema inmunitario, el
desarrollo y la función sexuales.
2. La parte interna es la médula suprarrenal, que fabrica catecolaminas, como la
adrenalina. También llamada epinefrina, esta hormona aumenta la tensión
arterial y la frecuencia cardíaca cuando el cuerpo atraviesa una situación de
estrés.

La glándula pineal está ubicada en el centro del cerebro. Segrega melatonina, una
hormona que puede influir en que tengas sueño por la noche y te despiertes por la
mañana.

Las glándulas reproductoras, o gónadas, son las principales fuentes de las hormonas
sexuales. La mayoría de la gente no piensa en ello, pero tanto los hombres como las
mujeres tienen gónadas. En los chicos, las gónadas masculinas, o testículos, se
encuentran dentro del escroto. Segregan unas hormonas llamadas andrógenos, la más
importante de las cuales es la testosterona. Estas hormonas indican al cuerpo de un
niño cuándo llega momento de hacer los cambios corporales asociados a la pubertad,
como el agrandamiento del pene, el estirón, el agravamiento de la voz y el crecimiento
del vello facial y púbico. Además, la testosterona, que trabaja junto con hormonas
fabricadas por la hipófisis, también indica al cuerpo de un chico cuándo llega momento
de fabricar semen en los testículos.

Las gónadas femeninas, los ovarios, se encuentran dentro de la pelvis. Fabrican


óvulos y segregan las hormonas femeninas estrógeno y progesterona. El estrógeno
participa en el inicio de la pubertad. Durante la pubertad, a una niña le crecerán los
senos, se le empezará a acumular grasa corporal alrededor de las caderas y los
muslos, y hará un estirón. Tanto el estrógeno como la progesterona participan en la
regulación del ciclo menstrual de la mujer. Estas hormonas también tienen un papel
importante en el embarazo.

El páncreas: fabrica y segrega insulina y glucagón, unas hormonas que controlan la


concentración de glucosa, o azúcar, en sangre. La insulina ayuda a mantener al
cuerpo con reservas de energía. El cuerpo utiliza la energía almacenada para hacer
actividades y ejercicio físicos, y también ayuda a los órganos a funcionar como deben
funcionar.
¿Cómo puedo mantener sano mi sistema endocrino?

Para ayudar a mantener sano tu sistema endocrino:

 Haz mucho ejercicio físico.

 Lleva una dieta nutritiva.

 Asiste a todas tus revisiones médicas.

 Habla con tu médico antes de tomar ningún suplemento ni tratamiento a base de


plantas medicinales.

 Informa al médico sobre cualquier antecedente familiar de problemas


endocrinos, como la diabetes o los problemas tiroideos.

¿Cuándo debería llamar al médico?

Informa a tu médico si:

 bebes mucha agua, pero sigues teniendo sed

 orinas a menudo

 tienes dolor de barriga o náuseas con frecuencia

 estás muy cansado o te sientes débil

 estás ganando o perdiendo mucho peso

 tienes temblores o sudas mucho

 tienes estreñimiento

 no estás creciendo o no te estás desarrollando según lo que cabe esperar


SISTEMA DIGESTIVO

¿Qué es el sistema digestivo?

Los alimentos son nuestro combustible y sus nutrientes proporcionan a las células del
cuerpo la energía y las sustancias que necesitan para funcionar. Pero, antes de que los
alimentos puedan hacer eso, los debemos digerir, descomponiéndolos en trozos
pequeños para que nuestros cuerpos los puedan absorber y aprovechar.

El primer paso del proceso digestivo tiene lugar antes de que ni tan siquiera probemos
la comida. Con solo oler una tarta de manzana casera o pensar en lo delicioso que va a
saber un tomate maduro, empezamos a salivar, y el proceso digestivo se inicia
preparándonos para ese primer bocado.

Casi todos los animales tienen un sistema digestivo en forma de tubo, donde los
alimentos:

 entran por la boca

 pasan por un largo tubo

 salen del cuerpo en forma de heces (caca) a través del ano


A lo largo del camino, se descomponen en moléculas diminutas para que el cuerpo
pueda absorber los nutrientes que necesita:

 Las proteínas se deben descomponer en aminoácidos.

 Los almidones se descomponen en azúcares simples.

 Las grasas se descomponen en ácidos grasos y glicerol.

Los residuos que el cuerpo no puede aprovechar son los que salen del cuerpo en forma
de heces.

