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PRESENTACIÓN
Estimado docente nos es grato dirigirnos a usted, con el objetivo de presentar el
siguiente trabajo de investigación sobre el “EL FONAFE Y LA NUEVA PERSPECTIVA
DE LA ACTIVIDAD EMPRESARIAL DEL ESTADO”
Esté trabajo tiene la finalidad de reforzar nuestro conocimiento; ya que dicho tema ha
sido desarrollado en clases, a través de los distintos recursos para la investigación,
asimismo las aportaciones y posturas de diferentes juristas respecto al tema
desarrollado. Como estudiantes es de vital importancia conocer estos temas, de cómo
interviene el estado peruano en la actividad empresarial.
INTRODUCCIÓN
El rol del Estado en la economía peruana ha variado en las últimas décadas, pasando
de un Estado empresario hacia un Estado que participa de manera subsidiaria en el
mercado, rol así establecido en la Constitución Política vigente.
En particular, las empresas del Estado, numerosas e ineficientes en los años previos a
la década de los noventa, han pasado a ser un número mucho menor y más eficiente,
sobre todo porque ya no cuentan con subsidios del fisco y están sometidas a las
reglas del mercado y la competencia, al igual que las empresas privadas.
Sin embargo, a pesar de la reducción del rol empresarial del Estado en el Perú, esta
actividad (la actividad empresarial del Estado) aún se encuentra presente en los
sectores más importantes de la economía nacional. Lo que para algunos constituye
una patología jurídico-económica, difícil de asimilar. Empero, la realidad mundial, de la
que no puede apartarse la nacional, se ha encargado de colocar el panorama de la
actividad empresarial del Estado bajo una nueva óptica, con mayor claridad de
opciones y con un alcance más amplio de las posibilidades que ofrece esta, sin caer
en los susodichos prejuicios de consagrar a la libertad empresarial privada
eternamente por encima de cualquier competencia o participación del Estado en dicho
ámbito.
De tal modo que hoy en día resulta necesario y evidente reanalizar el rol que cumple la
actividad empresarial del Estado en el Perú, que ya no condice con el antiguo sistema
populista estatal, sino que se enfoca a una perspectiva corporativista y debidamente
regulada; actividad empresarial del Estado que pasaremos a detallar a continuación.
EL FONAFE Y LA NUEVA PERSPECTIVA DE LA ACTIVIDAD EMPRESARIAL DEL
ESTADO
1.- Régimen económico constitucional y el principio de subsidiariedad
Por lo que, “el fundamento del principio de subsidiariedad va partir del supuesto en el
cual el Estado aparece como el garante final del interés general, desde el momento en
que su tarea consiste en intervenir en forma directa para satisfacer una necesidad real
de la sociedad, pero solo en aquellas situaciones en las que la colectividad y los
grupos sociales a quienes corresponde, en primer término, la labor de intervención no
está en condiciones de hacerlo” (los privados).
Dicho ello, el principio de subsidiariedad tiene dos dimensiones: una vertical y otra
horizontal. La subsidiariedad vertical se refiere a la relación existente entre un
ordenamiento mayor que puede ser una organización nacional o central y un
ordenamiento menor que pueden ser las organizaciones locales o regionales, según la
cual el primero de ellos solo puede intervenir en aquellos ámbitos que no son de
competencia del ordenamiento menor. Dicha orientación guarda estrecha relación con
los servicios públicos y el desarrollo económico social.
La Constitución Política del Perú establece en su artículo 60° que “el Estado puede
realizar subsidiariamente actividad empresarial, directa o indirecta, por razón de alto
interés público o de manifiesta conveniencia nacional”.
Lo que quiere decir que la actividad empresarial del Estado debe efectuarse solo de
manera subsidiaria, estando habilitada por Ley y debiendo ello fundamentarse en
razones de “alto interés público” o de “manifiesta conveniencia nacional.” En suma, la
realización de “actividad empresarial” por parte del Estado ha de realizarse en base a
estas tres condiciones concurrentes”.
En tal sentido, la obligación que posee el Estado de realizar actividad empresarial solo
puede encontrase justificada únicamente ante la ausencia de inversión privada en el
rubro respectivo, y cumpliendo con los parámetros establecidos por la norma
constitucional en correlación con el principio de subsidiariedad. Para lo cual la doctrina
y la jurisprudencia exige cumplir con tres requisitos:
En tercer lugar, debe entenderse que estamos hablando de una ley cuya
aprobación sigue un trámite normal y no posee un carácter excepcional.
En tal sentido, el trato entre las empresas privadas y empresas del Estado
debe estar no solo orientado a garantizar que las últimas no sean preferidas o
beneficiadas bajo un trato preferente, sino también a proveer las condiciones
para que tampoco se vean perjudicadas por la excesiva regulación en perjuicio
de su competitividad y eficiencia.
