Está en la página 1de 17

Universidad Nacional Mayor de San Marcos

Universidad del Perú. Decana de América

Facultad de Educación

Escuela Profesional de Educación

La Iglesia católica en la Hispanoamérica colonial

Presentada para el curso de Proceso Cultural Histórico del Perú, dirigido


por el docente Salazar Quispe, Robert

GRUPO 6: EUNOIA

AUTORES

Daniel Armando ARDILES TORRES

Renzo AROTINCO QUISPE

Luz Gabriela AVILA CORTEZ

Yovanna Stefany TORRES TEJADA

Hugo Abraham QUIÑONES SANCHEZ

Lima, Perú

2021
LA IGLESIA CATÓLICA EN LA HISPANOAMÉRICA COLONIAL

EL ESTABLECIMIENTO DE LA IGLESIA CATÓLICA EN EL NUEVO MUNDO

Para comprender cómo la Iglesia católica se instaló y organizó en América es preciso considerar
las condiciones en que se encontraba la península Ibérica en ese momento. A finales de la Edad
Media, los reinos ibéricos habían sufrido una experiencia decisiva, la cual fue la reconquista de
los antiguos territorios cristianos. Así mismo, se puede detectar la similitud entre la reconquista
con la forma militar de las cruzadas, pero esta tenía la misma mezcla de empresa secular con
un propósito religioso. Asimismo, existió la noción de que la fe tiene que propagarse por medios
militares, al igual que en las cruzadas. Además, dentro de estos territorios, los reinos hispanos
gobernados hace mucho tiempo atrás ya habían practicado durante siglos una relativa tolerancia
hacia sus súbditos no cristianos. Al comienzo del siglo XV, se puede apreciar un aumento en la
asimilación de estas actividades no cristianas en el seno de la cristiandad.

Cuando Colón llegó a las Indias occidentales por primera vez, el papado fiscalizó las
expediciones de exploración y conquista, así como la de Portugal al igual que con la de Castilla.
El papado centró su interés en los problemas religiosos de los indígenas, al mismo tiempo que
las conquistas por parte de los españoles en América tuvo legitimidad. Tras la declaración de
legitimidad de los derechos que reclamaban sobre un continente parcialmente conquistado o
explorado, estos les fueron entregados por los Reyes católicos que se vieron obligados a
promover la conversión de los habitantes de las tierras conquistadas. La corona de Castilla
asumió el control de la vida de la Iglesia en un grado desconocido en Europa. El primer
escenario de los conflictos de conciencia sufridos por las autoridades fueron las Antillas. En
1509 el rey Fernando había legalizado la encomienda, un sistema por el que los colonos podían
ejercer derecho sobre los indios y esto podía durar de por vida.

Las dos décadas que siguen a 1519 representan la fase decisiva de la dominación castellana en
América. Desde su cuartel en las Antillas, los españoles invasores conquistaron México y
Centroamérica y, posteriormente, se dirigieron al sur de Panamá y Venezuela, por el Pacífico,
para conquistar el imperio de los incas. Gradualmente, se llegó a la idea de que la expansión
territorial de los conquistadores descubrió comunidades complejas y que fueron ajenas a los
europeos. Además, sus estructuras religiosas se integraron funcionalmente en la vida de estas
sociedades. Solo después de la apertura del horizonte geográfico y humano, la Iglesia realizó la

1
obra evangelizadora que se le pidió en el Nuevo Mundo. Se llevaron a cabo las mismas nociones
de los conquistadores, en parte, del fervor religioso cuando ejecutaron sus crímenes sociales.
Estaban convencidos de que, al someter a pueblos hasta entonces desconocidos, también
estaban sirviendo al cristianismo. Una vez establecida la autoridad española, las órdenes
misioneras entraron en escena para evangelizar a los pueblos vencidos.

