Está en la página 1de 6

UNIVERSIDAD SIGLO 21

Trabajo Práctico N°3 – Etapa 2

Carrera: Abogacía.
Cátedra: Derecho de Familia.
Alumno:

21 de octubre de 2023
Conceptualizar la figura de la compensación económica.
El Cód. Civ. y Com. argentino regula las compensaciones económicas en el Libro
Segundo correspondiente a las Relaciones de Familia. Se encuentran previstas como un
efecto del divorcio (arts. 441 y 442); en relación con las uniones convivenciales, como
una consecuencia posible del cese de la convivencia (arts. 524 y 525). También pueden
ser reclamadas por el cónyuge de buena fe cuyo matrimonio ha sido anulado
(conf. arts. 428 y 429).
Dice el art. 441 del Código Civil y Comercial de la Nación:
“Compensación económica. El cónyuge a quien el divorcio produce un
desequilibrio manifiesto que signifique un empeoramiento de su situación y que tiene por
causa adecuada el vínculo matrimonial y su ruptura, tiene derecho a una compensación.
Esta puede consistir en una prestación única, en una renta por tiempo determinado o,
excepcionalmente, por plazo indeterminado. Puede pagarse con dinero, con el usufructo
de determinados bienes o de cualquier otro modo que acuerden las partes o decida el
juez”.
En tanto, el art. 442 del nuevo Código decreta que, a falta de acuerdo de los
cónyuges, será el juez quien determine la procedencia de esta compensación económica,
en base a la contemplación de determinadas circunstancias que se describen en ese
artículo.
Es más, consideramos que las compensaciones económicas tendrán una función
más importante a fin de compensar los desequilibrios económicos al momento de la
liquidación del régimen patrimonial, que para reemplazar a los alimentos entre cónyuges
una vez producido el divorcio.
Las compensaciones económicas podrán, al igual que sucede en el derecho
extranjero, aplicarse en dos supuestos una vez disuelto el régimen patrimonial:
1°) Cuando haya un desequilibrio económico en cuanto a las perspectivas
laborales en que ha quedado cada cónyuge o respecto de una desigualdad muy notoria en
relación a los ingresos de cada uno.
Esta situación se verifica con total claridad cuando uno de los cónyuges trabaja y
aporta el sustento económico a la familia, mientras que el otro se dedica a las tareas del
hogar y el cuidado de los hijos.
Es decir, que uno de ellos se halla inserto en el mercado laboral (y quizás se
capacita y perfecciona habitualmente para desarrollar sus tareas remuneradas), mientras
que el otro cónyuge se encuentra excluido del mercado laboral y, posiblemente, sin la
capacitación suficiente como para insertarse, al menos de forma inmediata, en aquel.
2°) Cuando haya un desequilibrio notorio en cuanto a los bienes que preserva cada
uno de los cónyuges al momento de la liquidación del régimen patrimonial, ya sea el de
comunidad o el de separación de bienes.
En este ámbito será mucho más importante la aplicación de las compensaciones
económicas en el régimen de la separación de bienes, pero, como lo analizamos más
abajo, podrán también ser aplicadas si se adopta el de comunidad.
El nuevo Código Civil y Comercial de la Nación establece que el cónyuge que
sufre un desequilibrio económico debido al divorcio tiene derecho a una compensación
económica. Por su parte, la determinación de la compensación económica se basa en
criterios como el estado patrimonial de cada cónyuge, la dedicación a la familia, la
capacidad laboral y la colaboración en actividades del otro cónyuge. El juez decide sobre
la procedencia y fijación de la compensación económica en caso de falta de acuerdo entre
los cónyuges. La forma de pago puede ser en dinero, usufructo de bienes u otro modo
acordado por las partes o decidido por el juez.
La compensación económica caduca seis meses después de la sentencia de
divorcio, y su pago posterior puede ser reclamado como un pago sin causa. La
compensación económica también puede tener un papel en la liquidación del régimen
patrimonial, compensando desequilibrios económicos y desigualdad en la distribución de
bienes. En el régimen de separación de bienes, la compensación económica puede ser más
relevante debido a las diferencias en los patrimonios personales.

