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Se sienta, se mira las uñas, se rasca la cabeza, piensa mirando al techo, se cepilla el
pantalón, cruza las piernas, mira al techo, cruza las piernas del otro lado, se levanta,
coge una revista, se sienta y empieza a ojearla.
MARTÍN: sí.
PIES: ejem.
MARTÍN: buenas.
PIES: Buenas.
PIES: Sí.
MARTÍN: Sí.
PIES: Sí.
El paciente que ha entrado con andares extraños, da unas vueltas por la sala, coge la
última revista y se sienta con mucho cuidado.
Los dos primeros pacientes (cada uno con su revista abierta) se miran entre sí y PIES,
mira de reojo a ANDARES EX y se dirije a MARTÍN en voz baja
PIES: de nacimiento?, no, hombre no, es una herida de bala en la pierna. Seguro.
MARTÍN: no, no… se equivoca usted, eso es una especie de parálisis de nacimiento.
ANDARES EX: pues nos hemos equivocao los tres, porque yo creía que me iba a tirar
un “peo” cuando iba a entrar aquí, y me he cagao.
PIES Y MARTIN, continúan ojeando las revistas y separan las sillas ligeramente.
Se sienta, mira al techo, saca un espejito del bolso, se retoca la nariz, cruza las piernas,
tose y se levanta para coger una revista (ya no queda ninguna), se da la vuelta, tose y se
vuelve a sentar.
MARTIN: No
MARTÍN: Sí
PIES: SÍ
ANDARES EX: Sí, alguna que otra vez.
MARTÍN: bueno
Nuevo silencio.
Entra el Doctor
Mira a los cuatro y ellos niegan con la cabeza y la enfermera vuelve a entrar a la
consulta.
Martín se levanta
ENFERMERA: Su nombre?
MARTÍN: Martín
ENFERMERA: apellido?
MARTÍN: Martín
ENFERMERA: y nombre?
MARTÍN: Martín.
MARTÍN: Martín.
MARTIN: Sí, mire usted doctor Buendía, me he dado cuenta de que cuanto más como,
menos hambre tengo
DOCTOR: Ya.
MARTÍN: y cuando me hecho más de 2 horas de siesta, luego no consigo dormirme por
la noche.
MARTÍN: no, creo que no. No sé lo que me pasa, ya le digo, sé que algo me pasa pero
no sé lo que me pasa.
DOCTOR: Bien, bien…pues va a tomarse usted estas pastillas (le da una caja), una por
la mañana y otra por la noche. Estas son unas pastillas que le van a ir muy bien, porque
usted no sabe lo que le pasa y yo no sé para qué sirven.
Doctor: también puede usted dejar el alcohol, las fiestas, las mujeres, los viajes y el
tabaco
Doctor: no, usted va a vivir lo mismo, pero ¡se le va a hacer muuuuucho más largo…!
PIES: pues mire doctor, estoy muy preocupado porque a mi me han olido siempre los
pies muy, pero que muy mal, y llevo una temporada que no me huelen a nada,
absolutamente a nada. Y eso es pero que muy raro. Raro, raro, raro…
DOCTOR: bien, bien…ya me hago una idea…cálcese de nuevo, por favor. Habrá que
operar urgentemente.
DOCTOR: no, de los pies nada… De la nariz. La enfermera le tomará sus datos y ya le
citaremos.
DOCTOR: señorita, cuando le tome los datos, haga el favor de abrir todas las ventanas.
MARTÍNEZ: Si, sí, soy yo. Es que había un atasco…horrible! Y no he podido venir
antes.
DOCTOR: ya, ya, ya…y bien, ¿cómo le fue la dieta que le mandé?
MARTÍNEZ: La dieta bien doctor Buendía, pero lo que llevo fatal es lo del tabaco, lo
llevo muy, muy mal.
MARTÍNEZ: ya, ya, si eso es lo que hago doctor, pero es que yo antes no fumaba…y
me da un asco!!!
DOCTOR: ejem, ejem…bueno, bueno, pues vamos a seguir con la dieta y eliminaremos
lo del tabaco.
DOCTOR: ¿aquí?
MARTÍNEZ: ahora me encuentro mucho mejor. Una pregunta doctor, ya que estoy
aquí, me podría decir cómo está mi mujer de lo suyo…estuvo aquí el mes pasado, se
llama Macarena, Macarena López.
ENFERMERA: Macarena
Doctor: ¡Ay Macarena!
Martínez: ah…y dígame doctor, ¿cómo puedo hacer para que no se quede embarazada
cuando me vaya de viaje?
(JUAN MIERDA mira a ANDARES EX, hace unas muecas con la nariz, tose y se
levanta discretamente para sentarse en una silla más alejada)
ENFERMERA: SÍ
Doctor: pues dígale al portero que le dé la vuelta para que parezca que entraba.
ENFERMERA:¿Quién es el siguiente?
ENFERMERA: Su nombre?
JUAN MIERDA: pues mire usted doctor, es que cada vez tengo más pelo por todo el
cuerpo: las piernas, los brazos, el pecho…una exageración.
DOCTOR: ya veo, ya veo…sí que tiene usted mucho pelo. Sí, ya lo creo.
JUAN MIERDA: (con preocupación) ¿qué padezco doctor, dígalo sin miedo, ¿qué
padezco?
Juan Mierda sale de la consulta y a la vez entran a la sala de espera dos hombres y una
mujer y se quedan de pie cuchicheando entre ellos.
