Está en la página 1de 7

HISTORIA DE LA INGENIERÍA QUÍMICA

Ing. CIP Justo Felipe Rios Württele

Desde los inicios de la historia del hombre en la tierra, este ha logrado realizar una
serie de transformaciones físicas y químicas a partir de diferentes materiales e
insumos naturales para la obtención de otros, desde el descubrimiento del fuego,
pasando por los inicios de la metalurgia y la aleación de metales, la cerámica, la
fermentación y destilación de frutos para obtener bebidas alcohólicas, la
extracción de colorantes y pigmentos para sus vestidos, etc.

Desde que el hombre inicio su recorrido por este planeta, de alguna manera se
dieron una serie de procesos químicos casualmente descubierto por esté o
desarrollados por él, con el fin de hacer más fácil su vida.

Desarrollar la historia del hombre y su interacción con los procesos físicos y


químicos o viceversa, no es nuestro objetivo, sino comentar algo de la historia de
la ingeniería química por lo que nos acercaremos un poco más a los inicios de
ella. El comentario inicial nos sirva para reflexionar acerca de la importancia de los
procesos físicos y químicos, que siempre nos han acompañado, y se han dado
aun antes de la presencia del hombre.

Los primeros años del siglo XVIII coincidieron con una gran demanda de
carbonato de sodio utilizado para el procesamiento y producción de una variedad
de productos, como el jabón, vidrio, textiles, etc. Nicholas Le Blanc, químico
francés (1742-1806), desarrollo un método para obtener de la sal obtenida del
mar, carbonato de sodio; procedimiento que se utilizó hasta 1810; este proceso
tenía el inconveniente de generar durante el proceso otros productos altamente
peligrosos (ácido clorhídrico, óxidos de nitrógeno y gases de azufre y cloro), los
mismos que constituyeron una gran amenaza para la salud.

A principios de 1860, Ernest Solvay, químico industrial belga (1838-1922)


desarrollo con éxito lo que hoy conocemos como el método Solvay o torre Solvay
de carbonatado. Este proceso se basaba en la reacción del dióxido de carbono en
estado gaseoso con una solución de sal de amonio, produciéndose el carbonato
de sodio. A pesar de que entonces, no se hablaba de la ingeniería química, este
método Solvay, constituye claramente una operación unitaria.

Podríamos afirmar que los inicios de la Ingeniería Química se dan hacia el año
1880 cuando se publica el libro lecciones de ingeniería química, de George E.
Davis en la ciudad Manchester, fracasando este autor en su intento de fundar la
“Society of Chemical Engineers” en Londres, dictando esté el primer curso de
ingeniería química hacia 1887 en el Manchester Technical School. Al año siguiente
Lewis M. Norton dicta el curso de ingeniería química en el Instituto Tecnológico de
Massachussets (MIT); este curso fue modificado y extendido por William H. Walter,
dictándose luego cursos de ingeniería química en otras universidades de EEUU,
como Columbia, Michigan y Pensylvania.

Por el año de 1893, el Dr. George Lunge profesor de la Escuela Técnica Federal
de Zurich, hace pública la necesidad industrial, existente en ese entonces, de
combinar los esfuerzos científicos de los químicos con la de los ingenieros
mecánicos, y así poder formar una nueva industria elaboradora de productos
químicos.

En 1901 George Davis publica el primer Handbook de Ingeniería Química, y ese


mismo año Albin Haller funda una de las primeras escuelas de ingeniería química
en Francia, en la ciudad de Nancy.

En 1908 la American Chemical Society, organiza la división de químicos


industriales e ingenieros químicos, publicándose la Journal of Industrial
Engineering Chemistry; fundándose simultáneamente en Filadelfia por ingenieros
químicos el American Institute of Chemical Engineers.

Es en 1910 que en el Instituto Tecnológico de Massachussets, un grupo de


profesores establece la cátedra de Ingeniería Química. Años después (1915). El
Dr. Arthur D. Little propugna lo que sería el primer pilar fundamental de la
ingeniería química: LAS OPERACIONES UNITARIAS, en el instituto
tecnológico de Massachussets; las mismas que son posibles de aplicar a
diferentes procesos industriales, independientemente del producto a fabricar,
de la mismas se decía: “Cualquier proceso químico, cualquiera sea su escala,
puede ser resuelto en una serie coordinada de lo que podría ser denominado
acciones unitarias, como, pulverización, mezclado, calentamiento, absorción,
precipitación, cristalización, filtración, disolución y así sucesivamente” . Arthur Litlle
comentaba que las operaciones unitarias eran básicamente físicas antes que
químicas, pero que estaban dirigidas a un resultado químico, que eran pocas en
número pero las condiciones bajo las que podían ser conducidas eran de lo más
variadas y estaban determinadas por la naturaleza de los materiales en
tratamiento, el tamaño de la operación, las temperaturas, presión y demás factores
involucrados en el proceso.

Arthur D. Little, actor fundamental en el reconocimiento de la ingeniería química,


explicaba así su punto de vista: "Con el creciente número y complejidad de los
problemas surgidos de la rápida expansión de las industrias químicas, se empezó
a reconocer gradualmente que había necesidad y sitio para una rama distinta
dentro de la ingeniería, a la cual estos problemas le fueran asignados. En
respuesta a esta necesidad tenemos la Ingeniería Química, no como una mezcla
de química con ingeniería mecánica y civil sino como una rama separada de la
ingeniería, basada en las operaciones unitarias, las que en su propia secuencia y
coordinación constituyen un proceso químico llevado a escala industrial".

