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Manual Latte Art

Escuela de Café Dromedario

Uso interno exclusivamente. No reproducir o distribuir.

v 1.2 agosto 2023


Calidad. Formación. Personas. Café

LA LECHE Pag 4

LA LECHE DE VACA Pag 6

TIPOS DE LECHE Pag 9

PROPIEDADES DE LA LECHE Pag 11

TÉCNICAS DE TEXTURIZACIÓN Pag 13

FORMAS BÁSICAS Pag 17


LA LECHE

LA VACA
Es una especie de mamífero artiodáctilo de la familia de los bóvidos. Bos taurus es el nombre científico
que se asignó al conjunto de los bóvidos domésticos del Viejo Mundo, descendientes de las diferentes
subespecies del uro salvaje (Bos primigenius). Existen dos subespecies principales: Bos taurus taurus, la
vaca o toro doméstico europeo, y Bos taurus indicus, el cebú, de origen asiático.

No todas las razas de vaca dan leche, principalmente son dos las especies que se utilizan para la cría y
obtención de leche para uso alimentario: la raza Holsteien, o frisona, de origen holandes, y la raza Jersey,
de origen británico, que además tiene un alto contenido en grasa y lactosa (azúcar de la leche), lo que la
convierte en una buena leche para complementar el dulzor del espresso.

La leche que se obtiene está compuesta principalmente de proteínas, grasas y azúcares (lactosa).

Vaca Frisona Vaca Jersey

EL AZÚCAR DE LA LECHE: LA LACTOSA


El azúcar que tiene la leche se denomina lactosa y está compuesto por dos azúcares simples, que son la
glucosa y la galactosa, que casualmente son dos azúcares que pueden encontrarse en los carbohidratos
del café tostado.

La lactosa contribuye a la mitad de las calorías que encontramos en un vaso de leche, y aporta mucho al
sabor final de esa leche. Dependiendo de cuál sea la alimentación del animal, puede que sus azúcares y
por lo tanto su sabor, varíen mucho. Si su alimentación es con una dieta a base de hierba seca, su sabor
final será sabroso con un cierto toque salino, si por el contrario la vaca pasta hierba fresca, su leche final
será mucho más dulce, y por lo tanto más rica en el paladar.
LA GRASA DE LA LECHE
La grasa de la leche se encuentra en ella como pequeños glóbulos rodeados de una membrana
compuesta por lípidos y proteínas. La membrana de cada glóbulo de grasa hace que no se junten,
formando grandes glóbulos de grasa, y los protegen de enzimas que podrían consumirlos y dejar a la
leche con poca grasa y sin dulzor.

Estas membranas son muy importantes cuando comienza a entrar vapor de agua a alta temperatura,
cuando esto ocurre, las proteínas de la leche incrementan su volumen y hacen que esta leche engorde,
por lo tanto es entendible que cuanta más grasa, más proteínas de las membranas habrá y mejor
texturizará.

LAS PROTEÍNAS DE LA LECHE


Hay multitud de proteínas en la leche, pero vamos a fijarnos únicamente en dos: las crudas: caseínas,
que al entrar en contacto con una solución ácida se apelmazan formando lo que conocemos como
cuajada, y las otras, que en las mismas condiciones forman lo que conocemos como suero.

TIPOS DE LECHE
Existen diferentes tipos de leche en el mercado:

DE ORIGEN ANIMAL:

- Leche de Vaca

- Leche de Oveja: es una leche rica en proteínas y en grasa en comparación con las otras leches de
origen animal aquí expuestas, por lo tanto muy óptima para la texturización.

