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Trastornos somatoformes
Mar Vila Grifoll, Laura González Riesco, Diana Polo Rangel

«Lo que mejor protege a un niño es un pueblo. Lo que mejor teje su apego
es el apaciguamiento de sus angustias y no la satisfacción de sus necesidades»
Boris Cyrulnik

INTRODUCCIÓN somatización por las dificultades que existen para probar que un síntoma
no tiene una causa orgánica. La característica distintiva en estos pacientes
El fenómeno de somatización se refiere a la tendencia a experimentar ya no son las quejas físicas de per se o si están o no justificadas por hallazgos
síntomas físicos no explicados por hallazgos patológicos y en los que, patológicos, sino la manera en que se presentan y cómo se interpretan (11).
si existe una enfermedad médica asociada, esta no justifica la presencia Dado que estos trastornos se caracterizan por la presencia de sínto-
de estos (o al menos no de su totalidad). A menudo se asocia a mas físicos y tienden a atribuirse a «causas médicas», la mayoría de los
malestar psicológico y se asume un origen psicógeno del síntoma (1). pacientes consultan a pediatras, médicos de cabecera u otros especialis-
Se utiliza nomenclatura variada para hacer referencia a estas quejas: tas, quienes realizan una valoración diagnóstica y un primer abordaje
síntomas somáticos, funcionales, psicógenos, psicosomáticos, idiopá- terapéutico, que normalmente es suficiente para la remisión de los
ticos, médicamente no explicables, somáticos funcionales o síntomas síntomas. Sin embargo, en un subgrupo de estos pacientes los síntomas
médicos de origen funcional. persisten a pesar de la actuación médica, por lo que finalmente se realiza
Tradicionalmente el modelo biomédico distinguía los procesos físicos una derivación a especialistas de salud mental. La intervención por parte
de los mentales (dualismo cuerpo-mente), de manera que, en ausencia de psiquiatras y psicólogos clínicos se hace en general en los casos más
de una causa orgánica identificable, los síntomas somáticos no eran graves y complejos, con psicopatología asociada y en los que se considera
abordados desde la medicina, considerándolos problemas emociona- necesario un abordaje conjunto y multidisciplinar (12, 13).
les (2, 3). En contraposición a este modelo tradicional, en las últimas En este capítulo nos centraremos principalmente en la descripción
décadas surge un nuevo marco teórico, el modelo biopsicosocial, que de estos trastornos en la población infanto-juvenil y haremos un repaso
parte de una concepción multicausal en la comprensión de la salud y la de la epidemiología, la clasificación diagnóstica, la etiopatogenia, la
enfermedad, conectando mente y cuerpo, por lo que el síntoma puede clínica, el diagnóstico diferencial, el curso, el pronóstico y el tratamiento.
surgir tanto de procesos psicosociales como físicos (4). Finalmente, haremos una descripción de los puntos clave del capítulo.
La somatización es un fenómeno muy habitual en población general,
que no tiene por qué considerarse anómalo y que por sí mismo no cons-
tituye un problema clínico, ya que en general aparecen síntomas breves
EPIDEMIOLOGÍA
que pueden ser parte de una respuesta aguda a una gran variedad de Los síntomas somáticos son una causa frecuente de consulta pediá-
acontecimientos vitales significativos para la persona (5). La población trica en atención primaria. Se estima que aproximadamente el 10%
infanto-juvenil tiene especial vulnerabilidad para experimentar estos de los niños o adolescentes que acuden a la consulta padecen quejas
síntomas, dada la inmadurez cognitiva y las escasas habilidades verbales somáticas no explicables por una causa médica. Cuando se considera
que tienen los niños para expresar el malestar emocional, propias de la a todos los niños que presentan síntomas físicos en los que se identi-
etapa madurativa en la que se encuentran. Muchos niños sanos pueden fican factores psicológicos asociados, el porcentaje aumenta al 25-50%
expresar la angustia emocional en términos de dolor físico, aunque de los casos (6, 14). En servicios de salud mental, entre el 1,3 y el 5% de
en general son quejas transitorias que no tienen afectación funcional los niños que consultan presentan síntomas somáticos (15).
(6). Sin embargo, en algunos niños los síntomas pueden persistir e La epidemiología de los síntomas somáticos en población infanto-
interferir en su funcionamiento global (asistencia escolar, rendimiento juvenil está en general bien documentada, aunque es difícil comparar los
académico, vida familiar, relaciones sociales o actividades de ocio), resultados entre estudios por la diversidad en la metodología utilizada.
tienden a asociarse a problemas psicológicos y pueden desencadenar Encuestas realizadas en diferentes países encuentran que aproxima-
múltiples consultas médicas y pruebas diagnósticas para intentar encon- damente un 25% de los niños y adolescentes se queja de al menos un
trar una causa médica que los justifique; es en estos niños en los que síntoma a la semana o cada 2 semanas (16), siendo los más frecuentes los
tradicionalmente se hacía un diagnóstico de Trastorno Somatomorfo (7) dolores abdominales y las cefaleas. Otros estudios muestran que entre el
en función de los criterios diagnósticos de la CIE-10 (8) o del DSM-IV-TR 2 y el 10% de la población infanto-juvenil sufre de dolores y quejas físicas
(9). En el nuevo DSM-5 (10) se ha eliminado la categoría de «Trastornos recurrentes, con consultas médicas frecuentes (12, 17, 18). Respecto a la
somatomorfos» y se ha creado una de nueva llamada «Trastornos de sínto­ limitación funcional asociada a los síntomas somáticos, en un estudio
mas somáticos y trastornos relacionados», en la que ya no se usa el término comunitario de niños daneses de edades comprendidas entre los 5 y los

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CAPÍTULO 38 Trastornos somatoformes 399

