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CONSTITUCION POLITICA DE LOS E.U.M.

EN LA FUNCION POLICIAL

Artículo 1o.En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los derechos
humanos reconocidos en esta Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado
Mexicano sea parte, así como de las garantías para su protección, cuyo ejercicio no podrá
restringirse ni suspenderse, salvo en los casos y bajo las condiciones que esta Constitución
establece.

Las normas relativas a los derechos humanos se interpretarán de conformidad con esta
Constitución y con los tratados internacionales de la materia favoreciendo en todo tiempo a las
personas la protección más amplia.

Todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de promover,


respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios de
universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad. En consecuencia, el Estado deberá
prevenir, investigar, sancionar y reparar las violaciones a los derechos humanos, en los
términosque establezca la ley.

Está prohibida la esclavitud en los Estados Unidos Mexicanos. Los esclavos del extranjero que
entren al territorio nacional alcanzarán, por este solo hecho, su libertad y la protección de las leyes.

Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad,
las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las
preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga
por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas.

Artículo 16.Nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones,
sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y motive la causa
legal del procedimiento.

Toda persona tiene derecho a la protección de sus datos personales, al acceso, rectificación y
cancelación de los mismos, así como a manifestar su oposición, en los términos que fije la ley, la
cual establecerá los supuestos de excepción a los principios que rijan el tratamiento de datos, por
razones de seguridad nacional, disposiciones de orden público, seguridad y salud públicas o para
proteger los derechos de terceros.

No podrá librarse orden de aprehensión sino por la autoridad judicial y sin que preceda
denuncia o querella de un hecho que la ley señale como delito, sancionado con pena privativa de
libertad y obren datos que establezcan que se ha cometido ese hecho y que exista la probabilidad
de que el indiciado lo cometió o participó en su comisión.

La autoridad que ejecute una orden judicial de aprehensión, deberá poner al inculpado a
disposición del juez, sin dilación alguna y bajo su más estricta responsabilidad. La contravención a
lo anterior será sancionada por la ley penal.

Cualquier persona puede detener al indiciado en el momento en que esté cometiendo un delito
o inmediatamente después de haberlo cometido, poniéndolo sin demora a disposición de la
autoridad más cercana y ésta con la misma prontitud, a la del Ministerio Público. Existirá un registro
inmediato de la detención.

Sólo en casos urgentes, cuando se trate de delito grave así calificado por la ley y ante el riesgo
fundado de que el indiciado pueda sustraerse a la acción de la justicia, siempre y cuando no se
pueda ocurrir ante la autoridad judicial por razón de la hora, lugar o circunstancia, el Ministerio
Público podrá, bajo su responsabilidad, ordenar su detención, fundando y expresando los indicios
que motiven su proceder.

En casos de urgencia o flagrancia, el juez que reciba la consignación del detenido deberá
inmediatamente ratificar la detención o decretar la libertad con las reservas de ley.

La autoridad judicial, a petición del Ministerio Público y tratándose de delitos de delincuencia


organizada, podrá decretar el arraigo de una persona, con las modalidades de lugar y tiempo que
la ley señale, sin que pueda exceder de cuarenta días, siempre que sea necesario para el éxito de
la investigación, la protección de personas o bienes jurídicos, o cuando exista riesgo fundado de
que el inculpado se sustraiga a la acción de la justicia. Este plazo podrá prorrogarse, siempre y
cuando el Ministerio Público acredite que subsisten las causas que le dieron origen. En todo caso,
la duración total del arraigo no podrá exceder los ochenta días.

Por delincuencia organizada se entiende una organización de hecho de tres o más personas,
para cometer delitos en forma permanente o reiterada, en los términos de la ley de la materia.

Ningún indiciado podrá ser retenido por el Ministerio Público por más de cuarenta y ocho horas,
plazo en que deberá ordenarse su libertad o ponérsele a disposición de la autoridad judicial; este
plazo podrá duplicarse en aquellos casos que la ley prevea como delincuencia organizada. Todo
abuso a lo anteriormente dispuesto será sancionado por la ley penal.

En toda orden de cateo, que sólo la autoridad judicial podrá expedir, a solicitud del Ministerio
Público, se expresará el lugar que ha de inspeccionarse, la persona o personas que hayan de
aprehenderse y los objetos que se buscan, a lo que únicamente debe limitarse la diligencia,
levantándose al concluirla, un acta circunstanciada, en presencia de dos testigos propuestos por el
ocupante del lugar cateado o en su ausencia o negativa, por la autoridad que practique la
diligencia.

Las comunicaciones privadas son inviolables. La ley sancionará penalmente cualquier acto que
atente contra la libertad y privacía de las mismas, excepto cuando sean aportadas de forma
voluntaria por alguno de los particulares que participen en ellas. El juez valorará el alcance de
éstas, siempre y cuando contengan información relacionada con la comisión de un delito. En
ningún caso se admitirán comunicaciones que violen el deber de confidencialidad que establezca la
ley.

Exclusivamente la autoridad judicial federal, a petición de la autoridad federal que faculte la ley
o del titular del Ministerio Público de la entidad federativa correspondiente, podrá autorizar la
intervención de cualquier comunicación privada. Para ello, la autoridad competente deberá fundar y
motivar las causas legales de la solicitud, expresando, además, el tipo de intervención, los sujetos
de la misma y su duración. La autoridad judicial federal no podrá otorgar estas autorizaciones
cuando se trate de materias de carácter electoral, fiscal, mercantil, civil, laboral o administrativo, ni
en el caso de las comunicaciones del detenido con su defensor.

Los Poderes Judiciales contarán con jueces de control que resolverán, en forma inmediata, y
por cualquier medio, las solicitudes de medidas cautelares, providencias precautorias y técnicas de
investigación de la autoridad, que requieran control judicial, garantizando los derechos de los
indiciados y de las víctimas u ofendidos. Deberá existir un registro fehaciente de todas las
comunicaciones entre jueces y Ministerio Público y demás autoridades competentes.

Las intervenciones autorizadas se ajustarán a los requisitos y límites previstos en las leyes. Los
resultados de las intervenciones que no cumplan con éstos, carecerán de todo valor probatorio.

La autoridad administrativa podrá practicar visitas domiciliarias únicamente para cerciorarse de


que se han cumplido los reglamentos sanitarios y de policía; y exigir la exhibición de los libros y
papeles indispensables para comprobar que se han acatado las disposiciones fiscales, sujetándose
en estos casos, a las leyes respectivas y a las formalidades prescritas para los cateos.

La correspondencia que bajo cubierta circule por las estafetas estará libre de todo registro, y su
violación será penada por la ley.

En tiempo de paz ningún miembro del Ejército podrá alojarse en casa particular contra la
voluntad del dueño, ni imponer prestación alguna. En tiempo de guerra los militares podrán exigir
alojamiento, bagajes, alimentos y otras prestaciones, en los términos que establezca la ley marcial
correspondiente.

Artículo 21. La investigación de los delitos corresponde al Ministerio Público y a las policías, las
cuales actuarán bajo la conducción y mando de aquél en el ejercicio de esta función.

El ejercicio de la acción penal ante los tribunales corresponde al Ministerio Público. La ley
determinará los casos en que los particulares podrán ejercer la acción penal ante la autoridad
judicial.

La imposición de las penas, su modificación y duración son propias y exclusivas de la autoridad


judicial.

Compete a la autoridad administrativa la aplicación de sanciones por las infracciones de los


reglamentos gubernativos y de policía, las que únicamente consistirán en multa, arresto hasta por
treinta y seis horas o en trabajo a favor de la comunidad; pero si el infractor no pagare la multa que
se le hubiese impuesto, se permutará esta por el arresto correspondiente, que no excederá en
ningún caso de treinta y seis horas.

Si el infractor de los reglamentos gubernativos y de policía fuese jornalero, obrero o trabajador,


no podrá ser sancionado con multa mayor del importe de su jornal o salario de un día.

Tratándose de trabajadores no asalariados, la multa que se imponga por infracción de los


reglamentos gubernativos y de policía, no excederá del equivalente a un día de su ingreso.

El Ministerio Público podrá considerar criterios de oportunidad para el ejercicio de la acción


penal, en los supuestos y condiciones que fije la ley.

El Ejecutivo Federal podrá, con la aprobación del Senado en cada caso, reconocer la
jurisdicción de la Corte Penal Internacional.

La seguridad pública es una función a cargo de la Federación, las entidades federativas y los
Municipios, que comprende la prevención de los delitos; la investigación y persecución para
hacerla efectiva, así como la sanción de las infracciones administrativas, en los términos de la ley,
en las respectivas competencias que esta Constitución señala. La actuación de las instituciones de
seguridad pública se regirá por los principios de legalidad, objetividad, eficiencia, profesionalismo,
honradez y respeto a los derechos humanos reconocidos en esta Constitución.

Artículo 123. Toda persona tiene derecho al trabajo digno y socialmente útil; al efecto, se
promoverán la creación de empleos y la organización social de trabajo, conforme a la ley.

XIII. Los militares, marinos, personal del servicio exterior, agentes del Ministerio
Público, perito y los miembros de las instituciones policiales, se regirán por sus
propias leyes.

Los agentes del Ministerio Público, los peritos y los miembros de las
instituciones policiales de la Federación, las entidades federativas y los
Municipios, podrán ser separados de sus cargos si no cumplen con los
requisitos que las leyes vigentes en el momento del acto señalen para
permanecer en dichas instituciones, o removidos por incurrir en responsabilidad
en el desempeño de sus funciones. Si la autoridad jurisdiccional resolviere que
la separación, remoción, baja, cese o cualquier otra forma de terminación del
servicio fue injustificada, el Estado sólo estará obligado a pagar la
indemnización y demás prestaciones a que tenga derecho, sin que en ningún
caso proceda su reincorporación al servicio, cualquiera que sea el resultado del
juicio o medio de defensa que se hubiere promovido.

CODIGO NACIONAL DE PROCEDIMIENTOS PENALES EN LA FUNCION POLICIAL

Artículo 113. Derechos del Imputado


El imputado tendrá los siguientes derechos:

I. A ser considerado y tratado como inocente hasta que se demuestre su responsabilidad;

II. A comunicarse con un familiar y con su Defensor cuando sea detenido, debiendo
brindarle el Ministerio Público todas las facilidades para lograrlo;

III. A declarar o a guardar silencio, en el entendido que su silencio no podrá ser utilizado en
su perjuicio;

IV. A estar asistido de su Defensor al momento de rendir su declaración, así como en


cualquier otra actuación y a entrevistarse en privado previamente con él;

V. A que se le informe, tanto en el momento de su detención como en su comparecencia


ante el Ministerio Público o el Juez de control, los hechos que se le imputan y los
derechos que le asisten, así como, en su caso, el motivo de la privación de su libertad y
el servidor público que la ordenó, exhibiéndosele, según corresponda, la orden emitida en
su contra;

VI. A no ser sometido en ningún momento del procedimiento a técnicas ni métodos que
atenten contra su dignidad, induzcan o alteren su libre voluntad;

VII. A solicitar ante la autoridad judicial la modificación de la medida cautelar que se le haya
impuesto, en los casos en que se encuentre en prisión preventiva, en los supuestos
señalados por este Código;

VIII. A tener acceso él y su defensa, salvo las excepciones previstas en la ley, a los registros
de la investigación, así como a obtener copia gratuita, registro fotográfico o electrónico de
los mismos, en términos de los artículos 218 y 219 de este Código.
Fracción reformada DOF 17-06-2016

IX. A que se le reciban los medios pertinentes de prueba que ofrezca, concediéndosele el
tiempo necesario para tal efecto y auxiliándosele para obtener la comparecencia de las
personas cuyo testimonio solicite y que no pueda presentar directamente, en términos de
lo establecido por este Código;

X. A ser juzgado en audiencia por un Tribunal de enjuiciamiento, antes de cuatro meses si


se tratare de delitos cuya pena máxima no exceda de dos años de prisión, y antes de un
año si la pena excediere de ese tiempo, salvo que solicite mayor plazo para su defensa;

XI. A tener una defensa adecuada por parte de un licenciado en derecho o abogado titulado,
con cédula profesional, al cual elegirá libremente incluso desde el momento de su
detención y, a falta de éste, por el Defensor público que le corresponda, así como a
reunirse o entrevistarse con él en estricta confidencialidad;

XII. A ser asistido gratuitamente por un traductor o intérprete en el caso de que no


comprenda o hable el idioma español; cuando el imputado perteneciere a un pueblo o
comunidad indígena, el Defensor deberá tener conocimiento de su lengua y cultura y, en
caso de que no fuere posible, deberá actuar asistido de un intérprete de la cultura y
lengua de que se trate;

XIII. A ser presentado ante el Ministerio Público o ante el Juez de control, según el caso,
inmediatamente después de ser detenido o aprehendido;

XIV. A no ser expuesto a los medios de comunicación;

XV. A no ser presentado ante la comunidad como culpable;

XVI. A solicitar desde el momento de su detención, asistencia social para los menores de
edad o personas con discapacidad cuyo cuidado personal tenga a su cargo;

XVII. A obtener su libertad en el caso de que haya sido detenido, cuando no se ordene la
prisión preventiva, u otra medida cautelar restrictiva de su libertad;

XVIII. A que se informe a la embajada o consulado que corresponda cuando sea detenido, y se
le proporcione asistencia migratoria cuando tenga nacionalidad extranjera, y

XIX. Los demás que establezca este Código y otras disposiciones aplicables.

Los plazos a que se refiere la fracción X de este artículo, se contarán a partir de la audiencia
inicial hasta el momento en que sea dictada la sentencia emitida por el Órgano jurisdiccional
competente.