- Leche de cabra: es un lácteo compuesto por agua. Tiene un bajo aporte calórico debido a la cantidad
de hidratos de carbono y grasas que contiene. Aporta proteínas de muy buena calidad. La grasa de la
leche de cabra es más digestible que la de vaca, debido a que sus glóbulos de grasa son más pequeños y
más fácilmente atacables por los jugos digestivos. Contiene niveles muy bajos de lactosa. Contiene baja
cantidad de caseína y por lo tanto es adecuada para quienes son alérgicos a esta proteína tan abundante
en la leche de vaca. En cambio, contiene bastante proteína betalactoglobulina.
DE ORIGEN VEGETAL:

- Leche de soja: es una bebida elaborada a partir de granos de soja. Se obtiene remojando, moliendo y
filtrando la soja. Es de mediana digestión, carece de altos niveles de colesterol y tiene la mitad de grasas
y calorías, la misma cantidad de vitamina B y más hierro que la leche de vaca. La calidad y cantidad de
sus proteínas es superior a la de la carne, el huevo o la leche de vaca. Igual que esta última, tiene
componentes alergénicos aunque es apta para intolerantes a la lactosa.

- Leche de almendra: la leche de almendra es un sucedáneo de la leche elaborado principalmente con


pasta de almendras, que era base de la preparación de muchos de los platos de la cocina medieval. Al
contrario que la leche de origen animal, no contiene colesterol o lactosa. Su cantidad de proteínas la
hace idónea para suplementar y en ocasiones complementar las proteínas de origen animal.

- Leche de coco: es un ingrediente muy empleado en las cocinas de Asia como base de diferentes salsas,
tiene una apariencia similar a la leche y se considera un producto derivado de la pulpa rallada del coco
maduro, comunmente mezclada con agua. No se debe confundir esta “leche” con el agua de coco, ya
que el “agua” no se saca de la pulpa, sino que está de forma líquida y natural en la cavidad central de la
pulpa del coco. También tiene un contenido aceptable de proteínas aunque menor que la de almendra
y la de soja.

LA LECHE DE VACA:

La leche de vaca es la obtenida a partir del ordeño de las hembras, de color blanquecino, compuesta de
grasas, proteínas, lactosas y otros componentes, siendo la más consumida por el ser humano como
sustitutivo de la leche originaria de la mujer. Para que el animal produzca este líquido es necesario que
haya parido anteriormente, para que sus glándulas mamarias produzcan esta leche. Para el consumo
de esta leche se han de dar diferentes pasos, comenzando por el ordeño, siguiendo por la depuración,
tratamientos térmicos y por último el envasado.

EL ORDEÑO:
Las técnicas de ordeño son básicamente dos:

Manual: Es necesario limpiar las ubres de manera aséptica (con un jabón especial y usando agua
potable) para evitar contagiar al animal con mastitis. La cara del ordeñador siempre debe ver
directamente al vientre de la vaca.
Mecánica: Utiliza una succionadora que ordeña a la vaca en el mismo orden que el ordeño manual.
Extrae la leche haciendo el vacío. La diferencia radica en que lo hace en menos tiempo y sin riesgo de
dañar el tejido de la ubre. Las succionadoras deben limpiarse con una solución de yodo al 4%.

Al realizar el ordeño, siempre deben realizarse dos tareas:

Desinfectar el pezón con agua destilada: Esto se realiza con una malla fabricada con manta de cielo
(una tela de color blanco realizada con hilo fino). Al disparar un chorrito de leche hacia ésta, se debe
observar si la leche sale sin grumos, puesto que esto puede significar que la vaca tiene mastitis.

Sellar el pezón: Se realiza con la misma solución con la que se limpian las succionadoras. La diferencia
radica en que el pezón se va a limpiar totalmente con esta solución para cerrar el conducto lactífero. De
esta forma se evita que el pezón se infecte. Si la succionadora generó una herida en el animal, pues éste
tiene piel muy sensible, el yodo evitará una infección posterior.

DEPURACIÓN:
La leche, según la aplicación comercial que se le vaya a dar puede pasar por una gran cantidad de
procesos, conocidos como procesos de depuración.

Filtración: se utiliza para separar la proteína del suero y quitar así las impurezas como sangre, pelos,
paja, estiércol. Se utiliza una filtradora o una rejilla.