7 años, se encontró afectación diaria en el 4% del total de la muestra (14). la escolar y posteriormente disminuye hasta la adolescencia (33). El
En otro estudio realizado con estudiantes británicos de secundaria, se trastorno por dolor y los trastornos indiferenciados tienden a iniciarse
evidenció impacto funcional importante en aproximadamente el 5-10% en la infancia o en la adolescencia temprana. El trastorno conversivo/
de los chicos que presentaban quejas somáticas en las últimas 2 semanas, disociativo se presenta más frecuentemente en la infancia tardía y en la
lo que se correlacionaba positivamente con el número total de síntomas adolescencia (15, 23).
y la psicopatología asociada (19). Mientras que en los niños/as hasta la etapa escolar las quejas suelen
Con respecto a los trastornos somatomorfos, poco se conoce de ser monosintomáticas, a partir de la adolescencia se ha observado un
la incidencia exacta o de la prevalencia en población infanto-juvenil, incremento en la confluencia de síntomas, fundamentalmente en chicas
dado que los diagnósticos de la CIE y el DSM se han establecido para (34).
población adulta y se han utilizado en menores por la falta de sistemas de En general, los trastornos somatomorfos suelen ser más frecuentes
clasificación específicos y más apropiados para esta franja de edad. Es por en poblaciones con nivel socioeconómico bajo y en minorías étnicas
este motivo que es frecuente el diagnóstico de trastorno somatomorfo (15, 20).
«no especificado» o «indiferenciado» en niños y adolescentes, por no
cumplir con todos los criterios diagnósticos necesarios, ya sea porque
CLASIFICACIÓN
las quejas han estado presentes durante menos tiempo o porque no
presentan el cuadro clínico completo (15). Además, los nuevos criterios Aunque la mayoría de los trastornos psiquiátricos se caracterizan por
diagnósticos del DSM-5 dificultan la continuidad en la investigación y la presencia de síntomas mentales, en los trastornos somatomorfos o
la transformación del conocimiento previo a los nuevos diagnósticos, trastornos de síntomas somáticos y trastornos relacionados, la principal
aunque se ha reconocido que el diagnóstico de trastorno de síntomas preocupación del paciente son los síntomas físicos, como por ejemplo
somáticos es mucho más apropiado para la población infanto-juvenil dolor, debilidad, fatiga, náuseas u otras sensaciones corporales. Actual-
(20). El trastorno somatomorfo más frecuente en menores en función de mente estos trastornos se clasifican en función de si se utiliza el manual
los criterios diagnósticos de la CIE-10 y del DSM-IV-TR es el trastorno por diagnóstico DSM-5, la CIE-10 o la CIE-11. La CIE-11 se publicó en el
dolor, seguido por el trastorno disociativo/conversivo y el síndrome año 2018 pero está todavía en fase de revisión y traducción, por lo que
de fatiga crónica (neurastenia) (21). En el DSM-5 el diagnóstico de no entrará en vigor definitivamente hasta enero del 2022 (35).
trastorno por dolor se ha eliminado y estos pacientes pueden diagnos- Los trastornos somatomorfos fueron clasificados por primera vez
ticarse de trastorno de síntomas somáticos con predominio de dolor o como un grupo de trastornos mentales en el DSM-III en el año 1980
de factores psicológicos que influyen en otras afecciones médicas. (36). Se asoció el concepto de somatización a esta categoría de enfer-
En un estudio realizado en Alemania con una muestra comunitaria medades mentales porque, debido al modelo biomédico de dualismo
de jóvenes de entre 14 y 24 años (15), se encontró una prevalencia cuerpo-mente de aquella época, se consideraba que existía un origen
de trastornos somatomorfos a los 12 meses de seguimiento del 7,2%, psicológico a la presencia de síntomas físicos que no podían explicarse
siendo los trastornos menos específicos los más frecuentes. De entre los por una causa orgánica identificable. Con algunas modificaciones, este
específicos, los más prevalentes eran el trastorno por dolor (prevalencia grupo y el concepto de la enfermedad misma permaneció en el DSM-IV
de vida: 1,7%, y prevalencia en 12 meses: 0,9%) y el trastorno conversivo (1994) (37), DSM-IV-TR (2000) y en la CIE-10 (1992). En las nuevas
(0,4 y 0,2% respectivamente). En el Bremen Youth Study (22), otro ediciones de los manuales diagnósticos DSM-5 (2013) y CIE-11 (2018)
estudio alemán para establecer prevalencias de trastornos psiquiátricos ha habido importantes cambios en las definiciones, clasificaciones y
en adolescentes de entre 12 y 17 años, el 13% de la muestra cumplía criterios diagnósticos de este grupo de trastornos, algunos de los cuales
criterios para algún trastorno somatomorfo, siendo el más frecuente se presentarán más adelante.
el trastorno somatomorfo indiferenciado (9%). Con respecto al tras- El apartado de «Trastornos somatomorfos» de la CIE-10 incluye
torno conversivo, en un estudio británico con jóvenes de 7 a 15 años se los siguientes diagnósticos: 1) trastorno de somatización; 2) trastorno
encontró una incidencia del trastorno a los 12 meses de seguimiento del somatomorfo indiferenciado; 3) trastorno hipocondríaco; 4) disfunción
1,3/100.000 (23) y en otro estudio australiano (edad media: 11,8 años) autonómica somatomorfa; 5) trastorno de dolor persistente somatomor-
del 2,3 al 4,2/100.000 (24). En referencia al síndrome de fatiga crónica fo, y 6) otros trastornos somatomorfos. Otros trastornos en los que la
(SCF), en una muestra americana de sujetos de 5 a 17 años se estimó somatización es una característica fundamental, como son los trastornos
una prevalencia de síntomas SCF-like del 2% (25), mientras que en el disociativos (trastornos de conversión en el DSM-5) y la neurastenia (o
Reino Unido se encontró una prevalencia del síndrome completo en síndrome de fatiga crónica), se clasifican por separado en la CIE-10.
jóvenes de entre 5 y 15 años del 0,19% (26). A grandes rasgos, los trastornos somatomorfos tal y como se definen
en la CIE-10 y se definían en el DSM-IV-TR, son trastornos mentales en
Diferencias según edad, sexo y nivel socioeconómico los que: 1) hay presencia de síntomas somáticos persistentes que no se
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Los síntomas somáticos y los trastornos somatomorfos son en general producen intencionadamente; 2) existe malestar asociado y/o deterioro
más frecuentes en el sexo femenino, especialmente a partir de la adoles- significativo en el funcionamiento; 3) el paciente atribuye los síntomas
cencia (27). Es probable que factores biológicos como, por ejemplo, la a una causa orgánica a pesar de repetidos resultados negativos en las
menstruación, factores socioculturales y los cambios psicológicos pruebas y de continuas garantías de los médicos de que estos no tienen
ligados al aumento de los síntomas o trastornos emocionales en la puber- justificación orgánica, y 4) aun en los casos en los que hubieran trastor-
tad, contribuyan a estas diferencias entre sexos (15, 28, 29). En general, nos médicos asociados, estos no explicarían la naturaleza e intensidad de
las presentaciones clínicas en los adolescentes son más parecidas a las los síntomas, ni el malestar y la preocupación que manifiesta el enfermo.
del adulto que a las propias de la infancia. El capítulo de «Trastornos somatomorfos» del DSM-IV-TR expe-
El trastorno conversivo y el síndrome de fatiga crónica son más rimentó un cambio significativo en el actual DSM-5 y pasó a llamarse
frecuentes en chicas adolescentes, mientras que en niños/as en edad «Trastornos de síntomas somáticos y trastornos relacionados», categoría
preescolar y escolar predominan las quejas por dolor, sobre todo los en la que se incluyen los siguientes diagnósticos: 1) trastorno de síntomas
dolores abdominales en los primeros y las cefaleas en niños/as en etapa somáticos; 2) trastorno de ansiedad por enfermedad; 3) trastorno de
escolar y en adolescentes (30-32). Varios estudios encuentran que la conversión o trastorno de síntomas neurológicos funcionales; 4) factores
incidencia del dolor abdominal aumenta desde la etapa preescolar a psicológicos que influyen en otras afecciones médicas; 5) trastorno

