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ATENCIÓN SEGÚN EL NIVELDE

DESORROLO:PARALISIS CEREBRAL
Y SIMDROME DE DOWN

KAREN DANIELA AVILEZ CALDERON


CAUSAS Y FACTORES DE RIESGO DE LA PARALISIS
CEREBRAL INFANTIL

La parálisis cerebral infantil (PCI) es causada por el desarrollo anormal del cerebro
o daño al cerebro en desarrollo que afecta la capacidad del niño para controlar sus
músculos. Hay varias causas posibles del desarrollo anormal o del daño al
cerebro. Antes se pensaba que la causa principal cerebral era falta de oxígeno
durante el proceso de parto. Pero ahora los científicos creen que esto causa solo
una pequeña cantidad de los casos.

El daño al cerebro que provoca parálisis cerebral infantil puede ocurrir antes del
nacimiento, durante el parto, dentro del primer mes de vida o durante los primeros
años de vida del niño, cuando su cerebro todavía se está desarrollando.
FACOTORES DE RIESGO INFANTIL CONGENITA
La parálisis cerebral relacionada con daño cerebral que ocurre
antes del nacimiento se llama parálisis cerebral infantil congénita.
La mayoría de los casos de parálisis cerebral (85-90 %) son
congénitos. Sin embargo, no se sabe qué la causa en muchos de
ellos.
FACTORES DE RIESGO DE PARALISIS CEREBRAL
CONGENITA
Algunas cosas aumentan las probabilidades de que un niño presente parálisis cerebral. Estas
cosas se llaman factores de riesgo. Es importante recordar que tener uno de estos factores de
riesgo no significa que el niño tendrá parálisis cerebral. Algunos de estos factores de riesgo
son:

Peso bajo al nacer. Los bebés que pesan menos de 5½ libras (2500 gramos) al nacer, y
especialmente los que pesan menos de 3 libras 5 onzas (1500 gramos) están en mayor
riesgo de presentar parálisis cerebral.

Nacimiento prematuro. Los bebés que nacieron antes de la semana 37 de embarazo,


especialmente si nacieron antes de la semana 32, están en mayor riesgo de presentar
parálisis cerebral. Los cuidados intensivos para los bebés prematuros han mejorado mucho
en las últimas décadas. Los bebés que nacen mucho antes de tiempo tienen ahora muchas
más probabilidades de vivir; sin embargo, muchos tienen problemas médicos que pueden
ponerlos en riesgo de presentar parálisis cerebro.
Parto múltiple. Los gemelos o trillizos y los bebés que nacen de otros partos múltiples
están en mayor riesgo de presentar parálisis cerebral, especialmente si muere el gemelo o
uno de los trillizos antes o poco después de nacer. Parte, pero no todo este aumento en el
riesgo se debe al hecho de que los bebés de embarazos múltiples frecuentemente nacen
antes de tiempo o con bajo peso.

Tratamiento para la infertilidad por medio de tecnología de reproducción asistida (ART, por
sus siglas en inglés). Los bebés que nacen como resultado del uso de algunos tratamientos
para la infertilidad están en mayor riesgo de presentar parálisis cerebral. Este aumento en
el riesgo se debe mayormente a partos prematuros, múltiples, o ambos, porque son más
comunes entre los bebés concebidos mediante el uso de tratamientos para la infertilidad
con ART.
Infecciones durante el embarazo. Las infecciones pueden provocar un aumento de ciertas
proteínas llamadas citocinas que circulan en el cerebro y la sangre del bebé durante el
embarazo. Las citocinas causan inflamación, lo cual puede dañar el cerebro del bebé.
También puede producirse este problema si la madre tiene fiebre durante el embarazo o el
parto. Algunos tipos de infección que se han vinculado a la parálisis cerebral infantil
incluyen infecciones virales, como la varicela, la rubéola (sarampión alemán) y el
citomegalovirus (CMV), e infecciones bacterianas, como las infecciones de la placenta o de
las membranas fetales, o las infecciones pélvicas maternas.

