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Lección 5, Clase 7

*LA LIBERTAD EN CRISTO 2*


I. ¿Soy libre de hacer lo que quiera?

Romanos 6, nos enseña que la libertad en Cristo Jesús nos lleva a vivir una vida de santidad, a
crecer espiritualmente y nos afirma cada día más en la roca que es Cristo.

Todas estas garantías de Dios nos llevan a una vida nueva, nos produce el deseo de
querer agradar a Dios. “Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer
como el hacer, por su buena voluntad”. Filipenses 2

Aunque nuestra antigua naturaleza permanece presente (Gálatas 5:17), ya no podemos


vivir igual que antes, no solo porque no queremos, sino que tampoco podemos.

El pecado no se enseñoreará de nosotros; pues ya no estamos bajo la ley, sino bajo


la gracia. Pablo en Romanos 7, usó una analogía del matrimonio para explicar el
uso de la ley mosaica. Ahora ya no somos de la ley porque el vínculo matrimonial se
terminó con la muerte, ahora somos de otro, de Cristo, el cual, en su papel de marido, nos
santifica, nos perfecciona y nos presentará sin mancha delante de su Padre.

Ya somos salvos por haber creído en Jesús, podemos estar seguros que nuestra
salvación no se perderá, ahora debemos ocuparnos de la santificación, así Pablo a
los salvos les dice: “... ahora para santificación presentad vuestros miembros para
servir a la justicia… habéis sido libertados del pecado y tenéis por vuestro fruto la
santificación, y como fin, la vida eterna”. Ro 6:19 y 22

*III. ¿Cómo me afecta esta libertad personalmente?*


*A. Somos libres de tomar nuestras propias decisiones, pero si pecamos habrá
consecuencias.*
*1.* No produciremos frutos, Juan 15:1-8
*2.* Dios nos corregirá, porque el Señor al que ama, disciplina, y azota a todo el
que recibe por hijo. Hebreos 12:5-11
*3.* Dios nos permitirá cosechar lo que hemos sembrado, porque si sembramos
para nuestra carne, de nuestra carne segaremos corrupción. Gálatas 6:7-8
Dios obtendrá la gloria en nuestras vidas, y llevará a cabo sus propósitos de una
manera u otra, ya sea como un instrumento de honra o deshonra. Vivamos nuestra
*verdadera libertad en Cristo* de tal manera que podamos agradar a Dios en todo
tiempo.
*Módulo 3*
*LA LIBERTAD EN CRISTO 2*
I. ¿Soy libre de hacer lo que quiera?

Romanos 6, Esa certeza que tenemos de la libertad en Cristo nos lleva a vivir una vida de santidad,
a crecer espiritualmente y nos afirma cada día más en la roca que es Cristo.

Romanos 6.1
6 ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia
abunde? 2 En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo
viviremos aún en él? 3 ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en
Cristo Jesús, hemos sido bautizados (habla del bautismo espiritual al aceptar a
Jesús, no del bautismo en agua) en su muerte? 4 Porque somos sepultados
juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó
de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida
nueva. (A)

Muerte: humillarse a uno mismo, dejar de confiar en uno mismo para confiar en Cristo
Sepultura: dejamos atrás toda nuestra vida antigua
Resurrección: Vivimos en una nueva vida. “De modo que si alguno está en Cristo,
nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”. 2 Co
5:17, “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las
cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas”. Efesios 2:10

