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Resulta dificil entender cómo este lugar, perdido a medio camino entre
e.l paraíso y el infierno, fue definido poco después como un territorio
importante para el comercio de dulzura e hizo uso extensivo de la así
llamada " trata de vivientes", también conocida como " infame comercio
de alma~" . Llegó la hora de tirar del hilo del comienzo de esa historid,
precisamente porque nada en la vida es sólo natural o un sin1ple regalo
de los díoses. Aprendem os a gustar de lugares, sensacion es y produc....
tos que muchas veces son inventados y hasta tienen fech a de creación.
aprendem.os a ídentíficarlos y a fanüliar izarnos con ellos. Si los europeos
crearon e1npre~as y sociedades colo niales en las nt1evas tierras ain ericanas,
como en el caso deJ Caribe Bras1 -·1, p ue d e d ecuse
y· · ·
lo nus1no respecto d.el
DEBATE
76
T/\ N I JLJLCI ! COMO /\ M A llC A : rA
. ( ; I V 11 . J /. A< . 1( 1N f J r . r A / . ( ( . A _v
, com o ingrediente, medi ca1nento, manj ar o simplemente "para endulzar''
: . .. lo que fuera, un té, un pan, una torta. En esa época ya había plantaciones
;tzÚ c lr. Los se res ht11n ;1nos prcpa.r;111 c on,jd ;i r r ·•< tJC ,mwnt r~ con tr dr l
prfic J' ,. , ) · J r) de caña en el norte de África y en varias islas del M editerráneo, notable-
que cn c ue11 tr;m , y sus prc fc rc: 11 c1;1'.~ y tÍ c;J( .
• , ;.i HTJt_n t.u,~ <., revd::m rJjfr--
. . • - • . •
... mente en Sicilia. Pero la experiencia y el consumo aumentaron durante
rcn c1:tS s1 g n1h c 1t1 v:ts e n tre gc n c r;1c1on c 1 ' c· ,11t tJt ,'J i; g c, n c t<' <, el ,. ·
· a ,(:) -;r JC Ia J,.
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las Cruzadas debido a la 111ayor circulación del producto entre África y
0 reg iones. Por eso , el ;1 z u c ar no d c b c enten der<; e. -; o ..,me nte crmio un
Europa. 2 A partir de entonces, el azúcar ingresó en la lista de especias
nrodu cto; corno ve1T111o s, es tambi én un prodo ct<> r d e co, d.I crcx r r)'>-
r:- rnás deseadas - junto con el clavo de olor, la pimienta y la canela- y
l ,,..,d _, -
rumbres y hábito s . Fue inven t;:ida en el siglo XVJ y prop ago, e e-,e rj cie ocupó un lugar preferencial entre las posesiones de los reyes, las dotes
de fr u tJ,;.
<lul zur;l. N·o porqu e hasta enton ces no existi era eJ consu mo de las princesas, los testan1entos de la nobleza, etcétera.
toc p ¡
o inclus o de n1iel, con10 recurs o para endul zar los alimen ,. ero e Aunque la ruta geográfica y cronológica de las especias ha sido en
por el dulce, su transf ormac ión en necesi dad un1ver sa], se
dio en
gusto cierto modo establecida por la historiografia, hasta hoy se discute la
n a p ar tir del
un mon1 ento espec ífico de la histor ia de Occid ente. Recié popularidad de estos productos y el motivo que llevó a la rica y pode-
año 1650 el azúca r, en especi al el de caña, dejó de
ser un raro lujo para rosa Europa a rendirse al dese9 de una dieta más aliñada,,salpimentada,
torio.
u--ansforn1arse en un produ cto corrie nte y, básica mente, obliga ahun1ada, aromática, curada, aceitosa, picante o, simplemente, dulce. La
- y en
Si bien la miel se conoc ía desde eras pretér itas, del azúcar mejor explicación admite que fue una manera de abandonar una cocina
media nte
partic ular de la sacaro sa, una sustan cia extraí da de la caña previsible y sin gracia para adherir a una alimentación variada, más sabro-
mente y
proce dimie ntos técnic os espec íficos - se tuvo notici a tardía sa y capaz de satisfacer los gustos más inusitados. Como el producto era
s quinie ntos fácil de preservar, pronto se convirtió en un raro objeto de deseo y poder
come nzó a consu mirse de mane ra extens iva hace apena
pero, ya en d en manos de monarcas y mercaderes. A partir de entonces no demoró
años. 1 En el año 1000 d. C., pocos sabían de su existencia
ron "viciosas ', en transfarmarse en un artículo de primera necesidad; fue un proceso
siglo XVII, la noble za y las·clases más acaudaladas se volvie
ntal --que le bastante rápido y tuvo como consecuencia un constante crecimiento de
del azúcar, que poco despu és ingres ó en la medic ina occide
en las mesas las inversiones en el comercio y la producción de sacarosa.