Cuando el imputado tenga a su cuidado menores de edad, personas con discapacidad, o


adultos mayores que dependan de él, y no haya otra persona que pueda ejercer ese cuidado, el
Ministerio Público deberá canalizarlos a instituciones de asistencia social que correspondan, a
efecto de recibir la protección.
Artículo 127. Competencia del Ministerio Público
Compete al Ministerio Público conducir la investigación, coordinar a las Policías y a los servicios
periciales durante la investigación, resolver sobre el ejercicio de la acción penal en la forma
establecida por la ley y, en su caso, ordenar las diligencias pertinentes y útiles para demostrar, o
no, la existencia del delito y la responsabilidad de quien lo cometió o participó en su comisión.
Artículo 131. Obligaciones del Ministerio Público
Para los efectos del presente Código, el Ministerio Público tendrá las siguientes obligaciones:

I. Vigilar que en toda investigación de los delitos se cumpla estrictamente con los derechos
humanos reconocidos en la Constitución y en los Tratados;

II. Recibir las denuncias o querellas que le presenten en forma oral, por escrito, o a través
de medios digitales, incluso mediante denuncias anónimas en términos de las
disposiciones legales aplicables, sobre hechos que puedan constituir algún delito;

III. Ejercer la conducción y el mando de la investigación de los delitos, para lo cual deberá
coordinar a las Policías y a los peritos durante la misma;

IV. Ordenar o supervisar, según sea el caso, la aplicación y ejecución de las medidas
necesarias para impedir que se pierdan, destruyan o alteren los indicios, una vez que
tenga noticia del mismo, así como cerciorarse de que se han seguido las reglas y
protocolos para su preservación y procesamiento;

V. Iniciar la investigación correspondiente cuando así proceda y, en su caso, ordenar la


recolección de indicios y medios de prueba que deberán servir para sus respectivas
resoluciones y las del Órgano jurisdiccional, así como recabar los elementos necesarios
que determinen el daño causado por el delito y la cuantificación del mismo para los
efectos de su reparación;

VI. Ejercer funciones de investigación respecto de los delitos en materias concurrentes,


cuando ejerza la facultad de atracción y en los demás casos que las leyes lo establezcan;

VII. Ordenar a la Policía y a sus auxiliares, en el ámbito de su competencia, la práctica de


actos de investigación conducentes para el esclarecimiento del hecho delictivo, así como
analizar las que dichas autoridades hubieren practicado;

VIII. Instruir a las Policías sobre la legalidad, pertinencia, suficiencia y contundencia de los
indicios recolectados o por recolectar, así como las demás actividades y diligencias que
deben ser llevadas a cabo dentro de la investigación;

IX. Requerir informes o documentación a otras autoridades y a particulares, así como


solicitar la práctica de peritajes y diligencias para la obtención de otros medios de prueba;

X. Solicitar al Órgano jurisdiccional la autorización de actos de investigación y demás


actuaciones que sean necesarias dentro de la misma;

XI. Ordenar la detención y la retención de los imputados cuando resulte procedente en los
términos que establece este Código;

XII. Brindar las medidas de seguridad necesarias, a efecto de garantizar que las víctimas u
ofendidos o testigos del delito puedan llevar a cabo la identificación del imputado sin
riesgo para ellos;

XIII. Determinar el archivo temporal y el no ejercicio de la acción penal, así como ejercer la
facultad de no investigar en los casos autorizados por este Código;

XIV. Decidir la aplicación de criterios de oportunidad en los casos previstos en este Código;

XV. Promover las acciones necesarias para que se provea la seguridad y proporcionar el
auxilio a víctimas, ofendidos, testigos, jueces, magistrados, agentes del Ministerio
Público, Policías, peritos y, en general, a todos los sujetos que con motivo de su
intervención en el procedimiento, cuya vida o integridad corporal se encuentren en riesgo
inminente;

XVI. Ejercer la acción penal cuando proceda;

XVII. Poner a disposición del Órgano jurisdiccional a las personas detenidas dentro de los
plazos establecidos en el presente Código;

XVIII. Promover la aplicación de mecanismos alternativos de solución de controversias o


formas anticipadas de terminación del proceso penal, de conformidad con las
disposiciones aplicables;

XIX. Solicitar las medidas cautelares aplicables al imputado en el proceso, en atención a las
disposiciones conducentes y promover su cumplimiento;
XX. Comunicar al Órgano jurisdiccional y al imputado los hechos, así como los datos de
prueba que los sustentan y la fundamentación jurídica, atendiendo al objetivo o finalidad
de cada etapa del procedimiento;

XXI. Solicitar a la autoridad judicial la imposición de las penas o medidas de seguridad que
correspondan;

XXII. Solicitar el pago de la reparación del daño a favor de la víctima u ofendido del delito, sin
perjuicio de que éstos lo pudieran solicitar directamente;

XXIII. Actuar en estricto apego a los principios de legalidad, objetividad, eficiencia,


profesionalismo, honradez y respeto a los derechos humanos reconocidos en la
Constitución, y

XXIV. Las demás que señale este Código y otras disposiciones aplicables.

Artículo 132. Obligaciones del Policía


El Policía actuará bajo la conducción y mando del Ministerio Público en la investigación de los
delitos en estricto apego a los principios de legalidad, objetividad, eficiencia, profesionalismo,
honradez y respeto a los derechos humanos reconocidos en la Constitución.

Para los efectos del presente Código, el Policía tendrá las siguientes obligaciones:

I. Recibir las denuncias sobre hechos que puedan ser constitutivos de delito e informar al
Ministerio Público por cualquier medio y de forma inmediata de las diligencias
practicadas;

II. Recibir denuncias anónimas e inmediatamente hacerlo del conocimiento del Ministerio
Público a efecto de que éste coordine la investigación;

III. Realizar detenciones en los casos que autoriza la Constitución, haciendo saber a la
persona detenida los derechos que ésta le otorga;

IV. Impedir que se consumen los delitos o que los hechos produzcan consecuencias
ulteriores. Especialmente estará obligada a realizar todos los actos necesarios para evitar
una agresión real, actual o inminente y sin derecho en protección de bienes jurídicos de
los gobernados a quienes tiene la obligación de proteger;

V. Actuar bajo el mando del Ministerio Público en el aseguramiento de bienes relacionados


con la investigación de los delitos;

VI. Informar sin dilación por cualquier medio al Ministerio Público sobre la detención de
cualquier persona, e inscribir inmediatamente las detenciones en el registro que al efecto
establezcan las disposiciones aplicables;

VII. Practicar las inspecciones y otros actos de investigación, así como reportar sus
resultados al Ministerio Público. En aquellos que se requiera autorización judicial, deberá
solicitarla a través del Ministerio Público;

VIII. Preservar el lugar de los hechos o del hallazgo y en general, realizar todos los actos
necesarios para garantizar la integridad de los indicios. En su caso deberá dar aviso a la
Policía con capacidades para procesar la escena del hecho y al Ministerio Público
conforme a las disposiciones previstas en este Código y en la legislación aplicable;
IX. Recolectar y resguardar objetos relacionados con la investigación de los delitos, en los
términos de la fracción anterior;

X. Entrevistar a las personas que pudieran aportar algún dato o elemento para la
investigación;

XI. Requerir a las autoridades competentes y solicitar a las personas físicas o morales,
informes y documentos para fines de la investigación. En caso de negativa, informará al
Ministerio Público para que determine lo conducente;

XII. Proporcionar atención a víctimas u ofendidos o testigos del delito. Para tal efecto, deberá:

a) Prestar protección y auxilio inmediato, de conformidad con las disposiciones


aplicables;

b) Informar a la víctima u ofendido sobre los derechos que en su favor se establecen;

c) Procurar que reciban atención médica y psicológica cuando sea necesaria, y

d) Adoptar las medidas que se consideren necesarias, en el ámbito de su competencia,


tendientes a evitar que se ponga en peligro su integridad física y psicológica;

XIII. Dar cumplimiento a los mandamientos ministeriales y jurisdiccionales que les sean
instruidos;

XIV. Emitir el informe policial y demás documentos, de conformidad con las disposiciones
aplicables. Para tal efecto se podrá apoyar en los conocimientos que resulten necesarios,
sin que ello tenga el carácter de informes periciales, y

XV. Las demás que le confieran este Código y otras disposiciones aplicables.

Flagrancia y caso urgente

Artículo 146. Supuestos de flagrancia


Se podrá detener a una persona sin orden judicial en caso de flagrancia. Se entiende que hay
flagrancia cuando:

I. La persona es detenida en el momento de estar cometiendo un delito, o

II. Inmediatamente después de cometerlo es detenida, en virtud de que:

a) Es sorprendida cometiendo el delito y es perseguida material e ininterrumpidamente,


o

b) Cuando la persona sea señalada por la víctima u ofendido, algún testigo presencial
de los hechos o quien hubiere intervenido con ella en la comisión del delito y cuando
tenga en su poder instrumentos, objetos, productos del delito o se cuente con
información o indicios que hagan presumir fundadamente que intervino en el mismo.

Para los efectos de la fracción II, inciso b), de este precepto, se considera que la persona ha
sido detenida en flagrancia por señalamiento, siempre y cuando, inmediatamente después de
cometer el delito no se haya interrumpido su búsqueda o localización.

Artículo 147. Detención en caso de flagrancia


Cualquier persona podrá detener a otra en la comisión de un delito flagrante, debiendo entregar
inmediatamente al detenido a la autoridad más próxima y ésta con la misma prontitud al Ministerio
Público.

Los cuerpos de seguridad pública estarán obligados a detener a quienes cometan un delito
flagrante y realizarán el registro de la detención.

La inspección realizada por los cuerpos de seguridad al imputado deberá conducirse conforme
a los lineamientos establecidos para tal efecto en el presente Código.

En este caso o cuando reciban de cualquier persona o autoridad a una persona detenida,
deberán ponerla de inmediato ante el Ministerio Público, quien realizará el registro de la hora a la
cual lo están poniendo a disposición.

Artículo 149. Verificación de flagrancia del Ministerio Público


En los casos de flagrancia, el Ministerio Público deberá examinar las condiciones en las que se
realizó la detención inmediatamente después de que la persona sea puesta a su disposición. Si la
detención no fue realizada conforme a lo previsto en la Constitución y en este Código, dispondrá la
libertad inmediata de la persona y, en su caso, velará por la aplicación de las sanciones
disciplinarias o penales que correspondan.

Así también, durante el plazo de retención el Ministerio Público analizará la necesidad de dicha
medida y realizará los actos de investigación que considere necesarios para, en su caso, ejercer la
acción penal.

Artículo 150. Supuesto de caso urgente


Sólo en casos urgentes el Ministerio Público podrá, bajo su responsabilidad y fundando y
expresando los datos de prueba que motiven su proceder, ordenar la detención de una persona,
siempre y cuando concurran los siguientes supuestos:

I. Existan datos que establezcan la existencia de un hecho señalado como delito grave y
que exista la probabilidad de que la persona lo cometió o participó en su comisión. Se
califican como graves, para los efectos de la detención por caso urgente, los delitos
señalados como de prisión preventiva oficiosa en este Código o en la legislación
aplicable así como aquellos cuyo término medio aritmético sea mayor de cinco años de
prisión;

II. Exista riesgo fundado de que el imputado pueda sustraerse de la acción de la justicia, y

III. Por razón de la hora, lugar o cualquier otra circunstancia, no pueda ocurrir ante la
autoridad judicial, o que de hacerlo, el imputado pueda evadirse.

Los delitos previstos en la fracción I de este artículo, se considerarán graves, aún tratándose de
tentativa punible.

Los oficiales de la Policía que ejecuten una orden de detención por caso urgente, deberán
hacer el registro de la detención y presentar inmediatamente al imputado ante el Ministerio Público
que haya emitido dicha orden, quien procurará que el imputado sea presentado sin demora ante el
Juez de control.

El Juez de control determinará la legalidad del mandato del Ministerio Público y su cumplimiento
al realizar el control de la detención. La violación de esta disposición será sancionada conforme a
las disposiciones aplicables y la persona detenida será puesta en inmediata libertad.
Para los efectos de este artículo, el término medio aritmético es el cociente que se obtiene de
sumar la pena de prisión mínima y la máxima del delito consumado que se trate y dividirlo entre
dos.

Artículo 152. Derechos que asisten al detenido


Las autoridades que ejecuten una detención por flagrancia o caso urgente deberán asegurarse
de que la persona tenga pleno y claro conocimiento del ejercicio de los derechos citados a
continuación, en cualquier etapa del período de custodia:

I. El derecho a informar a alguien de su detención;

II. El derecho a consultar en privado con su Defensor;

III. El derecho a recibir una notificación escrita que establezca los derechos establecidos en
las fracciones anteriores y las medidas que debe tomar para la obtención de asesoría
legal;

IV. El derecho a ser colocado en una celda en condiciones dignas y con acceso a aseo
personal;

V. El derecho a no estar detenido desnudo o en prendas íntimas;

VI. Cuando, para los fines de la investigación sea necesario que el detenido entregue su
ropa, se le proveerán prendas de vestir, y

VII. El derecho a recibir atención clínica si padece una enfermedad física, se lesiona o parece
estar sufriendo de un trastorno mental.
.

Artículo 184. Soluciones alternas


Son formas de solución alterna del procedimiento:

I. El acuerdo reparatorio, y

II. La suspensión condicional del proceso.

Artículo 185. Formas de terminación anticipada del proceso


El procedimiento abreviado será considerado una forma de terminación anticipada del proceso.

CAPÍTULO II
ACUERDOS REPARATORIOS

Artículo 186.Definición
Los acuerdos reparatorios son aquéllos celebrados entre la víctima u ofendido y el imputado
que, una vez aprobados por el Ministerio Público o el Juez de control y cumplidos en sus términos,
tienen como efecto la extinción de la acción penal.
Artículo reformado DOF 29-12-2014

Artículo 187.Control sobre los acuerdos reparatorios


Procederán los acuerdos reparatorios únicamente en los casos siguientes:

I. Delitos que se persiguen por querella, por requisito equivalente de parte ofendida o que
admiten el perdón de la víctima o el ofendido;
Fracción reformada DOF 29-12-2014

II. Delitos culposos, o


III. Delitos patrimoniales cometidos sin violencia sobre las personas.

No procederán los acuerdos reparatorios en los casos en que el imputado haya celebrado
anteriormente otros acuerdos por hechos que correspondan a los mismos delitos dolosos, tampoco
procederán cuando se trate de delitos de violencia familiar o sus equivalentes en las Entidades
federativas.
Párrafo reformado DOF 29-12-2014, 17-06-2016

Tampoco serán procedentes en caso de que el imputado haya incumplido previamente un


acuerdo reparatorio, salvo que haya sido absuelto.

Artículo 227. Cadena de custodia


La cadena de custodia es el sistema de control y registro que se aplica al indicio, evidencia,
objeto, instrumento o producto del hecho delictivo, desde su localización, descubrimiento o
aportación, en el lugar de los hechos o del hallazgo, hasta que la autoridad competente ordene su
conclusión.

Con el fin de corroborar los elementos materiales probatorios y la evidencia física, la cadena de
custodia se aplicará teniendo en cuenta los siguientes factores: identidad, estado original,
condiciones de recolección, preservación, empaque y traslado; lugares y fechas de permanencia y
los cambios que en cada custodia se hayan realizado; igualmente se registrará el nombre y la
identificación de todas las personas que hayan estado en contacto con esos elementos.
Artículo 228. Responsables de cadena de custodia
La aplicación de la cadena de custodia es responsabilidad de quienes en cumplimiento de las
funciones propias de su encargo o actividad, en los términos de ley, tengan contacto con los
indicios, vestigios, evidencias, objetos, instrumentos o productos del hecho delictivo.

