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Examen de Antropología social IV

Federico Silva

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Pregunta 1.

1. ¿Qué es la des incrustación de la economía, según Karl Polanyi y cómo se


vincula con las teorías de las ciencias económicas en el pensamiento
occidental?
Polanyi pretende explicar con el concepto de desincrustación de la economía, un
cambio que se generó en las sociedades sobre todo occidentales al que denominó
como la “gran transformación”, la cual refiere a la separación de la actividad
económica de las esferas en las que se encontraba históricamente. A esto se refiere
con que la economía permeaba los distintos ámbitos de la sociedad como la política, la
religión, relaciones de parentesco etc, y no fue sino hasta el siglo XIX donde se
produce la separación de la economía de manera institucionalizada a favor de generar
un mercado autorregulado principalmente en los estados nación modernos.
Polanyi se apoya en trabajos como el de Malinowsky para explicar cómo la producción
y distribución de bienes se encontraba incrustada en todas aquellas relaciones
sociales no económicas tales como la magia o el parentesco. La desincrustación
configuró un elemento esencial para el desarrollo de las economías occidentales de
corte liberal, al generar una metodología que le permitiese desligarse lo más posible
de cualquier tipo de regulación por parte del Estado, y fomentando la libre empresa.
Esta idea de un mercado bajo la lógica de la desincrustación de la economía de todos
aquellas esferas sociales se manifiesta de forma latente bajo las corrientes
neoclásicas que sostienen una ida universalista del fenómeno económico y que dejan
a la vista la oposición sustantivista que defiende Polanyi, en el sentido de que la
economía debe analizarse desde lo empírico y contextual de cada cultura, donde a
pesar del intento de separación de la economía institucionalizada se mantienen los
vestigios de otras formas de relacionarse en espacios no formales de la economía
donde alguna vez fuera parte incuestionable.

2. ¿Cuál es la novedad del análisis de Susana Narotsky sobre la figura del


productor (rural) independiente en relación con la teoría marxista clásica y su
comprensión de las relaciones capital/trabajo?
Susana N. nos plantea en su estudio de las figuras de productores rurales
independientes una mirada particular sobre un tipo de relación enmarcada en el
espacio de producción rural donde se destaca como los individuos de una comunidad
en el caso de su estudio de Catalunia, se encontraban bajo un tipo de organización
económica en la que eran dueños de fuerza de trabajo y controlaban los medios de
producción, y sin embargo se encontraban subsumidos del capital ya que no
controlaban el mercado donde se comercializaban sus productos. En este caso
particular los productores dependían de los intermediarios que transaban sus
mercancías con los clientes. Desde la perspectiva marxista este ejemplo se puede
analizar como una subsunción formal en el que las unidades de producción FPI no
tienen control sobre la etapa final de la producción y por lo tanto existe un tipo de
explotación del capital sobre estas figuras. Las FPI deben analizarse también desde la
perspectiva más micro en el sentido de que como bien plantea Narotsky, estas
unidades se conforman como núcleos familiares donde se pueden observar tipos de
explotación ya que generalmente giran en torno a una figura patriarcal que controla y
administra la producción del propio núcleo. Este tipo de conformación productiva que
Narotsky trae como ejemplo de FPI se encuentra respaldada a nivel nacional y
fomentada desde una perspectiva de discurso nacionalista e identitario, que opera
como agente adherente de los grupos y da cuenta de cómo el estado y la política son
fundamentales para permitir el desarrollo de este tipo de economías
institucionalizadas.

3. Desarrolle el concepto de “infrapolítica” de James Scott exponiendo sus


principales proposiciones y posibles limitaciones, ilustrando con algún
ejemplo histórico o etnográfico.
El concepto de infrapolitica que plantea James Scott permite comprender el accionar
de distintos grupos que a modo de resistencia se las ingenian para manifestar el
rechazo hacia una institución, grupo o política que opere de forma hegemónica.
Esta acción se da de forma clandestina y siempre de manera sutil, intentando no dejar
huellas que descubran a los perpetradores. Múltiples ejemplos se pueden encontrar en
todas las sociedades, y van desde acciones inofensivas hasta las más violentas; tales
como la celebración de un ritual que haga referencia en formato de parodia sobre
algún grupo de poder, o hasta la acción militar entendida como guerra de guerrillas.
Los grupos afectados por quienes detentan el poder encuentran en la infrapolitica una
forma de canalizar el descontento, pero teniendo presente la posición en la que se
encuentran y por esto es que el modo de operar debe ser lo más sutil posible para que
este no se reprimido.
Ahora bien, Scott nos advierte que muchas veces los grupos de poder juegan con esta
idea de infrapolitica en el sentido de que pueden llegar a hacer la “vista gorda” para
permitir que estos grupos actúen a efectos de evitar un mal mayor. Ya que se basan
en la teoría de la válvula de escape, que evita una sublevación que a la larga pueda
tambalear el dominio de los grupos de poder hegemónicos. Un ejemplo de infrapolitica
que me parece adecuado como para traer a colación, tiene que ver con la descripción
que Patrick O´Hare (2017) realiza en su trabajo “La madre de todos los basureros”
donde da cuenta del accionar de los “gateros” que se dedicaban a la recuperación de
materiales en la usina del basureros municipal y que cuando estos eran reprimidos por
los guardias que allí trabajaban custodiando el predio y les impedían realizar la
actividad de clasificación, estos perjudicados les ensuciaban las garitas de los
vigilantes con materia fecal a modo de manifestar su descontento, pero claro esta
acción era realizada cuando las mismas unidades se encontraban vacías.