En el campo de la actividad misionera en América, las ideas reformistas de la península ya se


habían fusionado con las corrientes del milenialismo y la utopía. Para la iglesia colonial, el
Nuevo Mundo fue la oportunidad que ofreció la conquista de América con el fin de establecer
el verdadero reino evangélico. Es habitual decir que la reforma no tuvo influencia en América
porque la Iglesia de las Indias no fue parte de este. Además, gran parte de los aspectos del
catolicismo de América en los que el Concilio de Trento tuvo un papel que, directa o
indirectamente, resultaría decisivo para las actividades misioneras.

Es así que la evangelización de las Indias fue afectada debido a las tendencias que el Concilio
decidió aprobar; asimismo, la liturgia se siguió haciendo en latín, siendo así cómo no todos los
devotos tenían accesibilidad a la palabra de Dios. El Concilio se muestra muy hipersensible a
la ortodoxia teológica; es por esto que se dejó la vida de la Iglesia en manos de los clérigos,
esto hizo que la situación en América empeorara debido a que existía una superioridad racial
que definía la conducta de colonos y clérigos. A la par, la posición del Concilio de Trento ante
la secesión protestante de Europa inicia distintas prácticas para diferenciar la Iglesia del
protestantismo; a pesar de que en América aún no se daban este tipo protestas, había
características del cristianismo en las Indias, las cuales eran la veneración a los santos, las
indulgencias, entre otros.

De esta manera, la Iglesia del Nuevo Mundo nace de una fusión de dos corrientes, la primera
es el traslado de características de la Iglesia de la península Ibérica; y la otra, la aprobación de
estas características por el Concilio de Trento. Asimismo, por el decreto real la “Ordenanza del
Patronazgo” se confirma la autoridad episcopal; es decir, el obispo es una pieza esencial de la
vida eclesiástica de cada diócesis, además, el clero secular y regular fueron sometidos a la
autoridad de este obispo. No negamos que Trento y sus diferentes tradiciones reformistas
ayudaron a producir un tipo de obispos diferentes. Finalmente, en América se desarrolla una
tradición sinodal debido al Concilio de Trento; asimismo, se celebraron 11 concilios
provinciales en Lima, Ciudad de México, La Plata, y Santo Domingo. También, se celebró un
gran número de sínodos diocesanos. La importancia de estos sínodos era mayor y menor al de
2
los concilios, debido a que, aplicaban la legislación decidida a nivel provincial (menor) y
tomaban decisiones sobre un área específica (mayor).

La Iglesia funcionaba mediante sus obispados tanto en Hispanoamérica como en España, se


establecieron diócesis como resultado de las conquistas militares. En 1504 nace la primera
diócesis en Santo Domingo, a mediados del siglo XVI ya estarían creadas más de la mitad de
las diócesis; algo muy interesante fue que las diócesis creadas después de 1600 no constituyeron
ningún centro principal de la organización eclesiástica, excepto la que se fundó en 1620. Pero
¿qué significado tenía un obispado en la sociedad colonial? Pues, este era un centro
administrativo autónomo que era responsable del trabajo misionero, de la formación de
seminaristas, etc. Asimismo, tenía relación con la autoridad civil, es decir, estaba encargado de
llevar a cabo leyes que procedían de las autoridades políticas (La Audiencia, el Consejo de
Indias y el virrey). Es por esto que las diócesis simbolizaban la proliferación de centros de
actividad e iniciativas eclesiásticas; en estas diócesis, el obispo debía trabajar con el capítulo
catedralicio que, en caso de una vacante prolongada, debía asumir la administración.

Las diócesis también tenían el seminario, que funcionaba como colegio-albergue para la
formación del clero y para los universitarios de humanidades y teología. Asimismo, la parroquia
era una pieza fundamental en la organización de la Iglesia. La parroquia se adaptó a las
condiciones americanas, debido a que los misioneros fundaron doctrinas para la evangelización,
así como el clero secular creó parroquias para los españoles; las primeras eran rurales y las
últimas fueron urbanas. Estas doctrinas tenían como meta incorporar tareas en donde se
enseñaba la doctrina cristiana a los menores y adultos, organizaban la vida social de los
conversos, etc.; es decir, las parroquias transmitían la fe de la población española.