Ictericia y kernícterus. La ictericia es el tono amarillento que se ve en la piel de muchos


recién nacidos. Se presenta cuando se acumula una sustancia química llamada bilirrubina
en la sangre del bebé. Cuando se acumula demasiada bilirrubina en el cuerpo de un recién
nacido, la piel y el blanco de los ojos pueden adquirir un color amarillento. Esta coloración
amarillenta recibe el nombre de ictericia. Cuando la ictericia grave se deja sin tratar durante
demasiado tiempo, puede provocar una afección llamada kernícterus. Esto puede causar
parálisis cerebral y otras afecciones. A veces, el kernícterus es causado porque el grupo
AB0 o el factor Rh de la sangre de la madre y el bebé son diferentes. Esto hace que los
glóbulos rojos de la sangre del bebé se descompongan demasiado rápido y provoquen
ictericia grave.
Afecciones de la madre. Las madres con problemas de tiroides, discapacidad intelectual o
convulsiones tienen un riesgo ligeramente mayor de tener un hijo con parálisis cerebral.

Complicaciones durante el parto. El desprendimiento de la placenta, la rotura del útero o los


problemas con el cordón umbilical durante el parto pueden interrumpir el suministro de
oxígeno al bebé y provocar parálisis cerebral.
PARALASIS CEREBRAL INFANTIL ADQUIRIDA
En un pequeño porcentaje de casos de parálisis cerebral la causa es daño cerebral
ocurrido más de 28 días después del parto. Esto se llama parálisis cerebral infantil
adquirida y por lo general se asocia a una infección (como meningitis) o a una lesión en la
cabeza.
CAUSAS
Algunas de las causas de la parálisis cerebral adquirida son:
Infecciones del cerebro como, por ejemplo, meningitis o encefalitis durante la primera
infancia.

Lesiones. Lesiones cerebrales como, por ejemplo, por lesiones a la cabeza causadas por
un accidente vehicular o maltrato infantil.

Problemas con la irrigación sanguínea al cerebro. Por ejemplo, por accidentes


cerebrovasculares o sangrados en el cerebro asociados a problemas de la coagulación,
vasos sanguíneos que no se formaron adecuadamente, defectos del corazón presentes al
nacer o enfermedad de células falciformes.
PREVENCION DE LA PARALISIS CEREBRAL
En muchos casos, no se sabe bien qué es lo que causa la parálisis cerebral congénita y, por
consiguiente, es poco lo que se puede hacer para prevenirla. Los casos de parálisis cerebral
relacionados con causas genéticas no son prevenibles. Sin embargo, se pueden tomar ciertas
medidas antes y durante el embarazo, así como después del nacimiento del bebé para ayudar
a reducir el riesgo de que tenga problemas del desarrollo, incluida la parálisis cerebral.
Tomar medidas para ayudar a asegurar un embarazo saludable puede ayudar a prevenir los
problemas del desarrollo, incluida la parálisis cerebral. La parálisis cerebral adquirida se
relaciona frecuentemente con infecciones o lesiones, y algunos de estos casos se pueden
prevenir.
ANTES DEL EMBARAZO
Esté lo más saludable que pueda antes del embarazo. Asegúrese de que cualquier
infección que tenga esté tratada y cualquier afección, bajo control, idealmente antes de
quedar embarazada.

Vacúnese contra ciertas enfermedades (como la varicela y la rubéola) que podrían afectar
al bebé en desarrollo. En el caso de muchas de estas vacunas, es importante que las reciba
antes de quedar embarazada.

Si usa un tratamiento con tecnología de reproducción asistida para quedar embarazada,


tenga en cuenta las maneras de reducir las probabilidades de tener un embarazo múltiple
(de gemelos, trillizos o más), como transferir un solo embrión a la vez.
DURANTE EL EMBARAZO
Infórmese sobre cómo tener un embarazo saludable.

Reciba atención prenatal en forma temprana y con regularidad, tanto para su salud como
para la salud del bebé en desarrollo.

Lávese las manos con agua y jabón frecuentemente para ayudar a reducir el riesgo de
contraer infecciones que podrían afectar al bebé.