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400 PARTE IV Trastornos específicos

facticio; 6) otros trastornos de síntomas somáticos especificados,


TABLA 38.1 Clasificación y principales
y 7) otros trastornos de síntomas somáticos no especificados.
En la nueva categoría de «Trastornos de síntomas somáticos y tras-
equivalencias entre el DSM-IV-TR y el DSM-5
tornos relacionados» del DSM-5 ya no se usa el término somatización, DSM-5
dado que la fiabilidad para determinar que un síntoma somático carece DSM-IV-TR Trastorno de síntomas somáticos
de explicación médica es limitada. Además, diagnosticar un trastorno Trastornos somatomorfos y trastornos relacionados
mental solo por el hecho de que no se pueda demostrar una causa médica Trastorno por somatización Trastorno de síntomas somáticos
ha generado controversia y malestar entre los clínicos y pacientes, a la vez Trastorno por dolor
que ha reforzado el problema del dualismo cuerpo-mente. La principal Trastorno somatomorfo
diferencia entre los dos sistemas de clasificación radica en que el DSM-IV- indiferenciado
TR centraba la importancia del diagnóstico en los síntomas somáticos sin Hipocondría Trastorno de ansiedad por enfermedad
Trastorno de conversión Trastorno de conversión
explicación médica; en contraste, en el DSM-5 el diagnóstico se basa en
(Trastorno de síntomas neurológicos
los síntomas positivos, esto es, en la presencia de síntomas somáticos que
funcionales)
causan malestar o deterioro, y en la presencia de pensamientos, senti­
Trastorno dismórfico corporal Trastorno dismórfico corporal
mientos y conductas desadaptativas como respuesta a estos. En el DSM-5
(dismorfofobia) (excluido de esta
desaparecen los diagnósticos de trastorno de somatización y trastorno
categoría e incluido en Trastorno
por dolor (ambos se engloban en el nuevo diagnóstico de trastorno de
obsesivo-compulsivo y trastornos
síntomas somáticos) e hipocondría, y se mantienen los diagnósticos de
relacionados)
trastorno de conversión (o trastorno de síntomas neurológicos funciona- Trastornos facticios y simulación Trastorno facticio
les) y trastorno dismórfico corporal (que ahora se clasifica en el espectro (excluido de esta categoría e
del trastorno obsesivo-compulsivo). Además, se incluyen nuevos diagnós- incluido en Trastornos facticios
ticos como son el trastorno facticio (que se clasificaba como un trastorno y simulación)
separado en el DSM-IV-TR) y el nuevo trastorno de ansiedad hacia la
enfermedad, el cual sustituye parcialmente a la clásica hipocondría. En Reproducción autorizada por Editorial Médica Panamericana, S.A.
contraste con la hipocondría, este nuevo trastorno puede diagnosticarse en nombre de la Asociación Americana de Psiquiatría. Manual diagnóstico
y estadístico de los trastornos mentales DSM-5®, 5.ª edición. ©2014,
en presencia de una enfermedad médica, y queda a juicio del clínico el
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determinar que, dándose tal enfermedad, la preocupación es claramente
excesiva o desproporcionada (11, 38). Así como en la mayoría de los tras-
tornos del DSM-5 los síntomas no se producen intencionadamente, es TABLA 38.2 Clasificación y principales
solo en el trastorno facticio en que existe una deliberada falsificación de equivalencias entre la CIE-10 y el DSM-5
síntomas o inducción de enfermedad. El síndrome de fatiga crónica no se
DSM-5
incluye como diagnóstico separado ni en el DSM-IV-TR ni en el DSM-5.
Trastorno de síntomas
El proceso de revisión del DSM-5 se hizo en sincronía con la
CIE-10 somáticos y trastornos
undécima Clasificación Internacional de las Enfermedades (CIE-11),
Trastornos somatomorfos relacionados
actualmente en fase de revisión y traducción. En la CIE-11, los «Tras-
Trastorno por somatización Trastorno de síntomas somáticos
tornos somatomorfos» de la CIE-10 se engloban fundamentalmente Trastorno somatomorfo indiferenciado
bajo el capítulo de «Trastornos de distrés corporal o de la experiencia Trastorno por dolor somatomorfo
corporal», que incluyen los siguientes diagnósticos: 1) trastorno de dis- persistente
trés corporal; 2) disforia de la integridad corporal; 3) otros trastornos Trastorno hipocondríaco Trastorno de ansiedad
de distrés corporal o de la experiencia corporal especificados, y 4) otros por enfermedad
trastornos de distrés corporal o de la experiencia corporal sin especifica- Trastorno disociativo (de conversión) Trastorno de conversión (Trastorno
ción. Estos trastornos se caracterizan por alteraciones en la experiencia (excluido de esta categoría de síntomas neurológicos
que la persona tiene de su cuerpo, que encuentra angustiantes y a los que e incluido en la categoría funcionales)
dirige una atención excesiva. La hipocondría, el trastorno dismórfico de Trastornos disociativos)
corporal, los trastornos disociativos (en los que se incluyen el trastorno
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conversivo), los factores psicológicos o del comportamiento que afectan
en nombre de la Asociación Americana de Psiquiatría. Manual diagnóstico
a enfermedades y los trastornos facticios se engloban todos en otros y estadístico de los trastornos mentales DSM-5®, 5.ª edición. ©2014,
apartados de la CIE-11. El síndrome de fatiga crónica se clasifica en la American Psychiatric Association. Todos los derechos reservados.
CIE-11 en la categoría de síndrome de fatiga posviral en la sección de
«Otros trastornos del Sistema Nervioso». Si la fatiga no se asocia con 1859; posteriormente, Freud y Breuer en sus estudios sobre la histeria
un proceso vírico, se recomienda el diagnóstico de trastorno de distrés de 1895 propusieron la disociación como el mecanismo que subyace a
corporal con presencia de un síntoma, por ejemplo, fatiga, o de múltiples los síntomas conversivos (39). Otros enfoques más recientes plantean
síntomas, por ejemplo, fatiga, dolor, etc. hipótesis etiológicas alternativas. Por ejemplo, la teoría neurobiológica
A continuación, presentamos los cambios y las principales equiva- del estrés (40) destaca la importancia de la relación entre los estresores
lencias entre los manuales diagnósticos DSM-IV-TR, CIE-10, DSM-5 y y la activación del sistema nervioso autónomo en la aparición de sínto-
CIE-11 (tablas 38.1 a 38.3). mas somáticos diversos, o el modelo explicativo basado en el concepto
de sensibilidad a la ansiedad (41), el cual plantea que la tendencia a
presentar interpretaciones catastróficas ante los síntomas somáticos de
ETIOPATOGENIA
activación normal, juegan un papel determinante en la perpetuación
Múltiples autores han hipotetizado respecto a las posibles causas etio- de estos.
lógicas de los síntomas somáticos y los trastornos somatomorfos. La Hasta la fecha no se ha encontrado una explicación causal específica
primera descripción de la histeria juvenil fue realizada por Briquet en para los síntomas somáticos, orientando a un modelo biopsicosocial

