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Fraude patriótico

En abril de 1931, los radicales habían ganado las elecciones para gobernador de la provincia de Buenos
Aires. Ante esa situación, el gobierno de José Félix Uriburu decidió desconocer el resultado y anularlas.
Así y todo, los radicales proclamaron una fórmula para los comicios presidenciales de noviembre: la
integraban el ex presidente Marcelo T. de Alvear y el ex gobernador de Salta, Adolfo Güemes. El
gobierno de Uriburu vetó a los dos integrantes de la fórmula:

El oficialismo se unió en la llamada concordancia, una coalición entre conservadores y radicales


antipersonalistas que llevaba como candidatos al general Agustín P. Justo y a Julio A. Roca (hijo). Los
demoprogresistas y los socialistas formaron la Alianza Civil, con la fórmula Lisandro de la Torre-Nicolás
Repetto. Más allá de la coacción sobre la fuerza mayoritaria, las elecciones estuvieron viciadas de toda
clase de irregularidades, muy especialmente en las provincias de Buenos Aires y Mendoza. La Alianza
Civil obtuvo una leve ventaja sobre la fórmula oficialista, pero los pequeños partidos afines a la
concordancia le dieron sus votos a la fórmula Justo-Roca en el colegio electoral.

En 1935, la Unión Cívica Radical levantó la abstención electoral que mantenía desde 1931. El presidente
Agustín P. Justo les había prometido que, esta vez, sí, habría comicios limpios. Los radicales le creyeron
o simplemente quisieron creer en su promesa. Exceptuando las elecciones para gobernador de la
provincia de Córdoba, donde se impuso el radical Amadeo Sabattini porque los conservadores locales se
negaban a cometer fraude, el resto de las elecciones provinciales fueron total o parcialmente irregulares.
Así se llegó a las elecciones presidenciales de 1937, consideradas como las más escandalosas de la
historia argentina, incluso por quienes e vencieron en ellas. Se abrian las urnas y se cambiaban los votos
radicales por de los oficialistas

Resumen clase Ponce

Contexto internacional y Latinoamérica

A partir de los años treinta se produciría una serie de acontecimientos de enorme trascendencia,
como el auge del fascismo que dio inicio a la II Guerra Mundial, la cual tendría gran significación
en la trayectoria del movimiento comunista internacional y dejaría sus huellas en el desarrollo del
marxismo en América Latina. La política de la III Internacional o Internacional Comunista sobre
los partidos comunistas latinoamericanos recién creados fue seguida por estos primeros marxistas
durante los años veinte, cuando prevalecía la postura de la lucha de clase en la que se rechazaba
cualquier tipo de alianza con cualquier tendencia socialista que no aceptase la dictadura del
proletariado (25), y luego a partir de los años treinta cuando se produjo un viraje sustancial con la
orientación de crear frentes populares antifascistas que incluían a todas las fuerzas progresistas.
Algunos de estos frentes lograron establecerse en el poder como en Francia y Chile (26) y
produjeron nuevos debates en el seno del pensamiento marxista. Pero las particularidades del
desarrollo del marxismo en América Latina no dependieron simplemente de las in-fluencias
llegadas desde Europa, aun cuando estas desempeñaron un importante papel, sino ante todo del
grado de madurez que alcanzaron las contradicciones entre los países latinoamericanos y las
potencias imperialistas, básicamente con los Estados Unidos, así como entre las oligarquías
nacionales -que llegaron incluso a copiar los métodos fascistas-, las incipientes burguesías
nacionales y las masas populares. A los marxistas latinoamericanos durante los años treinta se les
plantearon nuevas tareas, pues apareció la posibilidad de que la clase obrera tuviese acceso al
poder como se puso de manifiesto en las luchas contra Machado en Cuba, hasta la insurrección
popular de1932 en El Salvador, los intentos por instaurar una república socialista en Chile, la
revolución brasileña de 1935, etc., hechos en los cuales siempre tuvieron activa participación los
comunistas. En Perú el marxismo y particularmente el pensamiento de Mariátegui, a pesar de que
por algunos años fue visto con recelo por el partido comunista, tuvo inmediata continuidad en
Hildebrando

Antifascismo, contexto intelectual nacional

Me propongo presentar aquí algunos elementos que nos permitan pensar el fenómeno del
antifascismo en Argentina -al menos una vertiende de él- no ya como región subsidiaria de otras
problemáticas sino como entidad histórica particular. La hipótesis de partida es que a mediados de la
década de 1930, mediante un compuesto de ideas que articuló novedad europea con tradición liberal
local y marxismo, la experiencia de la cultura antifascista generó un clima de opinión que se convirtió
en una potente y perdurable mirada sobre el proceso histórico y político argentino.
Fuertemente impactada por los gobiernos de Uriburu y Justo, esta “sensibilidad antifascista” articuló
un corpus de ideas-fuerza que impuso límites a la variabilidad de las interpretaciones de la experiencia
política argentina, durante la década de 1930, el tópico de
la defensa del sistema republicano, de la política inmigratoria no restrictiva y de la exaltación de la
U.R.S.S. como modelo de desarrollo social. Por otro lado, la cultura antifascista fue también una red
de relaciones sociales y una red institucional que se organizó a partir de un tejido de centros culturales,
ateneos y bibliotecas -una característica muy propia del período de entreguerra-, esto es, una compleja
sociabilidad mediante la cual se vehiculizaron los mensajes que contenía su práctica ideológica-
cultural

Un conjunto de operaciones discursivas específicas que permite componer una imagen de la


experiencia antifascista, al menos un tanto más compleja que aquella que presenta el fenómeno del
antifascismo como una exclusiva e instrumental respuesta del Komintern, ante el advenimiento del
nazismo.1