En el s.XVI, los Reyes católicos tenían en claro la política para América, es por esto que deciden
tratar con monjes, ya que estos eran medievales por naturaleza; asimismo, deciden arreglársela
sin los servicios de las órdenes militares, para recurrir a los servicios de las órdenes
mendicantes. Hablar con estos mendicantes en América, era como hablar con cuatro órdenes,
los franciscanos, los dominicanos, los agustinos y los mercedarios; a estas cuatro órdenes se
sumaron los jesuitas, es decir, ahora la misión de evangelizar a América cayó en estas cinco
órdenes religiosas. Tiempo después, aparecen otras órdenes con diversas características, siendo
la principal cuidar a los enfermos y necesitados. Además de estas, las órdenes carmelitas,
jerónimos, trinitarios y mínimos que representaban a pequeños grupos en pocas ciudades; a
pesar de esto, Felipe III les dio la orden de volver a España, ya que no tenían permiso para estar

3
en América. Asimismo, los capuchinos, los oratorianos y los benedictinos de Montserrat,
realizarían distintas actividades.

En los inicios de la colonización castellana de América, los sacerdotes viajaban al Nuevo


Mundo de manera personal; pero con el paso del tiempo, se implementó un conjunto de trámites
que fueron resultado del “pase a Indias”. En el periodo colonial, los seculares seguían
procediendo de manera individual; pero a diferencia de ellos, los regulares obraban en base a
una estructura organizada para sustituir las vacantes del ámbito misional. El lado americano
encargado de enviar personal a las misiones enviaba uno o más representantes de la orden en
América a buscar a personas de la religión en Europa dispuestas a viajar a las Indias y trabajar
ahí, previo a esto pedían permiso al superior general para poder realizar su misión. Asimismo,
en Europa se hallaba el comisario general, vicario general de la orden; ellos tenían función de
intermediarios entre la curia de Roma y las provincias de América, pero también eran el eslabón
esencial para poder conseguir permisos que quisiera el Consejo de Indias o la Casa de
Contratación de Sevilla.

El envío de misioneros a América dependía de la corona para que estas pudieran inscribir
cofrades extranjeros; si bien, en un principio los eclesiásticos tenían los mismos requisitos que
los seglares, hubo muchas variaciones. Desde el s.XVII, los jesuitas logran obtener más
permisos, en los cuales se les permitía mandar sus sacerdotes a América, algo peculiar fue que
en entre estos jesuitas se encontraban flamencos, napolitanos, entre otros, que eran incluidas
solo después de castellanizar sus apellidos. Después de que se aprobaba a los nuevos
misioneros, ellos viajaban hacia Sevilla para esperar la autorización de la Casa de Contratación
de partir; este proceso podía incluso demorar un año, pero, cuando lograban llegar a su destino,
se les repartía en casas religiosas de la provincia. De esta forma lográndose convertir estos
misioneros en una “maquinaria político-eclesiástico”, esto bajo el mando de la corona de
Castilla.

Se formaron colegios en la península con el objetivo de formar a jóvenes sacerdotes para que
formaran su carrera religiosa en América y África, las expediciones podían variar tanto de lugar,
tiempo y cantidad de misioneros que fueran a las provincias, y así poco a poco se fueron
criollizando, incluso aun cuando los criollos apoyaban a los reclutamientos la iglesia se contaba
con la presencia blanca en el periodo colonial y rechazando la inclusión de los indios en la
carrera sacerdotal; la mayoría de los frailes y prelados se encontraban profundamente

4
etnocéntricos y tomaban una posición en rechazo de la inclusión de los indios para el sacerdocio
católico.

