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Trastornos somatoformes
Mar Vila Grifoll, Laura González Riesco, Diana Polo Rangel
«Lo que mejor protege a un niño es un pueblo. Lo que mejor teje su apego
es el apaciguamiento de sus angustias y no la satisfacción de sus necesidades»
Boris Cyrulnik
INTRODUCCIÓN somatización por las dificultades que existen para probar que un síntoma
no tiene una causa orgánica. La característica distintiva en estos pacientes
El fenómeno de somatización se refiere a la tendencia a experimentar ya no son las quejas físicas de per se o si están o no justificadas por hallazgos
síntomas físicos no explicados por hallazgos patológicos y en los que, patológicos, sino la manera en que se presentan y cómo se interpretan (11).
si existe una enfermedad médica asociada, esta no justifica la presencia Dado que estos trastornos se caracterizan por la presencia de sínto-
de estos (o al menos no de su totalidad). A menudo se asocia a mas físicos y tienden a atribuirse a «causas médicas», la mayoría de los
malestar psicológico y se asume un origen psicógeno del síntoma (1). pacientes consultan a pediatras, médicos de cabecera u otros especialis-
Se utiliza nomenclatura variada para hacer referencia a estas quejas: tas, quienes realizan una valoración diagnóstica y un primer abordaje
síntomas somáticos, funcionales, psicógenos, psicosomáticos, idiopá- terapéutico, que normalmente es suficiente para la remisión de los
ticos, médicamente no explicables, somáticos funcionales o síntomas síntomas. Sin embargo, en un subgrupo de estos pacientes los síntomas
médicos de origen funcional. persisten a pesar de la actuación médica, por lo que finalmente se realiza
Tradicionalmente el modelo biomédico distinguía los procesos físicos una derivación a especialistas de salud mental. La intervención por parte
de los mentales (dualismo cuerpo-mente), de manera que, en ausencia de psiquiatras y psicólogos clínicos se hace en general en los casos más
de una causa orgánica identificable, los síntomas somáticos no eran graves y complejos, con psicopatología asociada y en los que se considera
abordados desde la medicina, considerándolos problemas emociona- necesario un abordaje conjunto y multidisciplinar (12, 13).
les (2, 3). En contraposición a este modelo tradicional, en las últimas En este capítulo nos centraremos principalmente en la descripción
décadas surge un nuevo marco teórico, el modelo biopsicosocial, que de estos trastornos en la población infanto-juvenil y haremos un repaso
parte de una concepción multicausal en la comprensión de la salud y la de la epidemiología, la clasificación diagnóstica, la etiopatogenia, la
enfermedad, conectando mente y cuerpo, por lo que el síntoma puede clínica, el diagnóstico diferencial, el curso, el pronóstico y el tratamiento.
surgir tanto de procesos psicosociales como físicos (4). Finalmente, haremos una descripción de los puntos clave del capítulo.
La somatización es un fenómeno muy habitual en población general,
que no tiene por qué considerarse anómalo y que por sí mismo no cons-
tituye un problema clínico, ya que en general aparecen síntomas breves
EPIDEMIOLOGÍA
que pueden ser parte de una respuesta aguda a una gran variedad de Los síntomas somáticos son una causa frecuente de consulta pediá-
acontecimientos vitales significativos para la persona (5). La población trica en atención primaria. Se estima que aproximadamente el 10%
infanto-juvenil tiene especial vulnerabilidad para experimentar estos de los niños o adolescentes que acuden a la consulta padecen quejas
síntomas, dada la inmadurez cognitiva y las escasas habilidades verbales somáticas no explicables por una causa médica. Cuando se considera
que tienen los niños para expresar el malestar emocional, propias de la a todos los niños que presentan síntomas físicos en los que se identi-
etapa madurativa en la que se encuentran. Muchos niños sanos pueden fican factores psicológicos asociados, el porcentaje aumenta al 25-50%
expresar la angustia emocional en términos de dolor físico, aunque de los casos (6, 14). En servicios de salud mental, entre el 1,3 y el 5% de
en general son quejas transitorias que no tienen afectación funcional los niños que consultan presentan síntomas somáticos (15).