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CAPÍTULO 38 Trastornos somatoformes 401

TABLA 38.3 Clasificación y principales CUADRO 38.1 Factores predisponentes,


equivalencias entre la CIE-11 y el DSM-5 desencadenantes y mantenedores
DSM-5 Factores predisponentes
CIE-11 Trastorno de síntomas Biológicos
Trastornos de distrés corporal somáticos y trastornos • Pubertad temprana en género femenino (42).
o de la experiencia corporal relacionados • Historia de enfermedad orgánica en la infancia (43) y/o en familiar.
Trastorno de distrés corporal Trastorno de síntomas somáticos • Base genética: prevalencia de sintomatología psicosomática en familiares
Trastorno disociativo con síntomas Trastorno de conversión de primer grado y concordancia en gemelos (44).
neurológicos (excluido de esta (Trastorno de síntomas
categoría e incluido en la categoría neurológicos funcionales) Psicológicos
de Trastornos disociativos) • Temperamento ansioso, sensible, exigente y concienzudo, rasgos de perso-
Trastorno facticio (excluido de esta Trastorno facticio nalidad con un perfil conductual internalizante y estilos de afrontamiento
categoría e incluido en otro apartado pasivos (45).
dentro del capítulo de trastornos • Sensibilidad a la ansiedad (41).
mentales, del comportamiento • Antecedentes de salud mental de ansiedad y depresión (23).
y del neurodesarrollo)
Sociales
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• Experiencias negativas en la infancia: abuso, negligencia o maltrato (23).
en nombre de la Asociación Americana de Psiquiatría. Manual diagnóstico
y estadístico de los trastornos mentales DSM-5®, 5.ª edición. ©2014, • Situaciones sociofamiliares: elevadas expectativas de la familia y conflictos
American Psychiatric Association. Todos los derechos reservados. familiares (46). Modelado y quejas aprendidas. Aprendizaje vicario.

multifactorial que integra aspectos psicológicos, biológicos y sociales del Factores desencadenantes
niño o adolescente para poder comprender mejor esta sintomatología. Biológicos
En la literatura se han identificado múltiples factores predisponentes, • Enfermedad o tratamiento médico previo, por ejemplo, cuadro de gas-
desencadenantes y mantenedores de la sintomatología somática funcio- troenteritis aguda, intervención quirúrgica o período de inmovilización de
nal, que se explican en formato breve en el cuadro 38.1. extremidad (19).

Psicológicos
CLÍNICA • Comorbilidad en salud mental: depresión y trastornos de ansiedad.
Síntomas somáticos funcionales Sociales
Los síntomas somáticos funcionales más frecuentes en población infan­ • Escolares: acoso escolar, estrés académico, dificultades en la relación con
to-juvenil son el dolor abdominal, las cefaleas, la fatiga/cansancio, los iguales (23).
dolores musculares y las náuseas. Los síntomas se pueden presentar • Familiares: muerte o debut de enfermedad, separación conyugal o nacimiento
conjuntamente, siendo la combinación más común la cefalea y el dolor de un hermano (47).
abdominal:
• Maltrato: acontecimientos vitales estresantes y maltrato, sobre todo negli-
• Dolor abdominal funcional: habitualmente el dolor se caracteriza
gencia (48).
como severo, con distribución difusa o periumbilical y con tendencia
a empeorar de día y mejorar de noche. Factores mantenedores
• Cefaleas: las cefaleas de tipo tensional son las más frecuentes. Estas Biológicos
se caracterizan por dolores no paroxísticos, frecuentes y bilaterales, • El estrés y los cambios inducidos en el eje hipotálamo-hipofisario-adrenal
normalmente de localización frontal, que se describen «como un (HPA) podrían generar alteraciones cognitivas y contribuir a la experimen-
peso» y pueden presentarse asociadas a mareo. tación de los síntomas conversivos (40).
Síntomas neurológicos funcionales • Las consecuencias físicas de la inmovilización continuada producirían dolor
y mantendrían la expresión del síntoma.
Clásicamente denominados síntomas de conversión, estos ocurren
cuando hay un cambio en el funcionamiento motor y/o sensorial del
Psicológicos
paciente, en ausencia de disfunciones corporales físicas o fisiológicas
• Comorbilidad con ansiedad y depresión (16).
que lo justifique. En niños más mayores y adolescentes suelen aparecer
• Evitación de situaciones ansiógenas debido a la sintomatología.
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síntomas neurológicos funcionales más clásicos, como entumecimiento,


parestesias en las extremidades, parálisis parcial y problemas para cami- Sociales
nar. Los síntomas se asemejan a una disfunción neurológica y pueden • Ganancias secundarias y refuerzo del rol de enfermo: obtención de beneficios,
durar entre horas o semanas, generando una elevada preocupación en por ejemplo, no ir al colegio, y atención a través del síntoma (43).
médicos y/o padres. Shaw y DeMaso (43) reportan que entre el 29 y el • Creencias y actitudes de los padres ante el síntoma del niño (49), por ejemplo,
54% de los pacientes tienen un cuadro clínico similar al de una persona convicción de que existe una enfermedad médica no diagnosticada.
cercana que está padeciendo una enfermedad. En población infanto- • Tratamientos médicos: múltiples consultas, visitas y pruebas médicas inne-
juvenil la belle indifférence (falta de preocupación por los síntomas) no cesarias. Actitudes del equipo médico. Discrepancias en el modo de abordar
es habitual (50). el síntoma.
Dos estudios han analizado la incidencia y las características clínicas
del trastorno conversivo en niños y adolescentes (23, 24). Ambos mues-
tran una edad de inicio entre los 10-14 años, mayor prevalencia en el
género femenino, presencia de múltiples síntomas y pérdida funcional
acompañada de alteración sensorial y fatiga.

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402 PARTE IV Trastornos específicos

