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vol 42 | no 125 | enero 2016 | pp. 301-305 | reseñas | ©EURE 301

introducción a la teoría de
la planificación territorial

M. Benabent Fernández de Córdoba

Sevilla: Secretariado de Publicaciones de la


Universidad de Sevilla, 2014, 188 páginas.

El libro Introducción a la teoría de la cuales, al estar especialmente preocu-


planificación territorial hace una valiosa padas por el desarrollo físico de la ciudad
aportación al conocimiento de las dis- y el territorio, se centran en la teoría
tintas teorías, procedimientos y métodos urbana mientras soslayan la reflexión
que se han venido aplicando a la plani- sobre el cómo hacer; es decir, sobre el
ficación territorial. Esta actividad, cuyo procedimiento que debe seguirse para
propósito es intervenir sobre el espacio llevar a cabo el proceso de toma de deci-
físico con la pretensión de ordenarlo, siones. De este modo, señala Benabent,
requiere un proceso continuo de toma no se establece la necesaria conexión
de decisiones acerca de la formulación entre los dos tipos de reflexiones que son
de objetivos, el establecimiento de los necesarias para que los proyectos planifi-
medios necesarios para llevarlos a cabo, cadores sean viables: la teoría urbana y el
y el desarrollo de las actuaciones que se método de la planificación.
consideren pertinentes para alcanzarlos.
El autor parte de la base de que la En este contexto general de referencia,
reflexión teórica, desarrollada desde la Benabent opta por centrar la atención
academia, no trasciende debidamente al en aquel aspecto de la planificación que
campo de la práctica. Ello se pondría en tiene que ver con el método de trabajo
evidencia en las publicaciones dirigidas y con el proceso de toma de decisiones,
a los planificadores profesionales, las cuestión esta última que considera

issn impreso 0250-7161 | issn digital 0717-6236


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esencial, al tratarse de una actividad es el control de los usos del suelo a


