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“El pensamiento sólo puede descubrir en sí el infinito dejando subsistir la determinación finita”
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. La determinación finita, y por lo tanto orgánica, subsiste. Ella es incluso necesaria, puesto que la
representación órgica se sostiene precisamente en el movimiento reflexivo que va de lo finito al
infinito: lo finito se refleja en lo infinito; lo infinito, en lo finito
2.- En la Introducción de Diferencia y repetición encontramos dos modulaciones en torno al
problema de la repetición: por un lado, tenemos la ‘repetición por identidad del concepto’,
y por otro, la ‘repetición por diferencia y exceso de la Idea’. Según lo discutido en el
seminario y la lectura misma del libro, exponga detalladamente las diferentes articulaciones
de ambos modos de la repetición comentando al menos 2 ejemplos que se utilicen en el
libro para detallar el funcionamiento de ambas (1 ejemplo por c/u).
“Los estudios sobre el ritmo o sobre la simetría confirman esta dualidad. Se distingue una
simetría aritmética, que remite a una escala de coeficientes enteros o fraccionarios, y una
simetría geométrica, fundada en proporciones o relaciones irracionales; una simetría
estática, de tipo cúbico o hexagonal, y una simetría dinámica, de tipo pentagonal, que se
manifiesta en un trazado en espiral o en una pulsación en progresión geométrica, en una
palabra, en una “evolución” viva y mortal. Ahora bien, este segundo tipo está en el centro
del primero, es su corazón y su procedimiento activo, positivo. En una red de cuadrados
dobles, se descubren trazos irradiantes que tienen como polo asimétrico el centro de un
pentágono o de un pentagrama. La red es como una tela sobre un armazón, “pero el corte, el
ritmo principal de este armazón es casi siempre un tema independiente de esta red”: tal el
elemento de disimetría que sirve a la vez de principio de génesis y de reflexión para un
conjunto simétrico. La repetición estática en la red de los cuadrados dobles remite, pues, a
una repetición dinámica, formada por el pentágono y «la serie decreciente de los
pentagramas que en él se inscriben naturalmente)), De la misma manera, la ritmologia nos
invita a distinguir inmediatamente dos tipos de repetición. La repetición-medida es una
división regular del tiempo, una recurrencia isocrónica de elementos idénticos. Pero una
duración sólo existe si está determinada por un acento tónico, regida por intensidades. Nos
equivocaríamos sobre la función de los acentos si dijésemos que se reproducen a intervalos
iguales. Los valores tónicos e intensivos actúan, por el contrario, creando desigualdades,
inconmensurabilidades, en duraciones o espacios métricamente iguales.
Crean puntos relevantes, instantes privilegiados que marcan siempre una polirritmia.
También aquí, lo desigual es lo más positivo. La medida no es más que la envoltura de un
ritmo, y de una relación de ritmos. La reiteración de puntos de desigualdad, de puntos de
flexión, de acontecimientos rítmicos, es más profunda que la reproducción de elementos
ordinarios homogéneos; de modo que, en todos los casos, debemos distinguir la
repetición-medida y la repetición-ritmo, ya que la primera es sólo la apariencia o
el efecto abstracto de la segunda. Una repetición material y pura (como repetición de lo
Mismo) no aparece más que en el sentido en que otra repetición se disfraza en ella,
constituyéndola y constituyéndose ella misma mediante el disfraz. Aun en la naturaleza, las
rotaciones isocrónicas no son más que la apariencia de un movimiento más profundo, los
ciclos revolutivos no son más que entes abstractos; puestos en relación, revelan ciclos de
evolución, espirales que presentan una razón de curvatura variable, cuya trayectoria tiene
dos aspectos disimétricos, como la izquierda y la derecha. Siempre en esta abertura, que no
se confunde con lo negativo, las criaturas tejen una repetición, recibiendo, al mismo
tiempo, el don de vivir y de morir.”
Ver p.52, 53 sobre los signos y como mezcla lo mismo con lo otro o debe comprender lo
otro. Enlace – la repetición se forma al mismo tiempo que se disfraza. P 53
El aprendizaje no se lleva a cabo dentro del vínculo de la representación y la acción (como
reproducción de lo Mismo), sino en relación del signo con la respuesta (como encuentro
con lo Otro). Hay por lo menos tres maneras en el que el signo comprende la
heterogeneidad: en primer lugar, en el objeto que lo porta o que lo emite, y que presenta
necesariamente una diferencia de nivel, como dos órdenes de magnitud o de realidad
dispares entre los cuales fulgura el signo; en segundo lugar, en sí mismo, porque el signo
envuelve otro “objeto” dentro de los límites del objeto portador y encarna una potencia de
la naturaleza o del espíritu(idea); por último, en la respuesta que solicita; teniendo en
cuenta que el movimiento de la respuesta que no se “parece” al del signo. P.52
Ese es el motivo por el cual es tan difícil explicar el proceso del aprendizaje: hay una
familiaridad práctica, innata o adquirida, con los signos, que convierte toda educación en
algo amoroso, pero también mortal. No aprendemos nada con aquel que nos dice: “ haz
como yo” nuestros únicos maestros son aquellos que nos dicen “ haz junto conmigo”, y
que, en lugar de proponernos gestos que debemos reproducir, supieron emitir signos
susceptibles de desarrollarse en lo heterogéneo. En otros términos, no hay ideo- motricidad,
sino tan solo sensorio-motricidad. Cuando el cuerpo conjuga sus puntos notables con los de
la ola, anuda el principio de una repetición que ya no es la de lo Mismo, sino que
comprende lo Otro, que comprende la diferencia, de una ola y de un gesto al otro, y que
transporta esta diferencia en el espacio repetitivo así constituido. Aprender es, en efecto,
constituir ese espacio del encuentro por medio de signos, en el que los puntos relevantes se
entrelazan los unos con los otros, y donde la repetición se forma al mismo tiempo que se
disfraza” p 52-53
Los signos: “Significan la repetición como movimiento real, por oposición a la
representación como movimiento falso de· lo abstracto” p.53
Ejemplo p 52-53