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"El Jardín Secreto de Amelia"

Autor Kevin Arnold Delgado Rada

Había una niña llamada Amelia que vivía en un pequeño pueblo rodeado de
exuberante naturaleza. Siempre había sido una niña curiosa y aventurera, y le
encantaba explorar los alrededores de su casa. Un día, mientras paseaba por el
bosque cercano, descubrió un sendero cubierto de hojas que la llevó a un lugar
misterioso que nunca antes había visto.
El sendero la llevó a un claro del bosque donde encontró una puerta de hierro que
parecía escondida entre los árboles. Amelia, con su corazón latiendo de emoción,
decidió abrir la puerta. Para su sorpresa, se encontró frente a un jardín encantado
que brillaba con colores y luces deslumbrantes.
El jardín estaba lleno de flores de todos los colores del arco iris, algunas de ellas
emitían un suave resplandor. Mariposas gigantes revoloteaban alrededor, y los
pájaros cantaban melodías que nunca había escuchado antes. El césped era tan
suave que parecía una alfombra mágica, y los árboles parecían susurrar secretos.
Amelia se aventuró más en el jardín y descubrió una fuente de agua cristalina que
parecía tener propiedades curativas. En medio de la fuente, había una pequeña
estatua de una hada con una sonrisa juguetona. Cuando Amelia tocó el agua,
sintió una oleada de energía y bienestar que recorrió todo su cuerpo.
Pasaron horas, que para Amelia parecieron minutos, mientras exploraba el jardín
secreto. Se hizo amiga de las mariposas y charló con los pájaros. Cuando
finalmente decidió regresar a casa, la puerta de hierro la llevó de vuelta al sendero
en el bosque.
Amelia regresó a su casa, pero mantuvo su descubrimiento en secreto. Cada día,
después de terminar sus tareas, escapaba al jardín secreto para experimentar su
magia y recargar su espíritu. El jardín se convirtió en su refugio personal, un lugar
donde podía encontrar la paz y la alegría en medio de la naturaleza.
Con el tiempo, Amelia compartió su secreto con su abuela, quien también había
vivido aventuras en su juventud. Juntas, abuela y nieta exploraron el jardín
secreto, fortaleciendo su vínculo y compartiendo momentos inolvidables.
Y así, el jardín secreto de Amelia se convirtió en una leyenda en el pueblo, un
lugar que enseñaba a todos la importancia de la curiosidad, la conexión con la
naturaleza y la magia que se puede encontrar en los lugares más inesperados. La
historia de Amelia inspiró a otros a buscar sus propios jardines secretos, ya sea en
la naturaleza o en sus propios corazones.

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