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Mateo 26:17-30

Por Marco Barroso


La transición

La Pascua

Para los judíos toda comida era una ocasión importante, más que simplemente
comer como lo es para nosotros, es por eso por lo que vemos que en alguna
ocasión se acusó a los discípulos del Señor por comer sin lavarse las manos no
como un acto de higiene sino por algo más bien ceremonial propio de sus
tradiciones.
De hecho, para la comunidad del Qumran la comida era todo un acto ceremonial
y antes de comer se purificaban para poder participar de los alimentos.
Pero para un judío la fiesta más importante en la que estaban involucrados los
alimentos era sin duda la Pascua.

¿Qué es esta fiesta?


Vemos el inicio de esta fiesta en Éxodo 12, en el verso 1 se nos dice que esta
fiesta marcaría el principio de los tiempos para este pueblo en formación, sería
muy importante porque de esta forma encontrarían su identificación como el
pueblo de Dios, en otras palabras: El nacimiento de la nación. En la que
celebraban por supuesto el proceso para llegar a ser esa nación, la liberación de
su esclavitud en Egipto.
Era una fiesta de 8 días, el primero el 14 del mes de Nisán sería el día en que se
comería el cordero pascual seguido de 7 días donde se comerían panes sin
levadura.
El año civil y el año sagrado. Además de estas prácticas confusas, los hebreos
tenían establecidas dos épocas para el año nuevo. Según Éxodo 12:2, Yahvéh le
dijo a Moisés que Nisán debía ser el primer mes del año. Pero, el año nuevo judío,
Rosh Hashanah («la cabecera del año»), está en otoño, en Tisri. Por lo tanto,
existía un año civil, que comenzaba con Tisri (alrededor del equinoccio de otoño),
y un año religioso, que comenzaba con Nisán (en la primavera). Los distintos reyes
y las diferentes naciones alternaban el uso de ambos.

Dios estaba instituyendo por medio de la pascua el sacrificio sustitutorio

1
Para poder celebrarla vemos, aunque no sabemos quién fue el que prestó su casa
para este momento tan íntimo y especial, tuvo que ser posiblemente un discípulo
del Señor pero que estaba dispuesto a ofrecer su casa y su espacio y así cederlo
para que el Señor lo pudiera utilizar, este un principio para nosotros de ofrecer
todo lo que somos y lo que tenemos al Señor.

Y el Señor Jesús quería celebrar esta pascua de una forma muy especial e íntima
con sus discípulos, en Lucas 22:14-15 se nos dice: “Cuando era la hora, se sentó a la
mesa, y con él los apóstoles. 15
Y les dijo: ¡Cuánto he deseado comer con vosotros esta
pascua antes que padezca!”
Pero…

Jesús anuncia la traición

Esta es muy importante si recordamos el contexto, el Señor Jesús ya había dicho


claramente que durante la fiesta de la pascua sería entregado para ser
crucificado, los sacerdotes, los escribas y los ancianos querían prender a Jesús
para matarlo, pero no durante la fiesta de la pascua y así evitar un alboroto, pero
sabemos que se tenía que cumplir lo que el Señor Soberano había determinado y
dicho y no así lo que los hombres habían planeado.

Entonces, como vimos anteriormente el acto extravagante de adoración de la


María en Betania había sido quizá el punto de inflexión para que Judas decidiera
traicionar al Señor, y a su vez Judas fue el agente catalizador para cambiar los
planes de los líderes religiosos de Israel y así llevar a cabo el plan de Dios.

Por ello es muy importante observar que la traición como vemos en nuestro texto
es un punto trascendente, es una parte del todo, y aquí vemos como en toda la
Escritura la soberanía de Dios y la responsabilidad humana.
La muerte expiatoria de Jesús no fue simplemente el trágico resultado de una
conspiración humana, todo fue planeado por Dios desde la eternidad.

v.24 El Hijo del Hombre se va, según está escrito de Él, y el Señor está citando el
Salmo 41:9
“Aun el hombre de mi paz, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía,
Alzó contra mí el calcañar”.

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Otro ejemplo claro de esto lo podemos encontrar en Hechos 2:22-23

22 “
Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre
vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de
él, como vosotros mismos sabéis; 23 a este, entregado por el determinado consejo y
anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de inicuos,
crucificándole”.

Lo que una vez más podemos notar al igual que en nuestro texto anterior es que
los discípulos no saben, no tienen idea y no sospechan de Judas como un traidor,
es tan impactante la noticia que han recibido que todos y cada uno de ellos hace
la pregunta al Señor si era alguno de ellos el traidor.

¡Tragedia!
Judas creía que su plan de traicionar al Señor era algo que hubiera podido
mantener oculto, se lo olvidó muy rápido quién era Su Maestro, se le olvidó todas
las veces que el Señor les hizo ver que sabía lo que muchas veces cavilaban en sus
corazones, se le olvidó que el Señor muchas, muchas veces mostró que sabía todo
y que también tenía el control de su misma creación, callando tormentas,
multiplicando panes y peces, sanando enfermos, resucitando personas como a
Lázaro, Judas se había olvidado por completo ante quién estaba.
Pero pronto se daría cuenta que nada que pudiera hacer podría permanecer
oculto y aun cínicamente pregunta ¿seré yo Maestro? A lo que el Señor responde:
Tú sabes que así es, tú lo has dicho.
¿Cuántas veces se nos olvida quién es nuestro Señor?

