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Tan dulce co•m .o an1.arga:


la civilización del azúcar

BR A SIL QHien vea en la oscuridad de la noch e aquellas fogata s tremendas perpetuamente


encendidas [. . .] el fragor de las ruedas, de las cadenas, de la gente toda del color de
U na biografia la noche misma, trabajan do vivamente y gimiendo, todo al mismo tiempo sín un
1110,nento de tregua ni descanso; quien vea en fin toda la maquinaría y el aparato
confuso y estruendoso de aquella Babilonia, no pondrá en duda, aunque haya
visto Etnas y Vesubios, que se parece al ínfienw.
LIL IA MO RIT Z SCH WA RC Z
PADRE A NTO NIO VIEIRA
HE LO ISA MU RG EL STA RLI NG

Tra duc ción de Ter esa Arij.ón


LA CIVILIZACIÓN DEL AZÚCAR

Resulta dificil entender cómo este lugar, perdido a medio camino entre
e.l paraíso y el infierno, fue definido poco después como un territorio
importante para el comercio de dulzura e hizo uso extensivo de la así
llamada " trata de vivientes", también conocida como " infame comercio
de alma~" . Llegó la hora de tirar del hilo del comienzo de esa historid,
precisamente porque nada en la vida es sólo natural o un sin1ple regalo
de los díoses. Aprendem os a gustar de lugares, sensacion es y produc....
tos que muchas veces son inventados y hasta tienen fech a de creación.
aprendem.os a ídentíficarlos y a fanüliar izarnos con ellos. Si los europeos
crearon e1npre~as y sociedades colo niales en las nt1evas tierras ain ericanas,
como en el caso deJ Caribe Bras1 -·1, p ue d e d ecuse
y· · ·
lo nus1no respecto d.el
DEBATE
76
T/\ N I JLJLCI ! COMO /\ M A llC A : rA
. ( ; I V 11 . J /. A< . 1( 1N f J r . r A / . ( ( . A _v
, com o ingrediente, medi ca1nento, manj ar o simplemente "para endulzar''
: . .. lo que fuera, un té, un pan, una torta. En esa época ya había plantaciones
;tzÚ c lr. Los se res ht11n ;1nos prcpa.r;111 c on,jd ;i r r ·•< tJC ,mwnt r~ con tr dr l
prfic J' ,. , ) · J r) de caña en el norte de África y en varias islas del M editerráneo, notable-
que cn c ue11 tr;m , y sus prc fc rc: 11 c1;1'.~ y tÍ c;J( .
• , ;.i HTJt_n t.u,~ <., revd::m rJjfr--
. . • - • . •
... mente en Sicilia. Pero la experiencia y el consumo aumentaron durante
rcn c1:tS s1 g n1h c 1t1 v:ts e n tre gc n c r;1c1on c 1 ' c· ,11t tJt ,'J i; g c, n c t<' <, el ,. ·
· a ,(:) -;r JC Ia J,.
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las Cruzadas debido a la 111ayor circulación del producto entre África y
0 reg iones. Por eso , el ;1 z u c ar no d c b c enten der<; e. -; o ..,me nte crmio un
Europa. 2 A partir de entonces, el azúcar ingresó en la lista de especias
nrodu cto; corno ve1T111o s, es tambi én un prodo ct<> r d e co, d.I crcx r r)'>-
r:- rnás deseadas - junto con el clavo de olor, la pimienta y la canela- y
l ,,..,d _, -
rumbres y hábito s . Fue inven t;:ida en el siglo XVJ y prop ago, e e-,e rj cie ocupó un lugar preferencial entre las posesiones de los reyes, las dotes
de fr u tJ,;.
<lul zur;l. N·o porqu e hasta enton ces no existi era eJ consu mo de las princesas, los testan1entos de la nobleza, etcétera.
toc p ¡
o inclus o de n1iel, con10 recurs o para endul zar los alimen ,. ero e Aunque la ruta geográfica y cronológica de las especias ha sido en
por el dulce, su transf ormac ión en necesi dad un1ver sa], se
dio en
gusto cierto modo establecida por la historiografia, hasta hoy se discute la
n a p ar tir del
un mon1 ento espec ífico de la histor ia de Occid ente. Recié popularidad de estos productos y el motivo que llevó a la rica y pode-
año 1650 el azúca r, en especi al el de caña, dejó de
ser un raro lujo para rosa Europa a rendirse al dese9 de una dieta más aliñada,,salpimentada,
torio.
u--ansforn1arse en un produ cto corrie nte y, básica mente, obliga ahun1ada, aromática, curada, aceitosa, picante o, simplemente, dulce. La
- y en
Si bien la miel se conoc ía desde eras pretér itas, del azúcar mejor explicación admite que fue una manera de abandonar una cocina
media nte
partic ular de la sacaro sa, una sustan cia extraí da de la caña previsible y sin gracia para adherir a una alimentación variada, más sabro-
mente y
proce dimie ntos técnic os espec íficos - se tuvo notici a tardía sa y capaz de satisfacer los gustos más inusitados. Como el producto era
s quinie ntos fácil de preservar, pronto se convirtió en un raro objeto de deseo y poder
come nzó a consu mirse de mane ra extens iva hace apena
pero, ya en d en manos de monarcas y mercaderes. A partir de entonces no demoró
años. 1 En el año 1000 d. C., pocos sabían de su existencia
ron "viciosas ', en transfarmarse en un artículo de primera necesidad; fue un proceso
siglo XVII, la noble za y las·clases más acaudaladas se volvie
ntal --que le bastante rápido y tuvo como consecuencia un constante crecimiento de
del azúcar, que poco despu és ingres ó en la medic ina occide
en las mesas las inversiones en el comercio y la producción de sacarosa.
atribuía poder es curat ivos- , en la imagi nació n literaria y
Eso fue lo que ocurrió en el reino de Portugal, país que utilizó
de la buena socied ad.
nen ese tipo de economía para solucionar los problemas que afrontaba en
Las prime ras referencias a la caña datan del año 8000 a.C. Y provie
sus dominios de África y América. La producción azucarera que había
años despw.~~s.
de Nueva Guine a. Los regist ros son dispersos hasta dos mil
fl orecido en el Mediterráneo, sobre todo en Sicilia y en la España mora,
posib~enJ.~~-
mome nto en que la planta habría llegad o a Filipinas, India Y, comenzaba a decaer en la época, lo cual fue un estímulo adicional a la
de f~bncae1~n
te, Indon esia. Sin emba rgo, las notici as sobre el proceso
r. · "t1'ca ,'1 ·p arar dd 1110 decisión de la monarquía lusitana. Por iniciativa del infante don Enrique
,Ll azuca
,.~ ,, r comie nzan a apare cer en 1orma s1sten1a
· 1 500 d ·C · Fuero n los se importaron de Sicilia los primeros plantines de caña y fueron plantados
3~() d·. ·•C. en Indfa y se vuelv en consta ntes h ac1a e .
Y
. . ~ - 71 1 : es inu~oduJe ron la
: b· ,
ara e~~ con la 1nvas1ón de Espana en el ano · ·, quien :.ixuca.r V d
e ~ ,L . 1 . d fabr ·iclr ·, . .. : ~, 2 Este fragmento sobre la historia del azúcar está inspirado en el
ana ue azúcar en Europ a ·y desarrollaron e arre e excel~nte y precursor
&l.t sto , . ,, .-. d . t:oinc nzo a uti11z.u se libro de Sidney Míntz, Sweetness rmd Power:T1ie Pfoce of Sugc1r in Ml>dem History, Nueva
por difurcnttts "tipof; de dulzura . El pro utto
York: Penguín, 1985.
, l . ,t~etas occidenr.ilej sino
i ~j " .
c . a-,úcar , más ta ru101
,,~. rerno laoha es todavrn , J' ntro en as '
· UJ..:
no e ·
1
~ta el siglo XIX.
•nícíaln 1 ente e n la isla d e Mad c ir;i , qu e luego se tranc;;form /
1 . . . o en e1 mayo r tos blancos, el rnisn10 núrncro de mubtos y dos mil cautivos empleado
s
n onocultivador de ()c c1d cntc; ~1 c on-1 1e nzos del sigJo XV J p d ,
r
,
ro uc1a m a~c;; en los cultivos. Más tard e, en virtud de su proxilnidad con la costa de
d'-- 177
p 111 il
arrobas anua1es de azúcar b lan co y 230 · mi]. d e azu/ car mas- Á frica, la isla se convirtió en u11 verdadero emporio de] tráfico atlántico
c-tbado o 111orctlo, adc1nfts de otras calidades infe ri ores. J
de esclavos hacia el Nuevo Nlu ndo. Ese con1crcio era tan lu crativo para
Pe ·ro el ~1uge de la c u ltur;i azu carera en la isla
· fu e tan velo z~ como su la 1netrópolis portuguesa que aca bó por tran sformarse en la actividad
c~líd~ . l)esde allí se expandió rápidamente a los archipiélagos de Azore,;
' principal de Santo To1né. Y a m ediados del siglo XVI, cuando la econ 0 _
Cabo Verde y Santo Ton1é. Desde un comienzo, e l comercio del azúcar
n1fa azucarera encontró dificultades in situ, Santo Ton1é se consagró por
producido en estas islas del Atlántico fue controJado por genoveses y
con1pleto al tráfico, especialmente abastecida por los mercados negreros
venecianos . Sin e1nbargo, hacia 1472, los flamencos -a esa altura due-
de Benín, Angola y Senegan1bia.
úos y señores de la distribución de productos para el mercado portu-
La isla de Santo To111é devino entonces en una suerte de gran expe-
gués- se adueñarían de la empresa. Hacía ya algún tiempo que Portugal
rin1ento para las actividades futuras en Brasil; las técnicas de produ cción ,
venía estrechando contactos no sólo comerciales sino financieros con
la organización interna, la proporción entre colonos y esclavos fueron
banqueros genoveses y flamencos que le facultaban líneas de crédito
lecciones aprendidas y posteriormente aplicadas. Hasta la resistencia
para inversiones básicas. De hecho, el interés de los Países Bajos en esclava, sobre todo la de 1574, quedó grabada en la memoria de los
Brasil antecedió, en mucho, a la creación de la Compañía de las Indias nuevo s señores, cuyo destino era ahora la colonia americana. En el
en 1621. Portugal y los Países Bajos praticaban un amplio comercio en ínterin, la experiencia había hecho madurar a los portugueses. Si bien
la época, y los barcos holandeses llevaban a los puertos portugueses no no tenían una noción precisa de la extensión de las tierras -en el Nuevo
sólo mercaderías del norte de Europa -trigo, madera, metales y otras M undo, conocían relativamente bien la franja costera y sabían que era
manufacturas- sino también productos de su propia industria, entre necesario poblarla, aunque más no fuera para impedir las invasiones
otros, pescado, manteca y queso. A su regreso de Lisboa llegaban carga- extranjeras que comenzaban a merodear la costa. Por otro lado, a esta
dos de sal gruesa, vinos, especias y medicinas del este de África, además altura, el azúcar -al igual que el resto de las especias- había alcanzado
de maderas y, más tarde, azúcar de Brasil. Más de una vez, por orden de precios tentadoramente altos en Europa y contaba con un mercado en
.,
los Felipe de España, quienes mantenían una relación beligerante con expans1on.
la Holanda protestante, los barcos holandeses sufrieron embargos en De este modo, sumando dos más dos -lo útil a lo agradable (y
los puertos de Portugal, lo que ocasionó interrupciones pasajeras en el lucrativo)-, se abandonó la política de n1ero poblamiento para inaugu-

