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su madre le anima y le dirige-paula raíces.

teda la tierta "romctid. a w carilaci001e1 de la ni.6a, Ucna de ~e · vda niño y ~ veía magistral: lo presente eu la re:alidad
tarde. 110lituiu y melaocólicu en lu prldetu de Los puertos. del 1ucl\o de la niña, y de esto BQUba . .
El Ma¡istral empeuba • despreciar un poco lot afio. de 111 · Emociones ~CJDejantes ocupaban su alma mlenuas el catale¡o,
próxima juventud, le paredtn a vea:s aJ,o ridkul01 SUJ ~uue· reflejando con vivoa resplandores los rayos del rol, se movla
i\05, y 111 conciencia no se compllda en rcpuar todos Los act01 lentamente paswdo la visut.l de tejado en tejado, de ventsuu en
de ~qudla 4xx:a de ptltioocs lU'X)OCU)tndal, poco y mal sa U. ventana, de jard!n en judln.
Cedw. Prelerl• l.u m" vttea recrear el esplritu c:ootempl•n- Alrededor de la catedral ae c:xtendle, en estrecha wne, d
do Jo ' ptltA<Io en lo mú remoto del recuerdo¡ ru nlJ\a k enter· primitivo recinto de Vetusta. Comprend1e lo que se lllllllaba
neda, au· juve.orud le di'8'Uttb. corno d recuerdo de uM mu- el barrio de la Encimtlda y dominaba todo el pueblo RUe •e
jer que fue muy queridA, que 001 hlao cometer mil loa~ y habla ido estirando 'por noroeste y por sudeste. Desde la torte
que hoy no. parece digna de olvido J · deapm:io. Aquello q~ ae velan, en algunos patios y jardines d~ casas viejas y ruino-
~1 lltmab. pltcer material y tenia muchO de puetiJ era el coo- '" restos de la antigua mu.ralla, convertidos en terrados o P•·
tuelo de ru alma en Jo, frecuente. decaimiento. del 'nimo. redes med.ianeru enue huertos y cortales. La Encimada era el
r El Ma¡htnl babia sido ~ator en loe puertoe de Tena, IY
era ll d miamo que ahora mandabe a IU manera en Venntal
En este talto de la imagjiUici6o atabe la esencia de aquel pta.
butio noble y eÍ ba.rrio pobte de Vetusta. Los m~s linajudos y
los mú andrajosos vivltn allf, cerca unos de otros, aqu~los a
su• anchas, los otrot apiñados. El buen vetustense e~a de la
cer inteniO, infantil y material que pabe De Pu como un ' Encimada. Algunot fatuos estim.aba.n en mucho la prop1ed~d de .
pecado de lascivia. . ., una casa, por miserable que fuera, en la parte alta de la oudad,
¡Cu6.otu veces en el púlpito, ccñldo .aJ robusto J .UO.O cuer- 1 la sombra d e la catedral, o de Santa Maria la Mayor o .de
po el roquete úndido y nudo, b.jo la eeóoril muoeta, viendo San Pedro, las dos antiqulalmas iglesias ye~nu de la ~uOtca
al" abejo, en d toltro de todoe loe 6det la .dmincidn y el y ptt~. utas que se divid!An el noble temtono de la Enc1mada .
