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El vivir humano es uno,

que la subjetividad comunitaria vive de manera distinta


Dafnis Antonio Domínguez A.

EL SER Y EL ESTAR
Lo no idéntico es diferente, mientras que lo no semejante es distinto. El
«estar» es uno, pero nunca “idéntico”, sino “semejante”.

El «estar» se refiere a lo semejante, mientras lo distinto a cada «subjetividad


comunitaria».

No es “ama al otro y a la otra como a ti mismo”. Una corrección epistémica del


anterior enunciado permite expresarlo mejor: “ama al otro o a la otra porque es a ti
mismo o a ti misma”; es decir, cuando uno ama al otro o a la otra se ama a sí
mismo.

EL «SER» Y EL «NO-SER» DE LA REALIDAD


La REALIDAD, según como se la considere, puede ser una realidad
«TRASCENDENTE» o «CONSTITUIDA».
TRASCENDENTE, cuando el observador u observadora la considera como «una
realidad «exterior» y la “representa” neuronalmente en el cerebro.
CONSTITUIDA, cuando el observador u observadora considera que la realidad es
constituida cerebralmente a partir de las distinciones que realiza en la PRAXIS del
VIVIR en el “LENGUAJE”.
Sea que se considere representada o constituida, la realidad se presenta primero
como INTUICIÓN inicial, después en la medida en que se constituye explícita se
convierte en CONCEPTO.
El concepto es un todo cuyas partes constitutivas solo podemos extraer de
manera abstracta. Podemos separar abstractamente todo lo que determina al
concepto.

El contenido del concepto lo componen DETERMINACIONES objetivas. Las


determinaciones constituyen el contenido del concepto.
El «Ser» constituye un Sistema. Un sistema (de syn junto + histemi colocar + ma
resultado) es una Totalidad (el “resultado” de “colocar” “junto” partes).
Crear la «Totalidad» resulta una imposibilidad para cualquier parte de la
Totalidad. Lo que crea al Totalidad exige algo anterior a la Totalidad.

Crear el Todo exige un momento anterior y más allá de la Totalidad.


1
Marx se refiere a dos “Nada”, por una parte, a una “Nada” fuera y, por la otra, a
una “Nada” que es aún peor, aquella que cae diariamente en la Nada absoluta. El
No-Ser es el punto de partida del nuevo Ser. El No-Ser es más realidad que el
Ser.
... la existencia abstracta del hombre como mero trabajador que, por
tanto, puede caer diariamente desde su plena nada a la nada
absoluta, a su inexistencia social y, por tanto, a su inexistencia real.
, die abstrafte Existenz des Menschen als eines bloßen Arbeitsmenschen,
der daher täglich aus seinem erfüllten Nichts in das absolute Nichts, sein
gesellschaftliches und darum sein wirkliches Nichtdasein hinabstürzen
kann - pp 524-525
KARL MARX • FRIEDRICH ENGELS / ERGÄNZUNGSBAND • SCHRIFTEN BIS
1844 / ERSTER TEIL
(= Werke, Band 40) ©1968 DIETZ VERLAG BERLIN

La “pobreza absoluta” (la “desnudez” de objetividad o de existencia objetiva); es


decir, el «trabajo vivo» es solo existencia subjetiva. La “no existencia” objetiva (es
decir, la “Nada”), únicamente como existencia abstracta. Así, diariamente, de la
“Nada” a la “Nada absoluta”. La existencia abstracta del trabajo vivo quiere decir
que el trabajo vivo es abstraído o excluido de la realidad real, de manera que la
real “no-existencia” del trabajo vivo constituye su realidad, en otras palabras, su
realidad constituye su real “no-existencia”.
Marx fue un gran filósofo, además un pensador multi-onto-epistémico. La
comprensión de su obra, además de la filosofía, exige tener una compresión de
política, economía, metódica, teología, historia…
Los términos filosóficos de Marx estuvieron hasta el último momento vinculados
con la filosofía de Hegel, por eso, para comprender filosóficamente a Marx es
conveniente estudiar a Hegel. En sus obras: “Ciencia de la lógica”,
“Fenomenología del Espíritu” y “Filosofía del Derecho”, Hegel sostiene que nada
en absoluto determina al Ser. Por su parte, el Ser determina la cualidad, la
cantidad y la medida de lo existente.
En el ámbito de la economía Marx encuentra que el «trabajo vivo» determina el
valor de uso (la cualidad), el valor de cambio (la cantidad) y el dinero (la
medida).
Para Hegel el Ser pasa dialécticamente a la Esencia; es decir, el Ser funda la
Esencia.
El Ser del capital es “valor que se valoriza” (valor que aumenta de valor); por
consiguiente, el dinero no es el Ser del capital, no es la Esencia, no importa
cuanta cantidad de dinero sea, aun siendo una medida infinita el dinero no es
Capital. La Esencia del Capital permanece oculta, en su lugar aparece el
“dinero”, pero el dinero no es la Esencia, sino el Fenómeno.