El antifascismo como problema

En Argentina, la experiencia del antifascismo pareciera un “no acontecimiento”. No sólo porque el


problema del antifascismo ha estado ausente en las preocupaciones de la historiografía política local,
sino porque aún en la memoria de las familias políticas y culturales que generaron, se asociaron o
dinamizaron los tópicos del antifascismo durante la entreguerra (radical, socialista y comunista), esta
manifestación se presenta en un nivel de secundariedad respecto de otros procesos en los que el papel
de los partidos políticos, o bien, de las organizaciones obreras, juega un rol preponderante en la
construcción de las identidades políticas. Así, el antifascismo como tópico periférico en la memoria
política derrota a lo que en él hubo de clima de época.
Sin embargo, este “antifascismo olvidado” por la historiografía y la cultura política aún de cierta
izquierda, se presenta con vigor cuando la mirada del historiador se posa sobre los documentos de
época, en particular de la década de 1930, y se observa la difusión de un fenómeno que pareciera
atravesar innumerables experiencias asociativas de carácter intelectual u obrero, y que articula espacios
sociales y regionales muy vastos en su extensión, de manera tal que pareciera más pertinente aquí
hablar de una red antifascista. En efecto, los tópicos del antifascismo se expresan en innumerables
experiencias políticas y culturales, a veces como estrategias políticas que esconden en el marco de la
alianza de clases un clasismo residual pero aún activo, como es el caso del Comité Central del P.C.A.
que en 1938 evaluó que el fracaso en la constitución del Frente Popular local se debió a errores tácticos
propios, pues el partido no había hecho de “la lucha por las reivindicaciones económicas y políticas
de las masas el centro de su trabajo cotidiano y de su actividad electoral”, e invitó a un
fortalecimiento de las posiciones clasistas. Otras veces, como afectividad ideológica, es decir, como
sensibilidad política que recorre una amplia gama de significaciones en un contexto en que la política
argentina se “internacionaliza”, en la medida en que las referencias a modelos de organización social y
política externos se vuelven moneda corriente en las ficciones orientadoras del destino de la nación, de
allí el interés suscitado tanto por el fascismo como por el comunismo, de allí también la percepción a
partir de 1935 de que el conflicto fascismo-antifascismo se dirime tanto en cada una de las naciones
europeas como en la Argentina De este modo, no sólo la Guerra de España impactará en amplios
sectores de la opinión pública argentina constituyendo nuevas formas de solidaridad internacional
contra el fascismo (que en un extremo alcanza a manifestarse en el número de voluntarios locales en
las brigadas internacionales en España 4, cerca de 500), sino también una serie de «acontecimientos
claves» que movilizan — desde la lucha en contra del antisemitismo y de la política inmigratoria
restrictiva del gobierno de Justo hasta las respuestas locales frente a la muerte de Henri Barbusse y el
asesinato de los hermanos Rosselli, líderes en el exilio del movimiento antifascista italiano Giustizia e
Libertà —, un amplio abanico de experiencias asociativas culturales u obreras, la creación de
publicaciones periódicas en la clave del compromiso político y la actividad de ciertos partidos
políticos, que comienzan ahora a articular desde sus dinámicas y tensiones internas el problema del
antifascismo.
De algún modo, la situación del “olvido” obliga a la pregunta acerca de las razones de la ausencia de
un fenómeno que suscitó en los actores tanto entusiasmo y espíritu de sacrificio, pero también remite a
la sospecha de que en el caso de este objeto de estudio, el papel del historiador como inventor del
pasado, del que hablaba Collingwood, pareciera más potente que en aquellos temas donde el peso de la
tradición historiográfica coloca un conjunto dado aunque no inmóvil de problemas y métodos de
abordaje. En este sentido, la ausencia de obras de síntesis al respecto se convierte en un límite.
Salvo en la historiografía italiana, donde el antifascismo ha sido asociado con la historia de la nación,
no son muchas las obras que se han interrogado sobre este objeto, quizás porque la propia definición de
“antifascismo” agrega una dificultad adicional. En un trabajo pionero, Jacques Droz señaló que uno de
los problemas en el estudio del antifascismo residía en que aún no existía entre los historiadores un
consenso acerca de su naturaleza, en parte porque la derrota del fascismo clásico promovió una
construcción de la legitimidad política de los nuevos poderes que se fundó en el peso relativo de los
diversos componentes políticos en el proceso de resistencia.

La Asociación de Intelectuales, Artistas, Periodistas y Escritores (A.I.A.P.E.) : antifascismo y


nación
Tomando el modelo del Comité de Vigilance des Intellectuels Antifascistes de Paris (1934-1938), el 28
de julio de 1935 en Buenos Aires, un grupo de intelectuales ligados a la esfera cultural del Partido
comunista argentino, fundaron la Asociación de Intelectuales, Artistas, Periodistas y Escritores
(A.I.A.P.E.). Según Raúl Larra20, quien ingresó a la A.I.A.P.E. a los pocos meses de su creación, la
concreción de la entidad se debió al rol preponderante que cumplieron Aníbal Ponce y Cayetano
Córdova Iturburu.
Aníbal Ponce había regresado de su tercer viaje europeo en mayo de ese año, y había establecido allí
múltiples relaciones con los intelectuales antifascistas franceses, entre ellos Barbusse, quien había
posibilitado su viaje a la U.R.S.S. a principios de 1935. 21 Hacia finales de diciembre de 1934, había
participado en el Congrés Mondial des Etudiants, desarrollado en Bruselas, y en abril de 1935, en un
meeting representando a los intelectuales “d’Amérique du Sud”, en el que se refrendó la intención de
constituir una Union Internationale des Intellectuels Antifascistes, que, por un lado, agrupara a los
intelectuales sin distinción de partidos, y por otro, estableciera un marco nacional para las
organizaciones y un nexo internacional de los comités.22
Por su parte, Córdova Iturburu brindaba su experiencia de animador del proyecto literario de la
publicación de izquierda Nueva Revista. El primer presidente fue Aníbal Ponce, acompañado por
periodista Edmundo Guibourg, el escritor Alberto Gerchunoff y el dramaturgo Vicente Martínez
Cuitiño. Lo sucedió en la presidencia el doctor Emilio Troise, quien fue reemplazado en 1940 por el
doctor Gregorio Bermann. Alvaro Yunque; Liborio Justo; Enrique Puccio; Luis Reissig; Sergio Bagú;
César Tiempo; Bernardo Edelman; Enrique González Tuñón; Dardo Cúneo; Leonardo Starico;
Rodolfo Puiggrós; Facundo
Recalde; Carlos Ruíz Daudet; Alfredo Varela; Deodoro Roca; Raúl Larra y Leticia Brum,

En agosto de 1936, Ponce señalaba el carácter que debía asumir la institución luego de las tensiones
internas del primer año de la entidad: “[…] ni partido político, ni capilla sectaria, ni tertulia de snobs,
ni asociación de revolucionarios […] Como miembro de la A.I.A.P.E. o en los actos de la A.I.A.P.E.,
el asociado o el dirigente sólo aspira a denunciar y combatir las irrupciones del fascismo en el campo
cultural que nos es propio”.