Homogeneización: consiste en la agitación continua (neumática o mecánica) ya sea con una bomba,
una homogeneizadora o una clarificadora, y cuya finalidad es disminuir el glóbulo de grasa antes de
calentarla y evitar así que se forme nata. Éste debe ser de 1 micrómetro de diámetro. Se realiza a 50 °C
para evitar la desnaturalización. La homogeneización, después de la pasteurización, estabiliza la grasa
en pequeñas partículas.

Estandarización: cuando una leche no pasa positivamente la prueba de contenido graso para elaborar
determinado producto, se utiliza leche en polvo o grasa vegetal. Se realiza de dos formas: primero de
manera matemática (con procedimientos como la prueba χ² de Pearson o Balance de materia) y la otra
práctica, midiendo las masas y mezclándolas. Antes de que la leche pase a cualquier proceso, debe
tener 3,5% de contenido graso. Este proceso se emplea también cuando la leche, una vez tratada
térmicamente, perdió algún tipo de componentes.
Deodorización: para quitar los olores que pudieran impregnar la leche durante su obtención, para lo
que se emplea una cámara de vacío, donde los olores se eliminan por completo.

Bactofugación: elimina las bacterias mediante centrifugación. Se genera una rotación centrífuga que
hace que las bacterias mueran y se separen de la leche.

Clarificación: se utiliza para separar sólidos y sedimentos innecesarios presentes en la leche (como
polvo o tierra, partículas muy pequeñas que no pueden ser filtradas).

TRATAMIENTOS TÉRMICOS:
Una vez que ya se realizó la depuración, la leche puede ser tratada para el consumo humano mediante
la aplicación de calor para la eliminación parcial o total de bacterias.

De acuerdo con esto, se empleará la termización, la pasteurización, la ultrapasteurización o la


esterilización.

Termización: con este procedimiento se reduce o inhibe la actividad enzimática.

Pasteurización (Slow High Temperature, SHT): con este procedimiento la leche se calienta a
temperaturas determinadas para la eliminación de microorganismos patógenos específicos:
principalmente la conocida como Streptococcus thermophilus. Inhibe algunas otras bacterias.

Ultrapasteurización (Ultra High Temperature, UHT): en este procedimiento se emplea mayor


temperatura que en la pasteurización. Elimina todas las bacterias menos las lácticas. No requiere
refrigeración posterior.

Esterilización: la alta temperatura empleada de 140 °C por 45 s elimina cualquier microorganismo


presente en la leche. No se refrigera posteriormente; esta leche recibe el nombre también de
higienizada. Este proceso no aplica a leches saborizadas o reformuladas pues sufren caramelización.
Las leches blancas tratadas de este modo se embalan en tetrabrik o cajas de cartón especial
higienizadas y recubiertas internamente con un film satinado.

Después de un tratamiento térmico la refrigeración puede ser prescindible debido a que no es necesario
bajar la temperatura en todos los casos, solamente cuando la leche aún posee microorganismos.
De acuerdo con la calidad microbiana saliente se considera la refrigeración; de ahí que la termización
tenga refrigeración obligada y la esterilizada no. Si no existen bacterias o actividad enzimática la leche
no se alterará a temperatura ambiente; si dejamos cualquier leche en un vaso y sin tapar entonces el
oxígeno hará lo propio como agente oxidante, más no debido a actividades internas de la leche.

TIPOS DE LECHE A TRABAJAR

Se puede trabajar con los 3 tipos de leche habituales: entera, semidesnatada y desnatada.

LECHE ENTERA LECHE DESNATADA


Información nutricional por cada 100ml Información nutricional por cada 100ml

Valor Energético 63 Kcal (144KJ) Valor Energético 34 Kcal (144KJ)

Proteínas 3,1 g Proteínas 3,2 g

Hidratos de Carbono 4,6 g Hidratos de Carbono 4,7 g

Grasas 3,6 g Grasas 0,25 g

Calcio 120 mg Calcio 120 mg

La única variación que encontramos es la cantidad de grasas que tiene cada una de ellas, que variarán
en de manera poco apreciable la texturización, aunque si que la variará y de manera mucho más
marcada el sabor. A mayor grasa, mejor texturización y mejor sabor. (Hay que tener en cuenta que en la
texturización influye el contenido en proteínas).
Otras presentaciones de envasado que podemos encontrar en el mercado además de las tres mencio-
nadas con anterioridad, son las siguientes:

Leche Deslactosada: se somete a un proceso en el cual se transforma la lactosa en glucosa y galactosa


para hacerla de mayor digestibilidad. Muy popular en Colombia y América Latina.