Cuando durante el procedimiento de cadena de custodia los indicios, huellas o vestigios del
hecho delictivo, así como los instrumentos, objetos o productos del delito se alteren, no perderán
su valor probatorio, a menos que la autoridad competente verifique que han sido modificados de tal
forma que hayan perdido su eficacia para acreditar el hecho o circunstancia de que se trate. Los
indicios, huellas o vestigios del hecho delictivo, así como los instrumentos, objetos o productos del
delito deberán concatenarse con otros medios probatorios para tal fin. Lo anterior, con
independencia de la responsabilidad en que pudieran incurrir los servidores públicos por la
inobservancia de este procedimiento.
Artículo 251. Actuaciones en la investigación que no requieren autorización previa del
Juez de control
No requieren autorización del Juez de control los siguientes actos de investigación:

I. La inspección del lugar del hecho o del hallazgo;

II. La inspección de lugar distinto al de los hechos o del hallazgo;

III. La inspección de personas;

IV. La revisión corporal;

V. La inspección de vehículos;

VI. El levantamiento e identificación de cadáver;

VII. La aportación de comunicaciones entre particulares;

VIII. El reconocimiento de personas;


IX. La entrega vigilada y las operaciones encubiertas, en el marco de una investigación y en
los términos que establezcan los protocolos emitidos para tal efecto por el Procurador;

X. La entrevista de testigos;
Fracción reformada DOF 17-06-2016

En los casos de la fracción IX, dichas actuaciones deberán ser autorizadas por el Procurador o por
el servidor público en quien éste delegue dicha facultad.

Para los efectos de la fracción X de este artículo, cuando un testigo se niegue a ser
entrevistado, será citado por el Ministerio Público o en su caso por el Juez de control en los
términos que prevé el presente Código.

Artículo 252. Actos de investigación que requieren autorización previa del Juez de
control
Con excepción de los actos de investigación previstos en el artículo anterior, requieren de
autorización previa del Juez de control todos los actos de investigación que impliquen afectación a
derechos establecidos en la Constitución, así como los siguientes:

I. La exhumación de cadáveres;

II. Las órdenes de cateo;

III. La intervención de comunicaciones privadas y correspondencia;

IV. La toma de muestras de fluido corporal, vello o cabello, extracciones de sangre u otros
análogos, cuando la persona requerida, excepto la víctima u ofendido, se niegue a
proporcionar la misma;

V. El reconocimiento o examen físico de una persona cuando aquélla se niegue a ser


examinada, y

TÍTULO V
ACTOS DE INVESTIGACIÓN

CAPÍTULO I
DISPOSICIONES GENERALES SOBRE ACTOS DE MOLESTIA

Artículo 266. Actos de molestia


Todo acto de molestia deberá llevarse a cabo con respeto a la dignidad de la persona en
cuestión. Antes de que el procedimiento se lleve a cabo, la autoridad deberá informarle sobre los
derechos que le asisten y solicitar su cooperación. Se realizará un registro forzoso sólo si la
persona no está dispuesta a cooperar o se resiste. Si la persona sujeta al procedimiento no habla
español, la autoridad deberá tomar medidas razonables para brindar a la persona información
sobre sus derechos y para solicitar su cooperación.

CAPÍTULO II
ACTOS DE INVESTIGACIÓN

Artículo 267. Inspección


La inspección es un acto de investigación sobre el estado que guardan lugares, objetos,
instrumentos o productos del delito.
Será materia de la inspección todo aquello que pueda ser directamente apreciado por los
sentidos. Si se considera necesario, la Policía se hará asistir de peritos.

Al practicarse una inspección podrá entrevistarse a las personas que se encuentren presentes
en el lugar de la inspección que puedan proporcionar algún dato útil para el esclarecimiento de los
hechos. Toda inspección deberá constar en un registro.

Artículo 268. Inspección de personas


En la investigación de los delitos, la Policía podrá realizar la inspección sobre una persona y sus
posesiones en caso de flagrancia, o cuando existan indicios de que oculta entre sus ropas o que
lleva adheridos a su cuerpo instrumentos, objetos o productos relacionados con el hecho
considerado como delito que se investiga. La revisión consistirá en una exploración externa de la
persona y sus posesiones. Cualquier inspección que implique una exposición de partes íntimas del
cuerpo requerirá autorización judicial. Antes de cualquier inspección, la Policía deberá informar a la
persona del motivo de dicha revisión, respetando en todo momento su dignidad.

Artículo 269. Revisión corporal


Durante la investigación, la Policía o, en su caso el Ministerio Público, podrá solicitar a cualquier
persona la aportación voluntaria de muestras de fluido corporal, vello o cabello, exámenes
corporales de carácter biológico, extracciones de sangre u otros análogos, así como que se le
permita obtener imágenes internas o externas de alguna parte del cuerpo, siempre que no implique
riesgos para la salud y la dignidad de la persona.

Se deberá informar previamente a la persona el motivo de la aportación y del derecho que tiene
a negarse a proporcionar dichas muestras. En los casos de delitos que impliquen violencia contra
las mujeres, en los términos de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de
Violencia, la inspección corporal deberá ser llevada a cabo en pleno cumplimiento del
consentimiento informado de la víctima y con respeto de sus derechos.

Las muestras o imágenes deberán ser obtenidas por personal especializado, mismo que en
todo caso deberá de ser del mismo sexo, o del sexo que la persona elija, con estricto apego al
respeto a la dignidad y a los derechos humanos y de conformidad con los protocolos que al efecto
expida la Procuraduría. Las muestras o imágenes obtenidas serán analizadas y dictaminadas por
los peritos en la materia.

Artículo 270. Toma de muestras cuando la persona requerida se niegue a proporcionarlas


Si la persona a la que se le hubiere solicitado la aportación voluntaria de las muestras referidas
en el artículo anterior se negara a hacerlo, el Ministerio Público por sí o a solicitud de la Policía
podrá solicitar al Órgano jurisdiccional, por cualquier medio, la inmediata autorización de la práctica
de dicho acto de investigación, justificando la necesidad de la medida y expresando la persona o
personas en quienes haya de practicarse, el tipo y extensión de muestra o imagen a obtener. De
concederse la autorización requerida, el Órgano jurisdiccional deberá facultar al Ministerio Público
para que, en el caso de que la persona a inspeccionar ya no se encuentre ante él, ordene su
localización y comparecencia a efecto de que tenga verificativo el acto correspondiente.

El Órgano jurisdiccional al resolver respecto de la solicitud del Ministerio Público, deberá tomar
en consideración el principio de proporcionalidad y motivar la necesidad de la aplicación de dicha
medida, en el sentido de que no existe otra menos gravosa para la persona que habrá de ser
examinada o para el imputado, que resulte igualmente eficaz e idónea para el fin que se persigue,
justificando la misma en atención a la gravedad del hecho que se investiga.

En la toma de muestras podrá estar presente una persona de confianza del examinado o el
abogado Defensor en caso de que se trate del imputado, quien será advertido previamente de tal
derecho. Tratándose de menores de edad estará presente quien ejerza la patria potestad, la tutela
o curatela del sujeto. A falta de alguno de éstos deberá estar presente el Ministerio Público en su
calidad de representante social.

En caso de personas inimputables que tengan alguna discapacidad se proveerá de los apoyos
necesarios para que puedan tomar la decisión correspondiente.

Cuando exista peligro de desvanecimiento del medio de la prueba, la solicitud se hará por
cualquier medio expedito y el Órgano jurisdiccional deberá autorizar inmediatamente la práctica del
acto de investigación, siempre que se cumpla con las condiciones señaladas en este artículo.

Artículo 290. Ingreso de una autoridad a lugar sin autorización judicial


Estará justificado el ingreso a un lugar cerrado sin orden judicial cuando:

I. Sea necesario para repeler una agresión real, actual o inminente y sin derecho que
ponga en riesgo la vida, la integridad o la libertad personal de una o más personas, o

II. Se realiza con consentimiento de quien se encuentre facultado para otorgarlo.

En los casos de la fracción II, la autoridad que practique el ingreso deberá informarlo dentro de
los cinco días siguientes, ante el Órgano jurisdiccional. A dicha audiencia deberá asistir la persona
que otorgó su consentimiento a efectos de ratificarla.

Los motivos que determinaron la inspección sin orden judicial constarán detalladamente en el
acta que al efecto se levante.

Artículo 291. Intervención de las comunicaciones privadas


Cuando en la investigación el Ministerio Público considere necesaria la intervención de
comunicaciones privadas, el Titular de la Procuraduría General de la República, o en quienes éste
delegue esta facultad, así como los Procuradores de las entidades federativas, podrán solicitar al
Juez federal de control competente, por cualquier medio, la autorización para practicar la
intervención, expresando el objeto y necesidad de la misma.

Si la resolución se registra por medios diversos al escrito, los puntos resolutivos de la


autorización deberán transcribirse y entregarse al Ministerio Público.

Los servidores públicos autorizados para la ejecución de la medida serán responsables de que
se realice en los términos de la resolución judicial.
Artículo 308. Control de legalidad de la detención
Inmediatamente después de que el imputado detenido en flagrancia o caso urgente sea puesto
a disposición del Juez de control, se citará a la audiencia inicial en la que se realizará el control de
la detención antes de que se proceda a la formulación de la imputación. El Juez le preguntará al
detenido si cuenta con Defensor y en caso negativo, ordenará que se le nombre un Defensor
público y le hará saber que tiene derecho a ofrecer datos de prueba, así como acceso a los
registros.

El Ministerio Público deberá justificar las razones de la detención y el Juez de control procederá
a calificarla, examinará el cumplimiento del plazo constitucional de retención y los requisitos de
procedibilidad, ratificándola en caso de encontrarse ajustada a derecho o decretando la libertad en
los términos previstos en este Código.

Ratificada la detención en flagrancia, caso urgente, y cuando se hubiere ejecutado una orden
de aprehensión, el imputado permanecerá detenido durante el desarrollo de la audiencia inicial,
hasta en tanto no se resuelva si será o no sometido a una medida cautelar.
Párrafo reformado DOF 17-06-2016
En caso de que al inicio de la audiencia el agente del Ministerio Público no esté presente, el
Juez de control declarará en receso la audiencia hasta por una hora y ordenará a la administración
del Poder Judicial para que se comunique con el superior jerárquico de aquél, con el propósito de
que lo haga comparecer o lo sustituya. Concluido el receso sin obtener respuesta, se procederá a
la inmediata liberación del detenido.

La omisión del Ministerio Público o de su superior jerárquico, al párrafo precedente los hará
incurrir en las responsabilidades de conformidad con las disposiciones aplicables.
Párrafo adicionado DOF 17-06-2016

Artículo 486. Reconocimiento de inocencia


Procederá cuando después de dictada la sentencia aparezcan pruebas de las que se
desprenda, en forma plena, que no existió el delito por el que se dictó la condena o que, existiendo
éste, el sentenciado no participó en su comisión, o bien cuando se desacrediten formalmente, en
sentencia irrevocable, las pruebas en las que se fundó la condena.
Mecanismos Alternativos de Solución de Controversias en Materia Penal

LEY GENERAL DEL SISTEMA NACIONAL DE SEGURIDAD PÚBLICA EN LA FUNCION POLICIAL

De las obligaciones y sanciones de los integrantes de las Instituciones de


Seguridad Pública

Artículo 40.-Con el objeto de garantizar el cumplimiento de los principios constitucionales de


legalidad, objetividad, eficiencia, profesionalismo, honradez y respeto a los derechos humanos, los
integrantes de las Instituciones de Seguridad Pública se sujetarán a las siguientes obligaciones:

I. Conducirse siempre con dedicación y disciplina, así como con apego al orden jurídico y
respeto a las garantías individuales y derechos humanos reconocidos en la Constitución;

II. Preservar la secrecía de los asuntos que por razón del desempeño de su función
conozcan, en términos de las disposiciones aplicables;

III. Prestar auxilio a las personas amenazadas por algún peligro o que hayan sido víctimas u
ofendidos de algún delito, así como brindar protección a sus bienes y derechos. Su
actuación será congruente, oportuna y proporcional al hecho;

IV. Cumplir sus funciones con absoluta imparcialidad y sin discriminación alguna;

V. Abstenerse en todo momento de infligir o tolerar actos de tortura, aún cuando se trate de
una orden superior o se argumenten circunstancias especiales, tales como amenaza a la
Seguridad Pública, urgencia de las investigaciones o cualquier otra; al conocimiento de
ello, lo denunciará inmediatamente ante la autoridad competente;

VI. Observar un trato respetuoso con todas las personas, debiendo abstenerse de todo acto
arbitrario y de limitar indebidamente las acciones o manifestaciones que en ejercicio de
sus derechos constitucionales y con carácter pacífico realice la población;

VII. Desempeñar su misión sin solicitar ni aceptar compensaciones, pagos o gratificaciones


distintas a las previstas legalmente. En particular se opondrán a cualquier acto de
corrupción y, en caso de tener conocimiento de alguno, deberán denunciarlo;
VIII. Abstenerse de ordenar o realizar la detención de persona alguna sin cumplir con los
requisitos previstos en los ordenamientos constitucionales y legales aplicables;

IX. Velar por la vida e integridad física de las personas detenidas;

X. Actualizarse en el empleo de métodos de investigación que garanticen la recopilación


técnica y científica de evidencias;

XI. Utilizar los protocolos de investigación y de cadena de custodia adoptados por las
Instituciones de Seguridad Pública;

XII. Participar en operativos y mecanismos de coordinación con otras Instituciones de


Seguridad Pública, así como brindarles, en su caso, el apoyo que conforme a derecho
proceda;

XIII. Preservar, conforme a las disposiciones aplicables, las pruebas e indicios de probables
hechos delictivos o de faltas administrativas de forma que no pierdan su calidad
probatoria y se facilite la correcta tramitación del procedimiento correspondiente;

XIV. Abstenerse de disponer de los bienes asegurados para beneficio propio o de terceros;

XV. Someterse a evaluaciones periódicas para acreditar el cumplimiento de sus requisitos de


permanencia, así como obtener y mantener vigente la certificación respectiva;

XVI. Informar al superior jerárquico, de manera inmediata, las omisiones, actos indebidos o
constitutivos de delito, de sus subordinados o iguales en categoría jerárquica;

XVII. Cumplir y hacer cumplir con diligencia las órdenes que reciba con motivo del desempeño
de sus funciones, evitando todo acto u omisión que produzca deficiencia en su
cumplimiento;

XVIII. Fomentar la disciplina, responsabilidad, decisión, integridad, espíritu de cuerpo y


profesionalismo, en sí mismo y en el personal bajo su mando;

XIX. Inscribir las detenciones en el Registro Administrativo de Detenciones conforme a las


disposiciones aplicables;

