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En las profundidades de un tranquilo estanque en medio de un exuberante bosque,

vivía una tortuga llamada Tiana. Tiana era conocida por su curiosidad insaciable y su

amor por las historias que escuchaba de los animales que visitaban el estanque.

Un día, mientras descansaba sobre una roca bajo el cálido sol de la tarde, Tiana

escuchó el susurro de las hojas y el murmullo del viento que traía consigo un

misterioso aroma a flores. Intrigada, decidió aventurarse más allá de los confines del

estanque para descubrir el origen de tan embriagador perfume.

Caminando con determinación por el bosque, Tiana se encontró con una pradera

repleta de hermosas flores de todos los colores y tamaños. Mariposas revoloteaban

a su alrededor, y el aire estaba impregnado del dulce aroma de las flores.

Pero lo más sorprendente de todo fue lo que encontró en el centro de la pradera: una

antigua y majestuosa tortuga de caparazón dorado que emanaba una luz cegadora.

La tortuga, cuyo nombre era Solara, le dio la bienvenida a Tiana y le contó historias

de tierras lejanas y aventuras inolvidables.

Con el paso de los días, Tiana y Solara se convirtieron en grandes amigas,

compartiendo sus sueños, esperanzas y temores. Solara enseñó a Tiana el arte de la

paciencia y la sabiduría, mientras que Tiana le mostró el valor de la amistad y el

poder de la curiosidad.

Juntas, exploraron cada rincón del bosque y descubrieron secretos que nunca

habían sido revelados. A medida que pasaba el tiempo, la pradera floreció aún más y

se convirtió en un lugar de belleza y armonía que inspiraba a todos los que tenían el

privilegio de visitarla.

Con el tiempo, Tiana regresó al estanque con el corazón lleno de gratitud y el espíritu

fortalecido por su amistad con Solara. Aunque había dejado atrás la pradera de

flores y la compañía de su amiga, sabía que siempre llevaría consigo el recuerdo de


aquellos días de aventura y descubrimiento. Y cada vez que cerraba los ojos, podía

escuchar el susurro del viento llevando consigo el perfume de las flores y la voz

sabia de Solara, recordándole que la verdadera magia reside en el poder de la

amistad y la belleza de la naturaleza.

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