comercio pero no su cancelación. rar una forma de colonización con un nuevo sentido. Hasta entonces,

Tras su declinación en la isla de Madeira, la industria de la caña Portugal se limitaba a comercializar los productos que encontraba en

de azúcar prosperó en Santo Tomé. En ese contexto, la n1ano de obr~ sus posesjones (co1no lo hiciera con el palo brasil, por ej en1plo). Ahora
afrontaba un proyecto de n1ayor envergadura que requería inversiones
utilízada en 1a producción era esclava. Sólo en 1516 desenibarcar~n alli
cuatro mil esdavos, y en 1554 la población estaba con1 pue5tª por seiscen- más abultadas, ya que significaba tra nsfonnar la ernpresa colonial en un
sistema p rod uctivo de fluj o cons ta nte basado en productos dirigidos al

3 stuart Schwartz, Segredos . . ~ ciedade colvnial, San Pablo:


m ercado e uropeo. N o se trataba solan1ente de o cupar la tierra sino de
internos: Engenhos e escmv0 ~ na · 0
explotarla d e rnan era p rovec hosa . Y la elección del n10110cultivo del
Companhia das Letras, 1988.
:--.; l) l · \ l · 1: ( ' l l i\ 1( l \ i\ 11\ H ( ; 1\ : 1 A ( . 1 V I t t / ,\ ( · ¡ e ') N
l .\ • DI'¡ !\ /.l .J ( AH
EL AZÚCAR LLEGA A BRASIL
.. ,·ino 1.·1.1tlH' .111ill 1. ) ,il \l cdu . l'n i-t 1i¡~. d 110 ~ú lo t l' llÍ
J.Z l ll. ,n . . l .. 1 . . ,1 trn ,1 t o nc;o lJC L1d,1
(,re . 'tl ·1
rl t \. ' t 1'1'1.' \ ' 1,\ SltlO t: \tll 1l l' ll n s l' OIH H lllll t' lltO<; ll l'{' El azúcar - y la intención de in1plantar su producción en Brasil- fue
r . . ('<;,lf 10 <; ru,, CO
tllt
' tYtlliz,ir y
• .
'-hstnbu1r l'i proc.lunu. A pcs;i r de
,
110 dornin ;i r ,1 _ . . n1encionado por prü11era vez en t 5 'l 6, cuando el rey don Manuel orden¿
. . , e ter ritorio
' t1 qitt,r.lli d:H.l. sabt:t que b ofc1t 1 de t1crr.1 c r;1 ampli ;-i lo q l. distribuir 1nartillos, p~tlas y otras her rarnientas "a las personas que fueran
< . . ' ' ll e poc r 1,1
",~tirnul.lr el ti1 ~jo de captt.d cs ouosos d esde la mctrópohs. a poblar Brasil, y que se buscara un hombre práctico Y capaz de iniciar
Per(1 d o bj cti,·o priucipal de la etnpresa era la produ cóón cspc- allí un ingenio azucarero [ ... J". 5 Queda claro, entonces, que la idea era
"·i,lli zld~1 en gran esca la para el n1ercado europeo, no el asentami ento lucrar con la nueva tierra antes de que se transformara en un problema.
rx')blacio naL El resultado fue la invención de nu evos tipos de colonias Y ese era el ''sentido de la colonización": poblar, pero siempre pensando
tropicales consagradas a la agricultura de cultivos complem entarios a
en el bien de la n1etrópolis. 6
las Yaried;ides de clima ten1plado y de consumo fácil en las metrópolis.
Y si bien la 1nedida del monarca fue precoz, la concreción de sus
Estas colonias tan1bién fueron emporios de economía abierta, dado gu e
designios demoró en consolidarse. Los primeros plantines de caña lle-
su lógica dependía de las demandas del mercado externo, no del interno.
garon a Brasil en la expedición de Martim Afonso de Sousa, que zarpó
Por eso, a veces faltaba azúcar en las colonias.
de Portugal en diciembre de 1530. Fueron plantados en el litoral de
Fuera como fuere, se montó una estructura basada en grandes uni-
Sao Vicente y, en 1532, Martim Afonso construyó el primer ingenio de
dades productivas -los latifundios- dedicadas a la plantación de un
azúcar en el lugar, que pasó a conocerse como Ingenio del Gobernador.
solo cultivo de exportación y a su _producción a gran escala. Las de-
Algunos años después fue vendido a un comerciante flamenco y recibió
cisiones de esa época moderna crearon -e~onomías dependientes, muy
el nombre de Ingenio Sao Jorge dos Erasmos; sus ruinas pueden visitarse
especializadas, que apuntaban a la maximización de los recursos y lucros
hasta hoy. En 1534, el rey Joao 111 inauguró el sistema de capitanías here-
fuera de sus territorios. El azúcar cumplía todos esos requisitos e l1izo
ditarias. Dividió la franja costera de su colonia americana en quince par-
las delicias del mercado europeo, ávido de "dulzura en polvo". Sabe-
celas que donó a doce hidalgos portugueses para que las administraran;
mos que las necesidades se .crean y que el consumo está muchas veces
Martim Afonso recibió la capitanía de Sao Vicente, donde prosperaron
~ujeto a los vaivenes de la moda. El té negro, que contiene cafeína, era
las plantaciones de cañaverales. El resultado general, sin embargo, fue
C<Jnsumido en Asia como estimulante, pero entró en las costun1bres de
decepcionante; algunas capitanías ni siquiera fueron colonizadas y otras
O CCl·de-mte como tranqu1hzante.
·· Se lo tomab a a las cinco
· de la tarde.
.J --b
quedaron aisladas y bajo ataque indígena.
•, , . d
'J ,;1yuu5.t a a pasar una noche tranqu11a y reposa a. ➔ Pero la ce-ndenoa
.
j nedican1ento SlrlO
~n verdad, los grupos indígenas intentaron resistir el dominio por-
mptran tt era el azúcar, ahora en boga no co.ino 1
<. 1· _ . d d 1lce de s~tbor. dc- tu~ues desde un coniienzo, recurriendo tanto a la fuga co1no a las arn1as,
::.<Jffio a unen«) que evocaba el exceso, un exceso e ·l• •
metodo gue aportó un· f)r e~t ex t o para que 1os ·europeos los t'sclav1zaran,
.
<..~1<,rfas, dé ~legr fa.

5
V'ease Ver,a L uc1a
' · Amara! F ·rli , 11 .· ·¡· ~
.. J l'.
1111 · "')' IZ <l('cl<> dCl ,1r,icar: Sérnfo¡¡ XVI (1 XVIII San Pablo:
Bras1
. 11ense, 1984. · • ,
◄ v, . \ •l t l . lt1 ' ...:_u t t'J ll.l V'ease Fernando Novais, Port11"al e B .·¡
<,
8)
~ 4 St• Pi. A , 1 . . .
· •vrnrsnaJJ ~aM1 t)~/ C o~umJugia~ do
1nun<líal'''
, , . . · O)umrtr •.u 1~P· \ · .\'{I \~
t; Jp ll.l 1iM\\U - . l;
,
.
San Pa61 o: Huc1tec, 1984.
.".) r,w "ª eme•. do ant,go
. .
sistetna colonial (1777-180 '
. . , . . ; t , Ufllf, 2004 , ,.,\f· · ·
, Cu/fura "'" prá11u1 , H..10 de Jannw : J•' · <1•1 · · •
BRASIL

