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REPARTO CORRESPONDA
DIGO
HECHOS:
TERCERO.- Del diagnóstico inicial por parte del Doctor D. Jorge Castillo, del Hospital A.
El equipo médico que le trata, conocedor del riesgo extremo que conlleva para su
salud el tipo de sarcoma y su avance, decide realizar una nueva intervención el 25 de
septiembre, que consiste en una cirugía de resección extracapsular. El objetivo de esta
operación es controlar y evitar el crecimiento del tumor, seccionando la zona húmero
proximal derecho, músculo deltoides, nervios y tendones adyacentes, colocando en su lugar
una prótesis. Con fecha 28 y 31 de octubre se le suministra un tercer ciclo de quimioterapia,
al que siguen el resto de los prescritos que le son administrados con una periodicidad
mensual. Tras recibir el sexto ciclo y para determinar la evolución se practica una nueva
resonancia magnética nuclear donde no se detecta crecimiento del sarcoma. Concluidos los
nueve ciclos inicia el tratamiento correspondiente de radioterapia prescrito.
Con fecha de enero de 2023 el Sr. Narváez acude a mi despacho, así como al del
abogado que suscribe este escrito de demanda, a solicitar consulta legal y representación
procesal para estudiar y, en su caso, interponer el presente procedimiento contra los
responsables médicos y los hospitales que, entendemos, han incurrido en mala praxis dada
su falta de aplicación profesional diligente en el diagnóstico erróneo de las patologías de mi
mandante, así como la prescripción de tratamientos y ejercicios de rehabilitación
inoperantes, que han conducido al diagnóstico tardío del sarcoma de Ewing y la
consiguiente sumisión a un proceso de quimioterapia, con una afectación grave no solo en
términos morales y psicológicos para su vida personal, sino con los evidentes impedimentos
profesionales.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
I. LEGITIMACIÓN ACTIVA.
Corresponde la legitimación pasiva por ser los causantes de la lesión a los doctores
que figuran como demandados, al Hospital A y Hospital B, y a las entidades aseguradoras
Mutual Médica, ASISA y AMA (en adelante, “Aseguradora A”, “Aseguradora B” y
“Aseguradora C”), en virtud de los artículos 105 y 106 de la Ley 50/1980 del contrato de
seguro (en adelante “LCS”), así como los artículos 1.902, 1.903 y 1.101 del Código Civil
(“CC”).
En este sentido, la Ley 44/2003, de 21 de noviembre, de ordenación de las
profesiones sanitarias establece en su artículo 4.8 letra (e) que serán requisitos
imprescindibles para ejercer una profesión sanitaria “(t)ener suscrito y vigente un seguro de
responsabilidad, un aval u otra garantía financiera, sean de protección personal o colectiva,
que cubra las indemnizaciones que se puedan derivar de la responsabilidad profesional por
un eventual daño a las personas causado con ocasión de la prestación de tal asistencia o
servicios cuando se ejerza la profesión en el ámbito de la asistencia sanitaria privada.”.
III. REPRESENTACIÓN
IV. COMPETENCIA
Corresponde al orden jurisdiccional civil conocer del asunto en base al art. 36 Ley de
Enjuiciamiento Civil y los artículos 9, 21 y 22 de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ).
La competencia del procedimiento ordinario se determina ex art. 249.2 de la Ley de
Enjuiciamiento Civil ya que la cuantía supera los 6.000 Euros. La competencia territorial
corresponde al Juzgado de Primera Instancia que proceda ex art. 53 de la Ley de
Enjuiciamiento Civil.
Se ejercita frente a todos los demandados una acción civil por responsabilidad
extracontractual por hecho propio, de acuerdo con los artículos 1089, 1093, 1902 del Código
Civil. La responsabilidad extracontractual se aprecia puesto que el paciente acude al
Hospital A y, posteriormente, al Hospital B, aquejado por unos síntomas, siendo atendido
por sucesivos médicos con los que no tenía ninguna relación contractual preexistente.
En segundo, la culpa o negligencia que, de acuerdo con el artículo 1104 del Código
Civil, “consiste en la omisión de aquella diligencia que exija la naturaleza de la obligación y
corresponda a las circunstancias de las personas, del tiempo y del lugar”, debe tener en
cuenta el papel profesional del médico que deber conocer las pautas médicas que ha de
prescribir diagnósticas a los pacientes que acuden aquejados por una sintomatología que,
en este caso, se tradujo en el sarcoma de Ewing.