Saborizada: es la leche azucarada o edulcorada a la que se la añaden sabores tales como fresa, cacao en
polvo, canela, vainilla, etc. Normalmente son desnatadas o semi desnatadas.

Galatita: plástico duro obtenido del cuajo de la leche o más específicamente a partir de la caseína y el
formol.

En polvo o Liofilizada: a esta leche se le ha extraído el 95% del agua mediante procesos de atomización
y evaporación. Se presenta en un polvo color crema. Para su consumo sólo hay que rehidratarla con
agua o con leche.

Condensada, concentrada o evaporada: a esta leche se le ha extraído parcialmente el agua y se


presenta mucho más espesa que la leche fluida normal. Puede que contenga azúcar añadida, como
sucede en la condensada.

Enriquecidas: son preparados lácteos a los que se le añade algún producto de valor nutritivo como
vitaminas, calcio, fósforo, omega-3, etc.
PROPIEDADES FÍSICAS DE LA LECHE DE VACA

La leche de vaca tiene una densidad media de 1,032 g/l. Es una mezcla compleja y heterogénea
compuesta por un sistema coloidal de tres fases:

Solución: los minerales así como los glúcidos se encuentran disueltos en el agua.

Suspensión: las sustancias proteicas se encuentran con el agua en suspensión.

Emulsión: la grasa en agua se presenta como emulsión.

Contiene una proporción importante de agua, el 87%. El resto constituye el extracto seco que
representa 130 gramos por litro. Los componentes principales son, los orgánicos (glúcidos, lípidos,
proteínas, vitaminas), y los minerales (Ca, Na, K, Mg, Cl).

PROPIEDADES QUÍMICAS DE LA LECHE DE VACA

El pH de la leche es ligeramente ácido, entre 6,6 y 6,8. Su cantidad de ácido láctico suele ser de
0,15-0,16% de la leche. Las sustancias proteicas de la leche son las más importantes en el aspecto
químico. Se clasifican en dos grupos: proteínas (la caseína el 80% y las proteínas del suero, un 20%), y
las enzimas.

La actividad enzimática depende de dos factores: la temperatura y el pH; y está presente en todo el
sistema de diversas formas:

La fosfatasa: es un inhibidor a temperaturas de pasteurización e indica que se realizó bien la


pasteurización.

La reductasa: es producida por microorganismos ajenos a la leche y su presencia indica que está
contaminada.

La xantoxidasa: que en combinación con nitrato de potasio inhibe el crecimiento de bacterias butíricas.

La lipasa: oxida las grasas y da olor rancio a los productos, se inhibe con pasteurización.

La catalasa: se incrementa con la mastitis y se usa como indicador microbiológico.


PROPIEDADES MICROBIOLÓGICAS DE LA LECHE DE VACA

La leche recién obtenida es un sustrato ideal para un gran número de géneros bacterianos, algunos
beneficiosos y otros perjudiciales, que provocan alteraciones diversas del alimento y sus propiedades:

Lácticas: convierten mediante la fermentación, la lactosa en ácido láctico. Generan una alteración en la
consistencia, como Lactobacillus bulgaricus, que hace espesar la leche, yogur. Genera que el porcentaje
de acidez suba y el pH baje a 4,5. A temperaturas ambientales se genera un cultivo láctico, tardando
hasta 2 días, pero si aplicamos calor el proceso acelera.