TA N DULCE CO M O AMAH GA : LA C~ IVJLI Z' AC IC'JN I )1-.:L


, - '
AZUC AR
de Madeira y Santo Tomé. Se crearon inge nios e n Porto Seguro, en llhé
b . d . ll~
la así,, llan1a da "guerra justa". .De todas man eras· , com o " esta ban en su en la capitanía de Bahírl y en S~o Vi cente. El tra ªJº e introducción d~
casa , nu nca fol t;-1ban o po rtunidades para las fu gas individ uales y, de he- la caña iniciado por Martin1 Afonso de So usa tuvo numerosos seguido...
ch o, era difi cil controlar las evasiones de na tivos . Aunqu e raras, tam·b·,
1en res en la región; se dice que hasta fin es del siglo XVI había más de una
hubo rebeliones de gente de 1a tierra; hay registros de fu gas masivas y docena de estabkcinlientos productores de azúcar en la Baixada Santista.
asesinato de señores. Entre tanto, a raíz de las dificultades para con~eguir mano de obra
A fin es del siglo XVI, estos enfrentamientos eran un claro indi cador --debidas a la protección cada vez n1ás ostensible que los jesuitas prodi-
del descon1pás entre culturas y economías diferentes. Los portugueses gaban a los indígenas y a las fugas frecuentes de los nativos-, la necesidad
acostu111braban llamar "santidad" a ese tipo de insurrección colectiva. Un de grandes recursos y la constante invasión de extranjeros, solamente dos
culto sincrético y mesiánico alimentaba esos movimientos, prometiendo capitanías prosperaron: Pernambuco y Sao Vicente. Pero· ni siquiera la
el fin de la esclavitud y el dominio de los blancos y la bienaventuranza pujanza azucarera de esta última duró mucho. Debido al regreso de su
futura. Las santidades profetizaban la llegada de un tiempo sin mal; a donatario a la Corte en 1533, Sao Vicente empezó a ser administrada
medida que avanzaba la colonización, fueron adoptando un espíritu desde lejos y sufrió una seguidilla de ataques extranjeros. En enero de
antilusitano y metamorfoseándos e en una suerte de rebelión de carácter 1615, el almirante holandés Joris van Spilberg le dio el golpe de gracia:
anticolonial. Ocasionalmente lanzaban ataques contra las zonas azuca- embistió contra el litoral paulista, y el otrora imponente Ingenio de
reras y con el tiempo empezaron a acoger a ex esclavos. Sao Jorge dos Erasmos fue tomado, saqueado e incendiado. Con tantos
La más importante de esas insurrecciones estalló en el área del inconvenientes, y tan escasos. incentivos, sus propietarios creyeron que
Reconcavo bahiano -la así llamada "Santidade de Jaguaripe"- com- lo mejor era abandonar el emprendimiento. ·
binando elementos de ritos tupinambá, que prometían el paraíso terres- La historia del azúcar en el siglo XVH brasileño migró al Nordeste.
tre, con símbolos del catolicismo que aludían a la redención futura. A En esa región del país abundaba el massape, un suelo fértil aluvional al
pesar del envío de expediciones punitivas, el grupo creció y, en 1610, que se consideraba ideai para la producción de caña. Muchos años más
el gobernador de la rica capitanía de Bahía mencionaba en sus cartas tarde, en 1930, Gilberto Freyre definiría con aprestos literarios ese tipo
la existencia de 20 mil insurrectos. A partir de 1613, sin embargo, la ~e formación, a la que calificó de "adaptable": "Es una tierra dulce. No
metrópolis condujo verdaderas guerras de exterminio contra las santi- tiene esa aspereza de las tierras del sertón [... ] La dulzura de las tierras de
7
dades, y después de 1628 ya no hubo más referencias a ellas. massape contrasta con el rechinar de la rabia terr1'ble de las
de l arenas secas
Las pocas regiones que funcionaron biep bajo el modelo de las capi- os sertones [... ] El massape tiene otra resistencia y nobleza Tiene
tanías fueron aquellas que supieron combinar la producción de caña de profundídad'' 8 F · ·
d l , . . reyre, fiel a su estilo, hace del suelo una predestinación
azúcar con una convivencia pacífica - - al menos, tentativa1nente--- con e azucar y del movimiento 1 1 p l /\
, . , oca · ero e massape efectivan1ente po--
los· 1·n d'1genas, Se p lan to' can~ (]a en- todas
- - colonizadas - desde
las capitanías se1a esas cualidades y contribu , l· . 1
El li 1
.,
yo a el in1p antac1011 de la nueva cultura,
Sao Vice n te hasta Pernambuco- utilizando plantines llegados de la isla c ma ca uroso y hún1edo l . . ,
' ª vaS ta ied htdrografica necesaria para el
7 ·
El cu lto contmu . I ¡. ,.,g· tiil ch· década
·
dd siglo XV II, ,l pesar de haber sido a ~i~ado por Manuel Di egues Junior en O e .' . ..
6 vivo usta a 6..
Mm1stério da Agricultura, Servi ~o d rigen!'º de ªft<car no Nordeste, Río de Jane1ro•
Pro11 tamente repnm1 . Vain.fas , A heresi<1dos í,,dios:
•. •d o por ¡o~. po rtti gni ~ses · Véase R onaldo
~ e lnforma.;ao· Agrícola, 1952.
Catolicismo e ,ebeldia no Brasil colonial, San Pablo : C ompanhta das Letras , 1995.
TAN DUL CE C OMO 1\/\l 1\HC A: LA CIV I LIZACIÓN D EL AZÚCAR tierras responsables por la producción. Los grandes centros importadores
estaban en Amsterdan1, Londres , Hamburgo y Gjn ebra,10 Y por lo tanto
·t interno v fo m:ivor proximidad co n la metrópolis - a la que
transpo1 e . , tenían mayor poder para fijar los precios. La economía de la caña adqui-
, ·¡ IleQ<l r ,rr,1Ci,1s .1 los vientos favnr;1b les- transformaron al azúcar
era f.JO v' ::.=,
en la vedette del l mp c rio portu g u és , m o difi cand o su ej e. En Ju gar de
rió, cada vez 1nás, un perfil intern acion al y - a su man era- globalizado.
. .I .di s B - tsil conn: n tr~1b~1 ahora toda la ate n ción y era objeto de las
1as I1 .L, 1 < •
rnedid.ts m.b estratégi cas.
Los primeros ingeni os co m en z;iro n a fun cionar e n Pernambuco en EL "OTRO BRASIL", FRANCÉS Y HOLANDÉS
t SJ5, bajo b direcció n del donatario Duarte Coelho. A partir de esa
techa. los registros no pararon de crecer: cuatro establecimient os en 1550, Entre los siglos XVI y XVII, en cuanto los otros países europeos se
treinta en 1570, y 140 a fines del siglo XVI. La producción de caña au-
percataron del "descubriniiento" de una nueva colonia en las Américas,
mentó no sólo en número sino en espacio, llegó a Paraíba, Rio Grande
la costa brasilefia fue blanco de frecuentes invasiones. Piratas argelinos y
do Norte, Bahía e incluso a Pará. Pero fue en Pernambuco y Bahía, sobre
1narroquíes, que n1erodeaban entre la isla de Madeira y Lisboa, corsarios
todo en la región del Reconcavo bahiano, donde de hecho prosperó la
econonúa azucarera. Así comenzaron los años dorados del Brasil de la franceses, holandeses e ingleses, que rondaban las costas de ambos lados
cma, que funcionaba como un mercado monopólico y cuya producción del Atlántico, atacaban los barcos cargados de azúcar. Los navíos que zar-
llegó a las 350 mil arrobas a fines del siglo XVI. Tanta era su relevancia paban de Brasil atiborrados de mercancías eran víctimas casi seguras de
que se transformó en marca de identidad local; la colonia se consagró los piratas; sólo entre 1588 y 1591 fueron capturadas 36 embarcaciones. 11
por completo al producto, y la metrópolis estableció el monopolio real. Además de ser pequeñas y livianas -pesaban de 80 a 120 toneladas-,
La comercializaci ón del azúcar, no obstante, quedó confinada a las las carabelas portuguesas llevaban poca tripulación, lo que las convertía
bodegas de los barcos holandeses con destino a los puertos del hemisferío en presas fáciles. El padre Vieira las llamaba" escuelas de cobardía" porque
norte. 9 Más de uno se arriesga a interpretar que la técnica comercial y su única defensa era la fuga, sólo dificultada por el constante exceso de
financiera de los holandeses -también los principales abastecedores del
carga. La obligatoriedad del sistema de flotas, instituido a partir de 1649,
capital indispensable para el establecimient o y la expansión del mercado
fue un intento de disminuir la fragilidad del sistema náutico portugués.
brasileño- hizo posible el boom del azúcar en el país. Lo que sabemos
De alli en adelante las carabelas, más grandes y pesadas, fueron escoltadas
con certeza es que, la mayoría de las veces, los barcos holandeses -mejor
por galeones, más livianos y veloces y bien equipados con artillería.
pertrechados y más veloces- realizaban una parte sustancial del tráfi-
co entre Brasil y Europa camuflados como embarcaciones comerciales Pero los piratas no eran el único problema que debían enfrentar los
portuguesas, y esa participación continuó en aumento. portugueses. Ignorando el Tratado de Tordesillas, Francia intentó en dos
Los p,0rtugueses no tuvieron otra alternativa. Por más que intentaron oportunidade s -como ya vimos- instalar una colonia en Brasil. La
controlar todas las etapas, la historia final del comercio azucarero se les primera tentativa -la Francia Antártica- estuvo a cargo de Nicolas
escapó de las manos, e incluso de las 1nanos de los propretarios de las

~ VéaLsc EngeJ SJ . . " 10


Boris Fausto, Híst6ría do Brasil, San Pablo: EDUSP, 1996, 4ª ed.
1-fist, . · · U1kr, Os holandeses íllltl$S de 1621 ", R evüM do Institu to Arqim>Jógico,
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!Jl«,I e ernambuco, R ecifo, vol. 46, pp. 188- 207, 1967.
Stuart Schwartz, Segredos internos, op. cit., p. 159. Sobre los piratas, véase Jean Marcel
Carvalho Fran~a y Sheila Hue, Piratas no Brasil: As incríveis histó,ias dos ladroes dos mares
que pílharam nosso litoral, San Pablo: Globo, 2014.
TAN DULCE COMO AMARGA: LA C IVILI ZA Ó ,
C I N DEL AZ DCA R BH AS I 1

Durand de Villegagnon, quien logró dese1nbarcar en Río d . diri g1<\ al ,írrn del ,1ct 11 ;1 l nt;i cl o ele M;:iranhao. Ya
tres naves , el capit·~n Sl'
·' 11' "' e Jane1 ro en
1555 y pern1anec10 a 1 tres anos. Aunque su estadía r, en b Fran cia Equin orc i;1l (u11d ú un pohL1do ;1' qu e lhm ó Saint Lo11 ¡'i
. . ue 6 reve, tuvo mu-
chas rep ercusio nes. Desde los escritos de André de Th v
_, . --en homcn:\Íl' ,\ s\l "obcrn1H) 1 u i~ X I11 y (' I H de <;c rt ic rnbrc de 161 2
. e et, pasando por
Jean de Lery y llegando rl Monta1gne, el nativo brasileño fu -- d los frailes c:lpu chinc);s rc 7,H1)1l Li pr i 11 1c r ;1 111i ";1 i11 ,iflt p:ir,i rnarc ;:ir )irnbó_
· e ut1 11za 0
con10 1nodelo p;1ra pensar la civilización europea antes gue para entender hcuncnte el <:,lscrío.
a los pueblos arr1ericanos. El territorio ncup~do se cx lcJ1clí;1desde el litoral maranh en_
c r ;1 \·l1sto,

