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I-INTRODUCCIÓN
1
GARRIGUES explica que las denominaciones clásicas de la materia (derecho mercantil”, “Código de
Comercio”) llevan a juristas y no juristas a referir al comercio como el objeto propio del derecho
mercantil, derivando lógicamente el concepto de esta rama jurídica de las palabras empleadas para
designarlas. GARRIGUES, JOAQUÍN, Curso de Derecho Mercantil, t.I, p. 7, reimpresión de la séptima
edición, Editorial Temis, Bogota, Colombia, 1987. Cabe apuntar, con MALAGARRIGA, que la
expresión derecho mercantil es comúnmente usada por los tratadistas españoles, desde EIXALÁ a
GARRIGUES, pese a que desde 1829 en España la legislación se encontraba en un “Código de
Comercio”. MALAGARRIGA, CARLOS C.,Tratado elemental de Derecho Comercial, I.Comerciantes
– Sociedades, Primera parte, t.I.,p.1, Tipográfica Editora Argentina, Buenos Aires, 1951. No obstante
ello señalamos la existencia de definiciones amplias en su contenido y que exceden el campo del derecho
privado. Así VIVANTE define al derecho mercantil como aquella parte del derecho privado que tiene por
objeto principal regular las relaciones jurídicas que dimanan del ejercicio del comercio. Pero luego
expresa que se ocupa de las disposiciones administrativas, procesales, penales, etc., que por interés
público rigen a la actividad comercial sólo en cuanto sirven para regular los intereses
privados.VIVANTE, CESAR, Derecho Mercantil, traducción y notas de Francisco Blanco Constans,
p.13 Valleta Ediciones, Buenos Aires, 2005.
2
GÓMEZ LEO, OSVALDO R., Títulos de crédito, t.I,p.17, Cooperadora de Derecho y Ciencias Sociales,
Buenos Aires, 1976
edad.3
3
Como explica GORDON CHILDE, las Edades de Piedra, del Bronce y del Hierro no son para el
arqueólogo períodos de tiempo que coinciden en todo el mundo, ni siquiera en toda Europa, sino fases del
desarrollo tecnológico y económico que se han sucedido en el mismo orden en todas partes. Aquí el
término “Fase” se emplea generalmente en lugar de “Edad”, pero cuando se tiene en cuenta especialmente
el aspecto cronológico – puesto que en una región dada una fase corresponde a un período de tiempo- se
mantiene el antiguo vocablo. UNIVERSIDAD DE CAMBRIDGE, Historia económica de Europa,
Dirigida por Sir John Clapham y Hielen Poweer, II, El Comercio y la Industria en la Edad Media, t. II,
p7, Editorial Revista de Derecho Privado, Madrid, 1967.
4
UNIVERSIDAD DE CAMBRIDGE, Historia económica de Europa, Dirigida por Sir John Clapham
y Hielen Poweer, II, El Comercio y la Industria en la Edad Media, t. II, p.8, Editorial Revista de Derecho
Privado, Madrid, 1967
5
UNIVERSIDAD DE CAMBRIDGE, Historia económica de Europa, Dirigida por Sir John Clapham
y Hielen Poweer, II, El Comercio y la Industria en la Edad Media, t. II, p.8 y sigtes, Editorial Revista de
Derecho Privado, Madrid, 1967
Señala, que el comercio en la Fase de Piedra no quedó limitado
exclusivamente a los objetos de lujo. Así, piedras de calidad superior para la
manufactura de herramientas eran distribuidas muy lejos de los lugares de
origen, en tal forma que preconiza el genuino comercio del metal industrial en la
Fase del Bronce. Ejemplo de ello la obsidiana de Hegyalja, cerca de Tokay, en el
nordeste de Hungría, era transportada a Moravia, Galitzia y Alta Silesia, o bien,
láminas de pedernal producto de Grand Pressigny (Seine et Loire) eran
transportadas a Jersey, en el Oeste, y a Suiza y valle del Rhin, en el Este.
6
UNIVERSIDAD DE CAMBRIDGE, Historia económica de Europa, Dirigida por Sir John Clapham
y Hielen Poweer, II, El Comercio y la Industria en la Edad Media, t. II, p.23 y sigtes, Editorial Revista de
Derecho Privado, Madrid, 1967
Las rutas de los artesanos mercaderes que suministraban bronce a este
mercado europeo aparecen señaladas por los hallazgos de objetos determinados
y por los tesoros cuyo contenido representa la provisión de mercancías de los
comerciantes ambulantes.
El uso del hierro, como metal industrial, se inició en Asia Menor durante la
segunda mitad del segundo milenio antes de Cristo y llegó a Grecia poco antes
del final de ese periodo y se extendió a través de los Alpes a Italia.
Para el último período de la Edad del Hierro (La tène) los pueblos celtas
que se localizaban en la proximidad de los Alpes se habían multiplicado,
llegando a tener poblaciones bastantes densas y ricas. Maestros alfareros residían
en muchas villas y empezaron a fabricar vasijas por medio del torno. También
vidrieros, quienes fabricaban cuentas de collares, brazaletes y otras baratijas,
desarrollaron el arte de esmaltar.
Sumado a ello una gran variedad de herramientas y máquinas
introducidas desde el Mediterráneo –rejas de arado, guadañas, tenazas, molinos
rotativos- incrementó la producción, fomento la especialización y creo nuevas
industrias.
II.4. ROMA
10
WALLBANK, FRANK WILLIAM.UNIVERSIDAD DE CAMBRIDGE, Historia económica de
Europa, Dirigida por Sir John Clapham y Hielen Poweer, II, El Comercio y la Industria en la Edad
Media, t. II, p.86 y sigtes, Editorial Revista de Derecho Privado, Madrid, 1967
el aprovisionamiento de los grandes centros, el ejército y los servicios públicos
habían pasado a depender del Estado. La presión tributaria era fuerte lo que
impedía subsistir a ninguna empresa independiente a gran escala, pero como
expresa WALLBANK sería un error suponer que la economía imperial de los
últimos tiempos había eliminado al hombre independiente. El comercio al por
menor continuó prosperando, especialmente el que consistía en artículos de
artesanía vendidos por el mismo artífice que lo producía. Además – añade-
tampoco el comerciante al por mayor desapareció totalmente, aunque su campo
de acción se había reducido y el riesgo era mayor.
11
RUNCIMAN, STEVEN.UNIVERSIDAD DE CAMBRIDGE, Historia económica de Europa,
Dirigida por Sir John Clapham y Hielen Poweer, II, El Comercio y la Industria en la Edad Media, t. II,
p.115 y sigtes, Editorial Revista de Derecho Privado, Madrid, 1967
administrativo y comercial, excelentemente situado en Constantinopla. 12
15
MONTENEGRO, WALTER, Introducción a las doctrinas político económicas, p.37, Fondo de
Cultura Económica, novena reimpresión, México, 1993.
16
GIULIANI, Alejandra, en Historia económica mundial contemporánea. Capitalismo y Revolución
Industrial en Gran Bretaña (1780-1850), p 44, Dialektik, primera edición, primera reimpresión, Buenos
Aires, 2009.
el desarrollo de una sociedad capitalista.
Explica ALTERINI, que hubo una primera era industrial, la era de la artesanía.
Hubo una segunda era industrial que se expandió a mediados del siglo XIX, y llegó a la
producción en serie. En esta etapa se fue precisando capital, porque los mecanismos de
producción tenían una concentración que excedía notoriamente a la artesanía de otros
tiempos que, por lo demás y frecuentemente, satisfacían necesidades confinadas a un
ámbito pequeño: la familia, el grupo, el pueblo. Pero en algún momento de las últimas
décadas – señala- se abrió una nueva era. Estando en discusión en que fecha puntual se
17
GIULIANI, Alejandra, en Historia económica mundial contemporánea. Capitalismo y Revolución
Industrial en Gran Bretaña (1780-1850), p 44, Dialektik, primera edición, primera reimpresión, Buenos
Aires, 2009.
inició, y como se la va a denominar, Algunos hablan de una era posindustrial, otros de
una era superindustrial; unos terceros. De una era neoindustrial; y algunos más, a su
vez, de una era tecnológica o tecnotrónica. 18
En este contexto el derecho debe jugar un papel protagónico como agente activo
de los cambios sociales y las modificaciones producidas por los fenómenos científicos y
técnicos deben estar guiadas a mejorar la condición humana y afianzar la libertad de los
individuos.19
18
ALTERINI, Atilio A., Temas de Derecho Privado, p 155, Edición Colegio de Escribanos de la Capital
Federal, Buenos Aires, 1989.
19
GOLDENBERG, ISIDORO H. Impacto tecnológico y masificación social en el derecho privado LA
LEY 1989-E, 872
tráfico mercantil y la legislación.
Temas, que añadimos, si bien están presente en buena parte de los desarrollos
doctrinarios previos al auge de esta modalidad comercial, adquieren frente a ella una
nueva significación en función de los problemas que suscita el medio empleado para
comerciar.22
20
PIAGGI, ANA I., El derecho mercantil en el siglo XXI visto desde el MERCOSUR, ED, 175-922.