¿En qué consiste la digestión?

El sistema digestivo está formado por el canal alimentario (también llamado tubo
digestivo) y otros órganos como el hígado y el páncreas. El canal alimentario consiste
en una serie de órganos, incluyendo el esófago, el estómago y el intestino, unidos en
un largo tubo que va de la boca al ano. El tubo digestivo de una persona adulta tiene
unos 30 pies (unos 9 metros) de longitud.

La digestión se inicia en la boca, mucho antes de que los alimentos lleguen al


estómago. Cuando vemos, olemos, saboreamos o incluso imaginamos una comida
apetitosa, nuestras glándulas salivales, situadas delante de los oídos, debajo de la
lengua y cerca del maxilar inferior, empiezan a fabricar saliva.

Cuando los dientes desgarran los alimentos, la saliva los humedece para que nos
resulte más fácil tragarlos. Una enzima digestiva de la saliva llamada amilasa empieza
a descomponer algunos de los hidratos de carbono (almidones y azúcares) que
contienen los alimentos antes de que abandonen la boca.

La conducta de tragar (o deglución), realizada por los movimientos de los músculos de


la lengua y de la boca, desplaza los alimentos hasta la garganta, o faringe.
La faringe es una vía de paso tanto para los alimentos como para el aire. Una lengüeta
de tejido blando llamada epiglotis cierra la entrada a la tráquea cuando tragamos para
evitar que nos atragantemos.
Desde la garganta, los alimentos descienden por un tubo muscular llamado esófago.
Series de contracciones musculares que describen un movimiento ondulatorio,
llamado peristaltismo, empujan los alimentos por el esófago hasta el estómago. Las
personas normalmente no son conscientes de los movimientos del esófago, el
estómago y el intestino, que tienen lugar cuando los alimentos pasan por el tubo
digestivo.

Al final del esófago, un anillo muscular (o válvula), llamado esfínter, permite que los
alimentos entren en el estómago y luego se cierra para impedir que los alimentos y los
líquidos vuelvan a entrar en el esófago. Los músculos del estómago remueven los
alimentos y los mezclan con jugos digestivos que contienen ácidos y enzimas, lo que
permite fragmentarlos en trozos mucho más pequeños y digeribles. La digestión que
tiene lugar en el estómago requiere un ambiente ácido.

Los alimentos no están listos para salir del estómago hasta que se han transformado
en un líquido espeso llamado quimo. Una válvula muscular del tamaño de una nuez,
situada a la salida del estómago y llamada píloro, impide que el quimo salga del
estómago antes de que adquiera la consistencia adecuada para entrar en el intestino
delgado. Entonces, el quimo pasa al intestino delgado, donde prosigue la digestión de
los alimentos para que el cuerpo pueda absorber sus nutrientes, que pasarán al
torrente sanguíneo.

El intestino delgado consta de tres partes:

1. el duodeno, la primera porción en forma de «C»

2. el yeyuno, la porción intermedia y enroscada

3. el íleo, la última porción que conduce al intestino grueso

La pared interna del intestino delgado está recubierta de millones de proyecciones


microscópicas similares a los dedos, llamadas vellosidades intestinales. La función
de las vellosidades intestinales consiste en absorber los nutrientes para que lleguen a
la sangre. El torrente sanguíneo transporta estos nutrientes al resto del cuerpo.
El hígado (situado debajo de la caja torácica en la parte superior derecha del
abdomen), la vesícula biliar (oculta justo debajo del hígado) y el páncreas (situado
debajo del estómago) no forman parte del canal alimentario, pero son unos órganos
imprescindibles para la digestión.

El hígado fabrica bilis, que ayuda al cuerpo a absorber las grasas. La bilis se almacena
en la vesícula biliar hasta que sea necesaria. El páncreas fabrica enzimas que ayudan
a digerir proteínas, grasas e hidratos de carbono. También fabrica una sustancia que
neutraliza los ácidos del estómago. Estas enzimas y la bilis se transportan por unos
canales especiales, llamados conductos, hasta el intestino delgado, donde ayudan a
descomponer los alimentos. El hígado también ayuda a procesar los nutrientes dentro
del torrente sanguíneo.

Desde el intestino delgado, los alimentos no digeridos (y parte del agua) pasan al
intestino grueso a través de un anillo muscular o válvula que impide que los alimentos
vuelvan a entrar en el intestino delgado. Cuando los alimentos llegan al intestino
grueso, el proceso de absorción de nutrientes está casi completado.

