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Estudio del Evangelio de Juan – 62

La Sentencia

INTRODUCCIÓN

Hoy estudiaremos la culminación de la confrontación entre el poder


de Dios y el poder de los hombres. Nadie tuvo mejor oportunidad que la que
tuvo Poncio Pilato frente a Señor Jesús. Él pudo haber tomado LA DECISIÓN
de su vida, pero, bajo la presión del poder a quien servía y del poder
religioso de los judíos, decidió lavarse las manos y seguir su vidita de
siempre, sujeto a las exigencias políticas y religiosas de los hombres.
Que el estudio de hoy nos lleve a asumir un compromiso
incuestionable con nuestro Maestro y Señor Jesús. Que nada sea más
fuerte ni más grande que los lazos que nos unen a Él.
Juan 19:1-16
Sentencia de muerte para Jesús
1 Entonces Pilato mandó azotar a Jesús con un látigo que tenía puntas de
plomo. 2 Los soldados armaron una corona de espinas y se la pusieron en la
cabeza y lo vistieron con un manto púrpura. 3 «¡Viva el rey de los judíos!», se
burlaban de él mientras lo abofeteaban. 4 Pilato volvió a salir y le dijo al
pueblo: «Ahora lo voy a traer, pero que quede bien claro que yo no lo
encuentro culpable de nada». 5 Entonces Jesús salió con la corona de espinas
sobre la cabeza y el manto púrpura puesto. Y Pilato dijo: «¡Miren, aquí tienen
al hombre!».6 Cuando lo vieron, los principales sacerdotes y los guardias del
templo comenzaron a gritar: «¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!». —Llévenselo
ustedes y crucifíquenlo —dijo Pilato—. Yo no lo encuentro culpable.7 Los
líderes judíos respondieron: —Según nuestra ley, debe morir porque afirmó
que era el Hijo de Dios.8 Cuando Pilato oyó eso, tuvo más miedo que nunca. 9
Llevó a Jesús de nuevo a la residencia oficial y le preguntó: «¿De dónde
eres?». Pero Jesús no le dio ninguna respuesta. 10—¿Por qué no me hablas?
—preguntó Pilato—. ¿No te das cuenta de que tengo poder para ponerte en
libertad o para crucificarte? 11 Entonces Jesús le dijo: —No tendrías ningún
poder sobre mí si no te lo hubieran dado desde lo alto. Así que el que me
entregó en tus manos es el que tiene el mayor pecado.12 Entonces Pilato
trató de poner en libertad a Jesús, pero los líderes judíos gritaron: «Si pones
en libertad a ese hombre, no eres “amigo del César”. Todo el que se proclama
a sí mismo rey está en rebeldía contra el César».13 Cuando dijeron eso, Pilato
llevó de nuevo a Jesús ante el pueblo. Entonces Pilato se sentó en el tribunal,
en la plataforma llamada el Empedrado (en hebreo, Gabata). 14 Ya era el día
de preparación para la Pascua, cerca del mediodía. Y Pilato dijo al pueblo:
«¡Miren, aquí tienen a su rey!».15 «¡Llévatelo! ¡Llévatelo! —gritaban—.
¡Crucifícalo!». —¿Cómo dicen? ¿Que yo crucifique a su rey? —preguntó
Pilato. —No tenemos otro rey más que el César —le contestaron a gritos los
principales sacerdotes.16 Entonces Pilato les entregó a Jesús para que lo
crucificaran.

Temas: Carácter, Circunstancias, Convicciones, Creencias, Dureza de


Corazón, Egocentrismo, Hipocresía, Jesucristo, Poder, Presión Grupal,
Status, Temor, Verdad.
COMIENCE
 ¿Qué tácticas utilizan algunos grupos de presión con los políticos?
 ¿De qué maneras las personas sacrifican, a veces, lo importante para
lograr avanzar en su carrera o status?

