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Características del neonato y la prematuridad:

 La relación cabeza-cuerpo está descompensada: presentan una cabeza


grande, desproporcionada con respecto a las extremidades.
 Tienen una piel muy fina, brillante y arrugada. A través de ella se
transparentan las venas y arterias superficiales. El color puede ser más
sonrosado al nacer, pero muchos prematuros sufre ictericia los días
siguientes.
 La masa muscular es pobre, y tienen poca grasa. Tienen las palmas de las
manos y las plantas de los pies enrojecidos y con pocos surcos.
 Los genitales están poco desarrollados. En los niños, los testículos todavía
no han descendido hacia el escroto y tienen un pene muy pequeño, y en las
niñas los labios mayores no cubren a los menores.
 Suelen tener una capa de vello fino y suave por todo el cuerpo (lanugo), que
desaparecerá según vayan creciendo.
 A veces las uñas son muy pequeñas, y los párpados están fusionados (se
abrirán con el tiempo). Las orejas también suelen estar poco desarrolladas.

La edad gestacional hace referencia a lo avanzado que está el feto. La edad


gestacional es el número de semanas que han transcurrido entre el primer día del
último período menstrual de la madre y el día del parto. Este marco temporal se
ajusta a menudo de acuerdo con otra información que los médicos reciban, como
los resultados de las primeras ecografías, que brindan información adicional con
respecto a la edad gestacional. Se estima que el bebé está preparado para nacer
(fecha probable del parto) a las 40 semanas de gestación.

Los recién nacidos se clasifican según su edad gestacional como prematuros si


nacen antes de las 37 semanas de gestación. Los lactantes prematuros se clasifican
además como

 Extremadamente pretérmino: el parto se produce antes de las 28 semanas de


gestación
 Muy pretérmino: el parto se produce entre las semanas 28 y 32 (no incluida)
de gestación
 Moderadamente pretérmino: el parto se produce entre las semanas 32 y 34
(no incluida) de gestación
 Pretérmino tardío: el parto se produce entre las semanas 34 y 37 (no incluida)
de gestación

Aproximadamente 1 de cada 10 bebés nacidos en Estados Unidos lo hace antes de


término. Los grados elevados de prematuridad están asociados a riesgos mayores
de complicaciones graves e incluso potencialmente mortales.

La prematuridad extrema es la causa de muerte aislada más frecuente en los recién


nacidos. Los muy prematuros presentan también un riesgo elevado de sufrir
problemas a largo plazo, especialmente retraso en el desarrollo, parálisis cerebral y
trastornos del aprendizaje. No obstante, la mayoría de los niños que nacen
prematuramente crecen sin dificultades a largo plazo.

Causas:
Las causas de un parto prematuro suelen ser desconocidas. Sin embargo, se
conocen muchos factores de riesgo para el nacimiento prematuro. Las adolescentes
y las mujeres mayores, las de bajo nivel socioeconómico y las que tienen una
educación menos formal corren un mayor riesgo de parto prematuro.

Factores de riesgo de un embarazo anterior:

 Nacimiento prematuro previo (mayor factor de riesgo)


 Embarazos múltiples previos
 Múltiples abortos voluntarios o abortos naturales previos

factores de riesgo antes o durante el embarazo:

 Concepción mediante una técnica de reproducción asistida (como la


fertilización in vitro), especialmente cuando estos embarazos comportan fetos
múltiples (gemelos, trillizos, cuatrillizos)
 Múltiples fetos concebidos de forma natural
 Cuidado prenatal escaso o inexistente
 Consumo de cigarrillos
 Infecciones durante el embarazo no tratadas, como infecciones de las vías
urinarias, infecciones de transmisión sexual o infección del útero (infección
intraamniótica)
 Cirugía previa que afecta el cuello uterino y/o un cuello uterino débil
(insuficiencia cervical)
 Cardiopatía
 Hipertensión arterial
 Enfermedades renales
 Diabetes
 Preeclampsia o eclampsia
 Separación prematura de la placenta (abrupción placentaria o
desprendimento de placenta)
 Rotura prematura de las membranas

Sin embargo, la mayoría de las mujeres que dan a luz a un recién nacido prematuro
no presentan factores de riesgo conocidos.

La atención prenatal temprana puede disminuir el riesgo de parto prematuro.

Síntomas:
Los prematuros, por lo general, pesan menos de 2,5 kg e incluso, en algún caso,
llegan a pesar únicamente 0,5 kg. Los síntomas suelen depender de la inmadurez
de los diversos órganos.

