Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
42 comentarios / Habilidades sociales, Mejorar mis Relaciones, Superar dificultades puntuales / Por Paola
La importancia de saber decir que no.
Jefe: Paola, necesitaría que hoy te quedes dos horas más por la tarde ¿te va bien?
yo: …Bueno, si es necesario… ( pensando: no, no me va bien para nada, tengo una cita..)
Jefe: Perfecto! gracias!!
¿Te ha pasado alguna vez algo así?
Saber decir que no y establecer límites no es fácil, pero es muy necesario para sentirnos bien
con nosotros mismos y con los demás. Cuando hablamos sobre la comunicación
asertiva comentamos diferentes técnicas de comunicación que pueden resultar útiles en estas y
otras situaciones. En este artículo nos centraremos en cómo poner límites y cómo decir que no
de forma asertiva.
Las ganas de agradar a quien nos agrada.: a veces priorizamos las necesidades de los demás
sobre las nuestras, y nos llegamos a sentir culpables si decimos que No ante una petición de otra
persona. Sobre todo si es alguien que me cae bien, a quien quiero, o alguien que veo como una
figura de autoridad o a quien admiro (como mi jefe, mi profesor…)
Evidentemente no soy una mala persona por priorizar mis intereses. No se trata de ser egoistas
y ponernos por encima de los demás, pero tampoco ponernos por debajo, es una cuestión
de equilibrio.
Está muy bien ser generoso, altruista, ayudar, pero a veces llegamos al punto de «sacrificarnos»
más de lo necesario, o de complicarnos la vida por no decir que no: hemos de valorar de forma
objetiva cada situación. Por ejemplo: ¿Realmente es prioritario acompañar a mi hermana al
dentista y sacrificar el tiempo que paso con mis hijos? ¿o hacer horas extras no remuneradas en
detrimento de mi tiempo personal?
La Asertividad Elemental: Se trata de explicar nuestra postura de forma sencilla, directa, dando
una breve explicación del por qué de nuestro NO ( pero sin extendernos demasiado)
Ejemplo: – ¿Te vienes a tomar algo al salir del trabajo
– No, gracias, tengo cosas que hacer en casa esta tarde.
La Asertividad Empática: se trata de ponernos primero en el punto de vista del otro, validar sus
argumentos y el cómo se siente, para luego exponer nuestro punto de vista. Podemos finalizar
con un mensaje positivo o una sugerencia (técnica «sandwich»). Por ejemplo
– Entiendo que vas mal de tiempo y veo que estás muy agobiado, pero no puedo ayudarte a
terminar el informe, lo siento, tengo trabajo acumulado yo también y tampoco tengo tiempo, a lo
mejor puedes pedir a otra persona que te eche una mano.
– Siento que se te haya roto el coche, es una faena, pero justamente este fin de semana no
puedo prestarte el mío, lo necesito. Siento no poder ayudarte esta vez, pero me gusta que
cuentes conmigo cuando necesitas ayuda.
-Siento mucho que te duela la muela ,imagino que debe de dolerte mucho por lo que me cuentas,
pero justo ahora no puedo salir del trabajo y acompañarte al dentista ¿Qué tal si llamas a un taxi
para que te lleve y me avisas cuando estés allí esperando para ser atendido?
El Banco de Niebla: Esta estrategia puede ser útil ante insistencias, cuando ya hemos probado
otra estrategia, o cuando la persona nos presiona de forma muy explícita. Se trata de dar una
parte de razón al argumento de la otra persona pero manteniéndonos en nuestra postura.
Ejemplo:
– Sería de tontos rechazar esta oferta, si firma con nuestra compañía telefónica hoy se ahorrará
mucho dinero y además le regalamos un móvil nuevo ¿se lo tramito ahora?
– Es verdad, puede que sea una muy buena oferta, pero no quiero tomar esa decisión ahora, no
es un buen momento.
El aplazamiento asertivo: Esta técnica es útil cuando nos sentimos sobrepasados o muy
ansiosos por la situación y no podemos decidir con claridad. En este caso es mejor postergar
nuestra respuesta hasta que nos sintamos más tranquilos y podamos decidir con claridad. Decir
que debemos reflexionar sobre el tema, o consultar nuestra agenda, y dar respuesta más tarde.
Ejemplo: – Me ha surgido un problema en casa y no puedo venir el sábado a trabajar
¿Me cambias el turno? ¿No te importa verdad? Luego yo hago otro día por ti..
– Pues no puedo confirmarte ahora, déjame que mire si tengo compromisos y te digo algo en unas
horas.