21
BRIZZIO, JACQUELINA E.; ORTEGA, JOSÉ, El derecho comercial internacional bajo la influencia
del comercio electrónico, LA LEY 2002-E, 895
22
TILI señala que este nuevo tipo de comercio provoca el abandono de los conceptos clásicos atados al
territorio y a lo tangible, los cuales resultan ineficientes para afrontar las características mundiales
inmateriales del mismo, y la creación de nuevos principios que lo regulen. TILI, NICOLÁS, Reflexiones
sobre la fiscaliza del comercio electrónico. JA 2005-II-1370 SARAVIA FRÍAS y MAZZINGHI señalan
que se revela así un mercado sin precedentes, en el que sus agentes económicos, desconociendo los
En orden a la conceptualización BRIZZIO y ORTEGA citan la comunicación
de la Comisión de la Unión Europea (COM.97.157) llamada " Una iniciativa europea
en materia de comercio electrónico " que lo define como el "desarrollo de actividad
comercial y de transacción por vía electrónica y comprende actividades diversas: la
comercialización de bienes y servicios por la vía electrónica; la distribución on line
de contenido digital, la realización por vía electrónica y todo procedimiento de ese tipo
celebrado por la administración pública"23
tradicionales límites territoriales, persiguen el máximo lucro por medio de las economías de escala a que
dan lugar los consumidores de la aldea global, y un abaratamiento de los costos de las empresas producto
de un desarrollo tecnológico inusitado, que facilita no sólo la comunicación sino también los modos de
transporte. Basta pensar en empresas como Google , Amazon , Skype que a través de desarrollos
extraordinariamente originales en Internet promueven y ofrecen productos, formas de contratación y
comunicación, acceso a datos y modos de publicidad totalmente revolucionarios. O en empresas como
DHL que, cual chasquis del viejo Imperio Inca, colocan productos de cualquier naturaleza y especie en
los lugares más exóticos del mundo en menos de veinticuatro horas, desde pescado fresco hasta
automóviles.Este nuevo mercado entra en tensión, cuestiona y trastorna los cimientos de la organización
jurídica existente, en particular los principios de soberanía, de la estatalidad, nacionalidad del derecho y
los criterios de interpretación contractual. Como no puede ser de otra forma, estos modernos mercatori
buscan aumentar su dinerario en este nuevo y fascinante escenario internacional, jaqueando
jurisdicciones, leyes nacionales y autoridades de aplicación. A la zaga van nuevas expresiones jurídicas
que contienen y dan forma a los originales negocios que se van sucediendo; lo que Galgano denomina
una nueva Lex Mercatoria SARAVIA FRÍAS, BERNARDO; MAZZINGHI, MARCOS, Transmisión
de Fondos de Comercio, LA LEY 2007-B, 1171
23
BRIZZIO, JACQUELINA E.; ORTEGA, JOSÉ, El derecho comercial internacional bajo la influencia
del comercio electrónico, LA LEY 2002-E, 895
24
SOTO COAGUILA, CARLOS ALBERTO, El comercio electrónico en el Derecho Peruano, LA
LEY 2001-F, 1071
Desde nuestra perspectiva, teniendo en consideración las opiniones doctrinarias
en la materia, consideramos como problemas básicos o iniciales que suscita el comercio
electrónico los siguientes:
2. FV
27
DEVOTO, MAURICIO; LYNCH, HORACIO M., Banca, comercio, moneda electrónica y firma
digital, LA LEY 1997-B, 1342
3.Cheques digitales
Funciona como si se tratara de cheques reales, salvo que el usuario utiliza una
firma digital para firmar el cheque y luego transmitirlo en línea (on line) encriptado. El
usuario utiliza una chequera electrónica, que consiste en una tarjeta del tamaño de una
tarjeta de crédito que puede contener datos y se inserta en un slot en la mayoría de las
computadoras portátiles (notebooks) que se venden en la actualidad. En el futuro-
explican los autores que comentamos- la chequera se llevará en una tarjeta inteligente
(smasrt card), que cuenta con un chip y distintos tipos de memoria, que le permitirá
generar cheques, llevar sus registros de cheques y guardar claves públicas y privadas.
Los pequeños comerciantes necesitarán una tarjeta de PC (PC card), mientras que los
demás comerciantes tendrá que incluir un procesador especial en sus servidores. Los
mensajes transmitidos entre clientes, comerciantes y bancos contarán con la seguridad y
confidencialidad que brinda la criptografía de clave pública y la firma digital que más
adelante analizaremos.28
4.Electronic money
Explican DEVOTO y LYNCH que “La mayor parte de los productos ofrecidos
en el mercado se encuentran implementados con un soporte en tarjeta (card-based) o
en un software especial (software-based). Los primeros proveen al consumidor una
tarjeta denominada smart card. Esta tarjeta inteligente consta de un chip que contiene
un sistema operativo y aplicaciones de software que son insertados en la tarjeta en el
proceso de su manufactura. La emisión de las tarjetas a los consumidores se realiza de
diferentes formas: en algunos casos, la tarjeta involucra una cuenta bancaria
perteneciente al usuario; alternativamente, las tarjetas puede ser adquiridas
anónimamente en máquinas expendedoras o mediante la utilización de tarjetas de
crédito o débito. La institución emisora u operadora central del sistema provee a los
comerciantes de terminales u otros dispositivos que permiten realizar la operación. La
carga de los valores en las tarjetas se realiza generalmente a través de un cajero
automático (ATM - Automatic Teller Machine) o de un teléfono equipado
especialmente. En general, como expresamos anteriormente, de estas transacciones
resulta un débito en la cuenta bancaria preexistente del consumidor que está ligada a
la tarjeta. Para realizar una compra, el usuario introduce su tarjeta en la terminal del
vendedor e ingresa la suma a pagar. La terminal verifica que el balance que surge de
la tarjeta permita realizar la transacción e instruye para que debite la suma
correspondiente al pago. Luego la tarjeta instruye a la terminal del vendedor para que
incremente su balance en la misma suma.
Por otro lado, los sistemas basados en software funcionan por medio de un
programa instalado en la computadora del usuario. Están diseñadas para realizar
pagos a través de redes, fundamentalmente Internet. El proceso de carga se realiza por
el intercambio de mensajes entre los dispositivos del usuario y del emisor, mensajes
que son trasmitidos por la red. En la práctica, se tiende a involucrar -por razones de
28
DEVOTO, MAURICIO; LYNCH, HORACIO M., Banca, comercio, moneda electrónica y firma
digital, LA LEY 1997-B, 1342
seguridad- la emisión de documentos o cheques firmados digitalmente. El proceso de
pago depende del diseño del producto de que se trate, así como del contexto en el que
el pago se realiza.
En doctrina se han señalado, entre otros factores de desconfianza por parte del
consumidor los riesgos que implican proporcionar datos personales que permitan
conocer aspectos íntimos o no del consumidor, sus creencias religiosas, información
bancaria del mismo, tendencias u opiniones políticas, etc. Asimismo genera
desconfianza la posibilidad de ser incluido en bases o bancos de datos, a efectos de
generar un perfil del consumidor o proporcionarlos a terceros con diversos fines.
31
TERRASA, LUCIO ANDRÉS, La "confianza" del consumidor en el comercio electrónico LA
LEY 2008-A, 1122
La ley 2550632 incorporó a nuestro ordenamiento jurídico la firma digital y la
firma electrónica.
32
Como señalan MOISSET DE ESPANÉS y MÁRQUEZ, numerosos países de la Unión Europea han
ido adaptando su legislación, con mayor o menor premura, a la nueva realidad. Para citar sólo algunos
ejemplos: Alemania, dictó el 1 de agosto de 1997 su ley de firma digital y por Ley de 1 de enero de 2002,
reformó el BGB, sustituyendo íntegramente el título dedicado al derecho de obligaciones donde modificó,
entre otras muchas disposiciones las relativas a contratos a distancia; España tuvo su legislación sobre
firma electrónica a partir del Real Decreto-ley 14/1999 y dictó la Ley 34/2002, de servicios de la sociedad
de la información y de comercio electrónico (conocida por sus siglas LSSICE); Francia introdujo diversas
modificaciones a su Código Civil a través de La Ley 2000-230, de 13 de marzo de 2000; Italia, por
Decreto del Presidente de la República de 10 de noviembre de 1997, N° 513 y del Presidente del Consejo
de Ministros de 8 de febrero de 1999, dictó las reglas técnicas para la formación, trasmisión,
conservación, duplicación, reproducción y certificación de documentos informáticos; Inglaterra sancionó
la Electronic Comunications Bill de 26 de Enero de 2000 (HL Bill 24).En América, Argentina, a través de
la Ley de Firma Digital N° 25506, de 14 de diciembre de 2001, reguló los efectos jurídicos del
documento digital y las firmas digital y electrónica; el Congreso de los Estados Unidos sancionó el 24 de
enero de 2000 la ley de firma digital a aplicar en comercio interestatal e internacional (denominada
"Electronic Signatures in Global and National Commerce Act" -ESGNCA). Perú dictó la Ley 27.269, de
abril de 2000, de Firmas y Certificados Digitales, y modificó su Código Civil en consecuencia de la
nueva normativa mediante Ley 27.291, de junio de 2000, permitiendo la utilización de los medios
electrónicos para la comunicación de la manifestación de voluntad y la utilización de la firma electrónica;
Venezuela dictó en 2001 un Decreto Presidencial sobre mensajes de datos y firmas electrónicas; el
Congreso de Colombia sancionó la Ley N° 527, de 18 de agosto de 1999 por medio de la cual se define y
reglamenta el acceso y uso de los mensajes de datos, del comercio electrónico y de las firmas digitales, se
establecen las entidades de certificación y se dictan otras disposiciones; en Chile el problema está
contemplado en la ley 19.799, publicada en el Diario Oficial el 12 de abril de 2002. MOISSET DE
ESPANÉS, LUIS ; MÁRQUEZ, JOSÉ FERNANDO La formación del consentimiento en la contratación
electrónica. LA LEY 12/10/2004, 1-Derecho Comercial Doctrinas Esenciales Tomo II, 701
El artículo 3º de la ley expresa que cuando la ley requiera una firma manuscrita,
esa exigencia también queda satisfecha por una firma digital 33. Este principio es
aplicable a los casos en que la ley establece la obligación de firmar o prescribe
consecuencias para su ausencia.
33
CHAVER; GOLDFELD Y VENTURA indican comentando el artículo 3º que si bien el artículo se
refiere a la firma digital, cabe concluir que la equiparación realizada es extensible también a los
documentos firmados electrónicamente: puesto que la distinción entre uno y otros – amén de las
características técnicas-se refiere a una cuestión probatoria, es dable considerar que una vez acreditada la
autoría de la firma electrónica aplicada a un documento digital, también quedará satisfecho el requisito
de la firma. Esta deducción es relevante, por cuanto por vía interpretativa concluimos que cuando la ley
requiera una firma manuscrita, esa exigencia también quedará satisfecha por una firma digital o
electrónica, pese a la omisión del texto de la ley.CHAVER, HÉCTOR MARIO, GOLDFELD,
AGUSTÍN GUIDO, VENTURA, DAMIÁN ESTEBAN, Una nueva categoría de instrumento jurídico el
documento digital firmado digitalmente-Parte III, ED 200-566.
34
SALEME MURAD, MARCELO A. El dinero. Firma digital. Banca electrónica. Infraestructura
bancaria de firma digital.LA LEY 2002-D, 1319 WEINGARTEN sostiene que dado que la firma
digital goza de una presunción de autoría y de autenticidad, se produce una asimilación en los
efectos entre un instrumento público y uno privado. El instrumento público es aquel que se otorga por
quien actúa con carácter de oficial público, y pueden ser notariales, judiciales, y administrativos. Son sus
requisitos, la firma del oficial público, de las partes y además que no presente enmiendas, palabras entre
líneas, borraduras o alteraciones en partes esenciales, sin que sean salvadas al final (art. 989 CC). El
efecto principal es el dar fe pública respecto de los hechos cumplidos por el oficial público o pasados en
su presencia , (art. 993 CC), de ese modo el documento es considerado verdadero y auténtico y prueba en
sí mismo. Es decir un instrumento público que cumple con los requisitos legales pertinentes garantiza la
autenticidad del mismo y quien quiera impugnarlo, debe redargüirlo de falsedad e iniciar el proceso
correspondiente. (art. 933 CC). Dictada la sentencia, los instrumentos públicos dejan de tener sus efectos
propios (fe publica, autenticidad y fuerza probatoria). El Código Procesal regula tal procedimiento (art.