Los recién nacidos extremadamente prematuros tienden a requerir una estancia


más prolongada en la unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN) del hospital
hasta que sus órganos puedan funcionar bien por sí solos. Los recién nacidos
pretérmino tardíos, por otro lado, pueden tener solo unos pocos sistemas de
órganos (si los tienen) que necesitan tiempo para madurar. Los recién nacidos
pretérmino tardíos pueden permanecer ingresados en el hospital hasta que puedan
regular su temperatura corporal y su nivel de azúcar en sangre, alimentarse bien y
ganar peso.

El sistema inmunológico de cualquier recién nacido prematuro también está


subdesarrollado y, por lo tanto, los recién nacidos prematuros son propensos a las
infecciones.

La mayoría de las complicaciones de la prematuridad están causadas por órganos y


sistemas de órganos subdesarrollados e inmaduros. El riesgo de complicaciones
aumenta con el grado de prematuridad. El riesgo de complicaciones también
depende en parte de la presencia de ciertas causas de prematuridad tales como
infecciones, diabetes, hipertensión arterial o preeclampsia.

Falta de desarrollo del cerebro


Cuando el bebé nace antes de que su cerebro esté completamente desarrollado, se
presentan algunos problemas entre los que cabe destacar los siguientes

 Respiración inconstante: la zona del encéfalo que controla la respiración


presenta tal inmadurez que provoca que el recién nacido respire de forma
inconstante, con pausas respiratorias cortas o periodos en los que deja de
respirar completamente durante 20 segundos o más (apnea del prematuro).
 Dificultad para coordinar la alimentación y la respiración: las zonas del
encéfalo que coordinan los reflejos de la boca y la garganta están inmaduras,
y por tanto los recién nacidos prematuros pueden no ser capaces de
succionar y tragar de forma normal, lo que dificulta la coordinación de la
alimentación con la respiración.
 Hemorragia cerebral: los recién nacidos muy prematuros sufren un alto riesgo
de hemorragia cerebral.

Falta de desarrollo del tubo digestivo e hígado


El desarrollo insuficiente del aparato digestivo y del hígado ocasiona problemas
como los siguientes:

 Episodios frecuentes de reflujo: inicialmente, los recién nacidos prematuros


tienen problemas con la alimentación. No solo son inmaduros sus reflejos de
succión y deglución, sino que su pequeño estómago se vacía lentamente, lo
que puede conducir a episodios frecuentes de (reflujo).
 Episodios frecuentes de intolerancia a la alimentación: los intestinos de los
recién nacidos prematuros se mueven muy lentamente y estos bebés con
frecuencia tienen dificultad para defecar. Debido al lento movimiento del tubo
intestinal, los bebés prematuros no pueden digerir fácilmente la leche
materna o la fórmula que se les da.
 Lesión intestinal: los bebés muy prematuros pueden desarrollar una
enfermedad grave en la que parte del intestino se daña seriamente y puede
ocasionar una infección (denominada enterocolitis necrosante).
 Hiperbilirrubinemia: los recién nacidos prematuros son propensos a
desarrollar hiperbilirrubinemia. En la hiperbilirrubinemia, el hígado del recién
nacido es más lento de lo habitual en la eliminación de la bilirrubina (el
pigmento amarillo que resulta de la descomposición normal de los eritrocitos)
presente en la sangre. Por esta razón, el pigmento amarillo se acumula,
dando a la piel y al blanco de los ojos un color amarillo (ictericia). Los recién
nacidos prematuros tienden a tener ictericia los primeros días después del
nacimiento. Normalmente, la ictericia es leve y se resuelve aumentando la
cantidad ingerida en cada toma y con evacuaciones más frecuentes (la
bilirrubina se elimina con las heces, que tienen al principio un color amarillo
brillante). En raras ocasiones, se acumulan niveles muy elevados de
bilirrubina, lo que pone al recién nacido en riesgo de desarrollar kernícterus
(encefalopatía bilirrubínica, ictericia nuclear). El kernícterus es una lesión
cerebral causada por la presencia de depósitos de bilirrubina en el cerebro.