(6). Sin embargo, en algunos niños los síntomas pueden persistir e La epidemiología de los síntomas somáticos en población infanto-
interferir en su funcionamiento global (asistencia escolar, rendimiento juvenil está en general bien documentada, aunque es difícil comparar los
académico, vida familiar, relaciones sociales o actividades de ocio), resultados entre estudios por la diversidad en la metodología utilizada.
tienden a asociarse a problemas psicológicos y pueden desencadenar Encuestas realizadas en diferentes países encuentran que aproxima-
múltiples consultas médicas y pruebas diagnósticas para intentar encon- damente un 25% de los niños y adolescentes se queja de al menos un
trar una causa médica que los justifique; es en estos niños en los que síntoma a la semana o cada 2 semanas (16), siendo los más frecuentes los
tradicionalmente se hacía un diagnóstico de Trastorno Somatomorfo (7) dolores abdominales y las cefaleas. Otros estudios muestran que entre el
en función de los criterios diagnósticos de la CIE-10 (8) o del DSM-IV-TR 2 y el 10% de la población infanto-juvenil sufre de dolores y quejas físicas
(9). En el nuevo DSM-5 (10) se ha eliminado la categoría de «Trastornos recurrentes, con consultas médicas frecuentes (12, 17, 18). Respecto a la
somatomorfos» y se ha creado una de nueva llamada «Trastornos de sínto limitación funcional asociada a los síntomas somáticos, en un estudio
mas somáticos y trastornos relacionados», en la que ya no se usa el término comunitario de niños daneses de edades comprendidas entre los 5 y los
7 años, se encontró afectación diaria en el 4% del total de la muestra (14). la escolar y posteriormente disminuye hasta la adolescencia (33). El
En otro estudio realizado con estudiantes británicos de secundaria, se trastorno por dolor y los trastornos indiferenciados tienden a iniciarse
evidenció impacto funcional importante en aproximadamente el 5-10% en la infancia o en la adolescencia temprana. El trastorno conversivo/
de los chicos que presentaban quejas somáticas en las últimas 2 semanas, disociativo se presenta más frecuentemente en la infancia tardía y en la
lo que se correlacionaba positivamente con el número total de síntomas adolescencia (15, 23).
y la psicopatología asociada (19). Mientras que en los niños/as hasta la etapa escolar las quejas suelen
Con respecto a los trastornos somatomorfos, poco se conoce de ser monosintomáticas, a partir de la adolescencia se ha observado un
la incidencia exacta o de la prevalencia en población infanto-juvenil, incremento en la confluencia de síntomas, fundamentalmente en chicas
dado que los diagnósticos de la CIE y el DSM se han establecido para (34).
población adulta y se han utilizado en menores por la falta de sistemas de En general, los trastornos somatomorfos suelen ser más frecuentes
clasificación específicos y más apropiados para esta franja de edad. Es por en poblaciones con nivel socioeconómico bajo y en minorías étnicas
este motivo que es frecuente el diagnóstico de trastorno somatomorfo (15, 20).
«no especificado» o «indiferenciado» en niños y adolescentes, por no
cumplir con todos los criterios diagnósticos necesarios, ya sea porque
CLASIFICACIÓN
las quejas han estado presentes durante menos tiempo o porque no
presentan el cuadro clínico completo (15). Además, los nuevos criterios Aunque la mayoría de los trastornos psiquiátricos se caracterizan por
diagnósticos del DSM-5 dificultan la continuidad en la investigación y la presencia de síntomas mentales, en los trastornos somatomorfos o
la transformación del conocimiento previo a los nuevos diagnósticos, trastornos de síntomas somáticos y trastornos relacionados, la principal
aunque se ha reconocido que el diagnóstico de trastorno de síntomas preocupación del paciente son los síntomas físicos, como por ejemplo
somáticos es mucho más apropiado para la población infanto-juvenil dolor, debilidad, fatiga, náuseas u otras sensaciones corporales. Actual-
(20). El trastorno somatomorfo más frecuente en menores en función de mente estos trastornos se clasifican en función de si se utiliza el manual
los criterios diagnósticos de la CIE-10 y del DSM-IV-TR es el trastorno por diagnóstico DSM-5, la CIE-10 o la CIE-11. La CIE-11 se publicó en el
dolor, seguido por el trastorno disociativo/conversivo y el síndrome año 2018 pero está todavía en fase de revisión y traducción, por lo que
de fatiga crónica (neurastenia) (21). En el DSM-5 el diagnóstico de no entrará en vigor definitivamente hasta enero del 2022 (35).