Más allá de los deseos imaginarios de los integrantes de la A.I.A.P.E., su antifascismo inicial significó
menos un intento de construcción de una salida política ante lo que consideraban el avance del
“fascismo criollo” –los tiempos institucionales inaugurados por el golpe de Uriburu y el fraude
electoral-, que la percepción de la debilidad social y política de los intelectuales, en un contexto de
internacionalización de los tópicos ideológicos en la vida política local, que definían el clima del
mundo en la polarización fascismo-comunismo.

Los intelectuales, señala Ponce, en tanto depositarios del haber cultural de la humanidad, “deben
hacerse cargo del deber impostergable que les señala este momento. A ellos, antes que nadie les
corresponde aprestarse a la defensa del tesoro que guardan y acrecientan, y denunciar ante los
pueblos la amenaza que se cierne sobre la cultura”29, pues el fascismo
“no es sólo la expresión absoluta de la dictadura de una clase resuelta a aplastar a las grandes
masas de trabajadores para explotarlas inicuamente en su exclusivo beneficio. El fascismo es también enemigo
de la inteligencia. […] Un periodismo nulo y servil, un teatro crepuscular, una pintura melancólica y
mercenaria, una literatura decadente sin nervio ni gravitación alguna, una ciencia envilecida en el servicio de
la destrucción y de la muerte y una industria del papel impreso
definitivamente quebrantada, constituyen el saldo inevitable del régimen fascista en el sector de la
cultura […] El fascismo es pues nuestro enemigo, el enemigo de nuestra razón de ser: el
pensamiento, la ciencia, el arte, la literatura”.30

En rigor, las posiciones de la A.I.A.P.E. articularán muchas veces en tensión, una actitud de
resistencia liberal con otra en pro de una posición intelectual revolucionaria o bien tendiente a la
"revolución".
Al nivel de la evaluación de la política latinoamericana, el “Manifiesto” inicial de A.I.A.P.E. alertaba
también sobre la expansión del fascismo, la xenofobia, las persecuciones raciales, el militarismo, el
recrudecimiento de dictaduras militares que enmascaradas en un falso nacionalismo, terminaban
actuando en provecho del imperialismo extranjero. Ponce culmina el manifiesto con un llamamiento y
un compromiso a los mejores hombres de América Latina, para luchar por la independencia y la
cultura de sus pueblos.34

¿Cómo puede pensarse esta referencia permanente a la tradición liberal, omnipresente en Ponce y en
otros intelectuales del antifascismo comunista o filocomunista, y la conjunción -como mostraré más
adelante-, con el “humanismo proletario” representado por la U.R.S.S.? ¿Estrategia discursiva en el
oportunismo político de la sección argentina de la I.C. o verdadero peso específico de una tradición
que a fuerza de ser golpeada se refugia en antiguos y sospechados enemigos: los comunistas? Sin duda
ambas están presentes. Como ha señalado no sin ironía Rodolfo Puiggrós, la dirigencia del Partido
Comunista Argentino en este período carecía de la capacidad para entender la especificidad social y
política argentina, atada como estaba a la estrategia de “clase contra clase” 36, pero también por su
debilidad en tanto organización política en el marco de las otras organizaciones partidarias. Si el
abandono de la estrategia de la lucha de clases, fue una plataforma de gran importancia para los
partidos comunistas europeos, que intentaban sumarse a la corriente principal de la cultura
democrática37, en el caso argentino, la nueva estrategia significó el descubrimiento de un nuevo aliado
político: el radicalismo, pero un radicalismo que distaba de ser la fuerza popular en ascenso de los
tiempos del gobierno de Hipólito Yrigoyen. En rigor, la estrategia clasista fue momentáneamente
olvidada durante el proceso de constitución del Frente Popular 38, pero recobrada inmediatamente ante
el fracaso electoral de la fórmula liderada por Alvear, en 1937, más allá de que las relaciones que se
constituyan en este período tendrán un efecto residual muy importante. El P.C.A... Creía aún en una
estrategia de lucha de clases que visualizaba en un horizonte cercano un proceso de “bolchevización”
encabezado por lo que denominaban el campesinado argentino, como lo indican los informes que el
Secretariado general del Partido, enviara en 1935 y 1938 a la dirección de la IIIº Internacional. 39 La
debilidad de P.C.A. se fundaba también en el hecho de que la obediencia a la que se veía obligado ante
la I.C. le impidía salir de los esquemas de interpretación a partir de los cuales se evaluaba la evolución
del comunismo internacional desde Moscú. 40 No parece extraño, entonces, que las posiciones
antifascistas iniciales se subordinaran más tarde a aquéllas de carácter antiimperialista, y que
condujeran finalmente a legitimar el pacto germano-soviético de 1939.
Aunque se trata de un problema que aún no ha sido abordado seriamente por la historiografía local, la
relación entre intelectuales comunistas y la política del P.C.A. pareciera cercana en el ideario final, no
del todo concordante en la coyuntura, y paradójica en el resultado del proceso. En efecto, al menos en
aquellos intelectuales que escaparon a la disciplina partidaria sin saber que fundaban los tópicos
futuros de esa agrupación. Aníbal Ponce, por ejemplo, quien nunca se afilió al P.C.A. se convirtió en el
mito intelectual de esa izquierda sin proletariado. Ponce es el intelectual marxista perseguido desde el
Estado, que en el momento clave del clima antifascista (1936) es obligado a optar por el autoexilio en
México, para concluir sus días dos años más tarde con una muerte trágica en su etapa de maduración
intelectual