encanto; habla tenido que RUpcnder d vuelo de tu docucnda, El Magrsttal vda a rus pies el barrio linajudo, compue5to de
porque le ahopb. d placer y le cortab. la \'OIZ en la ~tal caserones ron lnfulas de palados¡ conventos grandes romo pue-
Mientnt el auditorio aguudabe en tikocio, respirando apenu, biOI y tugurios donde ae amontonaba la plebe vetustcnse, de·
• que la emoción rd.igiola permitiera al orador c:ootiouu, 8 .muÍado pobre pan poder habitar las barri:~das nuevu alll'
ola romo en ótu!J de autolatrfa el chisporroteo de lo. c:irioe ' abejo, en el Campo del Sol, al 1udeste, donde la F'brica Vieja
y de . Ju Jmperas; upirabt oon voluptuoaidad extnlia el am- levantaba sus augustas chimeneu en rededor de las cut.les un
biente ernbals.audo por d locicruo de la capilla mayor J por pueblo de obreros habla swgido. ~·.· todu .l:u calles de la
lu emanAcionet calientes y, arom'ticu que 1ublan de las da. Encimada eren u trechas, tortuosas, humeda.s, 11n sol; cree~• en
mAl que le rodeaban; seotla oomo mwmullo de la briu en lu algunas la ~iet ba , la limpieza de aqud}u en que predommeba
hoju de un botque el contenido crujir de la teda, d aleteo de el vecindario noble o de tales pretenstones por lo menos, era
los abanioos; y en aquel silencio de la IJa)ciOO que etpenba, triste casi milerabl~ como la Umpieza de bs cocinas pob res de
~ldirante, cre:fa comprender y guttaba una ldondón .muda que: los hospicios; puecfa que la "coba municipal y la escoba de
subfa a ll; y estabs se¡uro de que en· tal · momento peDMbcn la nobleza pulcra hablan dejtdo en aquellas pltzUdu y a.lle·
Jos fieles en d orador esbelto, dqante, de. voz melodiou, .de .. Ju 1u huellu que el cepillo deja en el paño nido. Habla por
co¡reclos ademallott, a quien olan y velan, no en d Dio. de que l1J.( muy pocu tienda.s, y no muy lucidas. Desde la .torre se vela
lea hablaba. Entonocs al que, ain poder. 6 descebar aqudb re- la liistoria de lu cluea privilegiadas conta?a ~r p1edras Y ado-
ct~ercb, ae k presenta~>. IJU : infancia en: los .puc.rtOI, aqudJ.as bes en d . reclntó viejo de Vetusta. La 1glcsta ante todo: loa
tardea de IU vida de . rutor melancólico. J . meditabundo. Hcnt
y horu, huta el crepueculo, puaba ao6aodo deapierto, .éo wu "
. conventos ocupaban cerca de la mitad del terreno; Santo Do-
mingo wlo to maba un• quinta p•"e del ·'tu total de la En-
cumbre, oyendo lu csqu ilas dd pn.ado es pe.rcido ¡a d a~eto; cimadA¡ .sc:gufao en t.ama.lio lu Recoletas, donde se hablan n;·
¿y qu~ toñaba? Que .U4, atu abajo, en ..d. ancho INJD()o, . muy unido en tiempo de la Revolución .de Septianbre dos comunt-
le101, habla una aud.d . inmmse, como cien, TCICa .d' lupr . de dades de monju que juntas eran diez y ocupaban con su con-
Tan•.· y mú; *JUdla .ciudad te · IJ.a.oulbe .Vctuata.. • aw mucbo
' •.
vento y huertol. sc::xta pa."e del banio. Verdad era que San
mayor que San Gil de' la Llana, .. la .abeza del puddo, quo ~ Vicente estaba convertido e.o cuartel y dentro ck ~us muros re-
umpoco htbf• vilto. . En la R"O dudAd co1ooab. S tOUtYi11M tumbaba la indi~ta voz de la cometa, profanaciÓn constante
que hala¡eban d sentido y llenaban lA 10led.d de tu csplritu del ugr.do' silencio m:ulu; del convento ampuloso y plarercsco
inquieto. Desde aq~la lnfllDC{~ ignorante J visioouia al mo- de lu Clarisa.s habla hecho el Estado un edificio pan toda. ~ a­
mento en que ~e contempleba d predic:adm- no labfa intetT~Io; ae de ofidnu, y en cuanto a San Benito, era lóbreg• pm1ón

16 clero y nobleza-unión secular


no es una narración, es una descripción
d~ rnnl sq~uro~ dclincuentc:3. Todo ~lo era triste; pero el M11~ carb6o el hj~ro .•masados. con· sudor;: los, que:. ~cuch~btn con.