No fue sino hasta 1576, que el papa Gregorio XIII otorgó a los mestizos la probabilidad de
convertirse en sacerdotes debido a la carencia de sacerdotes que sepan las lenguas indígenas,
aunque en la práctica se seguía excluyendo a estos a la orden sacerdotal hasta la segunda mitad
del siglo XVIII, en donde ya se veía algunos mestizos de sacerdotes y escalando otros altos
mandos sacerdotales, aunque igualmente se les seguía viendo como una especie de segunda
clase entre los monseñores. Asimismo, las órdenes religiosas femeninas tenían un papel
estrictamente espiritual y se dedicaban a la labor de la caridad y de la educación en distintas
casas hogar, dos santas de latinoamérica pertenecían a estas órdenes religiosas como lo son
Santa Rosa de Lima y Santa Mariana de Jesús.

Se destaca especialmente 4 personalidades en este primer siglo de evangelización en América,


en donde se encuentran: Bartolomé de las Casas que dedicó medio siglo de su vida a la defensa
de los indios y la forma que estos eran tratados en el sistema colonial, igualmente profetizó
cómo sería el decaimiento de España debido al abuso de los indios; Vasco de Quiroga quién
con su llegada a México como oidor de la Audiencia de México percibe el repudio hacia los
indios en la sociedad colonial y al cabo de unos años fundó un hospital para ellos, en donde
siendo ya Obispo denunció la explotación de parte de los encomenderos.

También se encuentra Domingo de Santo Tomás quién recorrió la sierra peruana en busca de
favorables y recogiendo los votos necesarios para liberar a los indios de las encomiendas
abusivas, a su vez, publicó la primer gramática en lengua quechua; y finalmente, Santo Toribio
de Mogrovejo, quién organizó la iglesia peruana en su cuarto siglo de gobierno en donde se
hizo varios concilios provinciales, asimismo se enfrentó a diversas autoridades con tal de
informar al papa sobre la situación en la Iglesia de las Indias.

5
CONSOLIDACIÓN DE LA IGLESIA

En la mitad del s. XVII, la Iglesia y todo lo que la conformaba se trasladaron de España a las
colonias; sin embargo, no se crearon nuevos obispados desde 1620 hasta 1777, pues su asunto
de mayor importancia fue la consolidación y la estabilización en las colonias, por ende, se
deduce que no tuvieron un crecimiento exponencial y que se sostenían de las rentas obtenidas
en el siglo anterior. Solo a la fundación de universidades se le puede considerar como un
crecimiento.

Las órdenes religiosas fueron las que tomaron la mayor responsabilidad en este ámbito
educativo, los jesuitas instauraron universidades en distintos lugares como Santiago de Chile,
Córdoba, La Plata, Bogotá y Cuzco; los dominicos, en Santiago de Chile, Quito y Guatemala;
y los franciscanos en el Cuzco. A pesar de instaurar universidades, la gran mayoría estaba
enfocada en la formación del clero, proporcionando la enseñanza de la Filosofía y la Teología;
y solo unas pocas contenían cátedras de Cánones, Derecho, Lengua indígena, Medicina y
Ciencias naturales. Como las universidades eran respaldadas por la Iglesia, tenían la función de
legitimar el sistema colonial y adormecer el pensamiento crítico; sin embargo, cada una de estas
instituciones colocó los cimientos de una relativa actividad en sus respectivas zonas.

Aunque al inicio no hubo gran avance de la Iglesia en el aspecto del desarrollo del pensamiento
crítico, sí hubo distintas actividades y actitudes con respecto a las prácticas religiosas indígenas,
las cuales se endurecieron durante el s. XVII. La presencia de estas prácticas religiosas no
cristianas fueron un indicador para determinar que las campañas misioneras fueron un fracaso
y por eso la Iglesia restó importancia a las campañas y se tomó la decisión de destruir todo lo
relacionado a las religiones indígenas. La institución dedicada a esta supresión de religiones
paganas era la Inquisición, fundada por Fernando e Isabel, que ocasionaron mucho maltrato
contra muchas etnias y viajeros provenientes de Brasil, a quienes acusaban de judaizantes,
además, la Inquisición hispanoamericana hizo valer su autoridad con los negros esclavos y
libres que realizaban sus prácticas religiosas.