Pero en 1935, Ponce lee la herencia de la Reforma desde una perspectiva frentista: “Con otra doctrina,
con otros métodos, siguen pues en pie los ideales de la Reforma. Pero las masas estudiantiles que le
dieron en otro tiempo el gesto iracundo y el ardor de lo bélico, han ganado ahora en decisión y en
experiencia. Si ayer la Reforma tenía como telón de fondo la democracia evangelista de Wilson, tiene
hoy -debe tenerlo- las acciones conjuntas del frente antifascista”.47
Desde las páginas de Unidad, en cambio, Sergio Bagú propuso la idea de que en el seno de la
experiencia de la Reforma convivían en tensión "el centro reformista" ligado a las posiciones del
idealismo filosófico de Ortega y Gasset y Alejandro Korn, con una tendencia de izquierda materialista
que inicialmente adhirió a la noción de la nueva generación como causa omnipresente de la
contestación juvenil, y que sólo tardíamente -en 1933- logró exponer su sistema marxista a partir de la
experiencia de Insurrexit48, con su manifiesto "Quince años de derrotas bajo el signo de la Reforma".49
La hipótesis del peso de la matriz liberal como un espectro de significados convergentes en el campo
antifascista, se afirma aún más cuando se observan otras operaciones discursivas, esta vez, en torno al
pasado argentino y la figura de José Ingenieros. 50 En efecto, a partir de una apropiación de la
iconografía republicana y las temáticas dominantes en la tradición liberal, el antifascismo desarrolló
toda una “historiografía” en la que aquélla aparecía como la dimensión genealógica que otorgaba una
legitimitad particular: la de incluir en el devenir de la política local, el horizonte de un futuro donde la
U.R.S.S. aparecía como el máximo modelo de desarrollo social posible. Son constantes las referencias
a las figuras de Sarmiento y Echeverría en los argumentos antifascistas publicados en Unidad o en los
ensayos de los autores tanto como el rescate del más cercano Ingenieros, considerado el maestro de la
juventud, quien había saludado con igual efusividad la Reforma Universitaria como la Revolución
Rusa. En todo el campo antifascista, las exoneraciones de sus cargos docentes de Aníbal Ponce,
Gregorio Bermann y tantos otros (1936 y 1937), fueron evaluadas como avance del fascismo en las
instituciones educativas. Gran parte de los argumentos en contra de esta política recurrieron a las
figuras de Echeverría y Sarmiento, como los fundadores de “las costumbres más honrosas y las leyes
más progresistas que diera la nación en materia de instrucción pública”.51 También Ingenieros
aparece aquí como un mediador intelectual fundamental: “Recién a través de las sencillas ediciones
vigiladas por Ingenieros, la juventud comenzó a amar a Echeverría, a Alberdi y a Sarmiento. Lo que
la benemérita editorial Sempere enseñó en la zona de las grandes ideas universales, la editorial de
Ingenieros arraigó en la jurisdicción del pensamiento revolucionario argentino”.52
Para la “generación” antifascista, entonces, este rescate es ante todo la ubicación de un nexo
intelectual que ligaba a la tradición liberal argentina con las orientaciones de una perspectiva de
izquierda moderada o combativa según los casos, necesitada de una instancia genealógica con la
herencia de Mayo, en un contexto político donde la tradición liberal se hallaba en retirada ante el
embate golpista y el fraude electoral. En algún sentido, ya con el impacto de la La evolución de las
ideas argentinas (1918 y 1920), Ingenieros había inventado un público –los jóvenes de la
ReformaUniversitaria- y un mandato, que hacia los años treinta es requerido como propio por ese
sector antifascista de la intelectualidad argentina. Así, la noción ingenieriana de que el mandato
revolucionario de Mayo había abortado en el proceso histórico argentino, y de que era necesario
constituir una nueva élite que lo llevara a destino, se volvía una potente ficción orientadora para
quienes veían en el fascismo criollo al enemigo que nuevamente frustraba la concreción de ese ideal
democrático. Pero ahora, esa élite era reemplazada por la madurez de la clase proletaria. 53 Pero
Ingenieros es rescatado no sólo porque Ponce había sido su discípulo directo hasta codirigir con él la
Revista de Filosofía, sino porque establecía un modo particular de concebir el problema de la
excepcionalidad argentina: la correlación entre el devenir de la historia europea y la historia nacional,
el peso de las minorías ilustradas como actor privilegiado y el papel histórico de las ideas “medias”
triunfantes respecto de cada una de las ideas “extremas” que fracasa. 54
Sin duda, este antifascismo estaba recorrido por múltiples tensiones, pues, si respecto del pasado
argentino era posible establecer un diálogo entre las diferentes tendencias internas, menos acuerdos
existían acerca de la U.R.S.S. como ideal de futuro social, la política de alianzas que la agrupación
debía seguir y los alcances del tópico del compromiso político como criterio legitimador de la
actividad intelectual. El alejamiento de Ponce de la presidencia de la A.I.A.P.E. en noviembre de 1936,
luego de la exoneración de los cargos docentes que desempeñaba en el Instituto Nacional del
Profesorado Secundario, y el impuesto autoexilio en México 62, agregarán un componente adicional a
las tensiones y un debilitamiento de la línea liberal. En mayo de 1937, el primer vicepresidente de la
asociación, el escritor Alberto Gerchunoff, renunciaba a la entidad alegando isconformidad respecto
de su conducción (el sector comunista liderado por el doctor Emilio Troise) 63, y a partir de octubre de
ese año y hasta enero de 1938, se sucederán una serie de polémicas publicadas en Unidad y en la
revista que dirigía Antonio Zamora, Claridad, motivadas por la expulsión de la A.I.A.P.E. de los
escritores César Tiempo y Samuel Eichelbaum, quienes se habían manifestado públicamente en favor
de la fórmula presidencial Ortiz-Castillo para las elecciones del 5 de septiembre de 1937, pues los
candidatos habían prometido retomar la política inmigratoria tradicionalmente no restrictiva de la
Argentina a la vez que asegurar la situación de la importante comunidad judía local.
Troise alegaba que como miembros de la A.I.A.P.E. -una agrupación que se proponía ayudar a la
creación de un Frente Popular-, tal adhesión era agraviante para la entidad, dirigiendo sus críticas
especialmente a César Tiempo:
“Usted ha agraviado A.I.A.P.E., propiciando públicamente, así fuera en su condición de judío, una
fórmula reaccionaria y fascistizante. Y cuando A.I.A.P.E. le llama la atención sobre ello, se encrespa Usted y
toma aires de ofendido. ¡Qué ha de ofenderse ni que ha de ofender a nadie! […] Usted no integraba A.I.A.P.E.
en calidad de judío. Era, creíamos, un camarada celoso de la defensa de la verdadera cultura, inseparable de
un ambiente de libertad y de sana crítica. Esa es la razón de ser de la A.I.A.P.E. en estos momentos dolorosos y
tremendos –pero a la vez augurales- que vivimos
nosotros junto con el mundo ensangrentado y angustiado.
Pero no ha sido así. Usted prefiere ser judío antes que hombre libre. Por ello adhiere y auspicia
una fórmula cuyo triunfo fraudulento asegura y agrava el estado antiliberal que vive el país y que
vivimos y sufrimos los hombres libres de este país”.64
También Liborio Justo, el hijo trotskysta del presidente Justo, abandonó la entidad evaluando el nuevo
momento como stalinización de la A.I.A.P.E.. 65 Así todo, los miembros de la A.I.A.P.E. articularon
una serie muy amplia de temas y discursos, no pocas veces contradictorios entre sí. En el antifascismo
de Ponce primó la articulación entre nación, en tanto rescate ideológico de las figuras del panteón
liberal -de Wilde a Amadeo Jacques, de Avellaneda a Sarmiento-, y comunismo, claramente visible a
partir de 1936 con el intento de divulgación marxista que significó su revista Dialéctica.
En su estudio sobre el pensamiento de Aníbal Ponce, Oscar Terán señala que entre el gran peso
cultural e institucional de la tradición intelectual argentina de corte liberal y positivista, sumado al
europeísmo de esta tradición, y la debilidad de los espacios comunistas oficiales, el marxismo de
Ponce se presentaría excesivamente deudor del liberalismo, y no alcanzaría a plantearse el problema de
la nación desde una perspectiva marxista más pura. 66 También Agosti, ve en el tránsito hacia el
marxismo de Ponce el peso de la tradición liberal, y el papel de los sucesos de 1930 como el elemento
contextual que lo condujo hacia nuevas preguntas y a encontrar definitivamente en el marxismo las
claves de una respuesta.67 En rigor, en su etapa “antifascista”, Ponce articula una serie de operaciones
intelectuales en donde prima la exaltación de la U.R.S.S. como un modelo de organización social, en el
que el desarrollo tecnológico se vuelve el indicador más claro del dominio de la naturaleza por parte de
hombre en la clave de un humanismo de corte “proletario”.

