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MÉTODO CRÍTICO
En hebreo el nombre para Levítico es “wa-yiqra” (que significa “y [él] llamó”), la cual es la primera
palabra del libro. El título “Levítico” proviene del griego y quiere decir “perteneciente a Leví.”
Este libro contiene las instrucciones dadas directamente por Dios a Moisés, el autor del libro
(1:1).
MÉTODO HISTÓRICO
La mayor parte consiste en preceptos y estatutos establecidos por Dios para instruir a los
sacerdotes levitas en sus deberes y para promover un acercamiento del pueblo hacia Dios y un
estilo de vida en santidad.
2) ¿CUÁL FUE LA RAZÓN PRINCIPAL POR LA CUAL SE ESCRIBIÓ ESTE LIBRO? Dios quiere un
pueblo apartado para Él, un pueblo santo.
ÉNFASIS: El concepto correcto con respecto a la adoración, tanto para el pueblo como para los
sacerdotes; institución del sacerdocio bajo Aarón; leyes para proteger la limpieza ritual,
incluyendo expiación por los pecados (el día de Expiación); leyes para regular las relaciones
sexuales, para la vida en familia, para el castigo de delitos mayores, para las fiestas y para los
años especiales (sábado y jubile).
TEMAS: Levítico es importante por sus claras enseñanzas en cuanto a tres verdades espirituales
fundamentales:
1. Santidad. “Sean santos, porque yo, el Señor su Dios, soy santo” (19:2) es el mensaje de
este libro, En Levítico, la santidad espiritual es simbolizada por la perfección física o la pureza,
así como por la separación del mundo
2. Pecado, sacrificio, expiación. Puesto que ningún ser humano es perfecto, Dios proveyó el
sistema sacrificial del Antiguo Testamento como un medio de expiación. En este sistema, se
debía entregar una vida a cambio de vida. El capítulo 16 de Levítico contiene las instrucciones
de Dios para la observación del Día de Expiación. En ese día el sumo sacerdote de Israel
entraba al Lugar Santísimo y ofrecía un sacrificio animal en expiación por sus propios pecados.
Después mataba otro animal y rociaba la sangre sobre el altar para expiar el pecado del
pueblo. El Nuevo Testamento compararía después estos sacrificios al sacrificio de Cristo al
morir en nuestro lugar. Pero a diferencia de los sacerdotes humanos, Cristo no tuvo que
ofrecer primero un sacrificio por sus propios pecados y luego por los del pueblo, porque esto
lo hizo cuando se presentó a sí mismo como sacrificio (Heb 7.27).
Levítico enseñó a Israel a preparar diferentes tipos de sacrificios: ofrenda encendida, ofrendas
de grano, ofrendas de paz, ofrendas por el pecado y ofrendas por culpa y transgresión. Eran
presentes por medio de los cuales un adorador expresaba su lealtad y devoción a Dios. Pero
un sacrificio cruento en el que se presentaba a Dios la sangre de un animal era más que un
regalo. Simbolizaba que el adorador ofrecía su vida a Dios, pues los hebreos creían que «la
vida de la carne en la sangre está» (Lv 17.11). Esto también adquiere mayor significado en el
Nuevo Testamento cuando se aplica a Cristo. Él dio su vida a nuestro favor cuando derramó
su sangre para quitar nuestro pecado.
Israel tenía, hasta ese punto, solo los registros históricos de los patriarcas de los cuales obtener
su conocimiento de cómo adorar y vivir delante de su Dios. Habiendo sido esclavos durante
siglos en Egipto, la tierra de un aparente número infinito de dioses, su concepto de adoración y la
vida piadosa fue severamente distorsionada Su tendencia a aferrarse al politeísmo y al ritual
pagano se ve en su peregrinar por el desierto, por ejemplo, cuando adoraron al becerro de oro
(Ex 32). Dios no les permitiría adorar de la misma manera que sus vecinos egipcios, ni tampoco
toleraría ideas egipcias de la moralidad y el pecado. Con las instrucciones de Levíticos, los
sacerdotes podían guiar a Israel en la adoración apropiada para el Señor.