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ANOREXIA NERVIOSA Y BULIMIA

LIT ACUÑA CABARCAS

DOCENTE
MONICA GUEVARA JAIME

UNIVERSIDAD POIPULAR DEL CESAR


VALLEDUPAR – CESAR
2024
ANOREXIA NERVIOSA

La anorexia nerviosa Es un trastorno psiquiátrico de comienzo en la infancia


o adolescencia que se caracteriza por la excesiva restricción de la ingesta.
Aspecto que puede generar una malnutrición progresiva y alteraciones a
nivel de la psique específicas (alteraciones de la imagen corporal o temor a
ganar peso, es un trastorno de la alimentación que se caracteriza por el peso
corporal anormalmente bajo, el temor intenso a aumentar de peso y la
percepción distorsionada del peso.

En realidad, la anorexia no se trata de la comida. Es una manera


extremadamente poco saludable y, en ocasiones, mortal de intentar
afrontar los problemas emocionales. Cuando tienes anorexia, lo que
haces con frecuencia es equiparar la delgadez con la autoestima.

ETIOLOGIA

Se desconoce la causa exacta de la anorexia. Al igual que con


muchas enfermedades, probablemente sea una combinación de
factores biológicos, psicológicos y del entorno.

 Factores biológicos. Si bien aún no está claro qué genes están


involucrados, podría haber cambios genéticos que hacen que
algunas personas presenten un mayor riesgo de padecer
anorexia. Algunas personas pueden tener una tendencia
genética al perfeccionismo, la sensibilidad y la perseverancia:
características vinculadas a la anorexia.
 Factores psicológicos. Algunas personas con anorexia pueden
tener rasgos de personalidad obsesiva compulsiva que les
facilitan seguir dietas estrictas y privarse de comer aunque
tengan hambre. Es posible que tengan una tendencia extrema al
perfeccionismo, lo que hace que piensen que nunca están lo
suficientemente delgadas. Además, pueden tener niveles altos
de ansiedad y restringir su alimentación para reducirla.
Factores del entorno.
La cultura occidental moderna resalta la delgadez. El éxito y la
valoración suelen estar equiparados con la delgadez. La presión de
grupo puede ayudar a fomentar el deseo de estar delgado,
especialmente en las mujeres jóvenes

fases
 Fase 1: La baja de peso o construyendo identidad
 fase 2: El reconocimiento o buscando individuación,
 fase 3: La protesta en la relación familiar o la oposición a
comer.
 fase 4: La protesta del cuerpo o minimización de la fisiología.
 fase 5: La protesta psíquica o minimización del aparato mental.
 Fase uno La baja de peso