EXPLORE
1. ¿Qué hicieron con Jesús Pilato y los soldados? (vs. 1 al 3).
1 Entonces Pilato mandó azotar a Jesús con un látigo que tenía puntas
de plomo.
R.- Pilato viendo que la táctica de soltar a un preso no había resuelto el
problema tomó a Jesús, y lo azotó, lo dejó a disposición del abuso de
los soldados. Tal vez ahora la multitud iba a quedar satisfecha.
 Según la ley romana, el azotar venia antes de crucificar
 Este acto era ilegal, pues no se había establecido la culpa de
Jesús; según el veredicto de Pilato mismo, azotaron a un hombre
inocente.
 Pilato mandó que Jesús fuera azotado, aunque todavía quisiera
soltarle, todavía trataba de evadir su responsabilidad de poner
en libertad a Jesús.
Pilato No quería crucificarle, pero tampoco quería ofender a los judíos.
Al azotar a Jesús Pilato esperaba que eso fuera suficiente castigo para
complacer a los judíos, porque era un castigo muy cruel que a veces
mataba a las víctimas.
 El azote romano consistía en un mango corto de madera al que
estaban atadas varias correas con los extremos provistos con
trozos de plomo o bronce y pedazos de hueso muy aguzados. Los
azotes se daban sobre la espalda de la víctima, que estaba
desnuda y encorvada. Generalmente eran dos hombres los que
se necesitaban para este castigo, uno azotando desde un lado,
otro desde el lado opuesto, con el resultado de que a veces la
carne era desgarrada a tal punto que quedaban a la vista venas
y arterias interiores y a veces aun las entrañas y los órganos
internos aparecían por entre las cortaduras
Los soldados le pusieron una corona de espinas en la cabeza y lo
vistieron con un manto color púrpura. “¡Salve, Rey de los judíos!”, le
decían burlándose, y luego lo golpeaban en la cara.
Se cumplía la palabra profética acerca del sufrimiento de Jesús:
 "Más él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros
pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga
fuimos nosotros curados" (Isa. 53:5; "por cuya herida fuisteis
sanados", 1 Ped. 2:24).

2. ¿A qué conclusión había llegado Pilato en cuanto a Jesús? (vs. 4 y 5).


4 Pilato volvió a salir y le dijo al pueblo: «Ahora lo voy a traer, pero que
quede bien claro que yo no lo encuentro culpable de nada». 5 Entonces
Jesús salió con la corona de espinas sobre la cabeza y el manto púrpura
puesto. Y Pilato dijo: «¡Miren, aquí tienen al hombre!».
R.- Para apaciguar a la multitud, Pilato ya había hecho justicia al hacer
azotar a Jesús. Ahora Pilato de nuevo intentó declarar inocente a Jesús
para así terminar este juicio que era una farsa.
Sin embargo, Pilato se había convertido en parte de la misma; él sabía
que Jesús era inocente. Y, aun así, lo había torturado y había permitido
que se burlaran de él.
A él le importaba más poder controlar a la multitud de los judíos que la
justicia misma.
3. ¿Cómo reaccionaron los judíos cuando Pilato les presentó a Jesús? (v.
6).
6 Cuando lo vieron, los principales sacerdotes y los guardias del templo
comenzaron a gritar: «¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!». —Llévenselo ustedes
y crucifíquenlo —dijo Pilato—. Yo no lo encuentro culpable.
R.- Los líderes judíos, gritaron: “¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!”.

4. ¿Qué quiso Pilato que los judíos hicieran con Jesús? (v. 6).
6 Cuando lo vieron, los principales sacerdotes y los guardias del templo
comenzaron a gritar: «¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!». —Llévenselo ustedes
y crucifíquenlo —dijo Pilato—. Yo no lo encuentro culpable.
R.- Pilato todavía trató de zafarse del problema y les gritó: “Tomadlo
vosotros y crucificadlo”, “Porque yo no hallo delito en él.”