Marco teórico Ponce

1933 hasta 1938

Marxismo (lucha de clases)

Jesualdo

se alineó con quienes luchaban a favor de la República Española y de los Aliados durante la
Segunda Guerra Mundial y adhirió al marxismo

síntesis que aportara los cambios necesarios en los métodos y en la relación de la escuela con la
sociedad, pasando por la conquista de los conocimientos, el desarrollo de la personalidad y la
democratización. Compartía la posición que Aníbal Ponce desarrolla en “Educación y lucha de
clases” aunque consideraba que su criterio era excesivamente riguroso para juzgar la función
social en la evolución pedagógica ya que se debía tener en cuenta el factor temporal, porque con
una vara tan rígida “... no la medía ni el propio Marx, ni Engels, ni se ha seguido midiendo...-;
empequeñeciendo a pedagogos y reformas que aún ahora están gravitando en la escuela del
mundo, y cuya visión progresista, costará mucho trascenderla aún, por sus fundamentos humanos
y racionales.” (11)

A partir del estudio de la obra de Ponce, Jesualdo expuso su concepto de “pedagogía-tránsito”


acerca de que la educación no es tan solo un factor de reproducción social.

Sostenía que la obra de Ponce carece de un capítulo de orientaciones “...a los maestros que actúan
en la escuela actual y que quieren servir a una obra de mayor justicia y razón, como un planteo en
proyección, de una escuela para una sociedad en transformación.” (12).

Para Jesualdo, si bien la escuela ha vivido subordinada a lo político social y es su reflejo, siempre
existieron y siguen existiendo en nuestras realidades determinadas contradicciones que permiten
un espacio intersticial en el que puede instalarse la lucha para colaborar en la transformación del
medio, a partir de “...una pedagogía-tránsito que ha de servirnos en las sociedades actuales y los
instrumentos que ella nos puede proporcionar para el mejor éxito de nuestro cometido

Hacia una concepción marxista-leninista de la educación.

publicó “V.I.LENIN, acerca de la educación” en 1970

compila textos que recogen temas sobre educación extraídos de las “Obras completas”,

La educación en una sociedad socialista , tal como la veía Lenin, es un instrumento político-
cultural que tiene como sustento teórico el trabajo y sus relaciones, y cuya finalidad es liberar al
ser humano de la alienación despojadora de sus posibilidades y desarrollar las virtudes intrínsecas
del ser humano

la instrucción politécnica equipa ya al alumno con conocimientos que por un lado familiariza con
la técnica y por otro lado le dan posibilidades para comprender su papel humano en el proceso
social de producción. Va engañado aquel que cree que la instrucción politécnica consiste en hacer
repetir manipulaciones mecánicas

Su análisis tiene como centro fundamental la idea del trabajo en la formación cultural de la
juventud, idea que Lenin asimiló de Marx y Engels y sus antecesores socialistas utópicos, en
particular Owen. Jesualdo hace un pormenorizado estudio de estas fuentes.Cita a Lenin: “ Este
pensamiento justo, reside en que no es posible imaginarse el ideal de una sociedad futura sin la
conjugación de la enseñanza con el trabajo productivo de la joven generación; ni la enseñanza e
instrucción, sin trabajo productivo, ni trabajo productivo, sin la paralela enseñanza e instrucción
toda la concepción moderna que incorpora con carácter pedagógico la técnica productiva del
trabajo socialmente útil abre nuevas perspectivas metodológicas teórico-prácticas. Estas ideas
permiten reflexionar acerca de la relación del aprendizaje con el trabajo que luego incidirá en la
relación que tendrá el hombre con el acto de producción. Si el sujeto considera ajeno el producto
de su trabajo y no reconoce en él su propia actividad, también se sentirá extraño consigo mismo.

Florencia Fossatti
nació en 1888, en pleno período de organización institucional del país. Su vida -signada por un fuerte compromiso
con la tarea docente y las ideas progresistas- transcurrió a lo largo de un convulsionado siglo. Dos guerras
mundiales, revoluciones sociales y la Guerra Fría fueron el escenario político-social de la vida de esta maestra, que
murió en 1978 a los 90 años. Florencia no fue ajena a las luchas sociales de su época: junto a otros docentes, luchó
por la organización gremial del magisterio y por una educación laica, democrática y en función de las necesidades del
pueblo.
Participó activamente en las huelgas de 1919 y se convirtió en una de las líderes del movimiento, cuyo logro más
destacado fue la conquista del primer escalafón docente.

Debido a sus ideas de avanzadas en lo pedagógico y a su militancia en las filas de la Unión Gremial del Magisterio y
la Asociación de Maestros de Mendoza, tuvo permanentes enfrentamientos con la Federación de Maestros Católicos,
agrupación con la que se disputó la representación de los docentes en reiteradas oportunidades.
Hacia una nueva escuela

Junto con otros docentes, participó de un movimiento de renovación pedagógica que se denominó "Escuela Activa".
En la provincia esta nueva corriente tuvo su apogeo entre 1927 y 1936 y retomaba las ideas de intelectuales
europeos y estadounidenses que realizaban experiencias novedosas en la búsqueda de un sustento científico para los
estudios pedagógicos.
La Escuela Experimental Nueva Era, la Escuela Presidente Quintana y las Escuelas Taller del Círculo de Periodistas
fueron el ámbito de circulación de estas nuevas ideas en la provincia. Junto a la difusión de este pensamiento
surgieron además una serie de publicaciones en las que Fossatti colaboró activamente. Tal es el caso de:
Orientación, La Linterna y Magisterio.