grstrnl que vcln, cun run~~rgurrt · en 103 labi03, e~tos despojos de 1
b boca abic:rtt a los cnc:rgumcnot que te, · prc:dicaba.n tgu•ldadod, . •
que le dnb:~ d ocuwte reprc:sentnción cl cntnlejo, pocHa abrir d fc:dcraci6n reputo, mil 1bsurdos, y a ~ oo querl.an o(rle ~an ..
p~cho ni consuelo y 11 In esrernnz:R ·contemplando, fu.ea ' del · b~ le5 hablaba de · prcmi03 ' celc:sti~le5,' ~e" repa!aoones. ~ ultra- '
tumtJ.. No cta que tUl no tuvtera ' mnguna tnOue~•· pero
P'l'J• l'
ttto noble, al Oe~ l c y ~1 No11e, gr.UicAs sCJialcs de la fe redi.
vivo, en los nlredcdorcs de Vetust~, donde corutrufn •J. piedad tc:nla ·en lot mcnot. Cierto que cuando alU la creenoa 1
nucvns mort~dns r~rA In ·vldn amventuAI, m6_, lujosas, mb dc- fe católica arraipbt, Cl'1l con · robutw · ralees, como ~ ca en u .
s~ntc~ ~11e IM An tiRu~s. Ri no tnn! sólidns ni tAn grandes. La. de hicrTO, Pero si 1n0tf11 on obrero bueno, crqente, oadtn den,
l~evol11etÓn hrtblt derribndo, habln robado; pero la Restaura- ·1ru, :que Y1l janW · olrftn hablar de reJ~I¡tud~. de lEf~"d, de
CIÓn, que no podln ·restituir, alentabA el espirito que · tttdili.! fe 1 obediencia. El Mqistral no se luda Uw•on~; . CAJnpo.
cnbn; y ya lns llermnni tM de los Pobres tenf11n coronado el del Sol se les Iba. Las mujc:rci. ddendlan a~ tu ul~u ,trln·
edificio de su propiednd, taciti de plua que • brillab. o::ra del chcru. · Poco tiempo . antes del dfa : en ·que ·De ~as ~edttabt,
Espolón, ni Oeste, no lejos de 103 palaci03 1 chaldi de l11• Co- asl nriu óudadanu del barrio de obtc:ros btbftn quendo m1-.
lonia, o ~e:t t:l bnrrio nuevo de IUTlc:.tlcanos )' come!dante~ del ta; 1 pedrw.W a un forastdo que ~ titúlAb. ~tot .rrotdest!-"t~~·
reino. ll ~ci:t el Norte, entre prndos de terciopelo tupido; ·de ' e5to5 :c:rcesós, estos paroxismos de la fe moubun 11, mu
un verde oscuro, fuerte, se levantAba 1• bhtnca f6brica qu.e mn =istcdan que animaban al Magi.stnt No, aquel humo 11~ ~~~
sumn.s fnbulosns construfM lA~ Sn.lc:sas, por ahora ani.nconadas de lncieruo; subfa a lo alto, pero oo iba al d.cl~: aqueU.os .•tl
dentro de Vetustn, cercA de los vertede~ tle la Encimada, casi bi~ · de la m4qulnu le parttfan burlescos, stlbtdos de· s~ura,,
scpuhndns en In~ cloncns, en ut\A CASR viejA que teola por igle-
sia un orntorio ruczquino. AJII, como en nichos, habitaban las
silbidos de 1.6tigo. Hasta tq uelllt-' chimcnc:IIS .dc:lgt~as. largas,
mo mooumc:ntos de una ldolatrla 1 pa.redan pa~tas de ~u .t8'~;,
ro:
herederas de muchns fnmilins ricAs y nobles; hablAn dejado, en ja.~ tic las iglesiu... · ,. · · • · b '1
obsequio ni Crucificndo, el teRnlo de su palado nncho y romo- El Ma~istral volvfa c:l catalejo ti Noroeste; altf estA 11 a
do de al)¡{ nttibn por In est rcchez insn.on de 11quella pocilg~~, Coloni11, la Vetusta novlsima, tirada • cordc:.l, deslu~brandtc de
