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SEÑORA JUEZ INSTRUCTOR TERCERO DE FAMILIA

Interpongo recurso de apelación.-


Otrosíes.-
Yo, BENITO CARMONA ZELAYA, en el proceso de asistencia familiar que sigue VIRGINIA
REQUELME MUÑOZ, a Ud., con respeto, expongo y pido:
El día miércoles 16 3 del mes en curso, he sido notificado con la sentencia Nº 32/2014 de fs.
91 a 94, dictada en fecha 14 de abril del presente año, en cuya parte resolutiva se declaró probada
en parte la demanda de asistencia familiar a favor de los menores LUISA CARMONA REQUELME y
JOSÉ FERNANDO CARMONA REQUELME, a quienes les ha fijado una asistencia familiar de Bs.
500 por mes, en total, Bs. 1.000, a ser depositada en la Sección Depósitos Judiciales, bajo
conminatoria de librarse mandamiento de apremio, esta determinación lamentablemente me causa
agravios, por lo que me veo en la necesidad de impugnarla, para que el tribunal ad quem, repare el
daño que se me ha ocasionado.
2.- RECURSO DE APELACIÓN.- El Código de Procedimiento Civil, ha sido complementado
por la Ley de Abreviación Procesal Civil y de Asistencia Familiar Nº 1760 de 28 de febrero de 1997,
por lo que con apoyo del art. 69 de esta Ley especial, me permito interponer el recurso ordinario de
apelación, en efecto devolutivo, además que el art. 180 – II, garantiza el principio de impugnación en
los procesos judiciales, reiterado en el art. 30 numeral 14 de la Ley del Órgano Judicial.
3.- FUNDAMENTOS DEL RECURSO.- El recurso se funda en los siguientes argumentos:
a).- VIOLACIÓN DEL PRINCIPIO DE CONGRUENCIA Y OTROS DE CARÁCTER
CONSTITUCIONAL.- El art. 190 del Código Procesal Civil, consagra el principio de congruencia, al
disponer: “La sentencia podrá fin al litigio en primera instancia; contendrá decisiones expresas,
positivas y precisas; recaerá sobre las cosas litigadas, en la manera en que hubieren sido
demandadas sabida que fuere la verdad por las pruebas del proceso; en ella se absolverá o
condenará al demandado”.
Como se advierte, la ley, exige una estricta correspondencia entre el contenido de la
sentencia y las cuestiones oportunamente planteadas por las partes, lo que supone la adecuación
del pronunciamiento o fallo a los elementos de la pretensión deducida en el proceso (sujetos, objeto
y causa); el principio de congruencia, constituye una de las manifestaciones del principio dispositivo
y reconoce, inclusive, fundamento constitucional, pues comportan agravio a la garantía de defensa y
debido proceso, las sentencias que omiten el examen de cuestiones oportunamente propuestas por
las partes, que sean conducentes para la decisión del pleito (citra petita), como aquellas que se
pronuncian sobre pretensiones o defensas no articuladas en el proceso (extra petita), finalmente,
puede darse el caso de que el juez dicte sentencia excediendo el límite cuantitativo o cualitativo de
las peticiones contenidas en la pretensión o la defensa u oposición, concediendo o negando de los
reclamado por las partes (ultra petita).
En el presente caso, en la sentencia, su autoridad no ha valorado en su verdadera
dimensión la prueba de descargo, consistente en:
-CERTIFICADO DE TRABAJO.- De fs. 32, que acredita que mi persona no es socio de la
Cooperativa Minera Kunti Ltda., sino que trabajo en la modalidad de “SEGUNDA MANO”. Esta
modalidad es una creación de los socios cooperativas mineros y su autoridad como potosina sabe
que la ley General de Sociedad Cooperativas (anterior y vigente), sólo reconocen dos categorías de
trabajadores: 1) socios y, 2) los asalariados.
