1. Por localización: Según la articulación afectada, la artrosis puede
clasificarse en: Artrosis de rodilla. Artrosis de cadera. Artrosis de manos (dedos, muñeca). Artrosis de columna vertebral (cervical, dorsal, lumbar). 2. Por grado de afectación: Según la severidad de la enfermedad, se pueden clasificar en: Artrosis leve. Artrosis moderada. Artrosis grave. 3. Por causa o etiología: Dependiendo de la causa subyacente, se pueden distinguir entre: Artrosis primaria: Cuando la causa exacta no está clara y se atribuye principalmente al envejecimiento y desgaste natural de las articulaciones. Artrosis secundaria: Cuando la enfermedad es consecuencia de otra afección, como lesiones traumáticas, enfermedades metabólicas, malformaciones congénitas, entre otras. 4. Por aspecto radiológico: Basado en los hallazgos radiográficos, se pueden clasificar en: Artrosis con osteofitos (protuberancias óseas). Artrosis con estrechamiento del espacio articular. Artrosis con esclerosis subcondral (aumento de densidad ósea en la zona subyacente al cartílago). 5. Por patrón de distribución: Según cómo se distribuye la enfermedad en la articulación, se puede clasificar en: Artrosis focal: Afecta áreas específicas de la articulación. Artrosis difusa: Afecta a toda la articulación de manera más uniforme. 6. Artrosis post-traumática: Esta categoría incluye la artrosis que se desarrolla como resultado directo de una lesión traumática en una articulación. Puede ser el resultado de fracturas articulares, luxaciones o lesiones graves de los tejidos blandos que alteran la biomecánica de la articulación y llevan a un desgaste prematuro del cartílago.
7. Artrosis post-fractura: Se refiere específicamente a la artrosis que se
desarrolla como secuela de una fractura ósea que afecta la articulación. Las fracturas intraarticulares, en particular, pueden dañar el cartílago y provocar la degeneración articular a largo plazo.
8. Artrosis post-luxación: Después de una luxación traumática de una
articulación, especialmente si no se trata adecuadamente o si hay lesiones asociadas de los tejidos blandos y estructuras de soporte, puede desarrollarse artrosis debido a la inestabilidad crónica resultante.
9. Artrosis secundaria a lesiones de ligamentos: Las lesiones graves de los
ligamentos, como las roturas del ligamento cruzado anterior en la rodilla, pueden alterar la estabilidad de la articulación y provocar cambios degenerativos en el cartílago, dando lugar a la artrosis.
10. Artrosis secundaria a fracturas mal consolidadas o pseudoartrosis: Cuando
una fractura no se consolida adecuadamente o evoluciona hacia una pseudoartrosis, puede causar una alteración crónica en la biomecánica de la articulación, lo que eventualmente conduce a la artrosis.