Está en la página 1de 6

PROPÓSITOS PARA EL AÑO NUEVO

Se inició nuevo año, en un arranque de optimismo nos hacemos grandes


promesas a nosotros mismos:

-Me voy a poner a dieta para bajar esta panza

-Voy a dedicar más tiempo a mi familia y menos a la tv.

¿Cuáles son tus buenos propósitos para el año nuevo?

Hay que escoger bien nuestros buenos propósitos… Escojamos algo


que glorifique a Dios…

Aunque las estadísticas dicen que el 90% de los buenos propósitos del 1º.
De enero no llegan ni siquiera al mes de febrero…

Señor Jesucristo, 4 compromisos con Dios para el año nuevo.

Estos 4 compromisos podrían cambiar tu vida… tu familia, tu iglesia.

1. COMPROMÉTETE A OLVIDAR TUS FRACASOS.

Filip. 3:13 “Mi única mira es: olvidando las cosas de atrás y atendiendo solo
las de adelante”

Hay muchas personas atrapadas en su pasado… una mamá soltera que se


siente fracasada… un divorciado… un estudiante que abandonó sus
estudios…

Estos fracasos se quedan registrados tan profundamente en nuestra mente


que nos paralizan.

La Palabra de Dios nos está diciendo que no nos quedemos enfangados en


nuestros fracasos pasados; nos está ordenando que sigamos adelante
porque Dios tiene preparadas grandes bendiciones para este año y el resto
de nuestra vida y hoy nos quiere preparar para recibirlas, no podemos
recibir algo nuevo si aún estamos usando algo viejo.

Lo primero es levántate de tu fracaso… cualquiera que sea… ¿Le fallaste a


Dios en algún compromiso?¿Tu matrimonio está fracasando? ¿Has fracasado
como padre? Dí:
“CON EL PODER DE DIOS VOY A SALIR DE ESTE FRACASO”

“CON LA AYUDA DE DIOS, ME COMPROMETO A OLVIDAR ESTE FRACASO”

CON LA AYUDA DE DIOS ME COMPROMETO A OLVIDAR MIS FRACASOS…


porque también ya Dios los olvidó.

DIOS DICE: Nunca más me acordaré de vuestras rebeliones, como está lejos
el oriente del occidente, así alejó de nosotros nuestros pecados, los echaré a
lo más profundo de la mar.

¿Te gustaría iniciar el año nuevo con un nuevo corazón…limpio de pecado


por la sangre de Jesucristo? A mí sí.

II. COMPROMÉTETE A ABANDONAR TUS RENCORES.

Col. 3:13 Soportándoos los unos a los otros, y perdonándose mutuamente,


si alguno tiene queja contra el otro; así como el Señor os ha perdonado; así
lo habéis de hacer vosotros también.

Esto sí que es un reto difícil para nosotros… arrancar de nuestro corazón los
rencores y resentimientos… que entre más viejos más enraizados están.

Si existe rencor es porque en realidad no has perdonado.

Los resentimientos han destruido tantas familias, han arruinado tantas


amistades y dividido tantas iglesias!

¡ABANDONA ESE RENCOR! Porque te estás destruyendo a ti misma; te estás


haciendo más daño tu sola que a la persona que le guardas rencor.

¿Cómo abandono mis resentimientos? Perdonando… ASÍ COMO EL SEÑOR


OS HA PERDONADO.

Notemos que Dios no dice: Ignora, sino, PERDONA.

¿Alguien tiene rencor con alguna hermana de la iglesia? Dios nos dice que
ese resentimiento tiene que salir… por favor… no le digan a Dios que no
pueden perdonar porque lo que en realidad le están diciendo: NO QUIERO.

Si Jesucristo el Santo Hijo de Dios envuelto en intenso dolor de pies a


cabeza… extendió sus manos en esa cruz para perdonarte a ti… “Padre,
perdónalos porque no saben lo que hacen” entonces tú también puedes…
¿perdonarás?
III. COMPROMETETE A RESTAURAR TUS RELACIONES.

Rom 12:18 Vivid en paz de ser posible y en cuanto esté de vuestra parte con
todos los hombres.

Muchas de nuestras relaciones se han deteriorado porque hemos hecho y


dicho… probablemente la cosa más difícil de hacer es pronunciar estas
palabras: “Te ofendí… perdóname”

Dios está diciendo a esta iglesia que tiene que iniciar el año restaurando sus
relaciones: Con Dios, familia, hermanos en Cristo, por alguna palabra áspera
que dijimos enojados, y por las acciones insensatas.

Hermanos, en el caso del robo, Dios estableció el arrepentimiento más la


restitución de lo robado... ¿Cuántas muestras de amor debemos? ¿Cuántas
atenciones hemos robado a nuestro hijo o nuestra esposa?

¿Cómo puedo restituir lo robado? Tenemos que hacer cuentas con cada una
de nuestras relaciones.

Con Dios: Cuántas veces lo dejaste plantado en tu cita personal en oración…


en escuchar su voz… A RESTITUIR LO ROBADO. ¿Le has reclamado enojado:
Por qué a mi Señor? A RESTITUIR LO ROBADO. Dios ha tenido hambre y no
fuiste a darle de comer…

Con tu esposa, hijos, padres, compañeros, vecinos, hermanos, etc. Hacer


este tipo de restitución espiritual , es más difícil que hacer una restitución de
algo material, pero es necesaria… porque aquí no venimos a jugar a “la
iglesita” ¿Te comprometes ante Dios?