2
TRES MOMENTOS PARA CREAR EL CONCEPTO
1 El análisis «MOMENTO ANALÍTICO»
Del griego ἀνά- (ana-) “enteramente” + li “disolver” -tico “relativo a”.

Relativo a disolver enteramente.


2 La síntesis «MOMENTO DIALÉCTICO»
Del griego διαλεκτικός (dialectikós).
Prefijo διά (diá-), 'a través de ' + λεκτός (lectós) participio del verbo λέγω
(légo) que significa 'conversar' + sufijo -tico “relativo a”

Relativo a aquello a través de lo conversado.


3 La creación «MOMENTO ANALÉCTICO»
Del griego ανω (anó-) que significa "más allá", + λογιζομαι (loguizomai) que
significa "razonar".

Relativo al razonar más allá.

El siguiente es un fragmento de textos de Marx que ilustran lo anterior:


El capital, por ejemplo, (…) llegaría ANALÍTICAMENTE a CONCEPTOS
cada vez más simples.

Una vez que esos momentos singulares fueron más o menos fijados y abstraídos,
comenzaron los sistemas económicos que se elevaron desde lo simple ‒trabajo,
división del trabajo, necesidad, valor de cambio‒ hasta el estado, el cambio
entre las naciones y el mercado mundial. Este último es, manifiestamente, el
método científico correcto. Lo concreto es concreto porque es la síntesis de
múltiples DETERMINACIONES, por lo tanto, unidad de lo diverso. Aparece
en el pensamiento como proceso de SÍNTESIS, como resultado, no como punto
de partida, aunque sea el efectivo punto de partida, y, en consecuencia, el punto
de partida también de la intuición y de la representación.

He aquí por qué Hegel cayó en la ilusión de concebir lo real como resultado del
pensamiento que, partiendo de sí mismo, se concentra en sí mismo, profundiza
en sí mismo y se mueve por sí mismo, mientras que el método que consiste en
elevarse de lo abstracto a lo concreto es para el pensamiento solo la manera de
apropiarse lo concreto, de reproducirlo como un concreto espiritual. Pera esto
no es de ningún modo el proceso de formación de lo concreto mismo. Por
ejemplo, la CATEGORÍA económica más simple, como por ejemplo el valor de
cambio.

la totalidad concreta, como totalidad del pensamiento, como un concreto del


pensamiento, es in fact [en los hechos] un producto del pensamiento y de la
concepción, pero de ninguna manera es un producto del concepto que piensa y
se engendra a sí mismo, desde, fuera y por encima de la intuición y de la

3
representación, sino que, por el contrario, es un producto del trabajo de
elaboración que transforma INTUICIONES y representaciones en
CONCEPTOS. pp 50-52

Karl Marx. Introducción General a la Crítica de la Economía Política.


©2004. Siglo XXI Editores. México.

Tanto el momento analítico como el dialéctico acontecen en la Totalidad; sin


embargo, es necesario un momento más allá de la Totalidad capaz de explicar
cómo de la NADA de la Totalidad pueda ser creada la Totalidad.

El primer momento es el “analítico” luego sigue el “dialéctico”. El dialéctico es el


paso de la «potencia» al «acto». Hará falta entonces el momento analéctico. El
analéctico constituye el paso de lo «imposible» al «acto».

Lo imposible se puede constituir posible ya que lo imposible no constituye “NADA”


de la Totalidad. La “NADA” entonces irrumpe desde una exterioridad de la
Totalidad.

El momento analítico y el momento dialéctico pertenecen al «SER», que en su


forma abstracta general denominamos esencia1. El tercer momento, en cambio,
pertenece al «NO-SER». El NO-SER crea al SER de la NADA del «SER». Por eso
no podemos reducir la REALIDAD solo al SER. El Ser es la REALIDAD, pero el
NO-SER también es la REALIDAD. El Ser es y el No-Ser también es.