Propiónicas: generan liberación de dióxido de carbono (CO2). Actúan sobre las trazas de ácido
propiónico de la leche para generar ácido acético. Pueden generar un exceso burbujeante sobre la leche
y dar un olor excesivamente ácido. Requieren de temperaturas de 24 °C para comenzar a actuar.

Butíricas: generan coágulos grasos en la leche no acidificada. La alteración de la grasa puede generar un
espesor muy poco deseado. Requieren de poca acidez y de un pH superior a 6,8.

Patógenas: alteran todas las propiedades. La acidez disminuye, el pH comienza a hacerse básico, existe
una separación irregular de las grasas y la caseína (se "corta") y el olor se hace pútrido. Producen
liberación de CO2 y dióxido de nitrógeno (NO2). Generan burbujas grandes como efervescente.
Requieren de temperaturas de 37 °C y de acidez baja. Usualmente, la leche fuera de refrigeración
experimenta estos cambios.

Psicrófilas: este tipo de bacterias aparecen después del esterilizado de la leche y resisten las bajas
temperaturas pudiendo incluso manifestar crecimiento bacteriano entre 0° y 10° C. Aunque en el
esterilizado se eliminan la mayor cantidad de este tipo de gérmenes, estos dejan una huella enzimática
(proteasa) que resiste las altas temperaturas provocando en las leches un amargor característico
cumplido el 50% del tiempo de su caducidad. Dan sabores amargos a la leche. Requieren un grado de
acidez y valor de pH menor a 6.6.
TÉCNICAS DE TEXTURIZACIÓN

Elección de la leche

Es importante el tipo de leche a elegir para la elaboración de combinados con café espreso. Muy
importante es fijarnos en las proteínas, que estén entre un 3% y un 3,2%, preferiblemente que no baje
del 3%, y en el sabor que queda al texturizar, ya que algunas leches se queman antes que otras. No
importa en mayor medida, si esta es entera, semi o desnatada a la hora de texturizar (lo importante son
las proteínas), pero obviamente obtendremos mejor y mayor aguante de la unión de la parte cremada y
de la liquida, por la composición de la misma que hemos visto anteriormente en aquellas en que su
contenido graso también sea mayor, y además aumentaremos el sabor de la misma por esta grasa. Si
bien es cierto que dependiendo la especie de vacuno de la que proceda, así como de su alimentación,
conseguiremos que esta leche sea más dulce.

Temperatura inicial de la leche

La leche no podrá superar los 70ºC en el proceso de vaporización, ni debemos de incorporar O2 por
encima de 35ºC, por lo que será conveniente que la temperatura al llenar la jarra, sea lo más fría posible
(cercana a los 3ºC), para poder tener mayor tiempo de trabajar la leche con la lanceta de vapor. Con lo
que es obvio que debemos de disponer de una cámara frigorífica cercana a nuestro puesto de trabajo
barista.

Preparación (mise en place)

Las jarras a utilizar deberán de ser cilíndricas, y estas deberán de estar limpias y secas con anterioridad
a la texturización preferiblemente. Es muy importante tener la lanceta limpia tanto por fuera como por
dentro, para no aportar sabores desagradables a nuestra leche, para que ningún orificio de la lanceta se
encuentre obstruido y poder obtener el máximo de vapor para trabajar la leche. Deberemos de disponer
de un paño exclusivamente para la limpieza de la lanceta, colocado sobre una superficie limpia (un
plato p.ej.) para no tener contaminaciones cruzadas. Antes de comenzar, purgaremos la lanceta para
que el vapor que quedó en la ejecución anterior y que puede haber pasado a estado liquido, no lo
incorporemos a la leche. Vertemos la leche fría hasta la mitad de la jarra y ya podemos comenzar.
¿Qué sucede en la vaporización?

Lo que sucede al introducir el vapor de agua en la leche es que las proteínas que están en la solución y
aquellas que se encuentran en las películas que envuelven los nódulos de grasa, envuelven los átomos
de oxigeno que se introducen creando pompas grandes y cremosas, y previniendo que el vapor de agua
las haga explotar.

