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BLOQUE I.

EL CAPITALISMO Y SUS MANIFESTACIONES EN EL


COLONIALISMO Y EL IMPERIALISMO PARA UN
CONVULSIONADO INICIO DEL SIGLO XX.
Durante este primer bloque de la materia de Historia Universal Contemporánea,
conocerás tres acontecimientos que marcaron y cambiaron la historia,
principalmente del siglo XX, aunque muchos de sus efectos y consecuencias, aún
están vigentes:

▪ El colonialismo e imperialismo.
▪ La Primera Guerra Mundial.
▪ La Revolución Rusa y el surgimiento del primer país socialista.

DEL COLONIALISMO A LAS NACIONES IMPERIALISTAS


COMO MODELO HEGEMÓNICO.

Durante el siglo XIX varios países europeos, como Inglaterra, Francia, Italia,
Alemania, Holanda, entre otros, estaban logrando un rápido desarrollo industrial,
tecnológico y científico.
La conquista de nuevos territorios era visto como algo muy conveniente y necesario,
principalmente como fuente de materias primas y mercado para la venta de sus
productos manufacturados. A este proceso en la historia se le llama colonialismo y
afectó, modificó y marcó el desarrollo político, económico, social y cultural de África,
Asia, Oceanía y evidentemente, también de Europa, como fuente de esa
dominación.
IMPERIALISMO Y EL COLONIALISMO.

El imperialismo y el colonialismo son conceptos relacionados pero distintos en sus


mecanismos y manifestaciones. Aunque a menudo se confunden, es importante
entender sus diferencias y similitudes.

El imperialismo se refiere a una relación entre dos o más naciones en la que una
ejerce poder político, económico, militar e incluso cultural sobre las demás. En el
imperialismo, las naciones sometidas permanecen formalmente autónomas, pero
están bajo la influencia y manipulación de la nación poderosa. El imperialismo
implica el dominio político y monetario, ya sea de forma formal o informal. Un
ejemplo de imperialismo es el dominio británico sobre India, donde Gran Bretaña
ejerció control político y económico sobre el país sin convertirlo en una colonia
formal.

Por otro lado, el colonialismo implica que las naciones sometidas se convierten en
colonias de la nación poderosa. En el colonialismo, la nación dominante toma el
control físico de otro territorio y ejerce su poder sobre la población y los recursos de
ese territorio. El colonialismo implica la explotación de los bienes y recursos de la
nación dominada, así como la imposición de leyes y sistemas de gobierno que
benefician al invasor. Un ejemplo de colonialismo es el control francés sobre Argelia,
donde Francia estableció una colonia y ejerció control político y económico directo
sobre el territorio.

Es importante destacar que el imperialismo y el colonialismo a menudo van de la


mano, y muchos casos de imperialismo también involucran el establecimiento de
colonias. Ambos fenómenos tienen como objetivo principal el beneficio político y
económico de la nación dominante, a expensas de las naciones sometidas.

En la historia, varias naciones aplicaron estas ideologías. Por ejemplo, el Imperio


Británico fue un destacado exponente del imperialismo, estableciendo colonias y
ejerciendo su influencia en diferentes partes del mundo, como India, África y
América del Norte. Otro ejemplo es el colonialismo europeo en África, donde
potencias como Francia, Bélgica y Alemania establecieron colonias y explotaron los
recursos del continente.
En resumen, el imperialismo y el colonialismo son conceptos relacionados pero
distintos. El imperialismo implica el dominio político y monetario sobre otras
naciones, mientras que el colonialismo implica el control físico y la explotación de
territorios y poblaciones. Ambos fenómenos han sido aplicados por diferentes
naciones a lo largo de la historia, con el objetivo de obtener beneficios políticos y
económicos.
LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL.

La Primera Guerra Mundial, que tuvo lugar entre 1914 y 1918, fue un conflicto global
que involucró a las principales potencias del mundo. Aquí tienes un resumen que
abarca sus causas, desarrollo y consecuencias principales:

**Causas**:
1. **Nacionalismo**: Los sentimientos nacionalistas exacerbados en Europa
llevaron a tensiones entre las potencias, ya que cada una buscaba afirmar su
dominio y prestigio.
2. **Imperialismo**: La competencia por colonias y mercados en África y Asia
aumentó las tensiones entre las potencias, especialmente entre Alemania, Gran
Bretaña y Francia.
3. **Sistema de alianzas**: Los sistemas de alianzas militares, como la Triple
Entente (Francia, Rusia y Reino Unido) y la Triple Alianza (Alemania, Austria-
Hungría e Italia), crearon una red de compromisos que intensificaron los conflictos.
4. **Carrera armamentista**: Las potencias europeas se embarcaron en una
intensa carrera armamentista, aumentando la tensión y la predisposición hacia la
guerra.
5. **Asesinato de Francisco Fernando**: El asesinato del archiduque Francisco
Fernando de Austria-Hungría en Sarajevo por un nacionalista serbio en 1914 sirvió
como detonante inmediato del conflicto, desencadenando una serie de
declaraciones de guerra en Europa.