En los inicios del siglo XVII, la Iglesia obtenía ingresos económicos por parte de los blancos,
mestizos y, de cierta manera, también de los indios, quienes entregaban sus diezmos. A pesar
de obtener grandes ingresos, la Iglesia se había estancado pues ocurrieron múltiples disputas
internas entre las órdenes, obispos, peninsulares y conventos. Sin embargo, aún se realizaban
las campañas misioneras, de las cuales se destacan los jesuitas y los franciscanos. Los jesuitas

6
fueron la última orden religiosa en llegar a América y los que pusieron en práctica a gran escala
un modelo de evangelización distinto al de la predicación forzosa, colonizadora y
castellanizante; su sistema de evangelización por reducciones adoptó la creencia de “hay que
ser hombre antes que cristianos”, esta se puede entender como que el mundo colonial debe
permitir al indio ser un hombre libre de injusticias; dicha creencia y conflictividad con los
colonos llevó a la expulsión de los jesuitas.

Por otro lado, los franciscanos contaban con una tradición misional y doctrinaria, las cuales
tuvieron éxito en su labor en la época antillana. Después, la Orden también pasó por un periodo
de criollización, lo que ocasionó una reducción de su ardor evangelizador, y que pase de ser
una de las órdenes de mayor cantidad de misioneros a ser una de las que tuvo que depender del
voluntariado para atender los nuevos y antiguos campos de evangelización. El renacimiento
misionero franciscano adoptó una postura reformista, inspirada por los métodos misionales
jesuitas, así, comenzaron con la creación de una cadena de colegios, dirigidas por el fraile
mallorquín Antoni Llinás y franciscanos españoles, cuyo propósito principal era la labor
misionera. Estos hechos ocasionaron repetidamente conflictos con los colonos. Tras la partida
de los jesuitas, los franciscanos ampliaron sus deberes evangelizadores en gran manera y, tras
la época colonial, sus deberes se extendieron desde el sur de Chile hasta Arizona, California y
Nuevo México.

LOS EFECTOS DEL NUEVO REGALISMO EN LA IGLESIA A FINES


DEL SIGLO XVIII

En el s. XVIII surgió un intenso conflicto ideológico que afectaba política y eclesiásticamente


a España y América. Esto fue producto del patronato que la Corona ejercía sobre la Iglesia en
Hispanoamérica desde el s. XVI. El cual se fortaleció con el galicanismo reformista y de
carácter ilustrado durante el s. XVIII, ya que surgieron numerosos tratados que defendían el
regalismo y la soberanía inalienable producto del derecho divino de los reyes. A su vez, estos
regalistas veían a los jesuitas como un obstáculo para el cumplimiento cabal del poder del
Estado sobre la Iglesia, no solo porque ellos poseían autoridad y poder en la educación y en la
orientación de la conciencia, sino porque era la institución que se había mantenido
independiente de la autoridad episcopal y de la manipulación estatal, llegando a ser poderosos
tanto en la metrópoli como en las colonias; por tal motivo, la doctrina jesuita llegó a significar
la deslealtad hacia la Corona y hacia los derechos que ella reclamaba.

7
Durante la campaña antijesuita, declarada a mediados del s. XVIII, Carlos III aplicó la
Pragmática Sanción (1767), con lo cual expulsó a los jesuitas de sus dominios americanos y
europeos, esto generó consecuencias negativas en el campo educativo, tanto en las
universidades, colegios y misiones. Una vez libres del poder jesuita, la Corona intentó controlar
aún más la Iglesia bajo el dominio estatal, con lo cual, durante las dos últimas décadas del s.
XVIII, la Iglesia era una entidad completamente dependiente y subordinada al Estado español.
Esto se evidenció cuando en el año 1780, en la rebelión de los comuneros contra los impuestos
en las provincias de El Socorro, Tunja, Sogamoso, Pamplona y los Llanos, el arzobispo
Caballero y Góngora de Bogotá, representante de la autoridad colonial, fingió aceptar las
demandas de los comuneros; pero cuando estos estaban por ganar, denunció los acuerdos y los
reprimió mediante la fuerza militar.