Francia sostuvo una lucha constante con Portugal por el control se hasta ~l norte del ;lctu;tl estado de ~Jbcantins. Los fran ceses dominaban

del comercio con los indios tupinambá y tupiniquim. Tras la malograda tunbién casi todo el este de Pará y buena parte de la región que hoy e~
AmJpá. Se fundaron 1nuchas colonias, como Can1etá, en las márgenes del
e:.\.--periencia de la Francia Antártica, los franceses regresaron en 1612
río Tocantins. y otras sobre la dese1nbocadura del Araguaía. La reacción
e invadieron Sao Luís en Maranhao, donde intentaron implementar la
de Portugal fue proporcional a la extensión del ataque. Las tropas lusitanas
así llamada Francia Equinoccial. 12 El contacto no fue inédito, pues los
se reunieron en la capitanía de Pernambu co y entraron en el poblado
franceses traficaban en la región hacía mucho tiempo. En 1594, el capi-
de '"Saint Louis"; las operaciones culminaro n con la capitulaci ón de los
tán Jacques Riffault puso proa a Brasil, pero' su expedición no tardó en
franceses el 4 de noviembr e ,de 1615. En esa misma época llegaron los
fracasar. Y si bien el capitán retornó, una parte de su tripulación perma-
colonos portugueses que introdujer on la cultura -del azúcar en la región.
neció en la colonia portuguesa; entre ellos; Charles des Vaux, quien ya de
Los franceses no se dieron por vencidos e .hicieron un nuevo intento
regreso en su país natal convenció al rey Enrique IV de la importancia
colonizad or en la desemboc adura ,del río Amazona s, de donde también
de emprender una campaña colonial y partió en una expedición a la
fueron expulsados. En 1626 .tomaron el territorio de la actual Guyana
"isla de Maranhao". A esa altura, los franceses ya habían establecido una
Francesa, donde finalmente pudieron asentarse. -Cayena sería fundada en
facroría en la isla de Sao Luís (Upaon-A~u) y conquistado la confianza de
1635., pero el asentamie nto francés recién se producirí a en 1674, cuando
la población nativa local, e incluso dominaban la lengua de los indígenas. 13
h región pasó a ser administrada por el Estado. De todas formas, desde
La Francia Equinoccial se creó con el apoyo de la monarquía francesa
1615, los franceses desistieron del proyecto de instalar colonias en Brasil.
Y la colaboración de la reina regente María de Médici, quien facultó la
Si la conquista francesa fue circunstancial, en el caso de Holanda la
concesión para el establecimiento de una colonia al sur del Ecuador, a
cincuenta leguas de cada lado del fuerte previamente construido en la historia fue por completo diferente. Las relaciones entre Portugal y ese

'-<-isla de Maranhao", y asimismo designó misioneros de la Orden de los p.aís no siempre fueron tranquilas y parecían destinadas a fluctuar con el
oleaje de h coyuntura ínternacio nal. Cuando el trono portugué s que-
14
Capuch·tnos para eJercer
. el aposto la d o con a )os ttipinan1bá
· · de la región .
col-onia fue fundacla en marzo de 161 2 bajo el mando de Daniel de la
[.-4
p 1 Lo . J .
Touche, un noble que se había hecho famoso ocho años a.t1tes por haber uis acques CaffareJ, Hístoire du Brésil fran rais au seiz ieme siecle, París: Maisou
13
au
, , d e Ia e··,u .yana.
txpkn:ado 1'1 " co.· stas
A ..>
. C<)n C]L·tini ~ntos colonos a bordo de Neuve, 1878.
El . J'
mayor especia 1sta en el Urasd holandés es ul diplorn~tico e historiador Evaldo Cabral
14

' .· .,
de Mello. El texto incluido ·coinp 1'Ja l)as1camente · e ·
tomadas de sus 1·b · ·
1 10 )
12 1ntor111a c1011es
l\ nd , · 1· d · . l
O negócio do Brasil: Portugal, os Países Baixos e o NMdrste, 1641 ~ 1669, Río de Janeiro: Top-
fran tc1a Daher, "A co nversao ~ d
os cupinarn. l)...~ enrre
· ;1 ora Jda e e a ~c nra nos re atos
. dos séculos XVI X
· . e.eses · Vll 'I , J-I onzon
. 1.,,. 5 A,m,,1 Jt,lá~icM , Porro Alegre, vol. 10, nº 22, ·
books, 2003·' Rubro veío ·· ·O im agmarto d4 restaurafao
~ 1" ·
pernamlJUcana, Río de Janeiro: Topboo.r.5,
1
Ju1to/d · e . 1· ,