**Desarrollo**:
- La guerra se caracterizó por el estancamiento en el frente occidental, donde las
tropas se atrincheraron en líneas defensivas y se libraron batallas prolongadas en
un escenario conocido como guerra de trincheras.
- La guerra también vio un uso significativo de la guerra aérea, con aviones
utilizados para reconocimiento, bombardeos y combate aéreo.
- En el frente oriental, las fuerzas alemanas y austrohúngaras se enfrentaron a las
rusas en una serie de batallas cambiantes.
- La guerra se extendió más allá de Europa, involucrando conflictos en África, Asia
y el Medio Oriente.
Una de las consecuencias del colonialismo e imperialismo de finales del siglo XIX y
principios del siglo XX fue el estallamiento de una gran escalada de conflictos
políticos conocidos en la historia como Primera Guerra Mundial, en donde 6 países
encabezan importantes alianzas político-militares: Reino Unido, Francia y Rusia
forman la Triple Entente, y Alemania, el Imperio Austro-Húngaro e Italia forman la
Triple Alianza. Ello lo puedes observar en el siguiente mapa:
ENTRADA DE ESTADOS UNIDOS A LA PRIMERA GUERRA
MUNDIAL.
- Estados Unidos inicialmente mantuvo una política de neutralidad, pero la guerra
submarina sin restricciones llevada a cabo por Alemania, que incluía ataques contra
barcos estadounidenses, junto con la revelación del telegrama Zimmermann (en el
que Alemania solicitaba la alianza de México contra Estados Unidos), llevó a
Estados Unidos a entrar en la guerra en abril de 1917 del lado de los Aliados.
CONSECUENCIAS.
1. **Pérdidas humanas y destrucción**: La Primera Guerra Mundial causó la
muerte de millones de soldados y civiles, y dejó un rastro de destrucción en Europa.
2. **Redistribución de territorios**: El tratado de Versalles reconfiguró el mapa
político de Europa, desmantelando imperios como el austrohúngaro y el otomano, y
estableciendo nuevos estados como Checoslovaquia, Yugoslavia y Polonia.
3. **Emergencia de Estados Unidos como potencia mundial**: La participación
de Estados Unidos en la guerra y su papel en las negociaciones de paz lo
consolidaron como una potencia mundial.
4. **Precursora de la Segunda Guerra Mundial**: Las condiciones impuestas por
el tratado de Versalles sembraron las semillas de resentimiento y descontento en
Alemania, contribuyendo al estallido de la Segunda Guerra Mundial dos décadas
después.

En resumen, la Primera Guerra Mundial fue un conflicto devastador que cambió el


curso de la historia mundial, dejando un legado de destrucción y transformación
política que afectó profundamente el siglo XX.
DEL IMPERIO ZARISTA A LA CONFORMACIÓN DE LA UNION DE
LAS REPUBLICAS SOCIALISTAS SOVIÉTICAS (URSS).
Desde el imperio zarista hasta la conformación de la Unión de Repúblicas
Socialistas Soviéticas (URSS) fue un período tumultuoso en la historia de Rusia y
el mundo. Aquí tienes un resumen más extenso de este proceso:

IMPERIO ZARISTA EN RUSIA.


A finales del siglo XIX y principios del XX, Rusia estaba gobernada por una
monarquía absoluta, el Imperio Zarista, liderado por los zares de la dinastía
Romanov. La sociedad rusa estaba caracterizada por profundas divisiones sociales,
una economía mayormente agraria y una creciente insatisfacción entre la población,
incluyendo campesinos, obreros industriales e intelectuales.

