Está en la página 1de 3

Misoginia en la Ilíada y la odisea

Introducción
La misoginia puede considerarse como un problema de carácter social y
cultural. Y es que, a lo largo de la historia, el hombre sometió a la mujer de múltiples
maneras y así se desarrollaron sociedades patriarcales. Por ello, ese dominio se fue
transmitiendo de generación en generación, tanto a través de hechos concretos como
de elementos simbólicos.
Cabe señalar, que el sexismo y los prejuicios, en este marco, son los pilares de la
misoginia. Quien siente aversión hacia la mujer atiende a situarla en un nivel inferior al
hombre, por lo cual el sujeto masculino bajo esta concepción tiene derecho a
imponerse.
Considerar que la mujer no está capacitada para realizar las mismas
actividades que realizan los hombres son ejemplos típicos de misoginia, tales como
creer que una mujer no debe de manejar un vehículo o limitar su rol a la cocina, la
limpieza, el hogar y los hijos.

Homero fue un poeta griego al cual se le atribuye la creación de las famosas obras la
Ilíada y la Odisea hacia el 800 a.C. A partir del siglo IV a.C, todos los griegos
comenzaron a estudiar de estas obras, conservándolas como las mejores epopeyas
heroicas, siendo especialmente lectura esencial para los niños.

Ilíada
En la Iliada, el personaje de Helena causo grandes polémicas, puesto que como
ocurre en otros mitos, la mujer es la que desencadena toda la acción. Su rapto,
es el desencadenante de la guerra de Troya en la obra de Homero . Ello implica
que la mujer, una vez más, sea la culpable de la destrucción y de la guerra,
aunque las mujeres desempeñen un papel menor en la obra. Por ello, múltiples
han sido las ocasiones en las que pintores, escritores o poetas han hecho
culpable a Helena de la Guerra de Troya. Obviamente, hay que tener en cuenta
que nos referimos a las interpretaciones de la obra literaria y no al hecho
histórico que no tuvo nada que ver con Helena y con la intervención de los
dioses del Olimpo. Asimismo, Helena no es el único personaje femenino,
también, aparecen diversas diosas que por su carácter no-humano tienen una
participación similar a los dioses masculinos. Sin embargo, el resto de mujeres
mortales, como la mujer de Héctor, solo aparecen en condición de esposas,
madres y, a lo sumo, esclavas. De hecho, es sumamente interesante la situación
de la mayoría de las prisioneras de guerras, puesto que independientemente de
su origen, su función, como ocurre en el caso de Briseida o de Criseida, es el de
esclavas sexuales y encargadas de labores domésticas. No hay que olvidar la
furia de Aquiles contra Agamenón se desata a raíz de que el segundo le pide
que le dé a su esclava, puesto que él se ha quedado sin la suya al tener que
devolverla para que el Dios Apolo permita que las naves marchen hacia Troya.
Como vemos, pues, el conflicto una vez más es desencadenado por la necesidad
de poseer a otra mujer, en este caso una prisionera de guerra.

De todos los ejemplos que mencionamos anteriormente se extrae que la mujer


es vista en la Grecia Clásica como una posesión, un objeto más que puede ser
poseído, robado o sometido a la autoridad de cualquier hombre. También, son
los propios Dioses los que tras el juicio de París hacen que Helena en un futuro
se acabe enamorando del heredero de Ilión. Como ya se ha dicho, las Diosas
que, por sus características esenciales, pueden ser la Diosa del amor, sobre
todo, pasional (Afrodita) o la Diosa del conocimiento (Minerva), lo que resulta
llamativo, ya que muestra en cierta medida una imagen progresista de la mujer.
En cambio, las mortales son una mercancía más. Ello quiere decir que la mujer,
una vez más, y como seguirá siendo en el pensamiento occidental hasta la
actualidad, no será más que un objeto, una posesión, cuyas labores se alejen de
la Guerra y de cualquier actividad que implique un papel destacado.

Odisea
En la Odisea, Penélope se quedará tejiendo y destejiendo mientras que su
esposo, Odiseo, participará en la guerra de Troya y será encandilado por
diversas mujeres, algunas semi-diosas (Calipso o Circe). Sin embargo, en
la Odisea destaca el papel de Circe, puesto que es ella la que pide favores
sexuales a cambio de devolver a la forma humana a los marineros de Odiseo.
Como se observa, pues, existen ciertos comportamientos de determinados
personajes que dan la vuelta al rol femenino o exculpan a la mujer de cualquier
conflicto. Aun así, el papel de la mujer es muy reducido y siempre se muestra
como la causa de una acción negativa, sobre todo, en la Ilíada. Tampoco se
puede olvidar que las sirenas son representadas en femenino y su canto, según
los mitógrafos griegos, encantaba a los marineros que por allí pasaban. Por todo
ello el papel de la mujer ya desde la Grecia clásica muestra una cierta misoginia
y un orden patriarcal, donde la mujer es sometida al hombre de una manera u
otra. Asimismo, esta idea de la mujer como culpable, se trasladará al
cristianismo, puesto que será Eva la culpable del pecado original y esta misma
nacerá de la costilla del hombre.

Conclusión
En resumen, la Ilíada y la Odisea de Homero nos muestra una ideología que
durante milenios estará presente en el pensamiento occidental y en la mayoría
de sus manifestaciones, ya sean artísticas o filosóficas. Como ya se señaló, el
papel de la mujer se reduce a ser raptada, esperar a que su esposo vuelva del
campo de batalla, que dos ciudades pugnen por ella desoyendo sus deseos o a
ejercer de esclavas sexuales y asistentas. Por ende, ya en una de las primeras
manifestaciones de la literatura occidental encontramos al pensamiento
patriarcal que relega a la mujer a un papel secundario en el que de una manera
u otra debe de servir al hombre. De hecho, no se puede olvidar como Zeus usa
a diversas mujeres, ya sean divinidades o mortales.

Actualmente, en nuestra sociedad y entorno en el que nos desenvolvemos


existen muchos misóginos que en muchos de los casos ni saben que odian a las
mujeres pues la misoginia es algo bastante inconsciente. No es que odien a las
mujeres, sino que experimentan un rechazo irracional hacia la mujer en
general.

A pesar de la evolución de las mujeres en la sociedad, la mujer sigue


enfrentándose día a día a una civilización misógina bajo las constantes
agresiones físicas, psicológicas, económicas y patrimoniales. Bajo las
sociedades patriarcales siempre con la figura del hombre por encima de la
mujer.

También podría gustarte