El MÉTODO para comprender la REALIDAD exige un movimiento que pasa por


todos los momentos: primero, se intuye el concepto, segundo, se construyen las
categorías y tercero, se identifica la fuente creadora del concepto. La fuente es
anterior al concepto y será lo que propiamente permita desarrollar el concepto. Lo
«analítico» identifica y separa analíticamente las partes. Lo «dialéctico» las vuelve
a unir en síntesis dialéctica. El «analéctico» revela como, de la NADA del SER,
es creado al SER.

1
Se denomina «esencia» a la forma abstracta general del concepto.
El concepto no es lo mismo que el fenómeno.
El concepto es la forma abstracta general de la realidad y la forma abstracta general de la realidad
es la esencia. La forma como dicha esencia se manifiesta en la realidad es el fenómeno.
El fenómeno es la forma como aparece en la realidad el concepto general abstracto.
El fenómeno es fundado por la esencia. Lo que aparece como fenómeno debe estar fundado por la
esencia. Si lo que aparece no está fundado por la esencia, no es fenómeno sino mera apariencia.
El fenómeno es apariencia, pero no mera apariencia.
La forma abstracta general del concepto es el fundamento mientras el fenómeno es lo fundado.
La esencia está oculta mientras el fenómeno es la forma como se manifiesta la esencia.
Precisamente, para develar lo oculto de la esencia es por lo que necesitamos disponer de un
sistema de categorías.

4
Hemos distinguido entonces tres momentos: analítico, dialéctico y analéctico.
No debemos confundir el MÉTODO de cada uno de ellos, esto es, confundir el
MÉTODO ANALÍTICO con el DIALÉCTICO, menos aún confundir los anteriores
con el MÉTODO ANALÉCTICO. El MÉTODO ANALÉCTICO pertenece a la
relación del SER con el NO-SER de la REALIDAD.

Prescindir del tercer momento significa negar al NO-SER como parte de la


REALIDAD. La negación del NO-SER como parte de la REALIDAD la
encontramos desde los presocráticos como Parménides (Elea, entre el 530 a. C. y
el 515 a. C.) sostuvo que “el Ser es, el No-Ser no es”; lo que es, es; lo que no
es, no es”.
El pensamiento moderno-colonial también niega al NO-SER. Martin Heidegger
(Alemania, 1889-1976) afirma que no puede haber nada que rebase al ser: «El
ser no es susceptible de una definición que lo derive de conceptos más altos
o lo explique por más bajos» Martin Heidegger, 2014. El ser y el tiempo. México, DF.
Fondo de Cultura Económica, p 13.

Si lo vemos desde un horizonte descolonizador, crítico y liberador, cualquier


concepto que desconozca al NO-SER como parte de la REALIDAD, constituye
una concepción reduccionista y falsa.
Resumiendo: definimos como categoría a una herramienta construida para
interpretar la REALIDAD. Todas las categorías son conceptos, pero no todos los
conceptos son categorías, solo distinguimos como categorías aquellos conceptos
construidos con un propósito explicativo, interpretativo o hermenéutico.
Concebimos como «esencia» al concepto general abstracto del SER. Definimos
como «determinaciones» a todo aquello que determina dicho concepto general
abstracto. Las determinaciones además de estar determinadas a su vez
determinan otras determinaciones.
La REALIDAD tanto objetiva como inter objetiva es accesible por medio de los
sentidos, por eso la consideramos REALIDAD SENSORIAL, lo sensible se
manifiesta. Los objetos sensibles son distintos de los objetos conceptuales. El
idealismo no reconoce realidad sensorial. La actividad humana no solo es
actividad conceptual o subjetiva también es actividad sensorial u objetiva. A la
REALIDAD SUBJETIVA se accede a través de la introspección y a la
intersubjetiva mediante la interpretación. Lo intersubjetivo se revela, lo objetivo
se manifiesta.

5
SUBJETIVIDAD OBJETIVIDAD
PERSONAL PERSONAL

INTER INTER
SUBJETIVIDAD OBJETIVIDAD
COMUNITARIA SOCIAL

EL MÉTODO DIALÉCTICO
Los conceptos se construyen negativamente a partir de determinaciones.

Lo abstracto es lo menos determinado (con menor número de determinaciones).

Lo CONCRETO es lo más determinado (con mayor número de determinaciones).