trastorno por dolor se ha eliminado y estos pacientes pueden diagnos- Los trastornos somatomorfos fueron clasificados por primera vez
ticarse de trastorno de síntomas somáticos con predominio de dolor o como un grupo de trastornos mentales en el DSM-III en el año 1980
de factores psicológicos que influyen en otras afecciones médicas. (36). Se asoció el concepto de somatización a esta categoría de enfer-
En un estudio realizado en Alemania con una muestra comunitaria medades mentales porque, debido al modelo biomédico de dualismo
de jóvenes de entre 14 y 24 años (15), se encontró una prevalencia cuerpo-mente de aquella época, se consideraba que existía un origen
de trastornos somatomorfos a los 12 meses de seguimiento del 7,2%, psicológico a la presencia de síntomas físicos que no podían explicarse
siendo los trastornos menos específicos los más frecuentes. De entre los por una causa orgánica identificable. Con algunas modificaciones, este
específicos, los más prevalentes eran el trastorno por dolor (prevalencia grupo y el concepto de la enfermedad misma permaneció en el DSM-IV
de vida: 1,7%, y prevalencia en 12 meses: 0,9%) y el trastorno conversivo (1994) (37), DSM-IV-TR (2000) y en la CIE-10 (1992). En las nuevas
(0,4 y 0,2% respectivamente). En el Bremen Youth Study (22), otro ediciones de los manuales diagnósticos DSM-5 (2013) y CIE-11 (2018)
estudio alemán para establecer prevalencias de trastornos psiquiátricos ha habido importantes cambios en las definiciones, clasificaciones y
en adolescentes de entre 12 y 17 años, el 13% de la muestra cumplía criterios diagnósticos de este grupo de trastornos, algunos de los cuales
criterios para algún trastorno somatomorfo, siendo el más frecuente se presentarán más adelante.
el trastorno somatomorfo indiferenciado (9%). Con respecto al tras- El apartado de «Trastornos somatomorfos» de la CIE-10 incluye
torno conversivo, en un estudio británico con jóvenes de 7 a 15 años se los siguientes diagnósticos: 1) trastorno de somatización; 2) trastorno
encontró una incidencia del trastorno a los 12 meses de seguimiento del somatomorfo indiferenciado; 3) trastorno hipocondríaco; 4) disfunción
1,3/100.000 (23) y en otro estudio australiano (edad media: 11,8 años) autonómica somatomorfa; 5) trastorno de dolor persistente somatomor-
del 2,3 al 4,2/100.000 (24). En referencia al síndrome de fatiga crónica fo, y 6) otros trastornos somatomorfos. Otros trastornos en los que la
(SCF), en una muestra americana de sujetos de 5 a 17 años se estimó somatización es una característica fundamental, como son los trastornos
una prevalencia de síntomas SCF-like del 2% (25), mientras que en el disociativos (trastornos de conversión en el DSM-5) y la neurastenia (o
Reino Unido se encontró una prevalencia del síndrome completo en síndrome de fatiga crónica), se clasifican por separado en la CIE-10.
jóvenes de entre 5 y 15 años del 0,19% (26). A grandes rasgos, los trastornos somatomorfos tal y como se definen
en la CIE-10 y se definían en el DSM-IV-TR, son trastornos mentales en
Diferencias según edad, sexo y nivel socioeconómico los que: 1) hay presencia de síntomas somáticos persistentes que no se
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Los síntomas somáticos y los trastornos somatomorfos son en general producen intencionadamente; 2) existe malestar asociado y/o deterioro
más frecuentes en el sexo femenino, especialmente a partir de la adoles- significativo en el funcionamiento; 3) el paciente atribuye los síntomas
cencia (27). Es probable que factores biológicos como, por ejemplo, la a una causa orgánica a pesar de repetidos resultados negativos en las
menstruación, factores socioculturales y los cambios psicológicos pruebas y de continuas garantías de los médicos de que estos no tienen
ligados al aumento de los síntomas o trastornos emocionales en la puber- justificación orgánica, y 4) aun en los casos en los que hubieran trastor-
tad, contribuyan a estas diferencias entre sexos (15, 28, 29). En general, nos médicos asociados, estos no explicarían la naturaleza e intensidad de
las presentaciones clínicas en los adolescentes son más parecidas a las los síntomas, ni el malestar y la preocupación que manifiesta el enfermo.