5. ¿Por qué insistían los judíos en que Jesús debía morir? (v. 7).
7 Los líderes judíos respondieron: —Según nuestra ley, debe morir
porque afirmó que era el Hijo de Dios.
R.- Entonces los judíos mostraron la verdadera base de su insistencia
en la muerte de Jesús: “Nosotros tenemos una ley y, según nuestra ley,
debe morir, porque se hizo a sí mismo Hijo de Dios.” Aparte de alegar
que era rey, este hombre decía que era el Hijo de Dios, que era igual a
Dios, y por eso insistían en que muriera.
 Ellos sabían lo que Jesús decía ser, pero no lo creían. En su
incredulidad, querían acabar con él.

6. ¿Cómo respondió Pilato a la exigencia de los judíos? (vs. 8 y 9).


8 Cuando Pilato oyó eso, tuvo más miedo que nunca. 9 Llevó a Jesús de
nuevo a la residencia oficial y le preguntó: «¿De dónde eres?». Pero
Jesús no le dio ninguna respuesta.
R.- Tuvo más miedo: Pilato no se enojó ni le pareció gracioso cuando
se enteró de que Jesús se hizo a sí mismo Hijo de Dios, él tuvo más
miedo de Jesús que nunca.
 Pilato vio algo en Jesús incluso golpeado, ensangrentado, y
escupido que lo hacía pensar que podía ser verdad que el
Hombre frente a él era más que un hombre.
Pero esta última declaración de odio por parte de los judíos asustó a
Pilato más de lo que ya estaba por ser el blanco de los reclamos de la
multitud.
Debido a sus antecedentes paganos, él no sabía lo que debía hacer con
un hombre que alegaba ser el Hijo de Dios.

7. ¿Qué autoridad dijo tener Pilato? (v. 10).


10—¿Por qué no me hablas? —preguntó Pilato—. ¿No te das cuenta
de que tengo poder para ponerte en libertad o para crucificarte?
R.- Pilato insistió en preguntarle a Jesús? “¿De dónde eres tú?” Pero
Jesús no le respondió.
Desesperado, y decidido a conservar su poder, Pilato amenazó a Jesús,
diciéndole: “¿A mí no me hablas? ¿No sabes que tengo autoridad para
crucificarte, y autoridad para soltarte?”
Aunque era claro que Pilato había perdido el control de la situación,
quería que Jesús supiera que él todavía tenía en sus manos el poder de
decidir si Jesús moría o vivía.

8. ¿Qué autoridad tenía realmente Pilato? (v. 11).


11 Entonces Jesús le dijo: —No tendrías ningún poder sobre mí si no te
lo hubieran dado desde lo alto. Así que el que me entregó en tus manos
es el que tiene el mayor pecado
R.- Jesús le contesta a Pilato que él no tendría ningún poder sobre El si
no le hubiera sido dado por Dios.
 Sí, aun los gobiernos paganos y tiranos tienen el poder otorgado
por Dios que usa los gobiernos para el beneficio de su reino.
 El orgullo de Pilato era en vano, especialmente porque Jesús
estaba allí por su propia voluntad.
 Pilato pecó al seguir deteniendo a Jesús, que era inocente, y al
someterlo a la crucifixión. Jesús dijo que aquel que lo había
entregado a Pilato era culpable de un pecado aún mayor. Por lo
visto, él se estaba refiriendo a Caifás o a Judas.

9. ¿Qué trató Pilato de hacer por Jesús? (v. 12).


12 Entonces Pilato trató de poner en libertad a Jesús, pero los líderes
judíos gritaron: «Si pones en libertad a ese hombre, no eres “amigo del
César”. Todo el que se proclama a sí mismo rey está en rebeldía contra
el César».
R.- Pilato buscó la manera de dejar libre a Jesús. Sin embargo, no hizo
uso del poder que tenía para dejarlo en libertad.