Comuníquese con su proveedor de atención médica si se enferma, tiene fiebre o presenta


cualquier otro signo de infección durante el embarazo.
Una vacuna contra la influenza es la mejor forma de protegerse contra infecciones graves
por la influenza. Una vacuna contra la influenza puede proteger a la mujer embarazada y al
bebé en gestación, tanto antes como después del parto. Las vacunas contra la influenza no
han mostrado causar daño a las mujeres embarazadas ni a sus bebés.

Si el grupo sanguíneo de la madre es diferente al del bebé o el factor Rh es incompatible,


esto puede causar ictericia y kernícterus. Las mujeres deben saber el grupo sanguíneo que
tienen y hablar con el médico sobre cómo prevenir los problemas. Los médicos pueden
tratar a la madre con inmunoglobulina Rho(D) (“Rhogam”) a las 28 semanas de embarazo y
nuevamente poco después del parto para prevenir el kernícterus.

Hable con el médico sobre cómo prevenir problemas si usted está en riesgo de tener un
parto prematuro. Las investigaciones han mostrado que tomar sulfato de magnesio antes de
un parto prematuro reduce el riesgo de parálisis cerebral en los bebés que sobreviven.
DESPUES DE QUE NAZCA EL BEBE

Infórmese sobre cómo ayudar a que su bebé se mantenga seguro y sano después de
nacer.

A cualquier bebé le puede dar ictericia. La ictericia grave que no se trata, puede causar un
daño cerebral llamado kernícterus. El kernícterus es una de las causas de parálisis cerebral
potencialmente prevenibles. Para determinar si su bebé tiene ictericia, se lo debe examinar
en el hospital y nuevamente dentro de las 48 horas de haber salido del hospital. Pregúntele
al médico o enfermera sobre la prueba de bilirrubina para detectar la ictericia. Además, se
pueden tomar medidas para prevenir el kernícterus causado por la incompatibilidad entre el
factor Rh de la madre y el bebé.

Asegúrese de que su hijo esté vacunado contra las infecciones que pueden causar
meningitis y encefalitis, incluidas la Haemophilus influenzae tipo B (vacuna contra Hib) y el
Streptococcus pneumoniae (vacuna antineumocócica).
PREVENIR LAS LESIONES

En el automóvil, sujete a su hijo en un asiento de seguridad para bebés o niños, en


un asiento elevado o con el cinturón de seguridad (de acuerdo con su estatura,
peso y edad).

Haga que las áreas de estar de su casa sean más seguras para niños; instale
rejas en las ventanas para evitar que los niños pequeños se caigan de las
ventanas abiertas y coloque rejas de seguridad en la parte superior e inferior de
las escaleras.

Asegúrese de que el suelo del patio de juegos de su hijo esté hecho de un material
amortiguador, como virutas de madera o arena.
Supervise a los niños pequeños en todo momento alrededor de las bañeras, las piscinas
(grandes y pequeñas) y los cuerpos de agua naturales. Los adultos que estén
supervisando a los niños cerca de agua deben evitar las actividades que causen
distracciones como usar una computadora o dispositivo portátil, leer o hablar por
teléfono.

Asegúrese de que su hijo use siempre casco para las actividades como andar en
bicicleta.

Nunca golpee, sacuda, arroje ni lastime a un niño.


SINDROME DE DOWN
El síndrome de Down es una afección en la que la persona tiene un cromosoma
extra. Los cromosomas son pequeños “paquetes” de genes en el organismo.
Determinan cómo se forma el cuerpo del bebé durante el embarazo y cómo funciona
mientras se desarrolla en el vientre materno y después de nacer. Por lo general, los
bebés nacen con 46 cromosomas. Los bebés con síndrome de Down tienen una
copia extra de uno de estos cromosomas: el cromosoma 21. El término médico de
tener una copia extra de un cromosoma es ‘trisomía’. Al síndrome de Down también
se lo llama trisomía 21. Esta copia extra cambia la manera en que se desarrollan el
cuerpo y el cerebro del bebé, lo que puede causarle tanto problemas mentales como
físicos.

