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COLEGIO GALILEO GALILEI

BIOLOGÍA – PRIMER AÑO


Profesor Dr. Santiago Charif

¿CÓMO ESTUDIA EL SER HUMANO A LOS SERES VIVOS?

La Sistemática es la ciencia que estudia la variedad de seres que existen o han existido, tratando de
organizarlos en sistemas de clasificación cuyas reglas y principios dicta la Taxonomía. La Taxonomía es
quien se encarga de describir, identificar y clasificar a los organismos en un sistema jerarquizado e
inclusivo. Cada nivel de este sistema se denomina categoría taxonómica y las diferentes categorías se
incluyen unas dentro de otras, desde la categoría fundamental (especie) hasta otras de mayor rango como
género, familia, orden, clase, phylum (filo o división) y reino. La especie, además de ser la categoría
taxonómica fundamental, cuenta con una estricta Nomenclatura que establece las normas para asignarle un
nombre único y universal: el nombre científico. Para los animales esas reglas se consignan en el Código
Internacional de Nomenclatura Zoológica. Un nombre científico siempre estará formado por dos palabras
de raíz latina o griega que se escribirán en cursiva (o, en su defecto, subrayadas). La primera de ellas (el
género) comenzará con mayúscula mientras que la segunda (el epíteto específico) no. Cada nombre
científico (Género + epíteto específico) es exclusivo de una especie, es decir, representa únicamente a los
individuos pertenecientes a la misma. El género puede ser común a varias especies que estén estrechamente
emparentadas y que se diferenciarán entre sí por el epíteto específico.
Ejemplo: El nombre científico de la especie ser humano es Homo sapiens, donde “Homo” es el género,
“sapiens” es el epíteto específico”

Existen básicamente dos formas de clasificar los organismos: a) con base en sus características funcionales,
o b) con base en sus relaciones evolutivas. La combinación de ambas siempre da buenos resultados para
generar hipótesis interesantes sobre la historia del árbol de la vida.

Uno de los problemas más graves que ha enfrentado la Sistemática radica en que sus bases se originaron en
el sistema Linneano de clasificación. Resulta un problema porque este sistema fue concebido en un mundo
en donde no existía el concepto de evolución sino el de creación. Es decir, Linneo elaboró su sistema
binomial de clasificación creyendo firmemente que Dios había creado todas la formas de vida, más
específicamente, creía que Dios originalmente había formado un par de organismos para cada especie, de
manera que todos los organismos que se formaron posteriormente eran descendientes de ese par original.
Desde esta perspectiva, la diversidad del planeta siempre ha sido la misma, y si algún sistemático describe
una nueva especie es porque la acaba apenas de descubrir, pero la especie siempre ha existido, es decir
existe desde que Dios la creó originalmente.
Con la llegada de la revolución Darwiniana, cuyo mayor impacto fue introducir el concepto de evolución,
es decir, de cambio, de transformación en los organismos, muchas disciplinas, como la genética, se
revolucionaron y avanzaron profundamente. Charles Darwin, en “El origen de las especies” (1859), explicó
numerosos fenómenos consistentes con una teoría de ancestría común, y que resultaban inexplicables o
cuando menos caprichosas bajo el argumento de una “creación especial”.
Sin embargo, por alguna razón, la Sistemática siguió exactamente igual que desde 1753 en que Linneo
publicó su famoso libro “Species Plantarum”, es decir, asumiendo que los organismos habían sido creados
originalmente por un Dios y que desde ese tiempo primigenio se mantenían inmutables. Lo más grave, es
que aún en 2005 (146 años después de la publicación de Darwin), una gran proporción de los Sistemáticos
del planeta sigue fielmente el sistema Linneano de clasificación, y sólo hasta hace unos 30 años, la
Sistemática se ha empezado a consolidar como una ciencia con un marco teórico evolutivo, basado en el
establecimiento de hipótesis de ancestro-descendencia para reconstruir los patrones del árbol de la vida.
¿Por qué no hubo un cambio antes? ¿Que pasó entonces con la Sistemática? ¿Qué tipo de Sistemática se
practica actualmente? ¿Cuántas diferentes escuelas de pensamiento existen? ¿Por qué es importante la
Sistemática? ¿Para que sirve? ¿Cómo se reconstruye el árbol de la vida? ¿Qué son las especies?
En la década de 1950, el entomólogo alemán Willi Hennig (1913-1976) comenzó a elaborar una nueva
propuesta para la clasificación que presentó en su notorio libro Sistemática filogenética. Sus ideas y
métodos, enriquecidos posteriormente por el aporte de numerosos investigadores, se conocen como
sistemática filogenética o cladismo (del griego clados, rama). Un cladograma es un árbol filogenético
construido según el método propuesto originalmente por Hennig
Los sistemas de clasificación más modernos se basan en las relaciones evolutivas entre organismos, esto
es, en su filogenia. Los sistemas de clasificación basados en la filogenia organizan las especies u otros
grupos de manera que reflejen nuestra comprensión de su proceso evolutivo a partir de sus ancestros
comunes.
Cuando dibujamos un árbol filogenético, estamos representando nuestra mejor hipótesis sobre cómo
evolucionó un conjunto de especies (u otros grupos) a partir de un ancestro común. Esta forma de analizar
la diversidad de la vida cambia sustancialmente el enfoque: ya no se considera que estudiar los seres vivos
es estudiar hasta sus últimos detalles, sino conocer las características que los definen como grupos. Entender
un árbol filogenético es semejante (aunque en sentido inverso) a leer un árbol genealógico. En este caso, la
raíz del árbol representa el linaje ancestral, y las puntas de las ramas representan los descendientes de
aquellos ancestros. A medida que se va subiendo por el árbol desde la raíz hasta las puntas de las ramas, se
avanza en el tiempo.
En un árbol filogenético, las especies o grupos de interés se encuentran en los extremos de las líneas a las
que consideramos las ramas del árbol. Por ejemplo, el árbol filogenético siguiente representa las relaciones
entre cinco especies A, B, C, D y E, las cuales se ubican en las puntas de las ramas