El Gobierno zarista también llamado régimen zarista o autocracia


zarista (transcrito del Ruso: tsárskoye samoderzháviye) es una forma de
gobierno relativamente absolutista (más tarde monarquía absoluta) específica
del Gran Ducado de Moscú, que más tarde se convirtió en el Zarato ruso y
el Imperio ruso con el Emperador de toda Rusia. En él, todo el poder y la riqueza
están controlados (y distribuidos) por el Zar. Tenían más poder que los monarcas
constitucionales, que generalmente están investidos por la ley y compensados por
una autoridad legislativa, incluso tenían más ímpetu en cuestiones religiosas en
comparación con los monarcas occidentales. En Rusia, se originó durante la época
de Iván III (1440-1505) y fue abolida después de la Revolución de Febrero de 1917.
REVOLUCIÓN RUSA DE 1905.
La Revolución Rusa de 1905 fue un levantamiento popular contra el zarismo,
marcado por protestas masivas, huelgas y disturbios en todo el país. Aunque el zar
Nicolás II accedió a establecer una Duma (parlamento) y realizar algunas reformas,
la revolución no derrocó al régimen zarista.
La Revolución rusa de 1905 fue una ola de agitación política de masas a lo largo
de grandes zonas del Imperio ruso ocurrida a lo largo del año 1905. Algunos de los
altercados estaban dirigidos contra el gobierno, otros simplemente carecían de
objeto más allá de reclamos muy puntuales de la clase obrera o del campesinado.
Se dieron casos de terrorismo, huelgas de trabajadores, disturbios campesinos
y motines militares, teniendo todos en común una insatisfacción popular
generalizada hacia el régimen del zar Nicolás II de Rusia. La revolución condujo al
establecimiento de una monarquía constitucional limitada y a la Duma Estatal del
Imperio ruso.
La emancipación fue solo una parte de un conjunto de cambios políticos, legales,
sociales y económicos que comenzaron en la década de 1860 mientras el imperio
se desplazaba lentamente desde el absolutismo feudal hacia el capitalismo, bajo el
régimen de la autocracia zarista. Mientras estas reformas habían liberalizado las
estructuras económicas, sociales y culturales, el sistema político permaneció
prácticamente inalterado. Diversos intentos de reforma fueron duramente
rechazados por la monarquía y la burocracia. Incluso los cambios consensuados
tuvieron un alcance relativo; por ejemplo, menos de cuarenta provincias
tenían zemstva (consejos rurales), cincuenta años después de su introducción
legislativa. Las expectativas, contrarrestadas por el limitado progreso reformador,
produjeron frustración que, llegado el momento, desembocó en rebeliones. La
sensación entre aquellos que se rebelaron fue que la demanda de «tierra y libertad»
solo podía satisfacerse mediante la revolución.
GUERRA EN EL AIRE EN LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL.
La aviación –o, más concretamente, el vuelo a motor controlado por medio de
aparatos “más pesados que el aire”– fue uno de los primeros “grandes inventos” del
siglo XX. En general, se considera que la fecha de nacimiento de la “era aérea” fue
el 17 de diciembre de 1903, cuando dos hermanos norteamericanos, Orville y Wilbur
Wright, hicieron el primer vuelo controlado, a motor y con tripulantes de la historia,
cerca de Kitty Hawk, Carolina del Norte. Cuando pusieron en marcha su proyecto,
los hermanos Wright “carecían de experiencia, formación técnica y financiación”. Su
éxito fue el resultado de cuatro años de laborioso trabajo de desarrollo, que
comenzó en 1899 y durante los cuales construyeron –como pasos preliminares–
tres planeadores, un túnel de viento, diferentes propulsores e, incluso, un motor de
combustión interna. Comparado con las máquinas construidas previamente por
otros ingenieros, su primer aeroplano, al que bautizaron como Flyer (“volador”),
contaba con varias innovaciones decisivas. Era un biplano equipado con un motor
de cuatro cilindros y 12 cv que accionaba dos propulsores por medio de un sistema
de transmisión de cadenas y ruedas dentadas, una solución que posteriormente
adoptarían muchos otros precursores.
uando estalló la Primera Guerra Mundial en agosto de 1914, la tecnología
aeronáutica aún estaba dando sus primeros pasos, al igual que las nociones sobre
cómo utilizar la aviación en combate. El rol más evidente era el reconocimiento, para
el que resultaba muy efectivo y que sería su función principal durante toda la
contienda, mientras que otro papel obvio era el bombardeo, misión para la que no
tardaría en emplearse, aunque la falta de desarrollo tecnológico limitó los resultados
debido a la escasa capacidad de carga, lo primitivo de las armas y la falta de
precisión. También se tuvo en cuenta el combate aéreo, lo que planteó la pregunta
de cómo llevarlo a cabo con efectividad. El arma aire-aire más efectiva parecía ser
la ametralladora, recién desarrollada, pero también se intentó con fusiles,
escopetas, cañones de un solo disparo e incluso anclas que colgaban del avión,
aunque primero hubo que dilucidar cómo instalar estos dispositivos.
Para las fuerzas armadas de los países que iban a combatir en la Primera Guerra
Mundial, la aparición de la aviación supuso la posibilidad de explotar plenamente la
tercera dimensión. Si hasta entonces los ejércitos se habían movido y combatido a
lo largo y ancho del territorio, ahora podían aprovechar también las alturas por
encima del mismo, pero primero había que averiguar con qué finalidad. La
posibilidad más evidente era aprovechar las fuerzas aéreas para cumplir con una
de las más antiguas aspiraciones de todo jefe militar, ver más allá de la colina, hacia
el interior del campo enemigo. Pero no era la única posibilidad. Antes de la
contienda se organizaron competiciones en las que los pilotos tenían que arrojar
sacos de harina desde el aire contra la figura de un acorazado. Mientras, en todos
los países que luego serían beligerantes, diversos ingenieros civiles y militares
trataban de instalar una ametralladora en un avión, pero o bien fueron censurados
por sus mandos superiores o bien los repetidos fracasos acabaron provocando el
desinterés de sus Gobiernos.
El 18 de abril de 1915, el Morane-Saulnier N del subteniente francés Roland Garros
(1888-1918), alcanzado en el tanque de gasolina por los proyectiles de la artillería
alemana, se vio obligado a aterrizar cerca de Inglemunster (Bélgica), detrás de las
líneas enemigas. El conocido piloto no pudo destruir su avión antes de ser hecho
prisionero, lo que permitió a sus oponentes descubrir su famoso invento: una
ametralladora que disparaba a través de la hélice porque las palas de esta estaban
protegidas por una carcasa metálica que repelía los proyectiles que chocaban
contra ellas. Este sistema fue estudiado por el principal ingeniero aeronáutico del
Imperio alemán, el holandés Anthony Fokker, para diseñar el Fokker Eindecker
(monoplano), primer avión con una ametralladora sincronizada con la hélice, que le
permitía disparar a través de las palas de la misma sin dañarlas.
Durante la Primera Guerra Mundial, el naciente potencial de la aviación creció para
convertirse en un instrumento de la “guerra total”, en la que no solo las fuerzas
armadas, sino el conjunto de la sociedad de un país beligerante se convertía en
blanco potencial de los ataques aéreos. Entre 1915 y 1918 los alemanes
orquestaron una campaña de bombardeo con dirigibles y aviones contra Gran
Bretaña cuyo objetivo, además de los medios militares, fueron la capacidad
industrial y económica del país para sostener la guerra, así como la moral de la
población. Se trató de la primera campaña aérea “estratégica” de la historia y,
aunque rudimentaria en sus medios y métodos y limitada en cuanto a los efectos,
dejó apuntada la vulnerabilidad de toda una sociedad y su esfuerzo de guerra frente
a un tipo de ataque nuevo y potencialmente devastador. El desarrollo de las
operaciones alemanas obligó a los británicos a organizar un sistema antiaéreo cada
vez más complejo que, con el tiempo, ganó en efectividad.
LA CRISIS ECONÓMICA DE 1929 Y SUS EFECTOS MUNDIALES.
La entrada de Estados Unidos de América a la guerra mundial, en 1917, significó
un fuerte crecimiento de su maquinaria productiva. Hacia 1924, el mercado se
inundó de mercancías que no tenían suficiente demanda. El desequilibrio y la
saturación del mercado se presentaron; las tiendas se llenaban de productos que
no tenían compradores, por lo que hubo un descenso en las ventas. Se intentó
corregir la situación con el otorgamiento de créditos fáciles y la venta a plazos.
Los estadounidenses se endeudaron y recurrieron a los bancos en busca de
financiamiento para adquirir electrodomésticos, automóviles y otros bienes de
consumo, sin tener los recursos para hacer frente a esos créditos. La situación se
mantuvo así durante algún tiempo hasta que finalmente entró en conflicto con la
economía real.
En el campo la situación también se tornó difícil. Los campesinos habían tenido
buenas cosechas, pero los europeos no compraban las frutas y legumbres
estadounidenses por lo que también se acumularon.
Como puedes imaginar, los campesinos y quienes se dedicaban a vender la
producción agrícola no tenían suficientes ingresos y al mantener el mismo ritmo de
producción sólo lograron que se cayeran los precios. Aunque el Estado trató de
proteger la actividad, sus medidas no dieron resultado y para 1926 los agricultores
no pudieron saldar más sus deudas con los bancos; perdieron sus bienes y se vieron
obligados a emigrar a las ciudades. Por otro lado, los empresarios no pudieron
destinar sus ganancias a la mejora de la productividad y comenzaron a invertir en
negocios fáciles y rápidos; adquirían acciones a bajo precio en las bolsas de valores
y las vendían cuando su cotización era elevada.
La interrupción del circuito (compra de acciones con dinero procedente de anticipos
crediticios-obtención de fáciles ganancias) provocó el desplome de la bolsa de
valores una vez que, perdida la confianza en un crecimiento ilimitado de la misma,
hubo inversionistas que optaron por retirar sus capitales. Por el retiro de los
capitales de las instituciones financieras la gente ya no pudo obtener préstamos ni
pagar sus deudas; le era imposible cobrar a sus deudores y no podía tener dinero
para trabajar o para sufragar sus gastos. Al caer los valores, los bancos tampoco
recuperaron sus préstamos y se declararon en quiebra. Algunas personas debieron
cerrar sus empresas o fábricas y el desempleo creció.
El suceso que desencadenó finalmente la crisis económica fue el derrumbe o crack
de la bolsa de valores de Nueva York, en octubre de 1929. La caída del valor de las
acciones y la insolvencia de los sistemas financieros originaron una recesión
económica sin precedentes, la mayor que haya sufrido el sistema capitalista a lo
largo de su historia. En la década de 1920, la economía estadounidense era el eje
en torno al cual giraban las economías del resto del mundo. Esta dependencia
acarreó importantes repercusiones sociales, políticas, morales e ideológicas que
urgieron el replanteamiento del modelo liberal hasta entonces vigente.
Algunas de las consecuencias de la crisis para la sociedad y para la economía
mundial fueron:
• Las economías europeas, muy ligadas al dólar, se vieron arrastradas a la crisis.
Además, se redujo la demanda de materias primas, lo que condujo a algunas
colonias a las mismas consecuencias.
• En Estados Unidos de América, más de 32 mil empresas comerciales e industriales
desaparecieron; un millón de familias lo perdieron todo, sucedieron cientos de
suicidios, paros sin precedentes y alrededor de 15 millones de desempleados.
• Se dañó el comercio internacional entre 1929 - 1932; los intercambios se redujeron
en dos terceras partes.
• La URSS no sufrió con tanta intensidad la crisis debido a su tamaño y a la
disposición de materias primas propias. Gracias al sistema socialista, había
mejorado su economía y no dependía tanto de los créditos exteriores ni de lo que
ocurría en el circuito comercial en Occidente. Algunos intelectuales, líderes políticos
y trabajadores de Occidente voltearon sus miradas hacia el socialismo en un
momento en el que el capitalismo liberal estaba sumido en un profundo caos.
LA TERMINACION DE LOS ZARES EL ASESINATO DE NAT.

