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Las categorías se construyen porque son necesarias para poder desarrollar el concepto. Se
construyen en estrecha relación con la historia y con la realidad específica, concreta, desde
donde se enuncia nuestro investigar.
Resulta imposible empíricamente una coincidencia absoluta del concepto con la realidad, el
concepto siempre es una aproximación respecto a la realidad.
–Y toda ciencia sería superflua si la forma de manifestación y la esencia de las cosas coincidiesen
directamente–, que precisamente aquí, decíamos, la economía vulgar se sienta perfectamente a
sus anchas y que esas relaciones se le aparezcan como tanto más evidentes cuanto más escondida
esté en ellas la conexión interna, pero más correspondan a la representación ordinaria.
Marx, Karl. 2009. El Capital. Tomo III / Vol. 8. Siglo veitiuno editores. p 1041
El concepto es un todo, con partes constitutivas que solo las podemos extraer de manera
abstracta. Podemos separar abstractamente todo lo que identifiquemos que determina al
concepto. Las determinaciones constituyen el contenido del concepto, asimismo el
contenido del concepto lo determinan determinaciones objetivas.
Zu den eben bei Adam Smith erörterten Punkten noch hinzuzufügen, daß bei seinen
Schwankungen in der Bestimmung des Werths –ausser dem scheinbaren Widerspruch
bezüglich des Arbeitslohns– noch die Verwechslung hinzukömmt: so weit unter Maaß der
Werthe das immanente Maaß, das zugleich die Substanz des Werths bildet, verwechselt wird
mit dem Maaß der Werthe.
MEGA Band 3 - MANUSKRIPT 1861-1863 Teil 2 - 1977 p. 439
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Para agregar a los puntos que acabamos de discutir con Adam Smith, que en sus
fluctuaciones en la determinación del valor, excepto la aparente contradicción en
términos de salarios, se agrega la confusión: en lo que respecta al valor, la medida
inmanente, que al mismo tiempo es la sustancia del valor, se confunde con la medida
del valor.
Marx, Karl. 2009. El Capital. Tomo I / Vol. 2. Siglo veitiuno editores. p 660
Una representación caótica del conjunto y, precisando cada vez más, llegaría analíticamente
a conceptos cada vez más simples: de lo concreto representado llegaría a abstracciones
cada vez más sutiles hasta alcanzar las determinaciones más simples. Llegado a este punto,
habría que reemprender el viaje de retorno, (…), pero esta vez no tendría una representación
caótica de un conjunto, sino una rica totalidad con múltiples determinaciones y relaciones
(…) es, manifiestamente, el método científico correcto. Lo concreto es concreto porque es la
síntesis de múltiples determinaciones, por lo tanto, unidad de lo diverso. Aparece en el
pensamiento como proceso de síntesis, como resultado, no como punto de partida, aunque sea
el verdadero punto de partida, y, en consecuencia, el punto de partida también de la intuición
y de la representación.
Marx, Karl. 2017. Grundrisse 1. Siglo veitiuno editores. p 21
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Por último consideramos un tercer momento –por cierto anterior y más allá del todo– es
anterior al todo porque para las partes resulta una imposibilidad la creación del todo. Lo
que crea al todo es anterior al todo. Los momentos analítico y dialéctico pertenecen al todo.
El tercer momento es más allá y anterior al todo. Es un momento en el cual –de la nada del
todo– es creado el todo.
Los momentos analítico y dialéctico pertenecen al «Ser», que en su forma abstracta general
llamamos esencia. El tercer momento pertenece al «No-Ser». El «No-Ser» crea de la nada
al «Ser», por lo tanto la realidad no se reduce al Ser. El Ser es la realidad, pero también la
realidad es el No-Ser. El Ser es y el No-Ser también es, tal como Marx lo expone en el
siguiente texto (en el caso que así lo requiera se muestra el texto original en alemán, sea porque el mismo
no tenga todavía una traducción oficial al castellano, o si aun contando con la traducción, amerite un nivel de
precisión respecto a la traducción disponible, de este modo el lector o lectora dispondrá de la referencia de
la fuente original para juzgar por su propios medios):
Die abstrafte Existenz des Menschen als eines bloßen Arbeitsmenschen, der daher
täglich aus seinem erfüllten Nichts in das absolute Nichts, sein gesellschaftliches und
darum sein wirkliches Nichtdasein hinabstürzen kann
La existencia abstracta del ser humano como un simple ser humano que, de esa
manera, llenado de Nada se lanza diariamente a una Nada absoluta, así su realidad
es su No-Ser
Marx habla de dos «nada». Una «nada» fuera y una «nada» dentro, esta última la considera
todavía peor que la nada fuera. El No-Ser es más realidad que el Ser, porque el No-Ser es el
punto de partida del Ser.
