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PRUEBA DE LENGUAJE GRADO 7° 20 PREGUNTAS embargo, ¿Cómo iba la agencia de viajes a confiar
nuestras vidas a un conductor miope?
Responde las preguntas 1 a 4 con el siguiente texto.
En total viajamos en el autobús veinte personas de todas
VIAJE EN AUTOBUS
las edades y condiciones. La disparidad de opiniones es
absoluta. Para algunos, el conductor maneja
Estoy sentado en la primera silla del autobús, junto a la correctamente. Otros sin entrar a considerar si es o no
puerta de entrada el conductor está medio metro más miope, dicen que conduce con imprudencia temeraria.
allá, a mi izquierda. A través del parabrisas, por lo tanto, Hay también pasajeros que no demuestran el menor
puedo ver sin ningún impedimento el camino que se interés por dar a conocer su opinión, como si la cosa no
abre frente a nosotros. Y puedo ver también al fuese con ellos, o no sintiesen ningún apego por sus
conductor, aunque sea de perfil, sujetando el volante con vidas.
v las dos manos y curiosamente inclinado hacia delante,
como si quisiera beberse la carretera.
- Vivimos en una democracia – exclamo – sometámoslo
a votación.
Desde que salimos de H me siento alarmado por su
forma de conducir: De vez en cuando se acerca
- Hagan lo que prefieran – dice el conductor -, pero les
peligrosamente al arcén derecho de la carretera. Otras
adelanto que pienso seguir conduciendo hasta que
veces, sin razón aparente, circula por el centro de la
lleguemos a nuestro destino. No puedo detener el
calzada, exponiéndose a chocar con cualquiera de los
autobús en medio de la carretera y esperar a que venga
vehículos que vienen en dirección contraria. No me
otro conductor a reemplazarme.
queda, pues, más remedio que llegar a la conclusión de
que ese hombre es miope y que mueve el volante en
- Los que decidan interrumpir el viaje – exclamo -, que
función de las confusas marcas que se van formando
levanten el brazo.
sucesivamente en su débil retina,
Lo hacen doce pasajeros, es decir, la mayoría. Creo que
La carretera se hace cada vez más peligrosa. Por la
es la primera vez en toda mi vida que alguna proposición
derecha bordea un precipicio que cae en picado sobre el
mía es aceptada por alguien que no sea yo mismo. Me
mar. Por la Izquierda el tráfico es bastante intenso. El
acerco al conductor y le convido a que detenga el
Accidente puede producirse en
vehículo.

cualquier momento y me considero, por lo tanto, en la


-Ni hablar – responde le miope, esquivando en el último
obligación de advertir a los demás pasajeros del riesgo
instante un tractor cargado de heno.
que estamos corriendo.
- ¡No le haga caso, no le haga caso! – brama la anciana
- Señores – exclamo, levantándose del asiento y
enjoyada -. ¡Siga usted al volante! ¡Continúe usted
volviéndome hacia los demás -. Nuestro conductor es un
conduciendo! ¿Le conozco bien, sé que es usted un
miope de tomo y lomo. Acabo de descubrirlo hace un
excelente conductor, y respondo por usted!
instante. Propongo, por lo tanto, que le obliguemos a
detener el autobús. Desde la cabina más próxima
Me gustaría saber quién responde, a su vez, por esa
telefonearemos a la agencia de viajes para pedir que
arpía. Otros pasajeros, sin embargo, apoyan mi protesta.
nos envíen otro conductor:

- Deténgase – brama un hombre gordo, temblando como


-¿Quién dice que soy miope? – Protesta el conductor,
un flan-.
sin apartar la mirada de la carretera-.