Algunos de los síntomas neurológicos en población infanto-juvenil


CUADRO 38.2 Trastorno de síntomas
son:
somáticos 300.82 (F45.1)
• Crisis (no epilépticas) psicógenas o pseudocrisis: representan un
cambio brusco e involuntario en el comportamiento, movimiento, A. Uno o más síntomas somáticos que causan malestar o dan lugar a problemas
sensaciones y/o estado de consciencia que puede confundirse con significativos en la vida diaria.
B. Pensamientos, sentimientos o comportamientos excesivos relacionados con
una crisis epiléptica, pero que no está causada por una descarga
los síntomas somáticos o asociados a la preocupación por la salud, como se
eléctrica anormal cerebral, sino que está generada por diferentes pone de manifiesto por una o más de las características siguientes:
mecanismos psicológicos. Pseudoconvulsiones y epilepsia pueden 1. Pensamientos desproporcionados y persistentes sobre la gravedad de los
coexistir, aunque no es lo habitual. LaFrance et al. (51) describen los propios síntomas.
signos para diferenciar una convulsión psicógena de la epiléptica, y 2. Grado persistentemente elevado de ansiedad acerca de la salud o los
elaboran unos criterios diagnósticos para las crisis no epilépticas, síntomas.
clasificándolas en posible, probable y clínicamente establecida. 3. Tiempo y energía excesivos consagrados a estos síntomas o a la preocu-
• Debilidad funcional: pérdida de fuerza en una parte del cuerpo, pación por la salud.
generalmente brazo o pierna, acompañado de sensación de pesadez; C. Aunque algún síntoma somático puede no estar continuamente presente, el
los objetos pueden caerse y puede aparecer una sensación de des- estado sintomático es persistente (por lo general más de 6 meses).
Especificar si:
conexión con esa parte del cuerpo.
• Con predominio de dolor (antes trastorno doloroso): este especificador se
• Parálisis: diversas formas de pérdida de movilidad de los miembros aplica a individuos cuyos síntomas somáticos implican sobre todo dolor.
superiores o inferiores que se presentan sin pérdida de los reflejos. Especificar si:
• Síntomas sensoriales: parestesia, anestesia o pérdida sensitiva • Persistente: un curso persistente se caracteriza por la presencia de síntomas
(ceguera, visión doble, sordera). intensos, alteración importante y duración prolongada (más de 6 meses).
• Movimientos anormales: incluyen temblores, ataxia, distonías Especificar la gravedad actual:
y mioclonías. • Leve: solo se cumple uno de los síntomas especificados en el criterio B.
• Síntomas en la deglución o el habla: deglución alterada, disartria • Moderado: se cumplen dos o más de los síntomas especificados en el criterio B.
y disfonía o afonía. • Grave: se cumplen dos o más de los síntomas especificados en el criterio B y,
A grandes rasgos, lo que determina la diferencia entre un síntoma además, existen múltiples quejas somáticas (o un síntoma somático muy intenso).
somático/neurológico funcional y el diagnóstico de un trastorno es la Reproducción autorizada por Editorial Médica Panamericana, S.A.
presencia de síntomas persistentes que causan malestar significativo o en nombre de la Asociación Americana de Psiquiatría. Manual diagnóstico
y estadístico de los trastornos mentales DSM-5®, 5.ª edición. ©2014,
una marcada interferencia funcional en la vida del paciente. Las caracte­
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rísticas principales de estos trastornos en población infanto-juvenil son:
• Trastorno de síntomas somáticos (incluye el trastorno por dolor
del DSM-IV-TR): los niños pueden experimentar síntomas diversos CUADRO 38.3 Trastorno de conversión
o bien un único síntoma grave, por lo general dolor. Los síntomas (trastorno de síntomas neurológicos
pueden ser específicos (p. ej., dolor abdominal) o vagos (p. ej., fatiga). funcionales) 300.11
Los pacientes se preocupan excesivamente por estos síntomas y sus A. Uno o más síntomas de alteración de la función motora o sensitiva voluntaria.
posibles consecuencias. B. Los hallazgos clínicos aportan pruebas de la incompatibilidad entre el sín-
• Trastorno de conversión o de síntomas neurológicos funcionales: toma y las afecciones neurológicas o médicas reconocidas.
estos trastornos implican la pérdida parcial o completa de las sen­ C. El síntoma o deficiencia no se explica mejor por otro trastorno médico o mental.
D. El síntoma causa malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social,
saciones corporales o de la función motora, o la presencia de pseudo­
laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.
convulsiones. Con menor frecuencia los niños pueden presentar Nota de codificación: El código CIE-9-MC para el trastorno de conversión
pérdida de visión o de audición. es 300.11, el cual se asigna con independencia del tipo de síntoma. El código
• Trastorno de ansiedad por enfermedad: los niños están muy preo- CIE-10-MC depende del tipo de síntoma (v. a continuación).
cupados por la posibilidad de estar enfermos o de enfermar. Si tienen Especificar el tipo de síntoma:
síntomas físicos o un trastorno médico real, sus preocupaciones son • (F44.4) Con debilidad o parálisis, (F44.4) Con movimiento anómalo (p. ej.,
desproporcionadas con respecto a la gravedad de la situación. temblor, movimiento distónico, mioclonía, trastorno de la marcha), (F44.4)
• Trastorno facticio: el niño finge síntomas físicos o psicológicos y Con síntomas de la deglución, (F44.4) Con síntoma del habla (p. ej., disfonía,
se presenta a sí mismo como un enfermo o lesionado («aplicado a mala articulación), (F44.5) Con ataques o convulsiones, (F44.6) Con anestesia
o pérdida sensitiva, (F44.6) Con síntoma sensitivo especial (p. ej., alteración
uno mismo»), por ejemplo, manipular la temperatura del termóme-
visual, olfativa o auditiva), (F44.7) Con síntomas mixtos
tro para simular tener fiebre, o los cuidadores (por lo general uno
Especificar si:
de los padres) falsifican signos o síntomas físicos o psicológicos, o • Episodio agudo: síntomas presentes durante menos de 6 meses.
bien inducen lesión o enfermedad en el niño y lo presentan frente • Persistente: síntomas durante 6 meses o más.
a los demás como enfermo o incapacitado («aplicado a otro»), por Especificar si:
ejemplo, causar hematomas en el niño para simular una enfermedad • Con factor de estrés psicológico (especificar el factor de estrés).
hematológica. • Sin factor de estrés psicológico.
• Síndrome de fatiga crónica (neurastenia): el paciente presenta Reproducción autorizada por Editorial Médica Panamericana, S.A.
cansancio crónico que se intensifica tras realizar esfuerzos psíquicos en nombre de la Asociación Americana de Psiquiatría. Manual diagnóstico
o físicos de poca intensidad, que no se alivia con el reposo y que se y estadístico de los trastornos mentales DSM-5®, 5.ª edición. ©2014,
asocia a disminución de la capacidad para hacer frente a actividades American Psychiatric Association. Todos los derechos reservados.
de la vida diaria. Con frecuencia se asocia a otras quejas somáticas
y cognitivas. Limitación funcional
A continuación, presentamos los criterios diagnósticos DSM-5 del Los síntomas somáticos pueden producir interferencia considerable
trastorno de síntomas somáticos y del trastorno de conversión, que en la vida de algunos niños y adolescentes, afectando a áreas como son
son los más frecuentes en población infanto-juvenil (cuadros 38.2 el desarrollo, el ajuste social y la adaptación escolar (52), presentando
y 38.3). absentismo escolar y bajo rendimiento académico (16). La somatización