micnttns sus ¡mires, hermnnos y otro~ pnrientcs regalaban el colores vivos con reflejos ~ttrod03; parcela un P~Jaro e: 1os
pctc7.oso Clletpo en bs nnchurns i.le los CAserones tristes pero bosques . de Am~rlca, o una india brava adornada. con pl.Hmns
esp~cio~os de 1~ Encimndn. No sólo era la IglesiA quien podiA y cintAs de tonos disrordnntcs. lgu.aldad geom~trtca, destgudiÍ
dcspereznrse y estirar lns piemos en el recinto de Vetusta la de dad; anRrqu[a · crom4ticas .. En los te¡ados tod03 los c~lores e
nrri bn; tnrnbién los hetedc:tos de pergnmi.nos y cos11s solariega~ iris como en 103 muros de Ecb,ttmll; galetlas de cmtelc:s ro-
hnbf~n tomndo ('AtA ~1 nnch~s cuodrns y jnrdincs y huertAS que bando 1 lot r edilicicn por todas parles la e~bclt.c:z que podf~
podfnn p:1snr por bo~ques, con relnción ol ¡{tea del pueblo, y supoo~ndc:s; · aludes de piedr• lnoportull05, soh~c:z; afcct•da,
que en efecto se lbmob.m, Algo hl~rbólicamentc, parque~, cuan-
do eran tnn extensos como el de los 01.ores y el de 103 Vega-
lujo voc.in¡tlero. La ciudad del sueño de un lndt:mo ~ue
mezclada con la ciudad de un usurero ~ .de un ~crea er e
da
llnnn. Y mientras no sólo n los conventos y a los pRiados, sino paños 0 de harinas que se quedan y edthcan dc:sptertos ..Una
también A los ~rbob se les dcjabn campo 11bietto par11 aLngarse pulmonla posible por una pared m:tc:stra Ahorrada; u~a mco-
y ensancharse como querl~n. los miseros plebeyos, que a (uena modidad segura por una fastuosidad ridícula. Peto no troporta,
de pobres no habf~n podido huir los codazos del c:golsmo noble el Magistral no atiende a nada de eso; no ve aUf más. que
o regular, vivlan h~cin~dos en cnsrfs de tierra que el municipio riquc:u; un Perú en miniaturA, del cual. pr:tende ser ciCo Plz:tr_tO
obligaba a tA par con una cnpa de cal; y era de ver romo aque- ~pi rituaL Y ya ~mpiez:a a serlo. Los. mdianos de la . )""•
llas casuchas npiñnd:1s se enchufnb:m y saltAban unas sobre otras, uc en Amttica oyeron muy pocas bll5AS, en Vcrusta. ~e ven,
y se metlan los tejados por los ojos, o sea las ventanas. Parc:dan ~roo 1 una patria a la piedad de sus m¡ryQreJ~: la religtóo con
un rebaño de retozonas reses que apret:~das en un camino brin- las formas aprendidAS en la infancia es para ellos ~na de las
c:m y se enc:nAJnan en los lomos de quien encuentran dc:.lante. dulces promesu de aquella España que vc:fi1J? en ruen03 al otro
A pesar de esta injusticia diwibutiva que don Fermln tenia IÁclo del mar. Adc:m6s, los indianos no ~ter.en . nada que no
debnjo de sus ojos, sin que le irritAra, el buen canónigo IUJlllba sea de buen tono que huela 11 plebeyo, m stqutc:ra pueda d re-
el barrio de lo cntedral, nquel hijo predilecto de l11 Basllica, conlar Jos origen~ humildes de la esúrpe; en yetusta los e~­