Identificar sus condiciones de procedencia.


Es preciso señalar que el art. 441 del Cód. Civ. y Com. establece para aquel
cónyuge que padeció "un desequilibrio manifiesto que signifique un empeoramiento de
su situación y que tiene por causa adecuada el vínculo matrimonial y su ruptura" un
derecho a compensación. Ello significa que deben coexistir tres requisitos o condiciones
elementales para que opere el instituto: a) el excónyuge peticionante debe encontrarse en
una situación de desequilibrio económico manifiesto respecto del otro cónyuge. Para este
presupuesto, es indispensable contar con indicadores económicos que demuestren que el
desequilibrio es desproporcionado.
Será entonces relevante, en este contexto, la autosuficiencia de cada persona para
sobrellevar el futuro económico; b) la dimensión del desequilibrio debe implicar un
empeoramiento de la situación del peticionante. Es decir, el aporte de elementos que
demuestren el grave desequilibrio económico de un cónyuge respecto del otro; c) el
desequilibrio manifiesto necesariamente debe tener origen en el vínculo matrimonial y su
ruptura a través del divorcio. Esto significa que debe existir nexo causal entre el
desequilibrio sufrido, el matrimonio y el divorcio. En tal supuesto, es importante indagar
respecto de la organización familiar y distribución de roles durante la vida en común,
evaluándose -de ser el caso- quién se dedicó prioritariamente a la crianza y educación de
los hijos menores de edad y si se postergó el desarrollo de las habilidades personales y de
los propios potenciales en beneficio de la familia.
En definitiva, a los fines de evaluar si se dan los requisitos que prevé el art. 441
para la fijación de una compensación económica, es imprescindible que se valoren los
elementos probatorios, desde una visión integrativa de la problemática familiar que
permita analizar los derechos y obligaciones que nacen a partir del divorcio de los
cónyuges, siendo imprescindible determinar el desequilibrio sufrido por uno de ellos
respecto del otro y las consecuencias que ello trae aparejadas, partiendo del momento en
el que contrajeron matrimonio y la situación económica y personal de cada uno.