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CAPÍTULO 38 Trastornos somatoformes 403

pediátrica también está altamente asociada con el uso frecuente de los ticas del niño, de la familia y/o la presentación de la sintomatología
servicios de salud. En ocasiones, quejas físicas como son los dolores recu- sugieren un cuadro funcional.
rrentes pueden causar constantes visitas médicas y la realización de varias
pruebas complementarias que buscan comprender el fenómeno (53). Esto
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
está relacionado con la ansiedad en el paciente y la familia y la creencia
de que hay una posible enfermedad médica todavía no diagnosticada. Los síntomas somáticos y/o conversivos pueden ocurrir de forma ais-
lada, comórbidos a una condición médica o asociados a un trastorno
Comorbilidad mental. Aproximadamente entre un tercio y la mitad de los niños con
La mayoría de los trastornos comórbidos se desarrollan durante el trastorno de síntomas somáticos presenta un trastorno psiquiátrico
curso del trastorno somatomorfo, aunque en ocasiones lo preceden. Las comórbido (54). Cuando se presentan síntomas somáticos y alteraciones
comorbilidades más frecuentes son la sintomatología ansiosa y depresi- psicopatológicas de forma simultánea, hay que tener en cuenta algunas
va, existiendo una asociación bidireccional entre los síntomas somáticos consideraciones relevantes a nivel de exclusión diagnóstica y de diagnós-
funcionales y la clínica ansiosa y depresiva en población infanto-juvenil tico diferencial.
(16). En niños en edad escolar, especialmente en varones, también se Existen diversos trastornos mentales cuyas manifestaciones sintomá-
ha encontrado comorbilidad con el trastorno por déficit de atención ticas incluyen presencia de síntomas somáticos, por lo que el diagnóstico
con hiperactividad y el trastorno negativista desafiante (54), y en niños diferencial en estos casos cobra especial importancia. Nos referimos
en edad preescolar con la ansiedad por separación y con problemas de básicamente a los trastornos de ansiedad y a los trastornos depresivos
alimentación y eliminación (6). (23, 54). Respecto a los trastornos de ansiedad, el principal diagnóstico
diferencial deberá hacerse con el trastorno de pánico; en este caso, los
Evaluación síntomas somáticos aparecen únicamente en los episodios agudos, mien-
Ante un menor que presenta síntomas somáticos no explicados médi- tras que en el trastorno de síntomas somáticos la ansiedad y los síntomas
camente, el pediatra, médico de cabecera u otro especialista, debería físicos son más persistentes. Respecto al trastorno depresivo mayor,
realizar una anamnesis extensa para identificar posibles factores de podemos diferenciarlos porque en el trastorno de síntomas somáticos
riesgo y hacer una aproximación biopsicosocial al síntoma, evitando no están presentes los síntomas relevantes y necesarios para el diagnós-
así la realización de pruebas médicas innecesarias y la yatrogenia (44). tico de un trastorno depresivo mayor, esto es, la disforia/tristeza y la
En líneas generales, si se realiza un análisis funcional se suele obser- anhedonia. Asimismo, no debemos realizar un diagnóstico de trastorno
var que los síntomas somáticos funcionales fluctúan en función de de síntomas somáticos en el caso de que los síntomas somáticos estén
estresores varios y de las contingencias del entorno. Habitualmente, presentes únicamente durante el episodio de un trastorno depresivo mayor.
son más intensos durante el día y no suelen despertar al niño durante En ocasiones, la intensidad y convencimiento acerca de la existencia
la noche, o podrían empeorar el lunes por la mañana y mejorar en de una enfermedad médica grave en función de la presencia de síntomas
períodos vacacionales. somáticos, puede generar confusión con el diagnóstico de un trastorno
Los antecedentes de estrés más comunes en esta franja de edad son delirante. No obstante, la intensidad de la creencia en el trastorno de
el acoso escolar, la separación de los padres o la muerte de alguien síntomas somáticos no es en ningún caso de rango delirante. Otros tras-
próximo (23, 47). Aunque la relación con estresores de índole psicosocial tornos a tener en cuenta para el diagnóstico diferencial son la anorexia
es frecuente con la negligencia, también es importante tener en cuenta nerviosa, el mutismo selectivo y la fobia escolar.
la asociación existente entre somatización y posibles antecedentes de El DSM-5 establece la posibilidad de poder hacer un diagnóstico de
maltrato o abuso (48). El equipo médico debería sospechar de posibles trastorno conversivo comórbido a un trastorno neurológico, si se cum-
experiencias de abuso en pacientes con múltiples síntomas psiquiátricos plen los criterios diagnósticos para ambos. No obstante, será conveniente
y médicos. realizar un buen diagnóstico diferencial entre ambas entidades. En este
Es importante tener en cuenta que los familiares y el propio paciente sentido, Tsui, Deptula y Yuan (56) aconsejan que, ante la sospecha de un
pueden estar preocupados por el posible diagnóstico de «una enfer- trastorno conversivo, resulta especialmente relevante realizar una buena
medad grave» o por la sensación de que «algo se está escapando». La exploración neurológica, que incluya una historia clínica detallada de
ansiedad de la familia y de los propios pacientes puede influir en la los síntomas y un examen neurológico completo, así como pruebas de
expresión del síntoma y justificar la demanda de más pruebas com- laboratorio y de neuroimagen. Otros trastornos por síntomas somáticos
plementarias e intervenciones médicas (55), que actúan a su vez como también pueden coexistir con enfermedades médicas, por lo que es
factores mantenedores del síntoma. muy importante la diferenciación de los síntomas congruentes con la
Tsui, Deptula y Yuan (56) describen una serie de signos físicos que enfermedad orgánica de los que no lo son.
pueden ayudar al clínico a discriminar entre un cuadro orgánico versus
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un origen funcional del síntoma. Por ejemplo, en las extremidades


CURSO Y PRONÓSTICO
inferiores el «signo de Hoover» es el test más utilizado para evaluar
debilidad funcional; este signo está presente (signo de Hoover positivo) Numerosos autores describen mejoría de los síntomas somáticos en
si el paciente no empuja hacia abajo con la pierna cuando se levanta la población infanto-juvenil en los primeros meses tras su aparición
extremidad inferior contralateral. La distracción durante la exploración (23, 50). Estas mejoras son incluso más tempranas que las reportadas
física podría ayudar en la valoración de cuadros funcionales, dado que en población adulta (57). No obstante, en algunos casos los síntomas
los problemas de la marcha o del equilibrio pueden mejorar significa- persisten y en aproximadamente un cuarto de los pacientes aparecen
tivamente. otros trastornos psiquiátricos a lo largo del seguimiento a 1 año. La
Como conclusión, el clínico debe sospechar que factores psicológicos recurrencia de los síntomas en niños se describe como excepcional, y
están jugando un papel importante en la presentación de los síntomas si puede predecir o asociarse a la presencia de un trastorno psiquiátrico
(45): existe coincidencia temporal entre la aparición del síntoma y facto- subyacente (50), mayoritariamente trastornos de ansiedad y trastornos
res de estrés de índole psicosocial; la severidad y la discapacidad asociada depresivos (58).
al síntoma no se asocia a ningún cuadro fisiopatológico presente o De entre los factores asociados a un peor pronóstico de los síntomas
conocido; existe comorbilidad con un trastorno mental o las caracterís- (mayor número de complicaciones y morbilidad), destacan la realización