Relacionado con esta estrategia, muchas veces sucede que decimos que SI muy rápido cuando
nos hacen una petición, sin valorar realmente las implicaciones de la misma.
Una recomendación es: Aplaza tu «si», reflexiona primero, utiliza condicionales o dí que
estudiarás el tema antes de dar una respuesta.
Evita dar un sí inmediato, y reflexiona siempre antes la respuesta.
Puedes usar un «Te contesto en X» o «Déjame que me lo mire».. etc.
Técnica del acuerdo asertivo: Esta técnica resulta útil cuando tememos que nuestra negativa
pueda dar lugar a interpretaciones erróneas sobre nuestras intenciones, nuestra personalidad,
cuando la otra persona nos juzga en consecuencia, o cuando hay un intento de chantaje
emocional. Se trata de exponer nuestra negativa aclarando que ésta no tiene nada que ver con el
hecho de ser buena o mala persona, cobarde o valiente, querer o no querer, etc.
Ejemplo:
– Si me quisieras me acompañarías a la fiesta.
– No puedo acompañarte porque tengo que terminar un trabajo, no tiene nada que ver con el
amor que siento por ti.
—-
-Eres un aburrido por no querer venir de fiesta con nosotros.
-Esta noche no me apetece salir, estoy cansado, el que no vaya no quiere decir que sea un
aburrido, simplemente no me apetece.
—
Técnica del disco rayado: sencillamente consiste en mantenerse firme repitiendo nuestro punto
de vista una y otra vez en un tono calmado ante las insistencias del otro.
Ejemplo:
– ¿En serio que no vas a venir a la fiesta del sábado? ¡nos lo pasaremos muy bien!
-Te agradezco la invitación, pero el Domingo me quiero levantar pronto para ir a la playa y prefiero
quedarme en casa el sábado, otra vez será.
– Andaaa!! no seas mala amigaa!! si no vienes no será lo mismo!!
– No soy mala amiga, ¡os quiero un montón y me gusta mucho salir con vosotras! pero el
Domingo quiero madrugar y prefiero no ir a la fiesta, gracias por invitarme pero prefiero no salir
este sábado.
– Joo tía, pero puedes venir igual, aunque vayas a la playa el Domingo, vengaaa.
-Prefiero quedarme en casa este sábado, de verdad.
Técnica para procesar el cambio: Esta técnica consiste en desplazar el foco de atención hacia
lo que está ocurriendo, como si miráramos la conversación desde fuera. En el caso de insistencias
podríamos responder por ejemplo: «llevas un rato insistiendo, pero no voy a cambiar de opinión,
en serio.», «Ya llevamos un buen rato con este tema, ya te dije que No, no sigamos dándole
vueltas.»
Si, todo esto está muy bien.. ¡pero este tipo de respuestas no me salen!
Efectivamente, el llevar a la práctica estas técnicas de comunicación asertiva, y que además
nos salga de forma espontánea ¡no es fácil! Para aprender nuevos patrones de
respuesta ¡tenemos que entrenarlos! y no nos van a salir de buenas a primeras el 100% de las
veces. Toda nueva habilidad requiere un aprendizaje y práctica, y poco a poco lo iremos
dominando y aprendiendo.
¿Cómo puedo aprender y practicar estas técnicas?
Ejercitando el aprender a decir que No: Una buena forma de ejercitarlo es reescribiendo
diversas situaciones y visualizando cómo responderíamos diciendo que No de forma
asertiva, con qué palabras lo diríamos, con qué tono de voz y expresión facial, e incluso
practicarlo en voz alta y frente a un espejo. Podemos comenzar reescribiendo situaciones reales
que ya hayamos vivido, y visualizar cómo sería haber dicho que No en esa situación, y cómo
responderíamos ante insistencias o críticas. Cuanto más practiques, más presente tendrás otras
opciones de respuesta en situaciones similares.
Reflexionar antes de dar una respuesta, evitando un «SI» inmediato. ¿Puedo y quiero
hacerlo? ¿tengo tiempo para ello o hay otras prioridades? .. cuando te hagan una petición tómate
un tiempo antes de comprometerte con una respuesta. Puedes utilizar aplazamientos como «deja
que mire cómo tengo la agenda y te digo algo», «no puedo contestarte ahora, lo valoro y te
comento», «ahora mismo no sabría decirte si puedo comprometerme con eso, dejame que lo
estudie un momento y te digo ago..» etc.
Una guía para reescribir situaciones podría ser llevar un registro como el que os sugiero en el siguiente cuadro:
Hay también otras técnicas de entrenamiento en habilidades sociales que pueden ser útiles, pero
de ello hablaremos en otro artículo. 😉