tcíembre de 2004 . 2 00S, Y Nassau: Governador do Brasil holandes, San Pablo: Companhia das Letras, 2006.
dó en m;ino \ de l;} C,o ro11.1 e ·,p ,HJr¡l,1 d( l,idrJ ,,. h cn--. 1-1 dr> . 11 << _ ,
conquista de 6·1· ' a Ia m o11;1rqw,a csp~rn~o Ja, I0 qu e también te d
1 1tanan
· - • - - ,l",n . (j U('_: . . n. r'
alcrn zó ,11 pnnto c 11l min,u1tc < on cl fin d, b din~ r, th d,~ Avi '> ~n 1 j~'J repercusiones en la Unión Jbéric1. El plan era sunplc: tomar Por a~ 11
la ca 1.tal . fJ . . alt(i
- 1J ;1\Í ]lam1d:1 U nic'rn lhi·rJ< ,l - , Pnr t11 g~I ~<..' v10 frn1 ;ulq ;:i ;ir,onúr nnn<) P , por entonces b c:1bc7a de L1 color11 ;1. ero esa pnmera tentativ
prop io, ;1 lo" cncmigo, de• h n ;l< ihn e,p;1ñoh . 11 En cfcrtr1. p;jr;i ~u~;m;:Jr estaba destinad~1 a zo7obrar y tt n se rcpit iría pro nto. ~
la v:tC;l llt l' en el tro no, Lt~ d o" Coron~" r;e junt;tron, y Jo mÍ<imo ocurrjó Portugal, que se cnco11t rab,1 en u11 a situ ació n transitori amente tral)_
con l:1, n:,pcc tiv.1\ po,e,ionc<; co lon í;tlc\, gu edando la , mon~nq111a<; b~jo quila. co1nenzó a inquieta rse. En 162 1 se creó la C ompañía Holandesa de
el control de Li C;1,~ R c<l l C)pafiol:1 durante Ja di n;istía denomjnada " fi- las Indias Occidentales, y el fin de la tregua marcó un nu evo cambio de
lipin.1 ··. El térm ü,o "U ni ón Ibéri ca" es una creación de lo<i hi<;torj adore<; escena. Fundada con capitales del Estado y aportes de financistas priva_
moderno\ pero sirve para describir la coyuntura en que Portugal no sóJo dos. uno de los obj etivos principa1es de la C on1pañía era la ocupación de
pernuncció bajo domin io español sino que "adoptó" a los enemigos de zonas de producción azucarera en Brasil y el control del abastecimiento
e<,c re ino, en tre ell os los holandeses. de esclavos en África, actividades complementarias e indisociables. Corno
La nación holandesa se había independizado hacía poco tiempo; con lo describiera el padre Antonil, destacado cronista de la América portu-
anterioridad había pertenecido al Imperio de los Habsburgo, que reinaba guesa, a principios del siglo XVIII los esclavos todavía" eran las manos y
en España. Y como España se negaba a reconocer al nuevo país, las dos
los pies" de los propietarios de los ingenios y sin ellos no había azúcar.
naciones se encontraban en litigio. Así, de aliados de Portugal, Holanda
A sabiendas de los intereses de Holanda, la población de Salvador
y los Países Bajos pasaron a ser sus contendientes y, en ese rol, decidieron
esperaba un ataque. Desde el fin de la tregua era factible pensar que el
invadir la rica colonia portuguesa. Al fin de cuentas, si hasta entonces
conflicto hispano-holandés desaguaría en la América portuguesa. La
los holandeses habían dominado la comercialización y la refinación del
nueva tentativa de ocupación comenzó el 9 de mayo de 1624; esta vez,
azúcar brasileño, teóricamente ahora estaban obligados a abandonar ese
la capital fue tomada en veinticuatro horas. Conforme relató el histo-
lucrativo negocio.
riador Charles Boxer, "tanto fue el pánico, y tan generalizado, que ni los
Por esas y otras razones la reacción de los holandeses fue muy rápida,
blancos ni los indios sirvieron para cosa alguna, cada cual buscaba un
en 1595 saquearon la costa africana y en 1604 iniciaron el ataque contra
lugar seguro para sí, sin pensar en dar combate".
la ciudad de Salvador. Contaban con la inexperiencia de las defensas
Pero los holandeses no pasaron de los límites de la ciudad. Comanda-
militares locales e imaginaban (engañosamente) una posible colaboración
dos por Matias de Albuquerque -el nuevo gobernador portugués- y
de los portugueses, sus antigos aliados comerciales. Sobre todo contaban
con la certeza de que, debido a la extensión de la costa, las fuerzas situa- el obispo Marcos Teixeira, los así llamados "hombres buenos" organizaron
das en Brasil no estarían en condiciones de defenderse de una posible la resistencia y evitaron que las fazendas fueran tomadas. Para defenderse
invasión, Más allá de las razones estratégicas, los holandeses codiciaban utilizaron técnicas de guerrilla hasta la llegada de una sorprendente can-
los beneficios que BrasiJ les rendiría y estimab an que los daños de la tidad de refuerzos desde Portugal: 56 barcos de guerra, 1.185 piezas de
artillería, 12.463 hon1bres provenientes de Castilla, Portugal y Nápoles
que lograron impedir la expansión extranjera. Portugal no quería perder
Íd.," Imagen~ do Brasil hob n<lcs l 630- 1654", A ns, Sa n Pablo, vol. 7, n u 13, pp.
1
~

160- 171, encto/junío de 200'J . I >ísponible en: <http:/ /ww w. rcv ístas .usp.br/ ars/ article/ su rica colonia; tras una serie de duros con1bates y en1boscadas, y pa-
view/3068:> , último acesso e] 3 <le j unio de 2014. deciendo por la falta de víveres, los holandeses se rindieron después de
haber pern1anecido en Bahía cerca de un afio. Pero en 1627 se produjo
89
TAN DULCE COMO AMARGA: LA CIVILIZ ACIÓN DEL BH /\.) I L
AZÚCA R

