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CARTA DE INTENCIÓN

Por medio de la presente Carta de Intención quiero, por mi propia voluntad y decisión, que de
ninguna manera y por ningún motivo se me encierre nunca en un hospital psiquiátrico o mental, o
cualquiera de las denominaciones que se le den, ni se me dé tratamiento ni psiquiátrico, ni psicológico
ni psicoanalítico de ninguna especie, mucho menos choques eléctricos, drogas o medicamentos
psiquiátricos de ningún tipo. Dado que esto podría ocurrir por cuestiones de cualquier índole desde
testamentarias hasta por venganzas personales o un malentendido deseo de ayudarme, reitero mi
negativa absoluta a ser internado en cualquiera de los antes nombrados o a tener tratamiento del tipo
también antes nombrado.
Doy mi autorización para que cualquier amigo mío o amiga mía, o pariente mío utilice este
escrito para rescatarme de inmediato en caso de que ocurra tal privación ilegal de mi propia libertad, y
también doy autorización para que se inicie de oficio el recurso penal correspondiente a dicho delito en
contra del o los psiquiatras o médicos o psicólogos responsables, lo mismo que el hospital privado o
público donde haya ocurrido o esté ocurriendo, y en contra de la persona que inició dicho delito ya sea
pariente o conocido mío. De la misma manera otorgo el poder necesario para demandar civil y
penalmente a quien resulte responsable sea médico psiquiatra o psicólogo, pariente o individuo
involucrado con el fin de cobrar cualesquiera de los daños ocurridos en mi persona. También autorizo,
por medio de este escrito, a que se publique lo ocurrido en cualquiera de los medios de difusión ya sea
televisión, radio, Internet, o cualquier otro medio. Para lo anterior me baso en lo que ordena la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, los diversos tratados internacionales, el Código
Penal y el Código Civil de la República Mexicana, algunos de los cuales a continuación cito:
Artículo 1.- En los Estados Unidos Mexicanos todo individuo gozará de las garantías que
otorga esta Constitución, las cuales no podrán restringirse ni suspenderse, sino en los casos y con las
condiciones que ella misma establece. Está prohibida la esclavitud en los Estados Unidos Mexicanos.
Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las
capacidades diferentes, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las
preferencias, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto
anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas.
Está claro para mí que cualquier mote de “enfermedad mental” es una forma de discriminación
e infamia.
Artículo 5.- A ninguna persona podrá impedirse que se dedique a la profesión, industria, comercio o
trabajo que le acomode, siendo lícitos.
Privado ilegalmente de mi libertad me sería imposible trabajar.
Artículo 13.- Nadie puede ser juzgado por leyes privativas ni por tribunales especiales.
El psiquiatra está pretendiendo juzgar mi conducta con leyes privativas y su tribunal especial.
Artículo 14. …Nadie podrá ser privado de la libertad o de sus propiedades, posesiones o derechos,
sino mediante juicio seguido ante los tribunales previamente establecidos, en el que se cumplan las
formalidades esenciales del procedimiento y conforme a las Leyes expedidas con anterioridad al
hecho.
Es evidente que la privación ilegal de la libertad por parte de un psiquiatra o psicólogo o un
pariente o persona relacionada conmigo por pretextos de salud mental no sigue ningún tipo de juicio
ante tribunales previamente establecidos.
Artículo 16.- Nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o
posesiones sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y motive la
causa legal del procedimiento.
Es evidente que no existe un mandamiento de ninguna autoridad competente que funde y
motive ninguna causa legal de ningún procedimiento.
No podrá librarse orden de aprehensión sino por la autoridad judicial y sin que preceda
denuncia, acusación o querella de un hecho determinado que la ley señale como delito, sancionado
cuando menos con pena privativa de libertad y existan datos que acrediten los elementos que integran
el tipo penal y la probable responsabilidad del indiciado.
Es también evidente que no hay ni orden de aprehensión ni denuncia ni acusación ni querella de
un hecho determinado que la ley señale como delito ni ninguno de los otros puntos que señala el
artículo 16 antes citado.
La autoridad que ejecute una orden judicial de aprehensión, deberá poner al inculpado a
disposición del juez, sin dilación alguna y bajo su más estricta responsabilidad. La contravención a lo
anterior será sancionada por la ley penal.
