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Con estos dispositivos se aumenta el factor de potencia de los motores mientras disminuye su

corriente de arranque y los impactos mecánicos que se pueden llegar a desgastar en nuestro sistema.
Para reducir el rápido deterioro de los motores a causa de una elevada corriente de arranque es cuando
se puede incorporar un variador de frecuencia y gracias a ello la carga durante el arranque es mínima
y se suministra gradualmente con el objetivo de evitar picos de corriente que ocasionan un desgaste.

Es posible encontrar módulos con tamaños más compactos que rinden las posibilidades de adaptarse
tanto en motores trifásicos como en monofásicos según lo requiera.
La forma de leer la frecuencia básicamente consta cambiar el ciclo de trabajo (tiempo en on) y (tiempo
off) en un periodo de onda cuadrática periódica. De tal forma que el valor medio de la tensión (el
promedio a lo largo del tiempo) varía entre Vmax y Vmin.
La corriente estándar utilizada en E.E.U.U. y México es de 60 ciclos x seg es decir 60 Hertz y en
Europa y la mayor parte del mundo es 50 ciclos “50 Hertz”.
Etapas de un variador de frecuencia o drive:
Permite una aceleración y desaceleración progresiva como también permite fijar con precisión la
velocidad a través de 4 etapas.
1° Etapa rectificadora
2° Etapa intermedia que filtra y suaviza la tensión
3° Etapa inversora
4° Etapa de control
Tipos de control de energía:
Los controles automáticos en la generación y control de energía eléctrica son fundamentales para
garantizar la eficiencia, estabilidad y seguridad de los sistemas eléctricos. Estos controles se utilizan
en diversas etapas del proceso de generación, distribución y consumo de energía eléctrica.
Controles automáticos:
Control generación de energía:
En las centrales eléctricas, se utilizan sistemas automáticos para controlar la generación de energía
eléctrica. Estos sistemas monitorean constantemente la demanda de energía y ajustan la producción
de las unidades generadoras para mantener el equilibrio entre la oferta y la demanda.
Control de voltaje y frecuencia:
Los sistemas de control automático regulan la tensión y la frecuencia de la electricidad suministrada
a la red eléctrica. Esto se logra mediante la acción de reguladores automáticos de voltaje (AVR) y
reguladores de frecuencia que ajustan la velocidad de las unidades generadoras según las variaciones
en la carga.
Control sistemas de almacenamiento de energía:
En sistemas que incorporan almacenamiento de energía, como baterías o sistemas de almacenamiento
de energía renovable, se utilizan controles automáticos para gestionar la carga y descarga de las
baterías, optimizando su uso y prolongando su vida útil.
Control de sistemas de protección:
Los sistemas automáticos de protección son cruciales para detectar y aislar rápidamente fallas en la
red eléctrica, como cortocircuitos o sobrecargas, con el fin de evitar daños en equipos y mantener la
continuidad del suministro eléctrico.
Control de consumo y gestión de demanda:
En el lado del consumidor, se pueden implementar sistemas de control automático para gestionar el
consumo de energía eléctrica de manera eficiente. Esto incluye el uso de dispositivos inteligentes,
como termostatos programables y sistemas de gestión de la energía en edificios, que ajustan
automáticamente el consumo según las necesidades y las condiciones del sistema eléctrico.
Semiautomáticos:
Los controles semiautomáticos en la generación y control de energía eléctrica se refieren a sistemas
donde algunas funciones o procesos están automatizados, pero aún requieren intervención humana
para la supervisión, ajuste o toma de decisiones.
Algunos ejemplos de controles semiautomáticos en la generación y control de energía eléctrica
incluyen:
Control generación eléctrica:
Este tipo de control implica la supervisión y ajuste parcial de la generación de energía eléctrica en
una central eléctrica. Por ejemplo, un operador puede monitorear los niveles de carga y la demanda
de energía en la red eléctrica y realizar ajustes manuales en la generación para mantener el equilibrio
entre la oferta y la demanda.

Control tensión y frecuencia:


En sistemas eléctricos, es crucial mantener la tensión y la frecuencia en niveles estables para
garantizar un suministro eléctrico confiable. Los controles semiautomáticos permiten a los operadores
supervisar estos parámetros y tomar medidas correctivas según sea necesario, como ajustar la
generación de energía o conectar/desconectar dispositivos de regulación de voltaje y frecuencia.

Control calidad de energía:


Este tipo de control se centra en monitorear y mantener la calidad de la energía eléctrica suministrada
a los usuarios finales. Incluye la detección y corrección de problemas como armónicos, fluctuaciones
de voltaje y otros fenómenos que puedan afectar negativamente la operación de equipos eléctricos
sensibles.