395). El instrumento privado por el contrario es aquel que no requiere la intervención de un oficial
público, siendo suficiente la firma de los otorgantes y posee efectos restringidos. La diferencia sustancial
es que no se presumen auténticos, sino que para ello se requiere el reconocimiento de la firma del
otorgante; recién allí adquiere fuerza probatoria, y el contenido del documento queda también
automáticamente reconocido (art. 1026 y 1028 CC). Si el firmante negare la firma que aparece en el
Así SALEME considera que la "firma" ya no es un concepto que se pueda
definir como la "Representación por escrito del nombre de una persona puesta por ella
misma de su puño y letra" sino que se caracteriza ahora de varias formas:
Por otra parte se entiende por firma electrónica al conjunto de datos electrónicos
integrados, ligados o asociados de manera lógica a otros datos electrónicos, utilizado
por el signatario como su medio de identificación, que carezca de alguno de los
requisitos legales para ser considerada firma digital. En caso de ser desconocida la firma
electrónica corresponde a quien la invoca acreditar su validez, en tanto que se define
legalmente al documento digital como la representación digital de actos o hechos, con
independencia del soporte utilizado para su fijación, almacenamiento o archivo. Un
documento digital también satisface el requerimiento de escritura.
La legislación nacional presume, salvo prueba en contrario, que toda firma
digital pertenece al titular del certificado digital que permite la verificación de dicha
firma. Asimismo si el resultado de un procedimiento de verificación de una firma
digital aplicado a un documento digital es verdadero, se presume, salvo prueba en
35
SALEME MURAD, MARCELO A. El dinero. Firma digital. Banca electrónica. Infraestructura
bancaria de firma digital.LA LEY 2002-D, 1319
36
CHAVER; GOLDFELD Y VENTURA sostienen que con relación a los testamentos y actos
personalísimos en general, es de presumir que el legislador ha optado por excluirlos para garantizar
absolutamente que los mismos fueran realizados por el disponente; ello así, porque el documento digital
firmado digitalmente crea una presunción de autoría e integridad que resulta de muy difícil prueba en
contrario y, seguramente a fin de evitar posibles inconvenientes, se ha decidido mantener el sistema
preexistente. Con respecto a los actos jurídicos del derecho de familia, la limitación resulta excesiva,
debiendo haberse circunscripto al aspecto extramatrimonial del mismo; no se advierte, por ejemplo, cuál
puede ser el inconveniente de suscribir digitalmente un convenio de alimentos para requerir luego su
homologación. CHAVER, HÉCTOR MARIO, GOLDFELD, AGUSTÍN GUIDO, VENTURA, DAMIÁN
ESTEBAN, Una nueva categoría de instrumento jurídico el documento digital firmado digitalmente-
Parte III, ED 200-566.
contrario, que este documento digital no ha sido modificado desde el momento de su
firma. Siendo válida una firma digital si cumple con los siguientes requisitos:
a) Haber sido creada durante el período de vigencia del certificado digital válido
del firmante;
b) Ser debidamente verificada por la referencia a los datos de verificación de
firma digital indicados en dicho certificado según el procedimiento de verificación
correspondiente;
c) Que dicho certificado haya sido emitido o reconocido, según el artículo 16 de
la presente, por un certificador licenciado.
En orden a las presunciones legales referidas la firma digital goza de una doble
presunción iuris tantum38, prevista por los artículos 7º y 8º de la ley 25506, que
constituyen la denominada garantía de no repudio. El primero de ellos dispone
“Presunción de autoría. Se presume, salvo prueba en contrario, que toda firma digital
37
MOISSET DE ESPANÉS, LUIS ; MÁRQUEZ, JOSÉ FERNANDO La formación del consentimiento
en la contratación electrónica. LA LEY 12/10/2004, 1-Derecho Comercial Doctrinas Esenciales Tomo
II, 701
38
MOLINA QUIROGA, EDUARDO, Documento y firma electrónicos o digitales, LA LEY 2008-
F, 1084. WEINGARTEN explica que la ley establece la presunción de autoría de la firma digital, se
trata de una presunción iuris tantum de que toda firma digital pertenece al titular del certificado digital
que permite la verificación de dicha firma (art. 7). Es decir que quien intenta impugnarla tendrá la carga
de la prueba. WEINGARTEN, CELIA , Informatización y firma digital: Historia clínica LA LEY 2005-
A, 1072
pertenece al titular del certificado digital que permite la verificación de dicha firma”, el
segundo “Presunción de integridad. Si el resultado de un procedimiento de verificación
de una firma digital aplicado a un documento digital es verdadero, se presume, salvo
prueba en contrario, que este documento digital no ha sido modificado desde el
momento de su firma.”
Como explica MONTENERGO según esta escuela para acumular oro era
necesario hacer lo que hizo Colbert, ministro de Luís XIV en Francia; levantar barreras
aduaneras que impidieran la importación de artículos extranjeros, dar al Estado el
control de la producción, tanto para acomodarla a las necesidades del consumo interno
39
CARBAJALES señala que las doctrinas económicas han protagonizado los grandes cambios políticos y
jurídicos del siglo XX - y continúan haciéndolo aun en el presente - sin que las jurídicas hayan
acompañado estos cambios. Entre los acontecimientos históricos que han enmarcado esas teorías, a título
meramente enunciativo, podemos mencionar a la "Gran Depresión" de los años treinta (que en opinión de
algunos autores ha sido una de las principales causas de la posterior guerra mundial) , a la que los países
buscaban desesperadamente una solución.; el auge del desarrollismo y la tecnocracia de los años sesenta,
con el nacimiento de nuevas escuelas económicas que hacían hincapié en el fortalecimiento de las
industrias nacionales como factor esencial para el desarrollo (era muy común por ese entonces hablar de
los "Planes Nacionales de Desarrollo") y caracterizadas por cierto recelo en la apertura indiscriminada de
las economías y la década de la liberalización económica de los años ochenta, fundamentalmente en
Gran Bretaña y los EE. UU (paradójicamente, la llamada "década perdida para Latinoamérica)
caracterizada por una gran liberalización de la economía, fundamentalmente en materia de servicios
públicos, que produjo profundos cambios en el modelo de Estado hasta entonces existente. Finalmente,
no podemos dejar de hacer mención al actual período de globalización económica, especialmente
provocado por la innovación tecnológica.
40
Señala FILADORO que el mercantilismo no es un conjunto coherente de ideas sino que se trata de
autores unidos por ciertos hilos doctrinarios. FILADORO, Ariel, en Historia económica mundial
contemporánea. De la Revolución Industrial a la globalización neoliberal, p 17,Dialektik, primera
edición, primera reimpresión, Buenos Aires, 2009.
como para agrandar esa producción y hacer posible la exportación, regular precios y aún
establecer fábricas propias del Estado para contribuir a la producción. 41 Se trata, en
síntesis de una muestra del intervensionismo estatal.
III.2.LOS FISIÓCRATAS.
Esta escuela encuentra en Francisco Quesnay (1694-1774) y Anne Robert
Jacques Turgot (1727-1781) sus mayores exponentes. El fenómeno económico es
comparado con la fisiología humana. Para ellos, la riqueza de una nación está fundada
en la tierra antes que en las fábricas dependiendo de la producción y circulación de los
bienes, mas que de la acumulación de oro y plata.
Así es el fisiócrata francés Gournay quien formula la célebre fórmula laissez faire,
laissez passer. Esta escuela económica propicia el dejar hacer, rechazar las limitaciones
del intervensionismo, permitir la iniciativa individual, suprimir las barreras aduaneras,
de modo que se estimule y active la circulación de la riqueza.
Su mayor aporte radica en la Tabla Económica de 1758 donde Quesnay mostró cómo se
reparte el producto neto entre las distintas clases: terratenientes – se incluye entre éstos
al clero y los nobles-, productivas y estériles (artesanos, comerciantes, etcétera). Su
contribución, señala FILADORO, no fue tanto el contenido de la tabla como el riguroso
método utilizado en ella.42
41
MONTENEGRO, WALTER, Introducción a las doctrinas político económicas, p.39, Fondo de
Cultura Económica, novena reimpresión, México, 1993.
42
FILADORO, Ariel, en Historia económica mundial contemporánea. De la Revolución Industrial a la
globalización neoliberal, p 19,Dialektik, primera edición, primera reimpresión, Buenos Aires, 2009.
El rol del Estado se reduce a la tarea de vigilar la seguridad exterior de la nación
y de los individuos y la d efectuar ciertas tareas de beneficio común que, no ofreciendo
incentivo de utilidad a la iniciativa privada, deben, de todos modos, ser cumplidas,
como la construcción y conservación de caminos y la enseñanza elemental.
MONTENEGRO concluye que las “leyes naturales” no dieron los resultados que
de ellas se esperaban, expone que estas fueron desnaturalizadas no tanto por la acción
del Estado, en un principio, como por obra de los propios capitalistas. Muestra de ello
es la organización de monopolios y cárteles que anularon la libre competencia y dieron
carácter artificial a posprecios, desvirtuando los efectos de la ley de la oferta y la
demanda.44
III.4.DAVID RICARDO.
43
MONTENEGRO, WALTER, Introducción a las doctrinas político económicas, p.45, Fondo de
Cultura Económica, novena reimpresión, México, 1993.
44
MONTENEGRO, WALTER, Introducción a las doctrinas político económicas, p.47, Fondo de
Cultura Económica, novena reimpresión, México, 1993.
45
MONTENEGRO, WALTER, Introducción a las doctrinas político económicas, p.46, Fondo de
Cultura Económica, novena reimpresión, México, 1993.
46
FILADORO, ARIEL, en Historia económica mundial contemporánea. De la Revolución Industrial a
la globalización neoliberal, p 23, Dialektik, primera edición, primera reimpresión, Buenos Aires, 2009.
relativos.