3
La Cena del Señor

Aquí se encuentra la transición del antiguo pacto al nuevo, así como la


celebración de la fiesta de la pascua marcaba el comienzo de la nación e
identificación de esta como el pueblo de Dios, ahora la cena del Señor será el
marcador para el comienzo de la institución, la inauguración del nuevo pacto.

Todo lo que la pascua representaba ahora se haría realidad en Cristo, aquello que
fue parte de las sombras y las figuras se tornaría en la realidad gloriosa de la obra
de Cristo.

Recordemos tenía que ser en la pascua como dijo en Mateo 26:2, porque como
dirá más adelante el apóstol Pablo en 1 Corintios 5:7b
“porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros”

La palabra pascua significa pasar por alto

¿Qué es lo que se pasó por alto?

Romanos 3:25
“a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su
justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados”

Hebreos 9:15
“Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte para la
remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto, los llamados reciban la
promesa de la herencia eterna”

Él era el Cordero provisto por Dios que había mencionado Abraham en Génesis
22:8, Él era Aquel que mencionó Juan el Bautista El Cordero de Dios que quita el
pecado del mundo.

Esta cena es el parteaguas y así dar inicio al Nuevo Pacto del cual Cristo es el
mediador y aquellos que estamos en Él como dice nuestro texto gozamos del
perdón de nuestros pecados.

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Los pactos eran ratificados con la sangre de un sacrificio. Las palabras de Jesús
aquí son un eco del pronunciamiento de Moisés en Éxodo 24:8.
“Entonces Moisés tomó la sangre y roció sobre el pueblo, y dijo: He aquí la sangre del
pacto que Jehová ha hecho con vosotros sobre todas estas cosas”.

La sangre del Nuevo Pacto no es sangre de animales, sino la propia sangre de


Cristo, derramada para la remisión de los pecados (Jeremías 31:31-34, Hebreos
8:6-10).
El pacto mosaico fue inaugurado con sangre sacrificial que simbolizaba la
maldición mortal que sobrevendría a Israel si desobedecía.

El Nuevo Pacto se inaugura con el sacrificio de Cristo.


Por lo tanto, la Cena del Señor simboliza y sella para los creyentes la inauguración
y el cumplimiento del pacto de Cristo en su favor.

El pan y el vino representan su cuerpo y su sangre que estaba a punto de ser


derramada, en conformidad con la remisión de pecados que se había prometido
en el nuevo pacto (Jer. 31:31–37; 32:37–40; Ez. 34:25–31; 36:26–28) un pacto
que iba a reemplazar al antiguo pacto mosaico. Su sangre sería pronto derramada
por muchos1

Así como el pueblo de Israel al celebrar la pascua recordaban su liberación de


Egipto así nosotros recordamos nuestra liberación de la esclavitud al pecado, al
enemigo y al mundo en el que nos encontrábamos.
Somos verdaderamente libres.

La Cena del Señor muestra la continuidad esencial entre el Antiguo Pacto y el


Nuevo Pacto al revelar que el verdadero significado de la Pascua se basa en la
liberación efectuada por la muerte de Jesús.

También algo importante era que la pascua servía como un medio para instruir a
los hijos acerca de la obra de Dios como dice Éxodo 12:26

Notemos que dice que la sangre fue derramada por muchos, no por todos.

1 John F. Walvoord and Roy B. Zuck, eds., El Conocimiento Bíblico, Un Comentario Expositivo:
Nuevo Testamento, Tomo 1: San Mateo, San Marcos, San Lucas (Puebla, México: Ediciones Las
Américas, A.C., 1995), 102.
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Habrá otra gran celebración cuando Cristo regrese, será como ninguna otra
cuando cenemos juntos en el reino de Dios. Es decir, la consumación de su reino.

Cantaron el Himno

Al terminar como era costumbre en la celebración de la pascua cantaron la


sección de los Salmos del 113 al 118, no estamos seguros cuál de esos o si todos,
personalmente tengo la convicción que fue el 116, no lo sabemos, pero lo que sí
sabemos es que cantaron, alabaron a Dios, en el momento crucial, el momento
más difícil estaba llegando y ¿qué hace el Señor Jesús aparte de orar en
Getsemaní? Cantar. Así como lo harían el apóstol Pablo y Silas en la cárcel en
Filipos (Hechos 16:25)

Eusebio de Cesarea (267-338) comentado la frase del salmista: “soy semejante


al pelícano del desierto” (Sal. 102:7), escribe: “así como la serpiente da muerte
a sus propias crías, el pelícano hiere su propio pecho hasta sangrar, vertiendo su
sangre sobre sus crías muertas para que vuelvan a la vida”.

Conclusión
Ahora por la Gracia de Dios somos partícipes de este glorioso Nuevo Pacto, somos
llamados a sentarnos inmerecidamente a su mesa, a gozarnos de la libertad y la
vida que nos ha comprado, del perdón de nuestros pecados, meditemos en todo
lo que hizo nuestro Señor para nuestra redención. Dejemos atrás nuestra vida
antigua de pecado, no nos sometamos una vez más a la esclavitud del pecado, no
seamos como el pueblo de Israel que deseaba volver a Egipto con una actitud de
terrible incredulidad e ingratitud.

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