Falta de desarrollo del sistema inmunitario


Los bebés muy prematuros tienen un bajo nivel de anticuerpos, las proteínas del
torrente sanguíneo que ayudan a proteger contra las infecciones. Los anticuerpos
de la madre cruzan la placenta al final del embarazo y ayudan a proteger al recién
nacido de la infección al nacer. Los recién nacidos prematuros tienen menos
anticuerpos protectores procedentes de su madre y, por lo tanto, presentan un
riesgo mayor de desarrollar infecciones, especialmente infecciones de la sangre
(sepsis del recién nacido) o de los tejidos que rodean el cerebro (meningitis). El uso
de mecanismos invasivos para tratamientos, como catéteres intravenosos y tubos
para respirar (tubos endotraqueales), aumenta aún más el riesgo de contraer
infecciones bacterianas graves.
Falta de desarrollo de los riñones
Antes del nacimiento, los productos de desecho del feto son eliminados por la
placenta y excretados a través de los riñones de la madre. Después del parto, los
riñones del recién nacido deben hacerse cargo de estas funciones. En los recién
nacidos muy prematuros la función renal es pobre, pero mejora a medida que los
riñones maduran. Los recién nacidos con riñones poco desarrollados pueden
presentar dificultades para regular las concentraciones de sal y de otros electrólitos
y la cantidad de agua en el organismo. Los problemas renales pueden provocar una
insuficiencia del crecimiento y una acumulación de ácido en la sangre (llamada
acidosis metabólica).

Falta de desarrollo de los pulmones


Los pulmones de los recién nacidos prematuros pueden no haber tenido el tiempo
suficiente para desarrollarse completamente antes del nacimiento. Los pequeños
sacos de aire llamados alvéolos, que absorben oxígeno del aire y eliminan el dióxido
de carbono de la sangre, no se forman hasta aproximadamente el comienzo del
último tercio del embarazo (tercer trimestre). Además de este desarrollo estructural,
los tejidos de los pulmones deben formar un material graso llamado surfactante. El
surfactante recubre el interior de los sacos de aire y les permite permanecer abiertos
durante todo el ciclo respiratorio, lo que facilita la respiración. Sin surfactante, los
alvéolos tienden a colapsarse al final de cada respiración, dificultándola. Por lo
general, los pulmones no producen surfactante hasta aproximadamente las 32
semanas de embarazo, y la producción no suele ser adecuada hasta las 34 a 36
semanas más o menos.

Estos factores significan que los bebés que nacen prematuramente corren riesgo de
sufrir problemas respiratorios, como el síndrome de dificultad respiratoria (SDR). Los
recién nacidos con problemas respiratorios pueden necesitar apoyo respiratorio con
un ventilador mecánico (una máquina que ayuda a introducir y extraer el aire de los
pulmones). Cuanto más prematuro sea el recién nacido, menor es la cantidad de
surfactante disponible y mayor la probabilidad de desarrollar el síndrome de
dificultad respiratoria (síndrome de distrés respiratorio) después del parto.

No existe un tratamiento para hacer que la estructura pulmonar madure más


rápidamente, pero, con una nutrición adecuada, los pulmones continúan madurando
con el tiempo.

Existen dos enfoques para aumentar la cantidad de surfactante y reducir la


probabilidad y la gravedad de la dificultad respiratoria:

 Antes del nacimiento: los corticoesteroides, como la betametasona,


aumentan la producción de surfactante en el feto y se administran a la madre
mediante inyección cuando se prevé un parto prematuro, por lo general entre
24 y 48 horas antes del parto.
 Después del nacimiento: los médicos pueden administrar surfactante
directamente en la tráquea del recién nacido.
La displasia broncopulmonar es un trastorno pulmonar crónico que puede
presentarse en recién nacidos prematuros, sobre todo en los lactantes menos
maduros. La mayoría de los bebés con displasia broncopulmonar han tenido
síndrome de dificultad respiratoria y han necesitado tratamiento con un respirador
mecánico. En la displasia broncopulmonar, los pulmones desarrollan tejido cicatricial
y el bebé necesita ayuda continua para respirar, a veces con un respirador artificial.
En la mayoría de los casos, el lactante se recupera muy lentamente de la
enfermedad.

Ojos infradesarrollados
La retina es el tejido sensible a la luz ubicado en la parte posterior del ojo. La retina
se nutre mediante los vasos sanguíneos situados en su superficie. Los vasos
sanguíneos crecen desde el centro de la retina hasta los bordes durante el
transcurso del embarazo y no terminan de crecer hasta cerca del término.