Así señalo que “En un sistema de comercio absolutamente libre, cada país
invertirá naturalmente su capital y su trabajo en empleos tales que sean lo más
beneficioso para ambos”
Así, explica GALGANO, el empresario pagará una renta por la tierra tomada en
arrendamiento, un interés por el capital tomado en préstamo y salarios por los servicios
de los trabajadores contratados y, por consiguiente, remunerará con as utilidades su
propia actividad de empresario.47 Así GALGANO concluye que el derecho de la
empresa es, fundamentalmente, un derecho regulador de las relaciones que el ejercicio
de esta función lleva a cabo, esto es, de las relaciones entre empresarios y propietarios
del capital, de las relaciones entre empresario y trabajadores, de las relaciones entre
empresario y consumidores y por último, de las relaciones que se establecen entre
empresarios.
47
GALGANO, FRANCESCO, Derecho Comercial, El empresario, Volumen I. p.13, Editorial Temis
S.A., Santa Fe de Bogotá, Colombia, 1999
48
FILADORO, Ariel, en Historia económica mundial contemporánea. De la Revolución Industrial a la
globalización neoliberal, p 25,Dialektik, primera edición, primera reimpresión, Buenos Aires, 2009.
CERMESONI señala que "para Marx siguiendo a los economistas ingleses
Ricardo y Smith, el valor de cambio de un objeto cualquiera depende del tiempo
socialmente necesario para extraerlo o fabricarlo. La sustancia del valor es el trabajo;
la medida de valor, es la cantidad de trabajo, que a su vez se mide por la duración y el
tiempo de éste".
"Un kilogramo de oro en una mina inexplorada, nada vale; pero luego de extraerlo y
purificarlo, valdrá el trabajo proporcional empleado en descubrir la mina, explorarla,
explotarla y depurar sus productos".
"El capitalista en la actualidad, cobra en cada mercancía, un exceso de valor sobre su
costo de producción. Aprovecha las circunstancias favorables del maquinismo y la
moneda, para lucrar con el trabajo humano, pagándolo mal y vendiendo la mercadería
con un aumento de valor, llamado "supervalía".
La competencia entre capitalistas obliga a disminuir el precio de venta. Para
resarcirse, éstos obligan al obrero a un "supertrabajo", que no les será recompensado.
Puede acontecer que un comerciante que cuente con más capital que los otros,
monopolice la producción del artículo y termine por deshacerse de los demás
competidores. Es el caso del trust, tan frecuente en Norte América. Entonces los
monopolizadores especulan con la "supervalía" y el "super-trabajo".
Agrega Marx: "El capitalista que produce la supervalía, es decir, que arranca
directamente al obrero trabajo no pagado, se apropia de la misma, pero no es él quien
únicamente la disfruta. Se divide ésta de diversas partes, que perciben diferentes
categorías de personas bajo variadas formas, tales como beneficio industrial, interés,
ganancia comercial, renta agrícola, etc... Por consiguiente el capitalista es el
representante de todos los que se reparten el botín".
"La parte del capital adelantada en salarios, es sólo una parte del trabajo ejecutado
por el trabajador. Todo ello se transforma más o menos pronto en capital acumulado."
"En el empleo de la fuerza descansan algunos de los diferentes métodos de
49
acumulación primitiva".
Cuenta entre sus expositores a William Roscher (1817-1894), Friederich List (1789-
1846), Bruno Hildebrand (1812-1878) Karl Knies (1821-1898). Esta escuela atacó a la
economía clásica y sus postulados que pregonaban una teoría económica válida para
todo tiempo y lugar. Para estos autores la economía y las ciencias sociales deberían
trabajar con un método basado en la historia y criticaban a la economía clásica en su
pretensión de imitar la metodología de las ciencias físicas.
List, quien viviera en los Estados Unidos, escribió Sistema Nacional de Economía obra
que tuvo influencia en la política arancelaria norteamericana como en la alemana.
49
CERMESONI, FERNANDO, La usura, LA LEY 7, 214-Obligaciones y Contratos Doctrinas
Esenciales Tomo II, 839
El institucionalismo norteamericano se desarrolla a comienzos del siglo XX, teniendo
como principales referentes a Bunde Veblen (1857-1929), John Commons (1862-1945)
y W.C. Mitchell (1874-1948).
La teoría neoclásica fue expuesta entre otros por Jevons (1835-1882), Marshall
(1842-1924), Edgeworth (1845-1926), Menger (1840 -1921), Walras (1834-1910) y
Pareto (1848-1923)
Para esta corriente el valor de las mercancías dejó de ser justificado por el
tiempo de trabajo necesario para su producción abandonando la teoría del valor trabajo,
considerando a la utilidad que los bienes reportan a los consumidores como la fuente del
valor.
Para esta concepción los gustos, las preferencias o los deseos de los
consumidores, que confluyen en el mercado, son los que fijan el precio de las
mercancías. Desviando de este modo la atención de la producción (oferta) hacia la
demanda.
Así el valor depende, para esta concepción, por entero de la utilidad, rechazando
las opiniones que ubicaban mas en el trabajo, que en la utilidad, el origen del valor. La
fuente del valor, habrá de buscarse entonces en los deseos, urgencias o necesidades de
los individuos.
Walras entiende que los precios de los productos surgen de las necesidades de
los consumidores y del valor de los servicios de los bienes de capital y de los factores,
es decir, de la interacción entre la oferta y la demanda.
Estimula, además, el gasto de los ingresos de los trabajadores del sector privado
propiciando el incremento salarial y no su disminución en clara contraposición con la
visón ortodoxa de la economía.
Para romper el modelo centro- periferia, proponen que el Estado tome las
riendas de los que se llamó- según explica FILADORO- “industrialización por
50
CARBAJALES, MARIANO, Sobre el Derecho y la Economía de las Instituciones ¿Hacia un nuevo
modelo de Estado? La Ley, Sup. Act. 26/11/2009, 1
51
FILADORO, Ariel, en Historia económica mundial contemporánea. De la Revolución Industrial a la
globalización neoliberal, p 33,Dialektik, primera edición, primera reimpresión, Buenos Aires, 2009
sustitución de importaciones” mediante la inversión en sectores claves de la economía,
la provisión de infraestructura básica, el control de las cuentas externas, el
arancelamiento selectivo de bienes importados, y, en muchos casos, la producción
directa de bienes y servicios.
Bajo esta mirada países como Argentina, Brasil o México desarrollaron políticas
de gastos e intromisión del Estado en aquellos rubros necesarios para el desarrollo.
IV.1.LA MONEDA.
Explica VILLEGAS que la historia de la moneda y del dinero nos exhibe que
desde sus más remotos orígenes el dinero fue signo de poder, una expresión de señorío,
de dominio. Por ello, ya en la antigüedad se impuso el monopolio monetario del
Estado, que si bien se atenuó en la Edad Media y Moderna, por cuanto se autorizó a
particulares el derecho de acuñar monedas, fue siempre la Corona (rey o emperador)
quien confirió tal autorización y percibió la regalía correspondiente.52
Esto- afirma- lo recoge el Estado Moderno, y el poder de emitir dinero pasa a ser
una prerrogativa estatal, consustanciado con el ejercicio del poder soberano.
52
VILLEGAS, CARLOS G.,Compendio jurídico, técnico y práctico de la actividad bancaria.t.I, p. 147.
Ediciones Deplma, Buenos Aires, 1985.
Los antecedentes históricos de la moneda se remontan al siglo VII antes de
Cristo, siendo las cecas más antiguas las de Lidia, en Persia. La custodia del dinero fue
una operación realizada en los templos de Egipto, Grecia y Babilonia. El templo de
Delfos era un lugar de custodia de tesoros- según refiere VILLEGAS- y especialmente
la caja de ahorro típica de los esclavos: la manumisión de éstos se lograba por sus
propios ahorros, que habían sido confiados al templo para su custodia y para sustraerlo
de la codicia del dueño.53
IV.1.1. FUNCIONES
53
VILLEGAS, CARLOS G.,Compendio jurídico, técnico y práctico de la actividad bancaria.t.I, p. 148.
Ediciones Depalma, Buenos Aires, 1985.
54
Explica VILLEGAS que el efectivo y los depósitos bancarios a la vista constituyen lo que se denomina
comúnmente “dinero” (M1) para los economistas, y, en general, “oferta monetaria”. También se
considera dinero otros activos, que no son propiamente medios de pago, pero que pueden ser utilizados
como tales. Por ejemplo, los depósitos de ahorro y los depósitos a plazo fijo (M2 y M3 para los
economistas). VILLEGAS, CARLOS G.,Compendio jurídico, técnico y práctico de la actividad
bancaria.t.I, p. 2. Ediciones Depalma, Buenos Aires, 1985.
55
GERSCOVICH, CARLOS G., Derecho Económico, Cambiario y Penal, p.150, Lexis Nexis, Buenos
Aires, 2006
56
VILLEGAS, CARLOS G.,Compendio jurídico, técnico y práctico de la actividad bancaria.t.I, p. 2.
Ediciones Depalma, Buenos Aires, 1985.
El dinero ha sido caracterizado económica y jurídicamente 57. Desde la
perspectiva económica se analizan sus funciones, a saber:
1. Sirve como medio de pago: así todo elemento cuyo uso generalizado o una
disposición legal le confieran la faculta de cancelar deuda, será dinero.
2. Es un medio de cambio: Las transacciones económicas se vieron facilitadas
con la creación del dinero, pues permitió dividir al trueque en dos
operaciones, de compra y de venta.
3. Sirve como unidad de cuenta o medida de valor: ya que se lo utiliza como
elemento de referencia para determinar el valor de cada bien o servicio.58
Como explica GERSCOVICH es patrón de medida y contratación, al
permitir cuantificar y contabilizar deudas y créditos en relación con su poder
adquisitivo y el precio de los bienes y servicios.59
4. Cumple la función de depósito de valor o medio de atesoramiento: La
tenencia de moneda sirve como depósito de valor equivalente a los bienes y
servicios que ella representa y permite adquirir, pudiendo utilizarse para
efectuar pagos diferidos y en todas las obligaciones dinerarias o mensurables
en dinero.
57
GERSCOVICH, CARLOS G., Derecho Económico, Cambiario y Penal, p 149, Lexis Nexis, Buenos
Aires, 2006.
58
Como señala VILLEGAS el dinero es el común denominador de todos los bienes y servicios, y es sobre
la base de tales valuaciones que se establecen las relaciones económicas. VILLEGAS, CARLOS
G.,Compendio jurídico, técnico y práctico de la actividad bancaria.t.I, p. 150. Ediciones Depalma,
Buenos Aires, 1985.