XX. Abstenerse de sustraer, ocultar, alterar o dañar información o bienes en perjuicio de las
Instituciones;

XXI. Abstenerse, conforme a las disposiciones aplicables, de dar a conocer por cualquier
medio a quien no tenga derecho, documentos, registros, imágenes, constancias,
estadísticas, reportes o cualquier otra información reservada o confidencial de la que
tenga conocimiento en ejercicio y con motivo de su empleo, cargo o comisión;

XXII. Atender con diligencia la solicitud de informe, queja o auxilio de la ciudadanía, o de sus
propios subordinados, excepto cuando la petición rebase su competencia, en cuyo caso
deberá turnarlo al área que corresponda;

XXIII. Abstenerse de introducir a las instalaciones de sus instituciones bebidas embriagantes,


sustancias psicotrópicas, estupefacientes u otras sustancias adictivas de carácter ilegal,
prohibido o controlado, salvo cuando sean producto de detenciones, cateos,
aseguramientos u otros similares, y que previamente exista la autorización
correspondiente;
XXIV. Abstenerse de consumir, dentro o fuera del servicio, sustancias psicotrópicas,
estupefacientes u otras sustancias adictivas de carácter ilegal, prohibido o controlado,
salvo los casos en que el consumo de los medicamentos controlados sea autorizado
mediante prescripción médica, avalada por los servicios médicos de las Instituciones;

XXV. Abstenerse de consumir en las instalaciones de sus instituciones o en actos del servicio,
bebidas embriagantes;

XXVI. Abstenerse de realizar conductas que desacrediten su persona o la imagen de las


Instituciones, dentro o fuera del servicio;

XXVII. No permitir que personas ajenas a sus instituciones realicen actos inherentes a las
atribuciones que tenga encomendadas. Asimismo, no podrá hacerse acompañar de
dichas personas al realizar actos del servicio, y

XXVIII. Los demás que establezcan las disposiciones legales aplicables.

Artículo 41.-Además de lo señalado en el artículo anterior, los integrantes de las Instituciones


Policiales, tendrán específicamente las obligaciones siguientes:

I. Registrar en el Informe Policial Homologado los datos de las actividades e


investigaciones que realice;

II. Remitir a la instancia que corresponda la información recopilada, en el cumplimiento de


sus misiones o en el desempeño de sus actividades, para su análisis y registro.
Asimismo, entregar la información que le sea solicitada por otras Instituciones de
Seguridad Pública, en los términos de las leyes correspondientes;

III. Apoyar a las autoridades que así se lo soliciten en la investigación y persecución de


delitos, así como en situaciones de grave riesgo, catástrofes o desastres;

IV. Ejecutar los mandamientos judiciales y ministeriales;

V. Obtener y mantener actualizado su Certificado Único Policial;

VI. Obedecer las órdenes de los superiores jerárquicos o de quienes ejerzan sobre él
funciones de mando y cumplir con todas sus obligaciones, realizándolas conforme a
derecho;

VII. Responder, sobre la ejecución de las órdenes directas que reciba, a un solo superior
jerárquico, por regla general, respetando preponderantemente la línea de mando;

VIII. Participar en operativos de coordinación con otras corporaciones policiales, así como
brindarles, en su caso, el apoyo que conforme a derecho proceda;

IX. Mantener en buen estado el armamento, material, municiones y equipo que se le asigne
con motivo de sus funciones, haciendo uso racional de ellos sólo en el desempeño del
servicio;

X. Abstenerse de asistir uniformado a bares, cantinas, centros de apuestas o juegos, u otros


centros de este tipo, si no media orden expresa para el desempeño de funciones o en
casos de flagrancia, y

XI. Las demás que establezcan las disposiciones legales aplicables.


Artículo43.- La Federación, Ciudad De México y los Estados, establecerán en las disposiciones
legales correspondientes que los integrantes de las Instituciones Policiales deberán llenar un
Informe Policial Homologado que contendrá, cuando menos, los siguientes datos:

I. El área que lo emite;

II. El usuario capturista;

III. Los Datos Generales de registro;

IV. Motivo, que se clasifica en;

a) Tipo de evento, y

b) Subtipo de evento.

V. La ubicación del evento y en su caso, los caminos;

VI. La descripción de hechos, que deberá detallar modo, tiempo y lugar, entre otros datos.

VII. Entrevistas realizadas, y

VIII. En caso de detenciones:

a) Señalar los motivos de la detención;

b) Descripción de la persona;

c) El nombre del detenido y apodo, en su caso;

d) Descripción de estado físico aparente;

e) Objetos que le fueron encontrados;

f) Autoridad a la que fue puesto a disposición, y

g) Lugar en el que fue puesto a disposición.

El informe debe ser completo, los hechos deben describirse con continuidad, cronológicamente
y resaltando lo importante; no deberá contener afirmaciones sin el soporte de datos o hechos
reales, por lo que deberá evitar información de oídas, conjeturas o conclusiones ajenas a la
investigación.

Artículo 77.- Las legislaciones de la Federación Ciudad de mexico y los Estados establecerán
las funciones que realizarán las unidades operativas de investigación que podrán ser, entre otras,
las siguientes:

I. Recibir las denuncias sobre hechos que puedan ser constitutivos de delitos, sólo cuando
debido a las circunstancias del caso aquéllas no puedan ser formuladas directamente
ante el Ministerio Público, al que deberán informar de inmediato, así como de las
diligencias practicadas y dejarán de actuar cuando él lo determine;

II. Deberán verificar la información de las denuncias que le sean presentadas cuando éstas
no sean lo suficientemente claras o la fuente no esté identificada, e informará al
Ministerio Público para que, en su caso, le dé trámite legal o la deseche de plano;
III. Practicar las diligencias necesarias que permitan el esclarecimiento de los delitos y la
identidad de los probables responsables, en cumplimiento de los mandatos del Ministerio
Público;

IV. Efectuar las detenciones en los casos del artículo 16 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos;

V. Participar en la investigación de los delitos, en la detención de personas y en el


aseguramiento de bienes que el Ministerio Público considere se encuentren relacionados
con los hechos delictivos, observando las disposiciones constitucionales y legales
aplicables;

VI. Registrar de inmediato la detención en términos de las disposiciones aplicables, así como
remitir sin demora y por cualquier medio la información al Ministerio Público;

VII. Poner a disposición de las autoridades competentes, sin demora alguna, a las personas
detenidas y los bienes que se encuentren bajo su custodia, observando en todo momento
el cumplimiento de los plazos constitucionales y legales establecidos;

VIII. Preservar el lugar de los hechos y la integridad de los indicios, huellas o vestigios del
hecho delictuoso, así como los instrumentos, objetos o productos del delito. Las unidades
de la Policía facultadas para el procesamiento del lugar de los hechos, deberán fijar,
señalar, levantar, embalar y entregar la evidencia física al Ministerio Público, conforme a
las instrucciones de éste y en términos de las disposiciones aplicables.

IX. Proponer al Ministerio Público que requiera a las autoridades competentes, informes y
documentos para fines de la investigación, cuando se trate de aquellos que sólo pueda
solicitar por conducto de éste;

X. Dejar constancia de cada una de sus actuaciones, así como llevar un control y
seguimiento de éstas. Durante el curso de la investigación deberán elaborar informes
sobre el desarrollo de la misma, y rendirlos al Ministerio Público, sin perjuicio de los
informes que éste le requiera;

XI. Emitir los informes, partes policiales y demás documentos que se generen, con los
requisitos de fondo y forma que establezcan las disposiciones aplicables, para tal efecto
se podrán apoyar en los conocimientos que resulten necesarios;

XII. Proporcionar atención a víctimas, ofendidos o testigos del delito; para tal efecto deberá:

a) Prestar protección y auxilio inmediato, de conformidad con las disposiciones legales


aplicables;

b) Procurar que reciban atención médica y psicológica cuando sea necesaria;

c) Adoptar las medidas que se consideren necesarias tendientes a evitar que se ponga
en peligro su integridad física y psicológica, en el ámbito de su competencia;

d) Preservar los indicios y elementos de prueba que la víctima y ofendido aporten en el


momento de la intervención policial y remitirlos de inmediato al Ministerio Público
encargado del asunto para que éste acuerde lo conducente, y

e) Asegurar que puedan llevar a cabo la identificación del imputado sin riesgo para
ellos.
XIII. Dar cumplimiento a las órdenes de aprehensión y demás mandatos ministeriales y
jurisdiccionales de que tenga conocimiento con motivo de sus funciones, y

XIV. Las demás que le confieran las disposiciones aplicables.

LEY NACIONAL DEL REGISTRO DE DETENCIONES


Capítulo I
Disposiciones Generales
Artículo 1. La presente Ley es de orden público y de observancia general en todo el
territorio nacional. Tiene por objeto regular la integración y funcionamiento del Registro
Nacional de Detenciones, estableciendo los procedimientos que garanticen el control y
seguimiento sobre la forma en que se efectuó la detención de personas por la autoridad.
Artículo 3. El Registro consiste en una base de datos que concentra la información a
nivel nacional sobre las personas detenidas, conforme a las facultades de las autoridades
durante las etapas del proceso penal o del procedimiento administrativo sancionador ante
juez municipal o cívico, respectivamente. Dicho Registro será administrado y operado por
la Secretaría con base en las disposiciones que al respecto se emitan.
Artículo 6. El número de registro de la detención que otorgue el Sistema de Consulta
tendrá la finalidad de establecer el seguimiento a la persona detenida, hasta que es
puesta en libertad por parte de la autoridad competente en cualquiera de las etapas del
proceso penal o administrativo.
 
Capítulo III
Tratamiento de los Datos Personales de la Persona Detenida
Artículo 10. El sujeto obligado que intervenga en la captura, ingreso, envío, recepción,
manejo, consulta o actualización de la información que integra el Registro, deberá adoptar
las medidas necesarias para mantener exactos, completos, correctos y actualizados, los
datos personales en su posesión. Se presume que son ciertos los datos personales
cuando estos son proporcionados directamente por la persona detenida hasta en tanto se
acredite lo contrario.
 
Capítulo VI
Procedimiento para el Suministro, Intercambio y Actualización de Información del
Registro
Artículo 17. Los integrantes de las instituciones de seguridad pública que lleven a
cabo una detención deberán realizar el registro de inmediato y en el momento en que la
persona se encuentre bajo su custodia, bajo su más estricta responsabilidad. En caso de
que al momento de la detención la autoridad no cuente con los medios para capturar los
datos correspondientes en el Registro deberá informar, inmediatamente y por el medio de
comunicación de que disponga, a la unidad administrativa de la institución a la cual se
encuentre adscrito y que pueda generar el registro.
La ruta de traslado de una persona detenida podrá ser registrada mediante dispositivos
de geolocalización. En caso de no contar con ellos, se procederá en términos de la
fracción VI del artículo 23.
Artículo 18. El Registro inmediato sobre la detención que realiza la autoridad deberá
contener, al menos, los siguientes elementos:
I.        Nombre;
II.       Edad;
III.      Sexo;
IV.      Lugar, fecha y hora en que se haya practicado la detención y los motivos de la misma,
así como si esta obedece al cumplimiento de una orden de aprehensión, detención por
flagrancia, caso urgente o arresto administrativo;
V.       Nombre de quien o quienes hayan intervenido en la detención. En su caso, institución,
rango y área de adscripción;
VI.      La autoridad a la que será puesta a disposición;
 
VII.     El nombre de algún familiar o persona de confianza, en caso de que la persona detenida
acceda a proporcionarlo;
VIII.    El señalamiento de si la persona detenida presenta lesiones apreciables a simple vista, y
IX.      Los demás datos que determine el Centro Nacional de Información que permitan atender
el objeto de la presente Ley.
El Registro deberá realizarse sin demérito de que la autoridad que efectúe la detención
cumpla con la obligación de emitir su respectivo informe policial y demás documentos a
que se refiere el Código Nacional de Procedimientos Penales.
Artículo 19. Cuando la detención se practique por autoridades que realicen funciones
de apoyo a la seguridad pública, éstas, bajo su más estricta responsabilidad, deberán dar
aviso, inmediatamente, de la detención a la autoridad policial competente, brindando la
información necesaria para que ésta genere el registro correspondiente, en términos de lo
establecido por esta Ley.
Artículo 20. Una vez ingresada la información de la persona detenida, el Registro
generará un número de registro de la detención, mismo que deberá de constar en el
informe policial que se entregue al Ministerio Público o a la autoridad administrativa
correspondiente al momento de la puesta a disposición del detenido.
Artículo 21. Las instituciones de procuración de justicia o aquellas que conozcan de
faltas administrativas, a quienes les sea puesta a disposición una persona detenida,
procederán de inmediato a actualizar la información en el Registro sobre la situación que
guarda dicha persona bajo su custodia, utilizando como referencia el número de registro
de la detención que la autoridad aprehensora hubiere especificado en el informe.
.
Artículo 22. En los casos en que las instituciones de procuración de justicia o aquellas
que conozcan de faltas administrativas no ratifiquen la detención realizada por la
autoridad, inmediatamente después de decretar la libertad de la persona detenida se
dejará constancia de ello y realizará la actualización de información en el Registro.
Artículo 23. La actualización de la información del Registro que lleven a cabo las
instituciones de procuración de justicia o administrativas deberá contener, cuando menos,
lo siguiente:
I.        Datos de la persona detenida, que serán:
a)    Lugar y fecha de nacimiento;
b)    Domicilio;
c)    Nacionalidad y lengua nativa;
d)    Estado civil;
e)    Escolaridad;
f)     Ocupación o profesión;
g)    Clave Única de Registro de Población;
h)    Grupo étnico al que pertenezca;
i)     Descripción del estado físico de la persona detenida y nombre del médico que certificó o,
en su caso, copia del certificado médico;
j)     Huellas dactilares;
k)    Fotografía de la persona detenida, y
l)     Otros medios que permitan la identificación plena de la persona;
II.       Número de carpeta de investigación o expediente administrativo y, tratándose de
reincidencia, delito por el que fue sentenciado y pena impuesta;
III.      Adicciones, estado general de salud, enfermedades o padecimientos crónicos o
degenerativos;
IV.      Nombre y cargo del servidor público que actualiza el registro, así como área de
adscripción;
V.       Día y hora de la liberación de la persona detenida o, en su caso, del traslado a otro lugar
de detención;
 
VI.      +Descripción mínima de la ruta sobre el traslado y la autoridad encargada del mismo;
VII.     Autoridad que recibe a la persona detenida, así como el día y hora de la recepción;
VIII.    En caso de fallecimiento durante la detención o privación de libertad, las circunstancias y
causas del deceso y el destino final de la persona fallecida, y
IX.      Los demás datos que determine el Centro Nacional de Información conforme a sus
atribuciones, que permitan atender el objeto de la presente Ley.
Artículo 30. La persona privada de la libertad y su representante legal, tendrán acceso
a la información contenida en el Registro, de conformidad con los lineamientos que al
efecto emita la Secretaría.
 