otro ataque contra Salvador. La tropa holand esa esta vez era menos la bisto ria lu so - brJ sik11;1 co 111 0 un "yj1!;111 0" q u c
uti li zó su co noc irnient()
nu-
merosa y la ciudad estaba 111ejor guarne cida. Y, además, los holand p ar;1 fa cili tar el ;1v ;1n cc dcl en emi go . Ca b bar m igró
de la~ fu ei7~ ~
eses del lugar
parecían tener 111ás interés en saquea r que en invadir, tanto es así luso- brasil ciias :1 Li s ho l;111d cs~1s, pero luego c;:iyó r
rcc;o Y fu e ej ecuta do. E, 11
que se
para algun o\
llevaro n 2.654 cajas de azúcar --aproximada mente, la sexta parte
de la Brasil se Jo vc h:1st ;1 hoy corn o un ;1 fi gur;1 p;irad óji ca; héroe
O n<;or de otr<>
produc ción anual del Recon cavo- - -, además de cuero, tabaco, algodó n, villano p~ ra o tros; tr;1idor ;1 los í n te reses de Por tu gal dcfe
oro y plata. 16
13rasil. un Br;lsil holan dés.
o de paz que
Los holand eses no se dieron por vencido s. Pusiero n sus miras en
la Mejo r que dcsc u1patar la partida es descr ibir eJ p eríod
prósper a capitan ía de Pernam buco, que en aquella época rivaliza de resístencia.
ba con sigui ó a ese prin1e r 1norne nto n1arca do por las gu erras
la de Bahía. Pernam buco poseía 121 ingenio s azucareros "corrie or, aband onan do a los
ntes y Mi e ntras los portu gueses luchaban en el interi
molien tes'', según el relato de Van der Dussen , y había concita do la n la victo ria por
aten- eneni igos sus ciudades y fo rtalezas , los holan deses diero
ción de los directo res de la Compa ñía. 17 Además, si de Salvad or a Luanda . E l C onsejo de
segur a y decidieron inver tir en la colon ia conqu istada
se demora ba 35 días, de Recife eran apenas 29, diferen cia que no es, respo nsable
pasó los X IX, qu e regía la Comp añía de las Indias Occid ental
inadve rtida para los holandeses. 18 Con tantos motivo s a favor, el ataque ar la posic ión de
se p or la admin istrac ión del Brasil holandés, invitó a ocup
inició en 1630 y contó con 65 embarc aciones y 7.280 hombr es. Olinda
, el del ejérci to, el
la capital de Pernam buco, cayó el 14 de febrero de ese mismo año. gobe rnado r gener al de 1637 a 1644 a un joven coron
ces de 32 años.
La primer a actitud de Madrid al enterar se de la tragedi a fue manda cond e alen1án Johan n Mori tz von Nassa u-Sie gen, enton
r demá s desal en-
a Lisboa la orden de que se rezaran plegarias "para evitar un mal Cuan do N assau llegó a la capitanía, la situac ión era por
ma- s y la pobla ción
yor". La Inquisi ción tambié n .debía redobla r sus esfuerzos y castiga tador a; los ingen ios estaban destru idos o aband onado
r con por el confl icto
mayor rigor, porque el aconte cimien to sólo podía entend erse como despa vorid a y desan imada frente a los estragos causa dos
un r extra njero .
"castigo de Dios", cuya ira había despert ado la liberta d de los judíos y la inmin encia de vivir bajo el yugo de un conqu istado
y bilida d, Nas-
los herejes . Pero los rezos no alcanza ron y hubo que organi zar Con el objeti vo de recup erar la econo núa y ganar credi
tropas
s por los propi eta-
de resistencia. Al mismo tiempo se organiz ó una campa ña de guerril sau mand ó vende r a crédit o los ingen ios aband onado
las:
esclavos hacia la
la "guerr a brasílica", como se la -llamab a entonc es. A pesar de todos los rios que había n huido a Bahía, restableció el tráfic o de
en Áfri ca-
esfuerzos, entre 1630 y 1637, lo.s holand eses consol idaron su domin
io regió n -los holandeses invadieron varias plazas esclavistas '
fábric as , saneó la
en la región compr endida entre Ceará y el río Sao Francis co. En
este otorg ó crédi to para la comp ra y equip amien to de las
s a plant ar " el an
período se hizo famoso Domin gos Fernan des Calaba r, quien quedó
en crisis de abast ecimi ento oblig ando a los propi etario p
,. " la d. ·,
p a1S - m.an 1oca - en propo rc1on comp atible con la canti dad de
del
ad de culto fue
.t.<;WoJígang Lenk, Guerra e pacto colonial: Exército,fiscalidade e administraf,fo rohmial
d·a Bahia esclavos que poseían. El conde , calvinista, impu so la libert
' .,
(1 624. t 654)1 Tesis (Doctorado en Desarrollo Económico), Campinas:
Unicam p, 2009. tolera nte con los católicos y, según const a en los d ocum entos .tamb1en
n Véase Hu,go Coelho Vieira, Na.ta Neves Pires Galvao y Leonatdo Dat\tas Silva-i
con :Los así llanu dos " cripto judío s'', nu evos cri swano .. ~ '
Brasil
. s que hasta enton -
holandéi: Histótía, mem6rla, p,ltfimónio comparti/Jrndo, San P"blo: Al.m\ed •
]8 p;. L
:" omu,.o m•i A.áVter
j V r. • N , 11 \E •
ª, 2012. ces p racuc aban su culto a .esconcüdas. . Los. e omerc1ante s de o r igen J·udío
íJ SC lll1t:nto, .. mr~ os nos e o mar aberto.': Pern~inbuco. os ,. y J d ,
ten1an una fue rte presen cia en R.ecif e
, en a e cada de 1640 }-ia b,i a d os
0
P rt~s e o Atl~ntico no Br~~H ho)an~es'\ en Hugo Cor lho Vieira~ Nara .
Neves P:res assat
Galvao y Leonardo Dantas S1lva, ,>p. ctr., p. 193. sinagogas acuv.a s en la ciuda d. N c. .,
b',
· ' · • 1 iavorec10 t.:
artista s, natur
.
alistas y letrad os , Pe b am ien la llegad a de
'1 rnan1 uco,
91