Mientras tanto, en Perú, los indios y mestizos se rebelaron ante los abusos coloniales, en 1780,
se alzaron las regiones de Cuzco, Arequipa, Huamanga, y Puno, luego, en 1781, lo hicieron los
de La Paz, Oruro, Cochabamba y Chuquisaca. Existieron pocos sacerdotes que simpatizaban
con la lucha; sin embargo, se especula que la simpatía del arzobispo Juan de Moscoso fue parte
de una conspiración, con ello se demuestra que la Iglesia estaba ahí para servir a la Corona. Sin
embargo, en 1808-1810, la lealtad del bajo clero, en su mayoría criollos, es menos segura, ya
que este grupo estaba resentido por la monopolización de los altos cargos eclesiásticos por parte
de los peninsulares; por ello, el bajo clero tuvo un papel destacado durante el proceso
independentista; pese a ello, luego de las guerras independentistas, la autoridad de la Iglesia y
el patronato sobrevivieron. Pero las nuevas repúblicas tenían pensado limitar el poder y los
privilegios de la Iglesia; de este modo, la relación entre la Iglesia y el Estado fue un tema de
discusión política durante todo el s. XIX.

8
APRECIACIÓN CRÍTICA PERSONAL

Avila Cortez, Luz Gabriela: Patronato

En el texto se menciona que el patronato se originó en el s. XVIII, uno de los mayores conflictos
ideológicos. Este concepto hace referencia a la concesión de privilegios que el papa transfiere
a los reyes en relación con la Iglesia católica; de este modo, los reyes eran quienes decidían
sobre los asuntos de la Iglesia, incluyendo la designación de los altos cargos eclesiásticos.
Asimismo, los reyes y las altas autoridades estatales sustentaban este patronato en el regalismo
y en el derecho divino de los reyes, el cual era inalienable; por ello, bajo este principio, el
patronato se debía de aplicar tanto en el territorio americano como europeo.

Si bien es cierto, el patronato debía de emplearse en todos los territorios de la Corona, de este
modo, la Iglesia y todos los miembros de ella, estaban subordinados al poder de los reyes; sin
embargo, esto no se aplicó en todos sus territorios, tal es el caso de los jesuitas en Perú, quienes
habían monopolizado el poder de la enseñanza universitaria, escolar y misionera; por ello,
habían logrado mantener su autonomía a pesar de los preceptos episcopales y estatales, por lo
cual, esta orden representaba una amenaza al secularismo español.

Arotinco Quispe, Renzo: Cruzadas

Las Cruzadas fueron campañas militares, las cuales en su totalidad estaban organizadas por el
Papa y las civilizaciones cristianas occidentales para que Jerusalén, la Tierra Santa, salga del
control de los musulmanes. Se relatan que hubo 8 grandes cruzadas entre los años 1095 y 1270.
La idea de las Cruzadas tuvo mayor enfoque para la gente cristiana a diferencia de otras
regiones, esto se pudo observar en el Báltico, en donde se enfrentaron a las comunidades
paganas del Viejo Continente y en la península Ibérica contra los moros musulmanes.
Involucraron también a emperadores y reyes; además, sumaron a sus filas a devotos caballeros
y guerreros humildes, estas guerras, como cualquier otra, trajo consecuencias tremendas para
todos los involucrados. Al finalizar estas guerras tuvieron varios efectos negativos en la
sociedad de ese entonces, estos trajeron muerte y vidas arruinadas, así como fuentes de
sustentos básicos destruidos.

9
Tanto las Cruzadas como la Santa Inquisición tuvieron ideas y fines similares, si bien es cierto,
las Cruzadas justificaron su accionar en la recuperación de la Tierra Santa, estas guerras
también tuvieron un trasfondo económico, de igual modo sucedió con la Santa Inquisición, la
cual, a través del miedo y castigo, pretendía unir a España en una sola religión, esto no solo por
un fin religioso, sino también económico. De este modo, estos dos entes “religiosos” estaban
relacionados por la Iglesia católica y, además, compartían intereses similares .