IV. COMPROMETETE A APARTARTE DE TUS PECADOS.

Rom. 6:5-13

Cada uno de nosotros tenemos un pecado oculto, bien pecado y no nos ha


dejado nunca… nos hace vivir doble vida… soy cristiano pero también soy
borracho… porque no he podido en mi lucha contra el alcohol… Otros han
sido derrotados una y otra vez por la pornografía.
En una ocasión un reportero de la tv le estaba preguntando a los pacientes
del hospital general de la ciudad de México: ¿Qué enfermedad tiene? Artritis,
diabetes, presión alta, hasta que llegó a uno que dijo yo traigo esta bola…
¿Desde cuándo la tiene? Uhh… desde hace mucho tiempo. Y por qué no se
había atendido antes? Es que empezó como una espinillita… y ha ido
creciendo hasta que me acostumbré a vivir con ella.

-Ya te acostumbraste a las malas palabras, cigarro, te encantan los chismes,


te apodan Paty Chapoy, ya te acostumbraste a la fornicación porque desde
cuando la practicas con tu novio.. en este momento Dios nos dice:

DEJA DE OBEDECER A LA CARNE

DEJA DE OBEDECER TUS CONCUPISCENCIAS

La muerte de Jesucristo en la cruz aplastó el poder del pecado…

Ahora enfrenta a Goliat no con espada ni con ejército ni con tus propias
fuerzas ahora dile… “Vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos…
una sola piedra derribó al gigante, esa piedra es JESUCRISTO.

I. AÑO NUEVO – ACORDARSE DE LOS MANDAMIENTOS

Deuteronomio 8:1 “…Cuidareis de poner por obra todo mandamiento… para


que viváis y seáis multiplicados…

1. La obediencia a los aspectos morales de la ley sería el secreto para gozar


de una vida abundante para los Israelitas. (Deuteronomio 30:16-20; Gálatas
3:12).

2. Para la iglesia los aspectos morales de la ley se cumplen en el precepto de


amar al prójimo como a nosotros mismos. (Romanos 13:9; Gálatas 5:14; 1ª
Juan 4:7,8,11.

El Año Nuevo, Tengamos Siempre Presente Que La Norma De


Nuestra Vida Es El Amor.

Que en el hogar el marido ame a su esposa y a sus hijos, que los hijos amen
a sus padres; que en el vecindario y en el trabajo mantengamos buenas
relaciones; que en la iglesia el trato con los hermanos sea siempre de
respeto mutuo y de sincero amor. Pero no de un amor expresado solo en
palabras, sino de hecho y en verdad; (1ª Juan 3:18.)
II. EN EL AÑO NUEVO ACORDARSE DEL DEBER HACIA DIOS

Deuteronomio 8:2-4

1. Te acordarás de todo el camino (= vida) por donde te ha traído el Señor.


Cuando los israelitas están a punto de entrar en la tierra prometida, se
exhorta a estos peregrinos a recordar las experiencias de los últimos
cuarenta años.

2. Para nosotros la vida es como el camino de los israelitas a través del


desierto. Así como fue Dios quien los condujo a ellos esos cuarenta años, el
Señor y no es el azar, ni la casualidad, nos ha conducido a nosotros y nos
traído hasta este día.

Es el Señor, nuestro Padre amante y sabio, el que con su mano providencial


nos ha guiado y permitido las experiencias buenas o malas que usted y yo
hemos recibido el año que pasó y a lo largo de la vida.

Él hace siempre lo mejor para sus hijos, aunque nosotros no lo entendamos


así. Por eso se exhorta al cristiano a dar gracias en todo, y un espíritu de
gratitud y alegría debe embargar nuestro corazón (1ª Tesalonicenses 5:18).

3. Debemos recordar las experiencias del pasado, sean buenas o malas,


para aprender lecciones para el presente o para cultivar un corazón
agradecido de Dios por los bienes recibidos.

4. Debemos recordar que no solo de pan vivirá el hombre. La tentación más


frecuente de Satanás consiste en hacernos olvidar que como seres humanos
tenemos una dimensión espiritual, que no se satisface con cosas terrenales
ni humanas, sino únicamente con la comunión con Dios.

5. Debemos recordar que, lo que para los israelitas fueron esos cuarenta
años por el desierto, es para nosotros la vida , en la cual vamos de paso
(Salmo 90:10-12).

Vamos de paso, hoy estamos y mañana quizá hayamos partido de esta tierra
(Hebreos 11:13-16; 1ª Pedro 2:11). Dispongámonos a tomar conciencia de
nuestra transitoriedad y fragilidad para que vivamos cada día del año
venidero sabiamente.
6. Recordemos que el Señor puede darnos la fuerza. A los Israelitas los
alimentó les dio salud (ni el pie se te ha hinchado; Deuteronomio 8:4).
Confiemos que el Señor puede darnos salud el año entrante, y cultivemos
una mente positiva, porque hay muchas enfermedades psicosomáticas, que
si bien es cierto son reales y físicas, comienzan siendo temores y
ansiedades. Dios era visto por Israel como el Sanador y sabemos que Dios
no cambia (Éxodo 15:26).

No debemos llenarnos de ansiedad por las posibles enfermedades que


podrían sobrevenirnos, porque, sean estas de la naturaleza que fueren, el
Señor puede salvarnos de ellas.

Quizá ya no veamos tantos milagros como los que se relatan en algunos


lugares de la Biblia, pues sólo hay tres breves periodos de tiempo cuando se
dice que Dios actuó de esa manera maravillosa, pero no debemos tener
dudas de que el Señor hoy en día sigue actuando misericordiosamente en
favor de sus hijos, actuando, ya sea milagrosamente u ocultamente tras
medios tan seculares como son los médicos y los medicamentos. Pero, por
cualquier medio que recobremos la salud, debemos darle a Dios la gloria.

En el año nuevo tomémonos de la mano del Señor y pidámosle cada


día su alimento y fuerza para vivir, todo el tiempo de nuestra
peregrinación, dando gloria a su Nombre.

También podría gustarte