92
HHA SIL
as irnácrenes que existe n del Brasil holandés, e incluso del
Las po C, " b
"
. d l" c:1ña fueron obra de artistas vinculado s con el provecto de
Bras11 e " · ' 1
El n01ttbrc de Nassau no qu e d O' exc
, }usivamente asociado al ince •
· nt1va
"do que e11 su n1ayoría las pinturas realizadas por los portu- · El d
a las artes y ~l comcrc10. '"' con e ª t" n1bién estuvo
· ligado a las rnei
Joras
N assau. e1 D
.

,: ,. . erari de carácter religioso y estaban destinadas a los recintos de


aues\,.,~ rc~lizadas en R ccifc, qu e íuc elevada por los holandeses a la categoría de
.
las iglesias, artistas con1O 1::rans Post y Alb ert Eckhout son referenóa s
b
capit il de Penumbuco en reen1plazo de O linda. Cerca de la deteriorada
importante s de esa época. Post tenía sólo 24 años cuando llegó a Brasil zona dd puerto, con proyecto del arq uitecto Pieter Po st ' N~ssau fundó la
con la conutiva de Johann Moritz von N assau y hasta hoy se conoce Cid~Hie Maurkia , una tentativa de réplica tropical de la capital holandesa,
poco sobre su vida. Se sabe que nació en 1612 en la ciudad de Leiden, de trazado geon1étrico y con abundancia de canales. La nueva ciudad
que por entonces concentra ba a n1uchos artistas important es que se ha- t~nnbién contribuyó a 111ejorar la situación de una población calculada
bían for111ado en la universida d local. Pintó numerosa s vistas de puertos en siete 1nil individuos, que vivía en condiciones críticas de higiene y
y fortificaciones, y todo indica que los plácidos trópicos de Pernambu co, vivienda. Era la Maurits-Stadt de los mapas y panoramas incluidos en
Maranhao y Bahía lo fascinaban. A falta de pinturas de la vida cotidiana la obra de Gaspar Barlaeus, publicada en Amsterdam en 1647. El go-
en la colonia, el imaginari o nacional preservó sus telas como fiel reflejo bernador n1andó construir palacios y un templo calvinista e instaló el
de la realidad y como documen tos del Brasil holandés del siglo XVII, pritner observatorio -que registró un eclipse solar en 1640-; también
cosa que por supuesto no eran. Si en Holanda buena parte de los artistas se ocupó del empedrado de algunas calles y del saneamiento urbano.
se dedicaba a pintar escenas .familiares y ur-banas, Rrans Post prefirió sin Otra medida importante fue ordenar que se cubrieran todas las calles con
rodeos el paisaje brasileño. Cielos nublados, ríos magnífico s, caseríos arena para evitar la formación de charcos; había que repetir la operación
dos veces al día, pues de lo contrario se corría el riesgo de pagar una
aislados, barcas ·s urcando arroyos .edénicos, frutas y animales exóticos
multa de seis florines. Bajo la misma penalidad estaba prohibido "arrojar
otorgaban un halo de armonía a los desconoci dos trópicos.
basura en las calles" 19 o arrojar bagazo (de caña) en los ríos y embalses
También Albert Eckhout (1610-166 6) vivió en la capitanía holan-
porque eso impedía la proliferación de los peces de agua dulce, el ali-
desa de N assau y se .especializ ó en registrar las frutas y a los nativos de la
mento básico de las poblaciones pobres. Nassau mandó construir tres
región. Tomadas en un,prime r momento como fuente real y etnográfica, puentes, los primeros de grandes dimensiones en todo Brasil.
las ilustracion es del holandés permiten c0nocer, por medio de sus deta- Johann Moritz von Nassau creó en Recife un gran"jardín recreo"que
lles, una serie de elemento s del imagiaari o de la época (véanse imagénes era también un huerto de plantas raras -852 naranjos, 5 limoneros,
5 Y 6)· Et1 vetdad, el .artista le devolvía a su di entela aquello que eSta 80 plantas de limón dulce, 66 higueras y 700 cocoteros especialmen-
deseaba ver: las ~'prácticas exóticas de esas gentes caníbales"• Tal vez por te plantados- y hábitat propicio para cientos de animales llegados de
ese motivo1en la imagen pacífica de dos p~rejas tapuia, Eckhout incli1yó todas partes del mundo: papagayos, guacamayos, cisnes, jacis, jabutíes,
las ffiaflos Ylos pie~ de los enen1igos n1ueritas dentro de las cest~s que los gallinas de Guinea, patos, pavos reales, pavos, palotnas, tigres, onzas, osos
nativ·os carga:ban sobre sus
.espaldas , en una elara a1usion
· , .,'-1~1 canibaJitSJU
'
11
·
OY hormigueros, coatíes, n1onos saguis, cabras de Cabo Verde, carneros dr
al. imaginario
·
que definía esa práctica . Ade1nás de E<.: kh, out YPost _' '.Z·acha-
·
Angola, además de peces, para los cuales había dos criaderos. El lugar
rias ·w ( ~ . ~ · _} . ,· ~ 1 de (ÜbllJOS que
agener vease 1111agen 7) lego un a nea co ecc.lOt . .
repr .. . ~ } · )'enio Mao,,pe Y 19
esentan una danza del culto afncauo í.-l Xauga, t: 111 g · . A nto mo
José . Gonsa lves de Me11 o, 1hnpo" dos flamn,gos: Itiffoéncia da ompa(,10 °
- h lªndr-'"
el mercado de esclavos de Recifo . na vida e na cultura do Norte do Brasil, San Pablo: José Olympio, 1947, p. 61.

