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Reflexiones de un Compañero
Oriente de Montevideo,
4 de Setiembre de 1994 E.·. V.·.
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© Daniel Fernández Tabarez Queda prohibida cualquier forma de reproducción, transmisión o
archivo en sistemas recuperables, sea para uso privado o público, grabaciones o cualquier otro,
total o parcial, del presente ejemplar, con o sin finalidad de lucro, sin la autorización expresa.
Primera edición 1994, para circulación interna de la Gran Logia de las Masonería del Uruguay.
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INDICE Pág.
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CAPITULO I
EL TRABAJO EN EL 2º GRADO
A nada menos que esto tienden los trabajos del compañero. Es así
imprescindible dar sentido a lo aflorado en el primer grado,
buscando comprender el mundo de las causas que se oculta detrás
del Fenoménico. Pues solo es señor y conductor quien conoce el
vehículo y el entorno, quien conoce las leyes de la naturaleza y
del hombre y las domina.
Pero, ¿cuáles son los objetivos y cuales las técnicas que habrán
de auxiliarnos?
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Podrá de esta forma, el compañero, descubrir su verdadera
esencia, desprendiéndose definitivamente del ego, de la
personalidad, para llegar a su individualidad, todo impulsado por
las artes y las ciencias del alma.
Así es, HH.·. CComp.·., que para cumplir con la demanda que la
orden nos planta en esta etapa, os propongo ordenar nuestra
búsqueda en doce jornadas, la primera de las cuales estamos
cumpliendo esta noche.
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2ª Jornada: Buscaremos respuesta a: ¿Por qué el aprendiz que
viene en busca del aumento de salario se presenta con una regla
sobre su hombro Izquierdo?
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9ª Jornada: Significado y contenido simbólico del signo del
Comp.·.
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CAPITULO II
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Se nos plantea, de esta manera, un nuevo desafío a los efectos de
desentrañar el mensaje de este símbolo.
¡Que la Regla del amor, con que hemos llegado a la puerta del
templo de Comp.·. nos de la fuerza necesaria!
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CAPITULO III
Así, oír la voz del silencio es entender que la única guía verdadera
viene del interior.
El Comp.·. oirá a sus HH.·., oirá a todos los hombres, los llevará
a su interior y allí oirá la voz que le hablará de la igualdad de
todos los seres humanos, HH.·. en una naturaleza común cuya
esencia se encuentra más allá de las formas y del tiempo.
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Claro que no hablamos del trabajo profano, sino del iniciático, ese
trabajo que una vez comenzado no puede detenerse, que se
convierte en el este de nuestra existencia y que será alimento
permanente de nuestro espíritu.
Digamos, por último, que el sentido del olfato que está llamado a
desarrollar el Comp.·. es el de la intuición. así el olfato le
permitirá a su ser interno comunicarse en forma directa con el
mundo de las causas, de trascender lo ilusorio y de percibir en
forma instantánea la verdad.
“La voluntad s una potencia del alma, que nos mueve hacer o no
una cosa. Si tratamos de desentrañar sus componentes, veremos
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que, en última instancia, la voluntad es la resultante de los
deseos. Así, llamaremos a un hombre como de fuerte voluntad si
sigue una línea definida, sin apartarse de ella y llamaremos
hombre de débil voluntad al que sigue un curso zigzagueante,
desviándose en una u otra dirección bajo el influjo de cada nuevo
deseo”.
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CAPITULO IV
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Ese es en mi concepto el gran objetivo de la Mas.·. Vemos
entonces como el Trívium representa el conjunto de las artes y las
ciencias cuyo dominio le permitirá a nuestro interior emerger en
forma ordenada y manifestarse en la plenitud de su humanidad.
Pero para lograrlo, aun le restan recorrer tres viajes, antes de que
pueda vislumbrarse como estrella de fuego y dueño del poder que
la letra G Simboliza.
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CAPITULO V
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La orden Mas.·. es el reflejo material, la expresión manifestada
del espíritu de la Mas.·.
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Creo que lo cinco órdenes que expresan la armonía y el equilibrio
del G.·. A.·. D.·. U.·. manifestado, son:
• El orden mineral.
• El orden vegetal.
• El orden animal.
• El orden humano
Esta dicho en los evangelios que, sin amor, todo carece de sentido
y es inútil.
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CAPITULO VI
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El Comp.·. está llamado a desarrollar todas las potencias de su
espíritu si efectivamente aspira a la iniciación, pues el hombre
nuevo solo lo será en el desarrollo armónico y equilibrado de
todas sus facultades.
Vera al final de cada trabajo que solo ha recorrido una parte del
camino pero que aún tiene mucho más para recorrer.
Así, hay seres en cada orden muy cercanos al orden que los
sucede y es posible en el plano de manifestación humano
trascender a su orden de Arquitectura y lograr ascender a un plano
de manifestación superior.