En la madrugada del 16 al 17 de julio de 1918, la familia Romanov fue trasladada al


sótano de la casa Ipátiev con el pretexto de tomarles una fotografía. Cuando los
niños se habían colocado, los soldados entraron, les comunicaron que habían sido
condenados a muerte y comenzó la carnicería.
La ejecución del zar Nicolás II y de sus cinco hijos fue tan traumática en 1918 como

polémica sigue siendo un siglo después. A veces las noticias sobre la familia

Romanov son de los más pintorescas, como la aparecida hace una semana, cuando

se informó de que los empleados del Hermitage de San Petersburgo, el museo más

importante de Rusia, habían encontrado un bombón de 118 años en la manga de

uno de los vestidos de la hermana de este, la gran duquesa Ksenia Aleksándrovna,

una de las pocas que consiguió escapar de la escabechina.

Según explicó la restauradora Galina Fiodorova, el dulce estaba escondido en la


manga y cayó cuando la especialista se proponía a revisar el estado de la prenda

imperial. «Era de color rosa y una forma irregular», declaró. Contó después que se

dejó llevar por el instinto y lo lamió, momento en el que se dio cuenta de que era un

bombón y de que había sido mordido por la gran duquesa.

Otras veces, las noticias son mucho más importantes, como la que adelantamos en

julio de 2020, al confirmarse el hallazgo de los cadáveres de dos de los hijos del zar

Nicolás II. Se acababa así con uno de los grandes misterios de aquel asesinato que

cambió la historia y que el Ejército ruso ni el mismo Alfonso XIII pudieron evitar.

«Fue un crimen vergonzoso», aseguró Boris Yeltsin en 1998.


