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Cuento 2: El Jardín de las Mariposas

Había un lugar mágico y secreto conocido como el Jardín de las Mariposas, un reino
de colores y fragancias donde las mariposas danzaban entre las flores más
hermosas. Este jardín estaba oculto en lo más profundo del bosque, solo accesible
para aquellos con corazones puros y espíritus aventureros.

Un día, una joven llamada Elena, cuyo corazón anhelaba la belleza y la libertad,
descubrió un antiguo mapa en el ático de su casa. El mapa mostraba el camino
hacia el legendario Jardín de las Mariposas, un lugar del que había escuchado
cuentos de hadas en su infancia. Con determinación y emoción, Elena decidió
emprender el viaje hacia este lugar mágico.

Siguiendo las indicaciones del mapa, atravesó bosques oscuros y arroyos


cristalinos, sorteando obstáculos y desafíos en su camino. Finalmente, llegó a un
claro cubierto de flores resplandecientes, donde una mariposa dorada la guiaba
hacia la entrada del jardín.

Al cruzar el umbral, Elena quedó maravillada por la belleza que la rodeaba. Flores de
todos los colores imaginables se alzaban en esplendor, y las mariposas
revoloteaban con gracia y ligereza. Cada paso de Elena hacía que las flores
florecieran aún más y las mariposas se acercaran con curiosidad.

Exploró el jardín durante horas, maravillándose con cada descubrimiento. Encontró


un estanque lleno de nenúfares que brillaban como gemas, un árbol antiguo con
hojas que susurraban secretos, y un sendero de cristales que conducía a un arco iris
hecho de pétalos de rosa.

Pero lo más extraordinario de todo fue cuando descubrió una mariposa herida,
atrapada en una red de hilos oscuros. Sin dudarlo, Elena liberó a la mariposa y la
sostuvo con cuidado en sus manos. La mariposa, agradecida, le susurró al oído:
"Gracias por tu bondad, querida amiga. Ahora, te mostraré el mayor tesoro del
jardín".

La mariposa dorada llevó a Elena a un lugar especial en el jardín, donde había una
fuente de agua cristalina. En el centro de la fuente, flotaba una mariposa de luz
brillante, radiante y llena de magia. La mariposa dorada le dijo a Elena que esta era la
Mariposa de los Deseos, y que podía conceder un deseo a aquellos con corazones
puros.

Con lágrimas de gratitud en los ojos, Elena cerró los ojos y deseó con todo su
corazón: "Deseo que todos los corazones rotos sean sanados, que todos los sueños
sean realizados y que la belleza y la magia perduren para siempre en este jardín y en
el mundo".

En un destello de luz dorada, el deseo de Elena se hizo realidad. El Jardín de las


Mariposas brilló con una luz aún más intensa y el agua de la fuente se convirtió en
un río de estrellas. Las mariposas danzaron a su alrededor, llevando consigo la
esperanza y la alegría.

Elena regresó a su casa con el corazón lleno de amor y gratitud. Guardó en su


corazón el recuerdo del Jardín de las Mariposas y la Mariposa de los Deseos,
sabiendo que siempre llevaría consigo la magia y la belleza que había encontrado en
ese lugar encantado.

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