La principal función del intestino grueso consiste en eliminar el agua de la materia no


digerida y formar los desechos sólidos (o caca) a excretar.

El intestino grueso consta de tres partes:

1. El ciego es la primera porción del intestino grueso. El apéndice, una bolsita


hueca en forma de dedo, que cuelga al final del ciego. Los médicos creen que el
apéndice es un vestigio de épocas anteriores de la evolución humana. Parece
que ya ha dejado de ser útil en el proceso digestivo.

2. El colon asciende, desde el ciego, por la derecha del abdomen, cruza el


abdomen superior, desciende por la izquierda y finalmente se une al recto.

El colon se divide en tres partes: colon ascendente y colon transverso, que


absorben líquidos y sales; y colon descendente, que almacena los desechos
generados. Las bacterias del colon ayudan a digerir los alimentos que aún
quedan por no digerir.
3. El recto es donde se almacenan las heces hasta que salen del sistema digestivo
por el ano al ir de vientre.

Nuestro cuerpo tarda horas en digerir los alimentos por completo.


APARATO REPRODUCTOR MASCULINO

El sistema reproductor masculino está formado por el pene, el escroto, los testículos, el
epidídimo, el conducto deferente, la próstata y las vesículas seminales.

El pene y la uretra forman parte del sistema urinario y reproductor.

El escroto, los testículos, el epidídimo, los conductos deferentes, las vesículas


seminales y la próstata constituyen el resto del sistema reproductor en el varón.

El pene consta de la raíz (que está unida a las estructuras abdominales inferiores y los
huesos pélvicos), la parte visible del cuerpo y el glande del pene (el extremo en forma
de cono). El orificio de la uretra (el canal que transporta el semen y la orina) se
encuentra en la punta del glande del pene. La base del glande recibe el nombre de
corona. En los hombres no circuncidados, el prepucio parte de la corona y cubre el
glande.

El pene contiene tres espacios cilíndricos (senos llenos de sangre) de tejido eréctil. Los
dos más grandes, los cuerpos cavernosos, se encuentran uno al lado del otro. El tercer
seno, el cuerpo esponjoso, rodea casi toda la uretra. Cuando estos espacios se llenan
de sangre, el pene aumenta de tamaño y se pone rígido (erecto).

El escroto es un saco de piel gruesa que rodea y protege los testículos. Además, actúa
como un sistema de control de la temperatura para los testículos, porque estos
necesitan estar a una temperatura ligeramente inferior a la corporal para favorecer el
desarrollo normal de los espermatozoides. El músculo cremáster de la pared del
escroto se relaja para permitir que los testículos se alejen del cuerpo para enfriarse, o
se contrae para tirar de ellos y que se acerquen más a este en busca de calor y
protección.

Los testículos son cuerpos ovoides con un tamaño medio de 4 a 7 cm de largo y de 20


a 25 mL de volumen. En general, el testículo izquierdo cuelga un poco más que el
derecho. Los testículos tienen dos funciones principales:

El sistema reproductor

Producir espermatozoides (que transportan la carga genética del hombre)

Producir testosterona (la principal hormona sexual masculina)

El epidídimo consta de un solo conducto microscópico en espiral que mide casi 6 m de


largo. El epidídimo recoge los espermatozoides del testículo y proporciona el entorno
adecuado para que los espermatozoides maduren y adquieran la capacidad de
moverse por el sistema reproductor femenino y fertilizar un óvulo. Cada testículo tiene
un epidídimo.

Órganos reproductores masculinos

Órganos reproductores masculinos

El conducto deferente es un canal firme, del tamaño de un espagueti, que transporta


los espermatozoides desde el epidídimo. Este conducto viaja desde cada epidídimo
hasta la parte posterior de la próstata y se une a una de las dos vesículas seminales.
En el escroto, otras estructuras, como fibras musculares, vasos sanguíneos y nervios,
también acompañan a cada conducto deferente y juntos forman una estructura
entrelazada, el cordón espermático.

La uretra cumple una doble función en el hombre. Es la parte de las vías urinarias que
transporta la orina desde la vejiga y la parte del aparato reproductor por la cual se
eyacula el semen.
La próstata se localiza justo debajo de la vejiga y rodea la uretra. Tiene el tamaño de
una nuez en los hombres jóvenes y crece con la edad. Cuando la próstata aumenta
demasiado de tamaño, obstruye el flujo de orina por la uretra y causa síntomas
urinarios molestos.