atribuía poder es curat ivos- , en la imagi nació n literaria y
Eso fue lo que ocurrió en el reino de Portugal, país que utilizó
de la buena socied ad.
nen ese tipo de economía para solucionar los problemas que afrontaba en
Las prime ras referencias a la caña datan del año 8000 a.C. Y provie
sus dominios de África y América. La producción azucarera que había
años despw.~~s.
de Nueva Guine a. Los regist ros son dispersos hasta dos mil
fl orecido en el Mediterráneo, sobre todo en Sicilia y en la España mora,
posib~enJ.~~-
mome nto en que la planta habría llegad o a Filipinas, India Y, comenzaba a decaer en la época, lo cual fue un estímulo adicional a la
de f~bncae1~n
te, Indon esia. Sin emba rgo, las notici as sobre el proceso
r. · "t1'ca ,'1 ·p arar dd 1110 decisión de la monarquía lusitana. Por iniciativa del infante don Enrique
,Ll azuca
,.~ ,, r comie nzan a apare cer en 1orma s1sten1a
· 1 500 d ·C · Fuero n los se importaron de Sicilia los primeros plantines de caña y fueron plantados
3~() d·. ·•C. en Indfa y se vuelv en consta ntes h ac1a e .
Y
. . ~ - 71 1 : es inu~oduJe ron la
: b· ,
ara e~~ con la 1nvas1ón de Espana en el ano · ·, quien :.ixuca.r V d
e ~ ,L . 1 . d fabr ·iclr ·, . .. : ~, 2 Este fragmento sobre la historia del azúcar está inspirado en el
ana ue azúcar en Europ a ·y desarrollaron e arre e excel~nte y precursor
&l.t sto , . ,, .-. d . t:oinc nzo a uti11z.u se libro de Sidney Míntz, Sweetness rmd Power:T1ie Pfoce of Sugc1r in Ml>dem History, Nueva
por difurcnttts "tipof; de dulzura . El pro utto
York: Penguín, 1985.
, l . ,t~etas occidenr.ilej sino
i ~j " .
c . a-,úcar , más ta ru101
,,~. rerno laoha es todavrn , J' ntro en as '
· UJ..:
no e ·
1
~ta el siglo XIX.
•nícíaln 1 ente e n la isla d e Mad c ir;i , qu e luego se tranc;;form /
1 . . . o en e1 mayo r tos blancos, el rnisn10 núrncro de mubtos y dos mil cautivos empleado
s
n onocultivador de ()c c1d cntc; ~1 c on-1 1e nzos del sigJo XV J p d ,
r
,
ro uc1a m a~c;; en los cultivos. Más tard e, en virtud de su proxilnidad con la costa de
d'-- 177
p 111 il
arrobas anua1es de azúcar b lan co y 230 · mi]. d e azu/ car mas- Á frica, la isla se convirtió en u11 verdadero emporio de] tráfico atlántico
c-tbado o 111orctlo, adc1nfts de otras calidades infe ri ores. J
de esclavos hacia el Nuevo Nlu ndo. Ese con1crcio era tan lu crativo para
Pe ·ro el ~1uge de la c u ltur;i azu carera en la isla
· fu e tan velo z~ como su la 1netrópolis portuguesa que aca bó por tran sformarse en la actividad
c~líd~ . l)esde allí se expandió rápidamente a los archipiélagos de Azore,;
' principal de Santo To1né. Y a m ediados del siglo XVI, cuando la econ 0 _
Cabo Verde y Santo Ton1é. Desde un comienzo, e l comercio del azúcar
n1fa azucarera encontró dificultades in situ, Santo Ton1é se consagró por
producido en estas islas del Atlántico fue controJado por genoveses y
con1pleto al tráfico, especialmente abastecida por los mercados negreros
venecianos . Sin e1nbargo, hacia 1472, los flamencos -a esa altura due-
de Benín, Angola y Senegan1bia.