El Rey de España trató por todos los medios de repatriarlos hasta Madrid cuando

supo que la familia real rusa estaba en peligro. Estuvo semanas presionando al

nuevo Gobierno bolchevique para que la dejaran salir sana y salva. Llegó, incluso,

a escribir al Rey Jorge V de Inglaterra , al káiser Guillermo II de Alemania y al Papa

Benedicto XV para que le ayudaran a traérselos a España como refugiados, pero el

nuevo gobierno comunista ya había declarado a Nicolás II «culpable, ante el pueblo,

de innumerables crímenes sangrientos» y no lo consiguió.


El crimen.

Cuando el Ejército ruso llegó a la ciudad de Ekaterimburgo, el 30 de julio de 1918,

para intentar salvar al Zar y su familia, retenidos en la casa Ipátiev por los

bolcheviques tras el triunfo de la revolución, hacía ya dos semanas que hijos habían

sido brutalmente ajusticiados. Desde entonces, el mundo se ha preguntado dónde

fueron a parar sus cuerpos.

En la madrugada del 16 al 17 de julio de 1918, Nicolás II, su esposa y sus hijos

– Olga , Tatiana , María , Anastasia y Alexi – fueron trasladados al sótano de la


mencionada casa con el pretexto de tomarles una fotografía. Cuando todos se

habían colocado, confiados de que solo sería eso, un retrato, el responsable del

escuadrón llegado desde Moscú para ejercer de verdugo, Yákov Yurovski, entró con

un revólver y con varios soldados armados con fusiles y bayonetas y les comunicó

que habían sido condenados a muerte… y comenzó la carnicería.

En primer lugar fueron fusilados durante varios minutos junto a varios sirvientes, su

doctor y el perro. En vista de que alguno de ellos no terminaba de morir, tuvieron

que ser rematados con el cuchillo y con las bayonetas. La revolución se aseguraba

así el futuro del régimen, que tomaría cuerpo poco después en las URSS. Un año
después, en 1919, el investigador monárquico Nikolái Sokolov aseguró que los

asesinos habían «desnudado los cadáveres y los habían subido a un camión para

trasladarlos a una mina de sal. En el camino, sin embargo, el vehículo se averió y

los bolcheviques decidieron cavar, precipitadamente, una zanja poco profunda a

orillas de la carretera. A continuación, para dificultar el reconocimiento de los

cuerpos, los rociaron con ácido sulfúrico antes de rellenar la fosa.


PRIMERA GUERRA MUNDIAL Y REVOLUCIÓN DE FEBRERO DE
1917.
La participación de Rusia en la Primera Guerra Mundial exacerbó los problemas
internos del país, con grandes pérdidas humanas y económicas. La Revolución de
Febrero de 1917, desencadenada por el descontento popular debido a la guerra, la
escasez de alimentos y las condiciones de vida precarias, llevó al derrocamiento del
zar Nicolás II y al establecimiento de un gobierno provisional encabezado por líderes
burgueses y liberales.
La Revolución de Febrero de 1917 en el Imperio ruso marcó la primera etapa de
la Revolución rusa de 1917. Causó la abdicación del zar Nicolás II, puso fin a la
monarquía rusa y llevó a la formación de un Gobierno provisional. Esta revolución
nació como reacción a la política realizada por el zar, su negación a otorgar
reformas políticas liberalizadoras y a la participación de Rusia en la Primera Guerra
Mundial, que había infligido grandes penurias a la población. El régimen naciente
resultó de una alianza entre liberales y socialistas que debía dar paso a
un ejecutivo elegido democráticamente y una Asamblea Constituyente.1
A las crecientes pero estériles conspiraciones contra el gobierno autocrático de
finales de 1916 se unieron las penurias de la población, cada vez mayores, que
produjeron protestas a comienzos de 1917. A principios de año, al descontento
político por la falta de reformas se sumaron las privaciones de la población, muy
perjudicada por la gran inflación y el desabastecimiento de alimentos y productos
básicos. A comienzos de 1917, la incompetencia gubernamental, el descrédito y
oposición a cualquier cambio político del monarca, las divisiones entre los políticos,
el desapego de la sociedad educada con la autocracia, la crisis económica, la
reaparición de anteriores tensiones sociales y económicas, el hartazgo de la guerra
y el resurgimiento de los partidos revolucionarios favorecían un cambio. 2
La revolución se limita habitualmente a cinco días de comienzos de marzonota 1
aunque los acontecimientos políticos desencadenados por las protestas duraron
alrededor de una semana. Tradicionalmente se consideran dos factores como
causantes de la revolución: las manifestaciones populares espontáneas por las
malas condiciones de vida y las actividades de la oposición liberal y los mandos
militares contra el gobierno imperial.3
Las protestas comenzaron el Día Internacional de la Mujer a causa de las
privaciones y pronto se extendieron entre los obreros de la capital. La pasividad de
parte de las fuerzas de seguridad de la urbe, especialmente de los destacamentos
de cosacos y de los regimientos de la guarnición de la ciudad, facilitaron su
expansión. Los días siguientes las manifestaciones crecieron y siguieron un mismo
patrón: confraternización creciente entre los manifestantes y las tropas,
enfrentamientos con la policía y calma nocturna. La noche del sábado, sin embargo,
la situación cambió con la orden del zar de acabar con las protestas por la fuerza,
que obligó a las tropas de la guarnición a tomar partido y la decisión del Gobierno
de disolver la Duma hasta abril. El domingo el número de víctimas creció
notablemente y el ánimo de la guarnición, obligada a aplastar los desórdenes con
las armas, se volvió revoltoso; rápidamente el Gobierno perdió el control de la
mayoría de las unidades militares de la ciudad y quedó impotente para acabar con
la revuelta. Por su parte, la Duma, reacia hasta entonces a enfrentarse abiertamente
con el Gobierno —prefiriendo un acuerdo de reformas con el soberano—, decidió
apoyar las protestas para tratar de controlarlas.