Es obvio que no habré sido puesto a disposición de ningún juez sino privado ilegalmente de mi
libertad dentro de un hospital psiquiátrico.
Sólo en casos urgentes, cuando se trate de delito grave así calificado por la ley y ante el riesgo
fundado de que el indiciado pueda sustraerse a la acción de la justicia, siempre y cuando no se pueda
ocurrir ante la autoridad judicial por razón de la hora, lugar o circunstancia, el Ministerio Público
podrá, bajo su responsabilidad, ordenar su detención, fundando y expresando los indicios que motiven
su proceder.
Es evidente que no es el Ministerio Público el que ordena mi detención sino el psiquiatra en
turno a través de una orden de un pariente o persona relacionada conmigo.
Ningún indiciado podrá ser retenido por el Ministerio Público por más de cuarenta y ocho
horas, plazo en que deberá ordenarse su libertad o ponérsele a disposición de la autoridad judicial;
este plazo podrá duplicarse en aquellos casos que la ley prevea como delincuencia organizada. Todo
abuso a lo anteriormente dispuesto será sancionado por la ley penal.
Dado que no ha sido el Ministerio Público el que ha ordenado mi detención tendría que
sancionarse el abuso a todo lo anteriormente dispuesto.
Artículo 17.- Ninguna persona podrá hacerse justicia por sí misma, ni ejercer violencia para
reclamar su derecho.
Es evidente que mi pariente o persona relacionada conmigo está tratando de hacerse justicia por
su propia mano a través del uso de la fuerza de la psiquiatría institucional.
Toda persona tiene derecho a que se le administre justicia por Tribunales que estarán expeditos
para impartirla en los plazos y términos que fijen las leyes, emitiendo sus resoluciones de manera
pronta, completa e imparcial. Su servicio será gratuito, quedando, en consecuencia, prohibidas las
costas judiciales.
Es evidente que no existe ninguna administración de justicia de ninguna especie y menos por
tribunales expeditos.
Artículo 18. Sólo por delito que merezca pena corporal habrá lugar a prisión preventiva. El sitio de
ésta será distinto del que se destinare para la extinción de las penas y estarán completamente
separados.
Es evidente que la pena corporal que se ejecuta en un hospital mental u hospital psiquiátrico o
como se denomine, no existe ningún tipo de delito verdaderamente tipificado conforme a la ley.
La Federación, los Estados y el Distrito Federal establecerán, en el ámbito de sus respectivas
competencias, un sistema integral de justicia que será aplicable a quienes se atribuya la realización de
una conducta tipificada como delito por las leyes penales y tengan entre doce años cumplidos y menos
de dieciocho años de edad, en el que se garanticen los derechos fundamentales que reconoce esta
Constitución para todo individuo, así como aquellos derechos específicos que por su condición de
personas en desarrollo les han sido reconocidos.
Es evidente que el sistema psiquiátrico no es un sistema integral de justicia y que además viola
los derechos fundamentales garantizados por la Constitución.
Artículo 19.- Ninguna detención ante autoridad judicial podrá exceder del plazo de setenta y
dos horas, a partir de que el indiciado sea puesto a su disposición, sin que se justifique con un auto de
formal prisión en el que se expresarán: el delito que se impute al acusado; el lugar, tiempo y
circunstancias de ejecución, así como los datos que arroje la averiguación previa, los que deberán ser
bastantes para comprobar el cuerpo del delito y hacer probable la responsabilidad del indiciado.
Es evidente que durante la privación ilegal de la libertad ejercida por un psiquiatra o psicólogo
no hay justificación de ninguna especie ni siquiera la intención de tener un auto de formal prisión; ni
delito que se me impute ni ninguno de los ordenamientos para comprobar el cuerpo de ningún delito.
…La prolongación de la detención en su perjuicio será sancionada por la ley penal. La
autoridad responsable del establecimiento en el que se encuentre internado el indiciado, que dentro
del plazo antes señalado no reciba copia autorizada del auto de formal prisión o de la solicitud de
prórroga, deberá llamar la atención del juez sobre dicho particular en el acto mismo de concluir el
plazo y, si no recibe la constancia mencionada dentro de las tres horas siguientes, pondrá al indiciado
en libertad.