Las vesículas seminales, situadas encima de la próstata, se unen a los conductos


deferentes para formar los conductos eyaculadores, que cruzan la próstata. La próstata
y las vesículas seminales producen un líquido que nutre a los espermatozoides. Este
líquido suministra la mayor parte del volumen del semen, y con él se expulsan los
espermatozoides durante la eyaculación. El resto del líquido que forma el semen
proviene de los conductos deferentes y de las glándulas de Cowper en la uretra.

APARATO REPRODUCTOR FEMENINO

¿Qué es la reproducción?

La reproducción es el proceso por el cual los organismos generan más organismos de


su tipo. Pero, si bien el aparato reproductor es esencial para mantener viva a una
especie, a diferencia de otros sistemas del cuerpo, no es esencial para mantener vivo a
un individuo.

En el proceso de reproducción humana, participan dos tipos de células sexuales, o


gametos. El gameto masculino, o espermatozoide, y el gameto femenino, u óvulo, se
unen en el sistema reproductor femenino. Cuando un espermatozoide fertiliza (se une)
a un óvulo, este óvulo fertilizado recibe el nombre de cigoto. El cigoto atraviesa un
proceso en el que se convierte en embrión y se desarrolla hasta ser un feto.

Para la reproducción, se necesita tanto del aparato reproductor masculino como del
aparato reproductor femenino.

Los seres humanos, al igual que otros organismos, pasan algunas de sus
características a la siguiente generación. Lo hacemos a través de nuestros genes, los
transmisores especiales de rasgos humanos. Los genes que los padres transmiten son
los que hacen que esos niños se parezcan a otras personas de la familia, pero también
que cada niño sea único. Estos genes provienen del espermatozoide masculino y del
óvulo femenino.

¿Qué es el sistema reproductor femenino?

La parte externa de los órganos reproductores femeninos se denomina vulva, que


significa "cubierta". La vulva, que está ubicada entre las piernas, cubre la abertura que
conduce a la vagina y a otros órganos reproductores ubicados dentro del cuerpo.

La zona carnosa ubicada justo por encima de la parte superior de la abertura vaginal
recibe el nombre de monte de Venus. La abertura vaginal está rodeada por dos pares
de pliegues de piel llamados labios. El clítoris, un pequeño órgano sensorial, está
ubicado hacia la parte delantera de la vulva, donde se unen los pliegues de los labios.
Entre los labios, hay aberturas hacia la uretra (el canal que transporta la orina desde la
vejiga hacia la parte externa del cuerpo) y la vagina. Cuando una niña alcanza la
madurez sexual, los labios externos y el monte de Venus se cubren con vello púbico.

Los órganos reproductores internos de la mujer son la vagina, el útero, las trompas de
Falopio y los ovarios.
La vagina es un tubo muscular hueco que se extiende desde la abertura vaginal hasta
el útero. Como posee paredes musculares, la vagina se puede expandir y contraer.
Esta capacidad de ensancharse o estrecharse permite que la vagina pueda albergar
algo tan delgado como un tampón o tan ancho como un bebé. Las paredes musculares
de la vagina están recubiertas por membranas mucosas, que la mantienen húmeda y
protegida.

La vagina cumple tres funciones:

Es el lugar donde se inserta el pene durante las relaciones sexuales.

Es el camino (canal de parto) a través del cual un bebé abandona el cuerpo de la mujer
durante el alumbramiento.

Es la vía a través de la cual se elimina la sangre menstrual durante los períodos.

La abertura de la vagina está parcialmente cubierta por un trozo delgado de tejido


similar a la piel, que recibe el nombre de himen. El himen suele ser diferente de una
mujer a otra. En la mayoría de las mujeres, el himen se estira o rasga después de la
primera experiencia sexual y es posible que sangre un poco (esto suele provocar algo
de dolor o puede resultar indoloro). No obstante, en algunas mujeres que han tenido
relaciones sexuales, el himen no sufre grandes modificaciones. Y en algunas mujeres,
el himen ya está estirado incluso antes de que comiencen a tener relaciones sexuales.

