Está en la página 1de 4

DOCENTE: Lcda.

Luz Marina Mancilla

ASIGNATURA: Nutrición

ALUMNA: María Lias CI: 26.450.799

SECCION: 1-D01 Enfermería

ENFERMEDADES NUTRICIONALES POR EXCESOS DE ALIMENTOS:

1. Obesidad: Trastorno caracterizado por niveles excesivos de grasa corporal que aumentan el
riesgo de tener problemas de salud. La obesidad suele ser el resultado de ingerir más calorías
de las que se queman durante el ejercicio y las actividades diarias normales. La obesidad se
caracteriza por un índice de masa corporal igual o superior a treinta. El síntoma principal es la
grasa corporal excesiva, que aumenta el riesgo de padecer problemas de salud graves. El
tratamiento principal implica hacer cambios en el estilo de vida, por ejemplo, seguir una dieta
más saludable y hacer ejercicio.
¿Qué causa el sobrepeso y la obesidad?
La causa fundamental del sobrepeso y la obesidad es un desequilibrio energético entre
calorías consumidas y gastadas. A nivel mundial ha ocurrido lo siguiente: un aumento en la
ingesta de alimentos de alto contenido calórico que son ricos en grasa; y un descenso en la
actividad física debido a la naturaleza cada vez más sedentaria de muchas formas de
trabajo, los nuevos modos de transporte y la creciente urbanización. A menudo los
cambios en los hábitos alimentarios y de actividad física son consecuencia de cambios
ambientales y sociales asociados al desarrollo y de la falta de políticas de apoyo en
sectores como la salud; la agricultura; el transporte; la planificación urbana; el medio
ambiente; el procesamiento, distribución y comercialización de alimentos, y la educación.
¿Cuáles son las consecuencias comunes del sobrepeso y la obesidad para la salud?
Las enfermedades cardiovasculares (principalmente las cardiopatías y los accidentes
cerebrovasculares), que han sido la principal causa de muertes, la diabetes, los trastornos
del aparato locomotor (en especial la osteoartritis, una enfermedad degenerativa de las
articulaciones muy discapacitante), y algunos cánceres (endometrio, mama, ovarios,
próstata, hígado, vesícula biliar, riñones y colon), La obesidad infantil se asocia con una
mayor probabilidad de obesidad, muerte prematura y discapacidad en la edad adulta. Sin
embargo, además de estos mayores riesgos futuros, los niños obesos sufren dificultades
respiratorias, mayor riesgo de fracturas e hipertensión, y presentan marcadores
tempranos de enfermedades cardiovasculares, resistencia a la insulina y efectos
psicológicos.

2. Diabetes: La diabetes es una enfermedad crónica (de larga duración) que afecta la forma en
que el cuerpo convierte los alimentos en energía. Su cuerpo descompone la mayor parte de
los alimentos que come en azúcar (también llamada glucosa) y los libera en el torrente
sanguíneo. El páncreas produce una hormona llamada insulina, que actúa como una llave que
permite que el azúcar en la sangre entre a las células del cuerpo para que estas la usen como
energía. Con diabetes, su cuerpo no produce una cantidad suficiente de insulina o no puede
usar adecuadamente la insulina que produce. Cuando no hay suficiente insulina o las células
dejan de responder a la insulina, queda demasiada azúcar en el torrente sanguíneo y, con el
tiempo, esto puede causar problemas de salud graves, como enfermedad del corazón, pérdida
de la visión y enfermedad de los riñones. Todavía no existe una cura para la diabetes, pero
perder peso, comer alimentos saludables y estar activo realmente puede ayudar.
Tipos de diabetes: Existen tres tipos principales de diabetes: diabetes tipo 1, diabetes tipo
2 y diabetes gestacional (diabetes durante el embarazo).
Diabetes tipo 1: La diabetes tipo 1 es causada por una reacción autoinmunitaria (el cuerpo
se ataca a sí mismo por error). Esta reacción impide que su cuerpo produzca insulina.
Aproximadamente del 5 al 10% de las personas que tienen diabetes tienen el tipo 1. Por lo
general, los síntomas de esta diabetes aparecen rápidamente. Generalmente se
diagnostica en niños, adolescentes y adultos jóvenes. Las personas que tienen diabetes
tipo 1, deben recibir insulina todos los días para sobrevivir. En la actualidad, nadie sabe
cómo prevenir la diabetes tipo 1.
Diabetes tipo 2: Con la diabetes tipo 2, el cuerpo no usa la insulina adecuadamente y no
puede mantener el azúcar en la sangre a niveles normales. Aproximadamente del 90 al
95% de las personas con diabetes tiene la diabetes tipo 2. Es un proceso que evoluciona a
lo largo de muchos años y generalmente se diagnostica en los adultos (si bien se está
presentando cada vez más en los niños, los adolescentes y los adultos jóvenes). Es posible
que no sienta ningún síntoma; por lo tanto, es importante que se haga un análisis de sus
niveles de azúcar en la sangre si está en riesgo. La diabetes tipo 2 se puede prevenir o
retrasar con cambios de estilo de vida saludables, como:
Bajar de peso si tiene sobrepeso.
Tener una alimentación saludable.
Hacer actividad física regularmente.
Diabetes gestacional: La diabetes gestacional aparece en mujeres embarazadas que
nunca han tenido diabetes. Si usted tiene diabetes gestacional, su bebé podría estar en
mayor riesgo de presentar complicaciones de salud. La diabetes gestacional generalmente
desaparece después de que nace el bebé. Sin embargo, aumenta el riesgo de que usted
tenga diabetes tipo 2 más adelante en la vida. Es más probable que su bebé tenga
obesidad cuando sea niño o adolescente y que presente diabetes tipo 2 más adelante en
la vida.
Prediabetes: La prediabetes, los niveles de azúcar en la sangre son más altos que lo
normal, pero aún no lo suficientemente altos como para un diagnóstico de diabetes tipo 2.
La prediabetes aumenta el riesgo de diabetes tipo 2, enfermedad del corazón y derrame
cerebral. Pero hay buenas noticias. Si tiene prediabetes, un programa de cambio de estilo
de vida reconocido puede ayudar a tomar medidas saludables para revertirla.