pública que debe acompañar en su través de la zonificación. No obstante,
acción a la realizada por los colectivos el proceso de planificación sigue siendo
sociales. Se plantea como objetivo ana- personalizado y poco democrático, lo
lizar la evolución experimentada por las que subraya tanto la importancia atri-
teorías que sustentan la planificación y buida al conocimiento como base para
las prácticas a ellas asociadas desde prin- la acción, como la del experto que posee
cipios del pasado siglo y, con una pers- ese conocimiento.
pectiva cronológica, va haciendo refe-
rencia a las distintas teorías y escuelas Posteriormente, con el sustento de las
de pensamiento, relacionándolas con teorías positivistas, la planificación se
las corrientes filosóficas que les sirven racionaliza, y durante buena parte del
de inspiración. Señala, a su vez, que en siglo xx se empieza a aplicar el método
este trabajo no pretende considerar las científico, por lo que la planificación
temáticas propias de la planificación, ni racional comprehensiva pasa a ser con-
tampoco cómo se han ido incorporando siderada una ciencia. No obstante, con
a su contenido aspectos tales como la el desarrollo de la ciencia política y de
globalización, los riesgos naturales, el la teoría de la administración, empieza
paisaje o la sostenibilidad, sino que a cuestionarse la metodología plani-
intenta proporcionar unas referencias ficadora basada en la teoría racional
útiles que sirvan de base para profun- comprehensiva y el plan deja de ser un
dizar en la materia y para llevar a cabo la instrumento rígido. En efecto, mien-
tarea planificadora. tras que los expertos en ciencia política
consideran que las decisiones no parten
El libro se estructura en seis capítulos. de cero, sino que son el resultado de la
Abordando en el primero el análisis de articulación de los intereses de los dis-
los modelos de decisión, empieza seña- tintos actores, los teóricos de la admi-
lando que la planificación territorial nistración señalan que la racionalidad es
como disciplina surge durante el cambio limitada. Así las cosas, empiezan a surgir
del siglo xix al xx, para dar respuesta a nuevos modelos de decisión, entre los
los problemas generados por los pro- que parecen destacar los presupuestos
cesos de industrialización y urbaniza- establecidos por Lindblom, que tendrán
ción en algunos países europeos y en una gran influencia en el análisis de las
Estados Unidos. En principio, el plan decisiones políticas y en el debate acerca
era concebido como obra de autor y la de cómo se elaboran de hecho las polí-
planificación considerada un arte, enfa- ticas y cómo deberían elaborarse según la
tizándose el diseño físico al entenderse normativa; dicho autor es, a su vez, muy
que la forma del entorno determinaba criticado por otros como Dror y Etzioni.
la calidad de vida social. Este determi-
nismo físico condicionó las actuaciones A la crítica a la planificación se dedica
de los llamados reformistas utópicos el segundo capítulo. El debate ideoló-
hasta que, a finales del xix, empieza a gico de raíz marxista desarrollado en
extenderse la idea de que el plan urba- la década de los sesenta cuestiona la
nístico no puede centrarse en el diseño planificación, al considerarla un instru-
morfológico, porque lo más importante mento ideológico de la clase dominante
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que sirve para garantizar mejor el fun- sustituir a la libre competencia. Esta
cionamiento del capitalismo y resolver lógica de pensamiento reclama, pues, la
algunas de sus contradicciones. Precisa disminución del papel del Estado en el
el autor que resultan especialmente crí- control de las decisiones de localización
ticas las tesis de Scott y Roweis, quienes y en la ordenación territorial.
entienden que la planificación no puede
considerarse ni abstracta ni ahistórica, Llevando como título hacia una reorien-
sino un fenómeno social concreto y tación del método de decisión, el tercero
práctico. Con tal presupuesto, dichos de los capítulos se centra en reflexionar
estudiosos no pretenden establecer sobre nuevas aproximaciones a la pla-
ningún método procedimental, sino nificación que enfatizan la importancia
desvelar el proceso de urbanización de incorporar la opinión pública en
en el sistema capitalista, su lógica de el proceso de toma de decisiones. Se
producción del espacio y las contradic- trata de planteamientos que, basados
ciones que genera, entendiendo que la en la ética, la filosofía, la teoría polí-
planificación debe concebirse como un tica y los nuevos movimientos sociales,
medio con el que reajustar el desarrollo cuestionan el carácter tecnocrático de
espacial y temporal de los usos del suelo. la planificación y defienden una mayor
Lipitz, Castells y Harvey, entre otros participación social en la misma, para
investigadores, contribuyen también a poder incorporar cambios relacionados
desvelar el rol ejercido por la planifi- con sus reivindicaciones sobre el res-
cación cuando ignora o deja al margen peto al medioambiente y la mejora de la
las relaciones de poder y despolitiza los calidad de vida urbana. Se produce así
conflictos urbanos, convirtiéndolos en un cambio tanto en el rol ejercido por el
problemas técnicos. planificador, que pasa a ser constructor
del consenso, como en la planificación,
Desde una posición antagónica, la teoría que va a ser deliberativa. Destacan en
neoliberal es también muy crítica con la tal sentido las aportaciones de Davidof,
planificación. Para Benabent, el plan- para quien los problemas de justicia dis-
teamiento más elaborado sobre la teoría tributiva son centrales en planificación
del Estado en el pensamiento neoliberal y no se pueden resolver técnicamente;
se debe a Nozick, quien considera que plantea al respecto que los ciudadanos
no es el resultado de un contrato social, no solo deben ser oídos, sino también
sino de la transferencia de derechos informados acerca de las razones subya-
individuales. Ello lo lleva a defender un centes en las propuestas de planificación.
“Estado mínimo” que permita la plena Friedman ahonda en lo anterior seña-
autonomía individual y vele por los lando que la transacción entre los pla-
derechos de cada individuo, a la vez que nificadores y la población afectada es lo
rechaza el concepto de justicia redistri- que permite un conocimiento adecuado
butiva, al considerarlo una restricción de los problemas, y que ello requiere que
ilegítima de la iniciativa individual. Así, el proceso sea abierto y democrático.
para el pensamiento neoliberal, la pla-
nificación interfiere la libertad econó- Para Benabent, estos planteamientos no
mica, por lo que debe quedar fuera de la son más que la punta de lanza de otras
política toda intervención que pretenda aproximaciones que cambian el rumbo
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de la teoría y de la metodología plani- al propio plan, que limitan e impiden