59
GERSCOVICH, CARLOS G., Derecho Económico, Cambiario y Penal, p 149, Lexis Nexis, Buenos
Aires, 2006
60
CASIELLO, JUAN JOSÉ, La deuda de valor, LA LEY 104, 957-Obligaciones y Contratos Doctrinas
Esenciales Tomo II, 869
PENNACA define el dinero como: "La unidad de medida e instrumento de pago, en el
sistema de cambios".61 En tanto que OLARRA explica que según la doctrina moderna el
dinero es:
a) Cosa mueble.
b) Fungible: o mejor aún, ultrafungible, pues como bien señala Nussbaum (12)
no se determina por caracteres físicos, por unidades corpóreas, como las otras cosas
fungibles, sino por su relación con una determinada unidad ideal. Otras cosas fungibles
son homogéneas. El dinero no, pues no interesa el número de los billetes o la proporción
en que entren piezas de distinto valor.
d) Cartalidad: según Knapp pagarnos con piezas que tienen una "significación"
jurídica. Lo que da al dinero su valor no es el peso de la materia de que está compuesto
sino el mandato jurídico, la proclamación del Estado. Por eso pueden existir los
sistemas monetarios sin moneda metálica. Basados exclusivamente en papel moneda.
Knapp define al dinero como el medio "cartal" de pago. Esa cartalidad consiste
en que el dinero representa o significa en una cosa un valor diferente del intrínseco y
establecido por el Estado.
El dinero es, así una creación del orden jurídico y obra absoluta del Estado.
IV.1.2. NATURALEZA
61
PENNACCA, CARLOS M. Hacia una nueva moneda universal. (International-Cards o dinero
plástico. Orígenes. Evolución) LA LEY 1989-D, 969
62
OLARRA, RAFAEL, Poder liberatorio del cheque y aspectos jurídicos del dinero LA LEY 110, 1084-
Derecho Comercial Doctrinas Esenciales Tomo V, 203
Desde el punto de vista jurídico se han esbozado diversa concepciones para
explicar la naturaleza de la moneda:
1. La Teoría Metalista: Originada en Europa en el siglo XIX donde se
utilizaban metales preciosos como el oro y la plata como monedas, llevo a
definir a la moneda como una cantidad determinada de esos metales. El
dinero sería idéntico al metal elegido como patrón.
Se ha criticado a esta concepción señalando su deficiente fundamentación teórica
ya que si una unidad monetaria no es nada más que cierta cantidad de metal, oro por
ejemplo, entonces una onza de oro es lo mismo que una onza de monedas de oro, con lo
que se eliminaría el comercio del oro ya que ello implicaría el intercambio de objetos
idénticos.
2. La Teoría Estatal de la Moneda: Elaborada por Knapp, explica VILLEGAS,
se basa en que generalmente es el Estado quien reviste a la moneda de curso
legal y le confiere el poder de cancelar deuda. El dinero es creado por la ley
y por consiguiente, esta sujeto a su control, sentando así las bases de la
doctrina nominalista63
La teoría que exponemos reposa sobre dos presupuestos: a) la unidad básica de
valor es fijada arbitrariamente por el Estado y b) el valor de los medios de pago esta
determinado por las leyes que prescriben su uso. Esta teoría, en el campo del derecho
privado, constituyó uno de los pilares del principio nominalista ya que si la moneda es
de origen estatal, el Estado tiene derecho a fijar su valor sobre una base nominalista.
El 15 de junio de 1985 cobró vida el Austral con el dictado del Decreto 1096/85
cuya existencia se prolongó hasta el 31 de diciembre de 1991, con una paridad de un
austral equivalente a mil pesos argentinos. Finalmente retornó el Peso a secas por
intermedio del Decreto 2128/91 del 1 de enero de 1992 el cual ha sobrevivido hasta la
fecha y es de esperar que erróneas políticas económicas no lo condenen, en un futuro, a
la penosa lista de monedas destruidas en nuestro país.
67
GERSCOVICH, CARLOS G., Derecho Económico, Cambiario y Penal, p 151, Lexis Nexis, Buenos
Aires, 2006
Coincidentemente con estos periodos se registran las épocas más turbulentas en
materia de crisis económicas de nuestro país llevándolo a pasar por situaciones de
hiperinflación y con el particular efecto aniquilador de signos monetarios 68 entre otras
no menores consecuencias disvaliosas.69
68
Debe recordarse con GUASTAVINO que el fenómeno de la inflación no es nuevo en la vida de los
pueblos. Ha sido dicho que la historia de las monedas es la historia de un inmenso latrocinio; la historia
de la credulidad humana llevada a su límite extremo; de la confianza siempre defraudada y siempre
renaciente, porque la estabilidad monetaria no ha sido nunca la regla sino una excepción extraordinaria.
Uno de los ejemplos más remotos de depreciación monetaria es el de Dionisio, tirano de Siracusa -485 a
368 antes de nuestra era-, que habiendo obtenido importantes préstamos de sus conciudadanos y
presionado para que los devolviera, ordenó que todas las monedas existentes en la ciudad le fuesen
entregadas bajo pena de muerte; una vez en su poder, reacuñó las monedas dando a cada dracma el valor
de dos dracmas y mediante esta devaluación canceló todas las deudas y reintegró a sus poseedores la
moneda recogida. También se afirma que en tiempos de Demóstenes el dinero valía cinco veces menos
que en el tiempo de Solón; y en Francia, en la época del economista Ch. Gide, éste refería que el dinero
tenía ya un valor nueve veces inferior al de la época de Carlomagno. Otros ejemplos, incluso de la
civilización oriental antigua podrían recordarse, como el caso de la inflación soportada en China a
principios del siglo XII. Los casos más famosos y graves por sus consecuencias fueron el de los asignados
franceses a fines del siglo XVIII y el de los marcos alemanes, devaluados éstos según coeficientes
inconcebibles, en la segunda década del siglo actual y que motivó que los tribunales alemanes
revalorizaran judicialmente los créditos de numerario -empezando primero con los préstamos
garantizados con hipoteca- en base al principio de la buena fe en el cumplimiento de las obligaciones. Si
la inflación constituye un fenómeno tan antiguo y conocido podría sorprender la atención que suscita en
la actualidad en la mente jurídica, en comparación con la aparente parsimonia anterior. Esta impresión
sería inexacta. Siempre la inflación ha concitado el interés de los hombres de derecho y si el estudio del
tema aparece como patrimonio de nuestro tiempo es simplemente por desconocimiento de los precedentes
doctrinarios y judiciales. Además, la intensidad y generalización de la inflación en la mayoría de los
países ha terminado por presentarla como un hecho económico de profunda repercusión en las relaciones
jurídicas, de inevitable consideración. GUASTAVINO, ELÍAS P. El Derecho Civil ante la inflación.
PAGINAS DE AYER 2004-8, 21-Obligaciones y Contratos Doctrinas Esenciales Tomo II, 17
todas estas funciones se resienten y las personas, los ciudadanos comunes, horrorizados
ante dicha situación, asumen comportamientos diversos rechazando la moneda nacional
en sus transacciones y repudiándola como unidad de atesoramiento. Acuden a otra
monedas extranjeras (en nuestro país dicho rol fue cumplido por el dólar
estadounidense) para sus transacciones, para valorizar bienes o simplemente para
atesorar o acumular su riqueza.
69
CAZEAUX,; TEJERINA (H.) y MORENO DUBOIS señalan que el fenómeno-de la inflación y en
grado supremo el de la hiperinflación sacude de tal forma la organización política, económica, social y
jurídica en medida que la pretensión de contener sus efectos resulta tan utópica como la de buscar
fórmulas para reprimir la incontenible fuerza de un terremoto o la de la ruptura de un dique, cuyas
consecuencias devastadoras dependerá del grado de aquél, o del caudal o volumen de aguas de éste.
CAZEAUX, PEDRO N. ; TEJERINA (H.), WENCESLAO ; MORENO DUBOIS, EDUARDO E.
Obligaciones de dar sumas de dinero y la depreciación monetaria. Indexacion y teoría de la Imprevisión.
Obligaciones y Contratos Doctrinas Esenciales Tomo II, 95, LA LEY
70
GUASTAVINO, ELÍAS P. El Derecho Civil ante la inflación. PAGINAS DE AYER 2004-8, 21-
Obligaciones y Contratos Doctrinas Esenciales Tomo II, 17
71
GUASTAVINO, ELÍAS P. El Derecho Civil ante la inflación. PAGINAS DE AYER 2004-8, 21-
Obligaciones y Contratos Doctrinas Esenciales Tomo II, 17
Es por ello que desde lo jurídico se han instrumentado soluciones contractuales y
legales tendientes a corregir los efectos negativos de la depreciación monetaria. Entre
ellas pueden describirse las siguientes:
72
SAGUES explica que la multiplicidad de sistemas para ajustar las obligaciones, no debe causar
asombro al jurista. En Chile, recuerda Lilian N. Gurfinkel de Wendy, las tasas consagradas en las leyes
especiales de ajuste, son casi diez. Brasil ha ensayado, igualmente, distintas modalidades indexatorios; y
lo mismo había ocurrido en Alemania Nuestro país, por su parte, también ha incursionado en el sistema
de pluralidad de índices, sea a nivel legislativo, sea en el orden jurisprudencial. SAGÜÉS, NÉSTOR P.
Indexación constitucional e indexación inconstitucional LA LEY 1978-B, 835-Derecho Constitucional -
Doctrinas Esenciales Tomo III, 669.
73
SAGÜÉS, NÉSTOR P. Indexación constitucional e indexación inconstitucional LA LEY 1978-
B, 835-Derecho Constitucional - Doctrinas Esenciales Tomo III, 669
1) Propiedad: Entendida en sentido amplio, cubre las acreencias de índole
patrimonial (art. 17, Constitución Nacional). Como expresa el jurista a quien seguimos
en la exposición el titular del crédito, al respecto, lo es, antes que de su valor nominal,
de su valor real; y por ende, de mediar inflación, el primero debe corregirse en función
de éste. Si no se opera el ajuste, la propiedad en cuestión ha sido disminuida: el titular
de ella ha sufrido una merma en su patrimonio, vulnerándose la norma constitucional
predicha.