Está claro que la detención y privación ilegal de la libertad por algún psiquiatra u hospital ni
siquiera contempla en absoluto el anterior señalamiento.
Todo proceso se seguirá forzosamente por el delito o delitos señalados en el auto de formal
prisión o de sujeción a proceso. Si en la secuela de un proceso apareciere que se ha cometido un delito
distinto del que se persigue, deberá ser objeto de averiguación separada, sin perjuicio de que después
pueda decretarse la acumulación, si fuere conducente.
Dado que ni siquiera hay auto de formal prisión, no se puede seguir ningún proceso
forzosamente, ya que no hay delito que perseguir en el caso de privación ilegal de la libertad por un
psiquiatra, ordenada o no por un familiar o persona relacionada con mi persona.
Todo maltratamiento en la aprehensión o en las prisiones, toda molestia que se infiera sin
motivo legal, toda gabela o contribución en las cárceles, son abusos que serán corregidos por las leyes
y reprimidos por las autoridades.
Es evidente que no es posible disfrazar la aprehensión con la privación ilegal de la libertad
perpetrada por uno o más psiquiatras u hospitales mentales o psiquiátricos o por uno o más psicólogos
ordenada o no por uno o más parientes o personas relacionadas conmigo.
Artículo 20.- En todo proceso de orden penal, el inculpado, la víctima o el ofendido, tendrán
las siguientes garantías:
A. Del inculpado:
I.- Inmediatamente que lo solicite, el juez deberá otorgarle la libertad provisional bajo caución,
siempre y cuando no se trate de delitos en que, por su gravedad, la ley expresamente prohíba conceder
este beneficio. En caso de delitos no graves, a solicitud del Ministerio Público, el juez podrá negar la
libertad provisional, cuando el inculpado haya sido condenado con anterioridad, por algún delito
calificado como grave por la ley o, cuando el Ministerio Público aporte elementos al juez para
establecer que la libertad del inculpado representa, por su conducta precedente o por las
circunstancias y características del delito cometido, un riesgo para el ofendido o para la sociedad.
Es evidente que como es una privación ilegal de mi libertad perpetrada por uno más psiquiatras
o psicólogos por orden o no de algún pariente o persona relacionada de alguna manera conmigo, no se
cumple este ordenamiento.
El monto y la forma de caución que se fije, deberán ser asequibles para el inculpado. En
circunstancias que la ley determine, la autoridad judicial podrá modificar el monto de la caución.
Para resolver sobre la forma y el monto de la caución, el juez deberá tomar en cuenta la naturaleza,
modalidades y circunstancias del delito; las características del inculpado y la posibilidad de
cumplimiento de las obligaciones procesales a su cargo; los daños y perjuicios causados al ofendido;
así como la sanción pecuniaria que, en su caso, pueda imponerse al inculpado.
Es claro que el pago que exige el psiquiatra o el hospital psiquiátrico no es de ninguna manera
una caución sino sería el equivalente a un rescate debido al delito de privación ilegal de la libertad
cometido por ellos.
La ley determinará los casos graves en los cuales el juez podrá revocar la libertad provisional;
Dado que es este un caso de la privación ilegal de la libertad perpetrada por un psiquiatra o
psicólogo no hay forma de que un juez revoque la libertad provisional ya que no existe ningún
procedimiento ni siquiera remotamente parecido a éste.
II.- No podrá ser obligado a declarar. Queda prohibida y será sancionada por la ley penal,
toda incomunicación, intimidación o tortura. La confesión rendida ante cualquier autoridad distinta
del Ministerio Público o del juez, o ante éstos sin la asistencia de su defensor carecerá de todo valor
probatorio;
En sí la privación ilegal de la libertad, los amarres, los insultos psiquiátricos discriminadores, la
incomunicación provocada por ello, la intimidación y tortura en sí de sus tratamientos lo mismo con
drogas que con golpes y amarres, baños de agua fría, falta de higiene, y todo lo que es ya consabido son
una violación descarada a este apartado.