úos y señores de la distribución de productos para el mercado portu-
La isla de Santo To111é devino entonces en una suerte de gran expe-
gués- se adueñarían de la empresa. Hacía ya algún tiempo que Portugal
rin1ento para las actividades futuras en Brasil; las técnicas de produ cción ,
venía estrechando contactos no sólo comerciales sino financieros con
la organización interna, la proporción entre colonos y esclavos fueron
banqueros genoveses y flamencos que le facultaban líneas de crédito
lecciones aprendidas y posteriormente aplicadas. Hasta la resistencia
para inversiones básicas. De hecho, el interés de los Países Bajos en esclava, sobre todo la de 1574, quedó grabada en la memoria de los
Brasil antecedió, en mucho, a la creación de la Compañía de las Indias nuevo s señores, cuyo destino era ahora la colonia americana. En el
en 1621. Portugal y los Países Bajos praticaban un amplio comercio en ínterin, la experiencia había hecho madurar a los portugueses. Si bien
la época, y los barcos holandeses llevaban a los puertos portugueses no no tenían una noción precisa de la extensión de las tierras -en el Nuevo
sólo mercaderías del norte de Europa -trigo, madera, metales y otras M undo, conocían relativamente bien la franja costera y sabían que era
manufacturas- sino también productos de su propia industria, entre necesario poblarla, aunque más no fuera para impedir las invasiones
otros, pescado, manteca y queso. A su regreso de Lisboa llegaban carga- extranjeras que comenzaban a merodear la costa. Por otro lado, a esta
dos de sal gruesa, vinos, especias y medicinas del este de África, además altura, el azúcar -al igual que el resto de las especias- había alcanzado
de maderas y, más tarde, azúcar de Brasil. Más de una vez, por orden de precios tentadoramente altos en Europa y contaba con un mercado en
.,
los Felipe de España, quienes mantenían una relación beligerante con expans1on.
la Holanda protestante, los barcos holandeses sufrieron embargos en De este modo, sumando dos más dos -lo útil a lo agradable (y
los puertos de Portugal, lo que ocasionó interrupciones pasajeras en el lucrativo)-, se abandonó la política de n1ero poblamiento para inaugu-
comercio pero no su cancelación. rar una forma de colonización con un nuevo sentido. Hasta entonces,
Tras su declinación en la isla de Madeira, la industria de la caña Portugal se limitaba a comercializar los productos que encontraba en
de azúcar prosperó en Santo Tomé. En ese contexto, la n1ano de obr~ sus posesjones (co1no lo hiciera con el palo brasil, por ej en1plo). Ahora
afrontaba un proyecto de n1ayor envergadura que requería inversiones
utilízada en 1a producción era esclava. Sólo en 1516 desenibarcar~n alli
cuatro mil esdavos, y en 1554 la población estaba con1 pue5tª por seiscen- más abultadas, ya que significaba tra nsfonnar la ernpresa colonial en un
sistema p rod uctivo de fluj o cons ta nte basado en productos dirigidos al
5
V'ease Ver,a L uc1a
' · Amara! F ·rli , 11 .· ·¡· ~
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1111 · "')' IZ <l('cl<> dCl ,1r,icar: Sérnfo¡¡ XVI (1 XVIII San Pablo:
Bras1
. 11ense, 1984. · • ,
◄ v, . \ •l t l . lt1 ' ...:_u t t'J ll.l V'ease Fernando Novais, Port11"al e B .·¡
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~ 4 St• Pi. A , 1 . . .
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San Pa61 o: Huc1tec, 1984.
.".) r,w "ª eme•. do ant,go
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sistetna colonial (1777-180 '
. . , . . ; t , Ufllf, 2004 , ,.,\f· · ·
, Cu/fura "'" prá11u1 , H..10 de Jannw : J•' · <1•1 · · •
BRASIL
Durand de Villegagnon, quien logró dese1nbarcar en Río d . diri g1<\ al ,írrn del ,1ct 11 ;1 l nt;i cl o ele M;:iranhao. Ya
tres naves , el capit·~n Sl'
·' 11' "' e Jane1 ro en
1555 y pern1anec10 a 1 tres anos. Aunque su estadía r, en b Fran cia Equin orc i;1l (u11d ú un pohL1do ;1' qu e lhm ó Saint Lo11 ¡'i
. . ue 6 reve, tuvo mu-
chas rep ercusio nes. Desde los escritos de André de Th v
_, . --en homcn:\Íl' ,\ s\l "obcrn1H) 1 u i~ X I11 y (' I H de <;c rt ic rnbrc de 161 2
. e et, pasando por
Jean de Lery y llegando rl Monta1gne, el nativo brasileño fu -- d los frailes c:lpu chinc);s rc 7,H1)1l Li pr i 11 1c r ;1 111i ";1 i11 ,iflt p:ir,i rnarc ;:ir )irnbó_
· e ut1 11za 0
con10 1nodelo p;1ra pensar la civilización europea antes gue para entender hcuncnte el <:,lscrío.