La Federación, las entidades federativas y los municipios, dentro de los plazos
señalados en este artículo, harán las previsiones necesarias para lograr la compatibilidad
de los servicios de telecomunicaciones para un eficaz funcionamiento del Registro.
Séptimo. Las instituciones de seguridad pública procurarán contar con dispositivos de
geolocalización para registrar la ruta de traslado de las personas detenidas en medida de
sus posibilidades y su disponibilidad presupuestaria.
Sobre la Ley General del Registro de Detenciones
Sin embargo, la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) ya
establece, desde 2009,
Artículo 112. Los agentes policiales que realicen detenciones, deberán dar aviso
administrativo de inmediato al Centro Nacional de Información, de la detención, a través
del Informe Policial Homologado.
Artículo 113. El registro administrativo de la detención deberá contener, al menos, los
datos siguientes:
I. Nombre y, en su caso, apodo del detenido;
II. Descripción física del detenido;
III. Motivo, circunstancias generales, lugar y hora en que se haya practicado la detención;
IV. Nombre de quien o quienes hayan intervenido en la detención. En su caso, rango y
área de adscripción;
V. Lugar a donde será trasladado el detenido;
VI. Fotografía a color del detenido de frente y perfil; y
VII.Fotografía panorámica del lugar de detención, en
su caso.
Ley General del SNSP: Ley General del SNSP:
Artículo 114. Las instituciones de Procuración de Justicia deberán actualizar la
información relativa al registro, tan pronto reciba a su disposición al detenido, recabando
lo siguiente:
I. Domicilio, fecha de nacimiento, estado civil, grado de estudios y ocupación o profesión;
II. Clave Única de Registro de Población;
III. Grupo étnico al que pertenezca;
IV. Descripción del estado físico del detenido;
V. Huellas dactilares;
VI. Identificación antropométrica; y
VII.Otros medios que permitan la identificación del individuo.
El Ministerio Público y la policía deberán informar a quien lo solicite de la detención de
una persona y, en su caso, a la autoridad a cuya disposición se encuentre.
La Conferencia Nacional de Procuración de Justicia emitirá las disposiciones necesarias
para regular los dispositivos tecnológicos que permitan generar, enviar, recibir, consultar o
archivar toda la información a que se refiere este artículo, la que podrá abarcar imágenes,
sonidos y video, en forma electrónica, óptica o mediante cualquier otra tecnología.

LEY NACIONAL SOBRE EL USO DE LA FUERZA


Capítulo I
Disposiciones Generales
Artículo 1. Las disposiciones de la presente Ley son de orden público, de
interés social y de observancia general en todo el territorio nacional; tienen como
fin regular el uso de la fuerza que ejercen las instituciones de seguridad pública
del Estado, así como de la Fuerza Armada permanente cuando actúe en tareas
de seguridad pública.
Cuando las autoridades a que se refiere el párrafo anterior realicen tareas de
protección civil, y se requiera el uso de la fuerza, lo harán en los términos que
dispone la presente Ley.
Artículo 2. La presente Ley tiene por objeto:
      Establecer las normas generales bajo las cuales los integrantes de las
instituciones de seguridad pueden ejercer el uso de la fuerza y utilizar el
armamento oficial para el desempeño de sus funciones;
      Regular el catálogo normativo de funciones, derechos, obligaciones y
prohibiciones para los integrantes de las instituciones de seguridad que ejercen el
uso de la fuerza;
      Establecer las reglas para el control y administración del equipamiento oficial de
los integrantes de las instituciones de seguridad;
      Normar los esquemas de coordinación operativa para las instituciones de
seguridad en el uso de la fuerza y del armamento oficial;
      Brindar certeza jurídica y transparencia a la ciudadanía en relación con el uso de
la fuerza que realicen las instituciones de seguridad en el ejercicio de sus
funciones, y
      El establecimiento del régimen de responsabilidades por la inobservancia de esta
Ley.
Artículo 3. Para los efectos de la presente Ley, se entenderá por:
      Agente: servidor público integrante de las instituciones de seguridad que, con
motivo de su empleo, cargo o comisión, hace uso de la fuerza. Se considerará
agente al elemento de la Fuerza Armada permanente cuando actúe en tareas de
seguridad pública, así como a las personas que presten servicios de seguridad
privada en términos de la ley, cuando colaboren en tareas de seguridad pública;
      Armas de fuego: las autorizadas para el uso de los miembros de las instituciones
de seguridad, de conformidad con la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos
y su Reglamento;
      Armas menos letales: aquellas a través de las cuales se disminuyen las funciones
corporales de un individuo, reduciendo al mínimo el riesgo de causarle lesiones
que pongan en peligro su vida;
      Armas letales: las que por su diseño y mecanismo ocasionan o pueden ocasionar
lesiones graves y la muerte;
      Control: la acción que ejercen los integrantes de las instituciones de seguridad
sobre una o varias personas para su contención;
      Detención: la restricción de la libertad de una persona por las instituciones de
seguridad, con el fin
de ponerla a disposición de la autoridad competente;
VII.     Instituciones de Seguridad Pública: las instituciones policiales, de procuración de
justicia, del sistema penitenciario y dependencias o entidades encargadas de la
seguridad pública de orden federal, local o municipal, las cuales también podrán
ser referidas en esta Ley como instituciones de seguridad;
VIII.    Estructuras corporales: las partes anatómicas del cuerpo, tales como los órganos,
las extremidades y sus componentes;
      Funciones corporales: las funciones fisiológicas de los sistemas corporales tales
como el sistema respiratorio, el sistema cardiovascular, el sistema músculo-
esquelético, entre otros;
      Lesión: el daño producido por una causa externa que deja huella material en el
cuerpo humano;
      Lesión grave: el daño producido por una causa externa que ponga en peligro la
vida o que disminuya de manera permanente las capacidades físicas de una
persona;
XII.     Ley: la Ley Nacional sobre el Uso de la Fuerza;
XIII.    Sujetos Obligados: las instituciones de seguridad pública, las auxiliares, y los
agentes de ambas, y
XIV.    Uso de la Fuerza: la inhibición por medios mecánicos o biomecánicos, de forma
momentánea o permanente, de una o más funciones corporales que lleva a cabo
una persona autorizada por el Estado sobre otra, siguiendo los procedimientos y
protocolos que establecen las normas jurídicas aplicables.
epiletal es una túnica de tejido que se compone de células muy unidad que
tapizan la superficie externa, por ejemplo, la dermis, o la superficie interna de una
cavidad corporal. El epitelio.

Capítulo II
Principios del Uso de la Fuerza
Artículo 4. El uso de la fuerza se regirá por los principios de:
      Absoluta necesidad: para que el uso de la fuerza sea la última alternativa para
tutelar la vida e integridad de las personas o evitar que se vulneren bienes
jurídicamente protegidos o con el fin de mantener el orden y la paz pública, al
haberse agotado otros medios para el desistimiento de la conducta del agresor;
      Legalidad: para que la acción de las instituciones de seguridad se realice con
estricto apego a la Constitución, a las leyes y a los Tratados Internacionales de los
que el Estado mexicano sea parte;
      Prevención: para que los operativos y para el cumplimiento de la ley sean
planificados y se lleven a cabo, en la medida de lo posible, minimizando el uso de
la fuerza y, cuando esto sea inevitable, reduciendo al mínimo los daños que de
ello puedan resultar;
      Proporcionalidad: para que el nivel de fuerza utilizado sea acorde con el nivel de
resistencia ofrecido por el agresor y el nivel de riesgo exhibido, de tal forma que
los agentes apliquen medios y métodos bajo un criterio de uso diferenciado y
progresivo de la fuerza, y
      Rendición de cuentas y vigilancia: para que existan controles que permitan la
evaluación de las acciones de uso de la fuerza y sea valorada su eficacia en
términos del desempeño de las responsabilidades y funciones previstas por esta
Ley.
Artículo 5. El uso de la fuerza se hará en todo momento con pleno respeto a
los derechos humanos.
Artículo 6. El impacto del uso de la fuerza en las personas estará graduado de
la siguiente manera:
      Persuasión: cese de la resistencia a través del uso de indicaciones verbales o de
la simple presencia de la autoridad, para lograr la cooperación de las personas
con la autoridad;
      Restricción de desplazamiento: determinar un perímetro con la finalidad de
controlar la agresión;
      Sujeción: utilizar la fuerza física con moderación para lograr el control o
aseguramiento de los individuos;
      Inmovilización: utilizar la fuerza física con intensidad, pudiendo emplear medios o
equipos destinados a restringir la movilidad de las personas para lograr su
aseguramiento;
      Incapacitación: utilizar la fuerza física con máxima intensidad, permitiendo el
empleo de armas menos letales, así como sustancias químicas irritantes que
perturben las funciones sensoriales, con
la finalidad de neutralizar la resistencia y la violencia, teniendo alta probabilidad de
causar lesiones que no pongan en riesgo la vida del agresor;
      Lesión grave: utilizar la fuerza epiletal, permitiendo el uso de armas menos letales
o de fuego con la finalidad de neutralizar a los agresores y proteger la integridad
de la autoridad o de personas ajenas, con alta probabilidad de dañar gravemente
al agresor, y
VII.     Muerte: utilizar la fuerza letal como una acción excepcional, permitiendo el uso de
armas menos letales o de fuego con la finalidad de repeler y neutralizar la
agresión, no teniendo otra opción para proteger la vida de las personas ajenas o
la propia, a sabiendas que existe un alto riesgo de causar la muerte del agresor.
Artículo 7. Se consideran amenazas letales inminentes:
      La acción de apuntar con el cañón de un arma de fuego o una réplica de la misma
en dirección a una persona;
      La acción de no soltar un arma de fuego o una réplica de la misma después de
advertencia clara;
      La acción de poner en riesgo la integridad física de una persona con un arma
punzocortante;
      El accionar el disparador de un arma de fuego;
      La acción de portar o manipular un explosivo real o una réplica del mismo, o
      Las acciones tendientes a perturbar objetos o sistemas que puedan tener efectos
letales o incapacitantes en una o más personas.
Artículo 8. Los protocolos y procedimientos del uso de la fuerza deberán
atender a la perspectiva de género, la protección de niñas, niños y adolescentes,
así como la atención de situaciones de riesgo en el interior o en las inmediaciones
de guarderías, escuelas, hospitales, templos, centros de reclusión y otros lugares
en el que se congreguen personas ajenas a los agresores.
Capítulo III
Procedimientos del Uso de la Fuerza
Artículo 9. Los mecanismos de reacción en el uso de la fuerza son:
      Controles cooperativos: indicaciones verbales, advertencias o señalización;
      Control mediante contacto: su límite superior es la intervención momentánea en
funciones motrices;
      Técnicas de sometimiento o control corporal: su límite superior es el impedimento
momentáneo de funciones corporales y daños menores en estructuras corporales;
      Tácticas defensivas: su límite superior es el daño de estructuras corporales no
vitales, y
      Fuerza Letal: su límite es el cese total de funciones corporales. Se presume el
uso de la fuerza letal cuando se emplee arma de fuego contra una persona.
Artículo 10. La clasificación de las conductas que ameritan el uso de la fuerza,
ordenadas por su intensidad, es:
      Resistencia pasiva: conducta de acción u omisión que realiza una o varias
personas, exenta de violencia, para negarse a obedecer órdenes legítimas
comunicadas de manera directa por los sujetos obligados, quienes previamente se
han identificado como autoridad. Contra la resistencia pasiva podrán oponerse los
mecanismos de reacción a los que se refieren las fracciones I y II del artículo
anterior;
      Resistencia activa: conducta de acción u omisión que realiza una o varias
personas, empleando la violencia, el amago o la amenaza, para negarse a
obedecer órdenes legítimas comunicadas de manera directa por los sujetos
obligados, quienes previamente se han identificado como autoridad. Contra la
resistencia activa podrán oponerse los mecanismos de reacción a los que se
refieren las fracciones I, II, III y IV del artículo anterior, y
      Resistencia de alta peligrosidad: conducta de acción u omisión que realiza una o
varias personas, empleando la violencia, el amago o la amenaza con armas o sin
ellas para causar a otra u otras o a miembros de las instituciones de seguridad,
lesiones graves o la muerte, negándose a obedecerórdenes legítimas
comunicadas de manera directa por los sujetos obligados, quienes previamente se
han identificado como autoridad. Contra la resistencia de alta peligrosidad podrán
oponerse los mecanismos de reacción a los que se refieren las fracciones I, II, III,
IV y V del artículo anterior.
Artículo 11. Los niveles del uso de la fuerza, según el orden en que deben
agotarse, son:
      Presencia de autoridad: es la primera forma de contacto que tienen los agentes
con la ciudadanía en general. Se manifiesta a través de:
a)    El uso adecuado del uniforme;
b)    El uso adecuado de equipo, acorde a las circunstancias, y
c)    Una actitud diligente.
      Persuasión o disuasión verbal: a través del uso de palabras o gesticulaciones que
sean catalogadas como órdenes y que permitan a la persona facilitar a los
agentes a cumplir con sus funciones;
      Reducción física de movimientos: mediante acciones cuerpo a cuerpo a efecto de
que se controle a la persona que se ha resistido y ha obstaculizado que los
agentes cumplan con sus funciones;
      Utilización de armas incapacitantes menos letales: a fin de someter la resistencia
activa de una persona, y
      Utilización de armas de fuego o de fuerza letal: para repeler las resistencias de
alta peligrosidad.
Artículo 12. El uso de la fuerza solo se justifica cuando la resistencia o
agresión es:
      Real: si la agresión se materializa en hechos apreciables por los sentidos, sin ser
hipotética ni imaginaria;
      Actual: si la agresión se presenta en el momento del hecho, no con anterioridad o
posterioridad, y
      Inminente: si la agresión está próxima a ocurrir y, de no realizarse una acción,
esta se consumaría.
Artículo 13. El uso de la fuerza letal será el último recurso en cualquier
operativo. En su caso, los agentes deberán comprobar que la agresión era real,
actual o inminente, sin derecho, que ponía o podría poner en peligro la vida o
integridad física de personas ajenas o de uno de ellos y que el uso de la fuerza en
los niveles referidos en las fracciones I a la IV del artículo 11, eran insuficientes
para repeler, contrarrestar o neutralizar los actos de resistencia.
Capítulo IV
Instrumentos del Uso de la Fuerza
Artículo 14. Las instituciones de seguridad asignarán las armas solamente al
agente que apruebe la capacitación establecida para su uso y este, a su vez, solo
podrá usar las armas que le hayan sido asignadas.
Artículo 15. Los agentes podrán tener a su cargo y portar las siguientes armas:
      Incapacitantes menos letales:
)    Bastón PR-24, tolete o su equivalente, de acuerdo con las disposiciones
aplicables;
b)    Dispositivos que generan descargas eléctricas;
c)    Esposas o candados de mano;
d)    Sustancias irritantes en aerosol, y
e)    Mangueras de agua a presión.
      Letales:
a)    Armas de fuegopermitidas, y
b)    Explosivos permitidos, en este y en el inciso anterior, en términos de la Ley
Federal de Armas de Fuego y Explosivos.
Las instituciones de seguridad deberán dotar a los agentes con el equipo de
protección y vehículos con y sin blindaje, a fin de proteger su integridad y
disminuir la necesidad del uso de armas de cualquier tipo.
En todos los casos, las armas que se autoricen para los cuerpos de policía
deberán apegarse a lo establecido en el párrafo tercero del artículo 24 de la
Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos.
 