La vagina se conecta al útero en el cuello del útero. El cuello del útero tiene paredes
fuertes y gruesas. La abertura del cuello del útero es muy pequeña (no es más ancha
que una pajilla), razón por la cual un tampón no puede quedar nunca dentro del cuerpo
de una mujer. Durante el parto, el cuello del útero se puede expandir para permitir el
paso del bebé.

El aparato reproductor femenino

Como cualquier otro ser viviente, los seres humanos se reproducen. De esta manera la
población crece.

En el caso de los seres humanos, esto sucede cuando el aparato reproductor


masculino se une al aparato reproductor femenino para crear un bebé.
El útero tiene forma de pera invertida, con un recubrimiento grueso y paredes
musculares; de hecho, el útero posee algunos de los músculos más fuertes del cuerpo
de la mujer. Estos músculos son capaces de expandirse y contraerse para albergar al
feto en crecimiento y después ayudan a empujar al bebé hacia afuera durante el parto.
Cuando una mujer no está embarazada, el útero mide tan solo unas 3 pulgadas (7,5
centímetros) de largo y 2 pulgadas (5 centímetros) de ancho.

En las esquinas superiores del útero, las trompas de Falopio conectan el útero con los
ovarios. Los ovarios son dos órganos con forma de óvalo ubicados en la parte superior
derecha e izquierda del útero. Producen, almacenan y liberan óvulos hacia las trompas
de Falopio en un proceso denominado "ovulación.

Existen dos trompas de Falopio, cada una de ellas unida a un lado del útero. Dentro de
cada tubo hay un pequeñísimo canal, del ancho de una aguja de coser. En el extremo
opuesto de cada trompa de Falopio, hay una zona de bordes irregulares que tiene el
aspecto de un embudo. Esta zona de bordes irregulares envuelve al ovario, pero no se
conecta totalmente con él. Cuando un óvulo sale de un ovario, entra en la trompa de
Falopio. Una vez que el óvulo se encuentra en la trompa de Falopio, los diminutos
pelos del revestimiento del tubo lo empujan hacia el útero a través del estrecho pasaje.

Los ovarios también forman parte del sistema endocrino, porque producen las
hormonas sexuales femeninas, como el estrógeno y la progesterona.

La reproducción sexual no sería posible sin los órganos sexuales denominados


gónadas. La mayoría de las personas creen que las gónadas son los testículos. Pero
los dos sexos poseen gónadas: en la mujer, las gónadas son los ovarios, que producen
los gametos femeninos (óvulos). Las gónadas masculinas producen gametos
masculinos (espermatozoides).

Cuando una mujer nace, sus ovarios contienen cientos de miles de óvulos, que
permanecen inactivos hasta que comienza la pubertad . En la pubertad, la glándula
pituitaria (ubicada en la parte central del cerebro), comienza a generar hormonas que
estimulan a los ovarios para producir hormonas sexuales femeninas, incluido el
estrógeno. La secreción de estas hormonas hace que una niña se desarrolle y se
transforme en una mujer sexualmente madura.

Hacia el final de la pubertad, las niñas comienzan a liberar óvulos como parte de un
período mensual denominado "ciclo menstrual". Aproximadamente una vez al mes,
durante la ovulación, un ovario envía un diminuto óvulo hacia una de las trompas de
Falopio.

A menos que el óvulo sea fertilizado por un espermatozoide mientras se encuentra en


la trompa de Falopio, se secará y abandonará el cuerpo aproximadamente dos
semanas más tarde a través del útero. Esto es lo que se denomina "menstruación". La
sangre y los tejidos del revestimiento interno del útero se combinan para conformar el
flujo menstrual, que en la mayoría de las muchachas dura de 3 a 5 días. El primer
período de una niña se denomina menarca.

Normalmente, las mujeres y muchachas sienten algunas molestias en los días previos
a sus períodos. El síndrome premenstrual incluye tanto síntomas físicos como
emocionales que muchas mujeres experimentan antes del período. Entre estos
síntomas se encuentran los siguientes:

acné

hinchazón

cansancio

dolor de espalda

senos sensibles o dolorosos a la palpación

dolores de cabeza

estreñimiento

diarrea

antojos alimentarios

depresión
irritabilidad

dificultades para concentrarse o manejar el estrés

El síndrome premenstrual suele empeorar durante los 7 días anteriores al inicio del
período y desaparece una vez que este comienza.

Muchas muchachas también tienen dolores abdominales durante los primeros días del
período debido a las prostaglandinas, que son sustancias químicas del cuerpo que
provocan la contracción de los músculos lisos del útero. Estas contracciones
involuntarias pueden ser débiles o agudas e intensas.