4) Bien común: Señala SAGUES que hace al bien común, que en las
vinculaciones entre los particulares, reine un sano equilibrio y reciprocidad. Por ende, es
sensato que el bien común demande indexar las deudas, si hay inflación, y que exija
reducir el valor nominal, de haber deflación. Pero el bien común puede requerir que
tales ajustes no sean fijos y rígidos, atados inexorablemente a los índices de incremento
de costo de vida.74
74
SAGÜÉS, NÉSTOR P. Indexación constitucional e indexación inconstitucional LA LEY 1978-
B, 835-Derecho Constitucional - Doctrinas Esenciales Tomo III, 669
2) Es justo y constitucional contemplar —fundamentalmente, por razones de
bien común— las particularidades propias de las distintas realidades, tramos y áreas
donde se plantee la indexación. De allí que una pluralidad de índices, acorde con la
"pluralidad de situaciones" puede ser más aconsejable y justo que la implantación de un
índice único de ajuste. A través de los primeros, efectivamente, habría una
aproximación mayor a la "justicia del caso concreto" (justicia-equidad).
3) Para ser justa, una indexación debe atender a pautas de revaluación sinceras y
realistas, es decir, legítimas. Una actualización practicada en base a tasas falsas o
defectuosas, o a criterios de "prudencia judicial" manejados con discrecional liviandad,
es una indexación injusta.
El dogma que impide el abuso del derecho, o el que veda el enriquecimiento sin
causa, la idea de la subrogación real, el principio de la buena fe en el cumplimiento de
los contratos e, incluso, el de la imprevisión ante el cambio de las circunstancias,
deberían ser analizados para apreciar su invocabilidad, según las particularidades del
caso y según los fundamentos de cada norma sometida a análisis, a fin de posibilitar el
reequilibrio de la ecuación entre prestación y contraprestación”76
No obstante lo expresado la ley 25561 modifico el texto de los artículos 3°, 4°,
5°, 6°, 7° y 10 de la Ley N° 23.928 consagrando las siguientes reglas:
a)El deudor de una obligación de dar una suma determinada de pesos cumple su
obligación dando el día de su vencimiento la cantidad nominalmente expresada. En
ningún caso se admitirá actualización monetaria, indexación por precios, variación de
76
GUASTAVINO, ELÍAS P. El Derecho Civil ante la inflación. PAGINAS DE AYER 2004-8, 21-
Obligaciones y Contratos Doctrinas Esenciales Tomo II, 17
costos o repotenciación de deudas, cualquiera fuere su causa, haya o no mora del
deudor.
c)Se mantienen derogadas, con efecto a partir del 1° de abril de 1991, todas las
normas legales o reglamentarias que establecen o autorizan la indexación por precios,
actualización monetaria, variación de costos o cualquier otra forma de repotenciación de
las deudas, impuestos, precios o tarifas de los bienes, obras o servicios.
Conforme hemos visto las provincias tiene prohibido por aplicación del artículo
126 de la Constitución Nacional la posibilidad de emitir monedas u otros instrumentos
monetarios. Como agudamente recuerda GERSCOVICH algunos gobiernos
provinciales en los últimos tiempos de crisis monetaria y cambiaria han emitido bonos
de cancelación de deudas con efecto dentro del territorio provincial y que en algunos
casos se extendieron más allá del mismo, incluso con efectos cancelatorios reconocidos
en general por la sociedad, aunque carentes de valor jurídico por haber infringido esa
veda constitucional.77
Desde antaño se ha reconocido que el crédito constituye uno de los pilares del
comercio.78 Sin él las operaciones comerciales quedarían reducidas a límites estrechos,
si solo fueran de contado. Lo esencial en el comercio consiste en la confianza y ello es
coincidente con el origen de la palabra que deriva del latín “credere”, cuyo significado
es confianza. A su vez la confianza significa buena fe y exactitud de los compromisos
contraídos.
78
OBARRIO explica que las bases del derecho comercial son: el crédito, la prontitud y la
seguridad.OBARRIO, M, Curso de Derecho Comercial, t.I, p.XII, Editorial Científica y Librería
Argentina, Atanasio Martínez, Buenos Aires, 1924.
79
ETCHEVERRY, Raúl Aníbal, Contratos asociativos, negocios de colaboración y consorcios, p.40,
Astrea, Buenos Aires, 2005.
Con dicho principio se busca, básicamente, evitar el ejercicio abusivo de un
derecho80, sea con intención de dañar al deudor, sea sin provecho alguno para el titular,
sea contrariando los fines que la ley tuvo en mira al reconocer su derecho subjetivo.81
81
ETCHEVERRY, Raúl Aníbal, Contratos asociativos, negocios de colaboración y consorcios, p.41,
Astrea, Buenos Aires, 2005.
82
Conforme explica ARAYA en el siglo XX el avance de la sociedad anónima ha sido arrollador al
punto tal de acorralar a los restantes tipos societarios comerciales a una utilización casi marginal. Señala
que ese avance se ha orientado en un doble sentido: por un lado hacia la “magnificación”, o sea
entendiendo la sociedad anónima como el tipo jurídico concebido para la gran empresa, con un
accionariado numeroso y cambiante, sociedad que se financia a través del ahorro público en los mercados
bursátiles; y por otro lado el avance se ha orientado hacia su “reducción” o sea la adopción del tipo de
anónima, por parte de empresas de mediano tamaño (PYMES), inclusive algunas de ellas artesanales,
constituidas por escasos socios y caracterizada por rasgos personalistas. ARAYA, Miguel C., Las
transformaciones en el derecho societario, www.acaderc.org.ar. GALGANO señala las “variantes
lingüísticas” existentes a la expresión “sociedad anónima” señalando que el nombre sociedad por
acciones es propio, tradicionalmente, de los países de lengua alemana, en los cuales se denomina
Aktiengesellschaft; en la Gran Bretaña el nombre de este tipo de sociedad le da relieve, en cambio, a la
responsabilidad limitada de los socios, y por esto se habla de limited company. En los paises neolatinos
se usa la expresión sociedad anónima (en francés société anonyme y sociedade anónima, en portugués)
que le da importancia a una nueva característica de este tipo de sociedad, que a su vez corresponde a la
responsabilidad limitada de los socios y a la indiferencia, ante los terceros acreedores, de su identidad
personal, o sea el hecho de que la denominación de la sociedad, a diferencia de la razón social de la
sociedad de personas puede no contener la indicación del nombre de ningún socio (y por esto es
anónima, porque es una sociedad que no actúa bajo el nombre de ninguna persona. GALGANO,
FRANCESCO, Derecho Comercial, Las Sociedades, Volumen II. p.205, Editorial Temis S.A., Santa Fe
de Bogotá, Colombia, 1999.
crédito83 circula y moviliza la riqueza, generando un “mercado” donde se trafica con
ellos, entre otros aspectos. En esencia el crédito implica, según clásica definición, el
cambio de un bien presente por un bien futuro.
83
Conforme refiere GALGANO en los orígenes del título de crédito se encuentra la letra de cambio
medieval. Su función era permitirle al comerciante utilizar a distancia su propio dinero, evitándole graves
riesgos propios de transportarlo consigo mismo durante el viaje, ya que antes de emprender un viaje para
adquirir mercancías en plazas lejanas, con las cuales comerciaba, el mercader depositaba el dinero en su
banco, y obtenía de este una letra de cambio, la cual, una vez llegado a su destino, la presentaba en la
filial del banco local, y de este modo obtenía dinero para sus compras De este lejano arquetipo partió una
larga y compleja evolución que conducirá, con el progresivo aumento de la circulación de la riqueza, y
con el aumento de las exigencias de simplicidad, rapidez y seguridad de las formas de circulación al
moderno título de crédito. GALGANO, FRANCESCO, Derecho Comercial, El empresario, Volumen I.
p.301, Editorial Temis S.A., Santa Fe de Bogotá, Colombia, 1999.
84
GARCÍA MARTÍNEZ, ROBERTO, FERNÁNDEZ MADRID, JUAN CARLOS, Concursos y
quiebras, t.I,p 183, Ediciones Contabilidad Moderna, Buenos Aires, 1976.
que no puede seguir ocultándose, tiene forzosamente que exteriorizarse y entonces se
pone de manifiesto el estado de quiebra económica del deudor insolvente.85
Cabe puntualizar que sin perjuicio de las normas específicas del Código de
Comercio y leyes especiales, la responsabilidad de las entidades financieras se rige por
los principios generales de la materia contenidos en el Código Civil, el que resulta
aplicable a tenor de lo dispuesto por el art.1º del Título Preliminar y 207 del Código de
Comercio.
La culpa del banco podría darse en varios supuestos. Hay algunos ejemplos que
son de más fácil análisis, como en el caso en que el banco presta sin respetar los
límites impuestos por el Banco Central, o sin la autorización de los órganos societarios
competentes, o bien cuando el préstamo es el fruto de la actividad ilícita de alguno de
los funcionarios del banco. Situaciones mas complejas de resolución se presentan, por
ejemplo, cuando el banco tiene ya una granaría real que lo cubre suficientemente y
decide otorgar, con base en esa garantía, un nuevo crédito a la empresa en crisis con
altas tasas de interés, o bien cuando tenía un crédito anterior con garantía que podría
entrar en el período y decide otorgar otro crédito con el fin de “sacar” el primer
crédito de ese periodo, evitando así su eventual declaración de ineficacia”89
25/38,BONFANTI, MARIO, Nuevamente sobre la responsabilidad civil del banquero dador de crédito,
ED 132-841, ALTERINI, ATILIO A., La responsabilidad civil del banquero dador del crédito:
precisiones conceptuales. ED 132-969, LABANCA, JORGE, Deber de informar: Un caso a propósito
del carácter de la actuación de los bancos entre el público y el Banco Central de la República Argentina,
ED 126-97, TRIGO REPRESAS, FELIX A., Responsabilidad civil de la entidades bancarias y
financieras, LA LEY 1983-D-900,RACCIATTI, HERNÁN (h), La responsabilidad bancaria por el
libramiento de cheques sin fondos, LA LEY, 1987-C-615
88
SARAVIA FRIAS, BERNARDO, Reflexiones sobre Derecho Bancario moderno, p25, Revista de
Derecho Privado y Comunitario,Rubinzal Culzoni Editores, 2005-3
89
SARAVIA FRIAS, BERNARDO, Reflexiones sobre Derecho Bancario moderno, p27, Revista de
Derecho Privado y Comunitario,Rubinzal Culzoni Editores, 2005-3
deberán evidenciar que no habrían otorgado crédito si no hubiese sido por la situación
de aparente solvencia del deudor creada por la asistencia crediticia del banco.
Una segunda vía que señala SARAVIA FRIAS sería acudir a la aplicación del
artículo 173 de la ley 24522, aunque expone que el inconveniente de esta acción, es que
indefectiblemente debe demostrarse la existencia de dolo 90, ya que éste es el factor de
atribución de responsabilidad.