Aun cuando las personas con síndrome de Down pueden actuar y verse de manera
similar, cada una tiene capacidades diferentes. Las personas con síndrome de Down
generalmente tienen un coeficiente intelectual (una medida de la inteligencia) en el
rango de levemente a moderadamente bajo y son más lentas para hablar que las
demás.
ALGUNAS CARACTERISTICAS FISICAS
COMUNES EN EL SINDROME DE DOWN

Cara aplanada, especialmente en el puente nasal


Ojos en forma almendrada rasgados hacia arriba
Cuello corto
Orejas pequeñas
Lengua que tiende a salirse de la boca
Manchas blancas diminutas en el iris del ojo (la parte coloreada)
Manos y pies pequeños
Un solo pliegue en la palma de la mano (pliegue palmar)
Dedos meñiques pequeños y a veces encorvados hacia el pulgar
Tono muscular débil o ligamentos flojos
Estatura más baja en la niñez y la adultez
TIPOS DE SINDROME DE DOWN
Hay tres tipos de síndrome de Down. Por lo general no se puede distinguir entre un
tipo y el otro sin observar los cromosomas porque las características físicas y los
comportamientos son similares:

Trisomía 21: La mayoría de las personas con síndrome de Down tienen


trisomía 21.1 Con este tipo de síndrome de Down, cada célula del cuerpo tiene
tres copias separadas del cromosoma 21 en lugar de las 2 usuales.
Síndrome de Down por translocación: Este tipo representa a un pequeño porcentaje de las
personas con síndrome de Down.1 Esto ocurre cuando hay una parte o un cromosoma 21
entero extra presente, pero ligado o “translocado” a un cromosoma distinto en lugar de estar
en un cromosoma 21 separado.

Síndrome de Down con mosaicismo: Mosaico significa mezcla o combinación. Para los
niños con síndrome de Down con mosaicismo, algunas de las células tienen 3 copias del
cromosoma 21, pero otras tienen las típicas dos copias del cromosoma 21. Los niños con
síndrome de Down con mosaicismo pueden tener las mismas características que otros
niños con síndrome de Down. Sin embargo, pueden tener menos características de la
afección debido a la presencia de algunas (o muchas) células con la cantidad normal de
cromosomas.
OTROS PROBLEMAS DEL SINDROME DE DOWN
Muchas personas con síndrome de Down tienen los rasgos faciales típicos y ningún
otro defecto de nacimiento mayor. Sin embargo, otras pueden tener uno o más
defectos de nacimiento mayores u otros problemas médicos. Algunos de los
problemas de salud más comunes entre los niños con síndrome de Down se
enumeran a continuación.

Pérdida auditiva.

Apnea del sueño obstructiva, que es una afección en la que la persona deja de
respirar temporalmente mientras duerme.

Infecciones de oído.

Enfermedades de los ojos, como cataratas, y problemas de los ojos que


requieren anteojos.

Defectos cardiacos presentes desde el nacimiento.


PROBLEMAS MENOS COMUNES EN EL SINDROME
DE DOWN
Obstrucciones intestinales desde el nacimiento que requieren cirugía.
Dislocación de la cadera.
Enfermedad tiroidea.
Anemia (cuando los glóbulos rojos no pueden llevar suficiente oxígeno al cuerpo) y
deficiencia de hierro (anemia en la que los glóbulos rojos no tienen suficiente hierro).
Leucemia desde la lactancia o la niñez temprana.
Enfermedad de Hirschsprung.

Los proveedores de atención médica monitorean rutinariamente a los niños con síndrome de
Down para detectar la presencia de estas afecciones. En caso de diagnosticarse, se ofrece
tratamiento.
CAUSAS Y FACTORES DE RIESGO

El cromosoma 21 extra causa las características físicas y los desafíos del


desarrollo que se pueden presentar en las personas con síndrome de Down.
Los investigadores saben que el síndrome de Down es causado por un
cromosoma extra, pero nadie sabe con seguridad por qué se produce el
síndrome de Down ni cuántos factores diferentes están involucrados.