Construyendo identidad
 La población general femenina suele no estar satisfecha con su
imagen corporal. Más del 90%6 quisiera bajar de peso o
cambiarla. Por esta razón aprender a controlar el peso a través
del ejercicio, la ingesta y los vómitos; forma parte de las
habilidades culturales del homo sapiens.com (sedentario y de
imaginario cinético). Las mujeres estamos más cerca de buscar
a través de la imagen una solución al acontecer. (9:1 es la
proporción mujeres-hombres de esta patología en la
adolescencia).
 La pregunta, sin embargo, es ¿porqué alguien en el peso
adecuado, para la imagen deseada, sigue disminuyéndolo y deja
de pertenecer al grupo fértil de la población femenina, hasta
quedar en riesgo vital?. Recordemos que los trastornos de
alimentación tienen el doble de mortalidad que cualquier otra
patología psiquiátrica1 y doce veces mayor mortalidad que la
población femenina normal. Bajar de peso puede ser el
resultado de una indicación médica o de un deseo. Se desea
alcanzar un estado de salud una silueta o la pertenencia a un
grupo, por lo cual seducir a través de la imagen, identificarse
con los cuerpos socialmente idealizados y a través de ellos
pertenecer a grupos con privilegios supone aprender la
administración del balance calórico.
 El cuerpo, núcleo central de la identidad, asiento de la
abstracción "sí mismo “o "yo", será integrado durante toda la
vida acogiendo los cambios que la biografía personal traerá.
¿Soy un cuerpo? ¿tengo un cuerpo? Mi cuerpo es parte del
mundo y también el medio por el cual tomo parte en el mundo 7.
Mi fisiología y "yo “en mi propia voluntad ¿vamos juntos o nos
disociaremos (separaremos)?. Y además está este cuerpo que
veo, represento e imagino cuando estoy frente a mi espejo
interno. Mi "objeto-cuerpo “hecho de tantas historias e imágenes
que hemos recibido y representado en la propia imagen
corporal8. Imagen asociada a la autoestima y por lo tanto a la
sensación de bienestar. De ahí que algunos intenten controlar el
bienestar a través de la imagen. Podemos pensar en tantos
cuerpos: el fisiológico sano y silencioso; el tecnificado: medible,
hecho para y por la medicina; el escénico dispuesto a
"representar" el drama o la comedia de una imagen construida
para la aceptación social; el erógeno de superficies placenteras
cutáneo-mucosas 9.
 Pasar por esta fase parece ser parte del desarrollo que todos
hacemos como seres sociales. Si la baja de peso logra su
objetivo y el cambio de silueta es incluido como parte de los
cambios propios de esa etapa de desarrollo, el asunto puede
quedar aquí sin apologizarse, sin embargo, si la baja de peso
significa ser re-conocida (vuelta a conocer ahora con más valor
o atención) se puede seguir hasta la etapa siguiente en la
búsqueda de regular la autoestima por esta vía.
 El ayuno parcial o inicial provoca un alerta fisiológica con
activación de mecanismos de stress 10. Esta forma de
funcionamiento es primitiva, sin elaboración cortical, pre-
frontalizada y se caracteriza por: a. Disminución de la necesidad
de alimentos; b. Aumento de la necesidad de movimiento en una
hiperactividad catecolaminérgica; c. Aumento del tono muscular;
d. Aumento de la velocidad de procesamiento cognitivo; e.
Aumento de la percepción y revisión del entorno, híper alerta; f.
Expulsión de la emocionalidad desde la conciencia o incremento
procesos inhibitorios límbicos. Esta es la alexitimia propuesta
por Sifneos en 1975 (incapacidad de unir el afecto a la palabra)
que descorporizará el discurso 11, haciendo del discurso un
conjunto de palabras sin afecto, vacías al interior de una
comunicación ineficiente, puesto que no comunica sentir (vida).
Un discurso de parloteo que no conecta a uno con otro 12, ni
tampoco a quien lo construye con sí mismo. Un discurso de
riesgo, si asumimos que son los afectos, las emociones quienes
guiarán gran parte de nuestra conducta. El modo fisiológico del
ayuno es uno de sobrevivencia pre-reproductiva donde la
sexualidad genital es tachada. La motivación inicial de la fase
uno va mutando y lo que antes se decía causa, pasa a ser
circunstancia. Ya no la imagen, sino la autoestima es la solución
intentada. En esta fase se ha logrado la imagen requerida y a
través de ella el reconocimiento social buscado como regulador
de autoestima y bienestar. ¿Qué hace que logrado este objetivo
en algunas niñas continúe la restricción y/o aparezcan las
purgas? ¿cómo se pasa a la fase tres?. Es decir ¿cuál es la
diferencia entre portar una identidad normal y portar un trastorno
de alimentación?
 La nueva administración del cuerpo (ingesta, ejercicios)
realizada por la adolescente, a poco andar, es evaluada por los
padres como riesgosa, los cuales empiezan a intentar convencer
a su hija de consumir alimentos para no enfermar o morir.
Preocupados por un tipo de control que parece exagerado y
autodestructivo los padres han intentado ya diversas formas de
persuasión y han quedado en evidencia aspectos agresivos de
la relación antes soterrados bajo "la normalidad" de una imagen
consensuada, y a veces idealizada, "mi hija era tan obediente,
condescendiente". Se instala un antes y después: antes ella era
"fácil de llevar"ahora en cambio "está difícil", no se sabe cómo
relacionarse con ella, dirán las madres (o la familia) ya entrando
en la siguiente fase cuando se saben impotentes frente a esta
voluntariosa hija.
 Fase tres:
 La protesta relacional. Mantener la oposición a comer como
forma de individuación.
 Es en esta fase que se inaugura la pregunta esencial ¿por qué
dejar de comer a pesar del riesgo?, ¿porqué con tanta voluntad?
Sólo es posible entender esto si suponemos que la psiquis está
aún más complicada y necesita que el cuerpo, y que hará un
uso agresivo de éste para obtener sus objetivos, llevando la
dicotomía cuerpo/mente a su máxima expresión disociativa.
Sostener la imagen será entonces equivalente a sostener el
equilibrio psíquico. ¿Qué ha sucedido en el desarrollo mental de
este ser humano que debe recurrir a medidas tan extremas?
Para comprender esto es necesario recurrir al concepto de
apego definido por Bowlby desde la etiología en los años 50. La
unidad madre-hijo supone que una fisiología adulta se acoplará
al recién nacido para asegurarle la sobrevivencia23, a esto se
llama apego13 y requiere de una empatía sobreinvolucrada para
asegurar la madurez fisiológica del niño. Resolver la autonomía
supone desacoplarse de la fisiología adulta y adquirir la certeza
de unidad separada, siendo éste el proceso de
individuación15 que va construyendo el aparato mental de cada
uno de nosotros. La biografía familiar puede entorpecer este
proceso dejando a uno de sus miembros atrapado, sobre
involucrado 24 con otro como si la vida de ambos dependiera de
la existencia del otro. Esta construcción relacional altera el
funcionamiento mental y predispone, especialmente durante la
adolescencia16, a soluciones de autonomía fisiológica.
Llamamos autonomía fisiológica a un cuerpo que puede
sostener por si mismo un equilibrio emocional satisfactorio que
será leído psíquicamente como bienestar. La solución ano
rectica es una de las alternativas patológicas disponibles.
Intentaría encontrar la separación a través de una
pseudoautonomía. Para sentir ese bienestar recurriría a
conductas que llevan, en el mediano o largo plazo, a
complicaciones mayores y aparición de comorbilidades
psíquicas y somáticas.
 La niña intentará hacerse autónoma, es decir, percibir, procesar,