“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros
cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No
os conforméis (no se amolden) a este siglo, sino transformaos por medio de la
renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena
voluntad de Dios, agradable y perfecta”. Romanos 12:1-2
“y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios”. Romanos 8:8
Pero los que hemos aceptado a Cristo, hemos recibido una nueva naturaleza. “nos ha dado
preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la
naturaleza divina” 2 Pedro 1:4
Nuestro cuerpo es templo del espíritu Santo”. 1 Corintios 6:19
El Espíritu Santo se contrista. “Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual
fuisteis sellados para el día de la redención”. Efesios 430.
Contrista=se entristece, mas no se va del cuerpo y asi nos redarguye para que
podamos arrepentirnos y otra vez se vuelve a inflamar para que vuelva a hacer la
obra en nosotros.
Todas estas garantías de Dios nos llevan a una vida nueva, nos produce el deseo de
querer agradar a Dios. “Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer
como el hacer, por su buena voluntad”. Filipenses 2
Aunque nuestra antigua naturaleza permanece presente, según Gálatas 5:17 ( Porque el
deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y estos se
oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis) , ya no podemos vivir igual que
antes, no solo porque no queremos, sino que tampoco podemos
5
Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así
también lo seremos en la de su resurrección; 6 sabiendo (convicción bíblica) esto,
que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del
pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. 7 Porque el que ha
muerto, ha sido justificado del pecado. 8 Y si morimos con Cristo, creemos que
también viviremos con él; 9 sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de los
muertos, ya no muere; la muerte no se enseñorea más de él. 10 Porque en cuanto
murió, al pecado murió una vez por todas; más en cuanto vive, para Dios vive. 11 Así
también vosotros consideraos (convicción bíblica) muertos al pecado, pero vivos
para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro.
*Tener en cuenta que cuando las Escrituras repite una frase o una palabra está
fundamentando una doctrina.*
12
No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis
en sus concupiscencias; 13 ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado
como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como
vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de
justicia. 14 Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la
ley, sino bajo la gracia.
Pablo en Romanos 7, usó una analogía del matrimonio para explicar el uso de la ley
mosaica.
Había una ley del marido:
La mujer le pertenecía al marido siempre y cuando el marido estaba vivo. Si el marido
moría la mujer era libre de casarse con quien quería. O si la mujer moría, el vínculo
matrimonial se terminaba
Pablo toma eso como una analogía para explicarnos cómo funciona la ley del pecado:
Así nosotros cuando estábamos bajo la ley, ésta se enseñoreaba de nosotros (como el
marido sobre la esposa) y no podíamos ser de otro porque ya estamos casados con la
ley.
Cuando vino cristo, la ley no murió (sigue vigente porque será el elemento de juicio para
condenar a los que no creen) sin embargo nosotros fuimos libres de la ley porque fuimos
nosotros quienes morimos (Con Cristo hemos sido muertos, sepultados y resucitados).
En cuanto la pena de la muerte que estaba preparada para nosotros (ya que la ley y
nuestro pecado nos condenaba), como hemos sido muertos, ya la muerte no se
enseñorea más de nosotros (no se puede aplicar la pena de muerte dos veces).
Ya no somos de la ley porque el vínculo matrimonial se terminó con la muerte, ahora
somos de otro, de Cristo, el cual, en su papel de marido, nos santifica, nos perfecciona y
nos presentará sin mancha delante de su Padre.
La ley es un instrumento para develar el pecado y condenar al hombre
15
¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? En
ninguna manera. 16 ¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para
obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte,
o sea de la obediencia para justicia? 17 Pero gracias a Dios, que aunque erais
esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la
cual fuisteis entregados; 18 y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la
justicia. 19 Hablo como humano, por vuestra humana debilidad; que así como para
iniquidad presentasteis vuestros miembros para servir a la inmundicia y a la
iniquidad, así ahora para santificación presentad vuestros miembros para servir a la
justicia.
El que ya es salvo por haber creido en Jesús, puede dejar de preocuparse por su
salvación, ahora debe ocuparse de la santificación, así Pablo a los salvos les dice: “...
ahora para santificación presentad vuestros miembros para servir a la justicia”. Ro
6:19
20
Porque cuando erais esclavos del pecado, erais libres acerca de la justicia. 21 ¿Pero
qué fruto teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el
fin de ellas es muerte. 22 Más ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos
siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida
eterna. 23 Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida
eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.

*III. ¿Cómo me afecta esta libertad personalmente?*


*A.* Somos libres de tomar nuestras propias decisiones, pero si pecamos habrá
consecuencias.
1. No produciremos frutos, Juan 15:1-8
2. Dios nos corregirá, porque el Señor al que ama, disciplina, y azota a todo el que
recibe por hijo. Hebreos 12:5-11
3. Dios nos permitirá cosechar lo que hemos sembrado, porque si sembramos para
nuestra carne, de nuestra carne segaremos corrupción. Gálatas 6:7-8
Dios obtendrá la gloria en nuestras vidas, y llevará a cabo sus propósitos de una
manera u otra, ya sea como un instrumento de honra o deshonra. Vivamos nuestra
*verdadera libertad en Cristo* de tal manera que podamos agradar a Dios en todo
tiempo.

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