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Omitir el tercer momento significa negar el No-Ser como parte de la realidad. La no
aceptación del No-Ser la encontramos presente desde los presocráticos en Grecia (530 a. C)
con Parménides: el Ser es, el No-Ser no es. Lo que es, es. Lo que no es, no es. El no-ser no
existe. El pensamiento moderno-colonial también niega al No-Ser, es el caso de Martin
Heidegger (Alemania 1889-1976) que considera que no hay nada que rebase al Ser. La
negación del No-Ser también está presente como colonización en la intersubjetividad del
venezolano y la venezolana, como lo muestra la expresión tomada del refranero, «Caracas
es Caracas, lo demás es monte y culebra».
Por otra parte, tanto el proceso de investigar como el proceso de exponer los resultados
siguen un orden distinto. Antes que el fenómeno está la esencia del Ser, es decir, el
plusvalor. Sin embargo, el orden del investigar es distinto al orden que sigue la exposición
de los resultados. Esa es la razón por la cual en El Capital Marx no comienza con la categoría
«plusvalor» que es la esencia, sino que el Capítulo I se inicia con la «mercancía» que es el
fenómeno, incluso como fenómeno ni siquiera es el primero que aparece. El orden de El
Capital no sigue el orden del investigar sino el orden de la exposición que es otro orden.
Marx, Karl. 2014. El Capital. Tomo I / Vol. 1. Siglo veitiuno editores. pp 19-20
Marx, Karl. 2009. El Capital. Tomo III / Vol. 6. Siglo veitiuno editores. p 49
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2. De acuerdo a la abstracción. La abstracción es distinta de la profundidad. El sistema de
categorías se construye de lo abstracto a lo concreto.
Entendemos por «esencia» al concepto general abstracto del Ser y por «determinaciones»
a todo lo que determina dicho concepto general abstracto. Las determinaciones son
determinadas y a la vez determinantes de otras determinaciones. En el ejemplo de
determinaciones referidas al trabajo «enajenado», distinguimos tres determinaciones de
dicho concepto. Primera, respecto al producto, como algo ajeno que no le pertenece al
sujeto productor. Segunda, respecto al acto de producción, también como algo ajeno que
causa sufrimiento al sujeto de la actividad, la actividad productiva que debería ser un vivir,
no es un vivir sino un medio de vida. Y tercera, respecto a la naturaleza que aun siendo el
ser humano parte de ella le resulta ajena.
La realidad objetiva e interobjetiva es accesible por medio de los sentidos, por eso decimos
que es sensible, lo sensible se manifiesta. A la dimensión subjetiva e intersubjetiva de la
realidad se accede a través de la interpretación, lo intersubjetivo se revela.
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Marx a partir de un sistema de categorías pudo desarrollar el concepto de «capital».
Develando así el «Ser» –oculto– del capital. El Ser del capital es «valor que se valoriza»
(Verwetung des Werts), «valor que se valoriza» es la esencia del capital, el «valor que se
valoriza» es un concepto general abstracto. La forma como se manifiesta en la realidad
dicho concepto general abstracto es como «ganancia». La ganancia no es la esencia del
capital sino el fenómeno. A su vez el Ser del capital (valor que se valoriza) es creado de la
nada del capital por el No-Ser. Al No-Ser Marx lo denomina «trabajo vivo», es el nombre de
la categoría referida a la corporalidad viviente del sujeto productor. Para llegar a ello tuvo
primero que identificar y separar analíticamente determinaciones como tasa de ganancia,
ganancia media, capital circulante, capital variable, precio de producción y otras más.
Después de este momento analítico, volver a unir lo separado en una síntesis dialéctica que
es la categoría a la cual denominó «plusvalor». El plusvalor es una categoría pero en
realidad es parte de todo un sistema de categorías: dinero, mercancía, trabajo vivo, valor y
otras.
Antes que hubiese «capital» hubo «pobres». Cuando los «pobres» fueron subsumidos como
asalariados por el capital surgió la clase obrera. La clase obrera es una categoría posterior,
la categoría anterior es el «pobre» o pauper como gustaba decir a Marx en latín, el «pauper
antefestum» (el pobre antes del capitalismo, es decir, la fiesta). Antes de la existencia de la
clase existían los pobres, que no teniendo nada que vender se tiene que vender a sí mismos.
La categoría «pobre» es anterior a la «clase». La clase tiene una anterioridad que es el pobre
obligado en su negatividad a vender su capacidad de trabajo.