Militante por la paz

En 1938 se afilió al Partido Comunista, que actuaba en la clandestinidad desde el golpe de setiembre de 1930. Desde
este espacio político participó en la AFA, Asociación Femenina Antiguerra y escribió en el periódico "El mensajero de
la paz", en el que se pugnaba por la eliminación de juguetes bélicos para los niños. Desde allí participó como oradora
de varios actos políticos, en los cuales solía ser la única mujer.

Tras el golpe de 1943 fue encarcelada junto a otros dirigentes como Benito Mainetti y Ángel Bustelo.

El alegato pedagógico

En 1945, Florencia solicitó a la Dirección General de Escuelas su reincorporación al magisterio, pero no obtuvo
ninguna respuesta. Trece años más tarde, en virtud de la aparente vuelta del país al cauce constitucional, reanudó su
pedido, pero esta vez a través de una publicación: "Alegato pedagógico. Bases pedagógico-político- jurídicas de una
petición de justicia". En este documento, financiado gracias al aporte popular, Florencia sintetizó los fundamentos y
alcances del movimiento de renovación educativa ensayado en escuelas de la provincia durante casi una década.

Finalmente, las autoridades educativas dieron lugar a su solicitud en 1958, hecho que le permitió a Florencia acceder
a una jubilación en concepto de sus años de maestra. Precisamente en ese año se sancionaría por ley el Estatuto del
Docente, donde quedarían garantizados los derechos del maestro, así como la reglamentación de su ejercicio.
Seguramente la labor comprometida de esta y otras docentes, contribuyó a la realización de ese ansiado logro.

Catolicismo y nacionalismo

Como bien lo señalaron quienes les negaron status de nacionalistas auténticos a los positivistas laicistas
del estilo de Ramos MejIa, Bunge y Rojas, el país era mayoritariamente católico, y era imposible construir
un "carácter nacional" ignorando este elemento tan central de La realidad.
Es cierto, los radicales habían hecho suya Ia prédica patriotera, pero esto no significaba que se hablan
hecho conservadores. La vieja elite se sentía desplazada y ya no podía darse el lujo de albergar divisiones
en su seno. La consecuencia natural de estas circunstancias fue el paulatino abandono del positivismo y
del laicismo (que comenzaron a perder aceptabilidad social en esos círculos), y Ia reivindicación del
catolicismo, como la "religión de nuestros mayores" y un símbolo más de Ia nacionalidad (que se buscaba
"rescatar" y en los hechos se intentaba crear). Así nacieron los "Nacionalistas", que desconocían el
carácter nacionalista de sus precursores positivistas. La Escuela Argentina, desde los primeros grados
hasta Ia Universidad, debe proponerse desarrollar en los argentinos la convicción fervorosa de que el
destino manifiesto de su nacionalidad consiste en consumar una civilización propia, de carácter
eminentemente democrático, heredera de los valores espirituales rectificados de Ia civilización occidental
(...). Como consecuencia (...) La Escuela Argentina se propone contribuir a Ia formaci4n de una raza capaz
de realizar ci destino manifiesto de La nacionalidad (,..), El educador argentino debe contribuir a Ia
formación de un tipo humano resistente a Ia fatiga y a Ia enfermedad, sereno y pronto al peligro, y apto
para el trabajo (...). La Escuela Argentina debe proponerse educar La personalidad psíquica de nuestro
niño en función del ideal colectivo

Sobre Ponce
Ponce ponía de relieve la praxis de los intelectuales revolucionarios. No se ha podido establecer si
recibió alguna influencia de Gramsci en tal sentido, pero sus brillantes páginas sobre el papel de
los intelectuales revolucionarios hacen recordar a las del gran teórico marxista italiano. Ponce se
dió cuenta de que con el triunfo de la revolución rusa, la influencia de la revolución mexicana, la
Reforma Universitaria y la gesta de Sandino había surgido en América Latina una nueva
intelectualidad, que pugnaba por romper el viejo estilo académico del pasado.

El discurso educativo comunista acerca de la infancia


La educación del niño socialista según Aníbal Ponce
Influencias del contexto internacional y nacional (el antifascismo)
Marco teórico desde el cual realiza su análisis Ponce
Vínculos con el Partido Comunista Argentino; La Asociación de Intelectuales, Artistas,
Periodistas y Escritores (A.I.A.P.E.)
Oposición y crítica a la escuela nueva y sus pedagogos
Jesualdo; Florencia Fossatti
Educación y lucha de clases: su concepción de la enseñanza para la construcción del
socialismo

En su libro se centra en la mirada de la educación atravesada por la lucha de clases y desde el


punto de vista de las clases oprimidas, construye el devenir histórico de la sociedad burguesa
desde la comunidad primitiva, en un paralelo al libro de Engels “El origen de la familia, la
propiedad privada y el estado”

Analiza como a partir de la división de la sociedad en clases la educación sirvió a los intereses de
las clases dominantes para mantener en un estado de pasividad e ignorancia a las clases oprimidas.
Ya en el capítulo donde trata el ascenso de la burguesía al poder, recorre uno a uno a los ideólogos
y funcionarios de la burguesía, entre ellos los pedagogos, haciendo una crítica de clase respecto
del lugar donde colocan a la educación de los niños de los sectores populares (futuros proletarios)
respecto de los niños de la burguesía (futura clase dirigente).

Critica a la escuela nueva por ser funcional al fascismo en Italia y por pensar que reformando la
educación se puede transformar la sociedad. A esta corriente que llama doctrinaria le critica que le
pide ingenuamente al Estado desprenderse de la educación, que él piensa como dispositivo
docilizador de las masas oprimidas, por lo tanto jamás lo haría como no se desprendería ni de la
Justicia, el Ejército o la Policía.

Educación y lucha de clases

Aspiraciones burguesía en materia pedagógica enunciadas por rousseau y mezquinamente


realizadas por Pestallozzi, alrededor de 1880 cierta plenitud. El advenimiento de la escuela laica
para arrebatarle a la iglesia el control sobre la enseñanza.
Pero no fue una victoria, apenas una transacción.
Desp Rev Francesa, la restauración monárquica se acompañó de una reacción feroz en las
escuelas, que provocó a su vez de parte de la burguesía liberal un odio contra la iglesia.
Un día después de Luis Felipe en el poder ( prototipo del rey burgués ) comerciantes y obreros
destrozó el arzobispado de París.

