Con el fin de proteger a toda persona expuesta a radiaciones
ionizantes en las prácticas médicas, se establecieron 3 principios básicos y esenciales; los cuales debían ser aplicados en toda esta actividad llamada protección radiológica. Desde 1928 existe un organismo encargado de dar recomendaciones y brindar asesoramientos relacionado a los riesgos de las radiaciones ionizantes; la Comisión Internacional de Protección Radiológica (ICRP). Este organismo fue el encargado de establecer los 3 principios de la protección radiológica. PRINCIPIO 1 Justificación de la práctica
Toda practica que implique exposición
a radiaciones ionizantes, debe ser llevada a cabo solo si esta supone un beneficio para la sociedad. Tomando en consideración los aspectos negativos y posibles alternativas a dicha práctica.
No se justifica el empleo de radiaciones
ionizantes en:
•Exámenes masivos de grupos de población.
•Exámenes radiológicos con fines ocupacionales, legales o de seguro médico. •La fabricación de juguetes, joyas, adornos. PRINCIPIO 2 Principio ALARA
ALARA: Sigla inglesa que traduce
“tan bajo como sea posible”.
Teniendo en cuenta factores sociales y económicos; niveles tan
bajos como sea posible deben mantenerse en toda exposición a radiaciones ionizantes: •Los análisis de optimización se realizarán en correspondencia con la complejidad y nivel de riesgo de la práctica. •Los métodos de análisis abarcan desde el sentido común hasta técnicas complejas donde se cuantifica los costos de la protección y las dosis. •Las restricciones de dosis son un techo imaginario por debajo de los límites. Se establecen sobre la base de la experiencia operacional y de buenas prácticas similares. PRINCIPIO 3 Limitación de dosis
En la exposición a radiaciones ionizantes existen límites
establecidos para la dosis que puede recibir una persona en prácticas médicas que la impliquen, dichos límites no pueden ser superados bajo ninguna circunstancia.
De acuerdo con las recomendaciones dictadas por la I.C.R.P,
Comisión Internacional de Protección Radiológica, los límites de dosis considerados seguros tanto para el trabajador como para el público en general son:
- Para el personal ocupacionalmente expuesto:
20 mSv/año promediada a lo largo de periodos definidos de 5