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CAPITULO VII
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Dice el H.·. Lavagnini: “La piedra cubica, o sea la individualidad
justamente desarrollada en todas sus caras, no es lo que
precisamente se necesita para el edificio social; una piedra de
ese género constituye la excepción y seria condenada al
aislamiento por no poder aprovecharse en unión con las demás”.
Por eso viaja ahora con las manos vacías, pero con el corazón y
la mente, que ahora se entrelazan, rebosantes de amor y ansias de
dar el paso definitivo, de convertirse en Maestro, en el genio
creador, capaz de guiar junto a sus HH.·., a toda la humanidad
hacia la tierra prometida, tierra que presiente y que al culminar
este viaje vera ante sí.
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CAPITULO VIII
Y así debe ser, pues solo al final de sus viajes está en condiciones
el Comp.·. de penetrar en las profundidades de este símbolo.
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La Estrella Flamígera le recuerda que, dado el proceso de
desarrollo del universo, hasta el último átomo de su cuerpo,
estuvo en un tiempo dentro de una estrella, cada estrella es un
horno nuclear en el cual se introduce la materia liberando un poco
de la energía que heredo de la primera bola de fuego. Por otro
lado, las estrellas han sido y siguen siendo los astros que
posibilitan la vida. En este sentido, los primitivos adoraban al sol,
en el que reconocían a un padre y protector.
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¿Cuáles son estas cuatro fuerzas que gobiernan la manifestación
material?
• La fuerza electro-magnética.
• La fuerza de gravedad.
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Quarks en triadas o grupos de tres, para dar nacimiento a un
protón o a un electrón. Vemos aquí como la ley del triángulo está
en la base de la creación de la materia. La fuerza nuclear fuerte es
portada por partículas llamadas gluques y actúan como el
pegamento más perfecto imaginable.
Pero, ¿Por qué hay cuatro fuerzas? ¿Por qué difieren tan
profundamente de la naturaleza?
Tal como dice el ritual de 1er Gr.·. para algunos será una fuerza
natural o una sustancia, para otros una entidad, pero que viene a
resumir el contenido de todos los viajes anteriores y que se abre
como una interrogante viva en el corazón de cada Comp.·.
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CAPITULO IX
La forma de garra que asumen las manos del Comp.·. nos habla
del dominio que el Comp.·. ejerce sobre su primer centro
psíquico, asiento de lo intuitivo, lo pasional y lo emocional y del
trabajo que viene realizando sobre su segundo centro psíquico,
asiento de lo conceptual al tender el puente entre ambos centros
psíquicos. El Comp.·. domina el mundo de los conceptos, los que
unidos al mundo de las sensaciones, percepciones y emociones le
proporcionan una cabal conciencia de sí. Es por esto que en el
Gr.·. la Escuadra y el Compas se entrelazan.
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El Comp.·. agarra, es decir, domina, integra, atrae hacia sí,
asimila. En el lenguaje de los alquimistas diríamos que transmuta,
nada se pierde, todo es aprovechable, pues busca re-unir, busca el
matrimonio de los opuestos.
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El dominio de los instintos no proviene del exterior, ya que todo
el trabajo del Apr ha estado encaminado a extraer de sí mismo las
fuerzas del ánimo que lo conviertan en dueño de sí. La
quintaescencia la descubre el Comp.·. en su corazón, no en el
macrocosmos.
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CAPITULO X
Por eso el Comp.·. busca esta quintaesencia por sobre los cuatro
planos de la manifestación y solo la alcanza elevándose en su
interior, luego de haber descendido a los infiernos, a ese bullente
caldero de la personalidad, terreno de permanentes batallas, en
donde no hay silencio ni descanso y habiéndola vencido,
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habiendo ignorado al ego, reafirma su individualidad la esencia
de su raza. Es uno con todos y son todos en uno, ha realizado la
incorporación intima de la Letra “G ” a su conciencia.
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CAPITULO XI
Reconozca aquí el Apr.·. sus tres viajes, por el aire, por el agua y
por el fuego y continúe su camino de las manos de Deméter.
Ante este matrimonio del cielo con la tierra Zeus determina que
Core viva un tercio del año con su esposo Hades y dos tercios con
su madre Deméter, así, recobra el suelo la fertilidad perdida.
Por eso cada año, al llegar los fríos, la tierra se viste de luto y
entristece. Desapareció el verdor, las flores están mustias, los
árboles se quedan sin hojas.
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CAPITULO XII
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Descubrimos de esta forma una de las leyes que gobiernan al
universo, todo está en permanente evolución y progreso.
Hasta aquí poco vemos que tenga relación con nuestro símbolo,
pero se ha podido determinar sin lugar a dudas que la molécula
de D.N.A. consta de dos cadenas de poli nucleótidos arrolladas
entre sí en una espiral regular, formando una verdadera escalera
de caracol.
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Cada par de tiras, una antigua y una nueva se arrolla a la otra
formando dos espirales hijas.
¡Que la luz del G.·. A.·. D.·. U.·. dirija sus pasos y le de las
fuerzas necesarias para llegar a la cámara del medio!
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