Hay que tener en cuenta que debemos de conocer perfectamente la habilidad que posee nuestra
leche para aceptar ese aire y crear esas burbujas, que es debido a la química de la leche, que puede
sufrir alteraciones dependiendo la estación en la que estemos o los días que lleve envasada, o incluso
la misma leche puede ser diferente entre regiones o países.

También debemos de pensar en la frescura de la misma, porque las grasas pueden comenzar a rom-
perse y formar ácidos que no permitirán que la leche se creme.

¿Comenzamos?

Es importante la cantidad de leche que incorporamos en nuestra jarra, puesto que si ponemos de más,
no tendrá espacio para expandirse correctamente, y si por el contrario hay poca, es probable que la
lanceta no llegue a contactar con la leche y no consigamos texturizar la misma. Comenzar con la
cantidad adecuada, reduce el desperdicio, y hace que nuestra texturización se acerque a lo perfecto.

Vaporizando

Colocamos la punta de la lanza de vapor 1 cm por debajo de la superficie de la leche, y accionamos la


maneta para obtener el vapor rápidamente, de tal manera que escucharas un sonido zezeante (si no
aparece baja milimétricamente la jarra hasta que comiences a escucharlo), que hará que las proteínas
envuelvan ese oxigeno y por tanto que consigamos una buena texturización. Debemos de escuchar
ese ruido durante los primeros segundos, hasta que hayamos conseguido crecer la leche la mitad de lo
que la llenamos. Para ello debemos de adelantarnos a que deje de sonar cada segundo bajando mili-
métricamente la jarra a medida que la leche va creciendo, hasta que tengamos 3/&4 de jarra o nuestro
termómetro marque 35ºC. Os vuelvo a recordar que es importante comenzar de leche fría para conse-
guir una mayor homogenización de la crema obtenida.
Cuando obtengamos la cantidad de espuma deseada, para lo que miraremos cuanto ha aumentado la
leche, comenzaremos a hundir ligeramente la punta de la lanceta para que el vapor de agua haga
circular la leche dentro de la jarra (a 35º C meter la lanza de vapor), hasta que alcancemos los 70ºC,
momento en el que pararemos la lanza para no desvirtuar nuestra leche, con la ayuda de un
termómetro. (recordad que el termómetro siempre va un pasito por detrás, así que deberéis cortar la
lanza cuando este marque 60ºC

Presión

Debemos de tener la mayor presión de aire posible siempre en nuestra texturización. En caso que
nuestra jarra fuera muy pequeña, o que nuestra maquina tenga demasiada presión, es preferible
incorporarle cabezas de lanza que no permitan salir el 100% de la presión, o inclinar estas para que sólo
actúen parte de los orificios. Pero hay que ser conscientes, que esto no nos impida que la leche rote en
el interior de nuestra jarra.

Limpieza

Cuando hayamos cortado la salida de vapor de nuestra lanceta, cogeremos nuestro paño colocado en la
parte superior de la cafetera, la rejilla, encima siempre de un plato para evitar contaminaciones
cruzadas, y antes de abrir el vapor, limpiaremos concienzudamente la lanceta, eliminando cualquier
resto de leche que pudiera quedar. Una vez efectuado esta paso, procederemos a oberturar de nuevo el
vapor, envolviendo previamente la lanceta con nuestro paño (exclusivo para ella), para eliminar posibles
restos de leche que hubieran podido haber sido succionados al hacerse el vacio en el momento en el
que cortamos la vaporización de la leche.

El servicio

Golpeo:
Antes de servir es probable que aprecies alguna burbuja de aire grande en la superficie de tu jarra, e
incluso si es así será probable que tengas esas mismas burbujas en el interior. En este caso, golpea la
jarra con un movimiento seco en una superficie resistente y lisa, poniendo tu mano en la parte alta para
no manchar nada. De esta manera estas burbujas explotarán desapareciendo de tu leche cremada.
Remolino:
Te habrás dado cuenta que muchos baristas remueven su leche dentro de su jarra nada más sacarla del
vaporizador. Esto es debido a que la parte de la leche que tiene las burbujas de aire rodeadas de
proteínas, pesa menos y por tanto asciende, y el resto de la leche queda debajo, incluso aunque el
tiempo de espera hayan sido escasos segundos. Remueve la leche para que se homogenice, hasta que
consigas un color blanco brillante. Trasvasa a otra jarra todo el contenido para asegurarte que la parte
de abajo también está bien mezclada. Recuerda que dibujas con la mezcla de las dos texturas, la
cremada y la líquida. Ahora puedes comenzar a servir.