REVOLUCIÓN DE OCTUBRE DE 1917 Y ESTABLECIMIENTO DEL


RÉGIMEN COMUNISTA.
En octubre de 1917 (noviembre según el calendario gregoriano), los bolcheviques,
liderados por Vladimir Lenin, derrocaron al gobierno provisional en un golpe de
estado armado. Establecieron un gobierno comunista y proletario, basado en los
principios del marxismo-leninismo, dando inicio a la construcción de un estado
socialista en Rusia.
La Revolución de Octubre, también conocida
como Revolución bolchevique, Octubre Rojo y como Gran Revolución Socialista de
Octubre 1nota 1 según tanto la historiografía oficial de la antigua Unión
Soviética como de acuerdo a algunos grupos comunistas (particularmente
los antirrevisionistas), fue la segunda fase de la Revolución rusa de 1917, tras
la Revolución de Febrero.nota 2 La fecha 25 de octubre de 1917nota 3 corresponde
al calendario juliano vigente en la Rusia zarista de esa época, después abolido por
el nuevo Gobierno bolchevique. En el resto del mundo occidental, bajo el calendario
gregoriano, los sucesos se iniciaron el día 7 de noviembre de 1917.
La insistencia del Gobierno provisional (formado en la revolución de febrero) en
continuar la guerra —muy impopular— impedía la aplicación de las profundas
reformas que exigía la población.2 La ausencia de estas hizo que el
programa bolchevique, reflejado en sus consignas de «Paz, pan y tierra» y «Todo
el poder para los sóviets» (consejos), ganase partidarios rápidamente en el otoño
de 19172 (tener en cuenta que el otoño en Europa, va del 23 de septiembre al 23 de
diciembre de cada año). La crisis económica, que se había agravado desde el
verano, la amenaza del frente para los soldados de la capital, la desilusión con la
falta de reformas gubernamentales y el respaldo al Gobierno provisional de la
mayoría de los partidos favoreció a los bolcheviques, que desencadenaron una
intensa campaña de propaganda en la capital, por entonces Petrogrado.2 Entre las
clases más desfavorecidas de la urbe, el rechazo a los sacrificios para continuar la
guerra y a seguir en Gobiernos de coalición con los kadetes después del golpe de
Kornílov era general.2
A pesar de la aparente debilidad del Gobierno provisional, pocos días antes de la
revolución quedó claro que una insurrección armada contra el Gobierno provisional
por parte exclusivamente de los bolcheviques —como defendía Vladímir Lenin—
sería rechazada por las masas. Se aprobó entonces la toma del poder, pero
siguiendo una estrategia defensiva, dirigida principalmente por León Trotski, que
consistía en asegurarse el traspaso del poder durante el II Congreso de los
Sóviets a punto de celebrarse.3 Sería el Sóviet de Petrogrado y no el partido el que
tomase el poder y cualquier intento de resistencia del Gobierno se presentaría como
un ataque contrarrevolucionario.3 La orden gubernamental de enviar parte de la
guarnición al cercano frente desató la revolución.3
Defendiendo sus acciones como defensa ante la contrarrevolución, el nuevo Comité
Militar Revolucionario de Petrogrado (CMR) —controlado en la práctica por los
bolcheviques— fue tomando rápidamente el control de las unidades de la
guarnición.4 Se sucedió una serie de choques incruentos entre el Gobierno y el CMR
por el control de los puntos estratégicos de la capital que terminaron con la victoria
del segundo y el aislamiento del primero, que apenas logró recabar ayuda militar.
Se produjo entonces finalmente el asalto contra el Gobierno que Vladímir Lenin
había estado exigiendo desde hacía semanas, que terminó con la captura de casi
todo el Gobierno provisional1 la noche del 25 de octubrejul./ 7 de
noviembre de 1917greg., con el II Congreso de los Sóviets ya en sesión.
GUERRA CIVIL RUSA.
La Revolución de Octubre desencadenó una prolongada y sangrienta guerra civil
entre los bolcheviques (comunistas) y sus opositores, conocidos como los "blancos",
que incluían a monárquicos, liberales y fuerzas extranjeras. La guerra civil devastó
al país y causó millones de muertes, pero los bolcheviques finalmente prevalecieron,
consolidando su control sobre Rusia.