-¡Pare usted este maldito autobús inmediatamente! –


- Conozco a ese hombre – observa la anciana cargada
chilla una mujer vestida de negro -.
de joyas, que viaja precisamente en el asiento posterior
al mío -, Es un conductor excelente. No es la primera
-¡Adelante, adelante! Grita el hombrecillo atildado,
vez que viajo con él y nunca tuvimos un accidente.
esgrimiendo un paraguas.
- No obstante – balbucea otro pasajero – a mí me parece
Es como si hubiese metido una zorra en un gallinero. No
que estamos haciendo demasiadas eses.
me parece oportuno, sin embargo, llegar a las manos
para tratar de imponer nuestra voluntad.
- Hace un momento estuvimos a punto de topar con un
tractor- apostilla un muchacho de pelo rojo que viaja en
De ese modo solo conseguiremos aumentar
uno de los asientos de la izquierda.
notablemente las probabilidades de un accidente.
Tranquilizo pues a mis partidarios y les propongo que
-Sin embargo – reflexiona un hombrecito de aspecto
vayamos a sentarnos a la parte trasera del autobús,
atildado, de esos que parecen confiar siempre en el
donde los efectos de un choque podrían ser menos
sentido de la responsabilidad de los demás -, sin
graves. Los otros viajeros, para demostrar su confianza
en el conductor (pero, sobre todo, para evidenciar su
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alegría por haber impuesto su criterio), empiezan a ella la encargada de generar el movimiento, mientras
cantar a coro. sus patas, en ese momento, se mantienen plegadas al
cuerpo. Estas patas solo las utiliza para caminar en la
El viaje prosigue peligrosamente. El autobús continúa superficie terrestre o incluso para correr. Cabe destacar
dando bandazos y me parece un milagro que no que estos animales tienen alto nivel de reflejo y son muy
hayamos despeñado ya por el precipicio. Las horribles ágiles, siendo capaces tanto de nadar como de caminar
canciones se suceden sin solución de continuidad, y el y corre velozmente, inclusive pueden caminar erguidos
conductor, enloquecido finalmente por la algarabía, se sobre sus patas de atrás.
vuelve hacia los cantores. Tomado de: http://www.infoanimalBS.com/cocodrih

-¡No se sientan ustedes tan ufanos! – Estalla 5. Ubican información puntual del texto. El cocodrilo
señalándose los ojos con el índice de la mano derecha-. pertenece al grupo de los
A. anfibios. B. reptiles. C. mamíferos D. aves.
¡No canten victoria porque realmente no puedo ver
cuatro en un burro! ¡Desde que salimos de H estoy 6. Ubican información puntual del texto. Según el
conduciendo al tacto! texto, la cola les sirve a los cocodrilos
principalmente para
Se hace por fin en el autobús un silencio sepulcral, pero A. caminar. B. capturar a sus presas.
ya es tarde para someter el asunto a nuevas votaciones. C. pararse en ella. D. nadar.
La Carretera termina cincuenta metros más allá, al borde
del precipicio, y el conductor no demuestra la menor 7.Según el texto, los cocodrilos NO son animales:
intención de pisar freno A. domésticos. B. Grandes.
C. cuadrúpedos. D. de cola enorme