construir y equilibrar por sí misma, sin interferencias de sus
cuidadores el mundo y las personas que lo habitan. Intentará
vincularse de un modo diferente con su familia, habitar la
fisiología de su cuerpo. Sólo así se podrá producir la conexión
con "otro"y saldrá de la sensación de soledad propia de la
adolescencia. Resolver el apego inicial que vuelve a reactivarse
durante la adolescencia supondrá distinguir entre lo propio y lo
próximo. Construir un criterio de realidad emocional que permita
conjugar la primera y la segunda persona con claridad, creando
conexión12 y no sobreinvolucración en la relación.
 Salir de la sobreempatía permanente, de la confusión de
identidades. Esta es tarea de la adolescencia, tarea psicológica,
relacional y del neurodesarrollo de los sistemas, que darán
estabilidad al futuro adulto.
 Tomar una decisión de administración del sí mismo contraria al
modo parental ha sido una conducta característica de los
adolescentes de todos los tiempos y que no necesariamente
conduce a patología. La enfermedad está en sostener con
tenacidad la decisión de administrar el disconfort psíquico a
través del control de la imagen y el peso llevando la fisiología a
un desequilibrio de riesgo vital. La intervención
24 25
familiar permite transitar en la nueva línea que separará el sí
mismo del adolescente del sí mismo de cada uno de los padres.
Esta intervención está considerada, especialmente en las etapas
tempranas de la adolescencia, la intervención en trastornos de
alimentación de mejor rendimiento a largo plazo1. El vínculo,
como relación nacida desde el apego y la historia en común, es
el lugar donde se produce el desarrollo del aparato mental 16. Si
el vínculo falla, la angustia vital (estrés) y el ánimo 9 lo harán y
podremos asistir a esta u otras soluciones de
pseudoindividuación (Ej. drogadicción) y se sumará la
comorbilidad habitual. Entre el 50% y el 75% de las pacientes en
solución anoréctica tienen antes, durante o después del cuadro
síntomas depresivos (distimia, depresión) que requieren
tratamiento y el 4-13% un trastorno bipolar. Los síntomas de
ansiedad toman las formas de fobia social, trastornos obsesivos
compasivos (sobre un 25%), el abuso de substancias, como una
forma de evadir estas sensaciones alcanza hasta el 30-37% en
las bulímicas y 12-18% en las restrictivas1.
 Otras harán de estas sensaciones formas permanentes de estar
y serán diagnosticados los trastornos de personalidad (se
estiman entre 42 a 75%), siendo más frecuentes los trastornos
de personalidad de tipo borderline y obsesivo1 . El ayuno, el
control de la imagen, y el reconocimiento social son vividos
como salidas de las desagradables sensaciones de vacío,
confusión, angustia y depresión. La paciente desea no
desear18 alimentos, y en vez de conectarse con las necesidades
más básicas del organismo (hambre, cansancio, sexualidad, etc)
lo hace con una representación del mismo19: lo mide, lo
esconde, lo agrede, pero no lo lee, no lo escucha. Lo transforma
en su mente en un objeto que se puede controlar. Un objeto que
repudia y que la representa. Cuerpo y "yo"están también
sobreinvolucrado, así cuando ella pesa el cuerpo, pesa su
autoestima en una relación inversa. Si consigo bajar de peso,
valgo, si subo soy nada, nadie. El trastorno se estructura como
tal en esta fase y se hace evidente en la siguiente, y en la fase
tres la protesta se hace pública. En función de "hacerla comer"la
familia toca ampliamente sus conflictos internos. Sin una
patología tan grave al centro de la relación adolescente-padres,
estos conflictos podrían haber pasado desapercibidos. Sin
embargo, el cuidado parental queda en interdicción cuando el
índice de masa corporal baja de 17,5 y parece que nadie logra
que coma o deje de vomitar.
 Es en esta fase cuando podemos modular las relaciones
triangulares necesarias para crecer. Se requiere una madre y un
padre presentes (o al menos sus funciones) para que sucedan
los pasos necesarios hacia la adultez. Dosis de contener/soltar;
creación del espacio mental propio; distancia de las figuras de
apego (a veces se invierten los roles y el hijo es la figura de
apego de los padres, lo que lo deja en riesgo de patología
mental, ya que no puede completar sus propios hitos del
desarrollo), se negociarán mientras sucede la estabilización
neurofisiológica de los sistemas reguladores de ritmos,
tranquilidad, ánimo, energía 21.
 El ayuno, la baja de peso, los desequilibrios hidroel ectrolíticos
provocados por los vómitos o el uso de laxantes desregulan los
ejes endocrinos. Especial interés han despertado los estudios
que relacionan las historias de desapego materno con
vulnerabilidad fenotípica al estrés 17 y la depresión.
 Entre los factores de riesgo posibles de evidenciar en
adolescentes que pasarán a la fase cuatro se encuentran: baja
brusca de peso; excesiva preocupación por la apariencia, el
peso, la imagen personal; irregularidades menstruales;
sensibilidad al frío; fatiga frecuente; cambios de ánimo e
irritabilidad; aislamiento social; ansiedad y depresión
permanente por más de dos semanas; interés en preparar
alimentos para otros; dividir mentalmente los alimentos en
prohibidos y permitidos; tener rituales con la comida: en ciertos
lugares, ciertas comidas, ciertos días en ciertos platos; cambio
en la ropa, usarla suelta, esconder el cuerpo; cambio en el
patrón de ejercicios; excusas frecuentes para no comer; comer
muy lento o muy rápido; revolver el plato para no comer; ir al
baño siempre después de comer y sensación de perder el
control después de comer.
 Fase cuatro: La protesta del cuerpo.
La fisiología decide disminuir toda actividad
 Esta es la fase sintomática somática. La paciente al insistir en su
baja de peso se encuentra con un cuerpo que dice detener su
crecimiento y sus oscilaciones. En esta fase se presenta la
clásica anorexia descrita por el DSM IV, se han alterado los ejes
hipotálamo-hipófisis-gonadal, hipotálamo-hipofisis-adrenal,
hipotalamo-hipófisis-tiroídeo, hipotálamo-hipófisis-hormona del
crecimiento, sistema inmune, el metabolismo basal, el sistema
digestivo se ha enlentecido y en caso de vómitos se ha
inflamado, el sistema cardíaco se ha enlentecido hasta hacer
bradicardias, arritmias o paros, la presión arterial baja y hay
hipotermia. El pelo y los fanereos se quiebran. Los músculos se
reducen provocando fatiga, los huesos se vacían de calcio
produciendo osteoporosis. La fisiología es ahora quien hace una
protesta formal. La hospitalización en esta fase tiene como
objetivo recuperar un organismo funcionante para una persona
disfuncionante.
 Fase cinco: La protesta psíquica.
El aparato mental focaliza un solo deseo delirante.
 La única certeza que resta es un deseo: bajar de peso; un
pensamiento: bajar de peso; una frase: bajar de peso. Estas
pacientes pueden manifestarse como verdaderas psicóticas,
tanto que hay autores que las califican como tal y le restan
importancia a los síntomas restrictivos. Las pacientes que llegan
a este estado suelen tener comprometido el ánimo y el criterio y
juicio de realidad, pareciendo que todo su yo girara en función
del tema de la comida. Es una poda del ser en tanto fisiología,
psiquis y relación. Es el fin de la intersubjelividad14. Cesa la
capacidad de relacionarse con otro, función básica y
fundamental para la integridad psíquica. Sin individuo no hay
inter (espacio para la conexión) posible.