Después de algunos años se reclamaba las promesas con que la burguesía conquistó en 1830 el
apoyo del proletariado, varias sublevaciones, provocaron el acercamiento de la burguesía a la
Iglesia y comienza nuevamente la influencia de la misma en la educación a través de la ley
Falloux.
Luego volverle a arrebatar la educación a la iglesia estuvo plagado de contradicciones porque la
buró odiaba a la iglesia pero la necesitaba, como instrumento poderoso para inculcar en las masas
obreras la sagrada virtud de dejarse explotar.
La escuela laica que resultó desde ese conflicto muy lejos de ser revolucionaria; aspiraba sólo a
reglamentar en las escuelas la enseñanza religiosa para no traer conflictos en una institución
frecuentada por burgueses de religiones diferentes.

El congreso pedagógico de 1881: guardémonos los fanatismos porque hay 2 el religioso y el


antirreligioso.
En Argentina la ley 1420 de educación común excluye de los programas la educación religiosa
pero no la prohíbe. Por el contrario en el programa de instrucción moral para 4° grado se habla de
la reverencia a Dios y la obediencia a sus leyes. Y Lavisse (utilizar la historia en beneficio de una
pedagogía nacional como por ser el responsable de la ejecución de la Historia de Francia, una
monumental historia colectiva cuya primera parte se publicó, en 9 tomos, entre 1903 y 1911) dice
en 1934 en su discurso a los niños “ la escuela no esta nunca lejos de la iglesia “

Argentina estadística de 1916 alumnos que terminan cuarto grado solo 20 % completa estudios en
el colegio nacional un 80% queda con instrucción insuficiente.
da cada 100 alumnos de 1° grado 55 cursan 2°, 31 3°, 19 4°, 10 5° 6 6°, así Saavedra Lmas ex
ministro de instrucción pública dice que el sist de educ. es inepto. O sea después de siglo y medio
de la revolucion la burguesía reconoce que sus escuelas no aseguran a las masas el mínimo de
educación necesario.
El autor del Plan Jena (Peter petersen sistema ceoducacional ) asi como de muchos pedagogos
dicen que elimina los realmente ineptos. Pero Saavedra Lamas: no es razonable suponer que el
80% de los niños que fracasan en su tentativa de escapar a su condición de proletarios sean seres
biológicamente ineptos. Dice intentan escapar de su condición porque: LA ESCUELA
PRIMARIA ESTA ORIENTADA DE TAL MODO QUE ALEJA DEL PROLETARIADO A LSO
ESCASSO HIJOS DE OBREOROS QUE LA FRECUENTAN. Se lo lleva a comprender por una
Educ. Dirigida y continuada su superioridad sobre los padres y hacerles olvidar sus orígenes.
Formar una aristocracia obrera, arrivista y adicta es una de las intenciones de la enseñanza popular
dentro de la burg.
En vez de decir que los que abandonan la educ primaria son los mismos que la buró. Obliga a
trabajar desde temprano se prefiere hablar de los desgranados insuficiencia de programas rigidez
de los horarios pesadez de la enseñanza. Pero culpa a los progrmas y métodos porque reconoce la
burg. La necesidad ed cambiarlos. Esto ha producido entre los técnicos de la pedagogía sistemas y
planes.
ES LA CORRIENTE DE LA NUEVA EDUCACIONQUE PODRIAMSO LLAMAR
METODOLOGICA. SINMUCHA PREOCUPACION POR LAS DOCTRINAS Y FILOSOFIAS,
ENCRAA EL PROBLEMA CON CRITERIOS TECNICOS: POR MEDIO DE QUE
INNOVACIONES DIDACTICAS SE PUEDE DAR A LA ENSEÑANZA PRIMARIA EL
MAXIMO DE RENDIMIENTO.
AL LADO SURGE CORRIENTE DOCTRINARIA:. SIN DESCONOCER LA URGENCIA DE
LA REFORMA DE LA TECNICA LO MAS ESENCIAL OPINA RADICA EN EL ASPECTO
CULTURAL. ORIENTACION FILOSOFICA AMS QUE PRACTICA ES DE LAS DOS LA
MAS PRESUNTUOSA Y SOLEMNE.

UNA LECCION DE MATEMATICAS PARA EJEMPLIFICAR A CADA UNA

METODOLOGICA: DE QUE FORMA ORGANIZO MI ENSEÑANZA PARA QUE EL


ALLUMNO ADQUIERA CON MINIMO ESFUERZO CLARAS NOCIONES MATEMATICAS.
EL SABER DEL DOMINIO

DOCTRINARIA: EN PRIMER PLANO NO QUE EL NIÑO ADQUIERA UNA CLARA


NOCION DE MATEMATICAS, SINO SE APROXIME AL ETHOS DEL TEMPERAMENTO
MATEMATICO. EL SABER DE LA SALVACION

SENTIDO SOCIAL QUE LAS ORIENTA

METODOLOGISTAS

Condicion de aparicion.

Consecuencia lejana de las innovaciones en las tecnicas que son la base y condicion de la
prosperidad burguesa. Regirse por un plan metodico.
Pero la introducción de la manufactura primero y la fabrica después con producción mas acelerada
repercutio en negocios y metodos enseñanza
Comenio ( pedagogo de la manufactura ) dio a esa exigencia de acuerdo a su tiempo En su didacta
magna cap XIX “ Bases para fundar la rapidez de la enseñanaza con ahoro de tiempo y fatiga.
Pestallozi siglo y medio después dice que con sus metodos se aprendia en 3 meses lo que en otras
en un año. Fundamentaron ambos sus metodos en un conocimiento empírico. Los seguidores de
Pesta ( Froebel Herbart Spencer) no se pudieron sustraer a las concepciones mecánicas de la
psicología de la época. En lo que refiere a didactica sus métodos se deben al desarrollo de la psico
infantil
Así en 1900 la nueva didactica comienza y sus iniciadores (Bidet, Decroly , Montessori; dewey,
Clarapede.) Frente al derroche de tiempo y esfuerzo las nuevas técnicas propusieron aumentar el
rendimiento del trabajo escolar ciñéndose a la personalidad biológica y psíquica del niño. Ahí la
nueva educación que ataca a los programas viejos, tortura de horarios inflexibles y exámenes
innecesarios. Aspira a que se tenga en cuenta la personalidad de los alumnos tal como la
manifiestan mediante el interés.
Peo no se redujo a eso. Los 43 en el aula seguían siendo productores independientes, hasta que la
escuela nueva aspiro a reunirlos en centreo de interés y asociarlos mediante trabajos en común: la
socialización de la nueva escuela. También de grado a grado
Con la comunidad escolar la corriente metodológica su máxima expresión.
Preocupada por prácticas mas que teorías, la corriente metodologica ( Plan Dalton Howard,
técnica Winetka, sistema Montessori/ Sistema decroly ) constituye la racionalización de la
enseñanza. Época en que imperialismo mano a todos los recursos, que psicotécnica selecciona
obreros, en que la cinta o cadena aprovecha la sistematización del movimiento, justo es que la
escuela arrastrada en esa corriente. En la base de la nueva técnica de trabajo escolar esta Ford y no
Comenio y es natural. Comenio (capitalismo manufacturero)
Decroly Montessori época del capitalismo imperialista