c.n 94
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' . . sus p;i ac10-,
J ·\ -...' t·" 1, ú)l<.'tYiont'S 1.h.' c: un os1dadcs romo arcos HecJ , s J·ab· 1· d
rnarco cero par;~ \;t foncb ciún de l:-i ntt ción brasil eña, al men cy; tn ¡ .,
ü1 " " · • · 1 ,1• , , ,1 1nas re es 0

vrtlJ.Illt'tltús in<.H~en.1s lwchos co n plunias, tnu ebles de j<lcarandá' y el .e' ténninos y el humor de los perna1nbu ca nos, qu e siernpre enfatizaron el
nurriL . . todü h~'cho e n Brasil. 20 protagonisn10 de su región. Esa historia sería co ntada po r Jas generací<,-
B.~lst-1.ntc popular aquí pero controvertido en su administración , N as- nes futuras con grandes dosis de nativismo regional, estetizando Ja idea
~w era ~lpodado ''El Brasileüo" debido a la fascinación que la colonia de una en1ancipación lograda a base de "mixtura racial". Con el correr
t:Jcrcía sobre su persona. Pero, presionado por los holandeses, se vio del tien1po, la palabra "reconquista" adquirió un tono elevado y hasta
oblig.tdo a regresar a Europa en 1644, año que también se considera el hoy se la celebra, tanto entre los portugueses como entre los brasileño\
cornienzo de la declinación del Brasil holandés, un proyecto que parecía con10 el triunfo "de los justos". 21 En fin, ya sabemos que los nombres
haber sido concebido para eternizarse. dependen del ángulo de observación y, en este caso, la interpretación
Al año siguiente estalló un nuevo período de las llamadas "guerras quedó fuera del control holandés. Hoy sabemos que, además de Calabar,
bra.silicas" contra los holandeses, que se prolongaría hasta 1654 y se cono- muchos dueños de ingenios, labradores de caña, nuevos cristianos, negros
cería como La Reconquista, cuando las tropas luso-brasileñas volvieron esclavos, indios tapuias, mestizos pobres y poblaciones carentes apoyaron
a unirse para expulsar al ahora "invasor". El uso alternativo de términos
a los holandeses. Las fuerzas y la causa portuguesas estaban muy lejos,
como "colonizador" e "invasor"reve la los humores y el termómetro lo-
por lo tanto, de representar un modelo· de unión entre las tres razas que
cal. En tiempos de paz, los holandeses eran" colonizadores", pero en este
componían el país.
contexto se transformaron en "intrusos invasores". La situación interna-
Las guerras se prolongaron durante varios años; mientras los re-
cional era sumamente compleja; en 1640, con la intención de restaurar el
voltosos ocupaban el interior, los holandeses mantenían el dominio de
trono portugués,Joa o IV fue proclamado rey por las Cortes, hecho que
Recífe. Pero la insubordinaci ón brasileña no fue el único motivo de la
puso fin a la unión con España pero no modificó el carácter inestable
disgregación holandesa; la Compañía de las Indias Occidentales entró en
de las relaciones entre Portugal y Holanda. Los holandeses ocupaban por
crisis y ya no había quien quisiera invertir recursos en ella. Además hubo
entonces una parte importante del territorio de Brasil Y no daban iucli-
un choque de culturas; si los portugueses eran dogmáticos en n1ateria de
cio alguno de planear retirarse. Debido a ello no se retomaron las otrora
religión p ero poco ortodoxos en polítira econó1nica, los holandeses eran
1

pacíficas relaciones, anteriores a 1580. Al contrario, en Pernan1buco se


o rganizo
· , una revuelta cuyos . . l"d exactamente lo opuesto. R .elativa1nente tolerantes en cuestiones religio-
pnnclpales c.
1 eres tueron
André
· Vidal de
sas, eran durísimos con los propietarios endeudados. Además, después

.,, S' de tantos años de conflicto, los recursos disponibles para operaciones
,,J · • 1•¡· ~ I ·i/e1m .
to l\1
o I· A ¿p,,c,i
ergio Buarque de Holanda (org,), Histórla geral da c111 · ·
1z a((1c> ,ras ' .· ¡ 2 ooJ, militares escaseaban en Brasil.
colon· J I . , / S p blo· Bcrtrand Brasi •
'ª, vo • 1: Do descobrimento a expansiío temtorM , an ª ·
p. 271.
21
Véase Evaldo Cabral de Mello, op, cit., 2005.
L.a capitula ción hol andc ~a se produjo en 1() -54 , cu.an d o u
e
_ _ / , · -, . , _ . . n ;i e)c ua-
_ portugue sa ce rco ,1 R.cc if c po, n1c11. El n 1 ov ,nii c nt O d e r e<; i.,te ·
d1a
adoptó el no1nbrc de Guerra d e L-t Libcrtaci Di vin a. b Wico, lograr] n cia .
que ., .
alianza de toda b rcg-1011 y. c 11 especial , de lo<; pro pi etari d e .in ge mo<; _ª
. os
desconte n tos cou los elevado s tnbutos qu e les exigían J h 1 º" ·
, . o andese<;_
Interven ció n de la 1nonarq u1a inglesa 111cdiante ' el 6 de ag osto d e 166 l
·
,
,e
- tinnó , • In an. t en d n an
un tr~ttado en La Haya, por el cual lo s portugu eses
la nosesión de los territori os co nquistados en América y A, fi · previo .
r-
nea.
pago de una inde1nnización de 4 millones de cruzado s a los holandeses.
Para dar una idea del volume n de lo adeudad o, cabe señalar gue, para
poder cubrirlo , se establec ió un impuest o que rigió en Brasil hasta el
siglo XIX (a pesar de que la deuda había sido saldada mucho tiempo
atrás). El sentimie nto de indigna ción se hizo carne en los pernambuca-
nos, que no estaban de acuerdo con pagar por un combate del que se
creían vencedo res. Quizás haya surgido allí ese germen de revuelta que
estallaría en Pernam buco en varias circunst ancias y -como veremos
22
más adelan te- sobre todo en el siglo XIX.
Pero en aquel momen to la situació n estaba pacificada. Sólo restaba
volver al antiguo y pesado día a día en la producc ión de la caña. La lucha
contra los holande ses era parte de ese estado bélico de todos contra todos
que domina ba las tierras de esos Brasiles. Juntan1 ente con el temor a una
,eventual ocupaci ón extranje ra, crecía la resistencia del amerindio Y el
africano esclaviz ado.23 En una socieda d con10 esa, las armas continuaron
dispersas por el territori o, jamás depuesta s.

hí j e :bs L~tf'.15..
y, d"' s p blo ·· Comp.1n . _ . J¡,J &u.,·,J
··ea:se Evaldo Cabra! de Mello, O Brasil holan es, an ª Puntoru,
22

20 . p d Gu~rr.is
l0; 1<.ubro vefo, op. dt., 2005; NasMU, op. cit., 2006, Y t: ro
(tS04~1604), San :Pablo: Hra~ihc n sc, JIJíJ2, , SLh.1,k~ .l.hi-
23 ''E . · A lbertO d.1 co~C-l e' - .
sclav12ados" ~m ~egún e1 criterio ado1.,~ado P
01 , _ pubivo 1..k lJ
' . . l . rancr l ou1
canos de primera gene ración. El término tainbit·n subr.ly .l r ~ .i ,.c t ·ttUn
L e,~151cu,1oóri
t.tl1 .
. . .. . n·c)nas un c.,
a · · . , (!

ctividad y, por lo tanto, retleja la non on d e que esas pe: 1)


por voluntad o a'lbitr io propio.

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