Control distribución eléctrica:


En redes de distribución eléctrica, los controles semiautomáticos permiten la supervisión y el control
parcial de la distribución de energía a través de interruptores automáticos, seccionadores y
dispositivos de protección. Los operadores pueden intervenir manualmente cuando sea necesario para
gestionar eventos como cortes de energía, cambios en la carga o mantenimiento de equipos.
Control sincronización de generadores:
Los controles semiautomáticos facilitan la supervisión de la sincronización y permiten a los
operadores intervenir para ajustar la velocidad y fase de los generadores según sea necesario.
Manuales:
En la generación y control de energía eléctrica, existen varios tipos de controles manuales que son
fundamentales para garantizar un funcionamiento seguro y eficiente de los sistemas eléctricos. Estos
controles pueden incluir:
Interruptores manuales:
Son dispositivos que permiten abrir o cerrar circuitos eléctricos de forma manual. Pueden ser
interruptores de encendido/apagado para equipos individuales o interruptores de circuito que
controlan el flujo de corriente en un sistema eléctrico más grande.

Válvulas manuales:
En sistemas de generación de energía que utilizan fluidos (como vapor en plantas de energía térmica),
las válvulas manuales son esenciales para controlar el flujo de estos fluidos. Pueden abrirse o cerrarse
manualmente para regular la cantidad de fluido que entra o sale de un sistema.
Selector modo de operación:
En generadores eléctricos, especialmente en sistemas de respaldo o emergencia, es común contar con
controles manuales para seleccionar el modo de operación deseado. Por ejemplo, cambiar entre el
funcionamiento en modo automático, manual o de prueba.
Control velocidad y potencia:
En generadores o motores eléctricos, los controles manuales permiten ajustar la velocidad de rotación
o la potencia generada según las necesidades específicas de la carga eléctrica o el sistema al que están
conectados.
Interruptor transferencia manual:
En instalaciones con sistemas de respaldo o generadores de emergencia, los interruptores de
transferencia manual permiten cambiar la fuente de alimentación de manera manual en caso de fallos
o cortes en la red principal.
Control temperatura y presión:
En equipos como calderas o generadores que trabajan con altas temperaturas y presiones, se utilizan
controles manuales para monitorear y ajustar estos parámetros, asegurando un funcionamiento seguro
y eficiente.
Factor de potencia:
El factor de potencia es una medida de la eficiencia en la transferencia de energía eléctrica en un
sistema eléctrico. Se refiere a la relación entre la potencia activa (que realiza trabajo útil, medida en
vatios, W) y la potencia aparente (que es la combinación de la potencia activa y la potencia reactiva,
medida en voltamperios, VA).
Que indica:
Un factor de potencia cercano a 1 indica que el sistema está utilizando la energía de manera eficiente,
ya que la corriente y la tensión están en fase, lo que significa que la energía se está utilizando de
manera efectiva para realizar trabajo útil.
Por otro lado, un factor de potencia bajo (cerca de 0) indica que hay una gran cantidad de energía
reactiva en el sistema, lo que puede resultar en pérdidas de energía y un uso menos eficiente de la
electricidad. Esto puede tener consecuencias como un aumento en la facturación eléctrica debido a
penalizaciones por bajo factor de potencia, así como problemas en la red eléctrica.
Características:
Rango de valores:
El factor de potencia puede tener valores entre 0 y 1. Un factor de potencia de 1 indica que toda la
potencia es activa y se utiliza eficientemente, mientras que un factor de potencia más bajo indica que
hay una porción de potencia reactiva en el sistema.