PREVALENCIA
 Los trastornos de la conducta alimentaria constituyen
un problema grave y frecuente. De hecho, la prevalencia de la
AN según el DSM-5, entre mujeres, se sitúa en torno al 4% y las
edades de aparición suelen ser estar comprendidas entre los 14
y 18 años. Aunque también se ha observado un número
significativo de casos en edad prepuberal.
 Así mismo, la prevalencia puede ser cinco veces superior
en mujeres en comparación con varones. Y, según se reporta,
durante la pandemia mundial por el COVID, se ha detectado en
España un incremento muy significativo de la patología TCA.
Sobre todo, en la población infanto-juvenil (García, 2021).
 Con esto, se trata de un problema grave de salud dado que
ocasiona una morbilidad médica y psiquiátrica muy
importante. Y es que, tienden a la cronificación, precisando de
un tratamiento multidisciplinar, largo y complejo, con fases en
las que se obtiene una mayor estabilidad y otras de recaída. Por
otra parte, la etiología de los TCA es multifactorial, incluyendo
factores genéticos, biológicos, psicológicos y culturales.

SIGNOS Y SINTOMAS
 Todo el cuerpo: deshidratación, desmayo, fatiga, mareos,
osteoporosis, presión
 arterial baja, sentir frío, temperatura corporal baja o trastorno
hidroelectrolítico
 Comportamiento: aislamiento social, apetito desenfrenado,
comportamiento compulsivo, hiperactividad o impulsividad
 Estado de ánimo: ansiedad, culpa o temor
 Peso: bajo peso, pérdida de peso o pérdida de peso y delgadez
extremas
 Desarrollo: crecimiento lento o pubertad tardía
 Menstruales: menstruación irregular o ausencia de menstruación
 Gastrointestinales: estreñimiento o vómitos
 También comunes: cabello seco, depresión, dolor de cabeza,
frecuencia cardíaca lenta, hacer dieta, hematomas, piel seca,
sensibilidad al frío o uñas quebradizas
 Todo el cuerpo: deshidratación, desmayo, fatiga, mareos,
osteoporosis, presión arterial baja, sentir frío, temperatura
corporal baja o trastorno hidroelectrolítico
 Comportamiento: aislamiento social, apetito desenfrenado,
comportamiento compulsivo, hiperactividad o impulsividad
 Estado de ánimo: ansiedad, culpa o temor
 Peso: bajo peso, pérdida de peso o pérdida de peso y delgadez
extremas