Uno de los factores que aumentan el riesgo de tener un bebé con síndrome
de Down es la edad de la madre. Las mujeres que tienen 35 años o más
cuando quedan embarazadas tienen más probabilidades de tener un
embarazo afectado por el síndrome de Down que las mujeres que quedan
embarazadas a menor edad
DIAGNOSTICO
Hay dos tipos básicos de pruebas disponibles para detectar el síndrome de Down durante el
embarazo. Las pruebas de detección son uno de los tipos, y las pruebas de diagnóstico son
el otro. Las pruebas de detección les pueden indicar a la mujer y a su proveedor de
atención médica si el embarazo tiene un riesgo menor o mayor de estar afectado por el
síndrome de Down. Por lo tanto, las pruebas de detección ayudan a decidir si se podría
necesitar hacer una prueba de diagnóstico. Las pruebas de detección no proporcionan un
diagnóstico absoluto, pero son más seguras para la madre y para el bebé. Las pruebas de
diagnóstico por lo general pueden detectar si el bebé tendrá el síndrome de Down o no,
pero pueden implicar mayor riesgo para la madre y el bebé. Ni las pruebas de detección ni
las de diagnóstico pueden predecir el impacto completo que tendrá el síndrome de Down en
el bebé. Nadie puede predecir esto.
PRUEBA DE DETENCION

Las pruebas de detección suelen incluir una combinación de pruebas de


sangre, que miden la cantidad de varias sustancias en la sangre de la madre
(por ejemplo, la prueba de alfafetoproteína en suero materno o MS-AFP, la
de detección triple o la de detección cuádruple) y una ecografía, que crea
una imagen del bebé. En la ecografía, una de las cosas que el técnico
observa es el líquido que hay detrás del cuello del bebé. La presencia de
líquido extra en esta región podría indicar que hay un problema genético.
Estas pruebas de detección pueden ayudar a determinar el riesgo que tiene
el bebé de presentar síndrome de Down. En raras ocasiones, las pruebas de
detección pueden dar un resultado anormal aun cuando no hay ningún
problema con el bebé. A veces, dan un resultado normal y no detectan un
problema que sí existe.
Una nueva prueba que está disponible desde el 2010 para la detección de ciertos
problemas cromosómicos, incluido el síndrome de Down, analiza la sangre de la
madre a fin de detectar los pequeños pedazos del ADN del bebé en gestación que
circulan por la sangre de la madre. Esta prueba se recomienda para las mujeres que
tienen más probabilidades de tener un embarazo afectado por el síndrome de Down.
Esta prueba normalmente se lleva a cabo en el primer trimestre (los primeros 3 meses
del embarazo) y cada vez está más ampliamente disponible.
PRUEBA DE DIAGNOSTICO

Las pruebas de diagnóstico suelen hacerse para confirmar el diagnóstico


de síndrome de Down después de que se hayan obtenido resultados
positivos en una prueba de detección. Los tipos de prueba de diagnóstico
incluyen:

El muestreo de vellosidades coriónicas (CVS, por sus siglas en inglés),


que examina material proveniente de la placenta.
La amniocentesis, que examina el líquido amniótico (el líquido que está
dentro de la bolsa de agua y que rodea al bebé).
Cordocentesis, también llamada muestra percutánea de sangre del
cordón umbilical (PUBS, por sus siglas en inglés), que examina la
sangre del cordón umbilical

Estas pruebas tienen el objetivo de detectar los cambios cromosómicos que


podrían indicar el diagnóstico de síndrome de Down.
TRATAMIENTOS

El síndrome de Down es una afección que dura toda la vida. Los servicios
que se proporcionan temprano suelen ayudar a los bebés y a los niños con
síndrome de Down a mejorar sus capacidades físicas e intelectuales. La
mayoría de estos servicios se centran en ayudar a los niños con este
síndrome a desarrollarse a su máximo potencial. Estos servicios incluyen
terapia del habla, ocupacional y física, y generalmente se ofrecen a través
de los programas de intervención temprana de cada estado. Los niños con
síndrome de Down también podrían necesitar ayuda o atención extra en la
escuela, aunque a muchos de estos niños se los incluye en las clases
regulares.
GRACIAS

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