Finalmente una tercera vía sería la aplicación del artículo 119 de la ley 24522
que permite solicitar la declaración de ineficacia de los actos desarrollados en el periodo
de sospecha91 con conocimiento del estado de cesación de pagos del deudor. El caso en
90
BARREIRO señala que la única condición es la actuación dolosa (en grado de autoría o participación)
en algunas de las conductas antijurídicas previstas, no siendo necesario ningún tipo de vinculación
funcional, legal o contractual con el fallido.BARREIRO, MARCELO G, en CAMARA, HÉCTOR,
actualizado bajo la dirección de MARTORELL, Ernesto E. El concurso preventivo y la quiebra, t.IV, p.
349 Lexis Nexis, Buenos Aires, 2007
91
La finalidad de la quiebra consiste en repartir entre los acreedores verificados el importe de los bienes
desapoderados e incautados al deudor, teniendo en consideración la graduación del crédito de cada
acreedor y la suma disponible para el pago a los acreedores dentro de cada grado.Dictada la sentencia de
quiebra se procede a la ocupación de los bienes del quebrado (artículo 88 incisos 3 y 6, Ley 24522),
separando a este de su administración e impidiéndole que ejercite los derechos de administración y
disposición (artículo 107, Ley 24522), que pasan a ser ejercitados por la sindicatura. Por medio del
desapoderamiento, se priva al deudor de la tenencia de los bienes que constituyen el activo de su
patrimonio, concretándose ello con la incautación de los mismos (artículo 177 y siguientes Ley 24522) y
perdiendo el quebrado las facultades inherentes al dominio: usar, gozar y disponer (artículos 2513 y 2515
del Código Civil) Unida a la potestad de la sindicatura de administrar los bienes incautados, la ley lo
faculta a convertir en dinero los bienes que integran el activo de la quiebra. Concretándose ello por medio
del procedimiento de liquidación, el cual tiene dos grandes etapas: la conversión en dinero de los bienes
del activo (liquidación del activo) y el examen, graduación y pago de los créditos que conforman el
pasivo (liquidación del pasivo) Pero el esquema de determinación de activos a realizar no resultaría
completo si no contemplara el legislador las situaciones de disminución patrimonial acontecidas con
anterioridad a la sentencia de quiebra. Así, con acierto, se ha dicho que la reconstitución del patrimonio
del fallido constituye uno de los temas más importantes del proceso concursal, pues si el legislador
hubiera reglado solamente los efectos de la declaración de quiebra sobre la actividad sucesiva del fallido,
no habría satisfecho suficientemente la protección de los acreedores. En este orden de ideas y conforme
definición del artículo 116 de la ley 24522 se denomina periodo de sospechaal que transcurre entre la
fecha que se determine como iniciación de la cesación de pagos y la sentencia de quiebra, no pudiendo la
fecha que se fije como de iniciación de la cesación de pagos retrotraerse mas allá de dos años de la fecha
que se aplicó esta norma fue Establecimientos Metalúrgicos Pecú 92. Explica
SARAVIA FRIAS que en dicho caso una entidad financiera otorgó préstamos sin
respetar los más mínimos recaudos de pedido de información ni los límites impuestos
por la autoridad de contralor, alo que se sumaba que la sociedad deudora era
prácticamente inexistente ya que no desarrollaba actividades hace un largo tiempo. El
tribunal declaró ineficaz no sólo la garantía hipotecaria del préstamo que se había
concedido, sino también el crédito mismo, argumentando que el banco debería haber
conocido el estado de cesación de pagos de la empresa.93
del auto de quiebra o presentación en concurso. En dicho periodo son ineficaces respecto de los
acreedores los actos realizados por el deudor que consistan en: actos a título gratuito, pago anticipado de
deudas cuyo vencimiento según el título debía producirse en el día de la quiebra o con posterioridad o la
constitución de hipoteca o prenda o cualquier otra preferencia, respecto de obligación no vencida que
originariamente no tenía esa garantía. La declaración de ineficacia se pronuncia sin necesidad de acción o
petición expresa y sin tramitación, siendo la resolución apelable y recurrible por vía incidental (art.118,
ley 24522) En igual periodo podrán ser declarados ineficaces respecto a los acreedores los demás actos
perjudiciales a estos otorgados en el periodo de sospecha, si quien celebró el acto con el fallido, tenía
conocimiento del estado de cesación de pagos del deudor (art.119, ley 24522).ARDUINO, AUGUSTO
H.L., y AZEVES, ANGEL H. Situación jurídica de los retiros a cuenta de honorarios efectuadas en el
período de sospecha por el directorio. ED 229, 22/09/08, nº 12095.
92
ED 132-306
93
SARAVIA FRIAS, BERNARDO, Reflexiones sobre Derecho Bancario moderno, p.29, Revista de
Derecho Privado y Comunitario,Rubinzal Culzoni Editores, 2005-3
abarcar, aunque mas no fuera someramente, las fases de la regulación mercantil exceden
los límites que nos impusimos en este desarrollo. Ello porque podría hacerse una
evolución de todos y cada uno de los institutos clásicos de la materia(Insolvencia,
sociedades, seguro, banca, transporte, etc.) o bien porque determinar ámbitos
geográficos implicaría excluir otros de no menor importancia.
De allí que esta descripción apunta a establecer aquellos hitos evolutivos que
permitan comprender, como, en Occidente, el tráfico mercantil fue regulado.
V.1. ROMA
Como explica MALAGARRIGA en Roma el derecho comercial no se distinguía
del civil y los jurisconsultos, no disociaron el acto de de comercio del acto jurídico
mercantil.94 No obstante, como hemos visto, el comercio existió y fue vigoroso.
Pero para llegar a un conjunto de normas organizadas, habrá que esperar a los
desarrollos que se producen en el medioevo. Queda claro que las actividades
comerciales siempre han existido, pero que las bases de las regulaciones, no surgen en
la antigüedad. Si bien es posible remontar regulaciones mercantiles al Código de
Hamurabí, o sea uno dos mil años antes de Cristo, pues se encuentran normas referidas
al préstamo, depósito, sociedad y comisión, o analizar a los fenicios y la invención de
94
MALAGARRIGA, CARLOS C.,Tratado elemental de Derecho Comercial, I.Comerciantes –
Sociedades, Primera parte, t.I., p.6, Tipográfica Editora Argentina, Buenos Aires, 1951
95
GARCÍA MARTÍNEZ, ROBERTO, FERNÁNDEZ MADRID, JUAN CARLOS, Concursos y
quiebras, t.I,p 10, Ediciones Contabilidad Moderna, Buenos Aires, 1976
96
GARRIGUES, JOAQUÍN, Curso de Derecho Mercantil, t.I, p. 27, reimpresión de la séptima edición,
Editorial Temis, Bogota, Colombia, 1987
la “echazón” de la que se encuentran rastros en el Digesto Justiniano, que la atribuye a
la legislación de la isla de Rodas y a los griegos con su nauticum foenus, no puede
considerarse a estos antecedentes sino como formas primitivas de regular el tráfico
mercantil, pero habremos de insistir en que la mayor parte de las regulaciones de las
instituciones mercantiles surgen y se desarrollan a partir del medioevo.
Surgió así en Italia el derecho estatutario entre los que se destacan los estatutos
de Florencia (1415), Pístola, (1295), Brescia (1475), Padua (1420), Génova (1589),
Ferrara (1566). En estos estatutos estaban legislados los principios fundamentales de la
actividad mercantil. Cuando esos estatutos eran aprobados por el príncipe o por el
magistrado supremo, alcanzaban una autoridad similar a los estatutos civiles sobre todas
las personas que ejercían el comercio y quienes con ellos contrataban.
97
MARTÍNEZ VAL, JOSÉ MARÍA, Derecho mercantil p.25, Bosch, Casa editorial, Barcelona, 1979.
En España, Felipe V en 1737 confirió fuerza de ley general a las Ordenanzas elaboradas
por los comerciantes de Bilbao, las cuales llegaron a ser la legislación mercantil, tanto
en la España peninsular como en la ultramarina.
La real cedula de erección del Consulado de Buenos Aires (1789) dispuso que
las Ordenanzas de Bilbao serían las reglas que aplicaría el tribunal para la sustanciación
y determinación de los pleitos.
ANAYA explica que se eliminó lo que restaba del Libro IV del Código de 1807,
relativo a la jurisdicción comercial, ya que esta materia fue absorbida por el Código de
Organización Judicial y que los actos de competencia de esa jurisdicción pasaron a ser
los actos de comercio del nuevo artículo1º, cumpliendo en el derecho que fue el de su
origen el tránsito que ya la doctrina decimonónica había efectuado y que también había
sido tempranamente seguido por las legislaciones que adoptaron la codificación bajo el
sistema de los actos objetivos de comercio.99100
99
ANAYA, Jaime Luís, El Código de Comercio Francés (Un nuevo modelo de codificación), ED., 193-
626.
100
Explica STRATTA que la inicial enunciación de los actos de comercio permite determinar que
quienes realizan habitualmente los actos enunciados son los comerciantes, personas físicas, sociedades u
otros entes, cuya actividad se regula y cuyas infracciones al ordenamiento se sancionan. En el rapport
enviado al Presidente de la República Francesa acompañando la Ordenanza 2000-912 del 18 de
septiembre de 2000 se aclara que “la noción de acto de comercio será especialmente el criterio para
determinar la calidad de comerciante”. Los legisladores cambian así el sentido que tenía la enumeración
de los actos de comercio en el code cuya finalidad era determinar “la competencia de los tribunales de
comercio”, para constituirse en el criterio sustancial para la determinación de la materia mercantil cuyo
ejercicio habitual configura el status del comerciante. Al desplazarlos así del Libro IV del viejo Código
al Libro I del nuevo, la legislación se ha puesto en armonía con lo que la doctrina había advertido a poco
de sancionarse aquél. STRATTA, ALICIA JOSEFINA, El código de comercio francés (II), ED., 193-895.
Sin embargo el Código prontamente fue sometido a revisión, en 1834. Hasta
1869 se sucedieron seis comisiones revisoras, pasando luego todos los trabajos
realizados a la Comisión General de Codificación en 1880 que con los informes de
Audiencias, Colegios de Abogados, Academias, Universidades y Corporaciones
económicas generó que una séptima comisión revisora en 1881 hiciera una ponencia
definitiva.
Pero también se le han señalado algunos defectos al omitir regular una gran
cantidad de materias como los contratos de cambios, cuenta corriente, edición,
transporte de viajeros, compraventas especiales, seguro subsidiario, entre otros aspectos,
lo que motivo desde su temprana vigencia que fuera necesario complementarlos con
numerosas reformas, llevándolo, paulatinamente a un desguace y actualización.