4. ¿Qué es el trabajo socialmente necesario? ¿Cuál es su conexión, si alguna,


con las relaciones de sexo-género?
El trabajo socialmente necesario se entiende como una medida que cuantifica el
tiempo que un trabajador requiere para producir una mercancía, en la teoría marxista
sería explicado como la mitad del tiempo que el obrero dedica, si este trabajara ocho
horas diario para producir una mercancía y tenemos en cuenta el plusvalor que
representa la mitad de esas horas, podemos decir que el trabajador produciría en
cuatro horas las mercancías que necesitaría para su sustento diario. Por esta razón
para Marx el trabajo puede dividirse entre trabajo productivo e improductivo. El trabajo
productivo es el que produce valor para el capitalista, en este caso las 4 horas que el
trabajador no percibe ya que es expropiada por el empresario. Sin embargo podemos
señalar la critica que se le ha hecho a Marx con respecto a estas definiciones del
trabajo, ya que si consideramos la condición de los trabajadores podemos vislumbrar
que para que estos puedan ejercer cualquier actividad laboral deben poder
sustentarse de forma básica para que las condiciones materiales permitan un
desempeño optimo, entonces podemos conectar con lo que implica una mirada hacia
el propio seno del hogar donde se manifiesta en muchas ocasiones el trabajo
producido por las mujeres principalmente, donde para Marx se trata de trabajo
improductivo en el sentido de que las tareas como los cuidados o labores domésticas
no producen plusvalor para el capital; sin embargo este argumento es cuestionable
desde una perspectiva de género donde el concepto de trabajo productivo adquiere
otros significados que matizan con la teoría Marxista, principalmente en la
contemporaneidad.

A – Procesos de mercantilización. Su importancia para el estudio antropológico


de la economía y la cultura.

El análisis de los procesos de mercantilización permite comprender como a partir de


los fenómenos que fueron alterando la economía en las sociedades, principalmente en
el mundo occidental y a partir de la irrupción de las corrientes liberales que fueron
permeando las distintas esferas sociales, y que afectó sin dudas las formas de relación
entre individuos al punto de implantar un modelo económico que se impuso
históricamente sobre gran parte del globo, y moldeando las estructuras políticas. Este
modelo hegemónico que conocemos como capitalismo permitió un aumento de la
producción a escalas nunca vistas en la historia de la humanidad, y trajo consigo un
predominio por fomentar el proceso de mercantilización que intenta abarcar todo lo
que le sea posible, desde la naturaleza hasta lo más abstracto. El control de mercado
es en sí la utopía del capitalismo, y para dirigirse a ella es necesario que todo sea
transable. Polanyi advierte sobre este mercado regulado que se basa en mercancías
ficticias, y refiere a esto a la mercantilización del trabajo, la tierra o el dinero. Todas
ficciones ya que no se tata de mercancías “natural” sino de una invención del propio
sistema para poder regular en el mercado. Esto trae como consecuencia múltiples
aspectos negativos ya que considerar el trabajo como mercancía deja a las personas
libradas a la suerte del mercado laboral para su propia subsistencia, y desprotegidos si
estos no lograsen acceder a este. Por otro lado, la tierra que se considera un recurso
natural, al ser mercantilizado se ve afectada por el uso que se haga de ella según los
intereses privados que la adquieran en el mercado.
La mercantilización es un tema de sumo interés en el campo antropológico ya que al
ser un aspecto que afecta a la humanidad en gran medida y sobre todo en el orden de
globalización en el que nos encontramos en la actualidad, permite aproximarnos al
entendimiento de cómo es que se da ese proceso y si es que es posible pensar en un
mundo donde nada escape de ser mercantilizado. Como plantea Kopytof en su
análisis de la biografía cultural de las cosas, existen elementos que no logran ser
mercantilizados ya sea por cuestiones subjetivas de quien lo posea o desee, o también
por imposición jurídica o política; por ejemplo, los sistemas de áreas protegidas como
parques públicos, reservaciones etc. O bien aquellas posesiones que arraigán un
significado simbólico, sentimental o cultural para un individuo, pongamos de ejemplo
los bastones de metal que son considerados como bienes de prestigio para una tribu y
que Kopytof menciona, que al mismo tiempo si bien estos pueden llegar a ser
transables en alguna ocasión, esta sería a causa de cubrir un tipo de necesidad vital
extrema, y que el acto sería considerado como una ofensa pública. Por todo esto
Kopytof nos intenta decir que, si bien existe una tendencia a mercantilizar todo, esto
no se da así porque siempre existirán motivaciones, aspectos culturales o
particularidades de un determinado contexto que se resistan a forzar esta condición.
En algunas culturas que se caracterizan por una fuerte tendencia a mercantilizar,
podemos encontrar ejemplos del proceso inverso. Recuerdo lo que Susana Narotsky
menciona en una capitulo cuando habla del consumo, el caso que se da en las
celebraciones del día de acción de gracias en EEUU, y da cuenta de cómo esta
tradición histórica gira entorno a la idea de representar una cena familiar donde los
productos a consumir son adquiridos en el mercado, por ejemplo verduras enlatadas o
pavo congelado, lo que poco tiene de natural sin embargo una vez preparados estos
productos adquieren un valor que se desprende de lo mercantil, ósea que pasan a ser
desmercantilizados ya que culturalmente son apreciados como como productos que
han sido ofrecidos y en condiciones naturales. Finalmente, a modo de cerrar la ida del
interés de la mercantilización para el estudio antropológico, me quedo con la idea de
Kopyof cuando menciona que más allá de las sociedades que tienden a mercantilizar
todo lo posible y de aquellas que por lo contrario no buscan hacerlo, lo que realmente
genera curiosidad es entender los puntos intermedios donde no siempre está
realmente claro este proceso de mercantilización.

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