del adulto que a las propias de la infancia. El capítulo de «Trastornos somatomorfos» del DSM-IV-TR expe-
El trastorno conversivo y el síndrome de fatiga crónica son más rimentó un cambio significativo en el actual DSM-5 y pasó a llamarse
frecuentes en chicas adolescentes, mientras que en niños/as en edad «Trastornos de síntomas somáticos y trastornos relacionados», categoría
preescolar y escolar predominan las quejas por dolor, sobre todo los en la que se incluyen los siguientes diagnósticos: 1) trastorno de síntomas
dolores abdominales en los primeros y las cefaleas en niños/as en etapa somáticos; 2) trastorno de ansiedad por enfermedad; 3) trastorno de
escolar y en adolescentes (30-32). Varios estudios encuentran que la conversión o trastorno de síntomas neurológicos funcionales; 4) factores
incidencia del dolor abdominal aumenta desde la etapa preescolar a psicológicos que influyen en otras afecciones médicas; 5) trastorno
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CAPÍTULO 38 Trastornos somatoformes 401
multifactorial que integra aspectos psicológicos, biológicos y sociales del Factores desencadenantes
niño o adolescente para poder comprender mejor esta sintomatología. Biológicos
En la literatura se han identificado múltiples factores predisponentes, • Enfermedad o tratamiento médico previo, por ejemplo, cuadro de gas-
desencadenantes y mantenedores de la sintomatología somática funcio- troenteritis aguda, intervención quirúrgica o período de inmovilización de
nal, que se explican en formato breve en el cuadro 38.1. extremidad (19).
Psicológicos
CLÍNICA • Comorbilidad en salud mental: depresión y trastornos de ansiedad.
Síntomas somáticos funcionales Sociales
Los síntomas somáticos funcionales más frecuentes en población infan • Escolares: acoso escolar, estrés académico, dificultades en la relación con
to-juvenil son el dolor abdominal, las cefaleas, la fatiga/cansancio, los iguales (23).
dolores musculares y las náuseas. Los síntomas se pueden presentar • Familiares: muerte o debut de enfermedad, separación conyugal o nacimiento
conjuntamente, siendo la combinación más común la cefalea y el dolor de un hermano (47).
abdominal:
• Maltrato: acontecimientos vitales estresantes y maltrato, sobre todo negli-
• Dolor abdominal funcional: habitualmente el dolor se caracteriza
gencia (48).
como severo, con distribución difusa o periumbilical y con tendencia
a empeorar de día y mejorar de noche. Factores mantenedores
• Cefaleas: las cefaleas de tipo tensional son las más frecuentes. Estas Biológicos
se caracterizan por dolores no paroxísticos, frecuentes y bilaterales, • El estrés y los cambios inducidos en el eje hipotálamo-hipofisario-adrenal
normalmente de localización frontal, que se describen «como un (HPA) podrían generar alteraciones cognitivas y contribuir a la experimen-
peso» y pueden presentarse asociadas a mareo. tación de los síntomas conversivos (40).
Síntomas neurológicos funcionales • Las consecuencias físicas de la inmovilización continuada producirían dolor
y mantendrían la expresión del síntoma.
Clásicamente denominados síntomas de conversión, estos ocurren
cuando hay un cambio en el funcionamiento motor y/o sensorial del
Psicológicos
paciente, en ausencia de disfunciones corporales físicas o fisiológicas
• Comorbilidad con ansiedad y depresión (16).
que lo justifique. En niños más mayores y adolescentes suelen aparecer
• Evitación de situaciones ansiógenas debido a la sintomatología.