En los bebés prematuros, particularmente en los bebés menos maduros, los vasos
sanguíneos pueden dejar de crecer y/o crecer anormalmente. Muchos bebés
prematuros necesitan oxígeno adicional y esto último también puede favorecer el
crecimiento anormal de los vasos sanguíneos de la retina. Los vasos anormales
pueden sangrar o causar cicatrices que pueden tirar de la retina. Este trastorno se
denomina retinopatía de la prematuridad y tiene lugar después del nacimiento. En
los casos más graves, la retina se desprende de la parte posterior del ojo y se
produce ceguera. Los bebés prematuros, en particular los nacidos antes de las 31
semanas de edad gestacional, se acostumbran a someter periódicamente a
exámenes oculares para que los médicos puedan descartar un desarrollo anormal
de los vasos sanguíneos. Si existe un riesgo elevado de desprendimiento de retina,
los médicos pueden usar tratamientos con láser o administrar un medicamento
llamado bevacizumab.

Los recién nacidos prematuros también corren un riesgo mayor de desarrollar otros
problemas oculares, como miopía, desalineación de los ojos (estrabismo) o ambos.

Dificultad para regular el nivel de azúcar en sangre


Dado que los recién nacidos prematuros tienen dificultad para alimentarse y para
mantener niveles normales de azúcar (glucosa) en sangre, a menudo se tratan con
soluciones intravenosas de glucosa o alimentándolos frecuentemente y en
pequeñas cantidades. Sin tomas regulares, los recién nacidos prematuros pueden
desarrollar concentraciones bajas de azúcar en sangre (hipoglucemia). La mayoría
de los recién nacidos con hipoglucemia no presentan síntomas. Otros recién
nacidos se vuelven apáticos, con un tono muscular bajo, se alimentan mal o
presentan temblores; en casos poco frecuentes, sufren convulsiones.

Los recién nacidos prematuros también son propensos a desarrollar


concentraciones elevadas de azúcar en sangre (hiperglucemia) si sufren una
infección o una hemorragia cerebral o reciben demasiada glucosa por vía
intravenosa. Sin embargo, la hiperglucemia rara vez causa síntomas y se puede
controlar al limitar la cantidad de glucosa administrada al recién nacido o al usar
insulina durante un breve período de tiempo.

Problemas cardíacos
El conducto arterial persistente (CAP) es un problema habitual entre los lactantes
menos maduros. El conducto arterial es un vaso sanguíneo que conecta las dos
arterias de gran calibre que emergen del corazón, la arteria pulmonar y la arteria
aorta (véase Circulación fetal normal). En un bebé a término, la pared muscular del
conducto arterial cierra el vaso sanguíneo en las primeras horas o días de vida. Sin
embargo, en los bebés prematuros, el vaso sanguíneo puede permanecer abierto, lo
que provoca un flujo sanguíneo excesivo a través de los pulmones y requiere más
trabajo por parte del corazón. En la mayoría de los bebés prematuros, el conducto
arterial persistente se acaba cerrando por sí solo, pero, a veces, se administran
medicamentos para ayudar a que se cierre más rápidamente. En algunos casos, se
realiza un procedimiento quirúrgico para cerrar el conducto arterial persistente.

Dificultad en la regulación de la temperatura corporal


El encéfalo mantiene la temperatura corporal. Los recién nacidos prematuros no
poseen un cerebro maduro, por lo que presentan problemas para regular la
temperatura corporal. En comparación con los nacidos a término, los recién nacidos
prematuros tienen una gran superficie cutánea en relación a su peso, pierden calor
rápidamente y les resulta difícil mantener la temperatura corporal normal, sobre todo
si el ambiente es fresco, hay corriente de aire o se encuentran cerca de una ventana
cuando en el exterior hace frío. Si el bebé no se mantiene caliente, la temperatura
corporal baja (se llama hipotermia). Los recién nacidos que tienen hipotermia
aumentan poco de peso y pueden tener otras complicaciones. Para evitar la
hipotermia, los bebés prematuros se mantienen calientes en una incubadora o con
un calentador radiante suspendido (véase Unidades de cuidados intensivos
neonatales [UCIN]).

Bibliografía:

https://www.msdmanuals.com/es-do/hogar/salud-infantil/
problemas-generales-del-reci%C3%A9n-nacido/reci%C3%A9n-
nacidos-prematuros

https://www.natalben.com/caracteristicas-bebe-
prematuro#:~:text=Aspecto%20f%C3%ADsico%20del
%20prematuro&text=El%20color%20puede%20ser%20m
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Diagnóstico

Causas del parto prematuro

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