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ACTO 2.

Médico: Buenos días, adelante tome asiento (hace una seña para que se siente
frente a él)

Secretario: Buenos días (toma asiento despacio y suelta algunos quejidos)

Médico: ¿Nombre?

Secretario: Ignacio Rubén Mendoza.

Médico: (escribe en la computadora) muy bien… ¿edad?

Secretario: 22 y el mes que viene 23.

Médico: (para de escribir y lo mira de reojo) ¿22 qué? ¿meses? ¿días?

Secretario: (extrañado) aah… ¿años?

Médico: (suelta una ligera carcajada) es broma, obviamente sé que son años… era
eso, un simple chascarrillo.

Secretario: Ooh… sí, una broma (risa forzada)

Médico: (con gesto de incomodidad) ejem, ¿puedo saber a que se debe su visita
señor… (mira al monitor de la computadora) Ignacio?

Secretario: Pues… perdóneme doctor, pero solo vine a que me diera una receta,
si falto otra vez en mi trabajo voy a tener serios problemas.

Médico: Ajam… y ¿cuáles son los síntomas que siente?

Secretario: Emm… dolor de cabeza, siento mi cuerpo pesado y me siento un tanto


débil.

Médico: (escribe en su computadora) Sí… verá señor Ignacio, me gustaría que de


esta consulta usted saliera siguiendo el proceso que le recetaré tal cual como se lo
indico. No obstante, no estaré siguiéndolo para saber si me hizo caso o no,
entonces, lo que haga o no con mis instrucciones es totalmente su responsabilidad.

Secretario: Entiendo eso doctor, pero de verdad ya no puedo faltar (tose un poco).
Médico: Por lo que veo es así, no me quiero ni imaginar lo que su jefe debe hacerle
por faltar.

Secretario: (Corrige) jefa.

Médico: Ooh, pues, su jefa debe de ser una muy mala persona para que usted le
esté exigiendo de más a su cuerpo.

Secretario: (con una sonrisa) vamos doctor, ella realmente no es tan mala… quizá
lo moderadamente correcto.

Médico: (suelta un suspiro y se levanta de su asiento) debes seguir creyendo que


los reyes magos existen.

Secretario: (en shock y mirando fijamente al doctor) ¿Los reyes magos no existen?

Médico: ahmm… sí, por supuesto que existen.

Secretario: Oh… ya veo.

Médico: Bueno… ya sabe esto es de rutina por favor respire hondo y exhale
despacio…

(El médico se coloca la herramienta en los oídos y la otra parte la coloca sobre la
espalda del secretario, acto siguiente el secretario hace caso omiso)

Médico: okey… una vez más… ¿sabe? Tuve una paciente llamada Tecla Varela
¿cuál cree usted que era su apellido?

Secretario: Ehmm… ¿Martínez?

Médico: (después de suspirar al aire y retirarse hacia su asiento) muy bien…


(comienza a escribir en la computadora) lamento informarle que ahora sé que es lo
que usted tiene.

Secretario: (con pesadumbre en la voz) Lo escucho doctor…

Médico: usted padece… de inocencia crónica… ¡ah! Y de un leve resfriado.


Secretario: Lo segundo lo entiendo doctor, pero ¿A que se refiere con lo primero?
¿Es grave?

Médico: Sí, bastante grave, pero es algo que eventualmente se le quitará con la
edad… espero. (agarra una receta, escribe en ella y se la da al secretario)

Secretario: Está… ¿bien? Supongo… ¿Cuánto va a ser doctor?

Médico: Ooh, descuida, el de atrás paga.

Secretario: (Voltea hacia atrás)

Médico: (contiene la risa) olvídelo, serán 60 pesos.

FIN

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