 Desarrollo: crecimiento lento o pubertad tardía
 Menstruales: menstruación irregular o ausencia de menstruación
 Gastrointestinales: estreñimiento o vómitos
 También comunes: cabello seco, depresión, dolor de cabeza,
frecuencia cardíaca lenta, hacer dieta, hematomas, piel seca,
sensibilidad al frío o uñas quebradizas
Los síntomas clave de la anorexia nerviosa incluyen:

 Un temor profundo a aumentar de peso.


 Una percepción errónea de estar con sobrepeso a pesar de un
peso considerablemente bajo.
 Pérdida de peso significativa que conduce a la malnutrición.
 Signos físicos como resultado del adelgazamiento extremo,
incluyendo piel seca, pérdida de cabello y amenorrea por al
menos tres ciclos.
 Síntomas psicológicos como tristeza, ansiedad, irritabilidad y
aislamiento.
 Tendencias hacia el perfeccionismo y la autoexigencia, junto con
baja autoestima.

Y los síntomas más habituales son:


 Distorsión de la imagen corporal.
 Malnutrición.
 Problemas digestivos.
 Deficiencia de calcio.
 Cambios bioquímicos en la sangre.

Ahora, existen también trastornos alimentarios no específicos, que


aunque no cumplen todos los criterios clínicos, causan problemas.
Siempre es importante iniciar el tratamiento antes de una pérdida de
peso significativa o la pérdida del ciclo menstrual.

tratamiento
consiste en terapia
Puede ser necesario un tratamiento médico para volver al peso
normal. La terapia conversacional puede ayudar con la
autoestima y los cambios en el comportamiento.
Terapias
Grupo de apoyo, Terapia cognitivo-conductual, Terapia
dialéctica conductual, Orientación, Terapia interpersonal,
Terapia familiar, Terapia de comportamiento, Psicoterapia,
Terapia breve y Terapia de grupo
Medicamentos
Inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina y
Antipsicótico
BIBLIOGRAFIA

 American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and


statistical manual of mental disorders (5th ed.).
https://doi.org/10.1176/appi.books.9780890425596
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comportamiento alimentario. Aeped.es. Recuperado el 8 de
diciembre de 2021,
de https://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/19_trasto
rnos.pdf
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 García, M. (2021, Enero). La pandemia del Covid dispara los
casos de anorexia y bulimia. Redacción médica. Recuperado de:
https://www.redaccionmedica.com/secciones/psiquiatria/covid-
pandemia-dispara-casos-anorexia-bulimia–7162
 Morales Allende, M. F. y Galván Sánchez, G.
(2021). Características clínicas de anorexia nervosa extrema.
Reporte de caso. Revista de la Facultad de Medicina, 64(2), 26-
30. https://doi.org/10.22201/fm.24484865e.2021.64.2.04
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conductual en el tratamiento de la anorexia nerviosa. Revista de
enfermería, 42(3), 216-227.
https://medes.com/publication/142426
 Nechita, D., Bud, S. y David, D. (2021). Shame and eating
disorders symptoms: A meta‐analysis. International Journal of
Eating Disorders, 54(11), 1899-
1945. https://doi.org/10.1002/eat.23583

La bulimia nerviosa

es un trastorno alimentario o de la conducta alimentaria que también


se considera un problema psicológico, caracterizado por la pérdida de
control respecto a la ingesta de alimentos. Es decir, los conocidos
más comúnmente como atracones constantes de comida, que pueden
ir seguidos de conductas purgativas para compensarlos, causados por
una obsesión constante por el aspecto físico.

