Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
II
Selección de texto del Capítulo II: ACTIVO Y REACTIVO del libro NIETZSCHE Y LA
FILOSOFÍA de Gilles Deleuze
1. El cuerpo
Spinoza abría a las ciencias y a la filosofía un nuevo camino: ni siquiera sabemos lo
que puede un cuerpo, decía; hablamos de la conciencia, y del espíritu, charlamos
sobre todo eso, pero no sabemos de qué es capaz un cuerpo, ni cuáles son sus fuerzas
ni qué preparan1. Nietzsche sabe que ha llegado la hora: «Nos hallamos en una fase
en que lo consciente se hace modesto»2. Llamar a la conciencia a la necesaria
modestia es tomarla por lo que es: un síntoma, nada más que el síntoma de una
transformación más profunda y de la actividad de unas fuerzas que nada tienen que
ver con lo espiritual. «Quizás cualquier desarrollo del espíritu se reduce únicamente
al cuerpo». ¿Qué es la conciencia? Al igual que Freud, Nietzsche piensa que la
conciencia es la región del yo afectada por el mundo exterior3. De cualquier modo,
la conciencia más que definirse en relación a la exterioridad, en términos de real, se
define en relación a la superioridad, en términos de valores. Esta diferencia es esencial
en una concepción general del consciente y del inconsciente. En Nietzsche, la
conciencia es siempre conciencia de un inferior en relación al superior, al cual se
subordina o se «incorpora». La conciencia no es nunca conciencia de sí mismo, sino
la conciencia de un yo en relación a ello (yo de otro), este último no consciente. No
es conciencia del señor sino conciencia de un esclavo en relación a un señor que no
se preocupa de ser consciente. «Habitualmente la conciencia sólo aparece cuando un
1
Spinoza, Ética, III, «Ya he demostrado que no se sabe lo que puede el cuerpo o lo que se puede deducir de
la única consideración de su naturaleza, y que por experiencia se comprueba que de las leyes de la
naturaleza proceden un gran número de cosas que jamás se habría creído que se pudiesen producir,
sino bajo la dirección del espíritu…»
2
VP, II, 261.
3
VP, II, 253; GS, 357.
2
4
VP, II, 227.
5
VP, II, 373.
6
VP, II, 173: «El cuerpo humano es un pensamiento más sorprendente que el alma de antaño»; II, 226: «Lo
que es más sorprendente es, más bien, el cuerpo; no nos cansamos de maravillarnos ante la idea de
que el cuerpo humano se ha hecho posible».
7
Sobre el falso problema de un comenzó de la vida: VP, II, 66 y 68. Sobre el papel del azar: VP, II, 25 y 34.