a los pueblos arr1ericanos. El territorio ncup~do se cx lcJ1clí;1desde el litoral maranh en_
c r ;1 \·l1sto,
Francia sostuvo una lucha constante con Portugal por el control se hasta ~l norte del ;lctu;tl estado de ~Jbcantins. Los fran ceses dominaban
del comercio con los indios tupinambá y tupiniquim. Tras la malograda tunbién casi todo el este de Pará y buena parte de la región que hoy e~
AmJpá. Se fundaron 1nuchas colonias, como Can1etá, en las márgenes del
e:.\.--periencia de la Francia Antártica, los franceses regresaron en 1612
río Tocantins. y otras sobre la dese1nbocadura del Araguaía. La reacción
e invadieron Sao Luís en Maranhao, donde intentaron implementar la
de Portugal fue proporcional a la extensión del ataque. Las tropas lusitanas
así llamada Francia Equinoccial. 12 El contacto no fue inédito, pues los
se reunieron en la capitanía de Pernambu co y entraron en el poblado
franceses traficaban en la región hacía mucho tiempo. En 1594, el capi-
de '"Saint Louis"; las operaciones culminaro n con la capitulaci ón de los
tán Jacques Riffault puso proa a Brasil, pero' su expedición no tardó en
franceses el 4 de noviembr e ,de 1615. En esa misma época llegaron los
fracasar. Y si bien el capitán retornó, una parte de su tripulación perma-
colonos portugueses que introdujer on la cultura -del azúcar en la región.
neció en la colonia portuguesa; entre ellos; Charles des Vaux, quien ya de
Los franceses no se dieron por vencidos e .hicieron un nuevo intento
regreso en su país natal convenció al rey Enrique IV de la importancia
colonizad or en la desemboc adura ,del río Amazona s, de donde también
de emprender una campaña colonial y partió en una expedición a la
fueron expulsados. En 1626 .tomaron el territorio de la actual Guyana
"isla de Maranhao". A esa altura, los franceses ya habían establecido una
Francesa, donde finalmente pudieron asentarse. -Cayena sería fundada en
facroría en la isla de Sao Luís (Upaon-A~u) y conquistado la confianza de
1635., pero el asentamie nto francés recién se producirí a en 1674, cuando
la población nativa local, e incluso dominaban la lengua de los indígenas. 13
h región pasó a ser administrada por el Estado. De todas formas, desde
La Francia Equinoccial se creó con el apoyo de la monarquía francesa
1615, los franceses desistieron del proyecto de instalar colonias en Brasil.
Y la colaboración de la reina regente María de Médici, quien facultó la
Si la conquista francesa fue circunstancial, en el caso de Holanda la
concesión para el establecimiento de una colonia al sur del Ecuador, a
cincuenta leguas de cada lado del fuerte previamente construido en la historia fue por completo diferente. Las relaciones entre Portugal y ese
'-<-isla de Maranhao", y asimismo designó misioneros de la Orden de los p.aís no siempre fueron tranquilas y parecían destinadas a fluctuar con el
oleaje de h coyuntura ínternacio nal. Cuando el trono portugué s que-
14
Capuch·tnos para eJercer
. el aposto la d o con a )os ttipinan1bá
· · de la región .
col-onia fue fundacla en marzo de 161 2 bajo el mando de Daniel de la
[.-4
p 1 Lo . J .
Touche, un noble que se había hecho famoso ocho años a.t1tes por haber uis acques CaffareJ, Hístoire du Brésil fran rais au seiz ieme siecle, París: Maisou
13
au
, , d e Ia e··,u .yana.
txpkn:ado 1'1 " co.· stas
A ..>
. C<)n C]L·tini ~ntos colonos a bordo de Neuve, 1878.
El . J'
mayor especia 1sta en el Urasd holandés es ul diplorn~tico e historiador Evaldo Cabral
14
' .· .,
de Mello. El texto incluido ·coinp 1'Ja l)as1camente · e ·
tomadas de sus 1·b · ·
1 10 )
12 1ntor111a c1011es
l\ nd , · 1· d · . l
O negócio do Brasil: Portugal, os Países Baixos e o NMdrste, 1641 ~ 1669, Río de Janeiro: Top-
fran tc1a Daher, "A co nversao ~ d
os cupinarn. l)...~ enrre
· ;1 ora Jda e e a ~c nra nos re atos
. dos séculos XVI X
· . e.eses · Vll 'I , J-I onzon
. 1.,,. 5 A,m,,1 Jt,lá~icM , Porro Alegre, vol. 10, nº 22, ·
books, 2003·' Rubro veío ·· ·O im agmarto d4 restaurafao
~ 1" ·
pernamlJUcana, Río de Janeiro: Topboo.r.5,
1
Ju1to/d · e . 1· ,
•
tcíembre de 2004 . 2 00S, Y Nassau: Governador do Brasil holandes, San Pablo: Companhia das Letras, 2006.