III.- Se le hará saber en audiencia pública, y dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes a
su consignación a la justicia, el nombre de su acusador y la naturaleza y causa de la acusación, a fin
de que conozca bien el hecho punible que se le atribuye y pueda contestar el cargo, rindiendo en este
acto su declaración preparatoria.
Es claro que no existe acusador ni naturaleza ni causa de la acusación ya que estamos hablando
de privación ilegal de la libertad perpetrada por un psiquiatra o más, o un psicólogo o más o cualquier
pariente o persona relacionada con un servidor.
IV.- Cuando así lo solicite, será careado, en presencia del juez, con quien deponga en su
contra, salvo lo dispuesto en la fracción V del Apartado B de este artículo;
No hay forma de carear a alguien durante una privación ilegal de la libertad perpetrada por un
psiquiatra.
V.- Se le recibirán los testigos y demás pruebas que ofrezca, concediéndosele el tiempo que la
ley estime necesario al efecto y auxiliándosele para obtener la comparecencia de las personas cuyo
testimonio solicite, siempre que se encuentren en el lugar del proceso.
Tampoco hay testigos.
VI.- Será juzgado en audiencia pública por un juez o jurado de ciudadanos que sepan leer y escribir,
vecinos del lugar y partido en que se cometiere el delito, siempre que éste pueda ser castigado con una
pena mayor de un año de prisión. En todo caso serán juzgados por un jurado los delitos cometidos por
medio de la prensa contra el orden público o la seguridad exterior o interior de la Nación.
Tampoco hay una audiencia pública.
VII.- Le serán facilitados todos los datos que solicite para su defensa y que consten en el
proceso.
Debido a las drogas le será imposible obtener ningún tipo de dato que solicite para su defensa.
VIII.- Será juzgado antes de cuatro meses si se tratare de delitos cuya pena máxima no exceda
de dos años de prisión, y antes de un año si la pena excediere de ese tiempo, salvo que solicite mayor
plazo para su defensa;
Estamos hablando de una privación ilegal de la libertad, no hay reglas ni límites sino un delito
imputable al psiquiatra o psicólogo o al pariente o persona directa o indirectamente relacionada
conmigo.
IX.- Desde el inicio de su proceso será informado de los derechos que en su favor consigna esta
Constitución y tendrá derecho a una defensa adecuada, por sí, por abogado, o por persona de su
confianza. Si no quiere o no puede nombrar defensor, después de haber sido requerido para hacerlo, el
juez le designará un defensor de oficio. También tendrá derecho a que su defensor comparezca en
todos los actos del proceso y éste tendrá obligación de hacerlo cuantas veces se le requiera; y,
Por supuesto tampoco se me informó de mis derechos ya que debido a las drogas psiquiátricas
que afectaron mi mente, me fue imposible enterarme de cualquier cosa y tampoco tuvieron la intención
de hacerlo. Creo que lo que sigue se entiende por sí mismo.
X.- En ningún caso podrá prolongarse la prisión o detención, por falta de pago de honorarios
de defensores o por cualquiera otra prestación de dinero, por causa de responsabilidad civil o algún
otro motivo análogo. Tampoco podrá prolongarse la prisión preventiva por más tiempo del que como
máximo fije la ley al delito que motivare el proceso. En toda pena de prisión que imponga una
sentencia, se computará el tiempo de la detención. Las garantías previstas en las fracciones I, V, VII y
IX también serán observadas durante la averiguación previa, en los términos y con los requisitos y
límites que las leyes establezcan; lo previsto en la fracción II no estará sujeto a condición alguna.
B. De la víctima o del ofendido:
I.- Recibir asesoría jurídica; ser informado de los derechos que en su favor establece la
Constitución y, cuando lo solicite, ser informado del desarrollo del procedimiento penal;
Es evidente que esto ha sido violado.
II.- Coadyuvar con el Ministerio Público; a que se le reciban todos los datos o elementos de
prueba con los que cuente, tanto en la averiguación previa como en el proceso, y a que se desahoguen
las diligencias correspondientes. Cuando el Ministerio Público considere que no es necesario el
desahogo de la diligencia, deberá fundar y motivar su negativa;
III.- Recibir, desde la comisión del delito, atención médica y psicológica de urgencia;
Es evidente que la atención médica ha sido en verdad nula
IV.- Que se le repare el daño. En los casos en que sea procedente, el Ministerio Público estará
obligado a solicitar la reparación del daño y el juzgador no podrá absolver al sentenciado de dicha
reparación si ha emitido una sentencia condenatoria.