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404 PARTE IV Trastornos específicos

de numerosas pruebas diagnósticas e intervenciones médicas infructuo-


CUADRO 38.4 Puntos clave de la
sas (50), y la falta de conciencia y aceptación del diagnóstico tanto por
parte del paciente como de la familia. A nivel familiar, está bien docu-
psicoeducación con la familia y el paciente
mentada la influencia que las creencias y actitudes de los padres tienen • Los síntomas descritos por el paciente son reales (no están «en su cabeza»).
en las quejas somáticas de los hijos; la sobreimplicación y el refuerzo de • Los síntomas no son debidos (al menos no en su totalidad) a la presencia de
los síntomas por parte de los progenitores y la obtención de beneficios una enfermedad médica.
y atención a través de las quejas, pueden reforzar el rol de enfermo • Existe relación entre el estrés y los síntomas físicos (los síntomas somáticos
en el niño, evitando que los síntomas desaparezcan. En estos casos, la se relacionan con la manera en que el cuerpo reacciona al estrés).
dinámica familiar suele verse muy alterada, siendo su restablecimiento • Es importante mantener un abordaje multidisciplinar, de manera que la
uno de los objetivos del tratamiento integral de estos trastornos (45). intervención psicológica no excluye la realización de pruebas médicas si
De entre los factores de buen pronóstico destaca especialmente son necesarias (los pediatras u otros especialistas seguirán monitorizando
una breve duración de los síntomas previo al diagnóstico; en estos los síntomas desde un punto de vista médico).
casos la recuperación clínica y funcional es en general más rápida. • La intervención psicológica se mantendrá en paralelo al seguimiento médico
Otros indicadores de buen pronóstico son la presencia de precipitantes y la rehabilitación física de los síntomas (fisioterapia), cuando esta sea
médicos específicos; una personalidad premórbida bien ajustada; una necesaria.
buena adaptación psiquiátrica de los padres y circunstancias sociales • Es importante realizar una explicación de los síntomas desde el marco de la
favorables (21). TCC (terapia cognitivo-conductual).

TRATAMIENTO (p. ej., dolor). En este sentido, un programa de rehabilitación física


La mayoría de las familias y pacientes realizan el primer contacto con el específico realizado desde el servicio de fisioterapia será la estrategia de
equipo médico con el convencimiento de que existe un problema médico manejo de elección, especialmente en aquellos pacientes que presenten
causante del malestar del paciente. La detección temprana de los sínto- limitación en la movilidad (50, 55, 61). En estos casos el paciente se
mas somáticos por parte del pediatra u otros especialistas es esencial, convierte en parte activa de su intervención; además, es importante
ya que cuanto más se demore el diagnóstico, más difícil será su tratamiento que los padres tengan una visión de su hijo «como capaz» y con «un rol
y la respuesta favorable a este (59). A menudo, el abordaje médico inicial activo en la recuperación». La rehabilitación física puede combinarse
es suficiente para obtener una mejoría significativa tanto de la clínica con pautas de modificación de conducta, incluyendo un programa de
como de la funcionalidad. De hecho, es frecuente que, tras la devolución refuerzo positivo por las pequeñas mejoras que se vayan consiguiendo
de los resultados negativos de las exploraciones médicas realizadas y la en el funcionamiento, permitiendo a su vez, ir reduciendo las posibles
explicación de la asociación entre síntomas somáticos, estrés y ansiedad, ganancias secundarias. En este punto resulta esencial la colaboración
muchos niños manifiesten una rápida mejoría de los síntomas (60). y coordinación con la escuela. Dado que muchos pacientes dejan de
No obstante, si tras la evaluación y el abordaje médico inicial no asistir al centro escolar con regularidad, poder implementar un plan
se producen mejoras significativas, o bien se detecta comorbilidad de reincorporación progresiva que permita ir recuperando la normalidad es
psiquiátrica o problemas familiares que están interfiriendo de modo fundamental, ya que cuanto mayor tiempo de absentismo e interrupción
significativo en la resolución de los síntomas, estaría indicada la deriva- de la actividad cotidiana, más riesgo hay de perpetuar los síntomas (57).
ción a servicios de salud mental para valoración y abordaje psicosocial En algunos casos con limitación funcional severa, se aconseja un
específico (21). La derivación temprana a profesionales de salud mental programa de intervención y rehabilitación física intensiva en régimen de
se aconseja para evitar la repetición de pruebas médicas innecesarias y hospitalización parcial o total. Esta opción de tratamiento tiene además
retrasar el diagnóstico (54). la ventaja de separar temporalmente al paciente de su ambiente familiar,
En el tratamiento de estos trastornos cuando se realiza derivación a en el que los padres pueden estar desarrollando un rol mantenedor
especialistas de salud mental, es imprescindible un abordaje multidis- de los síntomas del niño. En este sentido, Kozlowska et al. (60) han
ciplinar médico y psiquiátrico/psicológico coordinado, especialmente diseñado un programa de rehabilitación multimodal en régimen de
en la formulación del caso y en la devolución diagnóstica a la familia y hospitalización total que puede prolongarse durante varias semanas,
al paciente (55), aunque la asistencia del referente de salud mental ven- según la gravedad del caso.
drá determinada por las características/aceptación de la familia. En el
momento inicial se debería facilitar información psicoeducativa respecto Psicoterapia
a los síntomas somáticos, ofreciendo una reformulación del problema La evidencia científica muestra que tanto la terapia familiar como la
desde un modelo más amplio que incluya aspectos biopsicosociales. terapia cognitivo-conductual individual obtienen buenos resultados en
En el cuadro 38.4 del anexo se incluyen los aspectos relevantes de la el tratamiento de pacientes con estos trastornos. En general se usa una
devolución diagnóstica y la psicoeducación. combinación de ambas en el abordaje de estos trastornos en población
Una vez la familia y el paciente han entendido y aceptado la nueva infanto-juvenil.
formulación del caso, se desarrollará un plan de intervención médico
y psiquiátrico/psicológico coordinado. Se aconseja marcar objetivos Terapia familiar
realistas centrados en enfatizar la recuperación funcional, más que en la Las dificultades en la relación paterno-filial están asociadas a la presencia
resolución completa de los síntomas. Este abordaje terapéutico incluye de síntomas somáticos en la población infanto-juvenil (46). Además,
mantener una doble vía de actuación en la que se realizará monito- en muestras clínicas, el nivel de funcionamiento familiar también se
rización de los síntomas por parte del equipo médico, e intervención asocia al pronóstico de la intervención (62). La terapia familiar en estos
específica por parte del equipo de salud mental (59). trastornos ha demostrado mejoras relacionadas con la reducción de
síntomas, con una menor tasa de recaídas y con un mejor funciona-
Terapia de rehabilitación miento global (55).
Desde el inicio del tratamiento es muy importante plantear como obje- En la intervención familiar se aconseja trabajar la modificación en
tivo la recuperación funcional del niño y la desfocalización del síntoma la interpretación y manejo que se realiza de las quejas del paciente y

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CAPÍTULO 38 Trastornos somatoformes 405