Artículo 16. Las instituciones de seguridad emitirán los protocolos de actuación
con perspectiva de género y para niñas, niños, adolescentes y protección de los
derechos humanos, así como los manuales de técnicas para el uso de la fuerza y
la descripción de las conductas a realizar por parte de los agentes.
El manual correspondiente determinará el contenido de las prácticas que los
agentes deberán cumplir para estar capacitados en el uso de la fuerza, así como
la periodicidad del entrenamiento para el uso de las armas permitidas y las
técnicas de solución pacífica de conflictos, como la negociación y la mediación,
así como de control de multitudes y otros medios lícitos que limiten al máximo el
uso de la fuerza en los niveles de uso de armas incapacitantes menos letales y de
armas de fuego.
El entrenamiento para el uso de las armas permitidas comprenderá técnicas de
solución pacífica de conflictos, como la negociación y la mediación, así como de
control de multitudes y otros medios lícitos que limiten al máximo el uso de la
fuerza en los niveles de uso de armas menos letales y uso de arma de fuego.
Capítulo V
Agentes
Artículo 17. Las instituciones de seguridad deberán contar con una base de
datos que contenga el registro detallado de las huellas y las características que
impriman los proyectiles u ojivas, las estrías o rayado helicoidal de las armas de
fuego bajo su resguardo; así como de las armas y equipo asignado a cada agente.
Artículo 18. Las instituciones de seguridad garantizarán que sus integrantes
sean seleccionados mediante procedimientos adecuados que permitan establecer
que poseen aptitudes éticas, psicológicas y físicas apropiadas para el ejercicio
eficaz de sus funciones y que reciban capacitación profesional, continua
y completa, incluyendo el uso de la fuerza. Las aptitudes para el ejercicio de esas
funciones serán objeto de examen periódico, de conformidad con las
disposiciones aplicables.
Lo anterior, de conformidad con las disposiciones relativas de la Ley General
del Sistema Nacional de Seguridad Pública, y demás normatividad aplicable.
Artículo 19. Todo agente tiene derecho a la protección de su vida e integridad
física, al respeto a su dignidad como ser humano y a su autoridad por parte de sus
superiores y de la ciudadanía.
Es obligación de la institución de seguridad a la que pertenezcan, proporcionar
a sus agentes la atención médica, psicológica y jurídica que, en su caso,
requieran.
Artículo 20. Las familias de los agentes contarán con atención médica,
psicológica y social en aquellos casos en los que el agente pierda la vida, le sea
imputado el uso excesivo de la fuerza o adquiera alguna discapacidad por el
ejercicio de sus funciones, dando especial atención a sus familiares.
Capítulo VI
Detenciones
Artículo 21. En el uso de la fuerza para la detención de una persona se
atenderán los principios y procedimientos establecidos en esta Ley, de acuerdo
con las siguientes reglas:
      Evaluar la situación para determinar inmediatamente el nivel de fuerza que
utilizará;
      Comunicar de inmediato a la persona o personas las razones por las cuales serán
detenidas;
      Comunicar a la persona detenida ante qué autoridad será puesta a disposición y
solicitar que la acompañen, y
      Poner a disposición de forma inmediata ante la autoridad competente a la
persona detenida.
Los agentes, bajo su más estricta responsabilidad, velarán porque durante la
custodia del detenido se resguarde su integridad y se impidan actos de tortura,
tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, desaparición forzada o
cualquier otro hecho que la ley señale como delito, o que impliquen una
violación grave a los derechos humanos; así como por el cumplimiento de las
disposiciones correspondientes de la Ley Nacional del Registro de Detenciones.
Artículo 22. Cuando para la detención de una persona sea necesario hacer
uso de la fuerza, el agente deberá:
      Procurar no ocasionar daño a la persona susceptible de detención y velar por el
respeto a la vida e integridad física de ésta;
      Utilizar de forma racional, subsidiaria y proporcional, los distintos niveles de uso
de la fuerza, conforme a los niveles contemplados en esta Ley, y
      No exponer a la persona detenida a tratos denigrantes, abuso de autoridad o
tortura.
En cualquier caso, será aplicable lo dispuesto por el último párrafo del artículo
anterior.
Artículo 23. Durante una detención, se debe garantizar la seguridad de las
personas no involucradas, la
de los agentes y la del sujeto de la detención, en ese orden.
Artículo 24. Las instituciones de seguridad deberán abstenerse de ejercer el
uso de la fuerza en contra de una persona detenida bajo su custodia, salvo que
las circunstancias demanden la necesidad de su uso para el mantenimiento del
orden y la seguridad o se ponga en riesgo la integridad de las personas.
Artículo 25. Las detenciones podrán ser registradas en medios audiovisuales
que serán accesibles por los medios que establezcan las disposiciones en materia
de acceso a la información pública y protección de datos personales.
Artículo 26. De cada detención se llevará a cabo el registro e informe
correspondiente, en términos de lo establecido por la ley en la materia.
Capítulo VII
Actuación de las Policías en Manifestaciones y Reuniones Públicas
Artículo 27. Por ningún motivo se podrá hacer uso de armas contra quienes
participen en manifestaciones o reuniones públicas pacíficas con objeto lícito.
En estos casos, la actuación policial deberá asegurar la protección de los
manifestantes y los derechos de terceros, así como garantizar la paz y el orden
públicos.
La intervención de las fuerzas de seguridad pública deberá hacerse por
personas con experiencia y capacitación específicas para dichas situaciones y
bajo protocolos de actuación emitidos por el Consejo del Sistema Nacional de
Seguridad Pública.
Artículo 28. Cuando las manifestaciones o reuniones públicas se tornen
violentas, las policías deberán actuar de acuerdo a los distintos niveles de fuerza
establecidos en esta Ley.
Capítulo VIII
Planeación de Operativos que requieran el Uso de la Fuerza
Artículo 29. Los agentes tienen derecho a responder a una agresión usando
fuerza letal cuando esté en peligro inminente su integridad física con riesgo de
muerte. Para calificar el hecho se deberán tomar en cuenta las circunstancias de
modo, tiempo y lugar del operativo, así como la situación del agresor y su
capacidad de resistencia.
Artículo 30. En el uso de la fuerza y la planeación de operativos siempre se
tomará en consideración la salvaguarda de los objetivos y principios que establece
esta Ley para garantizar la protección a los derechos humanos de todos los
potenciales involucrados. Además, deberán cumplir con lo siguiente:
      Determinar el agente o agentes al mando del operativo, que serán responsables
de su debido cumplimiento;
      El mando deberá realizar reuniones para la coordinación con las diferentes
autoridades participantes y los agentes que participarán en el operativo, con el
objetivo de plantear las estrategias adecuadas y la toma de decisiones para definir
el cumplimiento de los objetivos;
      Contar con planes operativos y logísticos para hacer frente al evento de que se
trate, que contemplen la forma para controlar la eventual resistencia,
considerando la capacidad de respuesta del objetivo, las características físicas del
lugar, las entradas y salidas para poder considerar la retirada en caso de que el
uso de la fuerza resulte inadecuado y la vida de los agentes corra peligro, así
como evitar la huida de la o las personas en caso de que se trate de una
detención;
      Los planes operativos deberán establecer acciones para repeler, contrarrestar y
neutralizar cualquier tipo de resistencia;
      Contemplar en el desarrollo del operativo el uso progresivo y diferenciado de la
fuerza, procurando generar el menor daño posible;
      Contar con un plan de desplazamiento de los agentes en la zona del operativo;
VII.     Antes del operativo, pasar revista de agentes, equipo, armamento, cartuchos y
vehículos, misma que deberá constar por escrito;
VIII.    Asegurar que el mando operativo mantenga una constante comunicación con sus
superiores para la toma de decisiones durante la realización del operativo, incluida
la posible negociación con las personas que ejercen la resistencia;
      Evaluar los factores de riesgo para planear la estrategia adecuada;
      Determinar las rutas para poner a salvo a las personas ajenas, y
      Es legal grabar o filmar el desarrollo del operativo, desde el inicio hasta la
conclusión del mismo.
Artículo 31. En el caso de los planes, estrategias y programas para actuar
frente a asambleas, manifestaciones o reuniones que se tornen violentas o que
atenten contra el orden público, se deberá
considerar la presencia de agentes capacitados para llevar a cabo negociaciones
y procedimientos de disuasión y persuasión para que los manifestantes
abandonen las conductas agresivas, debiendo buscar a los líderes para entablar
el diálogo entre éstos y las autoridades.
El agente que funja como negociador deberá permanecer en comunicación
directa y en coordinación con el mando operativo, quien a su vez tendrá contacto
directo con el mando superior.
Capítulo IX
Informes del Uso de la Fuerza
Artículo 32. Siempre que los miembros de las instituciones de seguridad
utilicen la fuerza en cumplimiento de sus funciones deberán realizar un reporte
pormenorizado a su superior jerárquico inmediato, una copia de este se integrará
al expediente del agente al mando del operativo y en lo conducente de cada
uno de los participantes.
Los superiores jerárquicos serán responsables cuando deban tener o tengan
conocimiento de que los agentes bajo su mando hayan empleado ilícitamente la
fuerza, los instrumentos o armas de fuego a su cargo y no lo impidan o no lo
denuncien ante las autoridades correspondientes.
Artículo 33. El reporte pormenorizado contendrá:
      Nombre, adscripción y datos de identificación del agente;
      Nivel de fuerza utilizado;
      Circunstancias de modo, tiempo, lugar de los hechos y razones que motivaron la
decisión de emplear dicho nivel de fuerza, y
      En caso de haber utilizado armas letales:
a)    Detallar las razones que se tuvieron para hacer uso del arma de fuego o
explosivo;
b)    Identificar el número de disparos o la cantidad de detonación de explosivos;
c)    Especificar el tipo de lesiones, el número e identidad de las personas lesionadas y
los daños materiales causados, y
d)    En su caso, especificar el número e identidad de las personas que hayan perdido
la vida.
Artículo 36. En aquellos operativos en los que se requiera y autorice desde la
planeación el uso de la fuerza letal, se podrán utilizar dispositivos tecnológicos
con elfin de registrar audiovisualmente el desarrollo del operativo con fines de
verificación.
Artículo 38. El material audiovisual será accesible para investigaciones y
procedimientos judiciales, en términos de la legislación en la materia.
Artículo 39. Los datos personales de los agentes que hayan utilizado fuerza
letal deberán ser tratados en términos de la legislación en la materia.
Dentro de los programas de capacitación se deberán establecer cursos de
evaluación sobre el uso de la fuerza.
Capítulo XI
Régimen de Responsabilidades
Artículo 42. Los mandos de las instituciones de seguridad, así como de la
Fuerza Armada permanente, cuando actúen en tareas de seguridad pública,
deberán verificar que el empleo de la fuerza ejercida por sus subordinados, se
efectúe conforme a lo establecido en la presente Ley y demás ordenamientos
aplicables.
Artículo 43. Las infracciones a la presente Ley, derivadas de uso indebido de
la fuerza, cometidas por integrantes de las instituciones de seguridad pública, así
como de la Fuerza Armada permanente, cuando actúen en tareas de seguridad
pública, deberán ser sancionadas en términos de las disposiciones legales civiles,
penales o administrativas correspondientes.
Artículo 44. Cualquier integrante de las instituciones de seguridad, así como
de la Fuerza Armada permanente cuando actúe en tareas de seguridad pública, al
tener conocimiento que se usó indebidamente la fuerza, deberá denunciar el
hecho ante la autoridad competente.
Transitorios
Primero. La presente Ley entrará en vigor al día siguiente de su publicación en
el Diario Oficial de la Federación.
Segundo. Se derogan las disposiciones sobre uso de la fuerza en materia de
seguridad pública, que se opongan a lo dispuesto en el presente Decreto.
Ciudad de México, a 23 de mayo de 2019.- Sen. Martí Batres Guadarrama,
Presidente.- Dip. Porfirio Muñoz Ledo, Presidente.- Sen. Nancy de la Sierra
Arámburo, Secretaria.- Dip. Julieta Macías Rábago, Secretaria.- Rúbricas."
LEY DE LA GUARDIA NACIONAL
Artículo 1. La presente Ley es de orden público, de aplicación en todo el territorio
nacional, reglamentaria del artículo 21 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, en materia de Guardia Nacional.