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CAPÍTULO 38 Trastornos somatoformes 403
pediátrica también está altamente asociada con el uso frecuente de los ticas del niño, de la familia y/o la presentación de la sintomatología
servicios de salud. En ocasiones, quejas físicas como son los dolores recu- sugieren un cuadro funcional.
rrentes pueden causar constantes visitas médicas y la realización de varias
pruebas complementarias que buscan comprender el fenómeno (53). Esto
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
está relacionado con la ansiedad en el paciente y la familia y la creencia
de que hay una posible enfermedad médica todavía no diagnosticada. Los síntomas somáticos y/o conversivos pueden ocurrir de forma ais-
lada, comórbidos a una condición médica o asociados a un trastorno
Comorbilidad mental. Aproximadamente entre un tercio y la mitad de los niños con
La mayoría de los trastornos comórbidos se desarrollan durante el trastorno de síntomas somáticos presenta un trastorno psiquiátrico
curso del trastorno somatomorfo, aunque en ocasiones lo preceden. Las comórbido (54). Cuando se presentan síntomas somáticos y alteraciones
comorbilidades más frecuentes son la sintomatología ansiosa y depresi- psicopatológicas de forma simultánea, hay que tener en cuenta algunas
va, existiendo una asociación bidireccional entre los síntomas somáticos consideraciones relevantes a nivel de exclusión diagnóstica y de diagnós-
funcionales y la clínica ansiosa y depresiva en población infanto-juvenil tico diferencial.
(16). En niños en edad escolar, especialmente en varones, también se Existen diversos trastornos mentales cuyas manifestaciones sintomá-
ha encontrado comorbilidad con el trastorno por déficit de atención ticas incluyen presencia de síntomas somáticos, por lo que el diagnóstico
con hiperactividad y el trastorno negativista desafiante (54), y en niños diferencial en estos casos cobra especial importancia. Nos referimos
en edad preescolar con la ansiedad por separación y con problemas de básicamente a los trastornos de ansiedad y a los trastornos depresivos
alimentación y eliminación (6). (23, 54). Respecto a los trastornos de ansiedad, el principal diagnóstico
diferencial deberá hacerse con el trastorno de pánico; en este caso, los
Evaluación síntomas somáticos aparecen únicamente en los episodios agudos, mien-
Ante un menor que presenta síntomas somáticos no explicados médi- tras que en el trastorno de síntomas somáticos la ansiedad y los síntomas
camente, el pediatra, médico de cabecera u otro especialista, debería físicos son más persistentes. Respecto al trastorno depresivo mayor,
realizar una anamnesis extensa para identificar posibles factores de podemos diferenciarlos porque en el trastorno de síntomas somáticos
riesgo y hacer una aproximación biopsicosocial al síntoma, evitando no están presentes los síntomas relevantes y necesarios para el diagnós-
así la realización de pruebas médicas innecesarias y la yatrogenia (44). tico de un trastorno depresivo mayor, esto es, la disforia/tristeza y la
En líneas generales, si se realiza un análisis funcional se suele obser- anhedonia. Asimismo, no debemos realizar un diagnóstico de trastorno
var que los síntomas somáticos funcionales fluctúan en función de de síntomas somáticos en el caso de que los síntomas somáticos estén
estresores varios y de las contingencias del entorno. Habitualmente, presentes únicamente durante el episodio de un trastorno depresivo mayor.
son más intensos durante el día y no suelen despertar al niño durante En ocasiones, la intensidad y convencimiento acerca de la existencia
la noche, o podrían empeorar el lunes por la mañana y mejorar en de una enfermedad médica grave en función de la presencia de síntomas
períodos vacacionales. somáticos, puede generar confusión con el diagnóstico de un trastorno
Los antecedentes de estrés más comunes en esta franja de edad son delirante. No obstante, la intensidad de la creencia en el trastorno de
el acoso escolar, la separación de los padres o la muerte de alguien síntomas somáticos no es en ningún caso de rango delirante. Otros tras-
próximo (23, 47). Aunque la relación con estresores de índole psicosocial tornos a tener en cuenta para el diagnóstico diferencial son la anorexia
es frecuente con la negligencia, también es importante tener en cuenta nerviosa, el mutismo selectivo y la fobia escolar.