Ardiles Torres Daniel Armando: La Inquisición española

La Inquisición hace referencia a un conjunto de instituciones pertenecientes a la Iglesia católica,


cuyo objetivo primordial era la eliminación y supresión de prácticas consideradas herejías por
ellos, como el judaísmo y las reformas protestantes. Estas instituciones se fundaron en España
durante el S. XV por los reyes católicos, posteriormente se extendió a los distintos reinos de
Aragón incluyendo Sicilia y Cerdeña, y más adelante fue trasladado a las distintas colonias en
América, tal es el caso de Perú, México, Argentina, Panamá, etc.

La Inquisición española en el virreinato tomo cartas en el asunto de manera leve durante la


realización de campañas evangelistas hechas por las órdenes religiosas; sin embargo, como ya
se mencionó en el texto, su participación aumentó después de que la Iglesia determinara que las
campañas evangelistas fracasaron y, así como aumentó su participación, también aumentó sus
acciones violentas contra la población indígena, afrodescendiente e incluso con mercaderes
provenientes de Brasil a quienes le cobraban impuestos mayores bajo la excusa de ser
judaizantes.

Torres Tejada, Yovanna Stefany: Órdenes mendicantes

En el texto podemos ver que se mencionan las “órdenes mendicantes”, estas “órdenes
mendicantes” nacen en la Edad Media como un intento de cambio en el modo religioso, un
ideal evangélico. Es decir, son órdenes religiosas que se mantienen con la limosna de los
devotos, asimismo, induciendo a la pobreza a los individuos y conventos. Se formaron distintas
órdenes mendicantes a lo largo del tiempo, por ejemplo, los jesuitas, los franciscanos, los
dominicos, los jerónimos, entre otros; que tuvieron distintas funciones.

Podemos ver que en el texto nos mencionan que estas órdenes tenían un propósito en común,
el cual era llevar el cristianismo a los hispanoamericanos. Entre estas órdenes, se encontraban

10
vlos franciscanos, dominicos, mercedarios, jesuitas y agustinos, a ellos se les encomendó
evangelizar a América. Y así, con el paso de los tiempos, aparecen más órdenes que estarían
encargadas de cuidar a los necesitados y enfermos de las ciudades a las que eran derivadas; y
otras órdenes tenían como función contribuir en la educación de estas ciudades.

Quiñones Sanchez, Hugo Abraham: Inclusión sacerdotal mestiza

Debido a la escasez de sacerdotes que puedan interpretar y hablar lenguas indígenas el papa
Gregorio XIII ordenó la inclusión de sacerdotes criollos, es decir, hombres con linaje español e
indígena, lo cual obtuvo un absoluto rechazo por parte de los frailes franciscanos y sacerdotes
misioneros en las expediciones de evangelización, incluso hasta se siguió prohibiendo la
entrada de mestizos a la orden sacerdotal sino hasta la segunda mitad del siglo XVIII, en donde
ya se podían apreciar sacerdotes y obispos mestizos, pero como toda inclusión lleva su proceso,
los otros sacerdotes los seguían viendo como una “segunda clase” menospreciándolos y
mandándolos a parroquias rurales en donde no podrían ser relevantes en la Iglesia.

La forma en cómo se acepta la inclusión de las personas a ciertos cargos jerárquicos o


actividades requiere de una asimilación de parte de las otras personas anteriormente ocupadas
en dicha actividad o cargo, tal es este caso en la Iglesia que recientemente se tiene la total
asimilación de la inclusión de los mestizos en las órdenes sacerdotales, esto se puede evidenciar
con la elección del papa Francisco, siendo el primer latinoamericano en ocupar dicho cargo
eclesiástico y con el pasar del tiempo no solo los mestizos poseen la inclusión ,sino que
actualmente cualquier persona, de cualquier “raza” o condición puede aspirar a cualquier cargo
eclesiástico y gubernamental, claramente esto tomó un proceso y la asimilación con los
pensamientos de la época.