Artículo 4. La Guardia Nacional es una institución de seguridad pública, de carácter


civil, disciplinada y profesional, adscrita como órgano administrativo desconcentrado de la
Secretaría.
Artículo 5. El objeto de la Guardia Nacional es realizar la función de seguridad pública
a cargo de la Federación y, en su caso, conforme a los convenios que para tal efecto se
celebren, colaborar temporalmente en las tareas de seguridad pública que corresponden
a las entidades federativas o municipios.
Artículo 6. Son fines de la Guardia Nacional:
I.          Salvaguardar la vida, integridad, seguridad, bienes y derechos de las personas, así
como preservar las libertades;
II.         Contribuir a la generación y preservación del orden público y la paz social;
III.        Salvaguardar los bienes y recursos de la Nación, y
IV.        Llevar a cabo acciones de colaboración y coordinación con entidades
federativas y municipios.
Artículo 7. Para materializar sus fines, la Guardia Nacional deberá:
I.          Aplicar, de acuerdo a sus atribuciones y obligaciones, los programas, políticas y acciones
que integran la Estrategia Nacional de Seguridad Pública;
II.         Prevenir la comisión de delitos y faltas administrativas;
III.        Investigar la comisión de delitos, bajo la conducción y mando del Ministerio
Público competente en el ejercicio de esta función;
IV.        Colaborar, en materia de seguridad pública, con las entidades federativas y municipios,
en los términos que así se convenga, de conformidad con las disposiciones que regulen
el Sistema Nacional de Seguridad Pública;
V.         Auxiliar al Poder Judicial de la Federación en el ejercicio de sus funciones, así como a
los de las entidades federativas, en los términos de la coordinación y colaboración
que convengan, de conformidad con las disposiciones del Sistema Nacional de
Seguridad Pública;
VI.        Intervenir en los actos procesales de carácter penal en los que sea requerida
su participación, así como fungir como policía procesal, en términos de la Ley Nacional
de Ejecución Penal;
VII.       Intervenir en materia de seguridad pública en el ámbito local, en coadyuvancia de
las autoridades competentes, y
VIII.      Hacer uso de las armas que le sean autorizadas, de conformidad con las
disposiciones aplicables.
Artículo 9. La Guardia Nacional tendrá las atribuciones y obligaciones siguientes:
I.          Prevenir la comisión de delitos y las faltas administrativas que determine la
legislación aplicable;
II.         Salvaguardar la integridad de las personas y de su patrimonio; garantizar, mantener
y restablecer el orden y la paz social, así como prevenir la comisión de delitos en:
a)    Las zonas fronterizas y en la tierra firme de los litorales, la parte perteneciente al país de
los pasos y puentes limítrofes, aduanas, recintos fiscales, con excepción de los marítimos,
secciones aduaneras, garitas, puntos de revisión aduaneros, los centros de supervisión y
control migratorio, las carreteras federales, las vías férreas, los aeropuertos, el espacio
aéreo y los medios de transporte que operen en las vías generales de comunicación, así
como sus servicios auxiliares;
b)    La Guardia Nacional actuará en aduanas, recintos fiscales, secciones aduaneras, garitas
o puntos de revisión aduaneros, en auxilio y coordinación con las
autoridades responsables en materia fiscal, naval o de migración, en los términos de la
presente Ley y las demás disposiciones aplicables;
c)    Los parques nacionales, las instalaciones hidráulicas y vasos de las presas, los embalses
de los lagos y los cauces de los ríos;
d)    Los espacios urbanos considerados como zonas federales, así como en los
inmuebles, instalaciones y servicios de las dependencias y entidades de la Federación;
e)    Todos aquellos lugares, zonas o espacios del territorio nacional sujetos a la jurisdicción
federal, así como las instalaciones estratégicas, conforme a lo establecido por las leyes
respectivas, y
f)     En todo el territorio nacional, en el ámbito de su competencia; en las zonas
turísticas deberán establecerse protocolos especializados para su actuación;
III.        Realizar investigación para la prevención de los delitos;
IV.        Efectuar tareas de verificación, en el ámbito de su competencia, para la prevención
de infracciones administrativas;
V.         Recabar información en lugares públicos para evitar el fenómeno delictivo, mediante
la utilización de medios e instrumentos y cualquier herramienta que resulten necesarios
para la
Generación de inteligencia preventiva. En el ejercicio de esta atribución se deberá
respetar el derecho a la vida privada de las personas. Los datos obtenidos con afectación
a los derechos humanos carecerán de todo valor probatorio;
VI.        Llevar a cabo operaciones encubiertas y de usuarios simulados, en la investigación para
la prevención de delitos, en términos de las disposiciones aplicables;
VII.       Realizar análisis técnico, táctico o estratégico de la información obtenida para la
generación de inteligencia;
VIII.      Realizar, bajo la conducción y mando del Ministerio Público, las investigaciones de
los delitos cometidos, así como las actuaciones que les instruya aquel o la
autoridad jurisdiccional, conforme a las normas aplicables;
IX.        Informar a la persona, al momento de su detención, sobre los derechos que en su
favor establece la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos;
X.         Poner a disposición de las autoridades competentes, sin demora, a personas y bienes
en los casos en que, por motivo de sus funciones, practique alguna detención o lleve a
cabo algún aseguramiento de bienes, observando en todo momento el cumplimiento de
los plazos establecidos en las disposiciones constitucionales y legales que resulten
aplicables;
XI.        Recibir las denuncias sobre hechos que puedan ser constitutivos de delitos, en términos
de lo dispuesto en el Código Nacional de Procedimientos Penales y las demás
disposiciones aplicables;
XII.       Verificar la información que reciba sobre hechos que puedan ser constitutivos de delito y,
en su caso, hacerla del conocimiento del Ministerio Público;
XIII.      Realizar la detención de personas y el aseguramiento de bienes relacionados con
hechos delictivos;
XIV.      Efectuar las detenciones conforme a lo dispuesto en el artículo 16 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos y el Código Nacional de Procedimientos
Penales;
XV.       Realizar el registro inmediato de la detención de las personas, en los términos señalados
en la ley de la materia;
XVI.      Preservar el lugar de los hechos o del hallazgo, la integridad de los indicios, huellas
o vestigios, así como los instrumentos, objetos o productos del delito, dando aviso
de inmediato al Ministerio Público. Al efecto, la Guardia Nacional contará con
unidades facultadas para el procesamiento del lugar de los hechos, de conformidad con el
Código Nacional de Procedimientos Penales y los protocolos correspondientes;
XVII.     Recolectar y resguardar objetos relacionados con la investigación de los delitos;
XVIII.     Requerir a las autoridades competentes y solicitar a las personas físicas o morales
informes y documentos para fines de investigación. En caso de negativa, informará al
Ministerio Público para que determine lo conducente;
XIX.      Realizar los registros de los actos de investigación que lleve a cabo, conforme al
Código Nacional de Procedimientos Penales;
XX.       Emitir los informes, partes policiales y demás documentos relativos a sus investigaciones
y, en su caso, remitirlos al Ministerio Público;
XXI.      Proporcionar atención a víctimas, ofendidos o testigos del delito; para tal efecto deberá:
a)    Prestar protección y auxilio inmediato, de conformidad con las disposiciones
legales aplicables;
b)    Procurar que reciban atención médica o psicológica, cuando sea necesaria;
c)    Adoptar las medidas que se consideren necesarias tendientes a evitar que se ponga en
riesgo su integridad física o psicológica, en el ámbito de su competencia;
d)    Preservar los indicios y elementos de prueba que la víctima u ofendido aporten en
el momento de la intervención policial, y remitirlos sin demora al Ministerio
Público encargado del asunto, para que éste acuerde lo conducente, y
e)    Asegurar que puedan llevar a cabo la identificación del indiciado sin riesgo para ellos;
XXII.     Dar cumplimiento a las órdenes de aprehensión y demás mandatos ministeriales y
Jurisdiccionales de que tenga conocimiento con motivo de sus funciones;
XXIII.     Entrevistar a las personas que puedan aportar algún dato o elemento para la
investigación en caso de flagrancia o por mandato del Ministerio Público, en términos de
las disposiciones aplicables. De las entrevistas que se practiquen se dejará constancia;
XXIV.    Incorporar a las Bases de Datos del Sistema Nacional de Información en Seguridad
Pública la información que pueda ser útil en la investigación de los delitos y utilizar su
contenido para el desempeño de sus atribuciones, sin afectar el derecho de las personas
a la protección de sus datos personales;
XXV.     Colaborar con otras autoridades federales en funciones de vigilancia, verificación
e inspección que tengan conferidas por disposición de otras leyes;
XXVI.    Solicitar por escrito, previa autorización del Juez de control, en los términos del artículo
16 Constitucional, a los concesionarios, permisionarios, operadoras telefónicas y
todas aquellas comercializadoras de servicios en materia de telecomunicaciones o de
sistemas de comunicación vía satélite, la información con que cuenten, así como la
georreferenciación de los equipos de comunicación móvil en tiempo real, para el
cumplimiento de sus fines de prevención de los delitos. La autoridad judicial competente
deberá resolver la solicitud en un plazo no mayor de doce horas a partir de su
presentación;
XXVII.   Colaborar, cuando sea formalmente requerida, de conformidad con los
ordenamientos constitucionales, legales y convenios aplicables, con las autoridades
locales y municipales competentes, en la protección de la integridad física de las personas
y en la preservación de sus bienes, en situaciones de peligro, cuando se vean
amenazadas por situaciones que impliquen violencia o riesgo inminente; prevenir la
comisión de delitos, así como garantizar, mantener y restablecer la paz y el orden
públicos;
XXVIII.   Participar con otras autoridades federales, locales o municipales en operativos
conjuntos que se lleven a cabo conforme a lo dispuesto en la legislación relativa al
Sistema Nacional de Seguridad Pública;
XXIX.    Obtener, analizar y procesar información, así como realizar las acciones que, conforme a
las disposiciones aplicables, resulten necesarias para la prevención de delitos,
sea directamente o mediante los mecanismos de coordinación previstos en otras
leyes federales;
XXX.     Vigilar e inspeccionar, para fines de seguridad pública, la zona terrestre de las
vías generales de comunicación y los medios de transporte que operen en ellas;
XXXI.    Vigilar, supervisar, asegurar y custodiar, a solicitud de la autoridad competente,
las instalaciones de los centros federales de detención, reclusión y reinserción social,
con apego a los derechos humanos reconocidos en la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos;
XXXII.   Determinar las infracciones e imponer las sanciones por violaciones a las
disposiciones legales y reglamentarias relativas al tránsito en los caminos y puentes
federales, así como a la operación de los servicios de autotransporte federal, sus servicios
auxiliares y transporte privado cuando circulen en la zona terrestre de las vías generales
de comunicación;
XXXIII.   Ejercer, para fines de seguridad pública, la vigilancia e inspección sobre la entrada y
salida de mercancías y personas en los aeropuertos, aduanas, recintos fiscales,
secciones aduaneras, garitas y puntos de revisión aduaneros; así como para los mismos
fines sobre el manejo, transporte o tenencia de mercancías en cualquier parte del territorio
nacional;
XXXIV.  Colaborar, a solicitud de las autoridades competentes, con los servicios de protección
civil en casos de calamidades, situaciones de alto riesgo o desastres por causas
naturales;
XXXV.   Realizar, en coordinación con el Instituto Nacional de Migración, la inspección de
los documentos migratorios de personas extranjeras, a fin de verificar su estancia regular,
con excepción de las instalaciones destinadas al tránsito internacional de personas y, en
su caso, proceder a presentar a quienes se encuentren en situación irregular para los
efectos previstos en la ley de la materia;
XXXVI.  Apoyar el aseguramiento que realice el Instituto Nacional de Migración y a petición
del mismo, resguardar las estaciones migratorias y a los extranjeros que en
ellas se encuentren;
 
XXXVII. Estudiar, planificar y ejecutar los métodos y técnicas de combate a la delincuencia;
XXXVIII. Realizar acciones de vigilancia, identificación, monitoreo y rastreo en la red pública
de Internet sobre sitios web, con el fin de prevenir conductas delictivas;
XXXIX.  Desarrollar, mantener y supervisar fuentes de información en la sociedad que le
permitan obtener datos sobre actividades relacionadas con fenómenos delictivos;
XL.       Integrar al Sistema Nacional de Información en Seguridad Pública los datos que se
recaben para identificar a las personas;
XLI.      Suscribir convenios o instrumentos jurídicos con otras instituciones policiales de los
tres órdenes de gobierno y organizaciones no gubernamentales para el desempeño de
sus atribuciones, en el marco de la ley;
XLII.     Colaborar y prestar auxilio a las policías de otros países, en el ámbito de su competencia;
XLIII.     Ejecutar las previsiones que, por motivos de seguridad o de policía, se dicten con base
en el párrafo primero del artículo 131 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, en materia de circulación de bienes en el territorio de la República, y
XLIV.    Las demás que le confieran ésta y otras leyes.
Artículo 60. Son deberes del personal de la Guardia Nacional:
I.          Conducir su actuación con dedicación y disciplina, así como con apego al orden jurídico
y respeto a los derechos humanos reconocidos en la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, y los Tratados Internacionales de la materia de los que el
Estado mexicano sea parte;
II.         Preservar la secrecía, reserva o confidencialidad de los asuntos que conozcan por razón
del desempeño de su función;
III.        Prestar auxilio a las personas amenazadas por algún peligro o que hayan sido víctimas
u ofendidos por algún delito, así como brindar protección a sus bienes y derechos.
Su actuación será congruente, oportuna y proporcional al hecho;
IV.        Utilizar el uniforme y las insignias de la institución policial que les correspondan, y
cumplir sus funciones con absoluta imparcialidad y sin discriminación alguna;
V.         Abstenerse de infligir o tolerar actos de tortura, tratos crueles, inhumanos o degradantes,
así como desaparición forzada, aun cuando se trate de una orden superior o se
argumenten circunstancias especiales, tales como amenaza a la seguridad pública o
urgencia de las investigaciones. Cuando tenga conocimiento de ello, deberá denunciarlo
inmediatamente a la autoridad competente;
VI.        Observar un trato respetuoso con todas las personas, debiendo abstenerse de todo
acto arbitrario;
VII.       Desempeñar su misión sin solicitar ni aceptar compensaciones, pagos o
gratificaciones distintas a las previstas legalmente. En particular, se opondrá a cualquier
acto de corrupción y, en caso de tener conocimiento de alguno, deberá denunciarlo;
VIII.      Abstenerse de ordenar o realizar la detención de persona alguna sin cumplir con
los requisitos previstos en los ordenamientos constitucionales y legales aplicables;
IX.        Velar por la vida e integridad física de las personas detenidas;
X.         Actualizarse en el empleo de métodos de investigación que garanticen la
recopilación técnica y científica de evidencias para el ejercicio de sus funciones;
XI.        Utilizar los protocolos de investigación y de cadena de custodia que establezcan
las autoridades competentes;
XII.       Participar en operativos de coordinación con otras instituciones de seguridad pública,
así como brindarles, en su caso, el apoyo que conforme a derecho proceda;
XIII.      Preservar, conforme a las disposiciones aplicables, las pruebas e indicios de
probables hechos delictivos o de infracciones administrativas, de forma que no pierdan su
calidad probatoria y se facilite la correcta tramitación del procedimiento correspondiente;
XIV.      Abstenerse de disponer de los bienes asegurados para beneficio propio o de terceros;
XV.       Someterse a evaluaciones periódicas para acreditar el cumplimiento de los requisitos
de permanencia, así como obtener y mantener vigente la certificación respectiva;
XVI.      Informar al superior jerárquico, de manera inmediata, las omisiones, infracciones o
delitos de los que tenga conocimiento;
XVII.     Cumplir y hacer cumplir con diligencia las órdenes que reciba con motivo del desempeño
de sus funciones, evitando todo acto u omisión que produzca deficiencia en su
cumplimiento;
XVIII.     Fomentar la disciplina, responsabilidad, decisión, integridad, espíritu de cuerpo
y profesionalismo, en sí mismo y en el personal bajo su mando;
XIX.      Inscribir las detenciones en el Registro Nacional de Detenciones, conforme a
las disposiciones aplicables;
XX.       Abstenerse de sustraer, ocultar, alterar o dañar información o bienes en perjuicio de
las instituciones;
XXI.      Abstenerse, conforme a las disposiciones aplicables, de dar a conocer, por cualquier
medio a quien no tenga derecho, documentos, registros, imágenes, constancias,
estadísticas, reportes o cualquier otra información reservada o confidencial de la que
tenga conocimiento, en ejercicio y con motivo de su empleo, cargo o comisión;
 