Los atracones consisten en ingerir grandes cantidades de comida en


un corto espacio de tiempo, con sensación de descontrol. Por ello, es
más característica en personas impulsivas que en personas
planificadoras, debido a la pérdida de control que sienten cuando
necesitan comer.

La edad de aparición de la bulimia suele estar entre el final de la


adolescencia y el comienzo de la edad adulta, en una estimación
entre los 18 y los 25 años, margen de oscilación más tardío que el de
la anorexia. En cambio, tiene en común con este otro trastorno que la
mayoría de personas que lo padecen son mujeres, pero este dato no
excluye en ningún caso que los hombres también puedan sufrirlo.

Es un trastorno alimentario por el cual una persona tiene episodios


regulares de comer una gran cantidad de alimento (atracones) durante
los cuales siente una pérdida de control sobre su alimentación. La
persona utiliza luego diversas formas, tales como vomitar o consumir
laxantes (purgarse), para evitar el aumento de peso.

Muchas personas con bulimia también sufren de anorexia

ETIOLOGIA
Muchas más mujeres que hombres padecen de bulimia. El trastorno
es más común en niñas adolescentes y mujeres jóvenes. La persona
generalmente sabe que su patrón de alimentación es anormal. Puede
experimentar miedo o culpa con los episodios de atracones y purgas.
Se desconoce la causa exacta de la bulimia. Los factores genéticos,
psicológicos, familiares, sociales o culturales pueden jugar un papel.
La bulimia probablemente se debe a más de un factor.

SINTOMAS

En la bulimia, pueden presentarse atracones con una frecuencia de


varias veces al día durante muchos meses. La persona a menudo
come grandes cantidades de alimentos ricos en calorías, por lo
regular en secreto. Durante estos episodios, la persona siente una
falta de control sobre su alimentación.

Estos episodios llevan al auto rechazo, lo cual provoca las purgas


para evitar el aumento de peso. La purga puede incluir:

 Provocarse el vómito.
 Ejercicio excesivo.
 Uso de laxantes, enemas o diuréticos.
La purga a menudo produce una sensación de alivio.

Las personas bulímicas con frecuencia están en un peso normal, pero


pueden verse a sí mismas con sobrepeso. Debido a que el peso a
menudo es normal, es posible que los demás no noten este trastorno
alimentario.

Los síntomas que otras personas pueden ver incluyen:

 Pasar mucho tiempo haciendo ejercicio.


 Consumir repentinamente grandes cantidades de alimentos o comprar
grandes cantidades de alimentos que desaparecen de inmediato.
 Ir al baño de manera regular inmediatamente después de las comidas.
 Botar empaques de laxantes, pastillas para adelgazar, eméticos
(fármacos que causan el vómito) o diuréticos.
FASES O EVOLUCION DE LA ENFERMEDAD
De manera general, podríamos estructurar este trastorno mediante las
siguientes fases:

Intento de control de la alimentación

La persona con bulimia se planifica o sigue una alimentación cada vez


más restrictiva con el objetivo de perder peso. De esa manera, intenta
controlar su alimentación y su diera de manera obsesiva, en un estado
constante de vigilancia y preocupación.

Pérdida de control: atracón

Lo que caracteriza la bulimia nerviosa es la pérdida de control, que


consigue que la persona sea tan vulnerable ante su propia mente que
se salte cualquier tipo de restricción alimentaria. De este modo, se
producen los atracones, normalmente de alimentos completamente
excluidos de la dieta que seguirían: alimentos prohibidos. También
como respuesta a situaciones de estrés emocional, que general falta
de control.

Purga o conductas compensatorias

El sentimiento de culpa invade la mente del paciente, quien se


arrepiente profundamente de la ingesta descontrolada, y busca
recursos para paliarlo y así evitar ganar peso.

Normalmente, esta purga consiste en auto provocarse el vómito para


intentar expulsar lo ingerido, de manera genérica, mediante la
introducción de los dedos en la boca. Pero las personas que son
incapaces de vomitar o provocárselo, pueden recurrir al uso de
laxantes y/o la excesiva práctica de ejercicio. También puede
intentarse realizar ayunos, aunque no suele conseguirse o ser algo
habitual debido a la pérdida de fuerza de voluntad que este trastorno
provoca en las personas que lo sufren.