la asociación existente entre somatización y posibles antecedentes de El DSM-5 establece la posibilidad de poder hacer un diagnóstico de
maltrato o abuso (48). El equipo médico debería sospechar de posibles trastorno conversivo comórbido a un trastorno neurológico, si se cum-
experiencias de abuso en pacientes con múltiples síntomas psiquiátricos plen los criterios diagnósticos para ambos. No obstante, será conveniente
y médicos. realizar un buen diagnóstico diferencial entre ambas entidades. En este
Es importante tener en cuenta que los familiares y el propio paciente sentido, Tsui, Deptula y Yuan (56) aconsejan que, ante la sospecha de un
pueden estar preocupados por el posible diagnóstico de «una enfer- trastorno conversivo, resulta especialmente relevante realizar una buena
medad grave» o por la sensación de que «algo se está escapando». La exploración neurológica, que incluya una historia clínica detallada de
ansiedad de la familia y de los propios pacientes puede influir en la los síntomas y un examen neurológico completo, así como pruebas de
expresión del síntoma y justificar la demanda de más pruebas com- laboratorio y de neuroimagen. Otros trastornos por síntomas somáticos
plementarias e intervenciones médicas (55), que actúan a su vez como también pueden coexistir con enfermedades médicas, por lo que es
factores mantenedores del síntoma. muy importante la diferenciación de los síntomas congruentes con la
Tsui, Deptula y Yuan (56) describen una serie de signos físicos que enfermedad orgánica de los que no lo son.
pueden ayudar al clínico a discriminar entre un cuadro orgánico versus
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CAPÍTULO 38 Trastornos somatoformes 405
enseñar a los padres estrategias para que dejen de atender (reforzar Intervenciones específicas
positivamente) los síntomas y dirijan la atención a la aplicación de • Implementar intervenciones siguiendo una doble vía que incluya aspectos
estrategias de afrontamiento que sean útiles. Además, el trabajo con médicos y psiquiátricos/psicológicos.
la familia puede poner de manifiesto la presencia de estresores y/o • Psicoterapia: incluir intervención psicológica individual (terapia cognitivo-
dinámicas disfuncionales que pueden ser relevantes en la etiología de conductual) e intervención familiar.
los síntomas del paciente. • Incluir terapia de rehabilitación física si es necesario.
• Psicofarmacología (manejo de la comorbilidad).
Terapia cognitivo-conductual (TCC) individual
La TCC ha demostrado eficacia en condiciones de dolor crónico y en Colaboración
otros síntomas somáticos, en la mejoría de la sintomatología, en el • Escuela.
incremento de la funcionalidad y en el mantenimiento de los efectos • Profesionales médicos (atención primaria, pediatría, especialidades médicas).
en el seguimiento. Además, los estudios muestran que la TCC es una
intervención eficaz para niños con síntomas físicos, independientemente
de si su origen es médico o funcional (50, 56, 63). En general, el ISRS más utilizado es la fluoxetina, indicado por la Food
Es recomendable que la intervención psicológica se inicie abordando and Drug Administration de EE. UU. (FDA) para el tratamiento del tras-
factores biológicos/físicos, por medio de mejorar los hábitos de salud torno depresivo mayor (TDM) a partir de los 8 años y para el trastorno
que promueven el bienestar general y el equilibrio del cuerpo (ejercicio, obsesivo-compulsivo (TOC) a partir de los 7 años. Otras indicaciones de
sueño, nutrición), permitiendo que el niño focalice su atención en lo la FDA son el escitalopram para el TDM a partir de los 12 años, y para el
que sí puede controlar y modificar. A nivel físico, también se promueve TOC la fluvoxamina a partir de los 8 años y la sertralina a partir de los 6
la activación conductual, con planificación e incorporación progresiva años. En trastornos de ansiedad infantil no hay ningún ISRS aprobado
a las actividades de la vida cotidiana del paciente (escuela, actividades por la FDA, por lo que su uso clínico se hace fuera de ficha técnica (off-
extraescolares, etc.) (59). label). Referente a los ansiolíticos e hipnóticos, las benzodiazepinas se
A nivel psicológico, se ayuda al niño a identificar y manejar pen- usan en población pediátrica para el tratamiento a corto plazo de la
samientos y sentimientos negativos conectados a los síntomas físicos. ansiedad y el insomnio, aunque no existen guías claras para su uso en
Algunos de los elementos clave de la intervención cognitivo-conductual esta franja de edad. Otros fármacos de uso común con efecto hipnótico
se presentan en el cuadro 38.5. son la melatonina y los antihistamínicos. En pacientes donde el síntoma
Existen algunos programas de intervención estructurados y pro- principal es el dolor, el uso de analgesia también está indicado. Tal uso
tocolizados para tratar estos trastornos, como el del grupo de trabajo se prescribe generalmente por facultativos de pediatría o de anestesia.