Distancia:
Esta depende de la bebida que se quiera hacer, así como del dibujo que queramos plasmar en la
superficie de nuestro café, nuestro latte art. Por lo tanto tu debes elegir que es lo que quieres hacer. Si
comienzas demasiado cerca de la leche, puede hacer que la leche se asiente en la superficie del espreso
y no se mezcle bien. Por el contrario si comienzas demasiado lejos es probable que rompas la crema del
espreso y la sensación sea de color demasiado pálido. Una buena colocación oscilará entre los 8 y 12 cm
de distancia de la superficie del espreso al que nos iremos acercando gradualmente. No tengas miedo
de bajar el chorro de leche.

Velocidad:
La velocidad va muy ligada a la distancia. Escucharás a baristas que te comentan que ellos prefieren
comenzar despacio, incrementar la velocidad y volver a terminar despacio. En cualquier caso eres tu el
que elige con que velocidad vas más cómodo, si bien, durante todo el proceso de servicio, nuestra
velocidad es baja, haremos que nuestra leche se separe en el interior de la jarra y por tanto terminemos
con una gran mancha blanca en la superficie de nuestro latte.

Localización:
Tan pronto como cojas habilidad podrás darte cuenta que vertiendo primero en diferentes lugares,
consigues dibujos diferentes en tu taza. Hasta que consigas dominar los básicos, te recomiendo que
viertas en el centro de tu taza. Solo conseguirás dibujar con paciencia y muchas repeticiones. No te
desanimes, vuelve a intentarlo una y otra vez y verás que llega el día en que sin más ni más el dibujo
aparece. La constancia es la clave del éxito.
FORMAS BÁSICAS

Vertiendo un CORAZÓN

1º Remueve la leche texturizada y golpéala si es preciso hasta que la leche espumada y la que no lo está
formen un solo líquido cremosos y elástico.

2º Inclina ligeramente la taza y comienza a verter la leche suavemente a unos 8 cm de distancia.

3º Después de unos pocos segundos acerca la jarra a la superficie y mueve la punta de la jarra al centro
del espreso formando una nube.

4º Continua sirviendo para que la nube llene la superficie y volumen de la copa.

5º Cuando la taza esté cerca de llenarse, mueve la jarra recta de atrás a adelante para que se forme una
línea que atraviese el centro del diseño hasta el final de la taza.

Vertiendo una ROSETA

1º Remueve la leche texturizada y golpéala si es preciso hasta que la leche espumada y la que no lo está
formen un solo líquido cremosos y elástico.

2º Inclina ligeramente la taza y comienza a verter la leche suavemente a unos 8 cm de distancia.

3º Después de unos pocos segundos pon el chorro en el centro de la taza acerca la jarra a la superficie y
mueve la punta de la jarra de forma oscilatoria y curveada.

4º Sigue con las ondulaciones con la jarra con un suave movimiento de muñeca, creando anillos los
cuales crearán la roseta desde abajo hacia arriba.

5º Continua con los suaves movimientos ondulativos de la jarra mientras se desplaza la crema hacia
atrás hasta el final de la taza.

6º Cuando la taza esté cerca de llenarse, levanta la mano para alejar el chorro unos 4 cm, y mueve la
jarra recta de atrás a adelante para que se forme una línea que atraviese el centro del diseño hasta el
final de la taza.
LATTE ART

CORAZÓN TULIPÁN

ROSETA PERRO / OSO


NOTAS:

19
@cafedromedario · cafedromedario.com

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