En el siguiente punto trataremos con más detalle este tipo de


procedimientos, los cuales crean otro tipo de bulimia dentro del mismo
trastorno.

Tipos de bulimia

Aunque hablemos de la bulimia o bulimia nerviosa como trastorno


alimentario único, en la realidad existen dos variantes del mismo:
Bulimia tipo purgante

Los episodios de atracones van seguidos de vómitos auto inducidos


por la persona, lo que se conoce como la purga de la comida ingerida
de manera descontrolada.

En esta fase se produce la auto provocación de la expulsión de la


comida, tal y como hemos descrito en los puntos anteriores. Esto
responde a un impulso provocado por la culpa y el arrepentimiento, no
es algo planeado como tal. Normalmente, esto se produce en privado,
por lo que la familia puede tardar en ver este síntoma tan
característico de sufrir este trastorno.

Del mismo modo, también se considera bulimia purgativa cuando se


recurre al uso de laxantes o productos diuréticos por no querer o no
poder realizar la purga mediante el vómito.

Bulimia no purgativa

En este caso, los atracones no van seguidos de una purga, sino de


una conducta o recursos compensatorios.

Normalmente, quien padece bulimia no purgativa son conscientes de


la imposibilidad de eliminar las calorías de los alimentos ingeridos una
vez comienza la digestión de los mismos. Por eso, intentan paliar
estos efectos practicando ejercicio físico cardiovascular en exceso, o
realizar ayunos durante largos periodos.

Características de ambos tipos de bulimia

Antes de tratar las características de la bulimia, recordemos que, aun


siendo un trastorno alimentario reconocido como tal, cada caso es
personal y sus síntomas pueden verse variados por las características
de la personalidad de la persona que la padece.

De manera general, algunos de los síntomas que podemos encontrar


en un paciente con bulimia nerviosa a lo largo de la evolución del
trastorno, son:

• Obsesión por el peso y su imagen corporal, siguiendo dietas


estrictas y restrictivas, que no suelen ser saludables.
• Conductas compulsivas y en alerta, con extremo nerviosismo al
tratar el tema de la alimentación o del físico.

• Inestabilidad emocional e impulsividad, comportándose en ocasiones


de manera descontrolada.

• Desorden en los horarios, así como en las comidas, para evitar


realizarlas con el resto de su familia.

• Debilidad física y/o deshidratación.

• Posibles hemorragias intestinales.

• Erosión en las piezas dentales.

• Puede acompañar otras enfermedades mentales como depresión, o


trastornos de la personalidad.

• Pueden sufrir otras adicciones o conductas nerviosas como fumar o


mascar chicle en exceso.

Es imprescindible acudir siempre a un centro especializado para


evaluar cada caso, recibir el correcto diagnóstico, así como el
tratamiento adecuado y personalizado para cada caso. Desde Citema
hacemos un abordaje completo del proceso.

PREVALENCIA

Estudios realizados en la comunidad y en las escuelas sugieren que


las conductas alimentarias riesgosas como someterse a dietas,
preocuparse por la delgadez o la provocación de vómitos son
comunes, particularmente en los adolescentes.1–3 Además hay indicios
de que estas conductas están en aumento ya que se ha detectado
entre jóvenes estudiantes del Distrito Federal un incremento de las
conductas alimentarias de riesgo entre 1997 y 2003.4 Por otro lado,
los trastornos de la conducta alimentaria como la anorexia nervosa
(en la cual hay un rechazo de mantener el peso corporal, un miedo
intenso a ganar peso y una alteración de la imagen corporal) y la
bulimia nervosa (en la cual hay atracones recurrentes y conductas
compensatorias inapropiadas) parecen ser relativamente infrecuentes.
Las estimaciones internacionales consideran que su frecuencia oscila
entre 0.5% y 3.5% de la población general.5–8 A pesar de ser
infrecuentes estos trastornos tienen un impacto importante en la salud
pública por su interferencia en el funcionamiento cotidiano, su
comorbilidad psiquiátrica, las consecuencias sumamente nocivas para
la salud física (tales como complicaciones gastrointestinales,
endocrinológicas, dermatológicas, cardiovasculares y pulmonares) y
su elevado riesgo de mortalidad.6–12

En una revisión de la bibliografía sobre trastornos alimentarios en


México se concluye que no se conoce la magnitud del problema por
escasez de estudios representativos de la población.13 La Encuesta
Nacional de Epidemiología Psiquiátrica, una encuesta representativa
de la población adulta nacional estima una prevalencia de vida de
2.5% para la bulimia y no encontró casos de anorexia. 14 En la
población adolescente escolar se ha estimado 2.8% de mujeres y
0.9% de varones como posibles casos de algún trastorno alimentario
aunque no provean diagnósticos.3 Debido a que la adolescencia es la
etapa en la que se inician estos trastornos, es necesario contar con
datos fidedignos en la población adolescente para guiar la planeación
de servicios y las políticas públicas de salud.