Potencia activa:
La potencia activa es la porción de la potencia total que se convierte en trabajo útil, como la energía
que mueve motores, calienta dispositivos, ilumina bombillas, etc. Se mide en vatios (W) o kilovatios
(kW).
Potencia aparente:
La potencia aparente es la suma vectorial de la potencia activa y la potencia reactiva. Se representa
con la letra "S" y se mide en voltioamperios (VA) o kilovoltamperios (kVA).
Potencia reactiva:
La potencia reactiva es la porción de la potencia total que fluye de manera oscilatoria entre la fuente
y la carga debido a la presencia de elementos inductivos y capacitivos en el circuito. Se mide en
voltioamperios reactivos (VAR) o kilovoltamperios reactivos (kVAR).
Importancia:
Un factor de potencia bajo puede causar problemas en la red eléctrica, como pérdidas de energía,
sobrecalentamiento de equipos y penalizaciones económicas por parte de las compañías eléctricas.
Por lo tanto, mejorar el factor de potencia es importante para mejorar la eficiencia energética y reducir
costos.
Calculo del F.P:
El factor de potencia (FP) se calcula utilizando la fórmula:
Factor de Potencia (FP)= Potencia Activa (Kw) / Potencia Aparente (kVA)
Donde:
- Potencia Activa (kW): Es la potencia real que realiza trabajo útil, medida en kilovatios (kW).
- Potencia Aparente (kVA): Es la potencia total aparente que fluye en el circuito, medida en
kilovoltamperios (kVA).
Para calcular el factor de potencia, primero necesitas conocer la potencia activa (kW) y la potencia
aparente (kVA) del sistema eléctrico en cuestión. Estos valores suelen estar disponibles en las facturas
eléctricas o se pueden medir directamente utilizando equipos de medición adecuados. Luego,
simplemente aplicas la fórmula mencionada anteriormente para obtener el factor de potencia.
Corrección del factor de potencia:
Algunos métodos comunes para corregir el factor de potencia:
Instalación capacitores:
Los capacitores se utilizan para compensar la energía reactiva en un sistema eléctrico. Al agregar
capacitores al circuito, se mejora el factor de potencia al reducir la cantidad de energía reactiva en el
sistema.
Mejora eficacia de los equipos:
Al reemplazar equipos antiguos y menos eficientes con equipos más modernos y eficientes
energéticamente, se puede reducir la carga reactiva y mejorar el factor de potencia.

Compensador síncrono:
Estos dispositivos están diseñados para compensar el factor de potencia al generar o absorber energía
reactiva según sea necesario. Son más complejos y costosos que los capacitores, pero ofrecen un
control más preciso del factor de potencia.
Optimización de la distribución de carga:
Distribuir equitativamente la carga entre las fases del sistema eléctrico puede ayudar a mejorar el
factor de potencia al reducir los desequilibrios que causan una carga reactiva excesiva en una o más
fases.
Es importante realizar un análisis detallado del sistema eléctrico para determinar la mejor estrategia
de corrección del factor de potencia. En muchos casos, se recomienda trabajar con un ingeniero
eléctrico o consultor especializado para diseñar e implementar las soluciones más adecuadas.
Triangulo de potencia en máquinas síncronas:
El triángulo de potencia es un concepto fundamental en el estudio de las máquinas eléctricas,
incluyendo las máquinas sincrónicas. Este triángulo se utiliza para representar gráficamente las
relaciones entre la potencia activa (P), la potencia reactiva (Q) y la potencia aparente (S) en un sistema
eléctrico. En el contexto de las máquinas sincrónicas, que son tipos de generadores eléctricos que
producen corriente alterna sincronizada con la frecuencia de la red eléctrica, el triángulo de potencia
se aplica de la siguiente manera:

Aplicación:

1° Potencia Activa (P): Representa la parte de la potencia que se convierte en trabajo útil, como la
energía que se utiliza para alimentar motores, luces, electrodomésticos, etc. Se mide en vatios (W) o
kilovatios (kW).

2° Potencia Reactiva (Q): Representa la parte de la potencia que no se convierte en trabajo útil, sino
que se utiliza para mantener los campos magnéticos en las máquinas eléctricas. Se mide en
voltamperios reactivos (VAR) o kilovoltiamperios reactivos (kVAR).

3° Potencia Aparente (S): Representa la magnitud total de la potencia, incluyendo tanto la potencia
activa como la potencia reactiva. Se mide en voltiamperios (VA) o kilovoltiamperios (kVA).

El triángulo de potencia se representa gráficamente de la siguiente manera:

La potencia aparente (S) se representa como la hipotenusa del triángulo, mientras que la potencia
activa (P) se representa como el lado adyacente al ángulo formado por la potencia aparente (S) y la
potencia reactiva (Q). La potencia reactiva (Q) se representa como el lado opuesto al ángulo
mencionado.

En el caso de las máquinas sincrónicas, es importante tener en cuenta que la potencia reactiva (Q)
juega un papel crucial en el funcionamiento y la estabilidad del sistema eléctrico, ya que ayuda a
mantener los campos magnéticos necesarios para el funcionamiento de la máquina, aunque no
produce trabajo útil en términos de movimiento mecánico.

En resumen, el triángulo de potencia en máquinas sincrónicas muestra la relación entre la potencia


activa, la potencia reactiva y la potencia aparente, lo que es fundamental para comprender el
rendimiento y la operación eficiente de estos dispositivos en sistemas eléctricos.

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