Con dicha certificación yo he demostrado que no tengo la calidad de socio, menos de
trabajador asalariado, sino como segunda mano, vale decir, que trabajo, cuando un socio decide
explotar algún paraje que la Cooperativa le asigna en una bocamina del Cerro Rico, que la posee a
título de arrendamiento; de tal modo que el socio pone a disposición el paraje y los “segundas
manos”, nuestro esfuerzo, materiales, herramientas, insumos para la explotación del paraje, hecho
corroborado por el recibo de fs. 40, que acredita que por el uso de aire (proporcionado por
compresora), se paga, lo propio sucede con la factura de fs. 77, de compra de explosivos y
accesorios; ahora la producción de minerales, la internamos a nombre de cualquiera de los
“segundas manos”, lo que no implica que seamos socios de la Cooperativa. De la utilidad total, un
buen porcentaje se hace entrega al socio, el saldo, es destinado a cubrir los gastos que demanda la
explotación del yacimiento y a la distribución de utilidades entre los “segundas manos”, que
conformamos una cuadrillas o grupo de trabajadores, que no percibimos salario, sino porcentaje de
las utilidades, en la forma precedentemente descrita.
La incongruencia surge con la parte “HECHOS NO PROBADOS”, en la que indica que la
parte demandada, no ha demostrado su capacidad económica, cuando quien debía demostrar este
aspecto correspondía a la actora, conforme ha indicado a fs. 57 (acta de audiencia preliminar), punto
2).
-CONTRATO DE ARRENDAMIENTO DE VIVIENDA.- También se ha presentado como prueba de
descargo, el contrato privado reconocimiento de arrendamiento de vivienda, que cursa de fs. 74 a
75, que tiene el valor legal del art. 1297 del Código Civil, acreditando con esta literal que
mensualmente pago la suma de Bs. 200, por canon de arrendamiento.
-CARGA FAMILIAR.- No se valoró el certificado de nacimiento de hija NATALY PAOLA CARMONA
UÑO, de fs. 76, que tiene el valor legal de los arts. 1296 y 1534 del Código Civil, procreada con la
Sra. INDIRA UÑO MAMANI, a quien mensualmente tengo la obligación de asistirla económicamente,
prueba de ello es el depósito que efectúo en el Banco Unión S. A., que cursa a fs. 44, que merece la
fe probatoria del art. 1296 del Código Civil.
Todos estos hechos los he corroborado por la prueba testifical, cuyas declaraciones de los
Sres. Efraín Condori Martínez, Juan Ibarra Flores y Cristian Toro Chara de fs. 86 a 90 vta., a criterio
suyo han sido contestes en los siguientes hechos:
a).- Vivo en alquiler.
b).- No soy socio de la Cooperativa Minera Kunti.
c).- Trabajo como peón “segunda mano”.
d).- Mis ingresos son bajos.
Esta prueba testifical, debió ser valorada con la reglas de la sana crítica, tomando en cuenta
además la veracidad, certeza de las declaraciones y circunstancia, así como la eficacia probatoria
suficiente, conforme mandan los arts. 476 del Código Procesal Civil y 1330 del Código Civil.
La confesión provocada a la que he sido deferido y cuya acta cursa a fs. 90, es irrelevante,
así por ejemplo, piensa (aspecto subjetivo), de que fuese socio de la Cooperativa Minera Kunti.
Finalmente, hace referencia su autoridad al Informe Social de fs. 63 a 69, que según criterio
suyo será idóneo para acreditar la capacidad económica de mi persona. Sin embargo, dicho informe
si bien ha sido elaborado por orden suya; empero, no la Trabajadora Social, se ha limitado a plasmar
su criterio en función a la versión de los hechos que le ha transmitido la actora, quien inclusive le
hizo entrega de fotocopias simples de las liquidaciones de minerales de fs. 68 a 69, que no sestando
legalizadas carecen del valor legal previsto por el art. 1311 del Código Civil.