Debido a la gran proporción de trastornos alimentarios que se


clasifican como TANES (trastornos alimentarios no especificados), se
pretende incluir un nuevo trastorno de conducta alimentaria en el
DSM–V denominado trastorno por atracón, el cual fue previamente
descrito en el apéndice del DSM–IV.15,16 El trastorno por atracones se
caracteriza por episodios recurrentes de atracones en los que no
existe conducta compensatoria típica de la bulimia como el vómito y
no aparece exclusivamente en el transcurso de la anorexia o la
bulimia. Un atracón se caracteriza por comer cantidades grandes de
comida en un periodo discreto acompañado de la sensación de
pérdida de control sobre la ingesta. Los episodios de atracones
deberían de estar asociados con tres o más de los siguientes
síntomas: comer más rápido de lo habitual, comer hasta sentirse
demasiado lleno, continuar comiendo a pesar de no tener hambre,
comer a solas por sentir vergüenza por todo lo que se come; sentir
disgusto con uno mismo, culpabilidad o depresión después de los
atracones y un marcado malestar por tal conducta. Según los criterios
señalados en el apéndice del DSM–IV los atracones deberían de
ocurrir por lo menos dos veces a la semana durante seis meses,
aunque para el DSM–V la propuesta actual es una vez a la semana
durante tres meses. En un reporte reciente de la Encuesta Nacional
de Epidemiología Psiquiátrica que utiliza los criterios propuestos en el
apéndice del DSM–IV se estima que 1.6% de los adultos mexicanos
ha cumplido criterios para el trastorno de atracón alguna vez en su
vida.17 Hasta ahora no hay datos epidemiológicos en México para
estimar la prevalencia del trastorno por atracón en la población
general de adolescentes.

Por ende, el objetivo de este trabajo es estimar la prevalencia de


anorexia, bulimia y el trastorno por atracones en la población general
de adolescentes entre 12 y 17 años de edad del Distrito Federal y
área conurbada. Los objetivos adicionales incluyen la descripción de
las características socio–demográficas y clínicas de los jóvenes que
cumplan criterios para estos trastornos de la conducta alimentaria así
como estimar la utilización de los servicios asistenciales.

Síntomas

Los signos y síntomas de la bulimia pueden incluir lo siguiente:

 Preocuparse por la forma del cuerpo y el peso


 Vivir con miedo de aumentar de peso
 Repetir episodios de comer cantidades excesivas de alimentos de
una sola vez
 Sentir una pérdida de control durante el atracón, como si no
pudieras dejar de comer o no pudieras controlar lo que comes
 Forzar el vómito o hacer demasiado ejercicio para no aumentar de
peso después de un atracón
 Usar laxantes, diuréticos o enemas después de comer cuando no
son necesarios
 Ayunar, restringir las calorías o evitar ciertos alimentos entre
atracones
 Usar suplementos dietéticos o productos a base de hierbas en
exceso para bajar de peso

.
Tratamientos

En el tratamiento de la bulimia el primer paso es la evaluación de la


paciente por parte del psiquiatra. Tras ella hay dos
abordajes: farmacológico y psicoterapia, aunque lo ideal es que el
tratamiento combine ambos.

El uso de fármacos permite "mejorar los atracones, la impulsividad, las


conductas de purga. Además, permiten que la psicoterapia pueda
realizarse y sea eficaz. A través de este abordaje psicológico se dota a
las pacientes de herramientas para controlar la impulsividad, la
inestabilidad emocional, para mejorar su autoestima y sus relaciones
interpersonales", dice Díaz Marsá.

Otra parte del tratamiento debe centrarse en el abordaje nutricional, en


un estrecho trabajo con endocrinólogos y nutricionistas, para garantizar
la salud física y orgánica de las pacientes. Se trata, en definitiva,
de instaurar hábitos de vida saludable y de autocuidado para que las
pacientes puedan tomar el control de su salud. "Muchas veces las
pacientes asocian el tratamiento a engordar, con lo que tenemos
dificultad para que se adhieran al tratamiento. Hay que hacerles entender
que nadie quiere que ganen peso, sino que estén sanas dentro de los
cánones de peso y que el objetivo es que dejen de sufrir".
BIBLIOGRAFIA

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