Después de la menarca, el cuerpo de una muchacha puede tardar dos años en


desarrollar ciclos menstruales regulares. Durante ese tiempo, su cuerpo se está
ajustando a las hormonas que aparecen en la pubertad. En promedio, el ciclo
menstrual de una mujer adulta es de 28 días, pero puede variar de 23 a 35 días.

¿Qué ocurre si se fecunda un óvulo?

Si un hombre y una mujer tienen relaciones sexuales dentro de los días cercanos a la
ovulación de la mujer, es probable que haya una fertilización. Cuando el hombre
eyacula (despide semen por el pene), una pequeña cantidad de semen queda
depositado en la vagina. En esta pequeña cantidad de semen, hay millones de
espermatozoides que "nadan" hacia arriba desde la vagina, a través del cuello uterino y
el útero, para unirse al óvulo en la trompa de Falopio. Solo hace falta un
espermatozoide para fertilizar un óvulo.

Entre 5 y 6 días después de que el espermatozoide fertiliza al óvulo, el óvulo fertilizado


(cigoto) ya es un blastocisto multicelular. Un blastocisto tiene el tamaño aproximado de
una cabeza de alfiler y es una bola hueca de células con líquido en el interior. El
blastocisto se entierra en el revestimiento del útero, denominado endometrio. Una
hormona, el estrógeno, hace que el endometrio se ensanche y llene de sangre. La
progesterona, otra hormona liberada por los ovarios, mantiene el endometrio
ensanchado con sangre para que el blastocisto sea capaz de insertarse en la pared del
útero y absorber los nutrientes que hay en ella. Este proceso recibe el nombre de
implantación.

A medida que las células del blastocisto reciben nutrientes, comienza otra etapa de
desarrollo. En la etapa embrionaria, las células internas conforman un círculo aplanado
denominado "disco embrionario", que se desarrollará y llegará a ser un bebé. Las
células externas se transforman en membranas delgadas que se forman alrededor del
bebé. Las células se multiplican miles de veces y se mueven a nuevas posiciones
hasta transformarse, finalmente, en el embrión.

Después de aproximadamente 8 semanas, el embrión tiene un tamaño similar al de


una frambuesa, pero ya están formadas prácticamente todas sus partes (el cerebro y
los nervios, el corazón y la sangre, el estómago y los intestinos, los músculos y la piel).

Durante la etapa fetal, que dura desde la novena semana posterior a la fertilización
hasta el momento del nacimiento, el desarrollo continúa con la multiplicación, el
movimiento y el cambio de las células. El feto flota en el líquido amniótico que se
encuentra dentro del saco amniótico. Recibe oxígeno y nutrientes de la sangre de la
madre a través de la placenta. Esta estructura, similar a un disco, se adosa al
revestimiento interno del útero y se conecta con el feto a través del cordón umbilical. La
membrana y el líquido amniótico protegen al feto de los golpes y sacudidas que pueda
sufrir el cuerpo de la madre.

El embarazo dura un promedio de 280 días; aproximadamente 9 meses. Cuando el


bebé está listo para nacer, su cabeza presiona el cuello del útero y este comienza a
relajarse y ensancharse para prepararse para el paso del bebé hacia la vagina y a
través de ella. En el cuello del útero, la mucosidad habrá formado un tapón que
comienza a aflojarse. Cuando la madre rompe bolsa, el tapón y el líquido amniótico
salen a través de la vagina.

Cuando comienzan las contracciones del trabajo de parto, las paredes del útero se
contraen por la estimulación de una hormona pituitaria, la oxitocina. Las contracciones
hacen que el cuello del útero se ensanche y comience a abrirse. Después de varias
horas de ensanchamiento, el cuello del útero se dilata (se abre) lo suficiente como para
que el bebé salga. El bebé es empujado hacia afuera del útero, a través del cuello del
útero y a lo largo del canal de parto. Por lo general, primero sale la cabeza del bebé. El
cordón umbilical sale junto con el bebé. Una vez que el bebé nace, se sujeta el cordón
con una pinza y se lo corta a la altura el ombligo.

La última etapa del proceso de parto, que se denomina "posparto", es la expulsión de la


placenta. Después de que se separa del revestimiento interno del útero, las
contracciones de este la empujan hacia afuera, junto con las membranas y los líquidos.

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