Está en la página 1de 3

El “Aquí” y El “Ahora”

Muchos de los problemas de salud surgen o tienen su origen en nuestros


pensamientos, pensamientos que se somatizan y terminan causando diversos
problemas como: hipertensión, dolores de cabezas, nauseas, dolores musculares,
entre otros.

Esta somatización es producto de la tensión psíquica que se genera por la


ansiedad, estrés o cualquier emoción que no sea gestionada y canalizada de la
forma adecuada. Muchas veces centramos nuestros pensamientos en sucesos
pasados que de una u otra forma terminan afectando nuestro presente, nos
lamentamos por haber hecho determinadas acciones o decisiones que no fueron
las correctas y que en el día de hoy al recordarlas terminan hundiéndonos en un
profundo lamento.

Otras veces, el problema no surge por llevar nuestra atención al pasado


sino por centrarla en un futuro incierto, donde es la incertidumbre la que toma el
timón de nuestra vida y nos lleva a hacernos preguntas como: ¿será que lograré
alcanzar la meta? ¿Será que me irá bien en el año próximo?, o pensamientos
como: ¡debo siempre acertar y nunca fallar!

Son estos pensamientos los que terminan afectando nuestra salud por vivir
en tiempos y circunstancias distintas a las del “hoy”. El presente es el pasado que
puedes mejorar y el futuro que puedes construir. Para mí, nada existe
verdaderamente fuera del aquí y del ahora. Solo existe el presente, aquello que
sucede ahora, en el instante en que lees estas líneas. El pasado ya no existe y el
futuro no existe aún. Lo único que podemos vivir, experimentar, degustar es el
presente. Lo que yo siento o experimento, lo que me toca, me hace vibrar, me
daña o place, existe en el presente.

Si yo quiero cambiar, decidir, actuar, no puedo hacerlo más que en el


presente. Cuanto más vivo el presente, más importancia le doy y con más
intensidad vivo la vida, más intensas son mis alegrías, mi felicidad y también mis
sufrimientos. A la inversa, cuanto más minimizo mi presente más se escapa el
tiempo insípido y banal.

Esta intensidad de la vida en el presente puede que nos de miedo, el miedo


a perder la cabeza en una felicidad demasiado grande y demasiado fuerte, el
miedo a hundirme en una desesperación demasiada profunda, y de esta manera
puede que hayamos aprendido a evitar el presente, a distraerme de su fuerza
explosiva. Si estoy intensamente emocionada (se trate de alegría, miedo, cólera o
tristeza) puedo ponerme nerviosa, sacar un cigarrillo, moverme, proponer salir dar
una vuelta, beber cualquier cosa.

Puedo también servirme del humor, relativizar lo que me pasa, distanciarme


respecto a la situación que me emociona. Puedo decirme a mí misma: ¡Vamos, no
me voy a dejar llevar!, ¡no soy una niña! ¡Recapacitemos!.

Para evitar el presente puedo concentrarme sobre el futuro, preparar el


porvenir. "hoy no es importante pero mañana si: cuando sea profesional, cuando
cumpla año, cuando tenga dinero, cuando este casada, cuando tenga hijos,
cuando estos sean mayores,… la verdadera vida no es ahora, es para más tarde”

De esta manera paso el tiempo preparándome para sucesos futuros que o


no llegan nunca o se retrasan de tal modo que me desilusiono antes de tiempo. Es
un poco como si durante un viaje me prohibiera disfrutar del paisaje que desfila
ante mis ojos o de la presencia de mi compañero de ruta, bajo el pretexto de que
¡lo que importa es llegar a otro sitio!

Otra manera de evitar el presente es concentrarme en el pasado: puedo


rememorar sin parar mis antiguas desgracias, mi pobre infancia y todas las
miserias que he vivido; puedo por ejemplo: pasar el tiempo reconociéndome en mi
cólera y mi rencor hacia mis padres, hermanos y hermanas, y el mundo entero;
puedo añorar a lo largo del día “los buenos viejos tiempos” y es con esta actitud
que no nos damos cuenta que la vida prosigue y no la disfruto. Los días se
escapan sin alegría ni placer reales pero también (ahí reside el interés) sin gran
pena ni desesperación.
Puedes vivir de la manera que quieras, pero solo aquellos que viven el hoy
intensamente descubren la magia de la vida, el significado de lo que es vivir a
plenitud. Suelta el pasado que te encarcela y no te lances a un futuro donde no
tienes una base donde caminar, sino que al contrario, diseña tu porvenir desde el
hoy.

También podría gustarte