dó en m;ino \ de l;} C,o ro11.1 e ·,p ,HJr¡l,1 d( l,idrJ ,,. h cn--. 1-1 dr> . 11 << _ ,
conquista de 6·1· ' a Ia m o11;1rqw,a csp~rn~o Ja, I0 qu e también te d
1 1tanan
· - • - - ,l",n . (j U('_: . . n. r'
alcrn zó ,11 pnnto c 11l min,u1tc < on cl fin d, b din~ r, th d,~ Avi '> ~n 1 j~'J repercusiones en la Unión Jbéric1. El plan era sunplc: tomar Por a~ 11
la ca 1.tal . fJ . . alt(i
- 1J ;1\Í ]lam1d:1 U nic'rn lhi·rJ< ,l - , Pnr t11 g~I ~<..' v10 frn1 ;ulq ;:i ;ir,onúr nnn<) P , por entonces b c:1bc7a de L1 color11 ;1. ero esa pnmera tentativ
prop io, ;1 lo" cncmigo, de• h n ;l< ihn e,p;1ñoh . 11 En cfcrtr1. p;jr;i ~u~;m;:Jr estaba destinad~1 a zo7obrar y tt n se rcpit iría pro nto. ~
la v:tC;l llt l' en el tro no, Lt~ d o" Coron~" r;e junt;tron, y Jo mÍ<imo ocurrjó Portugal, que se cnco11t rab,1 en u11 a situ ació n transitori amente tral)_
con l:1, n:,pcc tiv.1\ po,e,ionc<; co lon í;tlc\, gu edando la , mon~nq111a<; b~jo quila. co1nenzó a inquieta rse. En 162 1 se creó la C ompañía Holandesa de
el control de Li C;1,~ R c<l l C)pafiol:1 durante Ja di n;istía denomjnada " fi- las Indias Occidentales, y el fin de la tregua marcó un nu evo cambio de
lipin.1 ··. El térm ü,o "U ni ón Ibéri ca" es una creación de lo<i hi<;torj adore<; escena. Fundada con capitales del Estado y aportes de financistas priva_
moderno\ pero sirve para describir la coyuntura en que Portugal no sóJo dos. uno de los obj etivos principa1es de la C on1pañía era la ocupación de
pernuncció bajo domin io español sino que "adoptó" a los enemigos de zonas de producción azucarera en Brasil y el control del abastecimiento
e<,c re ino, en tre ell os los holandeses. de esclavos en África, actividades complementarias e indisociables. Corno
La nación holandesa se había independizado hacía poco tiempo; con lo describiera el padre Antonil, destacado cronista de la América portu-
anterioridad había pertenecido al Imperio de los Habsburgo, que reinaba guesa, a principios del siglo XVIII los esclavos todavía" eran las manos y
en España. Y como España se negaba a reconocer al nuevo país, las dos
los pies" de los propietarios de los ingenios y sin ellos no había azúcar.
naciones se encontraban en litigio. Así, de aliados de Portugal, Holanda
A sabiendas de los intereses de Holanda, la población de Salvador
y los Países Bajos pasaron a ser sus contendientes y, en ese rol, decidieron
esperaba un ataque. Desde el fin de la tregua era factible pensar que el
invadir la rica colonia portuguesa. Al fin de cuentas, si hasta entonces
conflicto hispano-holandés desaguaría en la América portuguesa. La
los holandeses habían dominado la comercialización y la refinación del
nueva tentativa de ocupación comenzó el 9 de mayo de 1624; esta vez,
azúcar brasileño, teóricamente ahora estaban obligados a abandonar ese
la capital fue tomada en veinticuatro horas. Conforme relató el histo-
lucrativo negocio.
riador Charles Boxer, "tanto fue el pánico, y tan generalizado, que ni los
Por esas y otras razones la reacción de los holandeses fue muy rápida,
blancos ni los indios sirvieron para cosa alguna, cada cual buscaba un
en 1595 saquearon la costa africana y en 1604 iniciaron el ataque contra
lugar seguro para sí, sin pensar en dar combate".
la ciudad de Salvador. Contaban con la inexperiencia de las defensas
Pero los holandeses no pasaron de los límites de la ciudad. Comanda-
militares locales e imaginaban (engañosamente) una posible colaboración
dos por Matias de Albuquerque -el nuevo gobernador portugués- y
de los portugueses, sus antigos aliados comerciales. Sobre todo contaban
con la certeza de que, debido a la extensión de la costa, las fuerzas situa- el obispo Marcos Teixeira, los así llamados "hombres buenos" organizaron
das en Brasil no estarían en condiciones de defenderse de una posible la resistencia y evitaron que las fazendas fueran tomadas. Para defenderse
invasión, Más allá de las razones estratégicas, los holandeses codiciaban utilizaron técnicas de guerrilla hasta la llegada de una sorprendente can-
los beneficios que BrasiJ les rendiría y estimab an que los daños de la tidad de refuerzos desde Portugal: 56 barcos de guerra, 1.185 piezas de
artillería, 12.463 hon1bres provenientes de Castilla, Portugal y Nápoles
que lograron impedir la expansión extranjera. Portugal no quería perder
Íd.," Imagen~ do Brasil hob n<lcs l 630- 1654", A ns, Sa n Pablo, vol. 7, n u 13, pp.
