Está en la página 1de 4

Santiago 5:16

Título: Características de una oración eficaz

Introducción

Primero tenemos que comprender que la palabra eficaz significa “Algo que produce el
efecto/resultado esperado”, “fuerte, Poderoso”, podemos decir que la oración eficaz es la
oración que trae consigo una respuesta de bendición de parte de Dios para nuestras vidas.

Hermanos y hermanas todos los seres humanos atravesamos una serie de adversidades la
vida, situaciones que pueden ser: enfermedad, escases económica, algún problema de tipo
familiar y que pueden ser dentro de la sociedad que nos rodea y entre otras situaciones más,
y que por causa de estas situaciones nos llega la aflicción, la angustia, la debilidad de
nuestra fe y que a veces nos hemos solos, sin que alguien pudiera ofrecer alguna solución a
nuestro favor de la problemática que estemos viviendo.- Sin embargo para poder vencer
todas las dificultades y/o situaciones difíciles de la vida, Dios en su gran amor y
misericordia ha puesto a nuestra disposición como hijos y creyentes en él, una herramienta
poderosa llamada “oración”. Algo que debemos resaltar, para que nuestra oración sea una
oración de mucho poder y que de resultados maravillosos debemos de confesar nuestros
errores, debilidades y todo lo nos aleja de la presencia de Dios, porque nuestro Dios le
interesa un corazón limpio, contrito y humillado y así de esa manera alcanzamos gracia y
misericordia y el oportuno socorro del Todopoderoso.

Y como sabemos que la oración es la base o la herramienta que tenemos para comunicarnos
con Dios, es muy importante aprender por medio de la palabra de Dios, algunas
características para que la oración sea eficaz.

1. Una oración que nace de un corazón limpio (Marcos 11:25)

Cuando oramos normalmente, lo primero que hacemos es pedirle a Dios perdón de nuestros
pecados, por nuestras ofensas, pero surge la pregunta ¿Hemos perdonado nosotros?.

Aquí nuestro Señor Jesucristo, no pide que cuando estemos orando, tenemos que perdonar a
nuestro ser querido si algo mal nos ha hecho, para que Dios también perdona nuestros
pecados y así podamos tener un corazón agradable ante los ojos de él. En pocas palabras
debemos tener un corazón perdonador, contrito (arrepentido) y humillado.
Esto nos confirma Salmos 51:17 TLA Para ti la mejor ofrenda es la humildad, Tú mi Dios
no desprecias a quien con sinceridad se humilla y se arrepiente.

Samos 73:1 Ciertamente es bueno Dios para con Israel, para con los de limpio
corazón.

2. Una oración en medio de cualquier circunstancia (Santiago 5:13-14)

2.1 Orar en medio de la aflicción: (v.13ª) La palabra aflicción se refiera a toda clase de
luchas y pruebas, aquí Santiago nos indica que cuando somos visitados por sentimientos de
amargura, tristeza y pesar, procesos de enfermedad, escases económicos, problemas en el
matrimonio, problemas con los hijos, situaciones que nos afligen y que no nos permiten
vivir en paz, Santiago no dice “Haga oración”, ya que la oración es el medio por el cual le
expresamos a Dios de toda nuestra situación, para que él toma el control y que por medio
de su amor y misericordia nos pueda fortalecer y podamos resistir ante tales situaciones, y
así estar libres y vivir en paz y bendición antes los ojos de Dios.

2.2 Orar cuando estamos alegres: (v. 13b) Cuando hablamos de alegría, nos referimos a
una vida de paz, de tranquilidad, de salud, de unidad en familia, es decir la expresión que
uno puede tener cuando todas las cosas estén marchando bien. Aquí Santiago nos dice que
cuando estamos alegres debemos cantar alabanzas (levanto mis manos para agradecerte),
en otras palabras debemos reconocer que Dios es quien no ha bendecido y por lo tanto
debemos adorar cantándole himnos de alabanza que salga de los más profundo de nuestros
corazones, porque Dios es el Señor de nuestra vida y de todo los que nos sucede. Aunque
orar es muy diferente que cantar, la biblia nos enseña que están íntimamente relacionado,
ejemplo: “Señor oye mi voz, se atento tus oídos, se atento a la voz a la voz de mi
clamor, rey mío oh Dios mío delante de ti yo oraré”

3. Una oración conforme a la voluntad de Dios (1 Juan 5:14-15)

Es interesante saber que como cristianos solamente nos enfocamos en la fe para orar, sin
embargo este texto nos enseña que hay que orar con fe pero pidiendo aquellas cosas que
van de acuerdo a la voluntad de Dios. Conforme a la voluntad de Dios.

Es decir Dios no nos dará lo que le pidamos, aunque lo pidamos con fe, si lo que estamos
pidiendo no está de acuerdo a su voluntad. La verdad es que todo nos gusta lo que dice San
Mateo 21:22 “Y todo lo que pidieres en oración, creyendo lo recibiréis), Pero hay que
comprender que este versículo tenemos que verlo a la luz de lo que nos enseña 1 Juan
5:14 TLA “Confiamos en Dios, pues sabemos que él nos oye, si le pedimos algo que a
él le agrada”.

4. Una oración con fe (Santiago 1:6-8 TLA)

Una oración eficaz debe de ser una oración agradable al Señor, con fe confiando en su
amor, en su poder y en su fidelidad con nosotros, al hablar de fidelidad es la promesa Dios
le transmitió al profeta Isaías (41:10) No temas, porque yo estoy contigo, no desmayes
porque yo soy tu Dios que esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la
diestra de mi justicia.

Una oración eficaz no Existe duda en ella. La duda de nuestro corazón ofende y desagrada
al Señor, pues cuando se duda, estamos desconfiando del Poder de Dios, él es digno de toda
nuestra confianza.

Hebreos 11:6 dice Pero sin fe es imposible agradar a Dios.

Mateo 21:21. Jesucristo nos enseña que la duda es el principal obstáculo de nuestras
oraciones “Respondiendo Jesús les dijo: De cierto os digo, que si tuvieras fe y no dudareis,
no solo haréis esto de la higuera, sino que si a este monte dijereis: Quítate y échate en el
mar será hecho”

La única forma de vencer nuestra duda es Poder creer en Dios. Marcos 9:23 Jesús le dijo: Si
puedes creer, al que cree todo le es posible.

La oración eficaz del justo puede mucho. Esto quiere decir que una oración integra y
poderosa de una persona justa produce resultados extraordinarios y maravillosos y de
mucho poder.

Veamos un ejemplo de un hombre de fe, un hombre que creyó en el poder de Dios.

Ejemplo: Santiago nos da un claro ejemplo de la vida del profeta Elías Vv. 17-18, Quien
era Elías, Santiago nos dice que “Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las
nuestras”, Es decir es un ser humano como todos nosotros, con nuestras mismas
debilidades, temores, frustraciones, depresiones y entre otros aspectos que todo ser humano
posee, Elías no logró que no lloviera sobre la tierra por tres años y seis meses solo por ser
profeta de Dios, sino que él lo logró por la oración ferviente que él hacía ante la presencia
de Dios todo poderoso. Oró para que no lloviera y luego oró para volviera a orar, ese es el
poder de la oración.

CONCLUSIÓN

Debemos hacer una reflexión acerca de nuestras oraciones y preguntarnos que si


cumplimos con estas características para poder recibir el anhelo y el deseo de nuestros
corazones.

También podría gustarte