En tercer lugar, el daño, como se plasma en los hechos de esta demanda, consiste
en importantes daños físicos, fruto del sarcoma de Ewing diagnosticado en un estado
avanzado y la metástasis que pudo haber sido evitada si el paciente hubiera sido
diagnóstico correctamente desde el principio; la pérdida de movilidad en el hombro, que le
imposibilita para el ejercicio de su profesión, así como los morales y psicológicos derivado
del tedioso tratamiento médico.
No puede dejar de señalarse que, dado que la medicina es una ciencia inexacta, no
podremos conocer jamás cuál hubiese sido el futuro de mi mandante de no haberse
contravenido de manera tan evidente el buen hacer profesional de los doctores que le
atendieron. Se trata de un trasvase del escenario de hechos al Derecho, que obliga a
romper las reglas clásicas de la causalidad e incluir valoraciones casuísticas en
presupuestos jurídicos, por lo que podemos tan sólo plantearnos hipótesis tal como se
desprende de la Pericial nº 2. No obstante, toda vez el pronóstico de calidad de vida de
Juan habría sido mejor de haberse llevado a cabo las pruebas que, de haber sido diligentes,
se deberían haber llevado a cabo, no puede negarse que existe una relación entre la
actuación negligente y el actual estado de salud de D. Juan.
De este modo se aplicará el Real Decreto Legislativo 8/2004 para el baremo de las
secuelas ya que es el que deroga la Disposición Adicional Octava de la Ley 30/1995.
Asimismo, es de aplicación el art 1103 CC sobre la responsabilidad sobre negligencias. De
esta forma, la indemnización se determinará por cada doctor que atendió a mi mandante:
Por último, el doctor Albert, quien fue el responsable de informar sobre los exámenes
prescritos por el Dr. Carles, da un diagnóstico erróneo y con ello dilata el tratamiento de mi
mandante, pues la prueba realizada no solo era trascendental para un diagnóstico correcto,
sino que no era necesario realizar ninguna otra prueba. Debido a la negligencia de este
especialista, la salud del demandante solo empeora, acrecentando sus limitaciones físicas y
laborales. Por ello, la cuantificación del perjuicio causado por la posterior imposibilidad de mi
mandante en movilidad del hombro derecho con un máximo de 45º será de 654,987 euros,
con un puntaje de 12 puntos, de acuerdo con la Tabla III del Texto Legal ya mencionado. Por
último, de acuerdo a la Tabla VI del mismo Real Decreto, se exige el pago de 407.317,900
euros correspondientes al 10% de la base de indemnización por perjuicio económico. Se ha
realizado una pericial en el cual constata el estado actual del hombro de mi mandante
(Pericial nº 3).
Solicito que se condene al abono de las costas, que se causen en este pleito, a las
partes demandadas, ex art. 394 de la Ley de Enjuiciamiento Civil.
SUPLICO AL JUZGADO que, teniendo por presentado este escrito con sus documentos y
copias de todo ello, lo admita a trámite, me tenga por comparecido en nombre de la parte
demandante y previos los trámites legales procedentes, dicte sentencia condenando al pago
de 417.935,765 € y, de manera solidaria, a los Hospitales A y B, a D. Jorge Castillo de
Villares, a D.ª Pepa Morales Camps, a D. Carles Sardá i Puigneró, a D. Albert Infante Ilustre,
y a la Aseguradora C.
● OTROSI DIGO PRIMERO, esta parte viene a aportar las siguientes pruebas:
1. Documental que se da por reproducida en la demanda.
2. Pericial de:
- INFORME DE LEX ARTIS SOBRE EL PROCEDIMIENTO A SEGUIR PARA EL
DESCARTE DE MASA MALIGNA.
- INFORME SOBRE EL POSIBLE DETERIORO DE LAS EXTREMIDADES
AFECTADAS POR SARCOMA.
- INFORME ONCOLÓGICO SOBRE LA VALORACIÓN DE LA MALFORMACIÓN DE
D. JUAN.
OTROSI DIGO SEGUNDO, que de acuerdo con el artículo 394 de la Ley de Enjuiciamiento
Civil se impongan las costas a la parte demandada.
OTROSI DIGO TERCERO, que en la presente demanda se han intentado cumplir con los
requisitos exigidos en la Ley, si bien en el supuesto de haber cometido algún defecto
involuntario solicitamos, que de conformidad con lo dispuesto en el art. 231 de la Ley de
Enjuiciamiento Criminal, su subsanación en la forma y plazo que se determine a tal fin.