1
~
160- 171, encto/junío de 200'J . I >ísponible en: <http:/ /ww w. rcv ístas .usp.br/ ars/ article/ su rica colonia; tras una serie de duros con1bates y en1boscadas, y pa-
view/3068:> , último acesso e] 3 <le j unio de 2014. deciendo por la falta de víveres, los holandeses se rindieron después de
haber pern1anecido en Bahía cerca de un afio. Pero en 1627 se produjo
89
TAN DULCE COMO AMARGA: LA CIVILIZ ACIÓN DEL BH /\.) I L
AZÚCA R
otro ataque contra Salvador. La tropa holand esa esta vez era menos la bisto ria lu so - brJ sik11;1 co 111 0 un "yj1!;111 0" q u c
uti li zó su co noc irnient()
nu-
merosa y la ciudad estaba 111ejor guarne cida. Y, además, los holand p ar;1 fa cili tar el ;1v ;1n cc dcl en emi go . Ca b bar m igró
de la~ fu ei7~ ~
eses del lugar
parecían tener 111ás interés en saquea r que en invadir, tanto es así luso- brasil ciias :1 Li s ho l;111d cs~1s, pero luego c;:iyó r
rcc;o Y fu e ej ecuta do. E, 11
que se
para algun o\
llevaro n 2.654 cajas de azúcar --aproximada mente, la sexta parte
de la Brasil se Jo vc h:1st ;1 hoy corn o un ;1 fi gur;1 p;irad óji ca; héroe
O n<;or de otr<>
produc ción anual del Recon cavo- - -, además de cuero, tabaco, algodó n, villano p~ ra o tros; tr;1idor ;1 los í n te reses de Por tu gal dcfe
oro y plata. 16
13rasil. un Br;lsil holan dés.
o de paz que
Los holand eses no se dieron por vencido s. Pusiero n sus miras en
la Mejo r que dcsc u1patar la partida es descr ibir eJ p eríod
prósper a capitan ía de Pernam buco, que en aquella época rivaliza de resístencia.
ba con sigui ó a ese prin1e r 1norne nto n1arca do por las gu erras
la de Bahía. Pernam buco poseía 121 ingenio s azucareros "corrie or, aband onan do a los
ntes y Mi e ntras los portu gueses luchaban en el interi
molien tes'', según el relato de Van der Dussen , y había concita do la n la victo ria por
aten- eneni igos sus ciudades y fo rtalezas , los holan deses diero
ción de los directo res de la Compa ñía. 17 Además, si de Salvad or a Luanda . E l C onsejo de
segur a y decidieron inver tir en la colon ia conqu istada
se demora ba 35 días, de Recife eran apenas 29, diferen cia que no es, respo nsable
pasó los X IX, qu e regía la Comp añía de las Indias Occid ental
inadve rtida para los holandeses. 18 Con tantos motivo s a favor, el ataque ar la posic ión de
se p or la admin istrac ión del Brasil holandés, invitó a ocup
inició en 1630 y contó con 65 embarc aciones y 7.280 hombr es. Olinda
, el del ejérci to, el
la capital de Pernam buco, cayó el 14 de febrero de ese mismo año. gobe rnado r gener al de 1637 a 1644 a un joven coron
ces de 32 años.
La primer a actitud de Madrid al enterar se de la tragedi a fue manda cond e alen1án Johan n Mori tz von Nassa u-Sie gen, enton
r demá s desal en-
a Lisboa la orden de que se rezaran plegarias "para evitar un mal Cuan do N assau llegó a la capitanía, la situac ión era por
ma- s y la pobla ción
yor". La Inquisi ción tambié n .debía redobla r sus esfuerzos y castiga tador a; los ingen ios estaban destru idos o aband onado
r con por el confl icto
mayor rigor, porque el aconte cimien to sólo podía entend erse como despa vorid a y desan imada frente a los estragos causa dos
un r extra njero .