La guerra civil rusa fue un conflicto armado múltiple que tuvo lugar entre 1917 y
1923 en el territorio del disuelto Imperio ruso, entre el nuevo gobierno bolchevique y
su Ejército Rojo, en el poder desde la Revolución de Octubre de 1917, y del otro
lado los militares del ex ejército zarista, agrupados en el denominado Movimiento
Blanco, compuesto por conservadores y liberales, favorables a la monarquía y
relacionados estrechamente a la Iglesia ortodoxa rusa, así como
los socialistas democráticos: los socialistas revolucionarios y
los mencheviques contrarios a la revolución bolchevique.
Todos los bandos tuvieron aliados temporales, el Ejército Rojo a menudo con
izquierdistas y grupos revolucionarios, y las fuerzas del Ejército Blanco con muchos
ejércitos extranjeros (los Estados Unidos, Japón, Francia y el Imperio
británico principalmente), apoyo denominado «Intervención Aliada en Rusia»
Otros nacionalistas y grupos políticos regionales también participaron en la guerra,
incluidos los nacionalistas ucranianos del Ejército Verde, los anarquistas
ucranianos del Ejército Negro y las Guardias Negras, y señores de la guerra o
«atamanes».
Los enfrentamientos más intensos tuvieron lugar desde 1918 hasta 1920, pero la
resistencia continuó en algunas zonas del país hasta 1922: podemos citar
el levantamiento de Kronstadt, los majnovistas, la rebelión de Tambov y la
resistencia final del Movimiento Blanco en el este. Las grandes operaciones
militares terminaron el 22 de octubre de 1922, cuando el Ejército Rojo
ocupó Vladivostok, ocupado anteriormente por el Gobierno Provisional de Primorie.
El último enclave de las fuerzas blancas, comandadas por Anatoli Pepeliáyev, fue
el distrito Ayano-Mayski (Ayán y Ojotsk), en la costa del Pacífico, que no capituló
hasta el 17 de junio de 1923.
Los historiadores soviéticos tradicionalmente no aplican el calificativo «rusa» y
utilizan la expresión «guerra civil e intervención militar de 1917-1922», e incluyen
tanto la guerra polaco-soviética, la guerra de independencia de la República
Popular de Ucrania, así como la resistencia de los Basmachí y la intervención en
Asia Central.
FORMACIÓN DE LA URSS.
En diciembre de 1922, los bolcheviques establecieron la Unión de Repúblicas
Socialistas Soviéticas (URSS), una federación de repúblicas socialistas autónomas
liderada por Rusia. La URSS se convirtió en el primer estado socialista del mundo,
con una economía planificada centralmente y un sistema político basado en el
partido comunista único.
Se piensa tradicionalmente que la Unión Soviética es la sucesora del Imperio ruso;
no obstante, pasaron cinco años entre el último Gobierno de los zares y la
instauración de la Unión Soviética. El último zar, Nicolás II, gobernó el Imperio ruso
hasta su abdicación en marzo de 1917 en la Revolución de febrero, en parte debido
a la presión de los enfrentamientos en la Primera Guerra Mundial, luego un
breve Gobierno provisional ruso tomó el poder, para ser derrocado en la Revolución
de Octubre de ese mismo año por revolucionarios encabezados por el
líder bolchevique Vladímir Lenin.
La Unión Soviética fue establecida en diciembre de 1922, mediante la firma
del Tratado de Creación de la URSS como la unión de las repúblicas socialistas
soviéticas de Rusia (conocida como Rusia
bolchevique), Ucrania, Bielorrusia y Transcaucasia gobernadas por
partidos bolcheviques. A pesar de la fundación del Estado soviético como una
entidad federativa de muchas repúblicas constituyentes, cada una con sus propias
entidades políticas y administrativas, a menudo se aplicó incorrectamente el término
«Rusia Soviética» —estrictamente aplicable solo a la República Socialista
Federativa Soviética de Rusia (RSFSR)— a todo el país por políticos y escritores
no soviéticos.
Luego de la Revolución de febrero de 1917, la cual puso fin al Imperio ruso, se
asentó el Gobierno provisional ruso, que luego fue derrocado por la Revolución de
Octubre del mismo año, estableciéndose el Gobierno de
los bolcheviques llamado Sovnarkom. A continuación, se desencadenó la guerra
civil rusa que fue ganada por el nuevo régimen soviético. El 30 de diciembre de
1922 fue creada la Unión Soviética con la fusión
de Rusia, Transcaucasia, Ucrania y Bielorrusia.
Tras el deceso del primer líder soviético, Vladímir Lenin, en 1924, Iósif Stalin acabó
ganando la lucha por el poder14 y dirigió el país a través de una industrialización a
gran escala, con una economía centralizada y una extrema represión política.1415
En junio de 1941, durante la Segunda Guerra Mundial, la Alemania nazi junto a sus
aliados invadió la Unión Soviética, un país con el que había firmado un pacto de no
agresión llamado luego Pacto Ribbentrop-Mólotov. Al cabo de cuatro años de una
guerra brutal, la Unión Soviética emergió victoriosa como una de las
dos superpotencias del mundo, junto a los Estados Unidos.
La Unión Soviética y sus Estados aliados de Europa Oriental, denominados bloque
del Este, estuvieron involucrados en la Guerra Fría, que fue una prolongada lucha
ideológica y política mundial contra los Estados Unidos y sus aliados del Bloque
Occidental; finalmente la Unión Soviética cedió ante los problemas económicos y
los disturbios políticos internos y externos.1617 Durante este período, la Unión
Soviética llegó a ser el modelo de referencia para futuros Estados socialistas. Desde
1945 hasta 1991, la Unión Soviética y los Estados Unidos dominaron la agenda
global de la política económica, asuntos exteriores, operaciones militares,
intercambio cultural, progresos científicos incluyendo la iniciación de la exploración
espacial, y deportes (incluidos los Juegos Olímpicos). A finales de la década de
1980, el último mandatario soviético, Mijaíl Gorbachov, trató de reformar el Estado
con sus políticas de la perestroika y glásnost, pero la Unión Soviética se derrumbó y
fue disuelta formalmente el 25 de diciembre de 1991 tras el fallido intento de golpe
de Estado de agosto.18 Luego de esto, la Federación de Rusia asumió sus derechos
y obligaciones.10
Los límites geográficos de la Unión Soviética variaron con el tiempo, pero tras sus
últimas anexiones territoriales, incluyendo la ocupación de las repúblicas
bálticas (Lituania, Letonia y Estonia) y la del este de Polonia, Besarabia y algunos
otros territorios durante la Segunda Guerra Mundial, desde 1945 hasta la disolución,
los límites correspondieron aproximadamente a aquellos de la extinta Rusia
imperial, con las exclusiones notables de Polonia, la mayor parte
de Finlandia y Alaska; abarcando así algo más de la séptima parte de la superficie
emergida de la Tierra.
LEGADO Y CONSECUENCIAS.
La transformación de Rusia en la URSS tuvo un impacto profundo en la historia
mundial. La URSS se convirtió en una superpotencia mundial rivalizando con
Estados Unidos durante la Guerra Fría. Sin embargo, también fue marcada por la
represión política, el control estatal totalitario y el estancamiento económico. La
disolución de la URSS en 1991 puso fin a este capítulo de la historia rusa y mundial,
dando paso a nuevos desafíos y transformaciones en Eurasia.