En el movimiento dialéctico de lo ABSTRACTO a lo CONCRETO tanto para


Baruch Spinoza (Ámsterdam 1632 - La Haya1677) como para Georg Hegel (Stuttgart
1770 - Berlín 1831), lo principal es la SÍNTESIS, el ANÁLISIS (que para la
fenomenología es lo reflexivo) es secundario.

Para Hegel los CONCEPTOS ABSTRACTOS preceden a los CONCEPTOS


CONCRETOS.

El paso en la EXPLICACIÓN PENSADA no es lo mismo que el paso en la


REALIDAD. (PENSADO CONCRETO es distinto a PENSADO REAL).

Por eso Karl Marx (Tréveris, 1818 - Londres, 1883) resignifica el MÉTODO
DIALÉCTICO en el sentido de lo CONCRETO REAL (que ni siquiera estaría
condicionado a que haya sido previamente pensado).

LA REALIDAD TIENE DETERMINACIONES


Analizamos lo CONCRETO REAL separando las DETERMINACIONES (lo que
para Hegel es regresivo para Marx es progresivo). De lo CONCRETO a lo
ABSTRACTO ‒eliminando lo contingente‒ conservando lo ESENCIAL. Del
ANÁLISIS pasamos entonces a la SÍNTESIS.

6
Mediante las conexiones con base en el sistema de categorías constituimos lo
CONCRETO (en el pensamiento).

Lo CONCRETO PENSADO no precede a lo CONCRETO REAL como suponía


Hegel.

El proceso onto-epistémico establece un orden lógico. Para Hegel un orden onto-


epistémico, para Marx un orden lógico.

Para Marx la TOTALIDAD CONCREA es constituida.

EL MÉTODO ANALÉCTICO
El método legado por Karl Marx, a través de su producción teórica, constituye una
construcción más allá del significado conferido en la dialéctica por Georg Hegel
(1770-1831). Consiste ‒según Marx‒ en un método más allá de la dialéctica
hegeliana; sin embargo, dicho método “más-allá-de-la-dialéctica” no llegó a recibir
ninguna denominación por parte de Marx, simplemente lo presentó como una
corrección a la dialéctica de Hegel. No fue sino con la FILOSOSOFÍA DE LA
LIBERACIÓN, filosofía originada en Nuestra Abya Yala2 a partir de 1971, cuando

2 En el presente escrito evitaremos decir “América” para no tragarnos el nombre impuesto por los
invasores. En su lugar llamaremos «Nuestra Abya Yala» de 'Abya' agujero de la sangre y 'Yala'
territorio (en idioma guna). El idioma “guna” hablado por los pueblos y primeros pobladores de
Colombia y Panamá. El pronombre “Nuestra” lo tomamos del ensayo “Nuestra América” de José
Martí, publicado en 1891.

En 1499, a escasos siete años después del primer viaje de Colón, enfrentamos en el Golfo de
Venezuela la primera invasión desde Europa. Ese año entró en aguas del Golfo de Venezuela una
expedición de invasores entre cuyos integrantes estuvieron Alonso de Ojeda al frente de la
misma, el navegante Américo Vespucio, el cartógrafo Juan de la Cosa y Martín Fernández de
Enciso y otros. Este es el autor en 1519 de “Suma de Geografía”, el cual se conserva en el Archivo
General de Indias en Sevilla y del cual extraemos el siguiente fragmento:

“peña que es llana encima della, y encima della está un lugar, … que se llama
Wenesiuela, está a X grados entre este golfo de Wenesiuela y el Cabo de
Kokiwakoa”

“desde el Cabo de San Román al Cabo de Coquivacoa hay tres isleos en triángulo,
entre estos dos cabos se hace un golfo de mar en figura cuadrada y al cabo del cerca
de la tierra está una peña que es llana encima della, y encima della está un lugar o
casas de indios que se llama Veneciuela, está en X grados, entre golfo de Veneciuela
y el Cabo de Coquivacoa…” (sic)

Los componentes léxicos de Wenesiuela son: «wene» del idioma “añú” (significa barrera natural
de asfalto o petróleo que separa el Lago de Malaka iwo y el mar) + «siuela» (montado sobre). Este
es el origen del nombre Venezuela con base en el sistema geohistórico y toponímico.

