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4 NI LO QUE PASÓ NI LO QUE VENDRÁ

SUPERAR LAS HERIDAS DEL PASADO Y MIRAR CON ILUSIÓN EL


FUTURO
Como psiquiatra suelo definir la felicidad como la capacidad de vivir
instalado de manera sana en el presente, habiendo superado las heridas del
pasado y mirando con ilusión el futuro. Los que viven enganchados en el
pasado son los depresivos, neuróticos y resentidos; los que viven angustiados
por el futuro son los ansiosos. Depresión y ansiedad son las dos grandes
enfermedades del sigloXXI.
El 90 por 100 de las cosas que nos preocupan nunca jamás suceden, pero el
cuerpo y la mente las viven como si fueran reales.
Vivimos constantemente acuciados por cosas que no tienen por qué
suceder. ¿Y si no apruebo? ¿Y si me despiden? ¿Y si no me aceptan en la
universidad? ¿Y si no llevo a cabo bien este proyecto? ¿Y si no renuevo mi
beca? ¿Y si mi pareja me deja? ¿Y si a mi hijo le sucede algo? ¿Y si enfermo?
¿Y si enferman mis padres? Ese «y si…» constante tiene un impacto muy fuerte
sobre el cuerpo y la mente. No olvides que solo puedes actuar, sentir y
responder en el momento presente. Tienes que responsabilizarte sobre tu
actuación, en este instante, sobre tu capacidad de proceder en el hoy y el
ahora.
Si le preguntas a alguien qué le preocupa, te contesta sobre el pasado o sobre
el futuro, ¡nos hemos olvidado de vivir en el presente!
VIVIR ENGANCHADO EN EL PASADO
El pasado aporta una fuente valiosa de información, pero no puede
predestinar tu futuro. El hecho de permanecer con la mente anclada en el
pasado, de retornar una y otra vez a algo que ya sucedió, puede originar en
nosotros efectos perversos que van desde emociones o sensaciones como la
melancolía, la frustración, la culpa, la tristeza o el resentimiento hasta la
propia depresión.
Todas ellas tienen un componente en común, y es que impiden el disfrute del
presente. Al quedarnos estancados en el pasado estamos impedidos para

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