La ley fija la reparación del daño de privación ilegal de la libertad que sería lo que aplicaría en
este caso.
La ley fijará procedimientos ágiles para ejecutar las sentencias en materia de reparación del
daño;
VI.- Solicitar las medidas y providencias que prevea la ley para su seguridad y auxilio.
Artículo 21. La imposición de las penas es propia y exclusiva de la autoridad judicial. La
investigación y persecución de los delitos incumbe al Ministerio Público, el cual se auxiliará con una
policía que estará bajo su autoridad y mando inmediato. Compete a la autoridad administrativa la
aplicación de sanciones por las infracciones de los reglamentos gubernativos y de policía, las que
únicamente consistirán en multa o arresto hasta por treinta y seis horas; pero si el infractor no pagare
la multa que se le hubiese impuesto, se permutará ésta por el arresto correspondiente, que no excederá
en ningún caso de treinta y seis horas.
La psiquiatría y el psiquiatra no tienen poder legal de imponer penas sino que cometen delitos.
Artículo 22. Quedan prohibidas las penas de muerte, de mutilación, de infamia, la marca, los
azotes, los palos, el tormento de cualquier especie, la multa excesiva, la confiscación de bienes y
cualesquiera otras penas inusitadas y trascendentales.
Es evidente que los psiquiatras, psicólogos y todos los demás involucrados en la comisión del
delito de privación ilegal de mi libertad han violado este artículo 22 más que ningún otro.
Código Penal Federal, Libro segundo, Título vigesimoprimero. Privación ilegal de la libertad y
de otras garantías. Articulo 364. Se impondrá de seis meses a tres años de prisión y de veinticinco a
cien días multa: I.- Al particular que prive a otro de su libertad. Si la privación de la libertad excede
de veinticuatro horas, la pena de prisión se incrementara de un mes mas por cada día.
Un psiquiatra, psicólogo médico o pariente o persona que me ha metido en un hospital
psiquiátrico son clasificados como particulares.
La pena de prisión se aumentara hasta en una mitad, cuando la privación de la libertad se
realice con violencia, cuando la victima sea menor de dieciséis o mayor de sesenta años de edad, o
cuando por cualquier circunstancia, la victima este en situación de inferioridad física o mental
respecto de quien la ejecuta.
ARTICULO 366. Al que prive de la libertad a otro se le aplicará:
I. De quince a cuarenta años de prisión y de quinientos a dos mil días de multa si la privación
de la libertad se efectúa con el propósito de:…
C) Causar daño o perjuicio a la persona privada de la libertad o a cualquier otra.
II. De veinte a cuarenta años de prisión y de dos mil a cuatro mil días multa, si en la privación
de la libertad a que se hace referencia en la fracción anterior concurre alguna o algunas de las
circunstancias siguientes:
C) Que quienes lo lleven a cabo obren en grupo de dos o más personas; D) Que se realice con
violencia
E) Que la víctima sea menor de dieciséis o mayor de sesenta años de edad, o que por cualquier
otra circunstancia se encuentre en inferioridad física o mental respecto de quien ejecuta la privación
de la libertad. Se impondrá una pena de treinta a cuarenta años de prisión al o los secuestradores, si a
la víctima del secuestro se le causa alguna lesión de las previstas en los artículos 291 a 293 de este
código. En caso de que el secuestrado sea privado de la vida por su o sus secuestradores, se aplicará
pena de hasta setenta años de prisión.
Todo lo anterior lo firmo completamente consciente de mis actos, por mi propia voluntad y
decisión y tiene un valor de total legalidad para librarme en un momento dado de la privación ilegal de
la libertad ejecutada por uno o más particulares sean psiquiatras, psicólogos, o cualquier persona
relacionada directa o indirectamente conmigo.
_________________________
Nombre y firma de la persona
_______________________________ ________________________
Testigo Testigo

Ciudad de México a _____ de __________ de 2______.

Investigación hecha por Polo Maldonado-Martínez

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