"castigo de Dios", cuya ira había despert ado la liberta d de los judíos y la inmin encia de vivir bajo el yugo de un conqu istado
y bilida d, Nas-
los herejes . Pero los rezos no alcanza ron y hubo que organi zar Con el objeti vo de recup erar la econo núa y ganar credi
tropas
s por los propi eta-
de resistencia. Al mismo tiempo se organiz ó una campa ña de guerril sau mand ó vende r a crédit o los ingen ios aband onado
las:
esclavos hacia la
la "guerr a brasílica", como se la -llamab a entonc es. A pesar de todos los rios que había n huido a Bahía, restableció el tráfic o de
en Áfri ca-
esfuerzos, entre 1630 y 1637, lo.s holand eses consol idaron su domin
io regió n -los holandeses invadieron varias plazas esclavistas '
fábric as , saneó la
en la región compr endida entre Ceará y el río Sao Francis co. En
este otorg ó crédi to para la comp ra y equip amien to de las
s a plant ar " el an
período se hizo famoso Domin gos Fernan des Calaba r, quien quedó
en crisis de abast ecimi ento oblig ando a los propi etario p
,. " la d. ·,
p a1S - m.an 1oca - en propo rc1on comp atible con la canti dad de
del
ad de culto fue
.t.<;WoJígang Lenk, Guerra e pacto colonial: Exército,fiscalidade e administraf,fo rohmial
d·a Bahia esclavos que poseían. El conde , calvinista, impu so la libert
' .,
(1 624. t 654)1 Tesis (Doctorado en Desarrollo Económico), Campinas:
Unicam p, 2009. tolera nte con los católicos y, según const a en los d ocum entos .tamb1en
n Véase Hu,go Coelho Vieira, Na.ta Neves Pires Galvao y Leonatdo Dat\tas Silva-i
con :Los así llanu dos " cripto judío s'', nu evos cri swano .. ~ '
Brasil
. s que hasta enton -
holandéi: Histótía, mem6rla, p,ltfimónio comparti/Jrndo, San P"blo: Al.m\ed •
]8 p;. L
:" omu,.o m•i A.áVter
j V r. • N , 11 \E •
ª, 2012. ces p racuc aban su culto a .esconcüdas. . Los. e omerc1ante s de o r igen J·udío
íJ SC lll1t:nto, .. mr~ os nos e o mar aberto.': Pern~inbuco. os ,. y J d ,
ten1an una fue rte presen cia en R.ecif e
, en a e cada de 1640 }-ia b,i a d os
0
P rt~s e o Atl~ntico no Br~~H ho)an~es'\ en Hugo Cor lho Vieira~ Nara .
Neves P:res assat
Galvao y Leonardo Dantas S1lva, ,>p. ctr., p. 193. sinagogas acuv.a s en la ciuda d. N c. .,
b',
· ' · • 1 iavorec10 t.:
artista s, natur
.
alistas y letrad os , Pe b am ien la llegad a de
'1 rnan1 uco,
91
92
HHA SIL
as irnácrenes que existe n del Brasil holandés, e incluso del
Las po C, " b
"
. d l" c:1ña fueron obra de artistas vinculado s con el provecto de
Bras11 e " · ' 1
El n01ttbrc de Nassau no qu e d O' exc
, }usivamente asociado al ince •
· nt1va
"do que e11 su n1ayoría las pinturas realizadas por los portu- · El d
a las artes y ~l comcrc10. '"' con e ª t" n1bién estuvo
· ligado a las rnei
Joras
N assau. e1 D
.
c.n 94
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N egrcJros ~ F~crn :rn cIe, v· , , (' ""~ I( ' 1'1lti1n o llll O d(' lo \ n1fi ht(',
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. . . · iblll l 1 n\\Sll)tl qu e h .1b1.1 .1ru 111pa 11 :1d u .i N
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vrtlJ.Illt'tltús in<.H~en.1s lwchos co n plunias, tnu ebles de j<lcarandá' y el .e' ténninos y el humor de los perna1nbu ca nos, qu e siernpre enfatizaron el
nurriL . . todü h~'cho e n Brasil. 20 protagonisn10 de su región. Esa historia sería co ntada po r Jas generací<,-
B.~lst-1.ntc popular aquí pero controvertido en su administración , N as- nes futuras con grandes dosis de nativismo regional, estetizando Ja idea
~w era ~lpodado ''El Brasileüo" debido a la fascinación que la colonia de una en1ancipación lograda a base de "mixtura racial". Con el correr
t:Jcrcía sobre su persona. Pero, presionado por los holandeses, se vio del tien1po, la palabra "reconquista" adquirió un tono elevado y hasta
oblig.tdo a regresar a Europa en 1644, año que también se considera el hoy se la celebra, tanto entre los portugueses como entre los brasileño\
cornienzo de la declinación del Brasil holandés, un proyecto que parecía con10 el triunfo "de los justos". 21 En fin, ya sabemos que los nombres
haber sido concebido para eternizarse. dependen del ángulo de observación y, en este caso, la interpretación
Al año siguiente estalló un nuevo período de las llamadas "guerras quedó fuera del control holandés. Hoy sabemos que, además de Calabar,
bra.silicas" contra los holandeses, que se prolongaría hasta 1654 y se cono- muchos dueños de ingenios, labradores de caña, nuevos cristianos, negros
cería como La Reconquista, cuando las tropas luso-brasileñas volvieron esclavos, indios tapuias, mestizos pobres y poblaciones carentes apoyaron
a unirse para expulsar al ahora "invasor". El uso alternativo de términos
a los holandeses. Las fuerzas y la causa portuguesas estaban muy lejos,
como "colonizador" e "invasor"reve la los humores y el termómetro lo-
por lo tanto, de representar un modelo· de unión entre las tres razas que
cal. En tiempos de paz, los holandeses eran" colonizadores", pero en este
componían el país.