XXII.     Atender con diligencia la solicitud de información, queja o auxilio de la ciudadanía o de
sus propios subordinados, excepto cuando la petición rebase su ámbito de competencia,
en cuyo caso deberá turnarlo a la autoridad o servidor público que corresponda;
XXIII.     Abstenerse de introducir a las instalaciones de la Guardia Nacional bebidas
embriagantes, sustancias psicotrópicas, estupefacientes u otras sustancias adictivas de
carácter ilegal, prohibido o controlado, salvo cuando sean producto de detenciones,
cateos, aseguramientos u otros similares, y previamente exista la autorización
correspondiente;
XXIV.    Abstenerse de consumir, dentro o fuera del servicio, sustancias
psicotrópicas, estupefacientes u otras sustancias adictivas de carácter ilegal o prohibido.
El consumo de medicamentos controlados deberá realizarse mediante prescripción
médica, avalada y certificada por el servicio médico de la Guardia Nacional;
XXV.     Abstenerse de consumir en las instalaciones de la Guardia Nacional o en actos del
servicio, bebidas embriagantes; así como de presentarse a sus labores bajo sus efectos;
XXVI.    Abstenerse de realizar conductas que desacrediten su persona o la imagen de la
Guardia Nacional, dentro o fuera del servicio;
XXVII.   Impedir que personas ajenas a la Guardia Nacional realicen actos inherentes a
las atribuciones que tenga encomendadas o que le acompañen durante la realización de
actos del servicio;
XXVIII.   Abstenerse de asistir uniformado a bares, cantinas, centros de apuestas y juegos,
o prostíbulos u otros lugares de este tipo, si no media orden expresa para el desempeño
de funciones o en casos de flagrancia;
XXIX.    Hacer uso de la fuerza de manera racional y proporcional, conforme a lo previsto en la
ley en la materia;
XXX.     Comportarse con el más alto grado de cortesía y educación, guardando la compostura
que corresponde a su dignidad como servidor público;
XXXI.    Prestar, siempre que le sea posible, su ayuda moral y material a sus subordinados
y compañeros que la necesiten;
XXXII.   Abstenerse de dar órdenes cuya ejecución constituya un delito; el personal de la
Guardia Nacional que las emita y el subordinado que las cumpla, serán responsables
conforme a la legislación penal aplicable;
XXXIII.   Abstenerse de abandonar el país sin autorización del superior facultado para ello;
XXXIV.  Abstenerse de abandonar, sin autorización del superior facultado para ello, la
entidad federativa a la que está adscrito o en donde deba permanecer;
XXXV.   Mantener respeto a sus superiores jerárquicos, acatar y ejecutar sus órdenes, salvo
que atenten contra la ley y los derechos humanos;
XXXVI.  Abstenerse de dar órdenes de índole personal o que no tengan relación con el servicio
o para impedir la ejecución de los deberes o facultades del subordinado;
XXXVII. Abstenerse de obstaculizar algún medio de defensa o petición que quiera hacer valer
un subordinado, insultarlo o inducirlo a cometer una acción degradante, una infracción o
un delito;
XXXVIII. Aplicar los correctivos o sanciones disciplinarios que correspondan, de manera
proporcional a la falta cometida, y
XXXIX.  Los demás que establezca la presente Ley.
El incumplimiento de los deberes contenidos en las fracciones XXXIII a la XXXVIII
serán consideradas faltas graves a la disciplina y podrán ser sancionadas con suspensión
o remoción.
Artículo 74. Se impondrá pena de prisión de diez a veinte años e inhabilitación, al
personal de la Guardia Nacional que:
I.          Preste algún servicio, ejecute alguna orden, disponga algún recurso humano o material
bajo su cargo en favor de algún miembro de la delincuencia organizada;
II.         Proporcione protección, facilidades o capacitación de cualquier índole a algún miembro
de la delincuencia organizada;
III.        Permita el acceso o proporcione información a la que tenga acceso con motivo del
ejercicio de sus funciones a algún miembro de la delincuencia organizada;
IV.        Omita o retarde cumplir con sus obligaciones con el fin de favorecer a algún miembro de
la delincuencia organizada;
V.         Impida u obstaculice las acciones de alguna autoridad con el fin de favorecer a
algún miembro de la delincuencia organizada;
VI.        Omita o retarde la ejecución de alguna orden o la modifique con el fin de favorecer a
algún miembro de la delincuencia organizada;
VII.       Altere, destruya o falsifique información a la que tenga acceso con motivo del ejercicio
de sus funciones con el fin de favorecer a algún miembro de la delincuencia organizada;
 
VIII.      Proporcione o haga uso de información falsa con el fin de favorecer a algún miembro de
la delincuencia organizada;
IX.        Omita entregar información o la modifique a fin de favorecer a algún miembro de
la delincuencia organizada, y
X.         Favorezca la evasión de algún miembro de la delincuencia organizada.
Para el caso de que las conductas anteriormente descritas se realicen en favor de
algún miembro de una asociación delictuosa, se impondrá una sanción de siete a veinte
años de prisión.
Artículo 93. En los casos en que resulte necesario, la Guardia Nacional podrá
auxiliarse de cualquier institución de seguridad pública o personas que presten servicios
de seguridad privada en términos de la ley.
Artículo 94. En sus funciones y atribuciones de investigación y combate a los delitos,
la Guardia Nacional actuará bajo la conducción y mando del Ministerio Público
competente, a fin de que sus actuaciones se lleven a cabo con legalidad y bajo las
formalidades necesarias para que los resultados de tales actuaciones puedan presentarse
como evidencia válida ante los tribunales.
Artículo 95. Cuando durante el desarrollo de la investigación la Guardia Nacional
estime necesaria la realización de diligencias que requieran una tramitación especial o la
autorización de la autoridad jurisdiccional, lo comunicará sin demora al Ministerio Público
que la esté conduciendo, quien resolverá lo conducente.
Artículo 100. De conformidad con los artículos 16 y 21 de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos, con la Ley Federal Contra la Delincuencia Organizada,
con la Ley de Seguridad Nacional, con el Código Nacional de Procedimientos Penales, y
con la presente Ley, la Guardia Nacional podrá solicitar la intervención de
comunicaciones. La autorización judicial correspondiente podrá otorgarse a solicitud
del Comandante o del titular de la Jefatura General de Coordinación Policial, cuando se
constatare la existencia de indicios suficientes que acrediten que se está organizando la
comisión de los delitos que se señalan en el artículo 103 de esta Ley.
En caso de que durante la intervención de comunicaciones se advierta el indicio de la
posible comisión de un hecho delictivo, se hará del conocimiento inmediato al Ministerio
Público.
EL DELITO Y SUS CLASES
Artículo 6.- El delito es la conducta típica, antijurídica, culpable y punible.

Artículo 7.- Los delitos pueden ser realizados por acción y por omisión.

En los delitos de resultado material, también será atribuible el resultado


típico producido al que omita impedirlo, si tenía el deber jurídico de
evitarlo. En estos casos se estimará que el resultado es consecuencia de una
conducta omisiva, cuando se acredite que el que omite impedirlo tenía el
deber de actuar para ello, derivado de la ley, de un contrato o de su actuar
precedente.

Artículo 8.- Los delitos pueden ser:

I. Dolosos;

El delito es doloso cuando se obra conociendo los elementos del tipo penal
o previendo como posible el resultado típico queriendo o aceptando la
realización del hecho descrito por la ley.

II. Culposos;

El delito es culposo cuando se produce un resultado típico que no se previó


siendo previsible o confiando en que no se produciría, en virtud de la
violación a un deber de cuidado, que debía y podía observarse según las
circunstancias y condiciones personales.

III. Instantáneos;

Es instantáneo, cuando la consumación se agota en el mismo momento en


que se han realizado todos sus elementos constitutivos.

IV. Permanentes;

Es permanente, cuando la consumación se prolonga en el tiempo.

V. Continuados.

Es continuado, cuando existe unidad de propósito delictivo, pluralidad de


conductas e identidad de sujeto pasivo y se viola el mismo precepto legal.

TENTATIVA DEL DELITO

Artículo 10.- Además del delito consumado, es punible la tentativa y ésta lo


es cuando la intención se exterioriza ejecutando la actividad que debería
producir el delito u omitiendo la que debería evitarlo, si por causas ajenas a
la voluntad del agente, no hay consumación pero si pone en peligro el bien
jurídico.

Si la ejecución del delito quedare interrumpida por desistimiento propio y


espontáneo del inculpado, sólo se castigará a éste con la pena señalada a
los actos ejecutados que constituyan por sí mismos delitos.

RESPONSABLES DE LOS DELITOS

Artículo 11.- La responsabilidad penal se produce bajo las siguientes formas


de intervención en el hecho delictuoso:

I. La autoría; y

II. La participación.

Son autores:
a) Los que conciben el hecho delictuoso;

b) Los que ordenan su realización;

c) Los que lo ejecuten materialmente;

d) Los que en conjunto y con dominio del hecho delictuoso intervengan en


su realización; y

e) Los que se aprovechen de otro que actúa sin determinación propia,


conciencia o conocimiento del hecho.

Son partícipes:

a) Los que instiguen a otros, mediante convencimiento, a intervenir en el


hecho delictuoso;

b) Los que cooperen en forma previa o simultánea en la realización del


hecho delictuoso, sin dominio del mismo; y

c) Los que auxilien a quienes han intervenido en el hecho delictuoso,


después de su consumación, por acuerdo anterior.

Artículo 12.- Los instigadores y los ordenadores son responsables de los


delitos que se cometan con motivo de la instigación u orden, pero no de los
demás que se ejecuten, a no ser que debieran haberlos previsto
racionalmente.

Artículo 13.- Las circunstancias modificativas o calificativas del delito


aprovechan o perjudican a todos los inculpados que tuvieren conocimiento
de ellas en el momento de su intervención, o debieran preverlas
racionalmente.

Las circunstancias personales de alguno o algunos de los inculpados que


sean modificativas o calificativas del delito, o constituyan un elemento de
éste, aprovecharán o perjudicarán únicamente a aquellos en quienes
concurran.
Artículo 14.- Si varias personas convienen en ejecutar un delito
determinado y alguna o algunas de ellas cometen un delito distinto, todas
responderán de la comisión del nuevo delito siempre que concurran las
circunstancias siguientes:

I. Que el nuevo delito sea una consecuencia necesaria del primeramente


convenido o sirva de medio para cometerlo; y

II. Que el nuevo delito debiera ser previsto racionalmente por los que
convinieron en ejecutar el primero.

CAUSAS EXCLUYENTES DEL DELITO Y DE LA


RESPONSABILIDAD
Artículo 15.- Son causas que excluyan el delito y la responsabilidad penal:

I. La ausencia de conducta, cuando el hecho se realice sin la intervención de


la voluntad del agente por una fuerza física exterior irresistible;

II. Cuando falte alguno de los elementos del cuerpo del delito de que se
trate;

III. Las causas permisivas, como:

a) Se actúe con el consentimiento del titular del bien jurídico afectado,


siempre que se llenen los siguientes requisitos:

1. Que se trate de un delito perseguible por querella;

2. Que el titular del bien tenga capacidad de disponer libremente del


mismo; y

3. Que el consentimiento sea expreso o tácito y sin que medie algún vicio
de la voluntad.

b) Se repela una agresión real, actual o inminente y sin derecho en


protección de bienes jurídicos propios o ajenos, siempre que exista
necesidad de la defensa y racionalidad de los medios empleados y no medie
provocación dolosa, suficiente e inmediata por parte del agredido o de la
persona a quien se defiende.

Se presumirá como defensa legítima, salvo prueba en contrario, el hecho de


causar daño a quien por cualquier medio trata de penetrar o haya
penetrado sin derecho al hogar del agente, al de su familia, o sus
dependencias o a los de cualquier persona que tenga la obligación de
defender, al sitio donde se encuentren bienes propios o ajenos, respecto de
que exista la misma obligación; o lo encuentre en alguno de aquellos
lugares en circunstancias tales que revelen la probabilidad de una agresión.

c) Se obre por la necesidad de salvaguardar un bien jurídico propio o ajeno


de un peligro real, actual o inminente, no ocasionado dolosamente por el
agente, lesionando otro bien de menor o igual valor que el salvaguardado,
siempre que el peligro no sea evitable por otros medios y el agente no
tuviere el deber jurídico de afrontarlo; y

d) La acción o la omisión se realicen en cumplimiento de un deber jurídico o


en ejercicio de un derecho, siempre que exista necesidad racional del
medio empleado para cumplir el deber o ejercer el derecho, y que este
último no se realice con el sólo propósito de perjudicar a otro.

IV. Las causas de inculpabilidad:

a) Al momento de realizar el hecho típico el agente padezca un trastorno


mental transitorio que le impida comprender el carácter ilícito del hecho o
conducirse de acuerdo con esa comprensión, a no ser que el agente hubiese
provocado dolosamente o por culpa grave su propio trastorno. En este caso
responderá por el hecho cometido.

b) Se realice la acción o la omisión bajo un error invencible:

1. Sobre alguno de los elementos esenciales que integran el tipo penal;

2. Respecto de la ilicitud de la conducta, ya sea porque el sujeto desconozca


el alcance de la ley, o porque crea que está justificada su conducta.
c) Atentas las circunstancias que concurren en la realización de una
conducta ilícita, no sea racionalmente exigible al agente una conducta
diversa a la que realizó, en virtud de no haberse podido determinar a actuar
conforme a derecho;

Que el resultado típico se produzca por caso fortuito y el activo haya


ejecutado un hecho lícito con todas las precauciones debidas.

Artículo 16.- Es inimputable el sujeto activo cuando padezca:

I. Alienación u otro trastorno similar permanente;

II. Trastorno mental transitorio producido en forma accidental o


involuntaria; y

III. Sordomudez, careciendo totalmente de instrucción.

Estos padecimientos deben tener como consecuencia la ausencia de la


capacidad de comprender la antijuricidad o ilicitud de su acción y omisión,
antes o durante la comisión del ilícito.

Artículo 17.- Las causas excluyentes del delito y de la responsabilidad se


harán valer de oficio por el Ministerio Público o por el órgano jurisdiccional.

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