1. El encargado de advertir a la gente sobre la 8. Del texto, se puede concluir que


manera de conducir del chofer es: A. los cocodrilos compiten por su territorio.
A, El Hombrecito atildado B. La mujer vestida de negro B. los cocodrilos son conocidos en casi todo el
C. La anciana enjoyada D, El Narrador de la Historia mundo.
C. los cocodrilos son animales peligrosos.
2.La Anciana cargada de joyas de la historia: D. los cocodrilos son los animales de mayor
A. Dice conocer al conductor B. Ignora lo que sucede tamaño.
C. Desconoce al conductor D. Advierte el peligro
9.La idea principal del texto anterior es que los
3.Ante los reclamos de la gente, el conductor: cocodrilos
A. Detiene el autobús B. Continua su recorrido A. poseen placas óseas y escamas en su cuerpo.
C. Discute con los pasajeros D Amenaza a los B. son reptiles grandes y ágiles
pasajeros C. tienen patas grandes y una gran cola.
D. viven en ríos y lagos donde cazan a sus presas.
4.Los pasajeros que deciden irse para la parte
posterior del autobús lo hacen porque: Responde las preguntas 10 a 19 con el siguiente
A. Desde allí pueden hacerle señas a un policía de texto
transito
B. Los efectos de un posible choque serían menos LA TORTUGA GIGANTE.
graves en ese lugar. Había una vez un hombre que vivía en Buenos Aires, y
estaba muy contento porque era un hombre sano y
C. Allí no escuchan las canciones de los demás
trabajador. Pero un día se enfermó, y los médicos le
pasajeros dijeron que solamente yéndose al campo podría curarse.
D .Allí no sienten los movimientos bruscos del autobús Él no quería ir, porque tenía hermanos chicos a quienes
daba de comer; y se enfermaba cada día más. Hasta
Responde las preguntas 5 a 9 a partir del texto los que un amigo suyo, que era director del Zoológico, le
cocodrilos. dijo un día:
LOS COCODRILOS —Usted es amigo mío, y es un hombre bueno y
trabajador. Por eso quiero que se vaya a vivir al monte, a
El cocodrilo pertenece al grupo de los reptiles, y se
hace mucho ejercicio al aire libre para curarse. Y como
caracteriza por su gran tamaño corporal. Además, posee usted tiene mucha puntería con la escopeta, cace bichos
una cabeza también grande, que es chata y en forma del monte para traerme los cueros, y yo le daré plata
triangular, de la que sobresalen sus amenazantes ojos. adelantada para que sus hermanitos puedan comer bien.
Posee dientes muy grandes y filosos que sirven para El hombre enfermo aceptó, y se fue a vivir al monte,
apretar y destrozar a su presa. Todo su dorso está lejos, más lejos que Misiones todavía. Hacía allá mucho
calor, y eso le hacía bien.
recubierto de placas óseas, mientras que su panza, que
Vivía solo en el bosque, y él mismo se cocinaba. Comía
es la que se arrastra en contacto siempre con la tierra y pájaros y bichos del monte, que cazaba con la escopeta,
sus costados están cubiertos de escamas. Posee cuatro y después comía frutos. Dormía bajo los árboles, y
patas, dos delanteras y dos traseras, además de su gran cuando hacía mal tiempo construía en cinco minutos una
cola. La cola le sirve fundamentalmente para nadar; es ramada con hojas de palmera, y allí pasaba sentado y
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fumando, muy contento en medio del bosque que Aires hay remedios para curarme. Pero nunca podré ir, y
bramaba con el viento y la lluvia. voy a morir aquí.
Había hecho un atado con los cueros de los animales, y
lo llevaba al hombro. Había también agarrado vivas Pero también esta vez la tortuga lo había oído, y se dijo:
muchas víboras venenosas, y las llevaba dentro de un —Si queda aquí en el monte se va a morir, porque no
gran mate, porque allá hay mates tan grandes como una hay remedios, y tengo que llevarlo a Buenos Aires.
lata de kerosene. Dicho esto, cortó enredaderas finas y fuertes, que son
El hombre tenía otra vez buen color, estaba fuerte y como piolas, acostó con mucho cuidado al hombre
tenía apetito. Precisamente un día que tenía mucha encima de su lomo, y lo sujetó bien con las enredaderas
hambre, porque hacía dos días que no cazaba nada, vio para que no se cayese. Hizo muchas pruebas para
a la orilla de una gran laguna un tigre enorme que quería acomodar bien la escopeta, los cueros y el mate con
comer una tortuga, y la ponía parada de canto para víboras, y al fin consiguió lo que quería, sin molestar al
meter dentro una pata y sacar la carne con las uñas. Al cazador, y emprendió entonces el viaje.
ver al hombre el tigre lanzó un rugido espantoso y se La tortuga, cargada así, caminó, caminó y caminó de día
lanzó de un salto sobre él. Pero el cazador, que tenía y de noche. Atravesó montes, campos, cruzó a nado ríos
una gran puntería, le apuntó entre los dos ojos, y le de una legua de ancho, y atravesó pantanos en que
rompió la cabeza. Después le sacó el cuero, tan grande quedaba casi enterrada, siempre con el hombre
que él solo podría servir de alfombra para un cuarto. moribundo encima. Después de ocho o diez horas de
—Ahora —se dijo el hombre—, voy a comer tortuga, que caminar, se detenía, deshacía los nudos, y acostaba al
es una carne muy rica. hombre con mucho cuidado, en un lugar donde hubiera
Pero cuando se acercó a la tortuga, vio que estaba ya pasto bien seco.
herida, y tenía la cabeza casi separada del cuello, y la Iba entonces a buscar agua y raíces tiernas, y le daba al
cabeza colgaba casi de dos o tres hilos de carne. hombre enfermo. Ella comía también, aunque estaba tan
A pesar del hambre que sentía, el hombre tuvo lástima cansada que prefería dormir.
de la pobre tortuga, y la llevó arrastrando con una soga A veces tenía que caminar al sol; y como era verano, el
hasta su ramada y le vendó la cabeza con tiras de cazador tenía tanta fiebre que deliraba y se moría de
género que sacó de su camisa, porque no tenía más que sed. Gritaba: ¡agua!, ¡agua!, a cada rato. Y cada vez la
una sola camisa, y no tenía trapos. La había llevado tortuga tenía que darle de beber.
arrastrando porque la tortuga era inmensa, tan alta como
una silla, y pesaba como un hombre. Así anduvo días y días, semana tras semana. Cada vez
estaban más cerca de Buenos Aires, pero también cada
La tortuga quedó arrimada a un rincón, y allí pasó días y día la tortuga se iba debilitando, cada día tenía menos
