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Resúmen. La Pasión según San Juan sobrepasa en tantos aspectos musicales el arte que
Bach alcanzará en la posterior Pasión según San Mateo y la Misa en si menor, que no
podemos considerarla, como se viene haciendo, una obra menor en relación a éstas; al
revés, es la culminación en el motivo de la música sinfónica de tradición religiosa.
Los oficios musicales más importantes tenían lugar alternados en las iglesias
principales de Santo Tomás y San Nicolás bajo la dirección del Cantor de la
escuela; pero Bach también preparaba música para la Iglesia de San Mateo (la
iglesia Nueva), la Iglesia de San Pedro y la Iglesia universitaria de San Pablo. A
todas ellas las proveerá de su propia música en un esfuerzo colosal, más aún si
tenemos en cuenta la altísima calidad media de las composiciones que produjo
Juan Sebastián en Leipzig, donde casi cualquier cantata semanal escuchada al
azar podría convertirle en el mayor de los músicos.
Para los actos musicales de la Iglesia Bach disponía de todos los músicos que
residían en la ciudad, los contratados por el Ayuntamiento y los que tocaban en
las Sociedades Musicales y en la Universidad de Leipzig, pero especialmente
trabajó con los alumnos residentes en la escuela de Santo Tomás y los que no
residían pero pertenecían a ella. El Cantor dividió a sus alumnos en 4 coros en
función de su preparación.
Bach compuso una cantata para antes y después del sermón de los domingos
y cada una de las fiestas del año litúrgico. Especialmente importantes eran las
fiestas de la Navidad, la Pascua y Pentecostés, en las que empleaba siempre el
primer coro para los oratorios, pasiones, misas o cantatas que se representaran.
Los himnos que emplea Bach en los oficios los selecciona a menudo del
repertorio tradicional, especialmente los de Martin Lutero y los primeros poetas
de la reforma, quienes escribieron versos para coral a partir de los pasajes
bíblicos.
Nos falta todavía repasar los recitativos y las arias para acabar de dar forma
a la cantata de Bach.
Los recitativos de la cantata también los transcribe Bach del mismo antiguo
coral ornamentando la música que acompaña el verso original; es la prédica que
pronuncia el pastor en la Iglesia cuando comenta un pasaje bíblico. Su fin es
cautivar el entusiasmo de los feligreses, pero en este caso Bach procura realzar el
propio sentido dramático de su cantata.
Cuando Bach compone para las voces de sus arias las trata a menudo como
si de un instrumento más de la orquesta se tratara. Bach no considera
esencialmente melódico el material vocal sino más bien de carácter
contrapuntístico; la enorme ornamentación barroca que recubren las voces las
urde en el mayor de los virtuosismos para que casen perfectas en la naturaleza
de los instrumentos solistas que las acompañan. Podemos imaginar las
dificultades de los mejores estudiantes de Leipzig y los saltos malhumorados de
Juan Sebastián en los ensayos.
Nos pararemos en esta última como no nos podría tocar el oído ninguna
otra.
Muestra de ello es por ejemplo el coro inicial "Herz und Mum und Tat und
Leben" de la Cantata BWV 147 (N. Harnoncourt, Concentus Musicus Wien,
1985) del 2 de julio de 1723, de la más sincera alegría que pudiera permitirse la
piedad de un hombre.
Pero el mes de abril de 1724 en el que escenificará su Pasión según San Juan
por primera vez, ha dejado escrito dos corales que obturan a nuestra vista el
grado de maestría y renuncia emocional que ha alcanzado Bach en la plomada
de su pasión; dos obras maestras de la mejor música del Cantor que pueden
explicar el perfeccionamiento estilístico de su pasión:
10 de abril de 1724. Cantata BWV 66. Coro inicial Erfreut euch, ihr Herzen.
(G. Leonhardt, Leonhardt Consort, 1977).
23 de abril de 1724. Cantata BWV 104. Coro inicial Du hirte Israel, höre. (N.
Harnoncourt, Concentus Musicus Wien, 1980).
La Pasión según San Juan BWV 245.
En una época que avanza hacia la moda ilustrada de la melodía galante, que
al final Mozart se encargará de culminar a su modo, Bach sostiene su arte en la
tibia veladura del contrapunto, colofón final a la polifonía renacentista.
Bach seleccionó los versículos bíblicos literales desde Juan 18:1 hasta 19:42.
Para mantener la estructura literaria y la coherencia del relato recurrió a las
descripciones de otros evangelistas que se pronunciaban allí donde Juan callaba.