Sobre el particular la Corte Suprema de Justicia, ahora denominado Tribunal Supremo de
Justicia, de manera uniforme se ha pronunciado sobre este principio, y a manera de fundamentación
del recurso que interpongo, cito el siguiente caso perfectamente aplicable a este caso: “La sentencia
debe ser exhaustiva, es decir, que debe resolver todos los puntos que como pretensiones plantea el
actor, y en su caso el reconventor; ser congruente en función de los fundamentos y la motivación
correspondiente; obrar en contrario, significa violar la disposición no sólo contenida en el art. 190 del
Cód. Pdto. Civ., sino también el art. 398 del Cód. Fam., por la naturaleza del litigio, por cuanto la
sentencia debe poner fin en primera instancia a todas las peticiones, excepciones y defensas
opuestas por las partes no solamente en los aspectos personales y familiares de los contendientes,
sino también en lo relativo al patrimonio del matrimonio, extremo éste que no puede ser omitido en el
fallo”. A. S. Nº 26, de 17 de enero de 2003, Sala Civil. Ministro Relator Dr. Kenny Prieto Melgarejo.
Habiendo violado su autoridad este principio –reitero- contenido en el art. 190 del ritual de la
materia, corresponde enmendarla por el tribunal superior.
Inclusive el Tribunal Constitucional a través de la S.C. Nº 0143/2006, de 6 de febrero, ha
interpretado sobre la facultad fiscalizadora del superior en grado, así como del tribunal de casación,
que pueden declarar la nulidad por haberse atentado al orden público, este precedente indica: “III.4.
Cabe hacer notar que el art. 15 de la LOJ establece: “Los tribunales y jueces de alzada en relación a
los de primera instancia y los de casación respecto de aquellos, están obligados a revisar los
procesos de oficio, a tiempo de conocer una causa, si los jueces y funcionarios observaron los
plazos y leyes que norman la tramitación y conclusión de los procesos para aplicar en su caso las
sanciones pertinentes”, y si bien -como ha señalado este Tribunal Constitucional- el art. 15 de la
LOJ., faculta a los tribunales de manera general a declarar nulos los actos procesales en los que se
adviertan vicios, dicha disposición debe ser interpretada en concordancia con otras –se entiende-
aplicables al caso concreto. En ese contexto, por una parte se ha señalado el art. 251 del CPC., que
dispone expresamente que “ningún trámite o acto judicial será declarado nulo si la nulidad no
estuviere expresamente determinada por ley”, cuya previsión -como manifestación legal del principio
de especificidad- señala el marco al que debe someterse el tribunal de casación o nulidad; sin
perjuicio de la aplicación del art. 252 que dispone que el juez o tribunal de casación “anulará de
oficio todo proceso en el que se encontraren infracciones que interesan al orden público”, norma
concordante con el art. 90 del CPC……”.
Precedente constitucional que el tribunal ad quem, debe aplicar por ser obligatoria y
vinculante, según señalan los arts. 4 y 44 de la Ley del Tribunal Constitucional Nº1836 de 1º de abril
de 1998, aun vigente.
Asimismo, con la sentencia, se ha atentado a los principios de seguridad jurídica y verdad
material, proclamados por los arts. 178 – l y 180 – l de la Constitución Nacional y que merecen ser
reparados por el superior en grado. Lo propio ha sucedido con el derecho de defensa y garantía del
debido proceso, previstos en los arts. 115 – II, 117 – I, 119 – ll de la misma Constitución, al haberme
condenado a pagar un monto que no condice con mi situación económica, es más aquéllos (derecho
de defensa y debido proceso) son derechos humanos, considerados también como fundamentales,
según lo establece el art. 10 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, de 10 de
diciembre de 1948, que también ha sido infringida, pues corro el riesgo cierto de que no podré
cumplir con el monto cuantificado por su autoridad, no teniendo más que ser apremiado.
El tribunal constitucional, se la alineado a la corriente del activismo judicial, la cual sostiene
la eficacia de los derechos fundamentales frente a la ley y a los demás actos y decisiones de
autoridades públicas e inclusive de particulares, permitiendo la revisión de decisiones judiciales, en
aquellos casos en los que la sentencia judicial lesiona un derecho fundamental o es fruto de un
proceso en el que se ha lesionado el derecho de defensa y debido proceso; derechos que
prevalecen en el orden interno, según disponen los arts. 13 – IV y 410 – II de la nueva Constitución
Nacional, toda vez que integran el bloque de constitucionalidad, también dicho activismo alcanza
cuando se infringe normas procesales de orden público, como en el caso presente.