“Añú” significa “pueblo de agua”, uno de los cinco subsistemas étnicos de la familia arawaka en
la cuenca del Lago de «Malaka iwo», llamados así porque hacían sus viviendas sostenidas en
estacas sobre el agua del Lago.

7
algunos de sus fundadores (Rodolfo Kusch, 1922-1979; Juan Carlos Scannone,
1931-2019; Enrique Dussel, 1934-2023, comenzaron a utilizar el término «ana-
dialéctica» hasta llegar al que obtuvo mayor aceptación el de «ana-léctica».

Analéctica, razonar más allá, viene del griego ανωλεκτική, sus componentes
léxicos son: ανω anó ("más allá") + λογιζομαι loguizomai ("razonar").

En 1974 Dussel define el método analéctico en su libro «Método para una


filosofía de la liberación. Superación analéctica de la dialéctica hegeliana». ©1974.
Editorial Sígueme.
Asimismo, en su obra Filosofía de la liberación, Dussel explica el «método
analéctico» como el método adecuado para realizar el quehacer filosófico:

Analéctico quiere indicar el hecho real humano por el que todo hombre, todo grupo o
pueblo (3.4.6), se sitúa siempre "más allá" (anó-) del horizonte de la totalidad.
Página 238

Enrique Dussel. Filosofía de la liberación.


Fondo de Cultura Económica ©2011. México.

Con la filosofía de la liberación, a partir del aporte sobre lo «real» de Xavier Zubiri,
España 1898-1983, más el concepto de «analogía», queda explicado que para
Hegel el tercer momento es «idéntico» al primero.

En cambio, para Marx, desde el concepto de “analogía”, el tercer momento es un


desarrollo del primero a través de la negación del segundo momento. Esto hace
que el tercer momento se “transforme”; por lo tanto, no es “idéntico” al primero y el
segundo ‒como sí lo es en la concepción de Hegel‒ en la cual el “Ser” se niega a
sí mismo y se coloca como el fundamento que funda al “Ser”.

Mientras que para Zubiri y Emmanuel Levinas (Lituania1906 - Francia 1995) la


negación del primer momento se interpreta como la «alteridad» que niega la
“fetichización” del primer momento.

La alteridad está más allá del Ser, tal concepción posiblemente fue tomada por
Marx y Levinas de Friedrich Schelling (1775-1854), aun cuando ninguno de los dos
nunca llegó a admitirlo.

El planteamiento de Levinas expuesto en su principal obra TOTALIDAD E


INFINITO y más tarde en DE OTRO MODO DE SER, O MAS ALLÁ DE LA
ESENCIA, sostiene que la superación de la Totalidad se constituye a partir del
otro o de la otra como una Nada de la Totalidad, por eso el título de la obra es
Totalidad e Infinito, donde “infinito” es más allá del Ser, el infinito se refiere a la
alteridad del otro o de la otra.

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Explicado, didácticamente, sería el hijo es la TOTALIDAD, la madre y el padre es
la EXTERIORIDAD que crea de la NADA al hijo. Zubiri expresa: la realidad no se
reduce al Ser ‒tal como es planteado por Martin Heidegger en “Ser y Tiempo”‒,
sino que la realidad es otro término que el Ser. Dicha anterioridad del Ser es la
alteridad del otro y de la otra, coexistente con el concepto heideggeriano de
“mundo” quien define al mundo como la «“totalidad” de mis experiencias», en el
sentido aproximado a como cuando decimos en Venezuela que “cada cabeza es
un mundo”, pero en el entendido ‒más allá de Heidegger‒ que el adjetivo posesivo
“mis” es para indicar una “experiencia” que supera el solipsismo3 o
individualismo, en el sentido de que lo que constituye lo humano solo puede ser su
dinámica comunitaria. Ningún ser humano es “individuo” (del latín individŭus (“in”
que es una negación + la raíz verbal “dividere”), que no se puede dividir o
relacionar. Sin una subjetividad constituida relacionalmente entre humanos sería
biológicamente un “ente singular” pero no una persona humana.
La totalidad es negada por la alteridad mediante una realidad anterior ‒el cosmos
de Zubiri‒ anterior al mundo. La anterioridad de lo real de Zubiri es la anterioridad
del otro y de la otra desde donde surge el Ser (creado por la exterioridad), el cual
se manifiesta en la mundo como su origen. Se trata del concepto de creación
(creación del mundo de la NADA). La «Nada» es la alteridad (no es el mundo ni el
Ser), sino anterior al Ser. De la Nada es creado el Ser (para Schelling). Para
Schelling el Ser es una creación del «Señor» (Dios) del Ser.
En su obra «Filosofía de la revelación», Schelling plantea que lo que se revela es
el mundo y lo que revela al mundo es anterior a la revelación. Para Hegel no hay
creación de la NADA, sino solo determinación del Ser. Cuando decimos “la
palabra se hace carne”, la palabra es anterior a la carne (para Schilling la palabra
es Dios), quien crea o, mejor dicho, revela la carne, así como para Marx el
“trabajo vivo” es el Señor que crea de la NADA del capital al «plusvalor».