El patrón en el que se conectan ramas representa nuestra comprensión de cómo evolucionaron las especies
del árbol a partir de una serie de ancestros comunes. Cada punto de ramificación (también llamado nodo
interno) representa un evento de divergencia o separación de un grupo en dos grupos descendientes.
En cada punto de ramificación se encuentra el ancestro común más reciente de todos los grupos que
descienden de esa ramificación. Por ejemplo, en el punto de ramificación que conduce a las especies A y
B, encontraríamos al ancestro común más reciente de esas dos especies. En el punto de ramificación que se
encuentra justo por arriba de la raíz del árbol, encontraríamos al ancestro común más reciente de todas las
especies en el árbol (A, B, C, D, E)

En un árbol filogenético, la relación entre dos especies tiene un significado muy específico. Dos especies
están más relacionadas si tienen un ancestro común más reciente y menos relacionadas si tienen un ancestro
común menos reciente.

Podemos usar un método bastante directo para encontrar al ancestro común más reciente de cualquier par
o grupo de especies. En este método, empezamos en la rama en cuyos extremos se encuentran las dos
especies de nuestro interés y "retrocedemos" en el árbol hasta que encontramos el punto donde convergen
las líneas de ambas especies.
Por ejemplo, supón que queremos saber qué especies están más cercanamente relacionadas, si A y B o B y
C. Para hacerlo, seguiríamos las líneas de ambos pares de especies hacia atrás en el árbol. Dado que A y B
convergen primero en un ancestro común, y que B solo se une con C después de su punto de unión con A,
podemos decir que A y B están más relacionadas que B y C.

Para generar un árbol filogenético, los científicos a menudo comparan y analizan muchas características de
las especies o grupos involucrados. Estas características pueden incluir la morfología externa (forma y
apariencia), la anatomía interna, el comportamiento, las rutas bioquímicas, las secuencias de ADN y
proteínas, e incluso las características de fósiles.
Para construir árboles precisos y significativos, los biólogos a menudo usan muchas características distintas
(lo que reduce las posibilidades de que cualquier información imperfecta resulte en un árbol erróneo). Aun
así, los árboles filogenéticos son hipótesis, no respuestas definitivas, y son tan buenos como la información
disponible con la que fueron construidos. Los árboles se revisan y actualizan con el tiempo a medida que
hay nueva información disponible que pueda ser añadida al análisis. Esto es particularmente cierto hoy en
día, ya que la secuenciación de ADN aumenta nuestra habilidad de comparar genes entre especies.

Fuentes:
Arija, Carmen M. Taxonomía, Sistemática y Nomenclatura, herramientas esenciales en Zoología y
Veterinaria REDVET. Revista Electrónica de Veterinaria, vol. 13, núm. 7, julio, 2012. Veterinaria
Organización. Málaga, España
https://es.khanacademy.org/science/high-school-biology/hs-evolution/hs-phylogeny/a/phylogenetic-trees

Videos obligatorios:
https://www.youtube.com/watch?v=0sXHtJ-SeX0
https://www.youtube.com/watch?v=vhuuIVfsdcw
https://www.youtube.com/watch?v=6N64iQ6dGL4

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