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Fiebre Amarilla

La fiebre amarilla es considerada una fiebre hemorrágica viral, es la única enfermedad


que necesita de un certificado de vacunación de carácter obligatorio para personas
que busquen viajar a cualquier país, para ello deben presentar un ICVP (Certificado
Internacional de Vacunación o Profilaxis).
Etiología:
El virus causante de la fiebre amarilla es de tipo ARN mono catenario, el cual se
transmite con mayor incidencia en climas tropicales de África, Sudamérica,
Centroamérica y también Trinidad y Tobago. El método de transmisión implica a
primates y mosquitos, en los casos de infección humana se presenta con mayor
tendencia en espacios boscosos. En América la constante participación de actividades
humanas en un entorno selvático ha provocado brotes de transmisión urbanos a través
del mosquito Aedes aegypti.
Manifestaciones Clínicas:
Una infección de este virus se puede evidenciar desde una enfermedad vírica
inespecífica hasta llegar a la muerte.

Fase Inicial Fase Secundaria


Fiebre Fiebre alta
Escalofríos Coagulopatía
Dolor de Cabeza Hepatitis
Dolor muscular Ictericia
Náusea Insuficiencia Renal
Fatiga
Vómito

Diagnóstico:
Para métodos detección rápida se incluye a la detección del antígeno de FA para esto
se usará un inmunoensayo enzimático monoclonal a partir de muestras de suero y
también se detecta las secuencias del genoma viral mediante PCR.
Tratamiento:
No existe terapia o un tratamiento viral efectivo para esta patología, de modo que solo
se le brinda atención médica personalizada en cada caso.
Prevención:
El único método de prevención es la vacuna contra fiebre amarilla (17D), consiste en
una cepa atenuada viva del virus, la cual es de una dosis de 0.5ml que brinda
protección necesaria en la mayoría de los casos, en casos de viajes a zonas de riesgo se
recomienda aplicar dosis de refuerzo a niños, mujeres embarazadas, personas con VIH
y otro tipo de inmunosupresión. En áreas endémicas, lo recomendable es inmunizar
desde la niñez, por lo que la OMS junto a gobiernos de cada país vulnerable trata de
inmunizar a la mayor cantidad de gente posible.

Parotiditis
La glándula parótida es un tipo de glándula salival, es decir que secreta saliva a la
cavidad oral cuando sea necesaria para la masticación, deglución, digestión y el habla.
La parotiditis es una inflamación de la glándula parótida, esta presenta un aumento de
tamaño que puede tener dolor o no.
Etiología:
La causante de esta patología es un paramixovirus el cual llega a infectar a individuos
a través del contacto con secreciones respiratorias, también puede ser causa de
influenza, citomegalovirus y VIH.
Manifestaciones Clínicas:
Las manifestaciones tienden a ser en la mayoría de casos unilaterales, en caso de ser
bilateral existirá predominancia de afección en un lado ante el otro.

Tumefacción
Dolor parotídeo
Fiebre
Resequedad en la boca
Secreción purulenta (en ocasiones)

Diagnóstico:
El uso de hemocultivos es cuestionable en esta patología, debido a su etiología viral,
con una correcta aplicación de una anamnesis y un examen físico se puede llegar al
diagnóstico de parotiditis, pero en muchos casos para corroborar un posible absceso
se pueden utilizar ecografías de bajo riesgo.
Tratamiento:
Para el manejo de pacientes con parotiditis es recomendable el reposo y aislamiento,
para el control de síntomas, el tratamiento se centra en aplicar calor con masajes en la
zona afectada, se recomienda una correcta hidratación, para el dolor es necesario usar
analgésicos como paracetamol o ibuprofeno.
Prevención:
La principal herramienta preventiva es la vacunación con MMR, se ha evidenciado una
mayor cantidad de anticuerpos con tres dosis de dicha vacuna, la cual brindaría más protección
contra el virus más tiempo de lo que antes se tenía estudiado.

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