días sin moverse. fuerza, aunque ella no se quejaba. A veces se quedaba
El hombre la curaba todos los días, y después le daba tendida, completamente sin fuerzas, y el hombre
golpecitos con la mano sobre el lomo. recobraba a medias el conocimiento. Y decía, en voz
La tortuga sanó por fin. Pero entonces fue el hombre alta:
quien se enfermó. Tuvo fiebre, y le dolía todo el cuerpo. —Voy a morir, estoy cada vez más enfermo, y sólo en
Después no pudo levantarse más. La fiebre aumentaba Buenos Aires me podría curar. Pero voy a morir aquí,
siempre, y la garganta le quemaba de tanta sed. El solo, en el monte.
hombre comprendió entonces que estaba gravemente Él creía que estaba siempre en la ramada, porque no se
enfermo, y habló en voz alta, aunque estaba solo, daba cuenta de nada. La tortuga se levantaba entonces,
porque tenía mucha fiebre. y emprendía de nuevo el camino.
—Voy a morir —dijo el hombre—. Estoy solo, ya no Pero llegó un día, un atardecer, en que la pobre tortuga
puedo levantarme más, y no tengo quien me dé agua, no pudo más. Había llegado al límite de sus fuerzas, y
siquiera. Voy a morir aquí de hambre y de sed. no podía más. No había comido desde hacía una
Y al poco rato la fiebre subió más aún, y perdió el semana para llegar más pronto. No tenía más fuerza
conocimiento. para nada.
Pero la tortuga lo había oído, y entendió lo que el Cuando cayó del todo la noche, vio una luz lejana en el
cazador decía. Y ella pensó entonces: horizonte, un resplandor que iluminaba el cielo, y no
—El hombre no me comió la otra vez, aunque tenía supo qué era. Se sentía cada vez más débil, y cerró
mucha hambre, y me curó. Yo le voy a curar a él ahora. entonces los ojos para morir junto con el cazador,
Fue entonces a la laguna, buscó una cáscara de tortuga pensando con tristeza que no había podido salvar al
chiquita, y después de limpiarla bien con arena y ceniza hombre que había sido bueno con ella.
la llenó de agua y le dio de beber al hombre, que estaba Y sin embargo, estaba ya en Buenos Aires, y ella no lo
tendido sobre su manta y se moría de sed. Se puso a sabía. Aquella luz que veía en el cielo era el resplandor
buscar enseguida raíces ricas y yuyitos tiernos, que le de la ciudad, e iba a morir cuando estaba ya al fin de su
llevó al hombre para que comiera. El hombre comía sin heroico viaje.
darse cuenta de quién le daba la comida, porque tenía Pero un ratón de la ciudad —posiblemente el ratoncito
delirio con la fiebre y no conocía a nadie. Pérez— encontró a los dos viajeros moribundos.
Todas las mañanas, la tortuga recorría el monte —¡Qué tortuga! —dijo el ratón—. Nunca he visto una
buscando raíces cada vez más ricas para darle al tortuga tan grande. ¿Y eso que llevas en el lomo, qué
hombre, y sentía no poder subirse a los árboles para es? ¿Es leña?
llevarle frutas. —No —le respondió con tristeza la tortuga—. Es un
El cazador comió así días y días sin saber quién le daba hombre.
la comida, y un día recobró el conocimiento. Miró a todos —¿Y adónde vas con ese hombre? —añadió el curioso
lados, y vio que estaba solo, pues allí no había más que ratón.
él y la tortuga, que era un animal. Y dijo otra vez en voz —Voy... voy... Quería ir a Buenos Aires —respondió la
alta: pobre tortuga en una voz tan baja que apenas se oía—.
—Estoy solo en el bosque, la fiebre va a volver de Pero vamos a morir aquí, porque nunca llegaré...
nuevo, y voy a morir aquí, porque solamente en Buenos —¡Ah, zonza, zonza! —dijo riendo el ratoncito—. ¡Nunca
vi una tortuga más zonza! ¡Si ya has llegado a Buenos
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Aires! Esa luz que ves allá, es Buenos Aires. 15. ¿Por qué el hombre no se comió a la tortuga?
Al oír esto, la tortuga se sintió con una fuerza inmensa,
porque aún tenía tiempo de salvar al cazador, y A. Estaba sucia. B. Tenía mal olor.
emprendió la marcha. C .Sintió lástima de ella. D. Su carne es fea.
Y cuando era de madrugada todavía, el director del
Jardín Zoológico vio llegar a una tortuga embarrada y
sumamente flaca, que traía acostado en su lomo y atado 16. ¿Cómo ayudó la tortuga al hombre?
con enredaderas, para que no se cayera, a un hombre A. Lo alimentó y lo llevó hasta Buenos Aires.
que se estaba muriendo. El director reconoció a su
B. Le curó las heridas y lo arrulló.
amigo, y él mismo fue corriendo a buscar remedios, con
los que el cazador se curó enseguida. C. Lo bañó cada día.
Cuando el cazador supo cómo lo había salvado la D. Le dio los medicamentos con tiempo.
tortuga, cómo había hecho un viaje de trescientas leguas
para que tomara remedios, no quiso separarse más de
ella. Y como él no podía tenerla en su casa, que era muy
chica, el director del Zoológico se comprometió a tenerla 17.El hombre del relato “La tortuga gigante” debía
en el Jardín, y a cuidarla como si fuera su propia hija. irse a vivir fuera de la ciudad porque:
Y así pasó. La tortuga, feliz y contenta con el cariño que A. Tenía un problema con los doctores.
le tienen, pasea por todo el jardín, y es la misma gran B. Los doctores le aconsejaron que se fuera al campo
tortuga que vemos todos los días comiendo el pastito para que mejorara su salud.
alrededor de las jaulas de los monos. C. Perdió su casa porque estaba endeudado.
10. El tema principal del cuento es: D. Tenía que cuidar a unos hermanos que vivía en el
campo.
A. La fuerza de la tortuga gigante
B. La enfermedad del hombre 18. ¿Cómo ayudó la tortuga al hombre?
C. la fuerza de voluntad y la gratitud en la relación entre A. Llevándolo a la ciudad ya que estaba muy enfermo.
un hombre desvalido y una generosa tortuga B. Para que pudiera actuar en el zoológico.
D. La falta de alimento C. Llevándolo al hospital más cercano.
D. Dándole un dinero para que fuera al hospital.
11. Los personajes del cuento son:
A. El Hombre, la Tortuga, el Tigre, el Dueño Del 19. ¿Qué otro título le pondrías al cuento?
Zoológico, el Ratoncito. A. El campo es peligroso y misterioso.
B. La liebre, la tortuga, el zorro, el tigre. B. La tortuga es lenta pero buena gente.
C. El hombre, el tigre, el dueño del zoológico C. Un hombre muy enfermo, herido e incapacitado.
D. La tortuga, el hombre, el tigre. D. La Tortuga agradecida.