También recopiló y ensambló distintos himnos y poemarios luteranos
tradicionales de los siglos XVI y XVII. De este supuesto problema estético, de la
heterogeneidad de las fuentes, se le acusará a la obra cuando se la compare con
la posterior Pasión según San Mateo, escrita entera por Picander.
Jesús es la palabra de Dios por excelencia que testimonia su Verbo, que insta
al hombre a salir de sus tinieblas para recuperar en libertad el paraíso perdido.
Dios asume la forma humana en el héroe que en su martirio purga el pecado de
los hombres. En el Evangelio de Juan se destaca la figura humana de Jesús. Éste
no se nos aparece como sacerdote, pues a sí mismo se inmola; sino impotente,
temeroso y angustiado. El carácter trágico se intensifica en la duda de Jesús.
1. Coro "Herr, unser Herrscher". Bach emplea el coro inicial para resumir el
mensaje general de la obra: "Señor, muéstranos por tu pasión que hasta en las
mayores humillaciones Has sido glorificado." La desmesura de la alabanza
enmascara la alegría victoriosa del creyente, que sólo desde la devastadora
humillación moral, con el mayor de los sufrimientos en sus espaldas, esclarece el
sentido moral de la existencia que le desciende a Dios.
Es elogio del hombre para el Hombre, entre las movedizas tierras que lo
tragan, en el latente nombre de Dios que lo sostiene. El paso de la música lo
arrolla todo, es la purga ininterrumpida en los gritos al señor.
Esta música transciende el significado literal del texto en los pasos agitados
hacia la muerte y por la muerte; el ascenso de la pasión se personifica en el
vaivén vivo del alzado, entre las angustias agitadas de la audiencia, hacia la
marea subterránea del sentido que le absorbe y empuja. Nos evocará la muerte
de Isolda. Las disonancias de los oboes inquietan lo que las cuerdas aprisionan
en los movimientos circulares que no acaban, que se repiten sin fin en los
empujes de la pasión. El coro afligido inmola el sentido vital que le gotea al
cordero inocente, es la renuncia propia de la voluntad que sólo puede acometer
el héroe.
Este coro es si cabe más hermoso, por la agonía resistente desde la cual se
canta, que el coro inicial de la Pasión según San Mateo. También se siente de
alguna manera más necesario. En este sentido se puede dudar de nuestra
afirmación, en relación al supuesto clasicismo que atempera la Pasión según San
Mateo y que parece desbordarse en la de Juan.
El último recitativo de la Pasión según San Mateo "Nun ist der Herr zur Ruh
gebracht" en la grabación de Helmuth Rilling con el Bach-Collegium Stuttgart,
infringe de nuevo la superioridad clara que ha alcanzado Bach en sus recitativos
respecto a la pasión de Juan; vehículos perfectos del nuevo carácter silencioso al
que regresa la música en armónica concordia.
7. Aria "Von den stricken meiner Sünden"; "Me salvaré si rompo las cadenas
del mal, Él, dejándose atormentar, será mi salvación".
9. Aria "Ich folge dir gleichfalls"; "También yo te seguiré con alegres pasos,
no dejes de guiarme"
Nos interesa más lo que las obras llevan de universal que las intenciones
singulares puestas en ellas.
Parte II
Los judíos conducen a Jesús ante Pilatos: "¿Eres el rey de los judíos? Mi reino no
es de este mundo".
Pilatos quiere librar a Jesús pero lo entregará a los judíos, que exigen lo
crucifiquen, pues dice ser hijo de Dios. Se llevan a Jesús al Calvario, al Gólgota
hebreo.
Bach ha elaborado tantas veces los mismos corales que cuando escuchamos
éste sentimos escucharlos todos.
13 Coro "Lasset uns den nicht zerteilen”, que otorga música a las anodinas
palabras que siguen: "no la rasguemos (la túnica), sino echemos suertes sobre
ella para ver a quién le toca".
Qué grandeza de coro servido sobre el sobrio recitativo, sobre casi nada; en
la misma música sobresaliente, con la altivez y osadía que no se le pudiera
entregar a nada que no fuera vivo. Lo que sintamos en el cénit de la música no se
lo podremos ya agradecer al Cantor. Es incluso superior a la avalancha del "Sind
Blitze, sind Donner" de la Pasión según San Mateo que grabó Otto Klemperer
con la Orquesta y Coro Philarmonia en 1960.
Bibliografía
Alain, O.; (1977) Bach, Espasa-Calpe, Madrid.
Steinberg; M.; (2005) Guía de las obras maestras corales, Alianza Editorial,
Madrid.