LA GUERRA DE LAS TRINCHERAS.


La guerra de trincheras, guerra de posiciones1 o guerra de fuertes es un tipo
de guerra terrestre que utiliza líneas ocupadas que comprenden
principalmente trincheras militares, en las que las tropas están bien protegidas del
fuego de armas pequeñas del enemigo y están sustancialmente protegidas de la
artillería. Surgió a partir de una revolución en las armas de fuego. La guerra de
trincheras se asocia típicamente con la Primera Guerra Mundial (1914-1918),
cuando la «carrera del mar» expandió rápidamente el uso de trincheras en el frente
occidental a partir de septiembre de 1914.2 Otros conflictos destacables en los que
se dieron guerra de trincheras fueron la guerra de Secesión (1861-1865), la guerra
ruso-japonesa (1904-1905) o la guerra entre Irán e Irak (1980-1988).
La guerra de posiciones proliferó cuando una revolución en la potencia de fuego no
fue acompañada por avances similares en la movilidad, lo que resultó en una forma
de guerra extenuante en la que el defensor tenía la ventaja.3 En el frente occidental
en 1914-1918, ambos bandos construyeron elaborados sistemas de trincheras,
subterráneos y refugios opuestos entre sí a lo largo de un frente, protegidos del
asalto por alambre de púas. El área entre líneas de trincheras opuestas (conocida
como «tierra de nadie») estaba totalmente expuesta al fuego de artillería de ambos
lados. Los ataques, incluso si tenían éxito, a menudo sufrieron graves bajas.
El desarrollo de la guerra blindada y las tácticas de armas combinadas permitió
eludir y derrotar las líneas estáticas, lo que en general provocó el declive de la
guerra de posiciones después de la Primera Guerra Mundial.
Después de la Primera Guerra Mundial, la «guerra de trincheras» se convirtió en
sinónimo de estancamiento, guerra de desgaste, asedios y ataques inútiles en los
conflictos.
PRESIDENTES RUSOS DESDE LA PRESIDENCIA PROVISIONAL
DE KEREHVKY.

El Gobierno provisional ruso (en ruso: Временное правительство


России, romanizado: Vrémennoie pravítelstvo Rossíi) se formó
en Petrogrado después de la abdicación del zar durante la Revolución de
Febrero de 1917. Consistió en una serie de sucesivos gabinetes, principalmente de
coalición entre políticos liberales y socialistas moderados, que trataron
infructuosamente de resolver los graves problemas a los que se enfrentaba el país,
enfrascado en la impopular Primera Guerra Mundial hasta el golpe de Estado en
noviembre por los bolcheviques, ala radical del Partido Obrero Socialdemócrata de
Rusia, en la Revolución de Octubre.
El primer gabinete estuvo formado exclusivamente por políticos liberales a
excepción de Kérenski, del Partido Social-Revolucionario (SR), que ingresó en el
Gobierno a título personal. Duró apenas dos meses antes de cesar durante la Crisis
de abril debido a las diferencias sobre la guerra entre socialistas y los miembros
más conservadores del Consejo de Ministros. Se formó entonces el primero de los
varios Gobiernos de coalición entre liberales y socialistas. El príncipe Lvov se
mantuvo al frente del nuevo Gobierno hasta después del fracaso de la Ofensiva
Kérenski, la crisis con los miembros del Partido Democrático Constitucional (KD
o kadetes) por la tensión con los nacionalistas ucranianos y las Jornadas de Julio,
cuando lo sucedió Kérenski al frente de un gabinete temporal de socialistas y
liberales independientes. Estos primeros Gobiernos realizaron una amplia labor de
reforma política, pero no resolvieron los problemas más importantes para la
población: el fin de la guerra, la reforma agraria, los cambios en las condiciones de
los obreros urbanos y las aspiraciones de las minorías.
El nuevo acuerdo entre kadetes y socialistas surgido tras semanas de
negociaciones puso fin a la crisis gubernamental del verano, pero no resolvió los
desacuerdos entre ellos ni permitió avanzar en las reformas sociales y económicas
exigidas cada vez con más insistencia por la población ni llevó a avances en el fin
de la guerra. El verano trajo la radicalización de la situación en Rusia: mientras la
derecha tendía a buscar una figura autoritaria que impusiese orden, acabase con la
crisis y retomase la guerra con vigor, la izquierda reclamaba cada vez con mayor
insistencia la aplicación de profundas reformas políticas sociales y económicas. La
falta de resultados de las acciones del Gobierno y el fracaso del intento de golpe de
Estado del comandante en jefe del Ejército, debilitaron tanto a la derecha como al
Gobierno, al que se vio involucrado en el mismo, y reforzaron la posición de la
izquierda radical, favorable a la toma el poder por los sóviets.
A mediados del otoño, la situación de crisis y la debilidad del Gobierno llevaron a la
discusión abierta de un cambio de Gobierno y la formación de uno puramente
socialista. Mientras en el campo los sóviets aceleraban una reforma agraria oficiosa
y se independizaban de hecho de la administración central, en las ciudades crecía
el apoyo a la izquierda radical; cuando los bolcheviques decidieron tomar el poder
a través de los sóviets en el Segundo Congreso Pan ruso de los Sóviets, la
oposición gubernamental fue mínima. La Revolución de Octubre puso fin al periodo
del Gobierno provisional y dio paso a uno nuevo bolchevique, el Sovnarkom.

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