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Aporte para la unidad 1 ojo la otra parte de los temas.

La Constitución de América Central del 1824 establecía en


su artículo V: "El Territorio de la República es aquel que
componía anteriormente el Reino de Guatemala, excepto
la provincia de Chaspas", etc. Los primeros tratados
celebrados entre las nuevas repúblicas estaban
igualmente de acuerdo con el punto de vista ya
enunciado; así por ejemplo, el Acuerdo de Unión entre
Colombia y América Central del 15 de marzo del 1825, en
su Art. V establecía que "las dos partes se garantizan
recíprocamente la inviolabilidad de sus territorios ante la
pretensión y amenaza de parte de sujetos del Reino
Español, sobre la superficie existente hasta la presente
guerra por la independencia.
El artículo V del Tratado de Paz entre Colombia y el Perú
del 22 de septiembre de 1829 proclamaba: "Las dos
partes reconocen como fronteras de sus territorios
respectivos aquellas que poseían anteriormente el
Virreynado de Nueva Granada y del Perú hasta la
declaración de sus independencias.
Por otra parte el artículo XXXIX del Tratado de Paz entre
Argentina y Chile del 30 de agosto de 1855 indicaba: "Las
dos partes aceptan en calidad de sus fronteras
territoriales aquellas que ellas poseían hasta el momento
de la liberación del poder español en 1810.
Es así que nació el principio consuetudinario conocido
bajo el nombre de Uti Possiditis Juris de 1810.
Ese principio fue introducido en las relaciones recíprocas
de las Repúblicas Americanas de origen español en el
Tratado de Bogotá del 1811, celebrado en las provincias
unidas de Nueva Granada, por medio del cual ellas se
obligaban a respetar como límites entre ellas aquellos que
correspondían a la capitanía general y al Virreynado.

UNIDAD II.
2.2- Contexto histórico del Reconocimiento en América.
La rica experiencia que ofrecen los países de América
latina en el dominio del reconocimiento se explica por su
historia turbulenta, que pueden interpretarse como
historia de incesante guerra civiles y golpes de estado que
como es natural, implican inestabilidad de los gobiernos.
Las causas de esas perturbaciones, a su vez explican por
las contradicciones, tanto interna como externa, producto
de la estructura social complicada, y su economía
dependiente del capital extranjero.
Los Estados Unidos de Norteamérica, en calidad de
sucesores de los derechos de España en Florida,
reconocieron igualmente el principio Uti-possidetis juris,
es así como lo reconoció la nota del Secretario de Estado
Marcy dirigida al Ministro de Estados Unidos en
Inglaterra, del 26 de julio de 1856, que dice: "Los Estados
Unidos consideran como un principio establecido del
Derecho Internacional que cuando una colonia europea
en América logra su independencia, ésta mantendrá los
mismos límites establecidos por la Metrópolis.
La nacionalidad en América ha sido un problema que ha
recibido una solución distinta a la obtenida en Europa.
Nos referimos particularmente al problema ligado a la
adquisición de la nacionalidad y a las implicaciones de la
misma. Como sabemos, la mayoría de los países europeos
reconocían como nacionales solamente a los hijos de sus
nacionales, independientemente del lugar donde hayan
nacido; es decir, que aplicaron el sistema o principio Ius
sanguinis. Sin embargo, en América ocurrió todo lo
contrario, es decir, fueron considerados como nacionales
todas las personas nacidas en territorio americano,
independientemente de la nacionalidad de sus padres. Se
aplicó, pues el principio Ius solis.
Las razones que obligaron a los nuevos Estados
Americanos a aplicar ese principio pueden explicarse por
los siguientes factores:
 Los nativos del país fueron los "criollos", fuerza
motriz en el movimiento liberador y que de hecho
realizaron la independencia. Los parientes o
cercanos, así como los extranjeros, militares o civiles
no fueron considerados como tales, a menos que
hubieran contribuido al movimiento de
emancipación. Es por esa razón que los criollos
llegaron a ser de manera natural los nacionales por
excelencia de los países que ellos habían liberado.
 La población de los países de América no
correspondía a la inmensidad de sus territorios, por
consiguiente, era necesario favorecer la emigración
para el propio desarrollo social y económico del
continente. Es por ello que, una vez obtenida la
independencia, los criollos se mostraron favorables a
la emigración, y los hijos de estos emigrantes que
nacieran en territorio americano eran considerados
americanos en virtud del principio ius soli, uniéndose
así al elemento étnico y contribuyendo a formar su
población.
 La necesidad de emigrantes produjo en América una
práctica que llegó a ser un principio jurídico entre las
repúblicas latino-americanas, es decir, la
identificación del nacional y el extranjero en cuanto a
los derechos civiles.

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