Responde la pregunta 20 con el siguiente texto


12. Los lugares donde se desarrollan las acciones
son:
Un nuevo día había llegado y nuestro amigo Sol estaba
A. El zoológico, la casa de la tortuga,
listo para salir. Desde temprano, estaba preparándose
B. El Campo, Buenos Aires, El Zoológico, la Casa Del
para que el día fuera “un gran día”. Sin darse cuenta
Cazador.
llegó su hora, el cielo se vistió de luz y color. Nuestro
C. Buenos Aires, el zoológico, el campo.
amigo Sol estaba contento, pues ninguna de esas nubes
D. La casa del cazador, el zoológico.
traviesas había venido a tapar su resplandor.
20. Según el texto, ¿cómo estaba nuestro amigo Sol?
13. El hombre del relato “La tortuga gigante” debía
A. Pensativo B. Calmado
irse a vivir fuera de la ciudad porque:
C. Entusiasmado D. Apresurado
A. Tenía un problema con los doctores.
B. Los doctores le aconsejaron que se fuera al campo
para que mejorara su salud.
C. Perdió su casa porque estaba endeudado.
D. Tenía que cuidar a unos hermanos que vivía en el
campo.

14. la tortuga ayudó al hombre:


A. Llevándolo a la ciudad ya que estaba muy enfermo.
B. Para que pudiera actuar en el zoológico.
C. Llevándolo al hospital más cercano.
D. Dándole un dinero para que fuera al hospital.

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