ESTÉTICA, ARTES Y GASTRONOMÍA


La «belleza» constituye la realidad misma. La belleza consiste en la captación de
la realidad que hace posible el vivir.
La belleza no es una “verdad”, como sostiene Heidegger. Ni la belleza tiene que
ver con una captación cognitiva. De allí que la definición de Enrique Dussel, uno
de los filósofos más grande de todos los tiempos, es distinta a todas las anteriores
definiciones de belleza (Aristóteles, Platón, Tomás de Aquino, Kant, Heidegger...)
Dussel ha sido el único hasta ahora que nos ha legado en la Filosofía de la
Liberación una definición de ESTÉTICA. De acuerdo con dicha definición, la
belleza constituye un término de una relación similar, por ejemplo, a la definición
de “maternidad” donde relacionamos dos términos, la madre y el hijo o la hija. La
maternidad no puede ser explicada sin relacionar ambos términos, el de “madre” e

3
El solipsismo (del latín solus ipse 'uno mismo solo' + -ismo) es superado en el momento de
constitución del otro y de la otra; es decir, el No-Ser que es más allá del Ser.

9
“hijo-hija”. Constituye una definición dialéctica que resultaría incomprensible sin
mostrar ambos términos de la relación, así como también sus cuatro
componentes:
1 Madre.
2 Hijo o hija.
3 Relación (filiación).
4 Dirección de la relación.

Igualmente, la belleza es uno de los cuatro términos entre lo «objetivo» y lo


«subjetivo» porque separados ninguno de los dos se podría comprender.

La «belleza», de acuerdo con Zubiri, es la “substancia” misma de la cosa real en


tanto que la constituye un «viviente». Si no hubiera viviente no habría belleza.

La realidad de la “objetividad” de la cosa, por ejemplo, una flor, es bella en cuanto


es captada por la “subjetividad” del viviente.

Un ejemplo, donde los términos no son “metáforas”, sino “denominaciones”, es el


término “comer”. Comemos lo que nos “gusta”, como en todas las ARTES: nos
gusta una pintura, una canción, una arquitectura… (no “diferentes” por no ser
idénticas, sino “distintitas” por ser semejantes).

El único órgano de nuestro cuerpo que “gusta” se halla situado en la papilas


gustativas. De allí que el arte máximo, la primera de las ARTES es la comida
gastronómicamente constituida. “Gustar” significa que nuestras papilas gustativas
prueban la “substancia” de la comida emocionalmente (porque no se trata de
algo racional) que nos gusta porque nos posibilita el VIVIR, porque mantiene el
vivir y lo aumenta.

Nada que no sea viviente puede descubrir algo bello en la naturaleza. La


arquitectura colgante de los pájaros, la musicalidad del canto del pájaro macho
que la hembra elije para aparearse… Nos gusta porque nos posibilita seguir
viviendo. Nos gusta porque es captado como fuente de vida, porque tiene que ver
con la afirmación de la vida y la sobrevida (el mantenimiento y aumento). Lo que
no nos gusta es lo feo. Por eso la belleza es la substancia misma de lo real que
captamos relacionado con todo aquello que hace posible el sobrevivir.

La belleza no es solo objetiva, porque si no hubiera vivientes que la capten (que le


guste) como condición del vivir, no existiría “belleza”. Habría lo “existente” de la
flor, pero no lo existente de “flor bella”, su color y su perfume. Cuando aparecieron
los insectos en el cosmos, aparecen las flores de las plantas que antes no
existían, irrumpieron porque los insectos captan la belleza de la flor y así hacen
posible la polinización. Por eso hay tantas áreas de belleza como vivientes y
dimensiones del vivir hay en el cosmos.
©Dafnis Antonio Domínguez A. - 10 de enero de 2024

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