contexto se transformaron en "intrusos invasores". La situación interna-
Las guerras se prolongaron durante varios años; mientras los re-
cional era sumamente compleja; en 1640, con la intención de restaurar el
voltosos ocupaban el interior, los holandeses mantenían el dominio de
trono portugués,Joa o IV fue proclamado rey por las Cortes, hecho que
Recífe. Pero la insubordinaci ón brasileña no fue el único motivo de la
puso fin a la unión con España pero no modificó el carácter inestable
disgregación holandesa; la Compañía de las Indias Occidentales entró en
de las relaciones entre Portugal y Holanda. Los holandeses ocupaban por
crisis y ya no había quien quisiera invertir recursos en ella. Además hubo
entonces una parte importante del territorio de Brasil Y no daban iucli-
un choque de culturas; si los portugueses eran dogmáticos en n1ateria de
cio alguno de planear retirarse. Debido a ello no se retomaron las otrora
religión p ero poco ortodoxos en polítira econó1nica, los holandeses eran
1
.,, S' de tantos años de conflicto, los recursos disponibles para operaciones
,,J · • 1•¡· ~ I ·i/e1m .
to l\1
o I· A ¿p,,c,i
ergio Buarque de Holanda (org,), Histórla geral da c111 · ·
1z a((1c> ,ras ' .· ¡ 2 ooJ, militares escaseaban en Brasil.
colon· J I . , / S p blo· Bcrtrand Brasi •
'ª, vo • 1: Do descobrimento a expansiío temtorM , an ª ·
p. 271.
21
Véase Evaldo Cabral de Mello, op, cit., 2005.
L.a capitula ción hol andc ~a se produjo en 1() -54 , cu.an d o u
e
_ _ / , · -, . , _ . . n ;i e)c ua-
_ portugue sa ce rco ,1 R.cc if c po, n1c11. El n 1 ov ,nii c nt O d e r e<; i.,te ·
d1a
adoptó el no1nbrc de Guerra d e L-t Libcrtaci Di vin a. b Wico, lograr] n cia .
que ., .
alianza de toda b rcg-1011 y. c 11 especial , de lo<; pro pi etari d e .in ge mo<; _ª
. os
desconte n tos cou los elevado s tnbutos qu e les exigían J h 1 º" ·
, . o andese<;_
Interven ció n de la 1nonarq u1a inglesa 111cdiante ' el 6 de ag osto d e 166 l
·
,
,e
- tinnó , • In an. t en d n an
un tr~ttado en La Haya, por el cual lo s portugu eses
la nosesión de los territori os co nquistados en América y A, fi · previo .
r-
nea.
pago de una inde1nnización de 4 millones de cruzado s a los holandeses.
Para dar una idea del volume n de lo adeudad o, cabe señalar gue, para
poder cubrirlo , se establec ió un impuest o que rigió en Brasil hasta el
siglo XIX (a pesar de que la deuda había sido saldada mucho tiempo
atrás). El sentimie nto de indigna ción se hizo carne en los pernambuca-
nos, que no estaban de acuerdo con pagar por un combate del que se
creían vencedo res. Quizás haya surgido allí ese germen de revuelta que
estallaría en Pernam buco en varias circunst ancias y -como veremos
22
más adelan te- sobre todo en el siglo XIX.
Pero en aquel momen to la situació n estaba pacificada. Sólo restaba
volver al antiguo y pesado día a día en la producc ión de la caña. La lucha
contra los holande ses era parte de ese estado bélico de todos contra todos
que domina ba las tierras de esos Brasiles. Juntan1 ente con el temor a una
,eventual ocupaci ón extranje ra, crecía la resistencia del amerindio Y el
africano esclaviz ado.23 En una socieda d con10 esa, las armas continuaron
dispersas por el territori o, jamás depuesta s.
hí j e :bs L~tf'.15..
y, d"' s p blo ·· Comp.1n . _ . J¡,J &u.,·,J
··ea:se Evaldo Cabra! de Mello, O Brasil holan es, an ª Puntoru,
22
20 . p d Gu~rr.is
l0; 1<.ubro vefo, op. dt., 2005; NasMU, op. cit., 2006, Y t: ro
(tS04~1604), San :Pablo: Hra~ihc n sc, JIJíJ2, , SLh.1,k~ .l.hi-
23 ''E . · A lbertO d.1 co~C-l e' - .
sclav12ados" ~m ~egún e1 criterio ado1.,~ado P
01 , _ pubivo 1..k lJ
' . . l . rancr l ou1
canos de primera gene ración. El término tainbit·n subr.ly .l r ~ .i ,.c t ·ttUn
L e,~151cu,1oóri
t.tl1 .
. . .. . n·c)nas un c.,
a · · . , (!
97