CUADRO 38.5 Elementos clave CUADRO 38.6 Aspectos relevantes


de la terapia cognitivo-conductual (TCC) del abordaje de los trastornos de síntomas
• Desarrollar estrategias de psicoeducación emocional, dado que estos pacien- somáticos en la población infanto-juvenil
tes suelen tener dificultades en la identificación y la gestión emocional. Evaluación y psicoeducación
• Fomentar estrategias que permitan incrementar la interacción social y la • Recordar que el diagnóstico de trastorno de síntomas somáticos no es un
participación en actividades (activación conductual). diagnóstico de exclusión.
• Técnicas de relajación (respiración diafragmática, relajación muscular pro- • Detectar posibles estresores (ambientales, personales, familiares, médicos,
gresiva e imaginación). En algunos casos, cuando se producen síntomas etc.).
agudos puede resultar útil utilizar técnicas basadas en el mindfulness. • Evaluar posibles comorbilidades psiquiátricas.
• Estrategias de resolución de problemas. • Comunicar a la familia de manera coordinada los hallazgos (médicos/psiquiá-
• Estrategias de reestructuración cognitiva y que fomenten un procesamiento tricos) de la exploración.
más ajustado de la información respecto a la situación actual. • Ofrecer a la familia y al paciente una reformulación de los síntomas bajo el
paradigma mente-cuerpo desde un enfoque biopsicosocial.

enseñar a los padres estrategias para que dejen de atender (reforzar Intervenciones específicas
positivamente) los síntomas y dirijan la atención a la aplicación de • Implementar intervenciones siguiendo una doble vía que incluya aspectos
estrategias de afrontamiento que sean útiles. Además, el trabajo con médicos y psiquiátricos/psicológicos.
la familia puede poner de manifiesto la presencia de estresores y/o • Psicoterapia: incluir intervención psicológica individual (terapia cognitivo-
dinámicas disfuncionales que pueden ser relevantes en la etiología de conductual) e intervención familiar.
los síntomas del paciente. • Incluir terapia de rehabilitación física si es necesario.
• Psicofarmacología (manejo de la comorbilidad).
Terapia cognitivo-conductual (TCC) individual
La TCC ha demostrado eficacia en condiciones de dolor crónico y en Colaboración
otros síntomas somáticos, en la mejoría de la sintomatología, en el • Escuela.
incremento de la funcionalidad y en el mantenimiento de los efectos • Profesionales médicos (atención primaria, pediatría, especialidades médicas).
en el seguimiento. Además, los estudios muestran que la TCC es una
intervención eficaz para niños con síntomas físicos, independientemente
de si su origen es médico o funcional (50, 56, 63). En general, el ISRS más utilizado es la fluoxetina, indicado por la Food
Es recomendable que la intervención psicológica se inicie abordando and Drug Administration de EE. UU. (FDA) para el tratamiento del tras-
factores biológicos/físicos, por medio de mejorar los hábitos de salud torno depresivo mayor (TDM) a partir de los 8 años y para el trastorno
que promueven el bienestar general y el equilibrio del cuerpo (ejercicio, obsesivo-compulsivo (TOC) a partir de los 7 años. Otras indicaciones de
sueño, nutrición), permitiendo que el niño focalice su atención en lo la FDA son el escitalopram para el TDM a partir de los 12 años, y para el
que sí puede controlar y modificar. A nivel físico, también se promueve TOC la fluvoxamina a partir de los 8 años y la sertralina a partir de los 6
la activación conductual, con planificación e incorporación progresiva años. En trastornos de ansiedad infantil no hay ningún ISRS aprobado
a las actividades de la vida cotidiana del paciente (escuela, actividades por la FDA, por lo que su uso clínico se hace fuera de ficha técnica (off-
extraescolares, etc.) (59). label). Referente a los ansiolíticos e hipnóticos, las benzodiazepinas se
A nivel psicológico, se ayuda al niño a identificar y manejar pen- usan en población pediátrica para el tratamiento a corto plazo de la
samientos y sentimientos negativos conectados a los síntomas físicos. ansiedad y el insomnio, aunque no existen guías claras para su uso en
Algunos de los elementos clave de la intervención cognitivo-conductual esta franja de edad. Otros fármacos de uso común con efecto hipnótico
se presentan en el cuadro 38.5. son la melatonina y los antihistamínicos. En pacientes donde el síntoma
Existen algunos programas de intervención estructurados y pro- principal es el dolor, el uso de analgesia también está indicado. Tal uso
tocolizados para tratar estos trastornos, como el del grupo de trabajo se prescribe generalmente por facultativos de pediatría o de anestesia.
de los trastornos de síntomas somáticos del BC Children’s Hospital de A modo de conclusión de este apartado, podemos considerar que el
Canadá (64). tratamiento multimodal, que incluye la TCC como tratamiento psico-
lógico de primera línea, dando un peso especial a la intervención con la
Hospitalización familia como agente de cambio activo, junto con un enfoque basado
El régimen de hospitalización total o parcial se aconseja cuando el niño en la rehabilitación de los síntomas físicos, tratamiento farmacológico en
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o adolescente está funcionalmente muy afectado, cuando es necesario caso que sea necesario e implicación de la escuela y de los profesionales
un período de observación (p. ej., para el diagnóstico diferencial entre médicos, debería ser el tratamiento a considerar en el abordaje de los
crisis epilépticas y pseudocrisis), cuando hay comorbilidad psiquiátrica trastornos de síntomas somáticos y trastornos relacionados en población
importante o cuando el tratamiento en régimen ambulatorio no ha sido infanto-juvenil. En el cuadro 38.6 quedan recogidos a modo de resumen
exitoso (6). los aspectos más relevantes de este abordaje.

Intervención farmacológica
No existe ningún fármaco específicamente indicado para tratar los tras-
PUNTOS CLAVE
tornos de síntomas somáticos y trastornos relacionados (6). En general, • El fenómeno de somatización es frecuente en población infanto-
la psicofarmacología se usa en estos casos para tratar la psicopatología juvenil, aunque los síntomas suelen ser transitorios y no afectar al
asociada o los trastornos comórbidos, mayoritariamente la ansiedad, la funcionamiento habitual del niño. Las quejas más frecuentes son las
depresión o el insomnio. En este sentido, los fármacos que más frecuen- cefaleas y los dolores abdominales.
temente se utilizan en población infanto-juvenil son los inhibidores de • Sobre la base de criterios diagnósticos DSM-5 y CIE-11 los tras-
la recaptación de la serotonina (ISRS), los ansiolíticos y los hipnóticos. tornos más frecuentes en población infanto-juvenil son el trastorno de

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406 PARTE IV Trastornos específicos

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• El abordaje terapéutico indicado en los casos más graves y complejos Pediatrics 2013;132(2):e459-e467.
es la intervención multidisciplinar, que incluye principalmente la 19. Vila M, Kramer T, Hickey N, Dattani M, Jefferis H, Singh M, et al.
terapia cognitivo-conductual (TCC) a nivel individual, incorpo- Assessment of Somatic Symptoms in British Secondary School
rando la terapia familiar y la rehabilitación física en aquellos casos Children Using the Children’s Somatization Inventory (CSI).
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CAPÍTULO 38 Trastornos somatoformes 407

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