Así en materia de sociedades anónimas, la ley 19/1989, del 25 de julio, de
reforma parcial y adaptación de la legislación mercantil a las Directivas de la CEE en
materia de sociedades, y la ley 2/1995 constituyen muestras elocuentes del proceso de
reforma de la legislación mercantil española.
La reforma no supuso una ruptura con la larga tradición concursal española, pero
sí una profunda modificación del derecho vigente, en la que se han tenido en cuenta las
aportaciones doctrinales y prelegislativas realizadas en el ámbito nacional y las más
recientes concreciones producidas en la legislación comparada, así como los
instrumentos supranacionales elaborados para la unificación y la armonización del
derecho en esta materia.
V.7.LA CODIFICACIÓN ITALIANA.
101
GALGANO, FRANCESCO, Derecho Comercial, El empresario, Volumen I. p.14, Editorial Temis
S.A., Santa Fe de Bogotá, Colombia, 1999.
bienes o servicios o no intercambia bienes no es, dentro del sistema italiano, un
empresario.102 Así el profesional intelectual o el artista no son empresarios, pero pueden
ser considerados como tales en cuanto desarrollen una actividad ulterior, distinta de la
intelectual o artística, y definible, considerada en si misma, como actividad de empresa.
Es el caso del profesor que administra una entidad educativa privada o el médico que
regentea una clínica.
102
GALGANO, FRANCESCO, Derecho Comercial, El empresario, Volumen I. p.19, Editorial Temis
S.A., Santa Fe de Bogotá, Colombia, 1999.
En Nüremberg desde 1857 sesionó la Comisión asesora para un código de
comercio alemán general. Esta comisión elaboró dos versiones para el ADHGB, cuya
introducción en los Estados individuales fue recomendada en 1861 por la Cámara de
Diputados.
En nuestro país las Ordenanzas de Bilbao rigieron hasta que dejaron de aplicarse
totalmente al ser promulgada el 10 de septiembre de 1862 la ley que declaró vigente
para todo el territorio nacional el Código de Comercio de 1859, elaborado por encargo
del Gobernador de la provincia de Buenos Aires doctor Valentín Alsina, por los
doctores Vélez Sarsfield y Acevedo.
103
SCHMIDT, KARSTEN, Derecho Comercial, traducción de la 3ª edición alemana, Federico E.G.
Werner, Supervisión Académica Rafael Mariano Manóvil, p 45, Editorial Astrea de Alfredo y Ricardo
Depalma, Buenos Aires, 1997.
104
En opinión de Schmidt sin ninguna exageración puede considerarse esta obra legislativa como una
codificación de jerarquía y su sanción como uno de los acontecimientos más importantes de la historia
jurñidico-comercial alemana. SCHMIDT, KARSTEN, Derecho Comercial, traducción de la 3ª edición
alemana, Federico E.G. Werner, Supervisión Académica Rafael Mariano Manóvil, p 47, Editorial Astrea
de Alfredo y Ricardo Depalma, Buenos Aires, 1997.
En orden al rol de Vélez y Acevedo en la confección del Código, en la sesión de
la Cámara de Diputados del 27 de agosto de 1862, el doctor Manuel Quintana
expresó:”Tengo en mi poder los originales del Código de Comercio y con ellos puedo
comprobar a la Cámara cuál ha sido el rol que han desempeñado en su confección, el
doctor Acevedo y el doctor Vélez Sarsfield: el doctor Acevedo redactor oficial del
Código y el doctor Vélez Sarsfield corrector oficioso y nada más. Insisto, pues, en
apoyar la supresión propuesta por la comisión y en último caso pediría que se pusiese:
redactado por el doctor Eduardo Acevedo y corregido por el doctor Vélez Sarsfield. Tal
es la verdad de las cosas.”
105
FARGOSI señala que la alternativa más conveniente, tanto desde un punto de vista teórico, como
desde el aspecto práctico -que jamás puede postergarse- es la de unificar en un nuevo Código Civil -o en
un código único de las obligaciones y contratos- las normas que, referidas a estas instituciones, se han
generalizado -civilizado-, lográndose así un sistema de derecho privado coherente y lógico El derecho
especial, es decir el comercial, no debe contener disposiciones de aplicación general, como son hoy día
las que consagran prácticas antes mercantiles, y de las que son ejemplos la seña confirmatoria, la
onerosidad, la solidaridad pasiva, los plazos de caducidad y prescripción más breves, y en general, la
tutela del crédito y de la celeridad y seguridad del tráfico. La práctica negocial ha incorporado estas
normas y principios al derecho común, y allí deben preverse, sin que sea argumento válido la pretendida
inmutabilidad y estrictez de esa rama del ordenamiento.Al Código de Comercio quedarían reservadas las
disposiciones sobre la actividad del empresario, así como las normas complementarias del régimen
común en materia de obligaciones y contratos, sea en lo atinente a los negocios jurídicos propios del
empresario, como a las modificaciones que en la interpretación de los actos jurídicos civiles deberían
preverse cuando una o ambas partes revistan aquel carácter. FARGOSI, ALEJANDRO E. Hacia la
reelaboración coordinada de los Códigos Civil y de Comercio LA LEY 1984-C, 1116
Múltiples razones – apunta este tratadista- hacen al porqué de la unificación de
las obligaciones civiles y comerciales, ya que se juzga inadecuada la existencia de una
doble legislación sobre temas similares como son: la solidaridad, la prescripción, los
privilegios, contratos con legislación "superpuesta" como la compraventa, el mandato,
la fianza, etc. Siendo en todo ello un claro ejemplo el contrato de sociedad, al que no se
encuentra un fundamento serio para mantenerse en una doble legislación. En este
sentido el doctor Masnata sostenía en el Tercer Congreso de Derecho Civil, "...Estos
institutos de doble regulación deberían uniformarse en sus caracteres legales en favor de
una regulación única más acorde con las necesidades modernas de las transacciones...
Que además de suprimirse discordancias, ello impondría la supresión de los tribunales
de distinta competencia -civil y comercial-, en las jurisdicciones donde aún existen,
evitando incidentes dilatorios por razón de la competencia.106
106
COMPAGNUCCI DE CASO, RUBÉN H. Algunas notas al proyecto de reformas a la legislación en
el derecho privado. LA LEY 1987-D, 937
107
ASCARELLI, Tulio Naturaleza y posición del derecho comercial LA LEY 52, 928-Derecho
Comercial Doctrinas Esenciales Tomo I, 33
incipiente sino porque aunque así no fuera, el que hayan pasado más de 100 años no ha
sido en vano, y hace sentir sus efectos sobre nuestro ordenamiento.108
110
GARRIGUES, JOAQUÍN, Curso de Derecho Mercantil, t.I, p. 10, reimpresión de la séptima edición,
Editorial Temis, Bogota, Colombia, 1987
Apuntando que la doctrina española se orienta hacia una concepción del derecho
mercantil como derecho ordenador de la organización y la actividad profesional de las
empresas manifestada en forma de tráfico organizado y en masa.111
En el conflicto entre los dos códigos-o sea, en el caso que un contrato haya sido
estipulado entre un comerciante y un no comerciante- prevalecía el Código de
Comercio, y con ello consagraba en el plano técnico jurídico, la relación de fuerza que
históricamente se había instaurado entre las clases sociales antagonistas, es decir, que
consagraba el predominio de la clase capitalista sobre las otras clases sociales. 113
111
MARTÍNEZ VAL, JOSÉ M., Derecho Mercantil, p.8, Bosch, Casa editorial, S.A., Bacelona, 1979.
112
Antes del Código de 1942, en Italia de conformidad con el modelo provisto por el Código Francés a
principios del siglo XIX existían dos sistemas de normas contrapuestas. El sistema de derecho civil
regulado en el Código de 1865 y el sistema de derecho comercial previsto en el Código de Comercio
Italiano de 1882 y su predecesor de 1865.
113
GALGANO, FRANCESCO, Derecho Comercial, El empresario, Volumen I. p.5, Editorial Temis
S.A., Santa Fe de Bogotá, Colombia, 1999.
La sustitución del concepto de comerciante por el concepto de empresario 114 fue
el resultado de la técnica legislativa a la cual en el periodo de la codificación se le daba
el nombre de método de la economía, por la cual se pretendía que las formas jurídicas
correspondieran a la esencia económica de los fenómenos. Por lo que si el empresario,
de acuerdo al análisis de las ciencias económicas, es la figura central del sistema
económico, sobre el concepto de empresario debía fundarse el sistema legislativo.
Asimismo el artículo 2082 del Código italiano estipula el fin de la actividad del
empresario al precisar que ella esta dirigida a la producción o el intercambio de bienes o
de servicios. GALGANO señala que en esta proposición se encuentra expresada una de
las más importantes diferencias que la figura del empresario presenta frente a la antigua
figura del comerciante. Este era el hombre de negocios, era el que llevaba a cabo, por
profesión habitual, actividades especulativas; y el sistema legislativo, que giraba en
torno a esta figura, se caracterizaba como el derecho de los negocios.
Por el contrario, el empresario del Código Civil vigente en Italia desde 1942,
explica el autor que seguimos, se presenta como productor, puesto que es el que,
profesionalmente, produce bienes o servicios o se interpone en el intercambio de los
bienes, o sea que desarrolla una actividad creadora de riqueza.115
114
Piaggi señala que en lugar del “comerciante” hoy aludimos al “empresario” al que no corresponde
reducir con el calificativo de “mercantil”, pues puede ser cualquier operador económico organizado que
actúa en el mercado. PIAGGI, ANA I., El derecho mercantil en el siglo XXI visto desde el MERCOSUR,
ED,175-908.
115
GALGANO, FRANCESCO, Derecho Comercial, El empresario, Volumen I. p.17, Editorial Temis
S.A., Santa Fe de Bogotá, Colombia, 1999
como el derecho externo de la empresa, por ello también son objeto del derecho
empresario el derecho societario interno, el derecho interno de los agrupamiento, el
derecho laboral y el derecho de la cogestión. En tanto que el derecho comercial
tradicional se concentra en el derecho externo privado de las empresas comerciales.
Finalmente el derecho comercial tradicional no comprende siquiera el derecho externo
de todas las empresas.116
116
SCHMIDT, KARSTEN, Derecho Comercial, traducción de la 3ª edición alemana, Federico E.G.
Werner, Supervisión Académica Rafael Mariano Manóvil, p 12, Editorial Astrea de Alfredo y Ricardo
Depalma, Buenos Aires, 1997.