DOCTRINARIOS

Sin contraria a la metodologica le critica su objetivo de preparar a los niños para al vida practica
de nuestro tiempo. No prepara para la vida, entendida por las formas sociales del presente.
Mirando el futuro quiere superar el presente y reemplazar formas actuales por otras que permitan
el libre juego de la personalidad humana.
Renovar personalidad y lograr una nueva imagen de hombre ( Wyneken ) creen que lo urgente es “
TRANSFORMAR LA ESCUELA Y MODIFICAR POR SU INTERMEDIO A LA SOCIEDAD.
Pero como el estado demuestra que en la escuela ve un instrumento de su propio dominio , la
corriente doctrinaria ( wyneken ) exige tanto del estado como de la sciedad burguesa una ACCION
DE RENUNCIA Y AUTOLIMITACION FUNDAMENTAL
POR LA CUAL EL ESTADO SOLO LLEGA A SER ESTADO CULTURAL, RECONOZCA
SUS LIMITES.
DOCTRINARIOS PRETENDEN ESTADO DEJE DE SER BURGUES.
O SEA instrumento de opresión de la burguesia para convertirse en cultural, que retire de sus
manos la escuela. Para que en ella resuene la voz de la humanidad.
LA doctrina de la nueva educaron a que clase social interpreta?

Como la burguesía agoniza sabe que en el fascismo tiene la manera de prolongarse. Uno a uno
perdió rasgos que le dieron su característica
Competencia en el mercado: individualista, nec. del calculo, racionalista Hoy monopolio la hace
renunciar al individualismo
Libertad de empresa: liberal
Su próximo fin la condujo a los altares
Persistir la condujo a la dictadura
Monopolista religiosa fascista

La burguesía contemporánea renuncio a la enseñanza laica y la escuela instrumento del estado que
tanto el niño alemán e italianos son futuros soldados del fascismo

La nueva educación se propone construir el hombre nuevo a partir precisamente de la burguesía.


Una esc en que el estado burgués se compromete a no intervenir y al que el maestro llega libre de
mentalidad de clase. Es absurdo. Vimos que la escuela renovada aparecía después que una clase
social había afirmado en gran parte sus intereses y mantenía distancia el estado enemigo.

Doctrinaria

Formar una generación para el servicio del espíritu es su contenido esencial ( Wyneken)
Educaron palanca de la historia, Para Ponce es un desconocimiento absoluto de la realidad social .
ligada a la estructura de clases es en cada momento histórico en reflejo necesario y fatal de los
intereses y aspiraciones de esas clases. La confianza en la educ como medio para transformar la
soc inadmisible luego de que burg. Descubrió la existencia de la lucha de clases, uno de los
aportes mas felices de los teoricos burgueses del XIX ( thierry Guizot Mignet)
Concepto de evolución histórica como resultado l de c: la educación es le procedimiento
mediante el cual las clases dominantes preparan en la mentalidad y conducta de los niños las
condiciones fundamentales de su propia existencia.

Estado desprenderse de la educación, que él piensa como dispositivo docilizador de las masas
oprimidas, por lo tanto jamás lo haría como no se desprendería ni de la Justicia, el Ejército o la
Policía. La clase que domina materialmente lo hace moralmente con su educación e ideas

La nueva educación en manos del proletariado

Desde Owen hasta Rusia comunista el proletariado aspiro a hacer de sus escuelas:
Escuelas de trabajo

Sociedad sin clases de productores que trabajan de acuerdo a un plan.


Escuela para las aspiraciones de las grandes masas

Primer Congreso Panruso de 1918 Lenin

Alguien nos reprocha de la escuela hacer una de clase, pero siempre lo ha sido por eso
defenderemos los intereses de la clase laboriosa

1920 Tercer congreso panruso de Jóvenes

La nueva educación ligaba la formación de la juventud con la lucha ininterrumpida de todos lso
trabajadores contra el viejo regimen de explotacion

Separacion teoria y practica ( fuerza fisica y mental ) desaparece bajo impulso proletariado.
Los niños obreros y campesinos no van a ponerse bajo la mentalidad de la clase enemiga a la
escuela sino unirse a la vanguardia conciente del proletariado

Desde 1° grado a Academia en rusia perfeccionar tecnicas del trabajo colectivo para asegurar a
cada hombre que trabaje una vida digna, liberada y culta

Ambiente fabrica bajo control obrero fuente de desarrollo humano


Si fabrica ritmo de escuela . Escuela entremezclada a la vida de la colectividad

Las organizaciones de cada fabrica con la escuela contacto de solidaridad y ayuda mutua.
Fabrica ayuda escuela en organización trabajo escolar y enseñanza técnica: admite alumnos en
talleres y a disposición maestros conocimientos relativos a la producción

Obreos parte del consejo de escuela para educar jóvenes en espiritu proletario
Fabrica crea y equipa talleres de la escuela
Escuela liquida analfabetismo e incultura en obreros adultos
Escolares trabajn en documentación, organizacin clubs, redaccion diario mural, lucha
alcohollismo.
Escuela activa propaganda plan quinquenal.
Lo mismo en las escuelas del campo, los trbajos practicos en granjas
La infancia en el comunismo

Ese niño que de acuerdo a sus interese y fuerzas rol activo dentro de la sociedad se coloca por lo
mismo y a pesar dif edad en igualdad de condic frente al adulo:

Participa como el en la construccion del socialismo y merece se lo trate con respeto

Frente al niño fascista formado por la buró el proletariado construyó un nuevo tipo de niño que
sirve a los intereses de la única clase social que en vez de perpetuarse aspira a destruir las clases
sociales para liberar la sociedad.

La nueva educación intermedia entre fascismo burguesía y socialismo proletario,


pequeñaburguesia

Montessori pag 290


Neutralidad escolar pag 291

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