En adición a lo antes expuesto, resulta necesario que las normas que regulan
la actividad empresarial del Estado se orienten a determinar un trato
homogéneo entre las empresas privadas y las públicas, que cumplan con los
requisitos habilitantes que la respectiva norma establece. Encontrándose
completamente prohibido que dichas empresas que realizan actividad
empresarial reciban algún beneficio subsidio o prerrogativa por parte del
Estado en el desarrollo de sus actividades y que del mismo modo se
encuentren orientadas al desarrollo e innovación de puntos estratégicos en la
economía nacional de nuestro país, salvaguardando nuestra economía de
políticas económicas extranjeras predatorias y dominantes de los recursos que
bien pueden ser explotados por un nuevo paradigma público económico más
eficiente y rentable, que se ha venido desarrollando en estos últimos tiempos,
no solo en el Perú, sino en toda Latinoamérica y Europa.
Esta nueva perspectiva desarrollada a partir de los noventa, muestra a empresas del
Estado sujetas a las normas de la actividad empresarial del Estado y de los sistemas
administrativos del Estado, así como también, y en cuanto sea aplicable
supletoriamente, a las normas que rigen la actividad empresarial privada,
principalmente a la Ley General de Sociedades y el Código Civil.
En este contexto, con la finalidad de realizar una adecuada precisión de los tipos de
empresas públicas existentes en nuestro país, se ha considerado necesario efectuar
una nueva clasificación tripartita de las empresas del Estado:
Empresas del Estado con potestades públicas, las cuales serían aquellas que
pueden ejercer ciertos atributos de la Administración Pública denominadas
hasta ahora como Empresas del Estado de Derecho Público.
Empresas del Estado con accionario único, tradicionalmente llamadas
Empresas del Estado de Derecho Privado.
Empresas del Estado con accionariado privado, conocidas como empresas de
economía mixta (término que no solo creaba confusiones en su aplicación, sino
que resulta técnicamente impreciso para designar a tal tipo de compañías).
Todos los recursos de las empresas del Estado solo deben ser destinados para
el logro de los objetivos aprobados en las normas estatutarias de cada
empresa, sus planes estratégicos y las metas establecidas en sus programas y
presupuestos anuales, en concordancia con las disposiciones del Código
Marco del Buen Gobierno Corporativo de las Empresas del Estado.
No obstante, en casos excepcionales las empresas del Estado pueden recibir
encargos especiales, mediante mandato aprobado por Decreto Supremo del
Ministerio de Economía y Finanzas y el voto aprobatorio Consejo de Ministros.
En el caso que estos encargos especiales califiquen como proyectos de
inversión pública, para que puedan ser ejecutados por empresas del Estado,
deben contar con evaluaciones previas en el marco del Sistema Nacional
Inversión Pública.
Por último, para la distribución de dividendos, las empresas del Estado se rigen
por Ley General de Sociedades y demás normas de derecho privado que
resulten aplicables. Es la política de dividendos de las empresas del Estado
aprobada por la Junta General de Accionistas, considerando sus necesidades
de inversión.
Los trabajadores de las empresas del Estado se rigen por el régimen laboral de
la actividad privada.
Entre las principales funciones que desempeña el Fonafe tenemos: (i) aprobar el
presupuesto consolidado de las empresas, en las que su participación accionaria es
mayoritaria, en el marco de las normas presupuestales correspondientes; (ii) aprobar
las normas de gestión de estas empresas; y (iii) ejercer la titularidad de las acciones
representativas del capital social de todas las empresas, creadas o por crearse, en las
que participa el Estado, y administrar los recursos derivados de dicha titularidad.
a) El Directorio
b) La Dirección Ejecutiva Directorio del Fonafe: (Máximo órgano)
c) El ministro de Economía y Finanzas, quien lo presidirá.
d) El presidente del Consejo de Ministros.
e) El ministro de Transportes y Comunicaciones.
f) El ministro de Vivienda, Construcción y Saneamiento.
g) El ministro de Energía y Minas.
h) El ministro a cuyo sector esté adscrito Proinversión.
5.1. Electricidad
Adinelsa
Egasa
Egemsa
Egesur
Electro Oriente S.A.
Electro Puno S.A.A.
Electro Sur Este S.A.A.
Electro Ucayali S.A.
Electrocentro S.A.
Electronoroeste S.A.
Electronorte S.A.
Electroperú S.A.
Electrosur S.A.
Hidrandina
San Gabán
Seal
5.2. Financieras
Banco Agropecuario
Banco de la Nación
Cofide
Mivivienda S.A.
Corpac S.A.
Enapu S.A.
Sima Iquitos S.R.Ltda.
Sima Perú S.A.
5.5. Saneamiento
5.6. Otros
Essalud
Esvicsac
Editora Perú S.A.
Enaco S.A.
FAME S.A.C.
Indaer
Silsa
Serpost S.A.
ANÁLISIS
CONCLUSIONES