11
APRECIACIÓN CRÍTICA GRUPAL

El primer punto que consideramos relevante mencionar es que la Iglesia católica, cuando llegó
al Nuevo Mundo, no vino con el hecho de traer paz ni igualdad por la mano de Dios como ellos
promulgaban, sino que uno de sus principales fines fue el de evangelizar a toda una civilización
indígena, lo cual se evidenció cuando, después de la conquista, fueron de pueblo en pueblo
evangelizando gente en contra de su voluntad y quienes se oponían eran castigados y asesinados
bajo el pretexto de que eran infieles. Podemos ver cómo la Iglesia, en el pasado, fue causante
de muchas atrocidades e injusticias debido a que ellos quisieron promover la creencia en Dios
a través de la espada.

Otro punto que resaltamos es acerca del papel que cumplió el bajo clero en las colonias, ya que
sus acciones no solo estaban motivadas por la lealtad hacia la Iglesia o la Corona, o por ser
representantes de la autoridad de los reyes en las colonias, sino que también defendían sus
intereses debido a que gran parte de sus ingresos dependían de las fundaciones y capellanías
religiosas que llevaban bajo su cargo; por ello, fueron muy pocos los clérigos que apoyaron las
rebeliones surgidas en la colonia en contra de España, esto se visualiza con el arzobispo de
Bogotá, Caballero y Góngora, quien fingió aceptar las demandas de los comuneros; sin
embargo, a la menor oportunidad, los traicionó; de igual modo sucedió con el obispo del Cuzco,
Juan Manuel Moscoso, quien manifestó simpatizar con las revueltas tupacamarista; sin
embargo, se especula que este apoyo no era más que una estrategia. Por eso, cuando vieron que
durante las guerras independentistas sus privilegios podían desaparecer o disminuir al cambiar
de sistema, parte del bajo clero apoyó estas luchas.

Además, otro punto que cabe resaltar es que los jesuitas fueron la primera orden religiosa que,
inspirados por los franciscanos de la época antillana, pusieron en práctica la labor misionera a
gran escala bajo un sistema que buscaba brindarle a los indios los derechos humanos de los
cuales carecían, dicho sistema e ideologías les ocasionaron varios problemas tanto con los
colonos como con la Corona, lo cual culminó con el exilio de los jesuitas de todos los territorios
de España, incluyendo sus colonias.

Asimismo, otro punto importante es que a parte de los jesuitas, también hubo otras órdenes
religiosas que fueron enviadas por la Corona para cristianizar a las ciudades hispanoamericanas;

12
en donde las más importantes fueron los mercedarios, dominicos, agustinos, franciscanos. Es
así, que a estas órdenes se les encomendaba distintas ciudades en las cuales hacían labores de
ayuda, evangelización y conversión al cristianismo, en algunas ocasiones la educación de estas,
y también se encargaban del reclutamiento de nuevos “misioneros”.

Finalmente, el último punto a resaltar es que en el primer siglo de la evangelización, existieron


personajes que denunciaron los abusos hacia los indígenas y tomaron ciertas medidas para
mitigar los abusos y ayudar a los indios, como la construcción de hospitales y la liberación de
los indígenas de manos de los encomenderos que los tenían prácticamente como esclavos,
defendiendo los ideales de la Iglesia y tomando, poco a poco, con aceptación e inclusión a los
indígenas en la comunidad católica.

13
REFERENCIAS:

Cartwrught.M(2018): World History Encyclopedia: https://www.worldhistory.org/trans/es/1-


15951/cruzadas/

Romero.C(2018): QUORA: ¿Cuáles son las diferencias y semejanzas entre las Cruzadas y la
Santa Inquisición?: https://es.quora.com/Cu%C3%A1les-son-las-diferencias-y-
semejanzas-entre-las-Cruzadas-y-la-Santa-Inquisici%C3%B3n

También podría gustarte