3. Hiperinsulinismo: La insulina es una hormona encargada de regular la cantidad de glucosa que


tenemos en nuestra sangre. Cuando los niveles de glucosa son elevados, el páncreas segrega
más insulina para contrarrestar este exceso. Sin embargo, una hiperproducción de insulina
genera complicaciones para la salud que pueden dar lugar a sobrepeso, hipertensión y
diabetes. La hiperinsulinemia puede ser tratada para revertir sus efectos, pero requiere de
voluntad y disciplina, ya que implica el cambio total en los hábitos alimenticios e incluye una
vida físicamente más activa. Una dieta para el hiperinsulinismo incluye alimentos saludables y
frescos. Una vez que se diagnostica la hiperinsulinemia, es probable que el médico sugiera
medicación para mejorar la condición y la sensibilidad a la insulina en el organismo. Las
opciones van a depender del estado físico del paciente y de la gravedad de su caso. Es
importante cumplir con el tratamiento una vez este sea asignado. Interrumpirlo sin
autorización médica o ser inconstante al tomar las dosis, puede empeorar el problema. Si hay
sobrepeso, el tratamiento para el hiperinsulinismo debe estar acompañado de un plan para
adelgazar. Al bajar de peso, se mejora significativamente la sensibilidad de los receptores a
esta hormona. Hay que aclarar que no se trata de recurrir a dietas milagrosas ni un
entrenamiento extremo, sino de un plan coherente que combine actividad física regular con
una dieta equilibrada. En el caso del ejercicio, se puede comenzar con caminatas diarias de 30
minutos según la capacidad del paciente y, posteriormente, cuando se sienta menos agotado,
incorporar otras actividades como rutinas de gimnasio o deportes al aire libre. La medicación y
la actividad física deben ir acompañadas de una dieta para la resistencia a la insulina. Lo ideal
es comer cada tres o cuatro horas, lo que daría un total de 5 o 6 comidas diarias de porciones
pequeñas, dependiendo de las horas activas del paciente.

4. Enfermedades cardiovasculares: La enfermedad cardiovascular es un término amplio para


problemas con el corazón y los vasos sanguíneos. Estos problemas a menudo se deben a la
aterosclerosis. Esta afección ocurre cuando la grasa y el colesterol se acumulan en las paredes
del vaso sanguíneo (arteria). Esta acumulación se llama placa. Los ataques cardíacos y
accidentes cerebrovasculares (ACV) suelen tener su causa en la presencia de una combinación
de factores de riesgo, tales como el tabaquismo, las dietas malsanas y la obesidad, la
inactividad física, el consumo nocivo de alcohol, la hipertensión arterial, la diabetes y la
hiperlipidemia.

5. Hiperension arterial: La presión arterial elevada se considera una categoría, no una afección
propiamente dicha como la presión arterial alta (hipertensión). Sin embargo, la presión arterial
elevada tiende a empeorar con el tiempo, a menos que se controle correctamente. Por eso, es
importante verificar y controlar la presión arterial con regularidad. Los hábitos de estilo de
vida saludables, como el ejercicio regular y una alimentación saludable, pueden ayudar a
prevenir y controlar la presión arterial alta (hipertensión). Cualquier factor que incremente la
presión contra las paredes arteriales puede provocar una presión arterial elevada. La
acumulación de grasas, colesterol y otras sustancias en las paredes arteriales (ateroesclerosis)
puede provocar una presión arterial elevada. Sin embargo, también puede ocurrir lo contrario:
la presión arterial alta (hipertensión) puede causar ateroesclerosis. En ocasiones, no se
identifica la causa de la presión arterial alta o elevada.
Entre las afecciones y los medicamentos que pueden provocar presión arterial alta se
encuentran los siguientes:
Trastornos de las glándulas suprarrenales
Problemas cardíacos presentes al nacer que afecten a los vasos sanguíneos (defecto cardíaco
congénito)
Drogas ilícitas, como la cocaína y las anfetaminas
Enfermedad renal
Apnea obstructiva del sueño
Ciertos medicamentos, como las píldoras anticonceptivas, los medicamentos antigripales y
descongestionantes, los analgésicos de venta libre con cafeína y algunos fármacos con receta
médica
Enfermedad de la tiroides

También podría gustarte