Realizar, a modo de conclusión, una reflexión personal sobre la justificación


de la figura, teniendo en cuenta el impacto que han tenido los estereotipos de
género en la distribución de las tareas dentro del hogar. Para resolver esta consigna
es de utilidad la lectura del material propuesto en Canvas: “Cuestiones
patrimoniales en el Derecho de Familia” (pp. 175-182).
El derecho de familia ha evolucionado acompañando mutaciones sociales a lo
largo del tiempo, plasmando instituciones que se adecuaran a la realidad de los nuevos
modelos de familia y uniones. Aún habitual que cuando se conforma una familia, sean
generalmente las mujeres, quienes relegan su profesión o trabajo, en mayor o menor
medida, para dedicarse a las tareas del hogar y la crianza de sus hijos. Esta situación
repercute negativamente para la mujer cuando deviene la finalización del vínculo, en
donde las compensaciones económicas, brindan a ser una solución a estos casos.
La compensación tiene como origen la situación de desigualdad económica en
queda inmerso uno de los convivientes a partir de la ruptura, han aparecido algunos fallos
novedosos dictados por jueces de familia, que hicieron lugar a pedidos de
compensaciones basados en desigualdades económicas generadas por actos comprobados
de violencia sufridos por el conviviente. Este tipo de resoluciones dictadas con una visión
de género, encuentran su fundamento primario en las disposiciones del nuevo Cód. Civil,
la Ley de Violencia Familiar bajo la figura de violencia económica, siendo también
contestes a las recomendaciones de los organismos supranacionales, e influencia de los
pactos internacionales refrendados por nuestro país.
La compensación económica al presentarse en otro escenario normativo, el del
divorcio incausado, llegó para sustituir a los alimentos que se fijaban antes de la reforma
del Código a favor cónyuge inocente de la ruptura, cambio que ha significado un progreso
en aras de la dignidad del cónyuge o conviviente que queda en situación de desamparo
económico, dado que ya no tendrá que depender por tiempo indeterminado de una cuota
alimentaria que abone su expareja, revalorizando de esta forma el principio de
autosuficiencia. Este contexto abonado por el principio de igualdad y el de solidaridad
familiar, colaboran efectivamente con este instituto, a los efectos de equilibrar situaciones
de desigualdad real frente a la ruptura del matrimonio, o por el cese de la unión
convivencial, resultando crucial la situación de vulnerabilidad, como producto de la
ruptura.
Este instituto está destinado a compensar la situación en la que se encuentran aún
hoy muchas mujeres que han construido una familia basada en una división de roles
estereotipados en la cual la mujer es la encargada del cuidado de los/as hijos/as y de las
tareas del hogar y el varón es el proveedor económico del grupo familiar. Tal es así que
la Comisión Redactora al abordar la compensación económica en los Fundamentos del
anteproyecto de Código Civil y Comercial de la Nación citó el siguiente ejemplo: “si al
momento de contraer nupcias se optó por llevar adelante una familia en la cual uno solo
de los cónyuges era el proveedor económico y el otro cumplía sus funciones en el seno
del hogar y en apoyo a la profesión del otro, no sería justo que al quiebre de esa elección
se deje desamparado a aquel de los cónyuges que invirtió su tiempo en que no se traducen
en réditos económicos; en este caso, se le fijará una compensación económica que puede
asumir distintas modalidades de pago: pensión, cuotas, etc.”.
En cualquiera de sus variantes fácticas, el espíritu del instituto responde a la
protección de diversos derechos constitucionales: autonomía de la libertad, solidaridad y
responsabilidad familiar (arts. 14 bis y 19 de la CN). De este modo, se permite que los
cónyuges establezcan sus propias reglas (de conformidad con la dinámica, organización
y realidad particular de la familia) para regular cuestiones atinentes al cese del
matrimonio, respetando el principio de la autonomía personal, sin perder de vista el
equilibrio entre el referido principio y los principios que rigen en derecho de familia
(equidad, igualdad, cooperación y solidaridad familiar).

Bibliografía
- Belluscio, C. (2023, July 20). COMPENSACIÓN ECONÓMICA EN EL
DIVORCIO. Editorial Garcia Alonso.
https://garciaalonso.com.ar/blog/compensacion-economica-en-el-divorcio/
- Compensación económica en el divorcio express. Qué es una compensación
económica? Cuánto corresponde? Cuándo se puede reclamar? (n.d.). Com.ar.
Retrieved October 22, 2023, from https://www.online-
divorcio.com.ar/news/noticias-sobre-la-compensacion-economica/
- de Juan., M. M. (n.d.). Compensaciones económicas para cónyuges y
convivientes Preguntas necesarias y respuestas posibles.
Colectivoderechofamilia.com. Retrieved October 22, 2023, from
http://www.colectivoderechofamilia.com/wp-content/uploads/2015/11/MMJ-
Compensaciones-econ%C3%B3micas-para-c%C3%B3nyuges-y-
convivientes.pdf
- SAIJ. (n.d.). Gob.ar. Retrieved October 22, 2023, from
http://www.saij.gob.ar/romina-mendez-compensacion-economica-marco-
divorcio-dacf180097-2018-05-17/123456789-0abc-defg7900-
81fcanirtcod?&o=4&f=Total%7CFecha%7CEstado%20de%20Vigencia%5B
5%2C1%5D%7CTema/Derecho%20civil/relaciones%20de%20familia/matri
monio/disoluci%F3n%20del%20matrimonio%7COrganismo%5B5%2C1%5
D%7CAutor%5B5%2C1%5D%7CJurisdicci%F3n%5B5%2C1%5D%7CTri
bunal%5B5%2C1%5D%7CPublicaci%F3n%5B5%2C1%5D%7CColecci%F
3n%20tem%E1tica%5B5%2C1%5D%7CTipo%20de%20Documento/Doctri
na&t=112
- Derecho de Familia. Modulo 3. (s/f). Universidad SIGLO 21. Recuperado el
21 de octubre de 2023, de https://siglo21.instructure.com/courses/.

También podría gustarte