UNO se sienta y empieza con el mismo ritual de los anteriores: se mira los zapatos, se
cepilla el pantalón, mira al techo, cruza y descruza las piernas y tose. Luego mira hacia
ANDARES EX y le dice:
UNO: Fíjese lo que me pasó la semana pasada: salí al balcón a echar un pitillo y abajo
en la calle oí una discusión. Me pareció que eran voces conocidas y como no distinguía
bien de quién se trataba me asome tanto que me caí desde el balcón. Y vivo en un 5º.
UNO: no, no mucho, sólo me dolió cuando me daba la risa. (riéndose) qué caída más
tonta!!!
ANDARES EX: (con ironía) ah, claro, que divertido debió ser…
SARA: pues yo me quedé encerrada una vez 3 días en el baño, dentro de la bañera llena
de agua y no podía salir…incluso me quedé dormida.
Entra la enfermera
ANDARES EX: pues mire doctor, que me voy por la patilla cada dos por tres, vamos
que me cago para decirlo más claramente, me arrea el apretón y a veces no me da
tiempo a llegar al baño.
DOCTOR: le voy a mandar una dieta astringente y poco a poco va a empezar a tomar
algo de pescado blanco y arroz.
DOCTOR: no, no, no. No se preocupe Señor TUNER…vuelva usted dentro de una
semana.
Entra la enfermera
DOCTOR: vaya por Dios!, bueno eso tiene arreglo, lo que la veo es un poco más gorda.
APOLONIA: Ya lo creo, como una tapia, estoy como una tapia. Con cada hijo que he
tenido me he quedado un poco más sorda.
APOLONIA: 11
APOLONIA: pues pa uno que le queda, cáguese usté en los 11. Me quitan la vida…y
los nietos también, la que más me preocupa ahora es la Bonifacia, que tié sólo 18 años y
la veo desmejorá, con toses y mala cara.
DOCTOR: bueno Apolonia, ya que está usted aquí, vamos a ver cómo anda de la vista.
¿qué letra es esta? (señalando el cartel que tiene detrás).
APOLONIA: la A
APOLONIA: La A
APOLONIA: la A
APOLONIA: ¿cuánto tiempo hace de qué? (un momento de silencio mirándose los dos).
De lo que sí me acuerdo muchas veces doctor, es de la noche loca que tuve de sexo.
¡Que NOCHE LOCA !
DOCTOR: ejem… bueno Apolonia, pase usted esta tarde por la consulta y veremos de
qué manera le sacamos esos dientes.
SARA: jí
ENFERMERA: pase
SARA: buenos díaj, doctor. Vengo a que me aumente laj tetaj (cogiéndose el busto y
elevándolo).
SARA: (unos momentos pensativa), no…mi marido no…, de momento jólo yo laj tetaj.
SARA: ¡que va!, ji lo derramo caji todo!… Creo que lo que me paja es que tengo
diarrea mental.
SARA: Puej que cada cosa que pienso, la pongo en práctica y…! LA CAGO!
DOCTOR: bueno, en principio vamos a ver lo del aumento de pecho y luego veremos lo
de la diarrea mental. De momento deje de poner en práctica alguna de sus ideas.
Por otra parte, creo que vamos a tener que operarla de apendicitis.
DOCTOR: pues, ahí va: yo opino que está usted muy buena.
DOCTOR: ¡Perfectamente!
SARA: Ah, que bien!, porque antej no jabía. (se levanta) muchaj graciaj doctor.
DOCTOR: de nada Sara, hasta la semana que viene.
Sara sale de la consulta y entran dos personas que se quedan de pie. Pasado un rato entra
la segunda enfermera.
Se oyen murmullos: natural, cambio de 500 euros no tiene casi nadie. Muy difícil el
cambio, muy difícil. Si fueran 10 o incluso 20….
SEGUNDA ENFERMERA: el padto ha ido bien pedo al niño hemos tenido que ponedle
OXÍGENO
La segunda enfermera levanta los brazos y salen las dos personas comentando:
“OXÍGENO”!!! qué nombre es ese?. Mucho más bonito Ernesto…¡dónde va a parar!
UNO: Pues mire doctor, yo venía a hacerle una consulta sobre mi hija. La semana
pasada estuvo aquí con mi mujer y usted le dijo a mi mujer que la niña tenía “UN
CEPILLO EN LOS OVARIOS” y yo quería preguntarle qué es eso exactamente y si es
grave.
UNO: AH…ya, ya…y, hablando del tema doctor: últimamente tengo algunas molestias
en los gitanales.
UNO: pues de primero me bebí un dedal de consomé, de segundo comí una hoja de
lechuga –no muy grande- y de postre una uva.
UNO: Una pregunta doctor: ¿me puedo comprar de vez en cuando, algún sello.
DOCTOR: sí, sí…me alegra que se tome usted tan bien las cosas…pase lo que pase,
usted siempre está alegre y sonriente. Siempre tranquilo y satisfecho. Dígame, ¿cómo lo
consigue?.
UNO: no estoy muy seguro (bajando la voz), pero siempre que oigo a alguien rezar,
termina diciendo: “y líbranos del mal, amén”.
DOCTOR: Tiene usted razón. Yo también he oído decir eso muchas veces. Debe ser un
mal bicho ese “malamén”. Bueno (se levanta y le tiende la mano), le veo la semana que
viene.
UNO: (levantándose también y estrechando la mano del doctor) muchas gracias, doctor,
hasta la semana que viene.
DOCTOR: Bueno, señorita Purí, hasta la semana que viene (sale de escena)
ENFERMERA: Hasta la semana que viene doctor. (se vuelve hacia el público abriendo
los brazos) y por hoy, COLORÍN COLORADO, la consulta y la función, SE HAN
TERMINADO.
-FIN-