ficadora. Tal es el caso, por ejemplo, de en muchas ocasiones el logro de sus
la tesis de Schön sobre el profesional objetivos” (p. 115); estudiosos como
reflexivo; de la de Innes, que asume que Friend, Jessop, Christensen, Rittel y
el conocimiento se construye comuni- Webber son referentes en este campo. A
tariamente y acepta que la información su vez, el paso de la decisión a la acción
se conforma a veces de forma sesgada; demanda la negociación y el acuerdo
de la de Habermas, quien señala que entre los órganos que han de realizar el
“la libertad e igualdad de las partes, plan, por lo que los procesos de deci-
la fuerza del mejor argumento y la sión e implementación tienen que estar
ausencia de coacción o violencia son los unidos; reflexionan sobre ello Alterman,
presupuestos básicos que dotan de legi- Pressman, Wildavsky, Taylor… Junto a
timidad a todo procedimiento delibera- lo anterior, se incorpora la evaluación a
tivo” (p. 73); de la de Forester, sobre el los procesos de planificación, lo que per-
modelo de planificación comunicativa; mite aprender de los errores, mejorar las
o de la de Healey, quien propone una decisiones y modificar la gestión; centran
planificación colaboradora. la atención en este aspecto Alexander,
Faludi, Monnier y Mastop. Resultan
El paso del procedimiento al objeto del interesantes las consideraciones realizadas
plan: la ciudad justa constituye el objeto por Arenal Grupo Consultor, recogidas
del capítulo cuarto. En él señala el autor en cuadros síntesis que las sistematizan.
del libro que, dado que la planificación
gira en torno a procesos espaciales, se Por último, recapacita el autor acerca de
han de tomar decisiones que afectan a la legitimidad de la planificación, subra-
lugares y que suelen generar controversia. yando la creciente complejidad social de
Dichas decisiones tienen que basarse en esta actividad, los diferentes intereses
valores éticos que no pueden eludirse, que pueden condicionarla y la multipli-
por lo que la justicia es fundamental cidad de instancias que intervienen en el
para la planificación. Se incorpora así a proceso, todo lo cual requiere de la apli-
ella la categoría conceptual de “justicia cación de nuevos métodos de aproxi-
espacial”, que tiene su antecedente en la mación a la realidad y de toma de deci-
obra de Lefebvre y está presente en las siones. A continuación hace hincapié en
reflexiones realizadas por otros autores el concepto de “interés general”, seña-
(Purcell, Soja, Young…). Se destaca en lando que, pese a estar siempre cues-
el libro la realizada por Fainstein, para tionado, es a la vez invocado como un
quien “es necesario cambiar la retórica objetivo normativo de la acción pública
sobre la competitividad, que monopo- y como su principal fuente de legitima-
liza la política urbana, hacia un discurso ción, tal y como argumentan Alexander,
sobre la justicia” (p. 110). Moroni, Rawls y Habermans. Se alude
también a la creciente importancia
En el capítulo quinto se analizan segui- de la participación pública en los pro-
damente los procesos de decisión, imple- cesos de planificación territorial, para
mentación y evaluación, lo que requiere cuyo análisis se utilizan, entre otras, las
considerar “el entorno de la decisión, aportaciones de Macpherson, Arnstein,
el conjunto de factores externos, ajenos Davidson y McAuslan.
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Concluye el libro con un epílogo en el


que se sintetizan las principales aporta-
ciones que sustentan su trabajo, lo que
resulta de gran utilidad para el lector,
además de ayudarle a afianzar las ideas
fuerza que se entienden fundamentales.
En definitiva, Benabent hace un inte-
resante y clarificador análisis de la
evolución experimentada desde prin-
cipios del siglo xx por el método de la
planificación territorial, considerando
tanto los planteamientos teóricos que se
ha venido realizando como las lecturas
críticas que a ellos se han hecho. El
resultado de su trabajo resulta de lectura
obligada para todos aquellos que, ya sea
desde la academia o desde la perspectiva
profesional, están interesados en la pla-
nificación territorial.

Inmaculada Caravaca
Universidad de Sevilla

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