sobre todos. Ln Encimnda era su imperio natural, !:1 metrópoli treldos no son m6s que cuatro pill03, 9ue no ttenc:n sobre, qu~
del poder espiritual que ejercfn. El lrumo y los silbid03 de la caerse muc:rtos· todas l:ls penonas' pudtentcs cr~n Y pucttAn,
f5hrica le hncfnn dirigir rnitndns rcn:losns ol Campo del Sol; cotno se dice ~hota. P~a. don Frutos Redondo, los )~'~cas, n·
altl vivfon los rebeldes; los trnbnjndores sucios, negros por el tollncz:, Jos Argumosa y otros y otros ilustres Ambtco Vespu-

IR 19
cios del barrio d e la (.oloni• •ig11eo c:saupu.knan~te ~n lo que
~~ les alca ru.a lu 00-'tumbra distinguidtU de ln t (.oruj~. Ve-
.gallanu, Membihrca, Ou>r~s. Catrupiques y dall{s (amili u no-
bb de la f:.ocimatla, c¡ ue se precian de muy buenos y muy uncioa
.:ristianos . Y ai no o h icieran por propio impul.so los Pia,
los Redondo, etc., etc., 'w retpectivu espoau, hiju y deuli.s
{aJni lia del aao d~bil obligaria.nlc:s a imiru en tcli~ión, romo
en todo, lu mane ru, id eu y palabru de la envidiada ari.sto-
c.rad a. Por todo lo cual el Proviaor mi~ a.l barrio dd Noroeste
etm m1J codicia . que aJHipatú; ai alll hay muchos c:splrirw que
~1 no ha aondetdo todavla, d h ay mucha tierra que de.scubrir
~~~ aquella Am&ic:a abreviada, lu exvloraciones h.ec.hu, lu /~
lorlaJ esub lecidu, hoto dado muy buen resultado, y no descoo-
lla don Fcrmln de llevar la hu de la fe mú attndn.da, y coo
ella au natutal inOuencia, a todot loa rincoo~ de lu b ien alioca-
tln asu de la Colonia, a qtúcn d municipio midió lOl tejados
po r uo ruero. . .
Pero, entre tanto , De Pu volvla amorosamente la vl.sual dd
catalejo a su Encimada queril.ia, la noble, .la vieja, la amonto-
nada a la aombra de la aobcrbia torre, una a oriente otra a
occidente, aJU debajo tenia, como dando guardi a de honor a la
catedral, las do. iglesiu aotiqubimu que la vieron u.J vez
nacer, o por lo menos pa.ssr a ¡randeu•. y esplendores que dlu
jam~• alcanuroo. Se llamaban, como va did10, Santa Maria y
San Pedro; au lú.storia anda c:aaita en lo:s cronicones de la He-
conquiua,J glorioum enre ae pudren poco a poco vlctirnu de
la humed y hecha.s polvo por los •iBkn. En rededor de ·Sanra
Maria y de San Pedro hay esp11rcidas, por callejones y pl!i-
zudas, CUII tolaricgas, cuya mayor gloria terla poder procl.-
marsc contcmporioeas de los ruinoaot tempLo.. Pc:ro no pueden,
porque de.lata la rdaúva juveotud de esi.O$ casuo.nc:a au uqui.
lectura, que revela d ma.1 gwto decadente, pcsldo o ru:argado,
de t'nuy J?t.Ciiorea d~lot . La piedr& de uxt.o. estoe edliicioa e.st~
ennegrec:sda por loa rtgorcs de a Jotcmpetic .que en Vctwta 1&
lnímeda no dejan nada claro mucho Üem¡X>, .ni. c:a:uientál hlan·
atra duradera. : , . ,_ . L., : , . . . . ... - •:

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