de los trastornos de síntomas somáticos del BC Children’s Hospital de A modo de conclusión de este apartado, podemos considerar que el
Canadá (64). tratamiento multimodal, que incluye la TCC como tratamiento psico-
lógico de primera línea, dando un peso especial a la intervención con la
Hospitalización familia como agente de cambio activo, junto con un enfoque basado
El régimen de hospitalización total o parcial se aconseja cuando el niño en la rehabilitación de los síntomas físicos, tratamiento farmacológico en
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o adolescente está funcionalmente muy afectado, cuando es necesario caso que sea necesario e implicación de la escuela y de los profesionales
un período de observación (p. ej., para el diagnóstico diferencial entre médicos, debería ser el tratamiento a considerar en el abordaje de los
crisis epilépticas y pseudocrisis), cuando hay comorbilidad psiquiátrica trastornos de síntomas somáticos y trastornos relacionados en población
importante o cuando el tratamiento en régimen ambulatorio no ha sido infanto-juvenil. En el cuadro 38.6 quedan recogidos a modo de resumen
exitoso (6). los aspectos más relevantes de este abordaje.
Intervención farmacológica
No existe ningún fármaco específicamente indicado para tratar los tras-
PUNTOS CLAVE
tornos de síntomas somáticos y trastornos relacionados (6). En general, • El fenómeno de somatización es frecuente en población infanto-
la psicofarmacología se usa en estos casos para tratar la psicopatología juvenil, aunque los síntomas suelen ser transitorios y no afectar al
asociada o los trastornos comórbidos, mayoritariamente la ansiedad, la funcionamiento habitual del niño. Las quejas más frecuentes son las
depresión o el insomnio. En este sentido, los fármacos que más frecuen- cefaleas y los dolores abdominales.
temente se utilizan en población infanto-juvenil son los inhibidores de • Sobre la base de criterios diagnósticos DSM-5 y CIE-11 los tras-
la recaptación de la serotonina (ISRS), los ansiolíticos y los hipnóticos. tornos más frecuentes en población infanto-juvenil son el trastorno de
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406 PARTE IV Trastornos específicos
síntomas somáticos y el trastorno de distrés corporal (con predominio of adolescents and young adults: prevalence, comorbidity and
de dolor o fatiga), y el trastorno conversivo (o trastorno disociativo impairments. Acta Psychiatr Scand 2000;101(3):194-208.
con síntomas neurológicos en la CIE-11). 16. Campo JV. Annual research review: functional somatic
• La aproximación biopsicosocial a estos síntomas/trastornos es la más symptoms and associated anxiety and depression-developmental
indicada, realizando un análisis funcional en que se valoran factores psychopathology in pediatric practice. J Child Psychol Psychiatry
predisponentes, desencadenantes y mantenedores. 2012;53(5):575-592.
• Los trastornos somatomorfos/trastornos de síntomas somáticos 17. Goodman JE, McGrath PJ. The epidemiology of pain in children
presentan una elevada comorbilidad con clínica ansiosa y depresiva and adolescents: a review. Pain 1991;46(4):247-264.
y pueden generar un impacto marcado en el funcionamiento adap- 18. Rask CU, Ornbol E, Fink PK, Mette Skovgaard A. Functional
tativo del niño. somatic symptoms and consultation patterns in 5-to 7- year-olds.
• El abordaje terapéutico indicado en los casos más graves y complejos Pediatrics 2013;132(2):e459-e467.
es la intervención multidisciplinar, que incluye principalmente la 19. Vila M, Kramer T, Hickey N, Dattani M, Jefferis H, Singh M, et al.
terapia cognitivo-conductual (TCC) a nivel individual, incorpo- Assessment of Somatic Symptoms in British Secondary School
rando la terapia familiar y la rehabilitación física en aquellos casos Children Using the Children’s Somatization Inventory (CSI).
con limitación funcional significativa, además de la monitorización J Pediatr Psychol 2009;34(9):989-998.
médica de los síntomas de forma paralela. 20. Schulte IE, Petermann F. Somatoform disorders: 30 years of debate
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