10.¿De qué manera presionaron los judíos a Pilato para que cediera a su
exigencia de que crucificara a Jesús? (v. 12).
12 Entonces Pilato trató de poner en libertad a Jesús, pero los líderes
judíos gritaron: «Si pones en libertad a ese hombre, no eres “amigo del
César”. Todo el que se proclama a sí mismo rey está en rebeldía contra
el César».
R.- Los judíos le gritaron a Pilato, amenazaron la base del poder de
Pilato al decir que él no era amigo del César si dejaba libre a Jesús.
Cualquiera que dijera ser rey se oponía al César. Sería mejor que Pilato
cumpliera con su deber, de otro modo se arriesgaría a perder su
posición y autoridad que le había dado el César.
 La amenaza era real. El gobernador romano ya tenía otros
problemas que hacían que su situación fuera inestable.
 Los judíos podrían derrumbar el gobierno de Pilato si seguían
adelante y le informaban al César acerca de esta situación.

11.¿De qué manera respondió Pilato a las tácticas de presión de los


judíos? (vs. 13-16).
13 Cuando dijeron eso, Pilato llevó de nuevo a Jesús ante el pueblo.
Entonces Pilato se sentó en el tribunal, en la plataforma llamada el
Empedrado (en hebreo, Gabata). 14 Ya era el día de preparación para
la Pascua, cerca del mediodía. Y Pilato dijo al pueblo: «¡Miren, aquí
tienen a su rey!».15 «¡Llévatelo! ¡Llévatelo! —gritaban—.
¡Crucifícalo!». —¿Cómo dicen? ¿Que yo crucifique a su rey? —preguntó
Pilato. —No tenemos otro rey más que el César —le contestaron a
gritos los principales sacerdotes.16 Entonces Pilato les entregó a Jesús
para que lo crucificaran.
R.- Los judíos estaban obligando a Pilato a hacer algo, pero él no iba a
ceder sin mostrar el desprecio que sentía por ellos. Sacó nuevamente a
Jesús, se sentó en el tribunal (mejor conocido como el Enlosado, o
Gábata), y dijo: “Aquí tenéis a vuestro Rey”.
Esas palabras indignaron a los judíos, que se sintieron ofendidos ante
el pensamiento de tener a Jesús como rey.
 Era el viernes de la semana de la Pascua, el día de la preparación
para el día sábado. Era alrededor de la hora sexta
probablemente las 6:00 a.m. de acuerdo a la hora romana.
 La crucifixión tuvo lugar tres horas más tarde, a las 9:00 a.m., la
hora tercera según el horario judío.
 Ante las palabras de Pilato, la multitud respondió: “¡Fuera!
¡Fuera! ¡Crucifícalo!”

12.¿A quién proclamó como su rey la multitud? (v. 15).


15 «¡Llévatelo! ¡Llévatelo! —gritaban—. ¡Crucifícalo!». —¿Cómo
dicen? ¿Que yo crucifique a su rey? —preguntó Pilato. —No tenemos
otro rey más que el César —le contestaron a gritos los principales
sacerdotes
R.- Por última vez Pilato les preguntó si eso era lo que ellos querían
para su rey. “¡No tenemos más rey que César!”, contestaron los
principales de los sacerdotes.
 En realidad, ellos despreciaban al César, pero siguieron con su
hipocresía con tal de lograr lo que querían.
Entonces Pilato les entregó a Jesús para que fuera crucificado.

ANALICE
1. ¿Qué habría hecho usted de haber estado en la situación de Pilato?
2. ¿Qué posesión o qué posición puede haber estado usted tentado a
preservar, a costa de hacer lo correcto?
3. ¿Cuándo y por qué permitimos que las presiones del momento
comprometan nuestras creencias o nuestro estándar?
4. ¿Quiénes o qué son los “reyes” que la gente adora hoy?
5. ¿Qué persona o qué cosa compite con Dios en el gobierno de su vida?

APLIQUE
 ¿De qué manera puede usted hacer de Jesús el Rey de su vida?
 ¿Qué presiones que puedan comprometer sus principios está usted
determinado a resistir esta semana?
 ¿Cómo puede usted utilizar esta semana su status o posición de poder
para hacer lo correcto y ayudar a los demás?

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