El Dr. Alfredo Antezana Palacios, en su obra “Nulidades procesales”, pagina 218, indica:
“…..Parry, indica: de “cualquier modo a un acto desprovisto de las garantías establecidas en la
Constitución y por la ley, se le puede negar existencia, no reconociéndolo ni como cosa juzgada, ni
como sentencia”.
Sobre el particular para la nulidad que se persigue corresponde aplicar la Sentencia
Constitucional Nº 1359/2003 de 18 de septiembre, que en su parte pertinente indica: “III.2.1. Que,
cuando una resolución o un acto que se emite o se ejecuta transgrediendo el ordenamiento jurídico
se vicia de nulidad, significa que la resolución o acto carecen de valor o eficacia jurídica, pues no
nacen a la vida jurídica, toda vez que la nulidad significa carencia de valor, o falta de eficacia por la
ilegalidad del acto; empero, la nulidad no se opera de hecho sino de derecho, lo que supone que
debe ser declarada judicialmente cuando ha sido atacada por los medios constitucionales y
legalmente previstos en el ordenamiento jurídico; cabe aclarar que la autoridad judicial competente,
ante quien se impugna el acto o resolución, no los anula sino declara la nulidad preexistente; en
consecuencia, los efectos de la declaración de nulidad son ex tunc, es decir, retrotraen las cosas o
los hechos a su estado original, al momento en que se produce el vicio de nulidad; lo que supone
que todos los actos o resoluciones asumidos o adoptados con posterioridad pierden sus efectos
jurídicos, dejan de tener existencia jurídica”.
Consiguientemente, no puede admitirse los errores tanto de hecho y derecho denunciados.
4.- NO EXISTE VALORACIÓN DE LA PRUEBA.- De principio señalaremos que por
valoración o apreciación de la prueba judicial, se entiende la operación mental que realiza el juez y
que tiene por fin conocer el mérito o valor de convicción que pueda deducirse de su contenido; con
este acto intelectivo, el juez precisa qué hechos han sido probados y qué otros no, es por ello que el
art. 397 del Código Procesal Civil, dispone que en sentencia, el juez tiene la obligación de valorar las
pruebas esenciales y decisivas para formar convicción, de acuerdo a su prudente criterio o sana
crítica e inclusive puede tomar en cuenta la conducta procesal de las partes e inferir presunciones
judiciales que se hallan establecidas en los arts. 1320 del Código Civil y 477 del Código de
Procedimiento Civil.
En el presente caso, en el Considerando II, para declarar los Hechos Probados y No
Probados, su autoridad se limita a efectuar una simple relación de las pruebas propuesta y hechas
producir por las partes, violando las disposiciones legales precedentemente señaladas, así como lo
dispuesto por los arts. 190 y 192 caso 2 del Código Civil, por lo que deberá revocarse la sentencia,
ya que no se comprende qué medios probatorios le han otorgado convicción suficiente para fijar el
monto de la asistencia familiar, cuando su autoridad afirma que no se ha demostrado mi capacidad
económica.
5.- PETITORIO.- Estando interpuesto el recurso ordinario de apelación en tiempo oportuno,
pido concederlo ante el superior en grado, a objeto de que ejerciendo la función fiscalizadora, dicte
Auto de Vista:
5.1.- ANULANDO OBRADOS, hasta la sentencia, disponiendo pronuncie una nueva, o
alternativamente,
5.2.- REVOCATORIO parcial del fallo de primer grado, en lo referente al monto de asistencia
familiar, efectuando una modificación acorde a los datos del proceso, pruebas y las condiciones
económicos que tengo.
Pedido que se ampara en aplicación de lo dispuesto por los art. 237 parágrafo l numerales
3 y 4 del Código Procesal Civil.
Es cuanto solicito en justicia y derecho.
Otrosí 1º.- Adjuntaré el comprobante de caja por la Saca de Expediente, pido se tenga presente.
Potosí, 22 de abril de 2014

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