El trabajo de los conceptos de las operaciones unitarias, en las plantas de


transformación físicas y químicas pronto llevan a advertir al ingeniero químico
importantes similitudes y que el estudio de las mismas se resumen en tres
operaciones de cambio; que la masa, el calor y la cantidad de movimiento se
transfieren impulsadas por un potencial, venciendo una resistencia, determinando
un cierto flujo de transferencia; estos conceptos, generalizados para las
operaciones unitarias se fundamentan años más tarde cuando en 1960, es
publicado el libro “EL FENOMENO DE TRANSPORTE”, de los ingenieros Bird,
Steward y Ligtfoot; en el que se desarrolla el estudio sistemático de los
fundamentos del transporte de materia, energía y cantidad de movimiento,
surgiendo así, el que sería el segundo gran pilar de la ingeniería química.

Desde los años sesenta hasta la fecha, la Ingeniería Química no ha dejado de


cambiar y evolucionar, adecuándose a las necesidades de la industria, de la
sociedad y del hombre. Pronto la Ingeniería Química ha podido hacer uso de las
nuevas tecnologías, desarrollar otras, para cumplir sus objetivos. El uso de la
programación facilito el cálculo teórico y la automatización, y el control de las
operaciones unitarias como de los procesos de fabricación.

Al transcurrir los años, varias son las ramas de la ingeniería que han surgido de la
ingeniería química; como la ingeniería bioquímica, petroquímica, textil, metalurgia,
ambiental, alimentos, agroindustria, pesquera, entre otras, pero quizás sea la
ingeniería bioquímica, la que con sus propias características científicas, nos
muestra como la ingeniería química haciendo uso de otras ciencias, diseña
procesos con operaciones unitarias para un mejor desarrollo de la industria o
generando nuevas industrias.

En un discurso Sir Harold Hartley, en 1952, dirigido a la "Institution of Chemical


Engineers", se refiere a la Ingeniería Bioquímica como una rama de la Ingeniería
Química que se mueve en el marco de los mismos principios, teorías,
procedimientos y métodos que son fundamentales y generales, a los que se
agregan otros que son propios de su condición de ciencia.

En muchos aspectos los ingenieros químicos dieron su aporte hacia la sociedad,


durante la segunda guerra mundial desarrollaron la producción de caucho
sintético, muy escaso en ese entonces el caucho natural, contribuyeron a
perfeccionar la producción industrial de la penicilina, logrando procesar penicilina
con una recuperación del 85 por ciento, antes de ello no había podido lograrse,
otro problema que ayudaron a resolver fue la inestabilidad de este producto en
solución; se requería una forma estable que permitiera el almacenaje y el
despacho de la penicilina. El proceso de congelación y desecación (en que la
solución de penicilina era congelada y luego sometida al vacío para extraer el hielo
en forma de vapor de agua), parecía ser el mejor método, pero no antes se había
aplicado a escala industrial. Un programa acelerado de estudios emprendido por
ingenieros químicos del Instituto Tecnológico de Massachussets logró una
comprensión de los fenómenos básicos del proceso que hizo factible la
construcción de plantas de procesamiento, lográndose la producción a gran escala
de la penicilina y su distribución, salvándose con este logro millones de vidas.

Debido a la explosiva demanda de combustible en 1919, para automóviles a raíz


de la innovación de Henry Ford para la producción masiva y en línea de
automóviles, las industrias petroleras se vieron en la urgente necesidad de
producir grandes cantidades de gasolina con una tecnología que superara el
desempeño de las plantas de cracking térmico. Fue hasta 1945 cuando se
introdujo comercialmente el cracking catalítico en lecho fluidizado (diseño de
ingenieros químicos), el cambio permitió a la industria de refinación del petróleo
satisfacer la demanda creciente de combustible. El éxito de este desarrollo
estimuló la investigación en la tecnología de lecho fluidizado en otras reacciones, y
hoy es ampliamente utilizada en la producción de otros químicos, en procesos
metalúrgicos y en sistemas de combustión para calderas e incineradores.

La segunda innovación en importancia en la industria de refinación del petróleo fue


la reforma catalítica para convertir naftenos de octanaje muy bajo y parafinas en
aromáticos de alto octanaje, como benceno, tolueno, etilbenceno y xilenos,
materiales sustitutos del tetraetilo de plomo, (cuya eliminación es obligatoria),
usado para el mejoramiento del octanaje de la gasolina.

Serán muchos los problemas y retos que deberá enfrentar la industria de procesos
químicos y también serán numerosas las oportunidades que le ofrecerán los
nuevos conocimientos en las ciencias básicas (matemáticas, química, física,
biología, etc.), como serán muchas las exigencias expresas y latentes de las
nuevas tecnologías como la nanotecnología, nuevos materiales, microelectrónica,
informática, biotecnología y otras ciencias emergentes. El enfrentamiento de estos
retos y la debida explotación de las oportunidades con innovaciones inteligentes y
rápidas, le permitirá configurar una nueva base tecnológica a la industria de
procesos químicos y con ello ampliar el universo de aplicación de la ingeniería
química a áreas industriales aun inexistentes.
George Davis (1850-1907).

Widnes en Cheshire a principios de los 1800,


debajo de una nube del proceso de Leblanc

” (Londres), usó por primera vez el término Ingeniero Químico, para referirse a la 1839: ANDREW URE,
químico, consultor y editor del “Diccionario de Artes, Productos y Minas industria química pesada
El Alquimista, en los albores de la Química
Investigación en la actualidad

También podría gustarte